Capítulo 2: Comienzan las Clases y comienzan mis problemas....
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Las vacaciones terminaban y el lunes siguiente debía asistir a clases, y tal como les mencioné, con mi Coté decidimos que el sábado saldríamos de paseo en la mañana y por la noche a bailar… Bueno para el paseo matutino iríamos a la paseo costero, por lo que me duché muy corto, no como suelo hacerlo, luego me puse una tenida deportiva, desayuné más rápidamente aún, y en silencio casi absoluto me escabullí sin ser advertido por Fer, lo que era mi deseo, el que afortunadamente logré.
La mañana estaba muy hermosa, pero no tanto como Coté, la que salió con un pantaloncillo elasticado que resaltaba el precioso y majestuoso culo que se gasta, y un peto que dejaba al descubierto un ombliguito adornado con un aro coronado por un circón; de alguna manera lograba equilibrar su figura pese a que sus tetas son de un tamaño moderado. En otras palabras, estaba para comerla….
Efectivamente paseamos por la rambla y llegamos a una playa que aún tenía los últimos turistas del verano que llagaba a su fin, nos tendimos en la arena y nos dimos un morreo de ¡padre y señor mío! que nos dejó muy excitados y obviamente con ganas de más… por lo que decidimos volver al departamento de Coté con la esperanza de que su compañera de piso y sus padres no estuviesen… lamentablemente cuando preguntamos en conserjería por ella, nos indicaron que aún estaba con sus padres… ¡qué desilusión!, en ese minuto pensé que nada podíamos hacer, pero mi querida novia se empina y me susurra al oído:
Sígueme la corriente, me dijo…
Yo: Yo sin entender nada respondí susurrante…Oh, claro…
Coté: Claudio me puedes arreglar mi bicicleta que se encuentra pinchada.
Yo: ¡Sí claro! ¿Dónde la tienes?
Coté: En la bodega… acompáñame.
Yo: Te sigo…
Bajamos al piso menos dos donde se encontraba la bodega del apartamento de Coté, era un lugar bastante poco iluminado… solo lo justo para poder ubicarse… ella abrió la puerta de la bodega de su apartamento, la que pese a estar bastante ordenada, apenas cabían unos escaparates y las dos bicicletas de las chicas, yo me había quedado afuera pero ella tiró de mi mano para luego cerrar la puerta… Tomé la primera de las bicicletas que era la de Coté, pero ella me detuvo y girándome se colgó en mi cuello dándome un apasionado beso, en ese instante comprendí la idea de mi novia y sin más la aprisioné en un afectuoso y cálido abrazo.
Eso fue el disparo de una tormenta de caricias donde mis manos se posaron en el impresionante culo de Coté, mientras ella bajaba una de las suyas para acariciarme la verga que crecía con gran entusiasmo… no pasaron ni dos minutos cuando ella ya me pajeaba la verga fuera de mis pantalones deportivos y yo le comía sus tetas y me engolosinaba con sus abultados pezones juveniles, ambos estábamos desenfrenados y no nos importaba meter ruido. Finalmente le bajé los pantaloncillos y apoyándole uno de sus pies sobre un aparador la ensarté… estaba tan lubricada que por primera vez mi verga la penetró sin ninguna oposición.
Estábamos los dos en un intenso y apasionado mete y saca adornado de apasionadas caricias que no nos dimos cuenta que otros inquilinos nos escuchaban con total claridad, tanto que uno de ellos, nos dijo al pasar:
Provecho, una a mi salud, jajaja…
Afortunadamente no nos aguaron la fiesta y se lo tomaron con humor, la verdad es que su intervención nos detuvo unos diez segundos, pero seguimos sin parar hasta que ambos alcanzamos un afiebrado orgasmo…. Coté como nunca me clavó sus uñas en mi espalda con tanta fuerza que me hizo sangrar, la verdad es que eta parte tan apasionada de mi chica era desconocida para mí.
“Arreglada la bicicleta” me marché a casa donde Fer por estar de turno me esperaba con el almuerzo listo, lo que le agradecí pues tenía un apetito de lobo… como el que se comió a la caperucita roja… pensándolo bien ya lo había hecho. Apenas entré Fer se me acerca y me dijo:
Hola pardillo. ¿dónde andabas?, tengo el almuerzo listo… veo que estas todo sudado… ¡uf además tienes olor a sexo! Y… ¿Veo sangre en tu camiseta?… ¿te metiste con una furcia del puerto?
Yo: Fer no me he metido con ninguna zorra… ¡No, no tengo olor a sexo! y si me sangra la espalda fue por una piedra que había en la playa.
Fer: No te creo… dúchate para que almorcemos y no te demores dijo dejándome solo.
Yo: Serás…. Alcancé a decir, pero me callé, pues en algo tenía razón.
Almorzamos juntos entre recriminaciones y alegatos donde terminé reconociendo que había salido a hurtadillas para escaparme de ella y que había ido a la playa con Coté, cosa que a la bella arpía no le pareció para nada bien. Lamentablemente el rasguño o en realidad más que rasguño siguió sangrando después de la ducha y cuando nos íbamos a sentar a la mesa Fer me dijo:
Trae el botiquín de primeros auxilios que te voy a curar la herida de tu piedra.
Yo: No es necesario…
Fer: No quiero que se infecte y después te tenga que cuidar como un héroe tonto
Yo: No tendrás que hacerlo, no es nada…
Fer: Si no me dejas llamaré al abuelo y le diré que te metes con una furcia…
Yo: Okey está bien… voy por el bendito botiquín.
La verdad es que no necesité puntos, pero era cierto que la herida existía, obviamente los rasguños de mi espalda eran absolutamente notorios y si bien no requirieron una gran curación, mi primita se encargó de exagerar el hecho de la imperiosa necesidad de hacerlo, y aun que al momento de desinfectarme la herida y me hizo ver burros verdes por su ausencia de suavidad, lo hizo en silencio, sin mencionar nada más… solo finalizó con un listo puedes ponerte tu camisa y nada más
Después almorzamos, hablando de cualquier cosa menos de las “notorias heridas de combate de mi espalda”, terminando por levantar la mesa donde ella lavó todo y yo me encerré en mi pequeño cuarto a dormir la siesta y atender algunas de mis redes sociales.
Al atardecer me preparé para ir a bailar a un pequeño lugar donde se puede beber cerveza, comer tapas y conversar, la verdad es que fue divertido, claro que Fer se nos intentó colar cuando me vio listo para salir
Fer: Yo también podría ir…
Yo: No, iré con Coté.
Fer: Podríamos ir en mi coche…
Yo: Es una salida de novios… no quiero una violinista.
Fer: Pero no los molestaría y también puedo protegerte y cuidar tus heridas, jejeje
Yo: No, jajaja… no necesito tu protección dije entre risas, pues lo último le salió muy gracioso.
En resumen, por más simpatía y buena voluntad que evidenció, la rechacé. ¿¡No sé por qué me sentí culpable!?... Recogí a Coté la cual se veía bellísima y fuimos al pequeño local que les mencioné, al entrar como ya casi es una costumbre le pidieron su identificación para asegurarse de que no era menor de edad, luego de eso y entre risas nos ubicamos en una mesita y pedimos unos refrescos. El ambiente era muy bueno, lo pasé bien, bailamos, conversamos con unos amigos, comimos y bebimos como si fuera nuestro último día de vacaciones.
Ya de madrugada decidimos regresar, caminamos al piso de Coté, lamentablemente y sin ser muy consiente no lograba quitarme de la cabeza a mi primita… tanto que pensé en ir a arreglar la bicicleta (o sea sexo), pero no era una hora creíble y los padres de la otra chica pasaban las últimas horas con su hija, por lo que dejé a Coté en su apartamento… Claro que la despedida fue de lo más ardiente, pero como les dije estaba demasiado acompañada, y solo logré darme un calentón de ¡Padre y Señor Mío!... ¡quería follarla ahí mismo!, pero Coté buscando en lo más profundo de su recato, logró guardarse sus tetas en el vestido, cerrar las piernas lo suficiente para echarme de su vestíbulo, ¿no sé cómo pudo hacerlo?, pues no se lo puse fácil.
El domingo Fer no dio señales de vida hasta pasadas las once de la mañana y eso que el parrandero había sido yo, no me quería hablar por lo que en señal de buena voluntad le preparé un delicioso desayuno y la acompañé a correr por la costanera…ella por fin puso buena cara y sonriente fue a por su equipo deportivo, lo mismo hice yo, al verla salir de su cuarto mi libido dio un “subidón” mi verga tendió a descontrolarse, pero creo haber logrado ocultar mis “pérfidos e incestuosos deseos”… simplemente estaba para comérsela de estupenda con unos pantaloncillos que dejaban ver sus torneadas piernas, como apretando el precioso culito y sin mencionar su peto que afirmaba muy bien esas tetas perfectas… es más no le dije nada de su atuendo… ella notó eso e intentó lucirse como siempre, pero me hice el gilipollas imbécil que en oportunidades no me cuesta mucho, jajaja.
Mi pérfida prima al ver el poco efecto que había causado en mí, tomó venganza y apretó la marcha, haciéndome sufrir un poco, pues como todos saben “noches alegres mañanas tristes” … Mientras trotábamos me preguntó acerca de mi salida y de como lo había pasado, además de cuales eran mis planes por la tarde… resumiendo por fin se pudo colar al almuerzo que teníamos planeado con Coté y su compañera de piso, la que finalmente se encontraría sola, pues sus padres regresaban a su casa
Almorzamos los cuatro en el departamento de mi novia… ¡perdón! Coté, Beatriz su compañera de piso, Fer y yo, al principio todo marchaba bien, por lo que mi cerebro dejó de estar a la defensiva y me dediqué a divagar y responder con un nivel de alerta bajísimo. ¿No sé qué me pasó?, pero noté que Beatriz era un verdadero bombón sexy… estaba realmente preciosa ¿serían algunos kilitos de más de las vacaciones?, la verdad es que no lo sé, pero sus tetas eran comparables a las de Fer… ¿qué me pasa?... intenté no caer en este torbellino de comparaciones sexuales dominado por mis hormonas, después de intentar mantener mi mente en blanco…. busqué tomar mi “estado de alerta Fer”, deseaba ir tomando el control de la situación, solo puedo decirles… que me di cuenta que no debía hacerlo, pues lo que presenciaba era más de lo mismo… o sea Fer jugando a ser la pérfida manipuladora y Coté “mostrándole los dientes”, mientras que su sexy compañera coqueteaba sutilmente conmigo y al mismo tiempo se divertía de ver como las otras chicas se toreaban indisimuladamente.
Esa tarde con pocos deseos de salir a algún lugar, jugamos a los naipes y la tensión se aminoró bastante, a eso de las siete de la tarde regresamos con Fer a casa sin mayores incidentes, cenamos y nos preparamos para el gran día de retorno a clases. Gracias a Dios por la noche ella se comportó muy recatada y no hubo incidentes, por lo que logré dormir como un angelito.
El primer día de clases fuimos con Fer a la Universidad, debo reconocer que estaba vestida para impresionar sin caer en el exhibicionismo. Obviamente desayunamos antes de salir, pero con la lentitud de Fer “en todo”, luego tuvimos que salir corriendo para pasar a buscar de pasada a Coté… por supuesto que llegamos casi al justo de la hora de entrada, pero milagrosamente pudimos estacionar cerca de la sede en uno de los estacionamientos más alejados… la verdad es que para quedar mejor se debe madrugar y ese no es el caso con ir con Fer.
Como era previsible, mi llegada con estos dos primores causó revuelo entre el alumnado y parte del profesorado, nuevamente el portero me saludó y sonriéndome, la verdad es que es algo molesto sentirse observado por tanto “buitre” que espera que uno muera para ir en busca de “comida”.
Así los tres primeros días fueron pasando casi iguales, siempre la misma tónica, salíamos apurados con una Fer vestida para impresionar, a la que prontamente se le unió Coté, con atuendos por los que todos miraban a mis “dos chicas”. Es así que muchos chicos que ni conocía se me acercaban para indagar de Fer e incluso de Coté, cosa que me molestaba, pero aguantaba. Por fortuna la intensidad de la vida universitaria y la diferencia de horarios me hacían ver poco a Fer y con algo de esfuerzo y dedicación, me permitía dedicarme solo en lo sustantivo a Coté, así pude dejar las pajas un poco de lado y, con la cual progresé en nuestra relación un paso más.
El miércoles al medio día por fin se rompió esta monotonía de los dos primeros días de retorno a clases, ya que pasada las 12, mi adorada Coté me llamó para que fuese a su casa… Coincidentemente no teníamos clases en la tarde, claro que los dos hicimos un gran esfuerzo para que ello sucediera, pues teníamos elegidos a los profesores de antemano, nuestras notas nos permitían cierta prevalencia a la hora de elegir y teníamos un avance en la carrera muy parecido.
Nos encontramos en la cafetería, la verdad en que por los apuros de la mañana no la había visto con detención, se veía preciosa… estaba de comérsela, sobre todo con su cara de niña y cuerpo de mujer que a diferencia de otras veces los destacaba con su atuendo.
Dado que era aún temprano pedimos algo de comer y después nos fuimos a su casa en ómnibus charlando de las clases y compañeros que habíamos visto durante los últimos días. Aun así, le miraba las piernas y el pequeño canalillo que formaba su escote, me tenía loco de caliente. Al llegar pasamos por conserjería con calma y educación sorprendente para mi lujuria a flor de piel, pero ya en el ascensor la besé con pasión, ella me correspondió, pero me señaló la cámara de vigilancia, por lo que no pasó nada más, hasta el ingreso a su departamento.
Llegué con deseos locos de estar a solas con ella y para ser franco de follarla, sobre todo cuando ella me dijo que su compañera de vivienda no estaba, cosa que sospechaba por lo que habíamos conversado ¡Gracias a Dios! dije en mi mente… Acto seguido ¡me abalancé sobre ella! … Coté a duras penas me mantuvo a raya con tiernos besos, a los que yo sumaba unas febriles caricias, pues yo quería más. Finalmente, ella me detuvo y me dijo que no estaba en condiciones de más, pues estaba con su “periodo”, al verme la cara de desilusión ella con coquetería y ternura me dijo:
Tal vez podría aplacar tus deseos con un “pete”
Yo: ¿Qué?
Coté: Una… una mamada dijo como un susurro…
Yo: ¿En serio?
Coté: Bueno, no lo he hecho antes, pero si me ayudas…
La tomé de la mano y llevándola a su habitación me senté en el borde de la cama, tomé su almohada y la puse a mis pies, le indiqué que se arrodillara en ella. Ahora Coté estaba con mi verga en frente de su cara, la notaba nerviosa, pero la besé y acaricié guiando su boca hacia mí verga.
Yo: Bueno amorcito… ahora abre la boca, y haz de cuenta que mi amiguito es ¡un helado!
Coté se acercó y me dio un beso en la punta del glande ¡creí morir de éxtasis!... luego trató de metérsela adentro… Mi glande chocó contra sus labios y dientes, abrió un poco más y por fin se deslizó para adentro de su boca.
Yo: Ok Coté, ahora chúpala y pasa tu lengua como te venga en ganas
Coté: ¡Mghfdd sis!
Obviamente sus primeros movimientos eran algo torpes… no movía más que la lengua y algo sus labios, por lo que tomé su cabeza e intenté guiarla. Rápidamente intentó subir y bajar por el tronco de mi verga con sus labios apretando la cabeza del glande. Tras unos segundos, fue tomando el ritmo, aunque en ocasiones me rasmillaba con los dientes.
Yo: Cuidado con los dientes corazón … ¡Mmmm sí!… ¡sí ponle mucha saliva!… ¡así … sí mejor!
Coté me estaba haciendo su primer pete o simplemente una mamada en regla, lo que me tenía delirando de placer, el cual quise aumentar tomado sus tetas para amasarlas…
Yo: Eres maravillosa, ¿te gusta que te amase tus tetitas?
Enseguida Coté se sacó mi verga de la boca para contestarme, mientras le chorreaba un poco de saliva y líquido pre seminal por los labios. Se veía muy erótica, luego me dijo:
¿Te gusta?
Yo: Sí corazón, es más luego me voy a venir.
Coté: Si quieres me detengo…
Yo: Por ningún motivo sigue chupando…
Ella se tragó mi amiguito y siguió chupando besando y mamando mi verga, en ocasiones me miraba como buscando aprobación, la cual ya tenía por mi parte, además se soltó el sujetador y abrió la blusa para que yo pudiera jugar con sus tetas y pezones a mi antojo. Estaba tan caliente que no me quedó más que advertirle:
¡Ya no aguanto más!... me voy a correr
¿Quieres acabar Claudito?, me preguntó sacándose mi verga de la boca... ¿Qué hago?
Yo: Bueno no sé, me puedo correr en tu boca o en tus tetas… ¡Elije rápido!
Coté: ¿Cómo en la boca?, me preguntó
Yo: ¡No sé!... pero debe ser increíble
Coté no hablo más y tomado el tronco de mi verga comenzó a moverla junto con sus chupadas, lamidas y besos hasta que me corrí, exploté, estallé… o todas las anteriores, era mucha leche que salía de mi verga… el sentir los labios de Coté apretándome el glande deteniendo mi corrida fue una pasada indescriptible… Era tanta mi leche que se fue derramando de la boca de mi chica... Aparentemente su sabor y cantidad le produjeron algunos problemas, por lo que se atragantó al sentír los primeros chorros que le golpeaba casi en la garganta, luego se pudo controlar, pero mi simiente comenzó a derramarse por la comisura de sus labios, por lo que tragó algo apurada y comenzó a tratar de detenerla con sus dedos, algo de mi leche cayó en su tetas afortunadamente descubiertas…
Yo: ¿Te gustó?, pregunté´ tímidamente …
La verdad es que es un sabor horrible, pero me gustó satisfacer a mi hombre contestó casi diría con orgullo.
No me quedó más que besarla y sentir por primera vez el sabor ocre de mi simiente, ella tenía razón es un asco, espero que para ella sea un gusto adquirido como la cerveza pues no sería su última mamada a mi verga.
Como les dije fue una mamada maravillosa que me llevó a las nubes y calmó mis pasiones, yo a cambio le comí las tetas y le amasé el coñito por sobre la toallita higiénica que estaba usando hasta hacerla ver estrellas… lamentablemente no podíamos llegar a más… Aún a medio vestir sentimos las llaves de su compañera… La fiesta había terminado, pero afortunadamente ella llegó cuando ya acabábamos de comernos mutuamente nuestros sexos… Claro que tuvimos que apurarnos, pues solo tuvimos unos segundos para componernos y decir que me estaba marchando… Beatriz al entrar se sorprendió un poco de verme y comentó que nos veíamos raros... algo así como culpables y se rió, ninguno de los dos respondió algo más allá de un simple hola.
Tal como les comenté, las clases habían partido intensamente, mis horarios, los de Coté apenas coincidían pese a una coordinación previa, en el caso de mi prima casi no en nada, apenas por lo que si apenas nos veíamos con Coté en la Uni, con Fer para nada, claro que ambos llegábamos a casa un poco después de las seis, momento que apenas nos saludábamos y cada uno a estudiar o hacer lo que tenía que hacer.
Como el verano recién terminaba el clima aún era bueno, cosa que la pérfida arpía aprovechaba y continuaba con la maldita costumbre de cambiarse de ropa apenas llegaba. Usualmente era para ponerse ropa diminutamente provocativa… no lo entendía muy bien ese afán para de alguna forma hacerse notar… si solo estaba yo, el que intentaba de cualquier forma no inmutarse cuando ella sin ningún recato aparecía en la sala mostrándome su perfecto culo y hermosas tetas enfundados en diminutos atuendos, en los que incluía bikinis, la verdad es que yo volvía a vivir con la verga parada, pese a mi actitud indiferente. Asimismo, cuando yo llegaba tarde y no podía hacerse notar en el proceso de cambiarse, ella estaba en la mesa apoyando sus tetas sobre ella, siempre con unos petos o sujetadores que más de alguna vez dejaban ver un poco de la areola que enmarcaban unos pezones que se adivinaban grandes. En esas ocasiones intentaba hacerme el loco y clavar mi vista en los libros o lo que fuese que estaba haciendo para no darle el placer de tener toda mi atención.
Pero en uno de esos días en que llegué algo después de ella, mi estrategia no funcionó, y como ella ya estaba cambiada, el impacto que sufrí al verla tan sexy, bella y provocativa, hizo que mi amiguito se entusiasmara más de la cuenta, y casi instantáneamente se endureciera. La verdad es que no me pude controlar como otras veces, el problema es que ella lo notó y me hizo el siguiente comentario:
¿Vienes así de la Universidad o es por mí?
Yo: ¿Qué cosa? Dije haciéndome el desentendido…
Fer: El que tu amiguito se encuentre tan… digamos vivo, jajajaja
Yo: Oh, es el calor… y….
Fer: Eres un mal mentiroso, jajaja… No digas nada, si quieres me cubro un poco, jajaja
Yo: Eres una pendeja insoportable ¡y sí!, deberías taparte un poco, no me debes andar calentando…. A todo el mundo…
Me marché hecho una furia a mi estrecho cuarto donde pasé un buen rato calmando mi indignación, la bruja me había pillado en el único momento de descuido en días… ¿Por qué hacía todo esto?, ¿Cuál es el motivo que la lleva a tener que calentarme todo el día?... ¡No debo caer en la tentación! … ¡Joder que es mi prima!, ¡malvada pero prima! Ya más calmado me di una ducha, claro que aproveché de hacerme otra paja a su salud, pero extrañamente me pareció insuficiente por lo que largué el agua fría… ¡Brrrs! Ya despejado me puse a estudiar en mi lado de la mesa y no la miré ni por un segundo.
A la hora de la cena me tocaba a mí calentarla… me refiero a la cena, no sean mal pensados, jajaja. Como también preparar la mesa para que lo hiciéramos… el cenar digo,… estaba en eso cuando entró a la cocina, la que no es muy grande ya que es solo el departamento de verano de mis abuelos y para nosotros cuando se lo pedimos, me habló, pero no le presté mucha atención.
Como les decía, estaba en esos menesteres, cuando ella, después de hablarme para llamar mi atención, abrió la nevera y dobla su torso sin doblar sus rodillas como sería lo natural, dejando su precioso y poco tapado culo en mi dirección. Debo reconocer que no pude evitar mirarlo… es… es un culo precioso y deseable, además que estaba apenas tapado por el diminuto pantaloncillo, ni un ciego dejaría de mirar donde se asomaban los cachetes del culo… lo hacía con total descaro, lo que me causó una atracción inevitable… la verdad es que no sé si me lo imaginé, o realmente le vi parte de su monte de Venus desbordando la diminuta prenda… de la sola impresión casi se me cae lo que iba a poner en el horno microondas.
Fer tardó una eternidad en buscar lo que quería o eso me pareció a mí, tal vez habrá sido casi un minuto, pero fue un minuto muy largo. Finalmente se irguió con una manzana en su mano, y volteando hacia mí la mordió… de la forma más sexy posible, para luego sonreírme victoriosa, cerró la nevera y se marchó bamboleando su culo sin dejar de pasarme a llevar con su precioso cuerpo.
¡Epa! ¡cuidado, que estoy aquí! alcancé a decir….
Fer: Perdón es que el paso es algo estrecho, dijo y se marchó a la sala.
Finalmente, cuando estaba todo listo en la mesa, cenamos y conversamos de la universidad, de las clases, los ramos y todo lo típico que se puede conversar en estos casos, o sea trivialidades y cosas del día a día sin entrar en profundidades. Durante esta cena su comportamiento fue moderado y no entró a sus ya rutinarias exhibiciones de su anatomía, en otras palabras estaba todo bien hasta que se levantó y me dijo:
¿Lavamos los platos juntos?
Yo: ¿Pero el acuerdo?
Fer: ¡Vamos que así es más rápido!... es más, podemos hacerlo así siempre, con la excepción de que no estemos juntos… ¿Qué dices?, preguntó mirándome con cara de niña buena…
Yo: Bueno hagámoslo… dije pensando que la cooperación es mejor que la individualidad en estos casos
Comenzamos a lavar y limpiar la mesa rápidamente, parecía que la cooperación funcionaba, pero como les dije la cocina es diminuta y ella sabe manejarse en las distancias cortas… ¡No sé cómo!, pero en un instante pasó a llevar mi espalda con sus suaves tetas… un escalofrío me recorrió desde el espinazo hacia todo el cuerpo, y mi amiguito nuevamente se entusiasmó. Obviamente lo intenté controlar, logrando un resultado no muy auspicioso… pero no todo fue inútil cuando ella nuevamente se mueve haciendo como que me pasaba un plato. ¿¡No sé cómo!?, pero me volvió a tocar con sus tetas.
En ese minuto mi escaso autocontrol se perdió totalmente y en definitiva mi verga se tornó en una barra de acero… mi mente pasó a ser gobernada por la lujuria, y me decía que la follara, que le partiera el coño y el orto a “vergasos”, que la forzara, que la hiciera pagar todas sus tonterías y provocaciones. Afortunadamente mi educación conservadora y estricta moral salió en su ayuda y reforzó mi lado bueno… mi conciencia echando mano a los más férreos preceptos salieron a mi rescate… pese a lo difícil de la situación, logré controlar mis hormonas.
Terminada la faena de lavar los platos salí raudo de la cocina y me encerré en mi cuarto, busqué una chica en páginas porno que se le pareciera para hacerme una soberana paja, no la encontraba, ninguna le hacía realmente justicia a su hermosura, pero me acordé de mi abuelo y fui a buscar fotos de la única mujer con la cual hubiese sido infiel a mi abuela.
Efectivamente encontré una muy linda de Dorothy Stratten, que era casi un clon de mi prima… era tal vez la criatura más parecida a Fer que hubiese visto en mi vida… la analicé con detenimiento, ¡el abuelo tenía razón! y si mal no recuerdo, tal como les comenté, era una chica preciosa… solo le faltaba un poco más de culo y su tez un poco menos pálida para ser mi prima.
Seguí buscando sus fotos en la medida que me daba duro, pero de pronto abrí la página equivocada ¡Oh, porca miseria!, en ella se relataba como la playmate fue asesinada por su celoso marido en un oscuro episodio cuando ella ya estaba por abandonarlo e irse con un director de cine. El solo leer la triste historia, hizo que mi lujuria bajara inmediatamente en intensidad, es más se me espantó la calentura y me bajó una pena honda pobre… Dorothy descansa en paz.
Después de eso, mucho más calmado me puse pijama y tomé una novela que había comenzado hacía tiempo y no sé en qué momento me quedé dormido, pero debió haber sido de madrugada. No sé si soñé o tuve pesadillas, pero un poco antes de las seis desperté con una erección monumental, tenía sueño, pero debía ir a aliviar la erección que me impedía continuar en los brazos de Morfeo. Fui al baño medio dormido salí de mi habitación, y por ser tan temprano no llamé a la puerta por si estaba ocupado, y siguiendo mi instinto, sin meditar o pensar giré el picaporte entrando al baño… ¡es más!, diría que, sin tener mis ojos muy abiertos, solo mi amiguito estaba despierto… En eso escuché una voz que me congeló
Fer: Veo que estás más que despierto pardillo, me dejas impresionada, jajaja
Yo: Eh, perdón, no llamé… pero…
Fer: No te preocupes porque solo me lavaba los dientes, pero me alegraste el día, jajaja
Yo: Disculpa… salgo… dije algo compungido
Fer: No sea tonto, ya salgo, para que te alivies… Mmm, sí que has crecido, jajaja
Yo: Deberías cerrar con llave… dije ya totalmente lúcido
Fer: Por ningún motivo, una vez me desmayé el baño de mi casa y si no fuera porque la puerta estaba abierta, mamá no me hubiese podido ayudar…
Yo: ¿En serio?
Fer: Sí, me bajó la presión por una mezcla de juventud, agua muy caliente y la visita rutinaria de cada 28 días…
Yo: Bueno, no te bañes con agua muy caliente esos días, porque no vendré a ayudarte, me atreví a decir abandonando el baño.
Fer: Sería tu gran oportunidad de ver lo que has intentado ver todo este tiempo, jajaja.
Yo: De puro susto ni me fijaría, jajaja, contesté en el mismo tono festivo y ya más que alerta.
Fer: Ta has dado cuenta que esta es la primera vez que reímos juntos desde que llegué….
Yo: Es cierto, pero creo que es la primera vez que reímos juntos…
Fer: Te faltó desde cuando…
Yo: Desde siempre… le contesté con total sinceridad, ella me sonrió salió del baño.
El viernes después de múltiples calenturas en la semana, solo quería salir con mi chica y darle una follada de antología, como debíamos ir a clases y podíamos ir en coche, la llamé temprano casi al amanecer, pues quería pasarla a buscar luego de que Fer me lo había ofrecido en el desayuno con una única condición de que yo condujera el coche, yo acepté con una única condición, que fuésemos por Coté. Condición a la que no se opuso.
Dada su respuesta positiva llegué a pensar que la princesa de las arpías estaba cambiando… en otras palabras para mi todo iba bien, solo me perturbaba mi calentura, y aún cuando estaba ansioso de bajar mi calentura, calmando mi pasión con mi novia, para poder enfrentar otra semana de tortura sexual con Fer, no presentí ningún peligro, además estaba muy seguro que el fin de semana podría permitirme lograr desahogarme.
Pero nada podía ser perfecto, ya al desayuno me percaté que la bella arpía se había vestido para opacar a cualquier Diosa… estaba perfecta con sus pantaloncillos que sin ser ajustados la hacían lucir un precios culo y una camiseta o musculosa que no solo insinuaban lo voluptuosa que era… en verdad creo que lo decía con todas sus letras y en mayúsculas… sin duda ningún hombre dejaría de mirarla, el pensar en ello me molestó pero lo disimulé lo mejor que pude.
La salude intentando parecer indiferente ante tanta sensual belleza que desperdigaba en nuestra mini cocina, era un hombre de hielo. Pero ella como siempre se encargó de ponerme en mi lugar al colocar sus tetas por sobre la mesa donde desayunábamos… En fin, fueron tan solo en treinta segundos desde su entrada hasta que me dio un calentón tremendo… la pérfida arpía se encargó de exhibirse ante mí como si me fuera a vender su cuerpo como la más puta de las putas… Me bajó una mezcla de ira y celos y no pude evitar decir
Yo: ¿Vas a ir así a la Universidad?
Fer: Sí ¿por qué?
Yo: Es que estás muy…
Fer: ¿Linda?
Yo: Además de eso… creo que demasiado provocativa, más de alguno te irá a contar cuentos…
Fer: ¿Celoso?... si me lo pides puedo cambiarme…
Yo: ¿Si te lo pidiera, realmente lo harías?
Fer: A lo menos me lo pensaría, dijo sonriendo por su triunfo al conseguir llamar mi atención…
Yo: Sí, por favor cámbiate, no sería bueno que los chicos y profesores se pasaran películas no muy santas sobre ti….
Fer: Jajaja, no te preocupes, esto va con una chaqueta que me ocultarán de los lobos… solo tú tienes la suerte de ver a la bella Fer sin ella, jajaja
Yo: Pero si te da calor…. Te tendrás que sacar la piel de oveja…
Fer: Te prometo que seré una buena loba y no me sacaré la chaqueta aún que lluevan los pájaros asados, jajaja
Yo: Así y todo no creo que sea bueno que uses esa camiseta…
Fer: ¿Por qué?
Yo: Es que enseñas mucho tus (hice el ademan de resaltar sus tetas)…
Fer: ¿Celoso de que otros me miren?
Yo: ¿¡¡Celoso yo!!?...
Fer: No tienes que contestar, se te nota, jajaja, bueno me cambiaré la camiseta.
Efectivamente se cambió y cubrió lo suficiente para dejar entrar solo a la imaginación de los observadores, manteniendo los pantaloncillos y la chaqueta, impidiendo revelar la maravillosa criatura que es. Terminado este trámite que nos retrasaba más y más, me pasó las llaves con una sonrisa de satisfacción por su pequeño triunfo y fuimos a buscar a Coté… Al llegar mi chica ya nos esperaba en la puerta de su edificio, se veía bella con su cara de niña y cuerpo de mujer, pero aun así no tan espectacular como mi prima arpía.
Coté: Hola amor, Hola Fer dijo dándome un beso por la ventanilla.
Fer: Hola Coté, te ves estupenda…
Coté: Gracias, es que saldremos con Claudio inmediatamente después de la Uni.
Fer: ¿A dónde irán?
Yo: Eh… Como saldremos algo tarde por la prueba que nos pusieron a las cinco, primero nos comeremos algo en algún chiringuito de la costa y luego a bailar... revelé al ser delatado por la inocente Coté
Fer: ¿Los puedo acompañar?
Yo: Pero…
Coté: ¡Claro, no es problema!, ¿necesitas que te presente algún chico?
Fer: No necesito a ningún chico por el momento, gracias.
Coté: ¿Segura?... Conozco a muchos chicos y puedes quedar con alguno para conocerlo antes de salir y así nos esperas entretenida.
Yo: Nos tendrás que esperar mucho rato, la prueba dura casi tres horas…
Yo: Estas pruebas son larguísimas, además Coté conoce a muchos chicos apuestos…. Te puedes entretener conociendo alguno.
Fer: No hace falta, puedo conseguir el que quiera, gracias.
Coté: Entonces nos encontramos en la cafetería de la salida a las siete, siete treinta…
Fer: No importa que salgamos tarde, además los puedo esperar en casa de mi amiga Nora… que queda muy cerca, además tengo coche… ¡Ahí estaré!
Yo: ¿Estás segura de poder ir a la casa de tu amiga… ¿Nora?
Fer: Sí. ¿sorprendido de que tenga una amiga?
Yo: No mucho, tu siempre encandilas a las personas, igual que los coches a los conejos, jejeje
Fer: ¡Uff que pesado!…
Coté: Sí, se te pasó la mano con la broma.
Fer: En todo caso Nora es una compañera de curso, muy linda por cierto, además hemos hecho buenas migas…
Yo: ¿Tal vez quiera ir?...
Fer: Ella no puede salir por tener un pie escayolado.
Yo: ¡Lástima! ¿Saldrás sola con nosotros?
Fer: ¡Sí!
¡Maldita bruja! pensé, yo no solo quería bailar con Coté y después algo más… pero ahora tendré salir con ella, y apuesto a que no nos dejará ni a sol ni a sombra o se encargará de aguarme la velada… ¡es una arpía intrusa que se mete en todo!... y ese afán de que todo debe hacerse a su manera, lo detesto. Creo que piensa que yo debo ser su lacayo y el resto su servidumbre y que todo gire en torno a ella…. La partiría en dos y se la daría a los tiburones… Finalmente estacionamos algo lejos y casi corriendo nos fuimos a clases primero, y por la tarde, tal como estaba programado entramos a la prueba.
La bendita prueba efectivamente fue larga, pese a ello salí de los primeros, tal vez porque era un ramo que se me daba relativamente fácil, no así a Coté que tardaba mucho y a los 10 veinte minutos, le dije por señas que me iba a la cafetería.
Llegué a la cafetería después de una breve caminata, donde encontré a Fer conversando animadamente con dos chicos, por un momento quise escabullirme, ¡la iba a dejar sola!, pero ella me vio y saludándome los dejó con una gracia increíble… luego supe por ella, que los pobres ilusos le habían convidado un helado mientras me esperaba.
Obviamente Fer no había perdido el tiempo mientras nos esperó, aprovechando las casi dos horas y media en que nosotros estuvimos en prueba… Ahora lucía unos jeans elasticados que se pegaban a sus formas de una manera espectacular, además de un peto que solo en apariencia era simple, pero dejaba claro de cómo eran sus sobresalientes pechos, ningún ser humano podía dejarla pasar, simplemente se veía espectacular… Indudablemente los chicos se habían encandilado con semejante bombón.
Nos sentamos en una mesa aparte y ella me invitó un refresco… ¡primera vez en mi vida que lo hacía!, eso me desconcertó un poco, pero lo acepté. Esperamos conversando cuando en eso ella se levantó y me dijo que “iba y volvía”, dejando en la mesa dinero suficiente para el importe de las gaseosas, agregando que así yo no pensaría que me estaba engañando y que yo pagara la cuenta.
Quedé pensativo mientras bebía mi refresco y como les dije un buen rato antes de que para sorpresa mía Coté y Fer aparecieran del brazo riendo y hablando de quizás que cosa en la cafetería… Nuevamente me dejó desconcertado… ¿Amigas? ¿La fue a buscar?... ¡joder!, ¿por qué? Si saber nada de los planes de la arpía nos saludamos con coté, comentamos algo de la prueba y después de que Fer la convidara de su refresco a mi novia nos marchamos a cenar.
Durante la cena, que fueron unas simples hamburguesas con gaseosas, conversamos de todo y nada, lo único que saqué nuevo de la conversación es que se había hecho amiga de una chica llamada Nora, pero que siempre le decían “Dora la Exploradora”, jajaja… obviamente era una de las más populares de la facultad, alumna de tercer año de ingeniería pero que coincidían en un par de ramos atrasados de Fer, entre ellos dibujo técnico, y cálculo de estructuras o ramos con nombres equivalentes o parecidos a los que yo cursé en mi carrera. Extrañamente es como lo único coincidente con lo que cursa Fer y que yo he estudiado en arquitectura. En resumen Nora es su nueva amiga, es casi tan bella como mi prima, también es una chica popular, tiene flechado a media facultad (la otra mitad o son mujeres o están de novio), por lo demás, es muy parecida a una famosa actriz llamada Megan Fox.
Terminada nuestra “conversada cena”, nos fuimos en su coche a la rambla, estacionamos donde pudimos y nos fuimos a caminar, así podíamos bajar un poco lo comido antes de ir a bailar.
Coté y Fer siguieron conversando animadamente como si fueran grandes amigas, y yo en un segundo plano las seguía; sin mayor deseo de hablar con Fer. La verdad si es que Fer quería fastidiarme la noche, lo estaba consiguiendo, por lo que me dediqué a mirar a las chicas que caminaban por el lugar calificándolas por su belleza, vestimentas, o simplemente por sus tetas y culos, pero en algún momento miré a mis acompañantes y también comencé a mirarles el culo, las dos bellezas tenían magníficas retaguardias, por no decir que tenían una cola para comérselas vivas… hasta que pasado un rato Fer se gira y me dice:
¿Te cansaste de mirarnos el culo primito?, jejeje
Yo: ¿Oye qué te pasa?...
Coté: ¿Nos estabas mirando el culo?, jejeje, dijo siguiéndole el juego a mi prima…
Yo: La verdad solo miraba el tuyo corazón, jejeje
Fer: ¡Ay solo miraba el tuyo corazón!, dijo en tono de burla… joder eres un “calzonudo”, jajaja
Coté: “Mi calzonudo”, jajaja
Yo: Ya que estoy cansado de mirarles el culo ¡vamos a bailar!, jajaja, dije intentando restar importancia al nuevo triunfo del sarcasmo de mi prima.
Fuimos a un lugar que es frecuentado por estudiantes como nosotros, dado que tiene “las tres B”, es bueno, bonito y barato, la verdad es que estaba muy concurrido y nos costó encontrar una mesa donde quedarnos, pedimos unos refrescos y después de unos sorbos Fer nos toma de la mano a Coté y a mí sacándonos a bailar, lo que me también me sorprendió. Así transcurrieron dos bailes con ellas, y de pronto sin haberlo visto, llegó un guaperas con la intención de quedarse bailando con Fer… pero ella después de unas simples sonrisas le dio la espalda y pasando del chico, siguió conmigo, el cual medio ofuscado se fue de regreso a su grupo donde recibió la burla de sus amigos.
Seguimos bailando, después del sexto baile yo había perdido la cuenta, demás que estaba “sudado como caballo de bandido” y “sediento como legionario”. En ese momento consideré prudente decirles a las chicas que me iba por unos refrescos, pero comenzó una pieza de las lentas y sin mediar acuerdo alguno Coté se detiene y Fer hace lo mismo.
Coté: ¡Bailemos!
Fer: ¡Sí!
Yo: Pero…
Fer: ¡Abrázala por detrás, este baile te va a gustar…!
Así lo hice abracé a ki chica por detrás cuando en eso Fer nos abraza a los dos… ¡entre Coté y Fer me hicieron el jamón del emparedado…! la verdad es que no me resistí demasiado. Pese a lo extraño que sucedía, me dejé atrapar, por delante tenía a mi Coté y por detrás a Fer. Pero lo más “raro” es que desde el inicio del baile quedé pegado al culo de Coté, y Fer con total relajo se pegó a mí apretándose contra con fuerza mientras nos movíamos… podía sentir como sus tetas se refregaban en mi espalda a los compases de la música.
La verdad es que el sensual baile me endureció la verga que sin dudas Coté sintió en su culo, pero ella no se amilanó y restregaba su culo en mi dureza, ¿será que le sigue el juego a Fer? El comportamiento “salvaje” de Coté era inusual en mi otrora recatada novia, parecía que la influencia de mi primita actuaba en su conducta en una forma desconocida y morbosa en ella.
En fin, todo iba bien hasta que otro chico quiso participar del baile arrimándose a la espalda de Fer, pero mi primita sabe manejarse en las distancias cortas y de un rápido movimiento nos giramos todos; el chico quedó apuntando al vacío, mientras Fer recibía en su culo la dureza de mi verga, yo por mi parte sentía su bendito culo y como las tetas de mi novia se movían por detrás, ¡sinceramente estaba que me corría! Intenté despegarme de Fer, pero ella echaba el culo atrás de tal forma que mis maniobras evasivas no servían de nada, así es que sentía los estimulantes tesoros de mis dos chicas, el chico intentó aproximarse, pero Fer lo mantuvo a un brazo de distancia... luego lo intentó por el lado de Coté y fue esta la que cambió de orientación a nuestro trencito, recibiendo una vez más mi verga en su culo…
Afortunadamente la dichosa canción finalizó y mis chicas dejaron de moverse y deshicimos el morboso trencito…. Fer nos dijo que tenía sed y que estaba algo cansada, Coté asintió y sin más se dirigieron a la mesa, yo que quería poder bajar mi ansiedad y la de mi amiguito las seguí como un zombi. El chico que había intentado colarse en el baile de Fer quiso decirle algo pero ella le sonrió y dándole vuelta la espalda lo dejó con un palmo de narices, otro chico que volvía derrotado a su grupo bajo la burla de sus amigos… y la alegría mía ¡no sé qué me pasa?, pero me alegró que lo rechazara.
Fui a la barra a pedir otra ronda de refrescos, pero para cuando estaba llegando a la mesita con los tres vasos otro guaperas que derrochaba cancha y oficio de chulito le pasaba un piscolabis a Fer, ella le sonrió, lo aceptó y se volvió hacia Coté como si nada, el tipo cambió de colores su cara, lo noté pese a lo oscuro del local, y no era en contraste con lo colorido de las luces de la pista, acto seguido le tomó del brazo, la giró y le dijo:
Oye calienta pollas, ¿¡por quién me has tomado!?
Fer: Por un chico que quería darme un piscolabis ¿Por quién más?
Individuo: Te ofrecí el trago para que conversáramos…
Fer: ¡Sí! pero yo no quiero conversar contigo…
Individuo: No te burlarás de mi como lo hiciste con los otros pendejos… dijo alzando la mano…
Fer: No seas borde y acepta que no quiero nada contigo…
Individuo: ¿Entonces por qué te exhibes como una puta?…
Fer: Puta será tu madre…
A esas alturas yo había dejado los refrescos en la mesita con Coté y me acerqué a los dos que se encontraban a menos de un metro de la mesa, cuando vi la violenta intención del matoncito yo le tomé la mano y lo detuve, el acto seguido soltó a Fer y me lanzó un golpe que alcancé a esquivar parcialmente, pues me pegó en la mejilla, pasando a llevar mis labios y la nariz… En ese minuto me dio un golpe de adrenalina y le lancé la única combinación de golpes que sabía, el famoso “uno, dos”, con el primero lo frené y con el segundo lo derribé, cayó como un saco de papas o como un costal de patatas, como prefieran nombrarlo, la gente de alrededor se arremolinó esperando que pasar algo más, pero nada más ocurrió, pues mi oponente estaba fuera de combate.
Fer: ¡Vámonos!… ¡vámonos!
Coté: ¡Sí, vámonos!
Yo: Ehh… alcancé a decir
Yo estaba confundido con una mezcla de estar en modo combate, con miedo, y dolores sin identificar. Las dos más conscientes de lo que pasaba me tomaron del brazo para sacarme de ahí, justo al momento que llegaban los guardias del local, dos fortachones que al ver cómo me llevaban afuera se limitaron a socorrer al caído.
Coté: Claudio estás bien me dijo una vez afuera…
Yo: Sí creo que sí…
Fer: No muy bien, te sangra la nariz y los labios… me dijo tomando mi mano izquierda
Yo: ¿En serio?, no siento nada
Fer: Pero estás sangrando, ponte este pañuelo.
Obedecí las instrucciones y ya algo más calmado empecé a revisarme… En ese instante sentí un intenso dolor en el dedo meñique izquierdo, por lo que lo miré, se veía chueco pero no notaba nada más, ¿sería la penumbra del estacionamiento? Entonces Fer me tomó la mano, y con solo tocarla el dolor fue atroz por lo que grité, y una asustada Fer soltó mi mano, mi dedo estaba fuera de lugar y se notaba que estaba amoratándose, si bien la breve pelea tenía un claro ganador, no fue una victoria barata.
Coté: tenemos que ir al hospital…
Fer: Sí vamos.
Yo: No es necesario… puedo apañármelas…
Coté: Tu dedo se ve mal, si ahora te duele, más tarde será peor…
Fer: Sí vamos…
Resumiendo, un poco llegamos a la urgencia del hospital más cercano a los 20 minutos, me recibieron en la antesala donde me calificaron como una urgencia menor, o sea fuera de riesgo vital y lesiones leves, por lo que podía esperar. En esa sala pude ver como atendieron a otros pacientes que llegaban, entre ellos al chico que había golpeado que llegó algunos minutos después, pero como había perdido la conciencia entró antes que yo. Por otro lado, el policía de turno, quiso entrevistarme para ver cómo me había hecho las heridas del rostro y manos, pues mi nariz tenía rastros de sangre, mi mentón rasmillado y mis nudillos también mostraban las costras de las rasmilladuras ocasionadas por mis dos certeros golpes.
Policía: ¿Chaval como te hiciste esas heridas?
Fer: Mire oficial, el se tropezó cayendo de bruces por ayudarme en la salida del café donde estábamos.
Coté: Si, es mi novio y ella es su prima, somos testigo que no hizo nada malo…
Policía: Jejejeje, son tan lindas como malas mentirosas… no me cabe duda que él se peleó con el otro chico que está en observación por haber sido noqueado en una pelea… Afortunadamente no tuvo consecuencias, porque si no otro gallo cantaría.
Fer: Sí es cierto, pero fue por defenderme de ese estúpido…
Policía: Ahora te creo, porque a ese tío lo hemos detenido anteriormente por desórdenes, igual no deben buscar peligros y trenzarse a golpes.
Coté: Gracias Oficial…. No lo haremos nunca más
Fer: Gracias…. Oficial
Policía: No es nada, después de que lo atiendan márchense a sus casas y no comente nada.
Indudablemente el policía también caía ante el embrujo de mis dos acompañantes, tanto que le dio su tarjeta a Fer y Coté para que lo llamaran ante cualquier problema… Me atendieron en una salita pequeña, donde un enfermero limpió mis heridas, afortunadamente superficiales, y una doctora pusieron mi dedo donde corresponde. Luego me dieron antiinflamatorios, y nos mandaron a casa. Era tarde, el desaguisado nos había tomado dos horas… serían las tres de la madrugada cuando dejamos a Coté en su casa y nos dirigimos a la nuestra… apenas llegamos rápidamente me puse pijama y me acosté, ¡estaba adolorido y agotado!, pero apenas había apagado la luz cuando Fer abre la puesta y me dice:
¿Puedo pasar?
Yo: ¡Sí! ¿qué pasa?...
Al verla sentí una oleada de calentura y deseo, pese a estar con su típico pijama casi infantil, intenté controlarme y seguir la conversación…
Fer: ¿Estás bien?
Yo: Sí, solo me duele el dedo, pero bien…
Fer: Me dio mucho miedo todo esto, perdóname.
Yo: Tu no hiciste nada malo, solo bailabas y los tontos caían a tus pies, jajaja
Fer: Sí pero el último tonto era violento…
Yo: Pero no pasó gran cosa
Fer: Gracias a Dios y a ti que me defendiste.
Yo: Vi sus intenciones y ni lo pensé, siempre te defenderé de ser necesario.
Fer: Gracias, tu ayuda hizo que no pasara nada con él estúpido… él estaba a punto de pegarme…
Yo: De nada…. afortunadamente estaba cerca y lo detuve…
Fer: Y recibió su merecido, jejeje
Yo: Sí, pero quedé un poco magullado… las peleas no son como en las películas.
Fer: Es verdad, yo ni siquiera las imaginaba, ¿es primera vez que peleas?
Yo: No, había peleado como a los 12 años en el cole por tu culpa, pero las fuerzas son diferentes.
Fer: ¿Por mi culpa?
Yo: Sí, el otro chico me dijo en mi cara que tenías el mejor culo de la escuela...
Fer: ¿En serio?, jajaja, por eso peleaste.
Yo: Para mi era super grave, pese a lo mala que eras conmigo, también eras mi prima y debía protegerte
Fer: Bien no te preocupes, no le mostraré el culo a nadie más, y te cuidaré como si fueras mi héroe, jejeje…
Yo: Jejeje… Sería muy bueno…. perdón Fer pero estoy algo cansado…
Fer: Buenas noches primito, sueña con la más bella de las mujeres….
Yo: ¿Estás segura que debo soñar solo con la más bella?
Fer: Bueno también puedes soñar con tu novia, pues me cae bien, jajaja
Yo: Bueno también soñaré con la más bella y contigo, jejeje…
Estaba rendido por lo que solo quería dormir y no quise continuar con el diálogo donde finalmente reconocería que la más bella es ella, prefería seguir con la “incertidumbre”. Cerré los ojos cuando sentí que Fer se movía… pensé que era para marcharse, pero ¡oh sorpresa!... se inclinó dándome un beso en la frente. Sentí todo el peso de sus tetas en mi brazo -¡fue como un golpe eléctrico!- mi libido se elevó hasta el cielo, mi amiguito reaccionaba enloquecido, mientras Fer lentamente se despegaba de mí marchándose. ¡¡Que les puedo decir!! me di un feroz festín de paja, ensuciando mi pijama, al cual dejé todo pringado… pero mañana sería otro día.
Continuará...
Cap anterior
https://m.poringa.net/posts/relatos/4291453/Mi-prima-mi-martirio-Capitulo-1-3.html
Las vacaciones terminaban y el lunes siguiente debía asistir a clases, y tal como les mencioné, con mi Coté decidimos que el sábado saldríamos de paseo en la mañana y por la noche a bailar… Bueno para el paseo matutino iríamos a la paseo costero, por lo que me duché muy corto, no como suelo hacerlo, luego me puse una tenida deportiva, desayuné más rápidamente aún, y en silencio casi absoluto me escabullí sin ser advertido por Fer, lo que era mi deseo, el que afortunadamente logré.
La mañana estaba muy hermosa, pero no tanto como Coté, la que salió con un pantaloncillo elasticado que resaltaba el precioso y majestuoso culo que se gasta, y un peto que dejaba al descubierto un ombliguito adornado con un aro coronado por un circón; de alguna manera lograba equilibrar su figura pese a que sus tetas son de un tamaño moderado. En otras palabras, estaba para comerla….
Efectivamente paseamos por la rambla y llegamos a una playa que aún tenía los últimos turistas del verano que llagaba a su fin, nos tendimos en la arena y nos dimos un morreo de ¡padre y señor mío! que nos dejó muy excitados y obviamente con ganas de más… por lo que decidimos volver al departamento de Coté con la esperanza de que su compañera de piso y sus padres no estuviesen… lamentablemente cuando preguntamos en conserjería por ella, nos indicaron que aún estaba con sus padres… ¡qué desilusión!, en ese minuto pensé que nada podíamos hacer, pero mi querida novia se empina y me susurra al oído:
Sígueme la corriente, me dijo…
Yo: Yo sin entender nada respondí susurrante…Oh, claro…
Coté: Claudio me puedes arreglar mi bicicleta que se encuentra pinchada.
Yo: ¡Sí claro! ¿Dónde la tienes?
Coté: En la bodega… acompáñame.
Yo: Te sigo…
Bajamos al piso menos dos donde se encontraba la bodega del apartamento de Coté, era un lugar bastante poco iluminado… solo lo justo para poder ubicarse… ella abrió la puerta de la bodega de su apartamento, la que pese a estar bastante ordenada, apenas cabían unos escaparates y las dos bicicletas de las chicas, yo me había quedado afuera pero ella tiró de mi mano para luego cerrar la puerta… Tomé la primera de las bicicletas que era la de Coté, pero ella me detuvo y girándome se colgó en mi cuello dándome un apasionado beso, en ese instante comprendí la idea de mi novia y sin más la aprisioné en un afectuoso y cálido abrazo.
Eso fue el disparo de una tormenta de caricias donde mis manos se posaron en el impresionante culo de Coté, mientras ella bajaba una de las suyas para acariciarme la verga que crecía con gran entusiasmo… no pasaron ni dos minutos cuando ella ya me pajeaba la verga fuera de mis pantalones deportivos y yo le comía sus tetas y me engolosinaba con sus abultados pezones juveniles, ambos estábamos desenfrenados y no nos importaba meter ruido. Finalmente le bajé los pantaloncillos y apoyándole uno de sus pies sobre un aparador la ensarté… estaba tan lubricada que por primera vez mi verga la penetró sin ninguna oposición.
Estábamos los dos en un intenso y apasionado mete y saca adornado de apasionadas caricias que no nos dimos cuenta que otros inquilinos nos escuchaban con total claridad, tanto que uno de ellos, nos dijo al pasar:
Provecho, una a mi salud, jajaja…
Afortunadamente no nos aguaron la fiesta y se lo tomaron con humor, la verdad es que su intervención nos detuvo unos diez segundos, pero seguimos sin parar hasta que ambos alcanzamos un afiebrado orgasmo…. Coté como nunca me clavó sus uñas en mi espalda con tanta fuerza que me hizo sangrar, la verdad es que eta parte tan apasionada de mi chica era desconocida para mí.
“Arreglada la bicicleta” me marché a casa donde Fer por estar de turno me esperaba con el almuerzo listo, lo que le agradecí pues tenía un apetito de lobo… como el que se comió a la caperucita roja… pensándolo bien ya lo había hecho. Apenas entré Fer se me acerca y me dijo:
Hola pardillo. ¿dónde andabas?, tengo el almuerzo listo… veo que estas todo sudado… ¡uf además tienes olor a sexo! Y… ¿Veo sangre en tu camiseta?… ¿te metiste con una furcia del puerto?
Yo: Fer no me he metido con ninguna zorra… ¡No, no tengo olor a sexo! y si me sangra la espalda fue por una piedra que había en la playa.
Fer: No te creo… dúchate para que almorcemos y no te demores dijo dejándome solo.
Yo: Serás…. Alcancé a decir, pero me callé, pues en algo tenía razón.
Almorzamos juntos entre recriminaciones y alegatos donde terminé reconociendo que había salido a hurtadillas para escaparme de ella y que había ido a la playa con Coté, cosa que a la bella arpía no le pareció para nada bien. Lamentablemente el rasguño o en realidad más que rasguño siguió sangrando después de la ducha y cuando nos íbamos a sentar a la mesa Fer me dijo:
Trae el botiquín de primeros auxilios que te voy a curar la herida de tu piedra.
Yo: No es necesario…
Fer: No quiero que se infecte y después te tenga que cuidar como un héroe tonto
Yo: No tendrás que hacerlo, no es nada…
Fer: Si no me dejas llamaré al abuelo y le diré que te metes con una furcia…
Yo: Okey está bien… voy por el bendito botiquín.
La verdad es que no necesité puntos, pero era cierto que la herida existía, obviamente los rasguños de mi espalda eran absolutamente notorios y si bien no requirieron una gran curación, mi primita se encargó de exagerar el hecho de la imperiosa necesidad de hacerlo, y aun que al momento de desinfectarme la herida y me hizo ver burros verdes por su ausencia de suavidad, lo hizo en silencio, sin mencionar nada más… solo finalizó con un listo puedes ponerte tu camisa y nada más
Después almorzamos, hablando de cualquier cosa menos de las “notorias heridas de combate de mi espalda”, terminando por levantar la mesa donde ella lavó todo y yo me encerré en mi pequeño cuarto a dormir la siesta y atender algunas de mis redes sociales.
Al atardecer me preparé para ir a bailar a un pequeño lugar donde se puede beber cerveza, comer tapas y conversar, la verdad es que fue divertido, claro que Fer se nos intentó colar cuando me vio listo para salir
Fer: Yo también podría ir…
Yo: No, iré con Coté.
Fer: Podríamos ir en mi coche…
Yo: Es una salida de novios… no quiero una violinista.
Fer: Pero no los molestaría y también puedo protegerte y cuidar tus heridas, jejeje
Yo: No, jajaja… no necesito tu protección dije entre risas, pues lo último le salió muy gracioso.
En resumen, por más simpatía y buena voluntad que evidenció, la rechacé. ¿¡No sé por qué me sentí culpable!?... Recogí a Coté la cual se veía bellísima y fuimos al pequeño local que les mencioné, al entrar como ya casi es una costumbre le pidieron su identificación para asegurarse de que no era menor de edad, luego de eso y entre risas nos ubicamos en una mesita y pedimos unos refrescos. El ambiente era muy bueno, lo pasé bien, bailamos, conversamos con unos amigos, comimos y bebimos como si fuera nuestro último día de vacaciones.
Ya de madrugada decidimos regresar, caminamos al piso de Coté, lamentablemente y sin ser muy consiente no lograba quitarme de la cabeza a mi primita… tanto que pensé en ir a arreglar la bicicleta (o sea sexo), pero no era una hora creíble y los padres de la otra chica pasaban las últimas horas con su hija, por lo que dejé a Coté en su apartamento… Claro que la despedida fue de lo más ardiente, pero como les dije estaba demasiado acompañada, y solo logré darme un calentón de ¡Padre y Señor Mío!... ¡quería follarla ahí mismo!, pero Coté buscando en lo más profundo de su recato, logró guardarse sus tetas en el vestido, cerrar las piernas lo suficiente para echarme de su vestíbulo, ¿no sé cómo pudo hacerlo?, pues no se lo puse fácil.
El domingo Fer no dio señales de vida hasta pasadas las once de la mañana y eso que el parrandero había sido yo, no me quería hablar por lo que en señal de buena voluntad le preparé un delicioso desayuno y la acompañé a correr por la costanera…ella por fin puso buena cara y sonriente fue a por su equipo deportivo, lo mismo hice yo, al verla salir de su cuarto mi libido dio un “subidón” mi verga tendió a descontrolarse, pero creo haber logrado ocultar mis “pérfidos e incestuosos deseos”… simplemente estaba para comérsela de estupenda con unos pantaloncillos que dejaban ver sus torneadas piernas, como apretando el precioso culito y sin mencionar su peto que afirmaba muy bien esas tetas perfectas… es más no le dije nada de su atuendo… ella notó eso e intentó lucirse como siempre, pero me hice el gilipollas imbécil que en oportunidades no me cuesta mucho, jajaja.
Mi pérfida prima al ver el poco efecto que había causado en mí, tomó venganza y apretó la marcha, haciéndome sufrir un poco, pues como todos saben “noches alegres mañanas tristes” … Mientras trotábamos me preguntó acerca de mi salida y de como lo había pasado, además de cuales eran mis planes por la tarde… resumiendo por fin se pudo colar al almuerzo que teníamos planeado con Coté y su compañera de piso, la que finalmente se encontraría sola, pues sus padres regresaban a su casa
Almorzamos los cuatro en el departamento de mi novia… ¡perdón! Coté, Beatriz su compañera de piso, Fer y yo, al principio todo marchaba bien, por lo que mi cerebro dejó de estar a la defensiva y me dediqué a divagar y responder con un nivel de alerta bajísimo. ¿No sé qué me pasó?, pero noté que Beatriz era un verdadero bombón sexy… estaba realmente preciosa ¿serían algunos kilitos de más de las vacaciones?, la verdad es que no lo sé, pero sus tetas eran comparables a las de Fer… ¿qué me pasa?... intenté no caer en este torbellino de comparaciones sexuales dominado por mis hormonas, después de intentar mantener mi mente en blanco…. busqué tomar mi “estado de alerta Fer”, deseaba ir tomando el control de la situación, solo puedo decirles… que me di cuenta que no debía hacerlo, pues lo que presenciaba era más de lo mismo… o sea Fer jugando a ser la pérfida manipuladora y Coté “mostrándole los dientes”, mientras que su sexy compañera coqueteaba sutilmente conmigo y al mismo tiempo se divertía de ver como las otras chicas se toreaban indisimuladamente.
Esa tarde con pocos deseos de salir a algún lugar, jugamos a los naipes y la tensión se aminoró bastante, a eso de las siete de la tarde regresamos con Fer a casa sin mayores incidentes, cenamos y nos preparamos para el gran día de retorno a clases. Gracias a Dios por la noche ella se comportó muy recatada y no hubo incidentes, por lo que logré dormir como un angelito.
El primer día de clases fuimos con Fer a la Universidad, debo reconocer que estaba vestida para impresionar sin caer en el exhibicionismo. Obviamente desayunamos antes de salir, pero con la lentitud de Fer “en todo”, luego tuvimos que salir corriendo para pasar a buscar de pasada a Coté… por supuesto que llegamos casi al justo de la hora de entrada, pero milagrosamente pudimos estacionar cerca de la sede en uno de los estacionamientos más alejados… la verdad es que para quedar mejor se debe madrugar y ese no es el caso con ir con Fer.
Como era previsible, mi llegada con estos dos primores causó revuelo entre el alumnado y parte del profesorado, nuevamente el portero me saludó y sonriéndome, la verdad es que es algo molesto sentirse observado por tanto “buitre” que espera que uno muera para ir en busca de “comida”.
Así los tres primeros días fueron pasando casi iguales, siempre la misma tónica, salíamos apurados con una Fer vestida para impresionar, a la que prontamente se le unió Coté, con atuendos por los que todos miraban a mis “dos chicas”. Es así que muchos chicos que ni conocía se me acercaban para indagar de Fer e incluso de Coté, cosa que me molestaba, pero aguantaba. Por fortuna la intensidad de la vida universitaria y la diferencia de horarios me hacían ver poco a Fer y con algo de esfuerzo y dedicación, me permitía dedicarme solo en lo sustantivo a Coté, así pude dejar las pajas un poco de lado y, con la cual progresé en nuestra relación un paso más.
El miércoles al medio día por fin se rompió esta monotonía de los dos primeros días de retorno a clases, ya que pasada las 12, mi adorada Coté me llamó para que fuese a su casa… Coincidentemente no teníamos clases en la tarde, claro que los dos hicimos un gran esfuerzo para que ello sucediera, pues teníamos elegidos a los profesores de antemano, nuestras notas nos permitían cierta prevalencia a la hora de elegir y teníamos un avance en la carrera muy parecido.
Nos encontramos en la cafetería, la verdad en que por los apuros de la mañana no la había visto con detención, se veía preciosa… estaba de comérsela, sobre todo con su cara de niña y cuerpo de mujer que a diferencia de otras veces los destacaba con su atuendo.
Dado que era aún temprano pedimos algo de comer y después nos fuimos a su casa en ómnibus charlando de las clases y compañeros que habíamos visto durante los últimos días. Aun así, le miraba las piernas y el pequeño canalillo que formaba su escote, me tenía loco de caliente. Al llegar pasamos por conserjería con calma y educación sorprendente para mi lujuria a flor de piel, pero ya en el ascensor la besé con pasión, ella me correspondió, pero me señaló la cámara de vigilancia, por lo que no pasó nada más, hasta el ingreso a su departamento.
Llegué con deseos locos de estar a solas con ella y para ser franco de follarla, sobre todo cuando ella me dijo que su compañera de vivienda no estaba, cosa que sospechaba por lo que habíamos conversado ¡Gracias a Dios! dije en mi mente… Acto seguido ¡me abalancé sobre ella! … Coté a duras penas me mantuvo a raya con tiernos besos, a los que yo sumaba unas febriles caricias, pues yo quería más. Finalmente, ella me detuvo y me dijo que no estaba en condiciones de más, pues estaba con su “periodo”, al verme la cara de desilusión ella con coquetería y ternura me dijo:
Tal vez podría aplacar tus deseos con un “pete”
Yo: ¿Qué?
Coté: Una… una mamada dijo como un susurro…
Yo: ¿En serio?
Coté: Bueno, no lo he hecho antes, pero si me ayudas…
La tomé de la mano y llevándola a su habitación me senté en el borde de la cama, tomé su almohada y la puse a mis pies, le indiqué que se arrodillara en ella. Ahora Coté estaba con mi verga en frente de su cara, la notaba nerviosa, pero la besé y acaricié guiando su boca hacia mí verga.
Yo: Bueno amorcito… ahora abre la boca, y haz de cuenta que mi amiguito es ¡un helado!
Coté se acercó y me dio un beso en la punta del glande ¡creí morir de éxtasis!... luego trató de metérsela adentro… Mi glande chocó contra sus labios y dientes, abrió un poco más y por fin se deslizó para adentro de su boca.
Yo: Ok Coté, ahora chúpala y pasa tu lengua como te venga en ganas
Coté: ¡Mghfdd sis!
Obviamente sus primeros movimientos eran algo torpes… no movía más que la lengua y algo sus labios, por lo que tomé su cabeza e intenté guiarla. Rápidamente intentó subir y bajar por el tronco de mi verga con sus labios apretando la cabeza del glande. Tras unos segundos, fue tomando el ritmo, aunque en ocasiones me rasmillaba con los dientes.
Yo: Cuidado con los dientes corazón … ¡Mmmm sí!… ¡sí ponle mucha saliva!… ¡así … sí mejor!
Coté me estaba haciendo su primer pete o simplemente una mamada en regla, lo que me tenía delirando de placer, el cual quise aumentar tomado sus tetas para amasarlas…
Yo: Eres maravillosa, ¿te gusta que te amase tus tetitas?
Enseguida Coté se sacó mi verga de la boca para contestarme, mientras le chorreaba un poco de saliva y líquido pre seminal por los labios. Se veía muy erótica, luego me dijo:
¿Te gusta?
Yo: Sí corazón, es más luego me voy a venir.
Coté: Si quieres me detengo…
Yo: Por ningún motivo sigue chupando…
Ella se tragó mi amiguito y siguió chupando besando y mamando mi verga, en ocasiones me miraba como buscando aprobación, la cual ya tenía por mi parte, además se soltó el sujetador y abrió la blusa para que yo pudiera jugar con sus tetas y pezones a mi antojo. Estaba tan caliente que no me quedó más que advertirle:
¡Ya no aguanto más!... me voy a correr
¿Quieres acabar Claudito?, me preguntó sacándose mi verga de la boca... ¿Qué hago?
Yo: Bueno no sé, me puedo correr en tu boca o en tus tetas… ¡Elije rápido!
Coté: ¿Cómo en la boca?, me preguntó
Yo: ¡No sé!... pero debe ser increíble
Coté no hablo más y tomado el tronco de mi verga comenzó a moverla junto con sus chupadas, lamidas y besos hasta que me corrí, exploté, estallé… o todas las anteriores, era mucha leche que salía de mi verga… el sentir los labios de Coté apretándome el glande deteniendo mi corrida fue una pasada indescriptible… Era tanta mi leche que se fue derramando de la boca de mi chica... Aparentemente su sabor y cantidad le produjeron algunos problemas, por lo que se atragantó al sentír los primeros chorros que le golpeaba casi en la garganta, luego se pudo controlar, pero mi simiente comenzó a derramarse por la comisura de sus labios, por lo que tragó algo apurada y comenzó a tratar de detenerla con sus dedos, algo de mi leche cayó en su tetas afortunadamente descubiertas…
Yo: ¿Te gustó?, pregunté´ tímidamente …
La verdad es que es un sabor horrible, pero me gustó satisfacer a mi hombre contestó casi diría con orgullo.
No me quedó más que besarla y sentir por primera vez el sabor ocre de mi simiente, ella tenía razón es un asco, espero que para ella sea un gusto adquirido como la cerveza pues no sería su última mamada a mi verga.
Como les dije fue una mamada maravillosa que me llevó a las nubes y calmó mis pasiones, yo a cambio le comí las tetas y le amasé el coñito por sobre la toallita higiénica que estaba usando hasta hacerla ver estrellas… lamentablemente no podíamos llegar a más… Aún a medio vestir sentimos las llaves de su compañera… La fiesta había terminado, pero afortunadamente ella llegó cuando ya acabábamos de comernos mutuamente nuestros sexos… Claro que tuvimos que apurarnos, pues solo tuvimos unos segundos para componernos y decir que me estaba marchando… Beatriz al entrar se sorprendió un poco de verme y comentó que nos veíamos raros... algo así como culpables y se rió, ninguno de los dos respondió algo más allá de un simple hola.
Tal como les comenté, las clases habían partido intensamente, mis horarios, los de Coté apenas coincidían pese a una coordinación previa, en el caso de mi prima casi no en nada, apenas por lo que si apenas nos veíamos con Coté en la Uni, con Fer para nada, claro que ambos llegábamos a casa un poco después de las seis, momento que apenas nos saludábamos y cada uno a estudiar o hacer lo que tenía que hacer.
Como el verano recién terminaba el clima aún era bueno, cosa que la pérfida arpía aprovechaba y continuaba con la maldita costumbre de cambiarse de ropa apenas llegaba. Usualmente era para ponerse ropa diminutamente provocativa… no lo entendía muy bien ese afán para de alguna forma hacerse notar… si solo estaba yo, el que intentaba de cualquier forma no inmutarse cuando ella sin ningún recato aparecía en la sala mostrándome su perfecto culo y hermosas tetas enfundados en diminutos atuendos, en los que incluía bikinis, la verdad es que yo volvía a vivir con la verga parada, pese a mi actitud indiferente. Asimismo, cuando yo llegaba tarde y no podía hacerse notar en el proceso de cambiarse, ella estaba en la mesa apoyando sus tetas sobre ella, siempre con unos petos o sujetadores que más de alguna vez dejaban ver un poco de la areola que enmarcaban unos pezones que se adivinaban grandes. En esas ocasiones intentaba hacerme el loco y clavar mi vista en los libros o lo que fuese que estaba haciendo para no darle el placer de tener toda mi atención.
Pero en uno de esos días en que llegué algo después de ella, mi estrategia no funcionó, y como ella ya estaba cambiada, el impacto que sufrí al verla tan sexy, bella y provocativa, hizo que mi amiguito se entusiasmara más de la cuenta, y casi instantáneamente se endureciera. La verdad es que no me pude controlar como otras veces, el problema es que ella lo notó y me hizo el siguiente comentario:
¿Vienes así de la Universidad o es por mí?
Yo: ¿Qué cosa? Dije haciéndome el desentendido…
Fer: El que tu amiguito se encuentre tan… digamos vivo, jajajaja
Yo: Oh, es el calor… y….
Fer: Eres un mal mentiroso, jajaja… No digas nada, si quieres me cubro un poco, jajaja
Yo: Eres una pendeja insoportable ¡y sí!, deberías taparte un poco, no me debes andar calentando…. A todo el mundo…
Me marché hecho una furia a mi estrecho cuarto donde pasé un buen rato calmando mi indignación, la bruja me había pillado en el único momento de descuido en días… ¿Por qué hacía todo esto?, ¿Cuál es el motivo que la lleva a tener que calentarme todo el día?... ¡No debo caer en la tentación! … ¡Joder que es mi prima!, ¡malvada pero prima! Ya más calmado me di una ducha, claro que aproveché de hacerme otra paja a su salud, pero extrañamente me pareció insuficiente por lo que largué el agua fría… ¡Brrrs! Ya despejado me puse a estudiar en mi lado de la mesa y no la miré ni por un segundo.
A la hora de la cena me tocaba a mí calentarla… me refiero a la cena, no sean mal pensados, jajaja. Como también preparar la mesa para que lo hiciéramos… el cenar digo,… estaba en eso cuando entró a la cocina, la que no es muy grande ya que es solo el departamento de verano de mis abuelos y para nosotros cuando se lo pedimos, me habló, pero no le presté mucha atención.
Como les decía, estaba en esos menesteres, cuando ella, después de hablarme para llamar mi atención, abrió la nevera y dobla su torso sin doblar sus rodillas como sería lo natural, dejando su precioso y poco tapado culo en mi dirección. Debo reconocer que no pude evitar mirarlo… es… es un culo precioso y deseable, además que estaba apenas tapado por el diminuto pantaloncillo, ni un ciego dejaría de mirar donde se asomaban los cachetes del culo… lo hacía con total descaro, lo que me causó una atracción inevitable… la verdad es que no sé si me lo imaginé, o realmente le vi parte de su monte de Venus desbordando la diminuta prenda… de la sola impresión casi se me cae lo que iba a poner en el horno microondas.
Fer tardó una eternidad en buscar lo que quería o eso me pareció a mí, tal vez habrá sido casi un minuto, pero fue un minuto muy largo. Finalmente se irguió con una manzana en su mano, y volteando hacia mí la mordió… de la forma más sexy posible, para luego sonreírme victoriosa, cerró la nevera y se marchó bamboleando su culo sin dejar de pasarme a llevar con su precioso cuerpo.
¡Epa! ¡cuidado, que estoy aquí! alcancé a decir….
Fer: Perdón es que el paso es algo estrecho, dijo y se marchó a la sala.
Finalmente, cuando estaba todo listo en la mesa, cenamos y conversamos de la universidad, de las clases, los ramos y todo lo típico que se puede conversar en estos casos, o sea trivialidades y cosas del día a día sin entrar en profundidades. Durante esta cena su comportamiento fue moderado y no entró a sus ya rutinarias exhibiciones de su anatomía, en otras palabras estaba todo bien hasta que se levantó y me dijo:
¿Lavamos los platos juntos?
Yo: ¿Pero el acuerdo?
Fer: ¡Vamos que así es más rápido!... es más, podemos hacerlo así siempre, con la excepción de que no estemos juntos… ¿Qué dices?, preguntó mirándome con cara de niña buena…
Yo: Bueno hagámoslo… dije pensando que la cooperación es mejor que la individualidad en estos casos
Comenzamos a lavar y limpiar la mesa rápidamente, parecía que la cooperación funcionaba, pero como les dije la cocina es diminuta y ella sabe manejarse en las distancias cortas… ¡No sé cómo!, pero en un instante pasó a llevar mi espalda con sus suaves tetas… un escalofrío me recorrió desde el espinazo hacia todo el cuerpo, y mi amiguito nuevamente se entusiasmó. Obviamente lo intenté controlar, logrando un resultado no muy auspicioso… pero no todo fue inútil cuando ella nuevamente se mueve haciendo como que me pasaba un plato. ¿¡No sé cómo!?, pero me volvió a tocar con sus tetas.
En ese minuto mi escaso autocontrol se perdió totalmente y en definitiva mi verga se tornó en una barra de acero… mi mente pasó a ser gobernada por la lujuria, y me decía que la follara, que le partiera el coño y el orto a “vergasos”, que la forzara, que la hiciera pagar todas sus tonterías y provocaciones. Afortunadamente mi educación conservadora y estricta moral salió en su ayuda y reforzó mi lado bueno… mi conciencia echando mano a los más férreos preceptos salieron a mi rescate… pese a lo difícil de la situación, logré controlar mis hormonas.
Terminada la faena de lavar los platos salí raudo de la cocina y me encerré en mi cuarto, busqué una chica en páginas porno que se le pareciera para hacerme una soberana paja, no la encontraba, ninguna le hacía realmente justicia a su hermosura, pero me acordé de mi abuelo y fui a buscar fotos de la única mujer con la cual hubiese sido infiel a mi abuela.
Efectivamente encontré una muy linda de Dorothy Stratten, que era casi un clon de mi prima… era tal vez la criatura más parecida a Fer que hubiese visto en mi vida… la analicé con detenimiento, ¡el abuelo tenía razón! y si mal no recuerdo, tal como les comenté, era una chica preciosa… solo le faltaba un poco más de culo y su tez un poco menos pálida para ser mi prima.
Seguí buscando sus fotos en la medida que me daba duro, pero de pronto abrí la página equivocada ¡Oh, porca miseria!, en ella se relataba como la playmate fue asesinada por su celoso marido en un oscuro episodio cuando ella ya estaba por abandonarlo e irse con un director de cine. El solo leer la triste historia, hizo que mi lujuria bajara inmediatamente en intensidad, es más se me espantó la calentura y me bajó una pena honda pobre… Dorothy descansa en paz.
Después de eso, mucho más calmado me puse pijama y tomé una novela que había comenzado hacía tiempo y no sé en qué momento me quedé dormido, pero debió haber sido de madrugada. No sé si soñé o tuve pesadillas, pero un poco antes de las seis desperté con una erección monumental, tenía sueño, pero debía ir a aliviar la erección que me impedía continuar en los brazos de Morfeo. Fui al baño medio dormido salí de mi habitación, y por ser tan temprano no llamé a la puerta por si estaba ocupado, y siguiendo mi instinto, sin meditar o pensar giré el picaporte entrando al baño… ¡es más!, diría que, sin tener mis ojos muy abiertos, solo mi amiguito estaba despierto… En eso escuché una voz que me congeló
Fer: Veo que estás más que despierto pardillo, me dejas impresionada, jajaja
Yo: Eh, perdón, no llamé… pero…
Fer: No te preocupes porque solo me lavaba los dientes, pero me alegraste el día, jajaja
Yo: Disculpa… salgo… dije algo compungido
Fer: No sea tonto, ya salgo, para que te alivies… Mmm, sí que has crecido, jajaja
Yo: Deberías cerrar con llave… dije ya totalmente lúcido
Fer: Por ningún motivo, una vez me desmayé el baño de mi casa y si no fuera porque la puerta estaba abierta, mamá no me hubiese podido ayudar…
Yo: ¿En serio?
Fer: Sí, me bajó la presión por una mezcla de juventud, agua muy caliente y la visita rutinaria de cada 28 días…
Yo: Bueno, no te bañes con agua muy caliente esos días, porque no vendré a ayudarte, me atreví a decir abandonando el baño.
Fer: Sería tu gran oportunidad de ver lo que has intentado ver todo este tiempo, jajaja.
Yo: De puro susto ni me fijaría, jajaja, contesté en el mismo tono festivo y ya más que alerta.
Fer: Ta has dado cuenta que esta es la primera vez que reímos juntos desde que llegué….
Yo: Es cierto, pero creo que es la primera vez que reímos juntos…
Fer: Te faltó desde cuando…
Yo: Desde siempre… le contesté con total sinceridad, ella me sonrió salió del baño.
El viernes después de múltiples calenturas en la semana, solo quería salir con mi chica y darle una follada de antología, como debíamos ir a clases y podíamos ir en coche, la llamé temprano casi al amanecer, pues quería pasarla a buscar luego de que Fer me lo había ofrecido en el desayuno con una única condición de que yo condujera el coche, yo acepté con una única condición, que fuésemos por Coté. Condición a la que no se opuso.
Dada su respuesta positiva llegué a pensar que la princesa de las arpías estaba cambiando… en otras palabras para mi todo iba bien, solo me perturbaba mi calentura, y aún cuando estaba ansioso de bajar mi calentura, calmando mi pasión con mi novia, para poder enfrentar otra semana de tortura sexual con Fer, no presentí ningún peligro, además estaba muy seguro que el fin de semana podría permitirme lograr desahogarme.
Pero nada podía ser perfecto, ya al desayuno me percaté que la bella arpía se había vestido para opacar a cualquier Diosa… estaba perfecta con sus pantaloncillos que sin ser ajustados la hacían lucir un precios culo y una camiseta o musculosa que no solo insinuaban lo voluptuosa que era… en verdad creo que lo decía con todas sus letras y en mayúsculas… sin duda ningún hombre dejaría de mirarla, el pensar en ello me molestó pero lo disimulé lo mejor que pude.
La salude intentando parecer indiferente ante tanta sensual belleza que desperdigaba en nuestra mini cocina, era un hombre de hielo. Pero ella como siempre se encargó de ponerme en mi lugar al colocar sus tetas por sobre la mesa donde desayunábamos… En fin, fueron tan solo en treinta segundos desde su entrada hasta que me dio un calentón tremendo… la pérfida arpía se encargó de exhibirse ante mí como si me fuera a vender su cuerpo como la más puta de las putas… Me bajó una mezcla de ira y celos y no pude evitar decir
Yo: ¿Vas a ir así a la Universidad?
Fer: Sí ¿por qué?
Yo: Es que estás muy…
Fer: ¿Linda?
Yo: Además de eso… creo que demasiado provocativa, más de alguno te irá a contar cuentos…
Fer: ¿Celoso?... si me lo pides puedo cambiarme…
Yo: ¿Si te lo pidiera, realmente lo harías?
Fer: A lo menos me lo pensaría, dijo sonriendo por su triunfo al conseguir llamar mi atención…
Yo: Sí, por favor cámbiate, no sería bueno que los chicos y profesores se pasaran películas no muy santas sobre ti….
Fer: Jajaja, no te preocupes, esto va con una chaqueta que me ocultarán de los lobos… solo tú tienes la suerte de ver a la bella Fer sin ella, jajaja
Yo: Pero si te da calor…. Te tendrás que sacar la piel de oveja…
Fer: Te prometo que seré una buena loba y no me sacaré la chaqueta aún que lluevan los pájaros asados, jajaja
Yo: Así y todo no creo que sea bueno que uses esa camiseta…
Fer: ¿Por qué?
Yo: Es que enseñas mucho tus (hice el ademan de resaltar sus tetas)…
Fer: ¿Celoso de que otros me miren?
Yo: ¿¡¡Celoso yo!!?...
Fer: No tienes que contestar, se te nota, jajaja, bueno me cambiaré la camiseta.
Efectivamente se cambió y cubrió lo suficiente para dejar entrar solo a la imaginación de los observadores, manteniendo los pantaloncillos y la chaqueta, impidiendo revelar la maravillosa criatura que es. Terminado este trámite que nos retrasaba más y más, me pasó las llaves con una sonrisa de satisfacción por su pequeño triunfo y fuimos a buscar a Coté… Al llegar mi chica ya nos esperaba en la puerta de su edificio, se veía bella con su cara de niña y cuerpo de mujer, pero aun así no tan espectacular como mi prima arpía.
Coté: Hola amor, Hola Fer dijo dándome un beso por la ventanilla.
Fer: Hola Coté, te ves estupenda…
Coté: Gracias, es que saldremos con Claudio inmediatamente después de la Uni.
Fer: ¿A dónde irán?
Yo: Eh… Como saldremos algo tarde por la prueba que nos pusieron a las cinco, primero nos comeremos algo en algún chiringuito de la costa y luego a bailar... revelé al ser delatado por la inocente Coté
Fer: ¿Los puedo acompañar?
Yo: Pero…
Coté: ¡Claro, no es problema!, ¿necesitas que te presente algún chico?
Fer: No necesito a ningún chico por el momento, gracias.
Coté: ¿Segura?... Conozco a muchos chicos y puedes quedar con alguno para conocerlo antes de salir y así nos esperas entretenida.
Yo: Nos tendrás que esperar mucho rato, la prueba dura casi tres horas…
Yo: Estas pruebas son larguísimas, además Coté conoce a muchos chicos apuestos…. Te puedes entretener conociendo alguno.
Fer: No hace falta, puedo conseguir el que quiera, gracias.
Coté: Entonces nos encontramos en la cafetería de la salida a las siete, siete treinta…
Fer: No importa que salgamos tarde, además los puedo esperar en casa de mi amiga Nora… que queda muy cerca, además tengo coche… ¡Ahí estaré!
Yo: ¿Estás segura de poder ir a la casa de tu amiga… ¿Nora?
Fer: Sí. ¿sorprendido de que tenga una amiga?
Yo: No mucho, tu siempre encandilas a las personas, igual que los coches a los conejos, jejeje
Fer: ¡Uff que pesado!…
Coté: Sí, se te pasó la mano con la broma.
Fer: En todo caso Nora es una compañera de curso, muy linda por cierto, además hemos hecho buenas migas…
Yo: ¿Tal vez quiera ir?...
Fer: Ella no puede salir por tener un pie escayolado.
Yo: ¡Lástima! ¿Saldrás sola con nosotros?
Fer: ¡Sí!
¡Maldita bruja! pensé, yo no solo quería bailar con Coté y después algo más… pero ahora tendré salir con ella, y apuesto a que no nos dejará ni a sol ni a sombra o se encargará de aguarme la velada… ¡es una arpía intrusa que se mete en todo!... y ese afán de que todo debe hacerse a su manera, lo detesto. Creo que piensa que yo debo ser su lacayo y el resto su servidumbre y que todo gire en torno a ella…. La partiría en dos y se la daría a los tiburones… Finalmente estacionamos algo lejos y casi corriendo nos fuimos a clases primero, y por la tarde, tal como estaba programado entramos a la prueba.
La bendita prueba efectivamente fue larga, pese a ello salí de los primeros, tal vez porque era un ramo que se me daba relativamente fácil, no así a Coté que tardaba mucho y a los 10 veinte minutos, le dije por señas que me iba a la cafetería.
Llegué a la cafetería después de una breve caminata, donde encontré a Fer conversando animadamente con dos chicos, por un momento quise escabullirme, ¡la iba a dejar sola!, pero ella me vio y saludándome los dejó con una gracia increíble… luego supe por ella, que los pobres ilusos le habían convidado un helado mientras me esperaba.
Obviamente Fer no había perdido el tiempo mientras nos esperó, aprovechando las casi dos horas y media en que nosotros estuvimos en prueba… Ahora lucía unos jeans elasticados que se pegaban a sus formas de una manera espectacular, además de un peto que solo en apariencia era simple, pero dejaba claro de cómo eran sus sobresalientes pechos, ningún ser humano podía dejarla pasar, simplemente se veía espectacular… Indudablemente los chicos se habían encandilado con semejante bombón.
Nos sentamos en una mesa aparte y ella me invitó un refresco… ¡primera vez en mi vida que lo hacía!, eso me desconcertó un poco, pero lo acepté. Esperamos conversando cuando en eso ella se levantó y me dijo que “iba y volvía”, dejando en la mesa dinero suficiente para el importe de las gaseosas, agregando que así yo no pensaría que me estaba engañando y que yo pagara la cuenta.
Quedé pensativo mientras bebía mi refresco y como les dije un buen rato antes de que para sorpresa mía Coté y Fer aparecieran del brazo riendo y hablando de quizás que cosa en la cafetería… Nuevamente me dejó desconcertado… ¿Amigas? ¿La fue a buscar?... ¡joder!, ¿por qué? Si saber nada de los planes de la arpía nos saludamos con coté, comentamos algo de la prueba y después de que Fer la convidara de su refresco a mi novia nos marchamos a cenar.
Durante la cena, que fueron unas simples hamburguesas con gaseosas, conversamos de todo y nada, lo único que saqué nuevo de la conversación es que se había hecho amiga de una chica llamada Nora, pero que siempre le decían “Dora la Exploradora”, jajaja… obviamente era una de las más populares de la facultad, alumna de tercer año de ingeniería pero que coincidían en un par de ramos atrasados de Fer, entre ellos dibujo técnico, y cálculo de estructuras o ramos con nombres equivalentes o parecidos a los que yo cursé en mi carrera. Extrañamente es como lo único coincidente con lo que cursa Fer y que yo he estudiado en arquitectura. En resumen Nora es su nueva amiga, es casi tan bella como mi prima, también es una chica popular, tiene flechado a media facultad (la otra mitad o son mujeres o están de novio), por lo demás, es muy parecida a una famosa actriz llamada Megan Fox.
Terminada nuestra “conversada cena”, nos fuimos en su coche a la rambla, estacionamos donde pudimos y nos fuimos a caminar, así podíamos bajar un poco lo comido antes de ir a bailar.
Coté y Fer siguieron conversando animadamente como si fueran grandes amigas, y yo en un segundo plano las seguía; sin mayor deseo de hablar con Fer. La verdad si es que Fer quería fastidiarme la noche, lo estaba consiguiendo, por lo que me dediqué a mirar a las chicas que caminaban por el lugar calificándolas por su belleza, vestimentas, o simplemente por sus tetas y culos, pero en algún momento miré a mis acompañantes y también comencé a mirarles el culo, las dos bellezas tenían magníficas retaguardias, por no decir que tenían una cola para comérselas vivas… hasta que pasado un rato Fer se gira y me dice:
¿Te cansaste de mirarnos el culo primito?, jejeje
Yo: ¿Oye qué te pasa?...
Coté: ¿Nos estabas mirando el culo?, jejeje, dijo siguiéndole el juego a mi prima…
Yo: La verdad solo miraba el tuyo corazón, jejeje
Fer: ¡Ay solo miraba el tuyo corazón!, dijo en tono de burla… joder eres un “calzonudo”, jajaja
Coté: “Mi calzonudo”, jajaja
Yo: Ya que estoy cansado de mirarles el culo ¡vamos a bailar!, jajaja, dije intentando restar importancia al nuevo triunfo del sarcasmo de mi prima.
Fuimos a un lugar que es frecuentado por estudiantes como nosotros, dado que tiene “las tres B”, es bueno, bonito y barato, la verdad es que estaba muy concurrido y nos costó encontrar una mesa donde quedarnos, pedimos unos refrescos y después de unos sorbos Fer nos toma de la mano a Coté y a mí sacándonos a bailar, lo que me también me sorprendió. Así transcurrieron dos bailes con ellas, y de pronto sin haberlo visto, llegó un guaperas con la intención de quedarse bailando con Fer… pero ella después de unas simples sonrisas le dio la espalda y pasando del chico, siguió conmigo, el cual medio ofuscado se fue de regreso a su grupo donde recibió la burla de sus amigos.
Seguimos bailando, después del sexto baile yo había perdido la cuenta, demás que estaba “sudado como caballo de bandido” y “sediento como legionario”. En ese momento consideré prudente decirles a las chicas que me iba por unos refrescos, pero comenzó una pieza de las lentas y sin mediar acuerdo alguno Coté se detiene y Fer hace lo mismo.
Coté: ¡Bailemos!
Fer: ¡Sí!
Yo: Pero…
Fer: ¡Abrázala por detrás, este baile te va a gustar…!
Así lo hice abracé a ki chica por detrás cuando en eso Fer nos abraza a los dos… ¡entre Coté y Fer me hicieron el jamón del emparedado…! la verdad es que no me resistí demasiado. Pese a lo extraño que sucedía, me dejé atrapar, por delante tenía a mi Coté y por detrás a Fer. Pero lo más “raro” es que desde el inicio del baile quedé pegado al culo de Coté, y Fer con total relajo se pegó a mí apretándose contra con fuerza mientras nos movíamos… podía sentir como sus tetas se refregaban en mi espalda a los compases de la música.
La verdad es que el sensual baile me endureció la verga que sin dudas Coté sintió en su culo, pero ella no se amilanó y restregaba su culo en mi dureza, ¿será que le sigue el juego a Fer? El comportamiento “salvaje” de Coté era inusual en mi otrora recatada novia, parecía que la influencia de mi primita actuaba en su conducta en una forma desconocida y morbosa en ella.
En fin, todo iba bien hasta que otro chico quiso participar del baile arrimándose a la espalda de Fer, pero mi primita sabe manejarse en las distancias cortas y de un rápido movimiento nos giramos todos; el chico quedó apuntando al vacío, mientras Fer recibía en su culo la dureza de mi verga, yo por mi parte sentía su bendito culo y como las tetas de mi novia se movían por detrás, ¡sinceramente estaba que me corría! Intenté despegarme de Fer, pero ella echaba el culo atrás de tal forma que mis maniobras evasivas no servían de nada, así es que sentía los estimulantes tesoros de mis dos chicas, el chico intentó aproximarse, pero Fer lo mantuvo a un brazo de distancia... luego lo intentó por el lado de Coté y fue esta la que cambió de orientación a nuestro trencito, recibiendo una vez más mi verga en su culo…
Afortunadamente la dichosa canción finalizó y mis chicas dejaron de moverse y deshicimos el morboso trencito…. Fer nos dijo que tenía sed y que estaba algo cansada, Coté asintió y sin más se dirigieron a la mesa, yo que quería poder bajar mi ansiedad y la de mi amiguito las seguí como un zombi. El chico que había intentado colarse en el baile de Fer quiso decirle algo pero ella le sonrió y dándole vuelta la espalda lo dejó con un palmo de narices, otro chico que volvía derrotado a su grupo bajo la burla de sus amigos… y la alegría mía ¡no sé qué me pasa?, pero me alegró que lo rechazara.
Fui a la barra a pedir otra ronda de refrescos, pero para cuando estaba llegando a la mesita con los tres vasos otro guaperas que derrochaba cancha y oficio de chulito le pasaba un piscolabis a Fer, ella le sonrió, lo aceptó y se volvió hacia Coté como si nada, el tipo cambió de colores su cara, lo noté pese a lo oscuro del local, y no era en contraste con lo colorido de las luces de la pista, acto seguido le tomó del brazo, la giró y le dijo:
Oye calienta pollas, ¿¡por quién me has tomado!?
Fer: Por un chico que quería darme un piscolabis ¿Por quién más?
Individuo: Te ofrecí el trago para que conversáramos…
Fer: ¡Sí! pero yo no quiero conversar contigo…
Individuo: No te burlarás de mi como lo hiciste con los otros pendejos… dijo alzando la mano…
Fer: No seas borde y acepta que no quiero nada contigo…
Individuo: ¿Entonces por qué te exhibes como una puta?…
Fer: Puta será tu madre…
A esas alturas yo había dejado los refrescos en la mesita con Coté y me acerqué a los dos que se encontraban a menos de un metro de la mesa, cuando vi la violenta intención del matoncito yo le tomé la mano y lo detuve, el acto seguido soltó a Fer y me lanzó un golpe que alcancé a esquivar parcialmente, pues me pegó en la mejilla, pasando a llevar mis labios y la nariz… En ese minuto me dio un golpe de adrenalina y le lancé la única combinación de golpes que sabía, el famoso “uno, dos”, con el primero lo frené y con el segundo lo derribé, cayó como un saco de papas o como un costal de patatas, como prefieran nombrarlo, la gente de alrededor se arremolinó esperando que pasar algo más, pero nada más ocurrió, pues mi oponente estaba fuera de combate.
Fer: ¡Vámonos!… ¡vámonos!
Coté: ¡Sí, vámonos!
Yo: Ehh… alcancé a decir
Yo estaba confundido con una mezcla de estar en modo combate, con miedo, y dolores sin identificar. Las dos más conscientes de lo que pasaba me tomaron del brazo para sacarme de ahí, justo al momento que llegaban los guardias del local, dos fortachones que al ver cómo me llevaban afuera se limitaron a socorrer al caído.
Coté: Claudio estás bien me dijo una vez afuera…
Yo: Sí creo que sí…
Fer: No muy bien, te sangra la nariz y los labios… me dijo tomando mi mano izquierda
Yo: ¿En serio?, no siento nada
Fer: Pero estás sangrando, ponte este pañuelo.
Obedecí las instrucciones y ya algo más calmado empecé a revisarme… En ese instante sentí un intenso dolor en el dedo meñique izquierdo, por lo que lo miré, se veía chueco pero no notaba nada más, ¿sería la penumbra del estacionamiento? Entonces Fer me tomó la mano, y con solo tocarla el dolor fue atroz por lo que grité, y una asustada Fer soltó mi mano, mi dedo estaba fuera de lugar y se notaba que estaba amoratándose, si bien la breve pelea tenía un claro ganador, no fue una victoria barata.
Coté: tenemos que ir al hospital…
Fer: Sí vamos.
Yo: No es necesario… puedo apañármelas…
Coté: Tu dedo se ve mal, si ahora te duele, más tarde será peor…
Fer: Sí vamos…
Resumiendo, un poco llegamos a la urgencia del hospital más cercano a los 20 minutos, me recibieron en la antesala donde me calificaron como una urgencia menor, o sea fuera de riesgo vital y lesiones leves, por lo que podía esperar. En esa sala pude ver como atendieron a otros pacientes que llegaban, entre ellos al chico que había golpeado que llegó algunos minutos después, pero como había perdido la conciencia entró antes que yo. Por otro lado, el policía de turno, quiso entrevistarme para ver cómo me había hecho las heridas del rostro y manos, pues mi nariz tenía rastros de sangre, mi mentón rasmillado y mis nudillos también mostraban las costras de las rasmilladuras ocasionadas por mis dos certeros golpes.
Policía: ¿Chaval como te hiciste esas heridas?
Fer: Mire oficial, el se tropezó cayendo de bruces por ayudarme en la salida del café donde estábamos.
Coté: Si, es mi novio y ella es su prima, somos testigo que no hizo nada malo…
Policía: Jejejeje, son tan lindas como malas mentirosas… no me cabe duda que él se peleó con el otro chico que está en observación por haber sido noqueado en una pelea… Afortunadamente no tuvo consecuencias, porque si no otro gallo cantaría.
Fer: Sí es cierto, pero fue por defenderme de ese estúpido…
Policía: Ahora te creo, porque a ese tío lo hemos detenido anteriormente por desórdenes, igual no deben buscar peligros y trenzarse a golpes.
Coté: Gracias Oficial…. No lo haremos nunca más
Fer: Gracias…. Oficial
Policía: No es nada, después de que lo atiendan márchense a sus casas y no comente nada.
Indudablemente el policía también caía ante el embrujo de mis dos acompañantes, tanto que le dio su tarjeta a Fer y Coté para que lo llamaran ante cualquier problema… Me atendieron en una salita pequeña, donde un enfermero limpió mis heridas, afortunadamente superficiales, y una doctora pusieron mi dedo donde corresponde. Luego me dieron antiinflamatorios, y nos mandaron a casa. Era tarde, el desaguisado nos había tomado dos horas… serían las tres de la madrugada cuando dejamos a Coté en su casa y nos dirigimos a la nuestra… apenas llegamos rápidamente me puse pijama y me acosté, ¡estaba adolorido y agotado!, pero apenas había apagado la luz cuando Fer abre la puesta y me dice:
¿Puedo pasar?
Yo: ¡Sí! ¿qué pasa?...
Al verla sentí una oleada de calentura y deseo, pese a estar con su típico pijama casi infantil, intenté controlarme y seguir la conversación…
Fer: ¿Estás bien?
Yo: Sí, solo me duele el dedo, pero bien…
Fer: Me dio mucho miedo todo esto, perdóname.
Yo: Tu no hiciste nada malo, solo bailabas y los tontos caían a tus pies, jajaja
Fer: Sí pero el último tonto era violento…
Yo: Pero no pasó gran cosa
Fer: Gracias a Dios y a ti que me defendiste.
Yo: Vi sus intenciones y ni lo pensé, siempre te defenderé de ser necesario.
Fer: Gracias, tu ayuda hizo que no pasara nada con él estúpido… él estaba a punto de pegarme…
Yo: De nada…. afortunadamente estaba cerca y lo detuve…
Fer: Y recibió su merecido, jejeje
Yo: Sí, pero quedé un poco magullado… las peleas no son como en las películas.
Fer: Es verdad, yo ni siquiera las imaginaba, ¿es primera vez que peleas?
Yo: No, había peleado como a los 12 años en el cole por tu culpa, pero las fuerzas son diferentes.
Fer: ¿Por mi culpa?
Yo: Sí, el otro chico me dijo en mi cara que tenías el mejor culo de la escuela...
Fer: ¿En serio?, jajaja, por eso peleaste.
Yo: Para mi era super grave, pese a lo mala que eras conmigo, también eras mi prima y debía protegerte
Fer: Bien no te preocupes, no le mostraré el culo a nadie más, y te cuidaré como si fueras mi héroe, jejeje…
Yo: Jejeje… Sería muy bueno…. perdón Fer pero estoy algo cansado…
Fer: Buenas noches primito, sueña con la más bella de las mujeres….
Yo: ¿Estás segura que debo soñar solo con la más bella?
Fer: Bueno también puedes soñar con tu novia, pues me cae bien, jajaja
Yo: Bueno también soñaré con la más bella y contigo, jejeje…
Estaba rendido por lo que solo quería dormir y no quise continuar con el diálogo donde finalmente reconocería que la más bella es ella, prefería seguir con la “incertidumbre”. Cerré los ojos cuando sentí que Fer se movía… pensé que era para marcharse, pero ¡oh sorpresa!... se inclinó dándome un beso en la frente. Sentí todo el peso de sus tetas en mi brazo -¡fue como un golpe eléctrico!- mi libido se elevó hasta el cielo, mi amiguito reaccionaba enloquecido, mientras Fer lentamente se despegaba de mí marchándose. ¡¡Que les puedo decir!! me di un feroz festín de paja, ensuciando mi pijama, al cual dejé todo pringado… pero mañana sería otro día.
Continuará...
0 comentarios - Mi prima mi martirio Capítulo 2