You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

La pandemia con mi madre parte III

Después del baño se fue rápido y no hablamos en toda la tarde noche, se fue a dormir y yo me quede preocupado.
Costo conciliar el sueño pero finalmente me dormí.
Me levante por la mañana oía ruido en la cocina así que pensé que era mi madre que estaba preparando el desayuno.
Estaba sentada y la mesa estaba puesta, llevaba una bata lisa y se veía el escote y sus grandes pechos.
-Buenos días mama, ¿Qué tal a has dormido?
-Buenos días hijo, bueno no muy bien, siéntate y desayuna que tenemos que hablar.
Me senté y me dispuse a untar mantequilla en una tostada, y a beber un café que me había preparado mi madre, no perdía de vista su escote y sus pechos, se le notaban un poco los pezones a través de la bata, era una aureola grande con un pezón que sobresalía.
-hijo lo que hemos hecho no puede volver a pasar, es pecado, iremos al infierno.
-Mama, la corte la palabra, pero si nosotros no somos muy cristianos que digamos.
-Da igual hijo esto no está bien y no puede volver a pasar, si se enterase tu padre nos mataría. O si se enterase alguien, algún vecino amigo, o familiar. Sería una vergüenza.
- Mama no te preocupes no se enterara nadie, será nuestro secreto, papa esta e china y no sabe cuándo volverá, el resto de la gente está encerrada en sus casas y no puede salir. Nadie se enterara, yo no lo contare, lo de estos dos días ha sido increíble. El estar encerrado me ha hecho ver lo hermosa que eres y  excitante.
-Hijo mío si aunque ha sido una experiencia increíble, no puede volver a pasar soy tu madre y una madre no puede hacer estas cosas con su hijo.
Se levantó de la mesa y fue al fregadero con su taza y plato, se llevó mi plato y taza que había acabado y empezó a fregar los platos que había en la pila. Yo desde atrás vi su gran culo.
- mama, de verdad estar encerrados con lo que está pasando fuera, la gente muriendo no sabemos qué va a pasar si mañana no estaremos ninguno de los dos. Le dije.
Me levante y me puse tras ella mientras lavaba en el fregadero. Me estaba empezando a excitar ver su culo y en la cocina, solo pensaba en acercarme y pegarme a e ella.
-mama eres hermosa, me gustan tus grande pechos y este culo, le dije mientras le ponía una mano encima.
-Hijo no hagas eso, no está bien soy tu madre.
Ella seguía fregando los platos, aunque teníamos lavavajillas, a veces lavaba a mano cuando era poco.
Me pegue a ella desde atrás y la agarre suavemente la cintura ella hizo un movimiento de desaprobación con su cuerpo.
-No hijo, no está bien esto que haces no te pegues tanto.  
En entonces la acaricie el pelo, y deje su cuello a la vista.
-mama eres deliciosa, le dije mientras me acercaba a su cuello y oído al tiempo que acercaba mi polla a su culo. Aunque aún no estaba dura, empezaba a estar gordota.
Ella volvió a hacer un gesto con su cuerpo para que me apartase.
-No hijo te he dicho que no.
-mama de verdad te quiero tanto, me gustas mucho, le volví a pegar mi miembro cada vez más duro en su culo.
-hijo te he dicho que no podemos volver a hacerlo no está bien.
Entonces yo estaba muy excitado, empecé a chuparle el cuello al tiempo que con mis manos agarre sus pechos metí dentro de la bata. Ella seguía resistiéndose.
-no hijo, no lo hagas más déjame, decía resistiéndose.
Pero ya no podía más, se me había puesto el pene duro, y yo notaba sus pezones duros cuando la apretaba las tetas.
-mama no puedo resistirme, mama me excitas mucho, la dije mientras me apretaba a ella.
-No hijo no podemos volver a hacerlo, mientras ser resistía moviéndose, pero yo la tenía sujeta   con mis brazos.
-mama no me puedo aguantar, la dije mientras le pegaba unos puntazos con mi miembro en su parte trasera.
Con mis brazos la empuje contra la encimera dejando su culo, con una mano la sujete del cuello mientras con la otra le levantaba la bata.
Ella intentaba levantarse y se revolvía.
-mama déjame como me dejaste el otro día. Te quiero.
-hijo mío eres un cabron, me vas a violar, eres un cerdo.
La mire el culo y con una mano la baje las bragas como pude. Agarre con mi mano mi pene duro y lo dirigí hacia su concha. De un empujón entro, estaba mojadisimo,  con las 2 manos la sujete contra la encimera y empezó a empujarla de maneras bastante bruta.
-Hijo esto no está bien, me estas violando. Eres un cabron déjame.
- mama, sé que te gusta, eres una puta que te gusta follar, y que te follen.
-Eres un cerdo hijo de puta, te gusta violarme cerdo, uff , empezó a gemir.
- mama, di que te gusta que te folle.
-Follame si follame más fuerte, si, más fuerte ahhhh, mas fuerte ahhhh
Eso me excito más y empecé a darle empujones mas fuerte contra la encimera, mi polla entraba y salía de su concha.
-Mas fuerte hijo más fuerte follame más fuerte.
Yo no sabía si quería que pegase o que quería, asi que empecé a darle azotes.
-Uff mas fuerte cabron, estas violando  a tu madre, ahhh mas mas…
Ya me daba cosa pegarle azotes más fuertes, entonces cogi un tenedor que había en la pila y se me ocurrió pincharla en una nalga. Ella dio un salto, sobresaltada a sentir el pinchazo, aunque no se lo clave solo pinche y empecé apretar más.
-Siiiii hijo¡¡¡ siiiii eso es lo que quería¡¡¡¡, me corro hijo me corro¡¡¡¡
Yo ya no podía mas, aquello era súper bizarro. Me estaba follando o violando a mi madre contra la encimera con el culo en pompa y clavándole un tenedor.  La corrida fue de caballo.  Yo apretaba en mi excitación.
-mama me corro, me corro, mamaaaa¡¡¡¡¡ y me desplome sobre ella.
Estuvimos así unos minutos yo soltando lo que me parecieron litros de semen.  Ella no se movía.
Solo decía ufff que pasada de polvo.  Yo me separe y saque mi pene y la dije:
-Espera mama, y me agache a ver su concha y ver como salía el semen cayendo en sus bragas que las tenía en las rodillas.
-¿Te gusta hijo ver a tu madre chorrear semen después de violarme? Eres un cerdo.
Yo no sabía si lo decía enfadada o no. Se levantó de la encimera se subió las bragas y me dio un beso en la boca. Mientras se ponía bien la bata.
-Esto ha sido increíble nunca había follado así, ha sido mejor que las 2 veces otras veces.

3 comentarios - La pandemia con mi madre parte III