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Mi Hijo Me Comió El Coño

Mi Hijo Me Comió El Coño Y Me Hizo El Amor Con Toda Lujuria



Hola soy Florencia y aquí es este relato les contare como mi propio hijo de 20 años me hizo suya haciéndome gozar como una puta, espero opiniones a esta morbosa historia.


Como acabo de mencionar me llamo Florencia, soy una señora madura de 42 años de edad, tengo pelo negro, piel blanca y de estatura media. Lo que más luce de mi cuerpo son mis piernas bien sensuales que obvio me gusta mostrar jaja, soy muy golosa y a mi misma me considero una de las maduras más calientes que existe pues no puedo pasar una sola noche sin sexo, y gracias a la buena economía de mi marido estoy bien cuidada (bueno algo gordita) pero no en exceso.

Estoy casada con mi esposo actual que es un ejecutivo exitoso y de este matrimonio tuve un solo hijo de nombre Pedro que actualmente tiene 20 años de edad. El es guapo, alta un poco moreno y de cuerpo atlético por su mucho interés en el gimnasio, debo confesar que desde que mi hijo se convirtió en un hombre yo lo inicie a ver de manera diferente a desear ser cogida por él pues en todo un galán. Pero esto comenzó hace unas semanas en la que yo andaba muy caliente y diariamente le suplicaba a mi esposo cogerme sin compasión todas la noches y note que siempre mi hijo nos espiaba y nos veía como yo y su padre nos cogíamos hasta el infinito, a mí siempre me daba morbo ver como mi hijo nos espiaba y a veces se masturbaba ahí, desde esas noches notaba que mi hijo se empezaba a fijar en mi pues me miraba las piernas y culo de manera muy picara, buscaba la menor oportunidad para verme. Yo toda una madre puta no desaproveche la oportunidad para provocarlo, una noche que se estaba bañando y mi esposo no estaba decidí intentar algo y me fui a el baño con el pretexto de enjabonarle la espalda, el se extraño porque nunca había hecho esto pero no se opuso, solo me fui con unas naguas de color verdes y para a completar no me puse calzones, entre a el baño iniciando a enjabonar su cuerpo bien atlético con delicadeza, el noto que estaba excitada viendo su vergota como de unos 22 cm. De largo súper deseable para toda mujer golosa, yo deseaba tocársela más aun sentirla ya dentro mi caliente vagina, pero tuve que contenerme un rato más, notaba como su pene iba creciendo aun más pues mis naguas bien mojadas se pegaron en mis piernas mostrando mi raja con algunos pelitos que trasparentaban a través de la tela mojada.

Yo note como mi adorado hijo me miraba con lujuria mis piernas y mi vagina con fervor pero se contenía al igual que yo, más a no aguantar más le tome su verga en mis manos acariciando con mucha pasión esa vergota que tanto deseaba tocar, el al sentir y ver eso me dijo que hacía, yo le dije que se calmara y me dejara hacer esto. Me lleve a mi boca su pene mamándole con toda mi experiencia como nunca le había mamado a ningún hombre, ni a su padre mismo le mamaba todo, me lo tragaba hasta sus testículos y los volvía soltar, me metía y sacaba su pene de mi boca con mucha lujuria y desesperación, así estuvimos como 10 minutos hasta que me dijo ¡Mami ya no aguanto, voy a venirme! Yo le dije que lo podía hacer y me lleno de toda su leche mi boca tragándome cada gota de semen de mi hijo sin dudarlo ni un segundo, sabia riquísimo su lechecita. Luego me pare subí mis naguas llevando su pene a mis piernas comenzando a frotar su pene en mis piernitas y mi vagina, esto ocasiono que al poco tiempo volviera a crecer yo frotaba su pene en toda mi intimidad anhelando meterla en mi vagina, luego el tomo la iniciativa y empujo tantito provocando que entrara su puntita. Al sentir solo la puntita de su pene dentro mi rajita dio un santo de placer y quería decirle que empujara mas para que me la metiera toda pero en ese momento recordé que su padre, o sea mi esposo estaba a punto de llegar por lo que lo detuve diciéndole que continuaría otro día, al oír que otro día cogeríamos de verdad su mirada se convirtió en placer y nuestras miradas picaras se intercambiaban. Bueno esa noche termino ahí, al siguiente día cuando ya se iba al colegio y mi marido se había retirado al trabajo se sentó a desayunar, su mirada hacia mi ya era distinta ya era de deseo y morbosidad pero yo estaba un poco confundida pues al fondo de mi sentía que eso era malo y un remordimiento de culpabilidad me atormentaba la cabeza así que actué con naturalidad como si nunca hubiera pasado nada.

Más la tentación me ganaba y también mi vagina que estaba muy caliente todavía, al no haber palabras entre él y yo, el tomo la primera palabra diciéndome que si me acordaba de lo que paso ayer en la noche dentro el baño, yo me quede aun mas muda no sabiendo que contestar. Después cuando estaba calentando un té en la estufa note como se inclino para verme mis piernas debajo de mi falda, no sabía qué hacer pero la lujuria se apodero de mi de nuevo diciéndole que si le gusto como le mame su verga, con una sonrisa me dijo que le fascinó, yo me quede estática cuando me dijo que si no le podía mostrar mi vaginita de nuevo, me sudaban las manos pero en el fondo deseaba hacerlo. Sin palabra alguna me subí mi falda lentamente, al ver cómo me iba subiendo la falda mostrándole mis piernas note clarito como su verga crecía en su pantalón de nuevo, luego bajo igual lentamente mis calzones y me senté en la mesa, poco a poco fui abriendo mis piernas dándole una visión súper caliente de mi intimidad y me quede ahí con las piernas totalmente abiertas a su entera disposición, el se quedo un momento quieto mirándome toda y deleitándose con mi sexo. Después su mirada aumento de placer y deseo iniciando a tocarme, lentamente pasaba sus manos por mis piernas hasta llegar a mi raja, nos miramos pícaramente diciéndole con mi mirada que me la comiera mi coño, el no espero más poso su cabeza entre mis piernas y con mucho deleite me fue mamando mi vagina jugando con su lengua mi punto G, me sentía que flotaba en el paraíso, me llevo al infinito dándome ligeros mordiscos a mi clítoris y toda mi raja estaba al rojo vivo y no pude soportar más estalle en un exquisito orgasmo, el se bebió mis jugos vaginales diciéndome ¡Que rico sabes mamá1! Pero de nuevo ahí quedo todo nomás.

El se fue al colegio y cuando llego mi esposo estaba tan caliente que le suplique que me diera una buena cogida y por suerte me lo concedió sin dudar, después al llegar la tarde mi esposo me dijo que unos amigos suyos nos habían invitado a una fiesta de cumpleaños y nos preparamos para ir pues después de todo eso lo único que me quedaba era una buena distracción. Me puse un vestido rojo muy sensual al cual le encanto mi marido y nos retiramos no antes de dejarle una nota a nuestro hijo de que llegaríamos tarde a casa por una fiesta, en la fiesta a todos los amigos de mi esposo les encante por la manera tan provocativa que me vestí y claro como soy muy golosa me inicie a calentar de nuevo por las miradas de todos los hombres a la raja de mi vestido que permitía verme las piernas con facilidad. En fin al terminar la fiesta estaba muy cansada y ya era altas horas de la noche como eso de las 2:30 de la madrugada, y salió un imprevisto pues a causa del trabajo mandaron a traer a mi esposo por teléfono su jefe diciéndole que se presentara en su oficina a esa hora y tuve que regresar sola a casa, al llegar a mi casa como estaba muy cansada y a pesar había tomado algunas copas ni me acorde de mi hijo, me fui a la habitación y ni me desvestí solo me acosté en la cama quedándome dormida de inmediato. En el breve sueño que tuve me soñé follando con mi hijo y desperté bien caliente de nuevo pensando en el, mas mis sueños se estaban a punto de volver realidad cuando note que se abría la puerta de la habitación y note que no era mi esposo si no mi hijo deseado y para hacer más caliente el momento me hice la dormida, el estaba como loco me comenzó a subir el vestido metiendo sus manos entre mis piernas y al solo sentir el contacto de sus manos con mi entrepierna rápidamente me moje de la excitación pero seguía fingiendo estar dormida. El me subió completamente mi vestido bajándome el calzón lentamente mientras me miraba a los ojos con lujuria, yo me dejaba hacer todo lo que él quisiera, luego de quitarme mis calzones completamente metió su cabeza ente mis piernas iniciando a comerme el coño de nuevo como en la mañana y ya casi era imposible fingir estar dormida pues con sus labios de nuevo me estaba llevando al cielo.

Era maravilloso como me metía sus dedos en mi rajita vaginal con mucha delicadeza y me mamaba mi vagina con toda pasión y lujuria, el me seguía metiendo sus dedos en mi vaginita a su ancho antojo y no aguante más, comencé a gemir como toda una PUTA que es lo que me sentía en ese momento de gloria anhelado. Al verme despierta disfrutando a máximo me beso en los labios como todo u amante pues en ese instante no era mi hijo si no mi amante, al no aguantar más le dije con toda mi lujuria ¡Ya hijito no aguanto más, métemela toda hazme gozar hazme tuya! El se quito el calzoncillo liberando su magnífica verga que deseaba tenerla dentro por mucho tiempo y que el fin se volvía realidad mi sueño. Se coloco encima de mí y le acomode yo misma su verga en la entrada de mi vagina y de un solo empuje me la metió toda haciéndome sentir en la nubes y gritando como una golfa, inicio al mete y saca de su pene en mi raja muy rápido él era un dios en el seño y tenía mucha más potencia que mi esposo. Me sentía en el cielo siendo penetrada por mi propio hijo y cada que me la metía decía su nombre y me daba mucho más morbo de pensar que en cualquier momento mi marido podía llegar encontrando a su amada esposa cogiendo con su propio hijo, mas eso no ocasiono que desertara ni un segundo.

Después de una media hora cogiendo ambos estábamos como locos de pasión pero a la vez de cansancio. No aguantamos mas él se vino dentro de mi llenando mi vagina de leche súper caliente y terminamos rendidos, yo me quede dormida de agotamiento casi luego mientras mi hijo se retiro por precaución sin que yo me diera cuenta. Me quede dormida hasta el amanecer en que llego mi esposo y me despertó con un beso en los labios pero como aun estaba recordando de mi hijo inconscientemente lo nombre en ese momento y a mi marido le cayó de gran sorpresa al pronunciar el nombre de mi hijo al besarme y yo solo de pude decir lo primero que se me vino en la mente que había soñado con él y excusas como esas y por mas suerte que mi hijo se preocupo de arreglarme bien antes de retirarme nadie se entero de lo ocurrido entre yo y mi hijo. Pero ahora de vez en cuando seguiremos cogiéndonos a escondidas de mi esposo y de la sociedad.

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