Una tarde lluviosa de aquellas en las que solo te provoca estar reposando en la cama metida entre las cobijas, me encontraba camino a casa empapada bajo las gotas que caían mas fuertes cada vez, apresuré mi paso en la penumbra de la noche para llegar a tiempo, una vez entré me quité toda mi ropa y me dispuse a tomar una ducha.
Había estado todo el día excitada pensando en el hombre del cual les he hablado en un relato anterior , pensaba en su dura verga entrando y saliendo de mi vagina , entrando en mi culito apretado y caliente, regando su leche sobre mis grandes y jugosos senos. Disfrutaba de esos pensamientos mientras me masturbaba dejando mis jugos correr entre mis piernas, era una sensación deliciosa rozar mi duro clitoris imaginando que era su verga que me penetraba.
De repente sonó la puerta y era él, como si una fuerza intensa lo hubiese atraido hacia mi. Lo recibí con una bata diminuta sin ropa interior que dejaba ver mis tetas y mi culo dispuesto a ser penetrado, noté de inmediato su erección , su verga estaba a punto de salir de su pantalón, solo me dijo que quería cumplir mi fantasía de hacerlo mientras llovía.
Abrí su pantalón dejando salir su deliciosa verga que empecé a lamer empezando por la punta que ya estaba muy lubricada, la metía toda en mi garganta sacándola de vez en cuando para pasar mi lengua por sus huevos.
Yo estaba muy húmeda y mientras lo mamaba metía mis dedos en mi chocho mojado deseando ser clavada, me tomó fuertemente con sus brazos y me acercó a la cama abriendo mis piernas con rapidez.
Me decía con voz entrecortada, hoy te lo voy a hacer solo por tu culito, te voy a meter mi verga tan rico que no vas a desear que la saque. Los truenos ahogaban mis gemidos de placer mientras me pedía que me abriera para él, arrodillada en el suelo puse mis manos en mis nalgas para dejarlo entrar, dejando ver mi agujerito delicioso. Su verga iba penetrando mi culo deseoso una y otra vez con fuerza, sentía que me venía porque mis jugos se empezaron a derramar entre mis piernas, entré en un extasis tremendo, él jugaba con mi clítoris penetrando mis dedos en mi chochito al mismo tiempo que su verga se clavaba en mi culo, era maravilloso sentir ese doble placer que jamás había imaginado, agarraba mi cabello y embistiéndome con fuerza sentía su penetración cada vez mas.
Hábilmente giré mi cuerpo quedando frente a él, su boca estaba ansiosa por morder y lamer mis pezones, los tomó con sus manos y empezó a rozarlos con la punta de su lengua para luego meterlos en su boca, era delicioso poder sentir su lengua ahi mientras era penetrada por su dura verga, en ese momento tuve otro orgasmo intenso, mi cuerpo temblaba de placer, no quería parar.
Abrió mas mis piernas y me dijo que quería derramar su leche en mi culito, yo no podía hablar solo gemir, en ese momento un escalofrío recorrió mi cuerpo y sentí que yo también estaba a punto de otro orgasmo, sentí su semen dentro de mi mientras mis jugos se iban derramando.
Quedamos tendidos sobre la cama sintiendo el calor nuestros cuerpos y la maravillosa sensación de una experiencia inolvidable que aun no terminaba porque luego de dormir unos minutos y un baño relajante su verga empezaba a responder a mi lengua que jugaba con ella, de pronto tuvo otra erección, sentí ese trozo delicioso y duro en mi garganta, me tomó por la cintura lubricando mi culito de nuevo y sin decir palabra lo abrió suavemente con sus dos manos clavando su verga una y otra vez, me perdía en el placer infinito de sus movimientos, nuevamente tuve otro orgasmo, me sentía liviana como si pudiera flotar, sus besos, sus caricias, su olor me embriagaba, con el movimiento de mis caderas pude sentir como me apretaba cada vez mas a él sin que quedara ni un centímetro fuera de mi, no quería que parara, unos minutos después sacó su verga para derramar su rica leche en mis tetas, su cuerpo se estremecia mientras yo recibía gustosa su semen en mi pecho, disfrutando de ese momento y soñando con nuestro próximo encuentro.
Había estado todo el día excitada pensando en el hombre del cual les he hablado en un relato anterior , pensaba en su dura verga entrando y saliendo de mi vagina , entrando en mi culito apretado y caliente, regando su leche sobre mis grandes y jugosos senos. Disfrutaba de esos pensamientos mientras me masturbaba dejando mis jugos correr entre mis piernas, era una sensación deliciosa rozar mi duro clitoris imaginando que era su verga que me penetraba.
De repente sonó la puerta y era él, como si una fuerza intensa lo hubiese atraido hacia mi. Lo recibí con una bata diminuta sin ropa interior que dejaba ver mis tetas y mi culo dispuesto a ser penetrado, noté de inmediato su erección , su verga estaba a punto de salir de su pantalón, solo me dijo que quería cumplir mi fantasía de hacerlo mientras llovía.
Abrí su pantalón dejando salir su deliciosa verga que empecé a lamer empezando por la punta que ya estaba muy lubricada, la metía toda en mi garganta sacándola de vez en cuando para pasar mi lengua por sus huevos.
Yo estaba muy húmeda y mientras lo mamaba metía mis dedos en mi chocho mojado deseando ser clavada, me tomó fuertemente con sus brazos y me acercó a la cama abriendo mis piernas con rapidez.
Me decía con voz entrecortada, hoy te lo voy a hacer solo por tu culito, te voy a meter mi verga tan rico que no vas a desear que la saque. Los truenos ahogaban mis gemidos de placer mientras me pedía que me abriera para él, arrodillada en el suelo puse mis manos en mis nalgas para dejarlo entrar, dejando ver mi agujerito delicioso. Su verga iba penetrando mi culo deseoso una y otra vez con fuerza, sentía que me venía porque mis jugos se empezaron a derramar entre mis piernas, entré en un extasis tremendo, él jugaba con mi clítoris penetrando mis dedos en mi chochito al mismo tiempo que su verga se clavaba en mi culo, era maravilloso sentir ese doble placer que jamás había imaginado, agarraba mi cabello y embistiéndome con fuerza sentía su penetración cada vez mas.
Hábilmente giré mi cuerpo quedando frente a él, su boca estaba ansiosa por morder y lamer mis pezones, los tomó con sus manos y empezó a rozarlos con la punta de su lengua para luego meterlos en su boca, era delicioso poder sentir su lengua ahi mientras era penetrada por su dura verga, en ese momento tuve otro orgasmo intenso, mi cuerpo temblaba de placer, no quería parar.
Abrió mas mis piernas y me dijo que quería derramar su leche en mi culito, yo no podía hablar solo gemir, en ese momento un escalofrío recorrió mi cuerpo y sentí que yo también estaba a punto de otro orgasmo, sentí su semen dentro de mi mientras mis jugos se iban derramando.
Quedamos tendidos sobre la cama sintiendo el calor nuestros cuerpos y la maravillosa sensación de una experiencia inolvidable que aun no terminaba porque luego de dormir unos minutos y un baño relajante su verga empezaba a responder a mi lengua que jugaba con ella, de pronto tuvo otra erección, sentí ese trozo delicioso y duro en mi garganta, me tomó por la cintura lubricando mi culito de nuevo y sin decir palabra lo abrió suavemente con sus dos manos clavando su verga una y otra vez, me perdía en el placer infinito de sus movimientos, nuevamente tuve otro orgasmo, me sentía liviana como si pudiera flotar, sus besos, sus caricias, su olor me embriagaba, con el movimiento de mis caderas pude sentir como me apretaba cada vez mas a él sin que quedara ni un centímetro fuera de mi, no quería que parara, unos minutos después sacó su verga para derramar su rica leche en mis tetas, su cuerpo se estremecia mientras yo recibía gustosa su semen en mi pecho, disfrutando de ese momento y soñando con nuestro próximo encuentro.
2 comentarios - Mi culito deseoso de tu verga dura