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Mi novia y su amiga

Había notado que mi novia estaba un poco rara desde el viaje que tuvo con sus amigas una semana atrás, siempre la veía con ganas de decirme algo pero no se animaba. El viaje que hizo fue porque una de las del grupo de sus mejores amigas se va a casar y como despedida de soltera se fueron de viaje como 8 amigas a una playa y por lo que sabía compartió habitación con una de ellas.

Yo jamás he dudado de mi novia y por eso para mí no había problemas que se fuera ya que sabía que ella era incapaz de serme infiel con otro hombre pero su comportamiento esos últimos días me generaban pensamientos que me estaban comiendo la cabeza así que el día que ambos estábamos libres fui hasta su casa sin avisar para que no tuviera excusa para no hablar conmigo.

Cuándo llegue se sorprendió y hasta se incómodo pero yo debía seguir por mi tranquilidad y fui directo al grano. Le pregunté sobre que me ocultaba y que había pasado en ese viaje pero ella se quedó muda, y cuándo vi que las ganas de llorar eran muy notorias en su rostro me sentí muy mal pero ya había ido mentalizado para lo peor.

Ella confesó casi lo que me imaginaba, pero lo que no esperé y me agarró por sorpresa fue que me dijera que en ese viaje me había sido infiel con su propia amiga.

No sabía como reaccionar, de pronto todo el enojo se esfumó y una curiosidad enfermiza me inundó.

Le pedí que se secara las lágrimas y me explicara todo para entenderla. Ella me contó que no entendía que sucedió, me dijo como ambas siguieron conversando en la última madrugada antes de regresar, como casi no se veian muy seguido recordaban con anécdotas como en el pasado al verlas pensaban que eran pareja ya que hacían todo juntas y eran mucho más cariñosas entre ellas que con el resto de sus amigas. Entre la conversación surgió la idea de compartir cama como en los viejos tiempos, luego por el calor y la bebida ambas fueron quedando cada vez con menos ropa hasta que lo único que las cubría era su ropa interior.

al principio no había nada raro ya que solo eran dos amigas, sentadas en una cama conversado sobre la vida y bebiendo pero a media que avanzó la noche y la botella se acababa, los temas de conversación pasaron a ser un poco más personales, sobre parejas y temas sexuales.

Posición favorita, cosas alocadas que habían hecho por la calentura y sin saber bien si era a causa del alcohol que las hacía hablar de más, ambas se estaban calentando con la conversación al punto de que su amiga se había puesto una almohada en medio de las piernas y se estaba frotando contra ella.

Eso a mi novia no le importó y siguió hablando de las cosas que hacía conmigo en la intimidad mientras se acomodaba disimuladamente la botella vacía en medio de las piernas. Entre más seguían, más perdían la vergüenza al punto de masturbarse descaradamente la una frente a la otra, primero por separado pero luego empezaron los rozes de piernas y les empezó a gustar la calidez de su piel que sentían al tocarse.

Pasaron de estar una frente a otra a estar ambas acostadas en la cama, no sabe quien lo empezó pero alguna de las dos se animó a dar el primer beso que fue respondido con mucho más. Las manos se movían del cuerpo de una a la otra y pronto ambas estaban comiéndose la corrida de la otra.


Todos los detalles me los dio después de saber que me había puesto muy caliente de saber que había tenido una aventura con otra mujer que para fortuna de ambos, es bastante guapa. Mientras me contaba a detalle esa noche yo la masturbaba y ella a mi, fue algo tan excitante que me hizo correr muchas veces solo con su mano.

Por su puesto que todo no terminó ahí pero la proposición del trio viene después.

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