Mariana trabaja en una tienda de vinos y licores. Durante las vacaciones, un joven de aproximadamente 14 años (Fer) le estuvo ayudando con algunas tareas.
Un día coincidió que tendríamos una fiesta y ella tenía que trabajar, así que se llevó su ropa para cambiarse terminando su jornada. Al término del día ella mandó al chico a comprar algo para comer, mientras ella aprovechaba para cambiarse de ropa. Un par de horas más tarde cuando estaban cerrando el local ella estaba guardando unas cosas en la cajuela del carro, mientras le pedía al chico que trajera los candados que se encontraban en la parte de atrás.
¿cuál fue su sorpresa? Al mirar que este chico aprovecho que su maleta estaba medio abierta y junto a los candados; y el se encontraba mirando de cerca la ropa interior que se había cambiado Mariana minutos antes.
Al descubrirlo ella se acercó haciendo un poco de ruido para que él devolviera la ropa interior adentro de la maleta y así evitar una escena un poco bochornosa. Ese día durante la noche en la fiesta platicamos acerca de esto y me dijo que solo el recordar la imagen del chico mirando de cerca y teniendo entre sus manos su ropa interior la ponía muy caliente, así que acordamos realizarle una broma a Fer aprovechando qué era su último fin de semana trabajando, pues regresarían a clases.
Ella se pondría una falda corta y una blusa escotada sin sostén, cubriéndose con un suéter delgado y largo qué le llegaba hasta las rodillas. La idea era que justo antes de cerrar yo pasará por ella y en ese momento descubrirse para que el pudiera ver la diminuta falda y su blusa sin sostén.
Así que el sábado llegó; eran las 9 de la noche cuando pase a recogerla, al mirarme se puso nerviosa pero estaba decidida a hacer esa travesura. Se quitó el suéter mostrando sus pechos a través de la blusa y dejando también ver su tanga a través de su minifalda; además ella, ahora intencionalmente había puesto su bolsa de mano entreabierta dejando ver en su interior una tanga de hilo dental justo a un lado de los candados.
Después de que se descubrió solo miré al chico a través de la ventana del carro mirarla fijamente a las nalgas mientras ella hacia como que contaba dinero y le daba la espalda, sin voltear le pidió ir por los candados para cerrar. En ese momento el chico fue a la parte de atrás y Mariana rápidamente se asomó de manera discreta para constatar que nuevamente el chico había sacado esa tanga de hilo dental de la bolsa que estaba junto a los candados, pero ahora no la sostenía solo con las manos; ahora también la tenía contra su cara respirandola. Ella no quiso hacer ruido y decidió salir lentamente de local, solamente le gritó... "por favor también trae mi bolsa" ambos sonriamos, yo dentro del carro y ella esperando a que saliera el chico.
Los dos estábamos impacientes por ver la cara que tendría al salir.
Pronto salió, con la bolsa en mano.
Ella la tomo y le pidió colocar los candados, después de hacer eso; únicamente le dijo... muchas gracias Fer, cuídate mucho, eres un buen niño. Se despidio de el dándole un beso en la mejilla y ella subió rápidamente al auto.
Sin duda, esperamos que nunca olvide Fer su trabajo en esas vacaciones y esperamos también, que esto se lo haya contado a sus demás compañeros regresando a clases.
1 comentarios - El ayudante de Mariana