Perdón por el relato anterior.
No sé por qué se copio. Sé que fue corto, pero lo hice desde un celular con teclado físico Qwerty.
Bien, retomando. Como podría olvidar ese rico trasero? Naah!
Cargue a Karen, ella me abrazo llevando sus manos a mi cuello .
Se puso de una forma que inmediatamente supe y pensé; es toda una diosa. Con una curva de nuca a cadera, me giré hacia la cama para poder acostarla.
La lleve a la cama y me amarro con sus pies, cruzando los sin poder separarme.
Me tomo con una mano del cuello y la otra tomando mi cabello de atrás, dándome a entender que ya no había escaparía. Si quiera lo pensé? Para nada.
Ella controlando mi cabeza por el pelo, llevo mi cabeza casi chocando con la suya. Me miró fijamente, sentía su respiración, caliente, alterada. He visto cariño, todo esté tiempo, como me miras cuando camino, cuando vienes a mi cuarto, cuando te encuentro en la calle, cuando estás con mi princesa. Tienes idea de como me excita eso? Se lo que hacen tu y Steph en el cuarto. No soy tonta. Eres un buen muchacho, tranquilo, estudioso y guapo. Eres un buen tipo para Steph. Pero eso no significa que no me guste que me veas, que me excite y que te desee tanto como tú a mí.
Lo has hecho con una señora? Yo estaba perplejo, no podía procesar lo que acababa de escuchar. Apenas pude contestar que si. Por aquella situación obvio lo que menos quería era platicar.
Entonces luego de responder, sin aún soltar mi cabello, llevo mi cabeza a un lado de la suya. Se acercó a mi oído y me dijo con voz suave y delicada. Le tengo celos a Steph y no me voy a quedar con las ganas, mi amor.
Aquellas palabras fueron lo más excitante que he escuchado.
Comenzamos a besarnos. La forma en que lo hacía me daba a entender que ya era el momento de hacer sin pensar, incluso planear. Metía su lengua hasta donde podía. Recorría cada rincón de mi boca. Sus saliva fue incrementando, haciendo que por pequeñas cantidades, derramará por mis mejillas. Estaba totalmente feliz. En cuanto podía, pasaba su saliva. Quería que todo de ella fuera mío, poder probarlo y degustarlo. La verdad no sé el tiempo, pero besarla fue bastante tiempo. Yo estaba súper mojado, mi lubricante natural no paraba de salir. Se lo arrimaba una y otra vez. Con mis manos recorría su piel y de vez en cuando sus nalgas, pero sin llegar a esa vagina caliente, que apesar de la ropa, podía sentir su calor. Eso de no llevar mis dedos ahí, lo hice por qué ya había leído que el hacer tardío la acción siempre es mejor. Sin duda así era. Ella quería que yo conociera su hermosa vagina rosita. Pero no, tenía que reprimir un poco más tiempo mi deseo.la bese tanto tiempo hasta que me dijo; quiero que lo hagas como te plazca. Pfff! Sus palabras eran órdenes.
Seguí en el cuello para bajar lento a su pecho. Amo tanto cuando se marcan las venas. Con aquella situación, al igual que yo, su corazón latía a un ritmo de desesperación y adrenalina. Me di el tiempo de admirarlas. Ella pregunto, que? Yo solo respondí al mismo tiempo regresando a su pecho; me fascinas, Karen.
No sé por qué se copio. Sé que fue corto, pero lo hice desde un celular con teclado físico Qwerty.
Bien, retomando. Como podría olvidar ese rico trasero? Naah!
Cargue a Karen, ella me abrazo llevando sus manos a mi cuello .
Se puso de una forma que inmediatamente supe y pensé; es toda una diosa. Con una curva de nuca a cadera, me giré hacia la cama para poder acostarla.
La lleve a la cama y me amarro con sus pies, cruzando los sin poder separarme.
Me tomo con una mano del cuello y la otra tomando mi cabello de atrás, dándome a entender que ya no había escaparía. Si quiera lo pensé? Para nada.
Ella controlando mi cabeza por el pelo, llevo mi cabeza casi chocando con la suya. Me miró fijamente, sentía su respiración, caliente, alterada. He visto cariño, todo esté tiempo, como me miras cuando camino, cuando vienes a mi cuarto, cuando te encuentro en la calle, cuando estás con mi princesa. Tienes idea de como me excita eso? Se lo que hacen tu y Steph en el cuarto. No soy tonta. Eres un buen muchacho, tranquilo, estudioso y guapo. Eres un buen tipo para Steph. Pero eso no significa que no me guste que me veas, que me excite y que te desee tanto como tú a mí.
Lo has hecho con una señora? Yo estaba perplejo, no podía procesar lo que acababa de escuchar. Apenas pude contestar que si. Por aquella situación obvio lo que menos quería era platicar.
Entonces luego de responder, sin aún soltar mi cabello, llevo mi cabeza a un lado de la suya. Se acercó a mi oído y me dijo con voz suave y delicada. Le tengo celos a Steph y no me voy a quedar con las ganas, mi amor.
Aquellas palabras fueron lo más excitante que he escuchado.
Comenzamos a besarnos. La forma en que lo hacía me daba a entender que ya era el momento de hacer sin pensar, incluso planear. Metía su lengua hasta donde podía. Recorría cada rincón de mi boca. Sus saliva fue incrementando, haciendo que por pequeñas cantidades, derramará por mis mejillas. Estaba totalmente feliz. En cuanto podía, pasaba su saliva. Quería que todo de ella fuera mío, poder probarlo y degustarlo. La verdad no sé el tiempo, pero besarla fue bastante tiempo. Yo estaba súper mojado, mi lubricante natural no paraba de salir. Se lo arrimaba una y otra vez. Con mis manos recorría su piel y de vez en cuando sus nalgas, pero sin llegar a esa vagina caliente, que apesar de la ropa, podía sentir su calor. Eso de no llevar mis dedos ahí, lo hice por qué ya había leído que el hacer tardío la acción siempre es mejor. Sin duda así era. Ella quería que yo conociera su hermosa vagina rosita. Pero no, tenía que reprimir un poco más tiempo mi deseo.la bese tanto tiempo hasta que me dijo; quiero que lo hagas como te plazca. Pfff! Sus palabras eran órdenes.
Seguí en el cuello para bajar lento a su pecho. Amo tanto cuando se marcan las venas. Con aquella situación, al igual que yo, su corazón latía a un ritmo de desesperación y adrenalina. Me di el tiempo de admirarlas. Ella pregunto, que? Yo solo respondí al mismo tiempo regresando a su pecho; me fascinas, Karen.
1 comentarios - Mi delirio por las maduras. 6