Habíamos ido unos cuantos amigos a una fiesta a un chalet con piscina. Entre ellas estaba Tamara, con su embarazo, que no paraba de zorrear conmigo aun estando por allí su novio. En cuanto podía me tocaba la polla bajo el agua o el culo. Yo no me echaba atrás y la tocaba las tetas y el culo también cuando me era posible. Me tenía a mil y ella también lo estaba. Llevaba un bañador negro, con escote redondo y 2 botones y tirantes anudados al cuello, con la espalda al aire. Remarcaba muy bien sus pechos y tripa de embarazada.
Avanzada la noche íbamos ya todos algo bebidos, menos Tamara al no poder. Esta se acercó a su novio, que estaba a mi lado en la piscina tomando una copa y le dijo que la había entrado antojo de chocolate y que iba a entrar a la cocina de la casa a ver que encontraba. Todo esto lo hacía mientras me acariciaba la polla, la muy cerda. Mientras salía del agua y se alejaba, tenía claro que me había dejado un mensaje para que fuera con ella. Se lo comenté a un par de amigos que me ayudaron, quedándose en el agua con su novio charlando y bebiendo, cuando pasados unos minutos salí del agua y entre a la casa en busca de Tamara.
Entre en la cocina y allí estaba comiendo unas galletas de chocolate. Me sonrió y dijo que menos mal que había llegado o se iba a comer todo el paquete de galletas. Cerré la puerta y nos empezamos a besar. Mis manos acariciaron su tripa para subir y agarrar sus pechos. Desabroché los dos botones del bañador y metí mi cabeza, besando el interior de los pechos. Tamara comenzó a acariciar mi paquete y cuando comenzó a crecer saco mi polla y empezó a masturbarme.
Me dijo que además de las galletas había encontrado otra cosa. Al mirar para arriba veo que tenía un bote de chocolate líquido. Abrió el bote y comenzó a echarse a la boca desde alto. Comenzó a mover el bote a los lados para que no todo cayera en su boca y el chocolate comenzó a caer por su cuello, hacia el canalillo. Empecé a lamérselo, comiendo el chocolate. Tamara se desabrocho el nudo del cuello y soltó los cordones. Solté sus pechos y el bañador cayo hasta la tripa, dejando sus ricas tetas de embarazada al aire. Esta echo chocolate en una de ellas y comencé a comérsela, mientras acariciaba la otra teta lechosa. Cuando comenzó a echar chocolate en esa, también se la comí. Estuve un rato lamiendo chocolate de sus ricas tetas, antes de levantarme y besarme con ella, agarrándoselas bien.
Tamara se arrodillo, agarro mi polla y le dio varios lametazos antes de echar chocolate por ella, dejándola casi cubierta. Comenzó a lamer mi glande hasta dejarlo sin una gota de chocolate. Entonces siguió con sus lametones por el resto de mi polla, bien dura ya. Acabo haciéndome una mamada deliciosa.
Abrieron la puerta de la cocina y nos dimos un buen susto, pero mas susto se llevo el hombre que nos vio allí, que inmediatamente cerro la puerta nuevamente. Tamara se levanto y decidimos ir a un sitio más tranquilo. Nos pusimos bien los bañadores y salimos, buscando una habitación. Nada mas cerrar la puerta, la puse contra ella y la desabroché el nudo del cuello sacando sus tetas nuevamente. Esta se rio, volvió a echarlas chocolate y se las devoré.
Le quite del todo el bañador y me quite también el mío. Nos tumbamos en la cama e hicimos un delicioso 69. Mi lengua jugaba en su coño, mientras Tamara me hacia un mamadón maravilloso. Mis manos acariciaban su culo.
Tamara se bajo y me puso un condón. Me comió los huevos antes de sentarse sobre mí, con mi polla bien dentro de su coño. Se comenzó a mover en círculos y mis manos agarraron sus muslos. Fueron subiendo hasta su tripa y, tras unas caricias, fueron hasta sus pechos. Los acariciaba y pellizcaba sus pezones. Cuando Tamara se corrió, se la cambio, metiéndola en su culo. Entonces se inclino lo necesario para que la volviera a comer los pechos.
La tumbé en la cama lateralmente y me puse detrás de ella. Levante una de sus piernas y volví a follarla el coño. Mi otra mano acariciaba sus tetas, mientras nos besábamos. Tamara me pedía que la follara más fuerte y así hice, dándola cada a mas velocidad. La coloqué a cuatro patas en la cama y me puse detrás de ella de rodillas. La di unos buenos azotes y comencé a follarla el culo. Comencé suave, para ir metiéndosela mas fuerte cada envestida, después de darla un azote antes de hacerlo cada vez. No deje de subir la intensidad hasta que Tamara comenzó a gemir fuerte y decirme que la empezaba a doler. Entonces cambié y la empecé a follar el coño a buena velocidad.
Cuando me iba a correr, me senté y Tamara se puso a gatas a mi lado. Me quito el condón y me la volvió a mamar, mientras yo la masturbaba con mi dedo corazón. Cuando me corrí se tragó todo mi semen y me la dejo limpia y bien sequita. Seguimos besándonos hasta que esta se corrió en mi dedo. Me lo chupo, limpiando sus jugos.
Nos pusimos nuevamente los bañadores y volvimos al jardín, previo paso por el baño, para limpiarnos el chocolate y los calores del polvazo.
Avanzada la noche íbamos ya todos algo bebidos, menos Tamara al no poder. Esta se acercó a su novio, que estaba a mi lado en la piscina tomando una copa y le dijo que la había entrado antojo de chocolate y que iba a entrar a la cocina de la casa a ver que encontraba. Todo esto lo hacía mientras me acariciaba la polla, la muy cerda. Mientras salía del agua y se alejaba, tenía claro que me había dejado un mensaje para que fuera con ella. Se lo comenté a un par de amigos que me ayudaron, quedándose en el agua con su novio charlando y bebiendo, cuando pasados unos minutos salí del agua y entre a la casa en busca de Tamara.
Entre en la cocina y allí estaba comiendo unas galletas de chocolate. Me sonrió y dijo que menos mal que había llegado o se iba a comer todo el paquete de galletas. Cerré la puerta y nos empezamos a besar. Mis manos acariciaron su tripa para subir y agarrar sus pechos. Desabroché los dos botones del bañador y metí mi cabeza, besando el interior de los pechos. Tamara comenzó a acariciar mi paquete y cuando comenzó a crecer saco mi polla y empezó a masturbarme.
Me dijo que además de las galletas había encontrado otra cosa. Al mirar para arriba veo que tenía un bote de chocolate líquido. Abrió el bote y comenzó a echarse a la boca desde alto. Comenzó a mover el bote a los lados para que no todo cayera en su boca y el chocolate comenzó a caer por su cuello, hacia el canalillo. Empecé a lamérselo, comiendo el chocolate. Tamara se desabrocho el nudo del cuello y soltó los cordones. Solté sus pechos y el bañador cayo hasta la tripa, dejando sus ricas tetas de embarazada al aire. Esta echo chocolate en una de ellas y comencé a comérsela, mientras acariciaba la otra teta lechosa. Cuando comenzó a echar chocolate en esa, también se la comí. Estuve un rato lamiendo chocolate de sus ricas tetas, antes de levantarme y besarme con ella, agarrándoselas bien.
Tamara se arrodillo, agarro mi polla y le dio varios lametazos antes de echar chocolate por ella, dejándola casi cubierta. Comenzó a lamer mi glande hasta dejarlo sin una gota de chocolate. Entonces siguió con sus lametones por el resto de mi polla, bien dura ya. Acabo haciéndome una mamada deliciosa.
Abrieron la puerta de la cocina y nos dimos un buen susto, pero mas susto se llevo el hombre que nos vio allí, que inmediatamente cerro la puerta nuevamente. Tamara se levanto y decidimos ir a un sitio más tranquilo. Nos pusimos bien los bañadores y salimos, buscando una habitación. Nada mas cerrar la puerta, la puse contra ella y la desabroché el nudo del cuello sacando sus tetas nuevamente. Esta se rio, volvió a echarlas chocolate y se las devoré.
Le quite del todo el bañador y me quite también el mío. Nos tumbamos en la cama e hicimos un delicioso 69. Mi lengua jugaba en su coño, mientras Tamara me hacia un mamadón maravilloso. Mis manos acariciaban su culo.
Tamara se bajo y me puso un condón. Me comió los huevos antes de sentarse sobre mí, con mi polla bien dentro de su coño. Se comenzó a mover en círculos y mis manos agarraron sus muslos. Fueron subiendo hasta su tripa y, tras unas caricias, fueron hasta sus pechos. Los acariciaba y pellizcaba sus pezones. Cuando Tamara se corrió, se la cambio, metiéndola en su culo. Entonces se inclino lo necesario para que la volviera a comer los pechos.
La tumbé en la cama lateralmente y me puse detrás de ella. Levante una de sus piernas y volví a follarla el coño. Mi otra mano acariciaba sus tetas, mientras nos besábamos. Tamara me pedía que la follara más fuerte y así hice, dándola cada a mas velocidad. La coloqué a cuatro patas en la cama y me puse detrás de ella de rodillas. La di unos buenos azotes y comencé a follarla el culo. Comencé suave, para ir metiéndosela mas fuerte cada envestida, después de darla un azote antes de hacerlo cada vez. No deje de subir la intensidad hasta que Tamara comenzó a gemir fuerte y decirme que la empezaba a doler. Entonces cambié y la empecé a follar el coño a buena velocidad.
Cuando me iba a correr, me senté y Tamara se puso a gatas a mi lado. Me quito el condón y me la volvió a mamar, mientras yo la masturbaba con mi dedo corazón. Cuando me corrí se tragó todo mi semen y me la dejo limpia y bien sequita. Seguimos besándonos hasta que esta se corrió en mi dedo. Me lo chupo, limpiando sus jugos.
Nos pusimos nuevamente los bañadores y volvimos al jardín, previo paso por el baño, para limpiarnos el chocolate y los calores del polvazo.
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