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Mi prima mi martirio Capítulo 1.2

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La discusión tardó más de una hora en la cual finalmente llegamos a un acuerdo de convivencia con la princesa de las arpías. No les relataré cada cosa, pero en resumen cada uno se hacía cargo de su cuarto y de sus cosas de la Universidad; el anaquel de libros lo dividimos a partes iguales, la mesa para efectos de estudio igual, en cuanto al aseo general, un día yo, un día ella, si el que tenía la obligación de hacerlo no cumplía, el turno se repetía al día siguiente. Para efectos de cocinar se repetía el tema de los turnos, claro que de forma alternada con el aseo. Finalmente discutimos lo de la diversión, quedamos en que nada de sexo en casa y nada de fiestas… el primero no me pareció para nada de bien, en el segundo a ella no le pareció para nada bien, pero lo aceptamos el acuerdo después de varios minutos de pelea y amenazas con el abuelo.

El inicio del día siguiente comenzó con una sorpresa, no sé si agradable o no para mí, pues cuando estaba saliendo del baño después de la ducha, ella entró sin ningún aviso, por lo que chocamos a la entrada del reducido cuarto -¡ella como la Diosa que es, estaba preciosa!- incluso con el notorio sueño que le afectaba. Su hermosura con sueño y todo, podía infartar al corazón más duro (en este caso el mío); más si se toma en cuenta que lucía un pijama de verano que sugería toda la belleza de cuerpo aún con la poca imaginación que yo tenía a esa hora…

Yo: ¡Oye cuidado!… debes llamar a la puerta…

Fer: No seas melindroso, ni que verte sea una novedad, jajaja

Yo: ¿¡Cuando me has visto!?

Fer: Recuerda que después de la piscina en casa de los abuelos nos bañaban juntos a ti y a mí con Marcelo (mi hermano de su edad).

Yo: Pero he cambiado, ahora soy un hombre.
Fer: Pero debes tener la “cosita” del mismo tamaño, jajaja
Yo: ¡Joder, he crecido!…
Fer: No creo que lo suficiente, jajaja
Yo: Más de lo que te puedes imaginar, pero no tendrás el placer de verme…
Fer: Yo también he crecido y tampoco tendrás el placer de verme, jajaja
Yo: Estup…. Eres imposible
Fer: Se enojó el bebé, jajaja

Me fui indignado a mi cuarto a pasar mi rabia y vestirme, afortunadamente gracias a mi carácter mi ira a los pocos minutos se había ido a otro mundo… luego de hacer mi cama y preparar algunas cosas que debía llevar a la Universidad antes de comenzar las clases, fui a la cocina a desayunar. A los pocos minutos llegó Fer y sin preguntar tomó una de mis tostadas dándole un mordisco.

Fer: Mmm, está buena pardillo ¿me das otra?
Yo: Fer, esa era mi tostada, ¿Qué hablamos ayer?
Fer: Algo así de un día tú un día yo, ¿oh no?
Yo: Okey, mañana tú… por lo que le hice un café con tostadas, y le pasé un yogurt con cereales.
Fer: No eres un mal anfitrión pardillo, nada de malo tu desayuno, jejeje
Pese a todo, comenzamos a conversar de la Universidad y como yo iba a ella (ómnibus o bicicleta, esto último cuando tenía tiempo), ella dijo que lo pensaría y de forma muy sospechosa sonrió … creo incluso que con malicia…. Algo más tarde y nuevamente de muy buen humor, y dado que ella iría a la misma sede Universitaria que yo, le propuse ir juntos a reconocer la ruta, pues arquitectura estaba junto con las ingenierías.

Pese a mi natural reticencia y como todo el caballero que soy, me ofrecí enseñarle el trayecto y en el lugar hacerle un pequeño tour por ella.

Sí soy un quijote o algo así… mi invitación fue con el loable propósito de que no estuviera perdida en sus primeros días en esta nueva Universidad. Milagrosamente ella aceptó de buena gana y después de desayunar y hacer el aseo salimos.

Cuando llegamos a la planta baja y antes de salir me detiene y me dice que vayamos por su coche (¿¡tiene coche!?... ¿cómo?). En ese instante y para mi sorpresa, supe que la abuela le había regalado hacía unas semanas un lindo coche, de esos compactos pequeños, y en ese minuto también supe que el abuelo la había escoltado en su viaje por carretera para que no tuviera problemas en el camino. Increíble, si bien yo sabía manejar, nunca me dejaban hacerlo, ni siquiera mis padres y menos regalarme un coche.

Es por eso que aprendí con el coche de uno de mis amigos del colegio, aptitud que perfeccioné con el coche de uno de mis camaradas de Universidad… pero a ella le pagaron un curso y le regalan un coche… a nadie más de la familia le habían dado tal consideración.

Admiré el coche con algo de envidia (aún que no era mi tipo de coche), y la felicité por su suerte, ella no dijo nada, pero me tiró las llaves del coche pidiéndome que yo condujera, cosa que me alegró y esbocé una sonrisa a ella que extrañamente me correspondió y me dijo:

Fer: De nada…
Yo: ¿De nada de qué?

Fer: Por dejarte conducir mi coche, se te nota a un kilómetro que te hace feliz… De nada.
Yo. Sí me gusta conducir, pero como para agradecerte, ¿no será mucho?
Fer: De nada nuevamente… ¡vamos! y conduce con cuidado.

Conduje con mucho cuidado, miraba el camino, a los otros coches, pero inevitablemente mis ojos se iban a sus torneadas piernas que quedaban al descubierto por lo breve de su minifalda, la verdad es que me estaba excitando y mi verga se endurecía metro a metro de camino, hasta que en un momento ella me dijo:
Mira al frente y no mis piernas pardillo descarado, que soy tu prima, jajaja
Yo: (¡Maldición me había descubierto!), por lo que solo atiné a decir… Yo, no estaba….

Fer: ¿¡¡Mirando mis piernas!!?... además de pardillo, te estas convirtiendo en un mentiroso, ya al desayuno me mirabas el canalillo de las tetas.
Yo: No, ¡eso sí que es mentira!…
Fer: O sea reconoces que me miraste las piernas y no las tetas… bueno eso es un progreso… ¡vamos conduce!

La verdad es que no le había mirado las tetas al desayuno (hasta ahora ni siquiera lo había pensado)… además vestía una blusa veraniega que no enseñaba mucho; pero había sacado verdad de mentiras, lo cual demostraba una vez más que la princesa arpía era una manipuladora de primer nivel.

Al llegar a la Universidad aparcamos cómodamente, pues aún no partían las clases, cosa que en un día académico normal era muy distinto, tanto que creía que sería mejor manejar una motocicleta. Esto último era lo que yo pretendía hacer una vez que terminara de reparar en uno de los talleres de mecánica de la Universidad, una moto Honda NC 750 del año 2012, la que había tenido años salvajes y una estrepitosa caída a su haber (su dueño me la vendió como chatarra y aún se recuperaba de sus heridas).

Entrando a la sede, el portero de toda la vida me saludó y guiñó el ojo, como diciendo que linda chica, luego me encontré con un compañero de carrera que se acercó so pretexto de preguntarme algo que era del todo obvio, y no tardó en llegar uno de los profesores que estaba por ahí para preguntarme como me había ido en las vacaciones (extraño interés de un docente). La verdad es que mi prima era como miel para las moscas.

El recorrido que hicimos contempló lo básico, oficinas administrativas, biblioteca donde aprovechamos de pedir su credencial para retirar libros, casinos, salas de estudio, enfermería, salas de clases y oficina de decanos, como también, oficinas de profesores y orientadores de carreras, patios, piscina y gimnasio, en ese recorrido llegaron más “moscas”, como también muchas miradas algunas del todo indiscretas.

Terminado el recorrido hice mis trámites en secretaría, ella aprovechó de hacer los suyos terminando a eso de las 12:30, y como era casi a la hora de almuerzo, decidimos de hacerlo en uno de los casinos de la sede, aprovechando que ya estaban en actividad. Todo iba bien hasta que al sentarnos de pronto apareció mi novia María José, alias “Coté”. La que había llegado de su casa situada en un pueblo a las afueras de la capital. Ella con las mismas intenciones que yo, concurrió para hacer algunos trámites e inscribir ramos. Claro que me sorprendió verla, pues yo creía que aún estaba disfrutando de sus vacaciones con sus padres en Grecia.

No la alcancé ni a saludarla cuando ella ya tomaba asiento frente a mí, al lado de Fer, y sin disimular su molestia por verme con una chica desconocida, que por lo demás es muy, pero muy atractiva, me dice:

Coté: Hola Claudio, ¿me presentas a tu amiga?
Yo: Hola Coté ¡qué sorpresa!, ella es mi prima Fer…
Fer: Hola Coté, ¿eres la novia del pardillo?
Coté: Sí … ¿¿¡prima!??

Fer: Sí, aún cuando no nos parecemos, él tiene la fortuna de ser mi primo, jejeje

Así se inició la conversación, ¡no sé cómo!, pero me parecía que ellas tenían algo así como una disputa territorial; es como cuando dos perros orinan en un árbol, luego del primero viene otro y orina encima del mismo árbol, ¡era alucinante!
En este tiempo, en que casi no articulé palabra alguna, me dediqué a analizar a las contendientes  “Coté versus Fer”, la verdad es que son el “yin y el yan” o como se diga.
Una es rubia de ojos claros, con todos sus atributos perfectamente repartido en su 1,75 metros, así como la forma de reloj de arena de su cuerpo, más parece una Valkiria recién llegada del Valhala muy diferente a la típica hispana o latina.

La otra una morena de piel pálida (¿¡cómo no se doró en Grecia!?), con unos grandes ojos de un café profundo, como dice una afamada canción ¡realmente posee el embrujo de los ojos moros! Con sus 1,68 metros despide una sensualidad atípica en una chica con cara de niña. Por otra parte su mejor atributo además de su inteligencia y simpatía, es su culo; que como me decía un colega de facultad, “alcanza para dos pascuas y varias noches buenas”.

Es de esos culos hechos a mano por el mejor escultor enviado por Dios a la tierra; la verdad es que Coté tiene un culo nunca antes visto, aún cuando en lo que respecta a tetas, si bien son bonitas, son algo pequeñas para mi gusto… diría que son medianas, tal vez de una copa B, pero con unos pezones muy apetecibles (ella me confesó que la acompleja tener poco busto y mucho culo, por lo que está decidida a que un día cuando tenga mucho dinero se lo operaría).

Sin dudas Coté es bella, aún cuando su cara de niña destaca demasiado en el conjunto y si a eso sumamos su apetecible cuerpo… todos piensan en ella con lujuria morbosa, está casi para película porno, de esas donde las adolescentes son seducidas por viejos. Por algún motivo que no comprendo, muchos la confunden con mi hermana menor… hecho que en realidad no me importa (mucho), total sé que tenemos la misma edad y que en 10 o 20 años ella seguirá luciendo joven. En fin, tiene todo lo que quiero de una chica, en especial que es bastante distinta a Fer... ¡eso es más que suficiente para mí!

Estaba en medio de mi análisis, divagando en las cualidades de cada una de ellas, cuando me detuve por primera vez en el canalillo de mi prima, el mismo que había negado hacía solo un rato. Puedo decir que apenas se notaba y pese a no ser exagerado, llama la atención de todos los mortales entre los cuales me incluyo. Estaba en eso cuando ella me dice:
Claudio, deja de mirarme las tetas que estamos con tu novia…
Yo: Eh, yo… yo no estaba…
Fer: No sea mentiroso, las mirabas… es segunda vez que te sorprendo…

Coté: ¿En serio?...
Yo: ¡Por supuesto que no!... ella siempre hace ese tipo de bromas, ya la conocerás.

Afortunadamente Coté dejó pasar el tema, pero nuevamente mi primita me la jugaba y me dejaba en ridículo, ¡maldita sea, engendro del demonio!, no sé si es Ángel o Diablo, pero al igual que el demonio, su exterior es tentador…

Terminado el almuerzo decidimos regresar a casa llevando a Coté con nosotros para dejarla a la pasada en su casa (apartamento que comparte con una amiga). Dado que mi prima nunca quiere ser relegada a un segundo plano, ella se fue manejando con Coté a su lado y conmigo atrás casi doblado en el pequeño habitáculo trasero del coche; en que por mi estatura me quedaba muy incómodo.

En el camino Coté decidió que quería pasar a mi departamento cosa que a Fer no le cayó para nada bien, dando a entender que al Abuelo no le gustaría y que contravenía el acuerdo de convivencia, al principio intentamos convencerla, pero su negativa con argumentos infantiles solo nos exasperaba, sea como sea, no logramos hacerla cambiar de opinión, por lo que tanto Coté como yo la ignoramos el resto del viaje, pero nada podíamos hacer pues ella manejaba.

Finalmente una vez en el domicilio de Coté, ella dijo que igual pasaría unas horas más tarde a casa a dejarme unos libros y material para un ramo que ella ya había aprobado y que yo recién tomaría. Nos bajamos del coche y mi novia se despidió con un acalorado beso (otra marca de territorio supongo). Terminada la fogosa despedida me subí para ir de copiloto, pues ir atrás es incomodo para mí, apenas me subí, mi primita me dijo:

¿Por qué querían tanto ir al departamento del abuelo?, ¿quieren follar?

Yo: No seas borde, solo queríamos vernos, nada más.
Fer: Al respecto de ver… ¿No crees que es incómodo para tu novia que me veas tanto?

Yo: ¿¡Pero qué dices mujer!?

Fer: Lo obvio, me has mirado constantemente como si quisieras aprenderte de memoria mi culo y tetas…
Yo: Estás delirando… además de ser mi prima no eres mi tipo…
Fer: Pero parece que no tienes muy claro que sea tu prima y créeme cuando te digo que soy el tipo de todos, jejeje
Yo: La excepción confirma la regla….
Fer: Solo con los gays, jejeje

Al llegar al departamento, cada uno se fue a hacer sus cosas hasta que un par de horas después llegó mi novia y nos sentamos a tomar un café, todo esto ante la atenta vigilancia de Fer que se paseaba por la sala que está junto al comedor. Mi primita nos interrumpía cada vez que podía, la verdad es que no sabía lo que realmente quería o pretendía, solo sospechaba que era para molestarme o no sé qué, pero revoloteaba por ahí. Después de un rato Coté también cansada de la poca privacidad me dijo al oído:
¿Vamos a tu cuarto mi Pardillo Lindo?
Yo: ¿Pardillo?, ¡tú también!
Coté: ¿Quieres o no?
Yo: ¿En serio?... es que está mi prima…
Coté: Por eso mismo, se pasea tanto que no nos deja tranquilos, y como no te he visto hace tanto tiempo….

Yo: Bueno, la verdad es que yo también te he extrañado…

Para ser sincero, como dicen los yanquis, con Coté la mayoría de las veces no he pasado de segunda base, o sea le he tocado un poco las tetas y nos hemos besado hasta quedar agotados de calientes, pero ella es un poco chapada a la antigua. En efecto, tan solo unos días antes de salir de vacaciones hicimos el amor por primera vez… si bien ella no era virgen, solo lo había hecho con su anterior novio con el cual salían desde secundaria… Bueno yo tampoco tenía mucha experiencia, por lo que, en resumen, ambos no teníamos mucha experiencia; pues mi primera vez fue con una puta pagada por mis hermanos, y después de eso solo lo había hecho con algunos ligues de verano en las vacaciones.

Entramos a mi nuevo cuarto, cosa que extraño a mi amada y me preguntó a que se debía el cambio, pero luego de unas breves aclaraciones y unos más breves comentarios de mi amada sobre lo “perra maldita” de mi prima, comenzamos a abrazamos; primero de pie y luego sentados en la cama, no pasó mucho tiempo en que después de simples besos pasamos a acalorados magrearnos con caricias por nuestros cuerpos, yo le sobaba y amasaba las tetas a Coté por sobre su ropa, notaba como sus pezones se endurecían y mi libido se elevaba tanto como la de mi chica… al poco rato nuestras caricias eran febriles, pero no habíamos pasado de prodigarnos las fogosas caricias por sobre la ropa, cuando sentimos llamar a la puerta….

Fer: ¿Puedo pasar?
Yo: ¿Para qué?
Fer: Es para decirte algo….
Yo: Pasa…. ¿Qué es lo que quieres decirme?

Fer: En realidad yo nada, es el abuelo el que quiere decirte algo, dijo extendiéndome su teléfono y mirándome con malicia

Yo: Hola abuelo… ¿Qué pasa? (respondí nervioso)

Abuelo: Nada es que se me ocurrió preguntar por ti mientras hablaba con Fer, te felicito, debo decir que me habló que eres muy amable y responsable con ella ¿necesitas apoyo en algo?, ¿dinero tal vez?
Yo: No nada por ahora abuelo…. ¡adiós abuelo!

Coté presenciaba esta conversación de mi abuelo con cara de pregunta, mientras mi pérfida prima sonreía con aires de superioridad… Estaba claro que no quería que estuviera en plan de morreo con mi novia y el pretexto para impedirlo era el llamado del abuelo, por lo que tanto Coté y yo dejamos nuestras caricias para una mejor ocasión, la malévola Fer había triunfado en este “primer set” … pero yo estaba lejos de perder el partido o simplemente darme por vencido, en esta guerra de voluntades ahora me sentía más fuerte.

Al cabo de un rato Coté se marcho a su casa quedándonos solos Fer y yo… como la detestaba en ese minuto no le hablé ni la miré… por lo que no teniendo nada más constructivo o destructivo que hacer, me puse a ver tv, la verdad es que el cable básico no me entusiasmaba, pero era lo único que me permitía tener mi exigua mesada. Sin saber que ver, de pronto estaba viendo la serie “Como conocí a tu madre”, cuando apareció Fer por la sala, la verdad es que verla me causó un tremendo impacto, se había “cambiado de indumentaria” … estaba realmente infartante…

Ella estaba vestida con unos pantaloncillos ajustados que destacaban cada poro de ese precioso culo y dibujaba su coñito con lo que muchos en especial los gringos llaman un verdadero “Camel Toe”, se dirigió a la cocina y comentando al pasar que tenía mucha sed… escuché como se servía agua de la jarra que tengo como costumbre tener en el refrigerador y tarareaba una canción. Haciendo uso de toda mi fuerza de voluntad me centré en el programa que estaba viendo, ¡pero me fue imposible!, pues ella apareció con su vaso sentándose en el sillón próximo a mí. Durante el corto proceso de tomar asiento acomodó los cojines enseñándome ese culo de infarto, luego se giró para mostrar un espectacular canalillo de tetas… ¡No pude evitar mirarla!, luego se sentó y me preguntó:

¿Qué estás viendo Claudito?...

Yo: “Como conocí a tu madre” fue mi lacónica respuesta, pese a que en realidad la miraba a ella
Ahora pude ver con “más calma” su también diminuto peto, el que apenas dejaba sus enormes tetas ocultas a mi vista… pero no menos impresionante fue, es que podía ver su deliciosa barriguita marcada por las horas de gimnasio y deportes que practicaba… la verdad es que era una chica para delirar o morir mirándola, ¡pero no!, no me iba a vencer, y continúe mirando mi serie.

Fer: Este capítulo ya lo vi…

Yo: Lo lamento yo no, voy a terminarlo…

Fer: Entonces me voy a mi cuarto…
Yo: Bueno contesté sin levantar mi vista de la pantalla.

Fer se sonrió levantándose para volver a su habitación, caminó por el pasillo bamboleando su hermoso culo, sabiendo que yo no resistiría mirarla desde mi asiento, la verdad es que sabía mover muy bien la enorme y perfecta cola que la naturaleza y los deportes le habían dado… Obviamente la miré mientras caminaba…  yo estaba mirando ese portento cuando se da vuelta… sorprendiéndome nuevamente con mis ojos pegados a su precioso culo

¿Qué miras pardillo degenerado? Me preguntó sonriendo.

Yo: Eh… nada, solo como te marchabas… en todo caso esto está por terminar…
Fer: ¡Ah en ese caso te acompaño!, luego podemos ver algo juntos, dijo regresando
Caminó los pocos pasos de regresos con la misma cadencia que sabía muy bien imprimir… sus grandes tetas se mecían suavemente dejándome adivinar que no llevaba sujetador. Mi bella prima arpía, sabía cómo manejar sus dotes físicas, tan bien como su maquiavélica inteligencia para dominar a los incautos como yo. Esta vez no era la excepción, nuevamente había capturado mis sentidos… en definitiva, una vez más caía en su embrujo y por no decir en sus manos. Me quedé embobado viéndole esas tetas que me traían loco, mientras ella ahora se sentaba junto a mí en el sofá.
Continuará...!!!

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