Mi madre nos miraba furiosa, desde la entrada de la puerta. Yo estaba terminando de correrme dentro de mi hermana, los chorros de semen ya estaban saliendo, podía sentir que aún quedaba bastante semen dentro de mi hermana.
- ¿Qué carajos están haciendo ustedes?
Grito nuestra madre, con su tono de voz demasiado elevada. Teníamos miedo que los gritos de nuestra madre los escuché nuestro padre y empleados.
- ¡Esto no es lo que parece mamá!
- ¡¿Entonces no acabo de ver a mis hijos tener sexo como animales!?
-Mamá… ehm, nosotros… yo… creo…
Al ver que mi hermana no sabía que decir, tuve que ayudarla, y quise cambiar el tema para ver si nuestra madre se calmaba.
-Mamá, porque no tocaste la puerta.
Pensé que se había calmado con esa pregunta que le hice, pero al parecer hice que se exalte más.
- ¡Cállense los dos! _nos dijo gritando_. Y vístanse par de degenerados.
Mi hermana y yo nos vestimos los más rápido que pudimos, mientras nuestra madre entró al cuarto; cerrando la puerta; para saber porque sus hijos estaban teniendo sexo.
- ¿Cómo se les ocurre hacer esto? _nos decía, con su tono de voz normal_. Sepárense, son hermanos, esto es incesto.
-Pero, mamá… ―dijimos al unisonó mi hermana y yo, avergonzados.
Fue inútil hablar, ella no escuchaba nuestras palabras. No serviría de nada explicarle que lo que estábamos haciendo. Nuestra madre avanzo y se sentó en el sofá que tiene mi hermana a lado de su cama.
-Ahora mismo me van a explicar… _nos decía con tono de voz normal_. ¿Pero qué carajo estaba pasando? ―Preguntó mi madre, ahora si elevando su tono de voz.
-No pienses mal, Mamá. _dijo mi hermana_. Me sorprendí que mi hermana estuviera así de asustada_. Es que… es que te espiábamos, cuando tenías sexo con papa, y de tanto ver nuestra excitación creció y no nos importó que seamos hermanos.
-Entonces la culpa es mía, de que ustedes hayan tenido sexo. _decía mi madre_. Y supongo que también es culpa mía que Mateo, te llenara la vagina con su semen. _mientras lo decía se le iba subiendo su enojo_. Acabaste dentro de tu hermana eso significa que la embarazaste. ¡Te voy a matar! ¿Cómo se te ocurre terminar dentro de tu hermana?
-Mamá, cálmate... tú no tienes la culpa de nada. _dijo Priscila_. Yo le di permiso a Mateo para que se corra dentro.
- ¿Qué? ¿Tú se lo permitiste…?
-Que se corra dentro, sí…
-Y lo dices así de tranquila, puedes quedar embarazada _decía mi madre_. ¿Te quieres limpiar tu vagina?
-No mamá, no puede quedar embarazada. _mi hermana le explicaba a mi madre_. No te acuerdas, que tomo anticonceptivos.
Ver a mi madre con su cara llena de enojo es algo que nunca imaginé, Tengo que admitir que así de enojada se veía hermosa, sea mi mamá o no, Josefina estaba vestida con una blusa blanca y faldita corta roja, no me había fijado antes del susto, pero al mirarla ahora estaba buenísima, mi lado masculino más primitivo disfrutaba verla así vestida.
-Tú y yo vamos a tener que hablar muy seriamente, Mateo. _me dijo mi madre, mirándome_. Y tú Priscila, vete a limpiar, así me quedo tranquila.
-Ahora, quieres que me limpie… tendría que bañarme completa.
-Entonces báñate, así a tu hermano se va a su cuarto. _mientras mi madre le decía a mi hermana, me miraba mi bulto que se notaba en mi pantalón, a mirada de Priscila se posó sobre mi pene, como si fuera la primera vez que me lo mira_. ¡Ándate a bañar!
-No grites, mamá, ya voy. _dijo Priscila_. Déjame sacar mi toalla del ropero.
- ¡Y tu Mateo, vete a tu cuarto!
-Pero ¿No vas a decir nada de esto? _decía mi hermana.
-Claro que no, sería un escándalo. _aseguró Josefina, más calmada_. Solo vete a bañar Priscila.
- ¡Ok, ya voy!…
Priscila tiro su toalla a la cama, e hizo algo que no me imaginaba que hiciera frente a nuestra madre, se sacó su blusa y pantalón, sus curvas eran formidables, su vientre plano y esas nalgas macizas, tomó la diminuta tanga negra que tenía y comenzó a bajarla. Lo hizo de forma rápida. Me hice el distraído al ver aparecer su vagina. Alicia arrojó toda su ropa dentro del cesto de ropa sucia, de pronto ella se agachó mostrándome su culo, ya entendía que hacía todo eso para ver la reacción de nuestra madre.
-Y tu Mateo, vete a tu cuarto. _me dijo mi madre_. En la noche hablamos tú y yo.
-Claro. _le respondí mientras salía a mi cuarto.
-Y, por último. _nos detuvo nuestra madre_. No los quiero ver junto de ahora en adelante, les queda claro.
-Si, nos quedó claro. _dijimos al unisonó.
Toda la tarde, para no tener que ver a mi madre, decidí quedarme en mi cuarto, jugando con el pc, pensé que pasaría el resto de la tarde jugando Resident Evil 5, pero a mi teléfono llego una notificación de un nuevo mensaje. Supuse que eran mis amigos de la facultad, sin embargo, era alguien que no esperaba. Era mi hermana, Priscila. Me emocione mucho al ver que me ella me escribió, porque yo no quería hablarle por lo que nos dijo nuestra madre de no estar juntos y peor solos.
En el primer mensaje me saludo y me dijo que ya era hora de la merienda, pensé que quería hablar de lo sucedido; pero recordé la amenaza de nuestra madre. Le dije que ya bajaba. Al bajar pensaba la tensión que iba a ver de parte de mi madre, pero paso todo lo contrario, fue una merienda tranquila, nadie hizo ningún tipo de miradas, en especial de mi o de mi hermana, terminada la merienda, y como no me podía acercar a Priscila, se me ocurrió pedirle el numero a Julia, para ver si accedía a coger vuelta conmigo.
-Hola Julia, me das tu número, para poder conversar en un rato.
-Claro, dame un momento para anotártelo.
-Bien. _mientras le respondía, miraba que no venga nadie.
-Toma aquí está mi número.
-A qué hora te desocupas.
-Hasta que limpio y ordeno. _me decía, mientras pensaba_. Después de una hora me desocupo.
-Ok.
La primera parte de mi plan fue todo un éxito, ahora faltaba escribirle y que ella acepté coger conmigo, pero hasta eso faltaba una hora, me tocaba esperar, así que mejor me iba a mi cuarto, pero cuando iba a la mitad de la escalera, escuché que me llamaban, era mi madre.
-Mateo, espérame en tu cuarto. _dijo mi madre_. Que tenemos que hablar.
-Que, ahora.
-Si en una hora y media subo tu cuarto.
-Entiendo.
Después de una media hora, me escribió Julia, me saludo y yo le devolví el saludo, le dije que después de la cogida que tuvimos en la madrugada habían pasado muchos sucesos excitantes.
-Tu hermana me dijo que cogieron, además me dijo que quieres volver a follarme, con lo bien dotado que estas, capaz y lo repetimos.
-Cierto. Priscila me dijo que ustedes son “amigas con derechos”.
-Es verdad… a. ambos nos gustan las aventuras sexuales y juntas lo disfrutamos de una manera espectacular. _me dijo Julia_. Pasemos fotos de ambos para calentar el ambiente.
-Vaya, que ya te soltaste, pero está bien.
En ese instante me llegó la primera foto, mostraba que se agarraba una de sus tetas, tenía puesto un sostén de encaje color piel, el cabello lacio le pasaba por los hombros, la foto terminaba mostrando su rostro, sus labios estaban pintados con labial rojo, que labios más ricos y sensuales.
-Para que te hagas una rica paja. _me dijo Julia.
- ¡Oh! Sí, que eres atrevida.
- ¡Ja! Eso es un pequeño regalo.
Después me mandó una foto igual a la anterior, con un detalle cambiado, en esta ya no llevaba sostén. Sus tetas se exhibían como trofeos. Ya el ambiente se iba calentando.
-Si me mandas foto de tu paquete, yo te envió fotos más picantes ―me prometió.
Nunca había tenido este tipo de chat con mis ex novias, había algo en ella que me gustaba que fuera tan atrevida, tal vez era el morbo que me generaba, era innegable lo bonita y sensual que era, mi pene se me puso duro en unos segundos, la verdad era que nunca me tome fotos de mi pene, no me gustaba ni pensar en sacarme fotos de mi aparato, le tome foto en un ángulo que mostrara todo su esplendor, quería que ella lo viera bien.
-Que rico, Mateo… sí que estas bien armado. _me dijo Julia, al enviarle la foto de mi pene_. No puedo esperar a darte una mamada.
Las siguientes fotos que me mandó eran mucho mejor, su vagina se lucía, me quedé impactado con su rica vagina y su espectacular clítoris, mi temperatura corporal fue subiendo y empecé a pajearme de inmediato.
Lo que me gustaba era saber que me follaria a Julia, en unas cuantas horas. A mí no me importaba si era amiga con derechos o novia de mi hermana, lo único en que pensaba era en tener sexo con ella. Me envió una foto que me gusto, ella estaba en cuatro mostrando su asombroso culo, el cual lucia muy sensual, vaya que esa foto me hizo subir de golpe mi excitación.
-Mándame más fotos de tu verga. _me dijo_. Me dan ansias por darte una mamada.
No me toco otra que mandarle más fotos de mi pene erecto, para complacerla.
- ¿Eres buena dando mamadas?
- Tanto buena no, solo eh chupado vaginas… nunca mame una verga grande como la tuya, pero por algo se empieza.
-Claro, conmigo prácticas.
-Bueno me voy a dormir, pero te dejo esta fotito para que la disfrutes.
-Ok, gracias.
La siguiente foto me sorprendió un poco. Pude ver a mi hermana y entre las piernas de ella, noté a Julia, con su boca, estaba mamando la vagina de mi hermana. Me puse a mil de solo ver aquella foto.
-Porque mamá tuvo que arruinarlo. _lo dije en voz alta, como esta solo_. Ahora estuviera follandome a Priscila.
Estaba pajeandome frenéticamente mientras me deleitaba viendo esa magnífica foto lésbica, de lo concentrado que estaba, me pareció oír abrirse la puerta, pero no le tome importancia.
-Debo acabar antes de que llegue mamá. _dije_. Debo seguir.
Cuando sentí que ya iba a terminar cerré los ojos para disfrutarlo mejor, pero me sorprendió algo que nunca me imagine que pasaría, mi madre me agarro la verga. Esta vez era mi culpa, yo tendría que haber puesto el seguro a la puerta.
-Mamá, que haces aquí.
-Estoy para ayudarte. _me lo dijo con voz maternal. _Soy tu madre y debo hacer esto, déjame sacar mi blusa y sostén para no mancharlos.
Sin aviso alguno mi madre comenzó a pajearme de arriba abajo con sus manos, era una sensación nueva, pero el hecho que sea mi sensual madre, me gustaba y mas aun me excitaba viendo sus tetasas.
- ¡Pero… mamá! _le dije con voz temblorosa_. Esto se siente extraño.
-También para mi es extraña esta sensación. _ me respondió_. Piensa en una chica, yo pensare en tu papá, mirare a otro lado si hace sentir mejor.
-Si… es probable…
-Aun no puedo creer que estoy masturbando a mi hijo.
-Se siente bien, mamá. _ le dije un poco excitado_. Tus manos son sensacionales.
-Gracias hijo. _me dijo_. Por favor córrete antes de que pierda el control.
-No puedo mamá. _le decía_. Seria mejor si estuvieras desnuda.
-Tienes razón, necesitas algo visual para acabar.
Dejo de pajearne y se puso de pie, su cuerpo era hipnotizable, me gusto ver esas dos grandes tetas moviéndose, su vientre plano y esas caderas que bien formadas las tenías, tomó y se bajó el short y luego comenzó a bajarse la diminuta tanga roja. No lo hizo de forma sexy, se saco la ropa como quien estuviera apurada.
Continuo pajeandome, ahora estaba de lado derecho, la velocidad que ejercía era normal, la tibieza de su mano era angelical, me costaba imaginar a otra mujer en ese momento, me coloque mi mano sobre mi cara para no ver a mi madre, y para que ella no tenga que ver la cara de su hijo mientras lo masturba.
Pero mi morbo era mas alto, el solo hecho de ver a mi madre pajeandome me ponía a mil, hice algo que no pensé, la calentura me hizo pasar por un mal rato para mamá, la levante y la puso ahora de lado izquierdo para poder darle cachetadas en su majestuoso culo.
-Que rico culos, tienes.
Me estuvo mamando la verga por un rato, mientras yo le sobaba el culo, en un momento dado se levantó, y dejo de mamármela, ahora dio paso a una conversación que teníamos pendiente.
-Ya que te di placer por un rato, pasemos a hablar. _me dijo ella_. Si quieres que te siga dando placer, va a depender de la honestidad de tus respuestas, si mientes te dejo, así como estas.
-Me parece bien, adelante pregunta.
- ¡Desde cuando te acuestas con tu hermana menor!
-Así como lo dices suena mal. _le dije_. No te parece.
-Y entonces que es lo que tu mente piensa que hacían. _me contesto frunciendo la ceja_. Acaso pensaste que era un juego.
-Si, ya entendí. _atine a decir. _Pues para serte honesto yo no fui el que insinuó de tener sexo, fue Priscila la que me propuso hacerlo, ella me sedujo.
-Ah, ya veo. _me dijo_. Y tu eres niño chiquito, que te dejas convencer, porque le dijiste que no.
-Mamá, soy hombre y ante cualquier estimulo reacciono.
-Lo sé, pero cual fue la acción que provoco esto, que los llevo a esto.
-Fueron tus gritos de placer, cuando tenias sexo con papa. _le dije con total seguridad_. No te ofendas por lo que te diré, pero parecías puta gritando.
-Ustedes depravados se excitaron por mis gemidos. _decía mi madre algo molesta_. Que yo no tengo derecho a disfrutar de la sexualidad.
-Tú puedes disfrutar, mamá. _le decía yo_. Pero Priscila me convenció de espiarte mientras tenias sexo, y eso fue el detonante, que acabo con lo que viste.
-Si que son unos enfermos, espiar a sus padres. _decía mientras se tomaba la cabeza_. No puede creer que crie a unos degenerados.
-Mamá. Tranquilízate, tu pediste la verdad, y yo estoy siendo honesto.
-Es que me cuesta creer todo lo que me dices. _me decía un poco calmada_. Y desde cuanto tiempo nos espiaban.
-Bueno, yo desde estas vacaciones. _le dije_. Priscila creo que lleva dos años espiándote.
-Así que tu hermana es la mas atrevida. _me dijo. _Yo no puedo creer que tu hermana sea así, solo pensaba que tenia gustos por las mujeres.
-Si, Priscila es bien atrevida y también es bisexual. _yo le decía mientras le miraba las tetas_. Pero es su vida y debes respetarla.
-No me queda otra que aceptar. _dijo ella_. Parece que fue una charla algo inusual, pero gracias por tu honestidad.
-De nada, pero mamá, quisiera saber porque abriste la puerta sin tocar. _tenia guardada esa pregunta, y ahora era el momento para preguntar.
-En un inicio escuche gemidos, que provenían del cuarto de Priscila, no le tome importancia porque imagine que se estaba masturbando, algo normal para su edad.
-Si, y de ahí que más oíste, mamá.
-Escuche unas risas, y eso me pico la curiosidad, yo me pensaba que Priscila estaría con Julia; recordé que en varias ocasiones vi a Priscila levantar la falda de Julia y meterle mano, o en otras las vi besarse; entonces quise salir de dudas y comprobarlo, pero cuando apegue mi oído a la pared te escuche y me sorprendí, que harías ahí con tu hermana, picada por la curiosidad abrí un poco la puerta y observe tal escena, mi ira me gano y abrí bruscamente la puerta.
-Ehm, ya sabias las andanzas de Julia y Priscila. _me toco cambiar de tema por si volvía a enfurecerse.
-Si, porque yo las había visto. _mientras me lo decía, me percate que mi madre se acariciaba despacio su clítoris.
No podía creerlo mi madre, creo que le gustan ver a dos mujeres, para saber más se me ocurrió decirle varias cosas de Julia y Priscila para comprobar mi teoría y tal vez hasta me podría follar a mi madre, aquí mismo.
-Ellas son novias. _le dije, lanzando el primer anzuelo_. Ella me conto que han tenido sexo desde hace ya dos años.
-Priscila, te dijo eso, ósea Julia es su novia.
-Si, ella me dijo todo. _dije_. Priscila desvirgo a Julia tanto anal, vaginal y oral.
-No lo puedo creer, lo que me dices.
-Créelo, es verdad todo. _al parecer mi teoría era cierto, a mi madre le gusta escuchar cosas de lesbianas, o no era eso, o a mi progenitora le gustaba su hija.
-Muévete, has me espacio. _ su pregunta me tomo descuidado, cuando me di cuenta ella me movió, tumbándome de la cama.
Vaya que ni la vi venir, al levantarme, me quedé sorprendido, pero sonríe al ver que acerté con mi teoría, mi madre se apretaba los pezones mientras se me metía los dedos dentro de su vagina, ella parecía estar en otro lado, al parecer ella había olvidado que estaba ahí, aprovechando que tenia sus ojos cerrados y su mente en las nubes, me comencé a pajear viendo la escena.
Parecía una adolescente a la hora de masturbarse, sus movimientos eran perfectos se acariciaba su clítoris unos minutos, para luego meter dos dedos dentro de su vagina, se me ocurrió que tal vez esto no se vuelva a repetir y que mejor seria grabar la evidencia, para después disfrutarla, un poco más tranquilo.
-Oh, que rico se siente, aahh. _escuchaba como gemía.
Se masturbaba lentamente para luego acelerar el ritmo, esos cambios de ritmo me tenían a mil mi pene, yo me concentraba en grabar antes de que abra los ojos, luego de unos minutos, ya dejé de grabar porque ya tenia bastante material para disfrutarlo.
- ¡Aaah! Si… _el chasquido de su vagina se escuchaba claramente
Mi madre seguía concentrada en su masturbación, se me ocurrió preguntarle mientras se tocaba, quería saber si le gustaba las lesbianas o si en especial le gustaba su hija.
-Mama, te gusta Priscila. _me coloque a decirle en el oído, sabia que esa zona era estimulante.
-Uhhh, si… deseo a Priscila… _me dijo. _al fin lo confirmaba, esta información la iba a manejar para follarme a mi madre.
Ya le faltaba poco para alcanzar el clímax, como estaba disfrutando el intenso placer, pensé que no iba a notar mi cercanía, me subí a la cama sin hacer mucho ruido, mi intención era comerme la vagina de mi madre, poco a poco me acerqué, acercando mi lengua a la entrada de su coño, pensé que me rechazaría, pero, todo lo contrario, me dejo lamerle su vagina.
- ¡Aahh! Mas arriba… lame… mi… clítoris. _me dijo.
-Que… rico… sabe… tu vagina. _le respondía como podía.
- ¡Ah! ¡Me encanta como lames!
Otra vez y sin previo aviso mi madre me boto al suelo, como ya se le estaba haciendo costumbre. Esta vez si me dolió la caída, me tomo unos segundos levantarme, escuchaba que mi madre llegaba al clímax, alcance a ver como tenía un squirt, vaya que gran orgasmo tuvo.
-Que intenso orgasmo tuviste. _le dije.
-Perdón, me deje llevar. _me decía_. Vaya que mi calentura me gano.
-No te disculpes. _le dije_. Así que le tienes ganas a tu hija.
-Cállate no hables esas cosas tan alto.
-Ok, pero enserio te calienta Priscila.
-Si, no sé cuándo paso a gustarme. _me decía ella mientras se sentaba al filo de la cama_. Tal vez fue cuando la espié mientras tenia sexo con una amiga de la Universidad, o tal vez fue en otra situación, la verdad no recuerdo cuando empezó.
-Yo te podría ayudar a conseguir tu propósito. _le dije_. ¿Qué te parece?
-De que manera podrías. _me dijo algo entusiasmada. _ O solo lo dices en broma.
-Tengo varias formas, pero debes confiar en mí.
-Voy a confiar en ti, y si lo logras los perdonare a los dos. _dijo ella_. Y podrán seguir teniendo sexo ustedes dos.
-Bien, es un trato.
-Bueno al parecer, te debo dar placer, por tu honestidad.
-Me parece justo. _le dije_. Hay algo que Priscila, nunca me hizo, que tal si me haces una paja rusa.
-Tienes razón. _me dijo_. Entonces te hare una rusa, rápido, antes que suba tu padre, pero de esto aun no le digas a tu hermana.
-Si mama. _dije_. No le diré a nadie.
-Bien. _dijo ella.
Sin mas la tome de la mano y la hice arrodillar, tome mi verga y la acomode entre sus tetas, ella en cambio con sus manos apretó sus tetas, para permitir la fricción.
- ¡Oh! Que bien se siente.
-Me alegro que te guste.
Estaba buena la rusa, pero ya no me gusto estar de pie, le dije a mi madre que se acueste en la cama, y pasamos vuelta a hacer la rusa, pero esta vez ella esta recostada, para que se sienta mejor pase a acariciarle el clítoris, y de paso le metía un dedo, pero lo que me calentaba era como me veía mi madre, la mirada que tenia era de una puta.
-Que tal si le ponemos intensidad. _dije.
-Pero no tan brusco. _dijo ella.
-Sera más rápido y fuerte.
-Está bien.
Quien diría que después de que nos descubrió teniendo sexo a mí y a Priscila, ella estaría tranquila y además dando una paja rusa, nadie lo crearía, las oportunidades que se me presentaron en el pasado yo las desaproveche, pero las que ahora se me presenten ya no las dejo ir, en especial la que se me presento con mi madre, ahora, jamás pensé que mi madre me hiciera una rusa, pero vaya que lo estoy disfrutando y ella también.
-Eso aprieta más tus tetas, se siente rico.
-Y tu no te olvides de mi clítoris.
-Jamás… me olvidaría… de complacerte…
-Esplendido.
-Mamá, al parecer ya estas húmeda otra vez…
-Y que querías, después de tanto toqueteo que me estas dando.
-Debo hacerte acabar rápido, tu padre esta por subir a dormir.
-Entonces, chúpame la verga.
-Bien, allá voy.
Su boca hizo contacto con mi glande, la tibieza y la suavidad de su boca me volvieron loco, me faltaba poco para acabar, se notaba que mi madre quería terminar rápido con esto, con su lengua recorría todo el largo de mi verga hasta terminar en el glande.
-Oh, que buena mamadora eres, oohh.
-Uhhhm. _no podia hablar, tenia la boca llena con mi verga.
-Oh… bájale la intensidad… así no durare mucho.
La succión que hacía ahora engullendo todo mi pene muy lentamente era buena. Noté que ella con su mano derecha se tocaba su clítoris, sus tetas se movían de lado a lado.
-Oh… no voy… a resistir… mucho.
-Estoy por acabar, mamá. _le dije.
Al decirle esto mermo la intensidad, dejo de mamármela, paso con su mano a pajearme, era claro que no ya no resistirá más, mi madre hacia subir y bajar su mano por todo el tronco de mi verga.
-Tu y Priscila, la maman de manera parecida. _le dije_. Se nota que son madre e hija.
-Y quien te la mamo mejor.
-Priscila, me volvió loco de placer. _decía yo_. Pero tu le ganas, tu la mamas, mejor, tú eres de otro nivel.
-Me alegra saberlo. _dijo ella_. Pero no debes comparar a dos mujeres, que te han brindado un poco de placer.
-Porque lo dices.
-Por qué a ninguna mujer nos gusta que nos comparen.
-Entiendo.
No resistí y termine encima de las tetas de mi madre, me saco hasta la ultima gota que cayeron sobre sus tetas, le dio unas cuantas lamidas finales.
-Me vengo mamá…
-Espera déjame sacármela…
-Que gran final…
-Ya me enlechaste mis tetas.
-No te quejes madre, ni que fuera tu primera vez.
-Avísame para la próxima vez. _me dijo guiñándome un ojo_. Si no la saco de mi boca me hubiera atragantado.
-Para la próxima mamá. _le dije_. Eso quiere decir que aceptaste mi propuesta.
-Tal vez. _dijo ella_. Tomare un baño y cepillare mis dientes.
-Podríamos ahorrar agua si nos bañamos juntos.
-No, esta noche quiero estar sola.
-Seguro, no te presiono. _le dije_. Y que tal mañana.
-Lo pensare.
Mi madre se agacho a recoger su ropa, al ver ese culo no resistí, se lo agarré y comencé a estrujarlo y a, abrirlo, deseaba poder cogerme a mi madre analmente.
-Ya suéltame, si me ayudas con tu hermana. _me decía_. Te dejare que me folles.
-Bien, voy a pensar que hacer con ese asunto.
-Perfecto, hasta mientras no te queda mas que masturbarte tu solo, porque no puedes follar con tu hermana.
-Ya no lo repitas, que ya lo se. _le dije_. Aunque puedo follarme a Julia.
-No lo creo. _me dijo_. No dices que es la novia de Priscila, y si lo hicieras Priscila se enojaría mucho.
-Tienes razón.
-Me voy hasta mañana, y no olvides el trato.
-Claro.
-Oye espera. _la tome del brazo antes que salga. _Entonces te gusta el sexo lésbico y el incesto.
-No es que me gusten. _me respondió_. Yo quiero experimentar que se siente.
-Y porque te molesto vernos a mi y a Priscila. _le dije_. Porque reaccionaste con tanta ira.
-No fue ira. _me dijo_. Fue envidia de que ustedes lo hayan experimentado y yo no.
-Ooh, ya veo. _dije_. No te preocupes pronto sentirás que se siente, eso era todo hasta mañana.
-Que duermas bien.
Mi madre no alcanzo a ponerse su short, iba saliendo con su blusa y tanga puesta, como todo joven le propine una tremenda nalga que hizo estremecer a mi madre, ella solo me miro con cara de desaprobación.
-Grosero. _eso fue lo ultimo que me dijo antes de salir de mi cuarto.
-Para que sueñes conmigo. _le dije de forma rápida antes de irse.
Solo en mi cuarto me quedo pensando lo que había dicho mi madre, como haría para que tenga sexo con Priscila, era una difícil tarea, pero no imposible, de lo cansado que me dejo mi madre, me quedo dormido un buen rato, a eso de la una de la madrugada, escucho que suena un colchón, me levante a echar un ojo.
Mi madre esta teniendo sexo con mi padre, al parecer cuanto le tocaba el clítoris, la deje caliente, y que mejor forma para calmarse era teniendo sexo, ella estaba montando la verga erecta de mi padre, que bien monta la puta me decía en mi mente.
-Oh amor. _decía mi padre.
Estuvo un rato en esa posición, hasta que mi padre la hizo ponerse en cuatro, y la ensarto analmente, ver a esa mujer siendo penetrado por el culo era un manjar, pero ni el hecho de estar cansado le basto a mi pene, que ya comenzaba a despertarse.
-Vaya, que bien le entra la verga por el culo. _me decía en mi mente.
-Ojalá fuera yo el que se la estuviera cogiendo.
-Ese trasero en tan hipnotizante.
Esto fue lo ultimo que vi, me regresé a mi cuarto, tenía sueño, y no quería que me vieran que los estaba espiando.
-No se que hare, pero debo ponerme a inventar un plan.
Que gran noche la que viví, pero me esperaba el otro día, debía averiguar como hacer que Priscila folle con nuestra madre, pero eso es otra historia.
Continuara.
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- ¿Qué carajos están haciendo ustedes?
Grito nuestra madre, con su tono de voz demasiado elevada. Teníamos miedo que los gritos de nuestra madre los escuché nuestro padre y empleados.
- ¡Esto no es lo que parece mamá!
- ¡¿Entonces no acabo de ver a mis hijos tener sexo como animales!?
-Mamá… ehm, nosotros… yo… creo…
Al ver que mi hermana no sabía que decir, tuve que ayudarla, y quise cambiar el tema para ver si nuestra madre se calmaba.
-Mamá, porque no tocaste la puerta.
Pensé que se había calmado con esa pregunta que le hice, pero al parecer hice que se exalte más.
- ¡Cállense los dos! _nos dijo gritando_. Y vístanse par de degenerados.
Mi hermana y yo nos vestimos los más rápido que pudimos, mientras nuestra madre entró al cuarto; cerrando la puerta; para saber porque sus hijos estaban teniendo sexo.
- ¿Cómo se les ocurre hacer esto? _nos decía, con su tono de voz normal_. Sepárense, son hermanos, esto es incesto.
-Pero, mamá… ―dijimos al unisonó mi hermana y yo, avergonzados.
Fue inútil hablar, ella no escuchaba nuestras palabras. No serviría de nada explicarle que lo que estábamos haciendo. Nuestra madre avanzo y se sentó en el sofá que tiene mi hermana a lado de su cama.
-Ahora mismo me van a explicar… _nos decía con tono de voz normal_. ¿Pero qué carajo estaba pasando? ―Preguntó mi madre, ahora si elevando su tono de voz.
-No pienses mal, Mamá. _dijo mi hermana_. Me sorprendí que mi hermana estuviera así de asustada_. Es que… es que te espiábamos, cuando tenías sexo con papa, y de tanto ver nuestra excitación creció y no nos importó que seamos hermanos.
-Entonces la culpa es mía, de que ustedes hayan tenido sexo. _decía mi madre_. Y supongo que también es culpa mía que Mateo, te llenara la vagina con su semen. _mientras lo decía se le iba subiendo su enojo_. Acabaste dentro de tu hermana eso significa que la embarazaste. ¡Te voy a matar! ¿Cómo se te ocurre terminar dentro de tu hermana?
-Mamá, cálmate... tú no tienes la culpa de nada. _dijo Priscila_. Yo le di permiso a Mateo para que se corra dentro.
- ¿Qué? ¿Tú se lo permitiste…?
-Que se corra dentro, sí…
-Y lo dices así de tranquila, puedes quedar embarazada _decía mi madre_. ¿Te quieres limpiar tu vagina?
-No mamá, no puede quedar embarazada. _mi hermana le explicaba a mi madre_. No te acuerdas, que tomo anticonceptivos.
Ver a mi madre con su cara llena de enojo es algo que nunca imaginé, Tengo que admitir que así de enojada se veía hermosa, sea mi mamá o no, Josefina estaba vestida con una blusa blanca y faldita corta roja, no me había fijado antes del susto, pero al mirarla ahora estaba buenísima, mi lado masculino más primitivo disfrutaba verla así vestida.
-Tú y yo vamos a tener que hablar muy seriamente, Mateo. _me dijo mi madre, mirándome_. Y tú Priscila, vete a limpiar, así me quedo tranquila.
-Ahora, quieres que me limpie… tendría que bañarme completa.
-Entonces báñate, así a tu hermano se va a su cuarto. _mientras mi madre le decía a mi hermana, me miraba mi bulto que se notaba en mi pantalón, a mirada de Priscila se posó sobre mi pene, como si fuera la primera vez que me lo mira_. ¡Ándate a bañar!
-No grites, mamá, ya voy. _dijo Priscila_. Déjame sacar mi toalla del ropero.
- ¡Y tu Mateo, vete a tu cuarto!
-Pero ¿No vas a decir nada de esto? _decía mi hermana.
-Claro que no, sería un escándalo. _aseguró Josefina, más calmada_. Solo vete a bañar Priscila.
- ¡Ok, ya voy!…
Priscila tiro su toalla a la cama, e hizo algo que no me imaginaba que hiciera frente a nuestra madre, se sacó su blusa y pantalón, sus curvas eran formidables, su vientre plano y esas nalgas macizas, tomó la diminuta tanga negra que tenía y comenzó a bajarla. Lo hizo de forma rápida. Me hice el distraído al ver aparecer su vagina. Alicia arrojó toda su ropa dentro del cesto de ropa sucia, de pronto ella se agachó mostrándome su culo, ya entendía que hacía todo eso para ver la reacción de nuestra madre.
-Y tu Mateo, vete a tu cuarto. _me dijo mi madre_. En la noche hablamos tú y yo.
-Claro. _le respondí mientras salía a mi cuarto.
-Y, por último. _nos detuvo nuestra madre_. No los quiero ver junto de ahora en adelante, les queda claro.
-Si, nos quedó claro. _dijimos al unisonó.
Toda la tarde, para no tener que ver a mi madre, decidí quedarme en mi cuarto, jugando con el pc, pensé que pasaría el resto de la tarde jugando Resident Evil 5, pero a mi teléfono llego una notificación de un nuevo mensaje. Supuse que eran mis amigos de la facultad, sin embargo, era alguien que no esperaba. Era mi hermana, Priscila. Me emocione mucho al ver que me ella me escribió, porque yo no quería hablarle por lo que nos dijo nuestra madre de no estar juntos y peor solos.
En el primer mensaje me saludo y me dijo que ya era hora de la merienda, pensé que quería hablar de lo sucedido; pero recordé la amenaza de nuestra madre. Le dije que ya bajaba. Al bajar pensaba la tensión que iba a ver de parte de mi madre, pero paso todo lo contrario, fue una merienda tranquila, nadie hizo ningún tipo de miradas, en especial de mi o de mi hermana, terminada la merienda, y como no me podía acercar a Priscila, se me ocurrió pedirle el numero a Julia, para ver si accedía a coger vuelta conmigo.
-Hola Julia, me das tu número, para poder conversar en un rato.
-Claro, dame un momento para anotártelo.
-Bien. _mientras le respondía, miraba que no venga nadie.
-Toma aquí está mi número.
-A qué hora te desocupas.
-Hasta que limpio y ordeno. _me decía, mientras pensaba_. Después de una hora me desocupo.
-Ok.
La primera parte de mi plan fue todo un éxito, ahora faltaba escribirle y que ella acepté coger conmigo, pero hasta eso faltaba una hora, me tocaba esperar, así que mejor me iba a mi cuarto, pero cuando iba a la mitad de la escalera, escuché que me llamaban, era mi madre.
-Mateo, espérame en tu cuarto. _dijo mi madre_. Que tenemos que hablar.
-Que, ahora.
-Si en una hora y media subo tu cuarto.
-Entiendo.
Después de una media hora, me escribió Julia, me saludo y yo le devolví el saludo, le dije que después de la cogida que tuvimos en la madrugada habían pasado muchos sucesos excitantes.
-Tu hermana me dijo que cogieron, además me dijo que quieres volver a follarme, con lo bien dotado que estas, capaz y lo repetimos.
-Cierto. Priscila me dijo que ustedes son “amigas con derechos”.
-Es verdad… a. ambos nos gustan las aventuras sexuales y juntas lo disfrutamos de una manera espectacular. _me dijo Julia_. Pasemos fotos de ambos para calentar el ambiente.
-Vaya, que ya te soltaste, pero está bien.
En ese instante me llegó la primera foto, mostraba que se agarraba una de sus tetas, tenía puesto un sostén de encaje color piel, el cabello lacio le pasaba por los hombros, la foto terminaba mostrando su rostro, sus labios estaban pintados con labial rojo, que labios más ricos y sensuales.
-Para que te hagas una rica paja. _me dijo Julia.
- ¡Oh! Sí, que eres atrevida.
- ¡Ja! Eso es un pequeño regalo.
Después me mandó una foto igual a la anterior, con un detalle cambiado, en esta ya no llevaba sostén. Sus tetas se exhibían como trofeos. Ya el ambiente se iba calentando.
-Si me mandas foto de tu paquete, yo te envió fotos más picantes ―me prometió.
Nunca había tenido este tipo de chat con mis ex novias, había algo en ella que me gustaba que fuera tan atrevida, tal vez era el morbo que me generaba, era innegable lo bonita y sensual que era, mi pene se me puso duro en unos segundos, la verdad era que nunca me tome fotos de mi pene, no me gustaba ni pensar en sacarme fotos de mi aparato, le tome foto en un ángulo que mostrara todo su esplendor, quería que ella lo viera bien.
-Que rico, Mateo… sí que estas bien armado. _me dijo Julia, al enviarle la foto de mi pene_. No puedo esperar a darte una mamada.
Las siguientes fotos que me mandó eran mucho mejor, su vagina se lucía, me quedé impactado con su rica vagina y su espectacular clítoris, mi temperatura corporal fue subiendo y empecé a pajearme de inmediato.
Lo que me gustaba era saber que me follaria a Julia, en unas cuantas horas. A mí no me importaba si era amiga con derechos o novia de mi hermana, lo único en que pensaba era en tener sexo con ella. Me envió una foto que me gusto, ella estaba en cuatro mostrando su asombroso culo, el cual lucia muy sensual, vaya que esa foto me hizo subir de golpe mi excitación.
-Mándame más fotos de tu verga. _me dijo_. Me dan ansias por darte una mamada.
No me toco otra que mandarle más fotos de mi pene erecto, para complacerla.
- ¿Eres buena dando mamadas?
- Tanto buena no, solo eh chupado vaginas… nunca mame una verga grande como la tuya, pero por algo se empieza.
-Claro, conmigo prácticas.
-Bueno me voy a dormir, pero te dejo esta fotito para que la disfrutes.
-Ok, gracias.
La siguiente foto me sorprendió un poco. Pude ver a mi hermana y entre las piernas de ella, noté a Julia, con su boca, estaba mamando la vagina de mi hermana. Me puse a mil de solo ver aquella foto.
-Porque mamá tuvo que arruinarlo. _lo dije en voz alta, como esta solo_. Ahora estuviera follandome a Priscila.
Estaba pajeandome frenéticamente mientras me deleitaba viendo esa magnífica foto lésbica, de lo concentrado que estaba, me pareció oír abrirse la puerta, pero no le tome importancia.
-Debo acabar antes de que llegue mamá. _dije_. Debo seguir.
Cuando sentí que ya iba a terminar cerré los ojos para disfrutarlo mejor, pero me sorprendió algo que nunca me imagine que pasaría, mi madre me agarro la verga. Esta vez era mi culpa, yo tendría que haber puesto el seguro a la puerta.
-Mamá, que haces aquí.
-Estoy para ayudarte. _me lo dijo con voz maternal. _Soy tu madre y debo hacer esto, déjame sacar mi blusa y sostén para no mancharlos.
Sin aviso alguno mi madre comenzó a pajearme de arriba abajo con sus manos, era una sensación nueva, pero el hecho que sea mi sensual madre, me gustaba y mas aun me excitaba viendo sus tetasas.
- ¡Pero… mamá! _le dije con voz temblorosa_. Esto se siente extraño.
-También para mi es extraña esta sensación. _ me respondió_. Piensa en una chica, yo pensare en tu papá, mirare a otro lado si hace sentir mejor.
-Si… es probable…
-Aun no puedo creer que estoy masturbando a mi hijo.
-Se siente bien, mamá. _ le dije un poco excitado_. Tus manos son sensacionales.
-Gracias hijo. _me dijo_. Por favor córrete antes de que pierda el control.
-No puedo mamá. _le decía_. Seria mejor si estuvieras desnuda.
-Tienes razón, necesitas algo visual para acabar.
Dejo de pajearne y se puso de pie, su cuerpo era hipnotizable, me gusto ver esas dos grandes tetas moviéndose, su vientre plano y esas caderas que bien formadas las tenías, tomó y se bajó el short y luego comenzó a bajarse la diminuta tanga roja. No lo hizo de forma sexy, se saco la ropa como quien estuviera apurada.
Continuo pajeandome, ahora estaba de lado derecho, la velocidad que ejercía era normal, la tibieza de su mano era angelical, me costaba imaginar a otra mujer en ese momento, me coloque mi mano sobre mi cara para no ver a mi madre, y para que ella no tenga que ver la cara de su hijo mientras lo masturba.
Pero mi morbo era mas alto, el solo hecho de ver a mi madre pajeandome me ponía a mil, hice algo que no pensé, la calentura me hizo pasar por un mal rato para mamá, la levante y la puso ahora de lado izquierdo para poder darle cachetadas en su majestuoso culo.
-Que rico culos, tienes.
Me estuvo mamando la verga por un rato, mientras yo le sobaba el culo, en un momento dado se levantó, y dejo de mamármela, ahora dio paso a una conversación que teníamos pendiente.
-Ya que te di placer por un rato, pasemos a hablar. _me dijo ella_. Si quieres que te siga dando placer, va a depender de la honestidad de tus respuestas, si mientes te dejo, así como estas.
-Me parece bien, adelante pregunta.
- ¡Desde cuando te acuestas con tu hermana menor!
-Así como lo dices suena mal. _le dije_. No te parece.
-Y entonces que es lo que tu mente piensa que hacían. _me contesto frunciendo la ceja_. Acaso pensaste que era un juego.
-Si, ya entendí. _atine a decir. _Pues para serte honesto yo no fui el que insinuó de tener sexo, fue Priscila la que me propuso hacerlo, ella me sedujo.
-Ah, ya veo. _me dijo_. Y tu eres niño chiquito, que te dejas convencer, porque le dijiste que no.
-Mamá, soy hombre y ante cualquier estimulo reacciono.
-Lo sé, pero cual fue la acción que provoco esto, que los llevo a esto.
-Fueron tus gritos de placer, cuando tenias sexo con papa. _le dije con total seguridad_. No te ofendas por lo que te diré, pero parecías puta gritando.
-Ustedes depravados se excitaron por mis gemidos. _decía mi madre algo molesta_. Que yo no tengo derecho a disfrutar de la sexualidad.
-Tú puedes disfrutar, mamá. _le decía yo_. Pero Priscila me convenció de espiarte mientras tenias sexo, y eso fue el detonante, que acabo con lo que viste.
-Si que son unos enfermos, espiar a sus padres. _decía mientras se tomaba la cabeza_. No puede creer que crie a unos degenerados.
-Mamá. Tranquilízate, tu pediste la verdad, y yo estoy siendo honesto.
-Es que me cuesta creer todo lo que me dices. _me decía un poco calmada_. Y desde cuanto tiempo nos espiaban.
-Bueno, yo desde estas vacaciones. _le dije_. Priscila creo que lleva dos años espiándote.
-Así que tu hermana es la mas atrevida. _me dijo. _Yo no puedo creer que tu hermana sea así, solo pensaba que tenia gustos por las mujeres.
-Si, Priscila es bien atrevida y también es bisexual. _yo le decía mientras le miraba las tetas_. Pero es su vida y debes respetarla.
-No me queda otra que aceptar. _dijo ella_. Parece que fue una charla algo inusual, pero gracias por tu honestidad.
-De nada, pero mamá, quisiera saber porque abriste la puerta sin tocar. _tenia guardada esa pregunta, y ahora era el momento para preguntar.
-En un inicio escuche gemidos, que provenían del cuarto de Priscila, no le tome importancia porque imagine que se estaba masturbando, algo normal para su edad.
-Si, y de ahí que más oíste, mamá.
-Escuche unas risas, y eso me pico la curiosidad, yo me pensaba que Priscila estaría con Julia; recordé que en varias ocasiones vi a Priscila levantar la falda de Julia y meterle mano, o en otras las vi besarse; entonces quise salir de dudas y comprobarlo, pero cuando apegue mi oído a la pared te escuche y me sorprendí, que harías ahí con tu hermana, picada por la curiosidad abrí un poco la puerta y observe tal escena, mi ira me gano y abrí bruscamente la puerta.
-Ehm, ya sabias las andanzas de Julia y Priscila. _me toco cambiar de tema por si volvía a enfurecerse.
-Si, porque yo las había visto. _mientras me lo decía, me percate que mi madre se acariciaba despacio su clítoris.
No podía creerlo mi madre, creo que le gustan ver a dos mujeres, para saber más se me ocurrió decirle varias cosas de Julia y Priscila para comprobar mi teoría y tal vez hasta me podría follar a mi madre, aquí mismo.
-Ellas son novias. _le dije, lanzando el primer anzuelo_. Ella me conto que han tenido sexo desde hace ya dos años.
-Priscila, te dijo eso, ósea Julia es su novia.
-Si, ella me dijo todo. _dije_. Priscila desvirgo a Julia tanto anal, vaginal y oral.
-No lo puedo creer, lo que me dices.
-Créelo, es verdad todo. _al parecer mi teoría era cierto, a mi madre le gusta escuchar cosas de lesbianas, o no era eso, o a mi progenitora le gustaba su hija.
-Muévete, has me espacio. _ su pregunta me tomo descuidado, cuando me di cuenta ella me movió, tumbándome de la cama.
Vaya que ni la vi venir, al levantarme, me quedé sorprendido, pero sonríe al ver que acerté con mi teoría, mi madre se apretaba los pezones mientras se me metía los dedos dentro de su vagina, ella parecía estar en otro lado, al parecer ella había olvidado que estaba ahí, aprovechando que tenia sus ojos cerrados y su mente en las nubes, me comencé a pajear viendo la escena.
Parecía una adolescente a la hora de masturbarse, sus movimientos eran perfectos se acariciaba su clítoris unos minutos, para luego meter dos dedos dentro de su vagina, se me ocurrió que tal vez esto no se vuelva a repetir y que mejor seria grabar la evidencia, para después disfrutarla, un poco más tranquilo.
-Oh, que rico se siente, aahh. _escuchaba como gemía.
Se masturbaba lentamente para luego acelerar el ritmo, esos cambios de ritmo me tenían a mil mi pene, yo me concentraba en grabar antes de que abra los ojos, luego de unos minutos, ya dejé de grabar porque ya tenia bastante material para disfrutarlo.
- ¡Aaah! Si… _el chasquido de su vagina se escuchaba claramente
Mi madre seguía concentrada en su masturbación, se me ocurrió preguntarle mientras se tocaba, quería saber si le gustaba las lesbianas o si en especial le gustaba su hija.
-Mama, te gusta Priscila. _me coloque a decirle en el oído, sabia que esa zona era estimulante.
-Uhhh, si… deseo a Priscila… _me dijo. _al fin lo confirmaba, esta información la iba a manejar para follarme a mi madre.
Ya le faltaba poco para alcanzar el clímax, como estaba disfrutando el intenso placer, pensé que no iba a notar mi cercanía, me subí a la cama sin hacer mucho ruido, mi intención era comerme la vagina de mi madre, poco a poco me acerqué, acercando mi lengua a la entrada de su coño, pensé que me rechazaría, pero, todo lo contrario, me dejo lamerle su vagina.
- ¡Aahh! Mas arriba… lame… mi… clítoris. _me dijo.
-Que… rico… sabe… tu vagina. _le respondía como podía.
- ¡Ah! ¡Me encanta como lames!
Otra vez y sin previo aviso mi madre me boto al suelo, como ya se le estaba haciendo costumbre. Esta vez si me dolió la caída, me tomo unos segundos levantarme, escuchaba que mi madre llegaba al clímax, alcance a ver como tenía un squirt, vaya que gran orgasmo tuvo.
-Que intenso orgasmo tuviste. _le dije.
-Perdón, me deje llevar. _me decía_. Vaya que mi calentura me gano.
-No te disculpes. _le dije_. Así que le tienes ganas a tu hija.
-Cállate no hables esas cosas tan alto.
-Ok, pero enserio te calienta Priscila.
-Si, no sé cuándo paso a gustarme. _me decía ella mientras se sentaba al filo de la cama_. Tal vez fue cuando la espié mientras tenia sexo con una amiga de la Universidad, o tal vez fue en otra situación, la verdad no recuerdo cuando empezó.
-Yo te podría ayudar a conseguir tu propósito. _le dije_. ¿Qué te parece?
-De que manera podrías. _me dijo algo entusiasmada. _ O solo lo dices en broma.
-Tengo varias formas, pero debes confiar en mí.
-Voy a confiar en ti, y si lo logras los perdonare a los dos. _dijo ella_. Y podrán seguir teniendo sexo ustedes dos.
-Bien, es un trato.
-Bueno al parecer, te debo dar placer, por tu honestidad.
-Me parece justo. _le dije_. Hay algo que Priscila, nunca me hizo, que tal si me haces una paja rusa.
-Tienes razón. _me dijo_. Entonces te hare una rusa, rápido, antes que suba tu padre, pero de esto aun no le digas a tu hermana.
-Si mama. _dije_. No le diré a nadie.
-Bien. _dijo ella.
Sin mas la tome de la mano y la hice arrodillar, tome mi verga y la acomode entre sus tetas, ella en cambio con sus manos apretó sus tetas, para permitir la fricción.
- ¡Oh! Que bien se siente.
-Me alegro que te guste.
Estaba buena la rusa, pero ya no me gusto estar de pie, le dije a mi madre que se acueste en la cama, y pasamos vuelta a hacer la rusa, pero esta vez ella esta recostada, para que se sienta mejor pase a acariciarle el clítoris, y de paso le metía un dedo, pero lo que me calentaba era como me veía mi madre, la mirada que tenia era de una puta.
-Que tal si le ponemos intensidad. _dije.
-Pero no tan brusco. _dijo ella.
-Sera más rápido y fuerte.
-Está bien.
Quien diría que después de que nos descubrió teniendo sexo a mí y a Priscila, ella estaría tranquila y además dando una paja rusa, nadie lo crearía, las oportunidades que se me presentaron en el pasado yo las desaproveche, pero las que ahora se me presenten ya no las dejo ir, en especial la que se me presento con mi madre, ahora, jamás pensé que mi madre me hiciera una rusa, pero vaya que lo estoy disfrutando y ella también.
-Eso aprieta más tus tetas, se siente rico.
-Y tu no te olvides de mi clítoris.
-Jamás… me olvidaría… de complacerte…
-Esplendido.
-Mamá, al parecer ya estas húmeda otra vez…
-Y que querías, después de tanto toqueteo que me estas dando.
-Debo hacerte acabar rápido, tu padre esta por subir a dormir.
-Entonces, chúpame la verga.
-Bien, allá voy.
Su boca hizo contacto con mi glande, la tibieza y la suavidad de su boca me volvieron loco, me faltaba poco para acabar, se notaba que mi madre quería terminar rápido con esto, con su lengua recorría todo el largo de mi verga hasta terminar en el glande.
-Oh, que buena mamadora eres, oohh.
-Uhhhm. _no podia hablar, tenia la boca llena con mi verga.
-Oh… bájale la intensidad… así no durare mucho.
La succión que hacía ahora engullendo todo mi pene muy lentamente era buena. Noté que ella con su mano derecha se tocaba su clítoris, sus tetas se movían de lado a lado.
-Oh… no voy… a resistir… mucho.
-Estoy por acabar, mamá. _le dije.
Al decirle esto mermo la intensidad, dejo de mamármela, paso con su mano a pajearme, era claro que no ya no resistirá más, mi madre hacia subir y bajar su mano por todo el tronco de mi verga.
-Tu y Priscila, la maman de manera parecida. _le dije_. Se nota que son madre e hija.
-Y quien te la mamo mejor.
-Priscila, me volvió loco de placer. _decía yo_. Pero tu le ganas, tu la mamas, mejor, tú eres de otro nivel.
-Me alegra saberlo. _dijo ella_. Pero no debes comparar a dos mujeres, que te han brindado un poco de placer.
-Porque lo dices.
-Por qué a ninguna mujer nos gusta que nos comparen.
-Entiendo.
No resistí y termine encima de las tetas de mi madre, me saco hasta la ultima gota que cayeron sobre sus tetas, le dio unas cuantas lamidas finales.
-Me vengo mamá…
-Espera déjame sacármela…
-Que gran final…
-Ya me enlechaste mis tetas.
-No te quejes madre, ni que fuera tu primera vez.
-Avísame para la próxima vez. _me dijo guiñándome un ojo_. Si no la saco de mi boca me hubiera atragantado.
-Para la próxima mamá. _le dije_. Eso quiere decir que aceptaste mi propuesta.
-Tal vez. _dijo ella_. Tomare un baño y cepillare mis dientes.
-Podríamos ahorrar agua si nos bañamos juntos.
-No, esta noche quiero estar sola.
-Seguro, no te presiono. _le dije_. Y que tal mañana.
-Lo pensare.
Mi madre se agacho a recoger su ropa, al ver ese culo no resistí, se lo agarré y comencé a estrujarlo y a, abrirlo, deseaba poder cogerme a mi madre analmente.
-Ya suéltame, si me ayudas con tu hermana. _me decía_. Te dejare que me folles.
-Bien, voy a pensar que hacer con ese asunto.
-Perfecto, hasta mientras no te queda mas que masturbarte tu solo, porque no puedes follar con tu hermana.
-Ya no lo repitas, que ya lo se. _le dije_. Aunque puedo follarme a Julia.
-No lo creo. _me dijo_. No dices que es la novia de Priscila, y si lo hicieras Priscila se enojaría mucho.
-Tienes razón.
-Me voy hasta mañana, y no olvides el trato.
-Claro.
-Oye espera. _la tome del brazo antes que salga. _Entonces te gusta el sexo lésbico y el incesto.
-No es que me gusten. _me respondió_. Yo quiero experimentar que se siente.
-Y porque te molesto vernos a mi y a Priscila. _le dije_. Porque reaccionaste con tanta ira.
-No fue ira. _me dijo_. Fue envidia de que ustedes lo hayan experimentado y yo no.
-Ooh, ya veo. _dije_. No te preocupes pronto sentirás que se siente, eso era todo hasta mañana.
-Que duermas bien.
Mi madre no alcanzo a ponerse su short, iba saliendo con su blusa y tanga puesta, como todo joven le propine una tremenda nalga que hizo estremecer a mi madre, ella solo me miro con cara de desaprobación.
-Grosero. _eso fue lo ultimo que me dijo antes de salir de mi cuarto.
-Para que sueñes conmigo. _le dije de forma rápida antes de irse.
Solo en mi cuarto me quedo pensando lo que había dicho mi madre, como haría para que tenga sexo con Priscila, era una difícil tarea, pero no imposible, de lo cansado que me dejo mi madre, me quedo dormido un buen rato, a eso de la una de la madrugada, escucho que suena un colchón, me levante a echar un ojo.
Mi madre esta teniendo sexo con mi padre, al parecer cuanto le tocaba el clítoris, la deje caliente, y que mejor forma para calmarse era teniendo sexo, ella estaba montando la verga erecta de mi padre, que bien monta la puta me decía en mi mente.
-Oh amor. _decía mi padre.
Estuvo un rato en esa posición, hasta que mi padre la hizo ponerse en cuatro, y la ensarto analmente, ver a esa mujer siendo penetrado por el culo era un manjar, pero ni el hecho de estar cansado le basto a mi pene, que ya comenzaba a despertarse.
-Vaya, que bien le entra la verga por el culo. _me decía en mi mente.
-Ojalá fuera yo el que se la estuviera cogiendo.
-Ese trasero en tan hipnotizante.
Esto fue lo ultimo que vi, me regresé a mi cuarto, tenía sueño, y no quería que me vieran que los estaba espiando.
-No se que hare, pero debo ponerme a inventar un plan.
Que gran noche la que viví, pero me esperaba el otro día, debía averiguar como hacer que Priscila folle con nuestra madre, pero eso es otra historia.
Continuara.
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