No dejes de pasar por mi mejor post
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No te vas a arrepentir
EL SABOR DEL ENGAÑO
2 DE 2
Cuanto tiempo ha pasado... parecen años...
Demasiado... que casualidad que estabas en la esquina, no?
Tal vez si, tal vez no, como has estado?
Bien... - dije secamente sin querer entrar en detalles, no quería que me llevara a un lugar de 'ex pareja que se adoran'
Se todo de vos, aunque ya no nos escribamos...
Si?
Se que tenes novia, o esposa, es muy bonita, te felicito!
Gracias
Por cierto, te felicito doblemente! me contaron que vas a ser papá!
Veo que estás bien informada, pero no entiendo porque estamos acá hablando de mi
Era obvio que ella trataba de congraciarse conmigo, y era obvio que mis respuestas secas y cortantes sabían a dardos envenenados
Bien, pero entonces, porqué estamos acá? podemos ir al grano? - arremetí sin rodeos
Ella miró a la ventana, su rostro se desdibujó y la sonrisa que lo llenaba se congeló en un instante, empezó a refregarse las manos, una actitud típica que tenía, cuando una situación la incomodaba se le atragantaban las palabras y solo no podía soltarlas
La angustia de todos estos días me está matando, me carcome el alma, solo ya no puedo con esto...
Ya está Natalia, dejemos el pasado en el pasado
No, no puedo, necesito contarte, sabes, entiendo que me odies, que me veas como una puta, como lo peor, entiendo todo, pero de veras, yo no soy una mala mujer, solo las cosas se dieron, me enamoré de otro hombre, una no puede dominar lo que manda el corazón
Ella trató de tomar mis manos con sus manos, pero yo las retiré de su alcance, es que no entendía, que diablos hacía ahí sentado, con Natalia, porque ahora que la vida me sonreía y estaban todos los planetas alineados me entregaba a su suerte, a dejarme arrastrar a un tortuoso camino de espinas.
Natalia empezó a buscar la forma de contar la historia paralela que siempre quise saber, esa que me desvelaba, que me enloquecía, y era curioso, iba a escucharla justo ahora, ahora que la había olvidado y ya no me interesaba
Hace mucho que no hablas con tu amigo? Arturo
Arturo?, ja! ese loco mal nacido... no sé qué fue de su vida... de repente pareció esfumarse...
Y sabes que estoy por casarme cierto?
No lo sabía, como saberlo? no supe más nada de ti, y la verdad es que por más duro que te suene, para mi estabas muerta, pero, en fin, se supone que debería felicitarte, cierto?
No, no tienes que decir nada que no sientas, comprendo - dijo ella encogiéndose de hombros y llevando nuevamente la mirada al amplio ventanal
El mozo interrumpió la charla, traía unos cafés y unas facturas que habíamos pedido, había que engañar al estómago. Cuando se retiró, ella prosiguió al tiempo que endulzaba y revolvía su espumoso café con leche
Roberto, nunca sospechaste de nadie, ya sabes, quien era mi amante, por así decirlo
No, que va, tiene sentido acaso? - hice una mueca con los labios para restarle importancia, además solo me interesaba denigrarla como mujer, como fuera, con gestos, con la mirada, con solo ignorarla
Sabes, generalmente estas cosas suceden con quien menos lo esperas, un hermano, un pariente, o... - hizo una pausa - un amigo del alma...
Un silencio se hizo entre nosotros, fue cuando me cayó la ficha, que tonto! que estúpido! Arturo! mi hermano! era obvio! era como un ciego que abría los ojos y veía la luz, todo se había hecho tan claro de repente
Arturo? - solo pregunté en un balbuceo
Ella asintió con la cabeza, sin decir palabra
Pero como? cuando? en que momento? si yo le contaba todo, Arturo? mi amigo? y vos? puta, con mi mejor amigo? nunca pude notarlo?
Yo disparaba preguntas sin esperar respuestas, desordenadas, como salían de mi cabeza, porque mis pensamientos estaban tan desordenados como mis palabras
Ella dio unos bocados a las facturas, como para hacer tiempo, como para que yo tragara el veneno del impacto y solo me tranquilizara, para luego proseguir
- Supongo que haces bien en llamarme puta, tal vez lo merezca, tal vez no, solo no sé, las cosas solo se dieron, yo no lo busqué, él no lo buscó...
Meneo la cabeza en forma negativa, como no encontrando las palabras para seguir adelante y volvió a la carga
Tu amigo era un joven atractivo, porque negarlo, carilindo, apuesto, de buen carácter, de buen vestir, no hace falta que lo diga, pero sabes que tenía un montón de chicas que suspiraban por él, y sabes que yo también siempre fui de atraer a los hombres, pero no se...
Una noche habíamos ido a bailar, con Romina, recuerdas? esa amiga mía que le habíamos presentado, era una noche más y si bien asumo que alguna vez habíamos cruzado alguna mirada cómplice solo había sido eso, porque ambos sabíamos que era un juego prohibido.
En algún momento de la noche te excusaste para ir al baño, y quedamos los tres solos, a pesar de estar con Romina, se las arregló para acercarse los suficiente y susurrarme al oído 'Roberto debe estar loco para dejarte sola, su fueras mi chica no te dejaría nunca, sos demasiado bonita...', lo miré y le regalé una sonrisa, nuestras miradas se cruzaron y sentí mi corazón desbocado bajo mi pecho, sabía que estaba mal, pero que quieres que te diga...
Yo solo escuchaba y apretaba mi puño derecho bajo la mesa, trataba de entender, de ponerme en sus zapatos, en los de mi amigo, entonces siguió
Dios sabe que no fue mi intención, ni la suya, pero siguieron sonrisas, miradas, charlas clandestinas, susurros, abrazos disimulados, roces involuntarios, deseos y situaciones que la conciencia no podría explicar.
La primera vez? esa noche que hizo una fiesta en su casa, recuerdas? yo tenía ese vestido blanco que tanto te gustaba porque me hacía ver un culo enorme, te acuerdas? con esos zapatos plateados de tacos altos que me había regalado mi madre, era la forma en la que me habías conocido
Recordé esa noche, como olvidarla, si ese vestido al piso apretado en sus nalgas, con la espalda descubierta la hacía ver grandiosa
Bailamos, bebimos, nos divertimos, pero las miradas cómplices volvieron a cruzarse como pocas veces, en algún momento de la noche Arturo subió las escaleras a la planta alta, asegurándose que yo lo viera, invitándome con la mirada, fui discreta, pasaron algunos minutos, vos estabas muy festivo, bastante tomado, bastante fumado, eras centro de atención por las payasadas que estaba haciendo, no me costó alejarme de tu lado, nadie lo notó, no lo notaste, pero subí yo también a la planta alta, adiviné donde estaba el dormitorio, él estaba sentado en una silla, esperándome, con su camisa bastante desabrochada dejando ver parte de su pecho, y ese pantalón negro que tan sexi le quedaba, me dijo que era la mujer más hermosa que había en la tierra, y que necesitaba unos segundos para llenarse la vista, solo improvisé como si fuese una modelo, pero ambos sabíamos que no teníamos mucho tiempo para que notaran nuestra ausencia, y la adrenalina nos estaba devorando, con premura el sacó su sexo de entre las ropas, estaba enorme, preciosa, solo me las arreglé para apartar el vestido y mi ropa interior, fui sobre él y me senté frente a frente, estaba tan mojada que casi no sentí como se incrustó hasta arrancarme un gemido de placer.
Yo solo escuchaba con atención, Natalia hacía tan vívido ese encuentro que aun parecía estar disfrutándolo
Empecé a moverme con furia, haciendo rechinar las patas de la silla, Arturo se llenó sus manos con mis nalgas por debajo del vestido y nuestros labios se pegaron, para besarnos, para acallar nuestros gemidos contenidos, y para calmar tanto deseo contenido. Fueron apenas minutos, dos? tres? no sé, pero sé que fueron perfectos, eternos y cuando sentí que todos sus jugos llenaban mi sexo supe que no habría retorno.
Nos acomodamos las ropas, sentí como su semen caliente poco a poco mojaba mi tanga, y en esos momentos sentimos ese arrepentimiento de la traición, ese dolor que lastima en lo profundo de la conciencia, solo lo dejé y volví con premura a la fiesta, cuando te vi, tan alegre, tan contento, me sentí una mierda, la peor de las basuras, pero no podía deshacer lo que había hecho.
Ya solo escuchaba, en esos momentos solo quería escuchar la historia, me acariciaba la barbilla en forma inconsciente, mi café se enfriaba y apenas si había pasado un sorbo
Dos días después Arturo y yo nos encontraríamos a escondidas en un café, teníamos que hablar, y teníamos que hablar sobre su amigo, mi pareja, era todo tan mierda, porque nos deseábamos, por vos estabas en el medio, nos juramos que ya no habría nuevos encuentros, había sido un error y cargaríamos con nuestros actos por el resto de los días.
Pero el corazón te lleva por caminos insospechados, él era como una necesidad, era un veneno al que no podría resistirme, aunque supiera que me estaba matando
Entonces? - apuré, puesto que hacía tiempo que no abría la boca
Entonces que la vida es una mierda, no recuerdo el motivo, pero hubo un desencuentro entre ustedes, no se donde tenían que ir, pero vos fuiste a su casa a buscarlo, y el vino a casa a buscarte? te acuerdas?
Asentí con la cabeza, había sido una situación muy cómica y muy tonta
Cinco minutos después que te fuiste sonó el timbre, pensé que eras vos que te habías olvidado algo y jamás imaginé que al abrir la puerta Arturo estaría al otro lado, para él también fue una sorpresa que yo abriera la puerta, nos quedamos como tontos tartamudos, el intentó irse, pero yo lo atraje por un brazo, solo unos minutos
Ella volvió a menear la cabeza, como perturbada por lo que seguiría, exhaló con fuerza y siguió adelante
Roberto, me de mucha vergüenza... me porté como una puta, me arrodillé a sus pies, sin decir palabras solo busqué su verga y se la empecé a chupar, a chupar y a chupar, no me importaba nada, ni siquiera lo miré a los ojos, solo quería chupársela rico, envuelta en pasión, en el sabor de lo prohibido, solo sentía mi respiración agitada y notaba como mi sexo se mojaba, como mis pezones duros se afiebraban bajo el sostén y lo sentí venir, y lejos de todas mis convicciones solo no puede despegarme, solo no pude... me sorprendí a mí misma tragando sus jugos y comprendí que no era que no me gustaba, solo que nunca había encontrado al hombre apropiado, el amor verdadero, ni siquiera contigo pude hacerlo.
El me levantó y me dio un beso eterno, aún tenía su sabor a hombre en la boca y diablos, que decir...
Tragué saliva
Empezaríamos a vivir un camino sin retorno, el paraíso con él, el infierno contigo, por no mal entiendas, el infierno era para mí, engañarte, mentirte, revolcarme como puta con él y volver a tu lado, como la mejor mujer, como si nada pasada, siempre fuiste un buen hombre y no lo merecías, miles de veces dijimos que había sido la última vez, y miles de veces volvimos a caer.
Se que no lo vas a entender, pero merecías saberlo.
Sabes lo que sentía chuparle la pija y después besarte como si nada pasara? merezco arder en el infierno, lo sé...
Y llegó el momento en el que el cornudo se enteró...
En esos tiempos las cartas estaban echadas, estábamos enamorados, y solo no encontrábamos la forma de decírtelo, - ella se rio como con resignación - todavía no puedo entender que te dieras cuenta por lo que te diste cuenta, parecías estar ciego a tosas las señales que te dábamos
Arturo se había puesto muy posesivo, celoso y ya no toleraba que yo estuviera contigo, quería darle un corte a la situación.
Una tarde solo me agarró a la fuerza, él es de hacer esas cosas y eso me excita mucho, yo estaba con una falda corta, muy casual, el me miraba como el lobo a la caperucita roja, y yo me portaba con la inocencia fingida de la caperucita roja, solo lo provoqué al extremo. Vino donde estaba, me levantó la falda y mi culo quedó a su vista apenas protegido por una colaless de encaje, me dio una fuerte nalgada al punto de dejarme los dedos marcados y arrancarme un quejido contenido.
Con torpeza me bajó la tanga, tomó mi brazo derecho y lo forzó detrás de mi espalda, me apretó contra la pared, con mis pechos y mi rostro pegado a ella y mi espalda hacia su lado, escupió sus dedos y untó mi culo, noté sus intenciones y traté de advertirle, le dije que no, que por ahí no, pero era notorio que mi deseo contenido decía más que mis palabras, me dijo entonces en susurros al oído que me dejaría marcada para siempre, que solo él sería mi dueño, el dueño de mi mas preciado tesoro, sonaba tan tentador que como negarlo
Y le diste el culo... - la corté tratando de ser punzante
Si, que quieres que te diga, mi más preciado tesoro, solo para el hombre indicado, dolor, placer, sumisión, entrega, me hizo gemir como perra, un perverso pecado imposible de confesar
Pero bueno, ya estaba, le recriminé, no estaba bien, seguro vos lo notarías, pero él con una sonrisa perversa me dijo que no, que todo estaba bien, pero yo sabía que mentía, y cuando vi como tenía el culito abierto me quise morir.
No lo notaste a la primera, tampoco a la segunda, pero Arturo se encargó de hacerlo una y otra vez, y dejármelo más y más abierto, era solo cuestión de tiempo
Ahora yo meneaba la cabeza de lado a lado, me sentí tan estúpido, haber estado ciego y darme cuanta apenas por un culo roto, miraba por la ventana, el odio me quemaba por dentro, ella volvió al presente entonces
Cuando supe que estabas enamorado nuevamente me alegré mucho y cuando me enteré de que ibas a ser papá supe que era el momento...
Saqué unos billetes y los dejé acomodados sobre la mesa para cubrir lo que habíamos consumido, era tarde, y mi esposa no merecía que siguiera perdiendo el tiempo, me arropé, la miré y le dije
No te juzgo, pero sos una pobre mujer, y Arturo, le mandas mis saludos, al final, él se quedó con lo peor de la historia...
Ella me tomó de la mano antes que partiera, sus ojos estaban llenos de lágrimas, apenas sentenció
Sabes, terminamos de perder nuestro segundo embarazo, supongo que lo merecemos...
Fue el fin de la historia, solo la dejé charlando con su conciencia.
Haberlos encontrado años después movió muchas cosas en mi interior, era imposible que no sucediera, tal vez ver esa beba en sus brazos marcara el final de un castigo, como fuera, mi spiderman se movió en la cama y me trajo al presente, mi amada esposa, mis preciosos hijos, solo así, pude conciliar el sueño.
FIN
Si te gustó esta historia puedes escribirme con título EL SABOR DEL ENGAÑO a dulces.placeres@live.com
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No te vas a arrepentir
EL SABOR DEL ENGAÑO
2 DE 2
Cuanto tiempo ha pasado... parecen años...
Demasiado... que casualidad que estabas en la esquina, no?
Tal vez si, tal vez no, como has estado?
Bien... - dije secamente sin querer entrar en detalles, no quería que me llevara a un lugar de 'ex pareja que se adoran'
Se todo de vos, aunque ya no nos escribamos...
Si?
Se que tenes novia, o esposa, es muy bonita, te felicito!
Gracias
Por cierto, te felicito doblemente! me contaron que vas a ser papá!
Veo que estás bien informada, pero no entiendo porque estamos acá hablando de mi
Era obvio que ella trataba de congraciarse conmigo, y era obvio que mis respuestas secas y cortantes sabían a dardos envenenados
Bien, pero entonces, porqué estamos acá? podemos ir al grano? - arremetí sin rodeos
Ella miró a la ventana, su rostro se desdibujó y la sonrisa que lo llenaba se congeló en un instante, empezó a refregarse las manos, una actitud típica que tenía, cuando una situación la incomodaba se le atragantaban las palabras y solo no podía soltarlas
La angustia de todos estos días me está matando, me carcome el alma, solo ya no puedo con esto...
Ya está Natalia, dejemos el pasado en el pasado
No, no puedo, necesito contarte, sabes, entiendo que me odies, que me veas como una puta, como lo peor, entiendo todo, pero de veras, yo no soy una mala mujer, solo las cosas se dieron, me enamoré de otro hombre, una no puede dominar lo que manda el corazón
Ella trató de tomar mis manos con sus manos, pero yo las retiré de su alcance, es que no entendía, que diablos hacía ahí sentado, con Natalia, porque ahora que la vida me sonreía y estaban todos los planetas alineados me entregaba a su suerte, a dejarme arrastrar a un tortuoso camino de espinas.
Natalia empezó a buscar la forma de contar la historia paralela que siempre quise saber, esa que me desvelaba, que me enloquecía, y era curioso, iba a escucharla justo ahora, ahora que la había olvidado y ya no me interesaba
Hace mucho que no hablas con tu amigo? Arturo
Arturo?, ja! ese loco mal nacido... no sé qué fue de su vida... de repente pareció esfumarse...
Y sabes que estoy por casarme cierto?
No lo sabía, como saberlo? no supe más nada de ti, y la verdad es que por más duro que te suene, para mi estabas muerta, pero, en fin, se supone que debería felicitarte, cierto?
No, no tienes que decir nada que no sientas, comprendo - dijo ella encogiéndose de hombros y llevando nuevamente la mirada al amplio ventanal
El mozo interrumpió la charla, traía unos cafés y unas facturas que habíamos pedido, había que engañar al estómago. Cuando se retiró, ella prosiguió al tiempo que endulzaba y revolvía su espumoso café con leche
Roberto, nunca sospechaste de nadie, ya sabes, quien era mi amante, por así decirlo
No, que va, tiene sentido acaso? - hice una mueca con los labios para restarle importancia, además solo me interesaba denigrarla como mujer, como fuera, con gestos, con la mirada, con solo ignorarla
Sabes, generalmente estas cosas suceden con quien menos lo esperas, un hermano, un pariente, o... - hizo una pausa - un amigo del alma...
Un silencio se hizo entre nosotros, fue cuando me cayó la ficha, que tonto! que estúpido! Arturo! mi hermano! era obvio! era como un ciego que abría los ojos y veía la luz, todo se había hecho tan claro de repente
Arturo? - solo pregunté en un balbuceo
Ella asintió con la cabeza, sin decir palabra
Pero como? cuando? en que momento? si yo le contaba todo, Arturo? mi amigo? y vos? puta, con mi mejor amigo? nunca pude notarlo?
Yo disparaba preguntas sin esperar respuestas, desordenadas, como salían de mi cabeza, porque mis pensamientos estaban tan desordenados como mis palabras
Ella dio unos bocados a las facturas, como para hacer tiempo, como para que yo tragara el veneno del impacto y solo me tranquilizara, para luego proseguir
- Supongo que haces bien en llamarme puta, tal vez lo merezca, tal vez no, solo no sé, las cosas solo se dieron, yo no lo busqué, él no lo buscó...
Meneo la cabeza en forma negativa, como no encontrando las palabras para seguir adelante y volvió a la carga
Tu amigo era un joven atractivo, porque negarlo, carilindo, apuesto, de buen carácter, de buen vestir, no hace falta que lo diga, pero sabes que tenía un montón de chicas que suspiraban por él, y sabes que yo también siempre fui de atraer a los hombres, pero no se...
Una noche habíamos ido a bailar, con Romina, recuerdas? esa amiga mía que le habíamos presentado, era una noche más y si bien asumo que alguna vez habíamos cruzado alguna mirada cómplice solo había sido eso, porque ambos sabíamos que era un juego prohibido.
En algún momento de la noche te excusaste para ir al baño, y quedamos los tres solos, a pesar de estar con Romina, se las arregló para acercarse los suficiente y susurrarme al oído 'Roberto debe estar loco para dejarte sola, su fueras mi chica no te dejaría nunca, sos demasiado bonita...', lo miré y le regalé una sonrisa, nuestras miradas se cruzaron y sentí mi corazón desbocado bajo mi pecho, sabía que estaba mal, pero que quieres que te diga...
Yo solo escuchaba y apretaba mi puño derecho bajo la mesa, trataba de entender, de ponerme en sus zapatos, en los de mi amigo, entonces siguió
Dios sabe que no fue mi intención, ni la suya, pero siguieron sonrisas, miradas, charlas clandestinas, susurros, abrazos disimulados, roces involuntarios, deseos y situaciones que la conciencia no podría explicar.
La primera vez? esa noche que hizo una fiesta en su casa, recuerdas? yo tenía ese vestido blanco que tanto te gustaba porque me hacía ver un culo enorme, te acuerdas? con esos zapatos plateados de tacos altos que me había regalado mi madre, era la forma en la que me habías conocido
Recordé esa noche, como olvidarla, si ese vestido al piso apretado en sus nalgas, con la espalda descubierta la hacía ver grandiosa
Bailamos, bebimos, nos divertimos, pero las miradas cómplices volvieron a cruzarse como pocas veces, en algún momento de la noche Arturo subió las escaleras a la planta alta, asegurándose que yo lo viera, invitándome con la mirada, fui discreta, pasaron algunos minutos, vos estabas muy festivo, bastante tomado, bastante fumado, eras centro de atención por las payasadas que estaba haciendo, no me costó alejarme de tu lado, nadie lo notó, no lo notaste, pero subí yo también a la planta alta, adiviné donde estaba el dormitorio, él estaba sentado en una silla, esperándome, con su camisa bastante desabrochada dejando ver parte de su pecho, y ese pantalón negro que tan sexi le quedaba, me dijo que era la mujer más hermosa que había en la tierra, y que necesitaba unos segundos para llenarse la vista, solo improvisé como si fuese una modelo, pero ambos sabíamos que no teníamos mucho tiempo para que notaran nuestra ausencia, y la adrenalina nos estaba devorando, con premura el sacó su sexo de entre las ropas, estaba enorme, preciosa, solo me las arreglé para apartar el vestido y mi ropa interior, fui sobre él y me senté frente a frente, estaba tan mojada que casi no sentí como se incrustó hasta arrancarme un gemido de placer.
Yo solo escuchaba con atención, Natalia hacía tan vívido ese encuentro que aun parecía estar disfrutándolo
Empecé a moverme con furia, haciendo rechinar las patas de la silla, Arturo se llenó sus manos con mis nalgas por debajo del vestido y nuestros labios se pegaron, para besarnos, para acallar nuestros gemidos contenidos, y para calmar tanto deseo contenido. Fueron apenas minutos, dos? tres? no sé, pero sé que fueron perfectos, eternos y cuando sentí que todos sus jugos llenaban mi sexo supe que no habría retorno.
Nos acomodamos las ropas, sentí como su semen caliente poco a poco mojaba mi tanga, y en esos momentos sentimos ese arrepentimiento de la traición, ese dolor que lastima en lo profundo de la conciencia, solo lo dejé y volví con premura a la fiesta, cuando te vi, tan alegre, tan contento, me sentí una mierda, la peor de las basuras, pero no podía deshacer lo que había hecho.
Ya solo escuchaba, en esos momentos solo quería escuchar la historia, me acariciaba la barbilla en forma inconsciente, mi café se enfriaba y apenas si había pasado un sorbo
Dos días después Arturo y yo nos encontraríamos a escondidas en un café, teníamos que hablar, y teníamos que hablar sobre su amigo, mi pareja, era todo tan mierda, porque nos deseábamos, por vos estabas en el medio, nos juramos que ya no habría nuevos encuentros, había sido un error y cargaríamos con nuestros actos por el resto de los días.
Pero el corazón te lleva por caminos insospechados, él era como una necesidad, era un veneno al que no podría resistirme, aunque supiera que me estaba matando
Entonces? - apuré, puesto que hacía tiempo que no abría la boca
Entonces que la vida es una mierda, no recuerdo el motivo, pero hubo un desencuentro entre ustedes, no se donde tenían que ir, pero vos fuiste a su casa a buscarlo, y el vino a casa a buscarte? te acuerdas?
Asentí con la cabeza, había sido una situación muy cómica y muy tonta
Cinco minutos después que te fuiste sonó el timbre, pensé que eras vos que te habías olvidado algo y jamás imaginé que al abrir la puerta Arturo estaría al otro lado, para él también fue una sorpresa que yo abriera la puerta, nos quedamos como tontos tartamudos, el intentó irse, pero yo lo atraje por un brazo, solo unos minutos
Ella volvió a menear la cabeza, como perturbada por lo que seguiría, exhaló con fuerza y siguió adelante
Roberto, me de mucha vergüenza... me porté como una puta, me arrodillé a sus pies, sin decir palabras solo busqué su verga y se la empecé a chupar, a chupar y a chupar, no me importaba nada, ni siquiera lo miré a los ojos, solo quería chupársela rico, envuelta en pasión, en el sabor de lo prohibido, solo sentía mi respiración agitada y notaba como mi sexo se mojaba, como mis pezones duros se afiebraban bajo el sostén y lo sentí venir, y lejos de todas mis convicciones solo no puede despegarme, solo no pude... me sorprendí a mí misma tragando sus jugos y comprendí que no era que no me gustaba, solo que nunca había encontrado al hombre apropiado, el amor verdadero, ni siquiera contigo pude hacerlo.
El me levantó y me dio un beso eterno, aún tenía su sabor a hombre en la boca y diablos, que decir...
Tragué saliva
Empezaríamos a vivir un camino sin retorno, el paraíso con él, el infierno contigo, por no mal entiendas, el infierno era para mí, engañarte, mentirte, revolcarme como puta con él y volver a tu lado, como la mejor mujer, como si nada pasada, siempre fuiste un buen hombre y no lo merecías, miles de veces dijimos que había sido la última vez, y miles de veces volvimos a caer.
Se que no lo vas a entender, pero merecías saberlo.
Sabes lo que sentía chuparle la pija y después besarte como si nada pasara? merezco arder en el infierno, lo sé...
Y llegó el momento en el que el cornudo se enteró...
En esos tiempos las cartas estaban echadas, estábamos enamorados, y solo no encontrábamos la forma de decírtelo, - ella se rio como con resignación - todavía no puedo entender que te dieras cuenta por lo que te diste cuenta, parecías estar ciego a tosas las señales que te dábamos
Arturo se había puesto muy posesivo, celoso y ya no toleraba que yo estuviera contigo, quería darle un corte a la situación.
Una tarde solo me agarró a la fuerza, él es de hacer esas cosas y eso me excita mucho, yo estaba con una falda corta, muy casual, el me miraba como el lobo a la caperucita roja, y yo me portaba con la inocencia fingida de la caperucita roja, solo lo provoqué al extremo. Vino donde estaba, me levantó la falda y mi culo quedó a su vista apenas protegido por una colaless de encaje, me dio una fuerte nalgada al punto de dejarme los dedos marcados y arrancarme un quejido contenido.
Con torpeza me bajó la tanga, tomó mi brazo derecho y lo forzó detrás de mi espalda, me apretó contra la pared, con mis pechos y mi rostro pegado a ella y mi espalda hacia su lado, escupió sus dedos y untó mi culo, noté sus intenciones y traté de advertirle, le dije que no, que por ahí no, pero era notorio que mi deseo contenido decía más que mis palabras, me dijo entonces en susurros al oído que me dejaría marcada para siempre, que solo él sería mi dueño, el dueño de mi mas preciado tesoro, sonaba tan tentador que como negarlo
Y le diste el culo... - la corté tratando de ser punzante
Si, que quieres que te diga, mi más preciado tesoro, solo para el hombre indicado, dolor, placer, sumisión, entrega, me hizo gemir como perra, un perverso pecado imposible de confesar
Pero bueno, ya estaba, le recriminé, no estaba bien, seguro vos lo notarías, pero él con una sonrisa perversa me dijo que no, que todo estaba bien, pero yo sabía que mentía, y cuando vi como tenía el culito abierto me quise morir.
No lo notaste a la primera, tampoco a la segunda, pero Arturo se encargó de hacerlo una y otra vez, y dejármelo más y más abierto, era solo cuestión de tiempo
Ahora yo meneaba la cabeza de lado a lado, me sentí tan estúpido, haber estado ciego y darme cuanta apenas por un culo roto, miraba por la ventana, el odio me quemaba por dentro, ella volvió al presente entonces
Cuando supe que estabas enamorado nuevamente me alegré mucho y cuando me enteré de que ibas a ser papá supe que era el momento...
Saqué unos billetes y los dejé acomodados sobre la mesa para cubrir lo que habíamos consumido, era tarde, y mi esposa no merecía que siguiera perdiendo el tiempo, me arropé, la miré y le dije
No te juzgo, pero sos una pobre mujer, y Arturo, le mandas mis saludos, al final, él se quedó con lo peor de la historia...
Ella me tomó de la mano antes que partiera, sus ojos estaban llenos de lágrimas, apenas sentenció
Sabes, terminamos de perder nuestro segundo embarazo, supongo que lo merecemos...
Fue el fin de la historia, solo la dejé charlando con su conciencia.
Haberlos encontrado años después movió muchas cosas en mi interior, era imposible que no sucediera, tal vez ver esa beba en sus brazos marcara el final de un castigo, como fuera, mi spiderman se movió en la cama y me trajo al presente, mi amada esposa, mis preciosos hijos, solo así, pude conciliar el sueño.
FIN
Si te gustó esta historia puedes escribirme con título EL SABOR DEL ENGAÑO a dulces.placeres@live.com
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