Taxi

Hola, este es mi primer posteo y mi primer relato, siempre fui muy sexual, y tengo muchas experiencias vividas, estoy por cumplir 50 años y sigo tan activo como a los 20 años.
En esta ocasión voy a contar una experiencia sexual vivida cuando tenia aprox 25 años.
En aquel momento, ya estaba de novio con la mujer que despues fue mi pareja durante muchos años, supongamos que se llama Alejandra.
Era una noche de diciembre, fuimos a un casamiento, y al salir de la fiesta, entre el alcohol, el calor, la alegria y la excitación estabamos muy calientes.
Siempre sostengo que las mejores cosas que pasan en la vida, no se planean. Y esa vez fue justamente asi, no teniamos nada planeado cuando tomamos un taxi en la puerta de salon de fiestas, el unico plan que teniamos era decirle al taxista que nos lleve a un telo.
Y así fue, subimos al taxi, yo de traje, pero ya sin la corbata y con el saco en la mano, la camisa desabrochada hasta el cuarto boton, Alejandra super sexy, en ese entonces que rondaba los 20 años era una bomba y hoy con aprox 45 años lo sigue siendo a pesar de la madurez que en los cuerpos produce el paso de los años. Ale tenia puesto tacos altos, un vestido largo negro, pero con un tajo en una de sus piernas, escote pronunciado, que dejaba ver parte de sus tetas, redondas, firmes y muy blancas.
En cuanto subimos al taxi, y le pedimos que nos lleve, ambos sentimos un deseo irrefrenable de coger, de coger ahi mismo, sentimos que no podiamos esperar.
El taxista dijo : adonde los llevo chicos ? Alejandra respondio : al telo que la esquina de las calles "tal y tal" y ahi nomas a mí, no me pregunten porque, pero me subio una calentura que no daba mas.
El taxi arranco y empezamos a apretar de una manera absolutamente impudica, ella me siguio la corriente, y a los dos minutos de viaje, yo ya le chupaba una teta descaradamente, y ella me acariciaba la pija por arriba del pantalon del traje. No conforme con eso, y dejandome llevar por la excitación del momento le metí la mano en su concha entrando por el tajo que me ofrecia el vestido y corriendo con mis dedos la tanga, le hundi cuatro dedos del medio de mi mano derecha hasta el fondo, mientras que con el pulgar le frotaba el clitorís, y Alejandra estaba inundada de calentura.
En un momento, el taxi para un semaforo, y el taxista nos dice "chicos, por favor, sino paran un poco, no los voy a poder llevar y se van a tener que bajar ya mismo, no puedo concentrarme en manejar, y no puedo dejar de mirarlos por el espejo retrovisor".
Alejandra le responde, "dobla aca en la esquina y estaciona en la calle que viene, que es un pasaje y ahi paramos dos minutos y nos calmamos" y me miro con una expresión en la cara que hasta ese momento jamas le habia visto y que me cuesta describir.
El taxista sin decir nada, hizo lo que Alejandra le indico. Al estacionar el taxi, Alejandra le pregunta : que paso señor ? se excito mucho mirando ? El taxista le responde casi con timidez "y si, un poco Srta".
Y Ale le responde "bueno, ahora se va a excitar mas". Y entonces abre la puerta del asiento de atras donde estabamos sentados, me agarra de la mano, salimos los dos del taxi, abre la puerta del asiento del acompañante y dejando esta puerta abierta, se inclina sobre el taxista y le dice muy cerca de oido "ahora vas a sacar la pija y te la voy a chupar hasta que acabes mientras mi novio me coge desde atras, solo tengo una regla que tenes que cumplir, tus manos y tu boca quietas, no me podes tocar, mi unico contacto con vos, va a ser mí boca en tu pija, de acuerdo ?"
El taxista (un tipo cuarenton, mas bien de piel oscura y con calvicie pronunciada) asintio con la cabeza, sin decir palabra, se bajo el cierre del pantalon, y pelo una pija negra, no tan larga, pero con una cabeza muy ancha y que parecia brillar de excitación.
Alejandra en cuatro patas apoyando las rodillas sobre el asiento del acompañante, se metio la pija del taxista en la boca, y en esa posición (casi sacando la cola fuera del auto) me dejaba el camino listo para que yo haga mi trabajo. Quiero confesar, que al verla con la pija de taxista adentro de su boca, en el primer momento, no entendí mucho lo que pasaba, y una mezcla de celos, inseguridad pero a la vez calentura hicieron que me quedara parado atras de ella como dos minutos sin hacer nada.
Hasta que ella, dejo de mamar por dos segundos la pija del taxista y me dijo : "dale pepe, metemela que no doy mas".
Ahi nomas, parado en la calle, con la puerta del acompañante abierta, le levante el vestido, le corri la tanga, y le meti la pija en la concha , la situación no daba para el romanticismo ni la suavidad. Se la encaje hasta la garganta, y empece a bombearla con un nivel de desesperación totalmente irracional y ademas mientras que le daba con todo, yo veía como ella, con cada estampida salvaje de mi pija, ella intentaba que su boca no se moviera de la pija negra del taxista. Eso me excito todavia más, y le di tanto, con tanta fuerza y ritmo en mis movimientos que Alejandra tuvo un orgasmo bestial, pero nunca, ni en el momento mas sublime de su placer, dejo de chuparle la pija al taxista.
El tipo gemia de placer y yo al sentir que ella acababa, me detuve cinco segundos, porque senti que la pulsión de la leche de mí pija no estaba tan lejos, y no queria dejar de gozar.
Saque mi pija de la concha, me moje el dedo indice de mi mano derecha, y se lo introduje en la colita, ella se abrio y se entrego aún mas, exhalando un gemido que me dio pie para saber que su colita me pedia a gritos que la penetrara. Al principio costo un poco que entrara, entonces le abri bien las nalgas, y de a poco, se la meti por la cola. Ella solto otro gemido ahogado por la pija del taxista, que justo en ese instante que yo se la encaje en la cola, el tipo acaboooo, y esa imagen de la leche de un desconocido chorreando en los labios de Alejandra, me termino de matar de calentura, y me di cuenta que no habia mas lugar para la suavidad, otra vez como antes o mas que antes, como un caballo salvaje la embesti una y otra vez hasta llenarle el culo de leche, el ultimo orgamo fue simultaneo entre ella y yo, y los gemidos de Alejandra de su segundo orgasmo, se escucharon en la quietud de ese pasaje, ya que ella ya no tenia su boca ocupada con la pija del taxista.
El tipo (agradecido) no nos cobro el viaje, y cuando arranco el taxi de nuevo, seguramente le regalamos una nueva anecdota para contarle a sus amigos.