Capítulo VIII: Pacto secreto
Florencia comenzó a llorar, mientras Agustina la miraba con cara de sorprendida. Reconoció la tanga como una de las prendas que habitualmente usaba, e intuía –pero sin poder creérselo- que estaba bañada en semen. “¿De quién?”
-Hey… Flor, porqué llorás? Pará!…- Le dijo Agustina, tratando de tranquilizarla.
Florcha dio unos pasos hacia delante y se sentó en su cama, llevándose ambas manos a la cara para sacarse las lágrimas.
-Florencia… qué te pasa? Ésta es una de nuestras tangas, no?-Repitió Agustina, estirando la tanga y viéndola completa.
-Perdóname…-Dijo Florcha entre lágrimas.
-Qué?... De dónde sacaste esto?..Está toda pegajosa…Parece… como si fuera semen de un chico… qué es?
-….Es eso! –Respondió Florencia sollozando.
-QUÉ? Esto es semen???!!! De dónde lo sacaste??.....¿Tenés novio y no me contaste?! Quién es???
-No tengo novio boluda….
-Así que esto es semen!!!!…..ayyyyy que asco lo estoy tocando y esto todavía está tibio… trajiste a un chico acá?!?!?!?
-Nooo…. No entendés… -Florencia seguía llorando.
-Bueno, explícame entonces, dejá de llorar.
-Me da vergüenza!
-Soy tu hermana boluda… como te va a dar vergüenza???
-Bueno… pero prométeme que no le vas a decir a nadie… ni a mamá, por favor…
-Sí, tonta, qué te pasa? Como le voy a decir a alguien? Te repito.. soy tu hermana, podes contarme lo que sea.
Agustina dejó la tanga tirada en el suelo y se limpió los dedos con una toalla, los tenía un poco pegajosos por haber tocado el esperma directamente.
Se sentó en la cama, al lado de Florencia, pasándole un brazo por el hombro y abrazándola, tratando de calmarla.
-No le cuentes a nadie… Bueno… esa tanga es nuestra.. sí… la usé hoy… ese semen es de nuestro hermano… Martín…..
Agustina abrió los ojos, por un momento creyó que era una broma.
-Te gustan las bromas eh??? Jajaja, dale…
-No… es en serio…
Agustina se dio cuenta que le hablaba de verdad.
-Pará pará pará. Esto… es semen de Martín??? Nuestro hermano???!!!
-Sí…
-CÓMO???!!!!??!
-Shhhhh. Te puede escuchar alguien. Sí… te voy a explicar bien, no te enojes.
-A ver… esto no puede ser.
Florencia volvía a recaer en el llanto y las lágrimas. Empezó a explicar con la voz entre cortada mientras lloraba.
-Todo empezó porque un día entré al baño, así de repente… y estaba Martín bañándose… o eso creía yo, porque entré,…y lo ví haciéndose una paja… y tenía… se estaba masturbando con una de mis tangas…
-Ah bueno… miralo al pendejo. Y qué pasó?????
-Bueno… me contó que le gusta… oler nuestras tangas… y bombachas, cuando las dejamos en el baño…
Agustina no se lo podía creer.
-Olerlas? Las mías también????!!!!
-Sí…
-O sea que se hace pajas oliendo mis tangas también???
-Sí…a mi también me parecio asqueroso… al principio… lo quise retar…y decirle que no lo haga más… pero no sé, de alguna manera me convenció de que no era algo malo… perdóname…
-No, pero… que más?? Que hiciste después?
-Una vez me ayudo con mi tarea…y me ofreció hacerla siempre, y ayudarme a estudiar con matemática… viste que te conté que se me hacía difícil…bueno, y acordamos a que yo le seguía dando las bombachas antes de bañarme para que él se haga pajas… y él me hacia la tarea y me ayudaba a estudiar… sé que estuve muy mal…
-No lo puedo creer. Cómo no me dijiste????
-Me daba vergüenza! Entendeme…
-Ya… tranquila, dejá de llorar.
-Y cuando estudiamos, me pedía que le muestre un poquito… yo le dije que no… pero después me ofreció también hacer las tareas de la casa… y yo accedí…
-Cómo que le muestres un poquito?
-Me pedía que le muestre un ratito la bombacha, a cambio de hacerme las tareas de la casa… ya sé que me pasé…pero cuando lo hacía… hasta yo me excitaba, entiendo que pienses que soy una puta… por favor no le digas a mamá… porfa….
-Shh…. Tranquila…. Calmate…¿Cómo voy a pensar eso? No seas boba…
Agustina estaba descolocada y estupefacta. Lo que había escuchado era demasiado… ¿sus propios hermanos? ¡Si parecían tan inocentes!
Florencia amagaba con seguir llorando, pero Agustina trató de calmarla y decirle que estaba todo bien, que no pasaba nada, que no era grave lo que había pasado, etc. Quería que dejara de llorar ya.
-Flor, no llores mi vida. Lo tomaron todo como un juego inocente… y está bien. Hey… no hicieron nada malo…
-En serio pensás eso? –Preguntó Florcha mirándola con los ojos lagrimosos.
-Sí, boluda… dejá de llorar. Creo que nos debemos una charla con nuestro hermanito, los tres juntos.
-Nooo… no quiero que se entere!!!
-Dale… va a ser divertido. Hace mucho que no hablamos. Me conocés… soy muy curiosa y necesito saber hasta donde llegan sus conocimientos sexuales jaja…
-Divertido? Pensé que me ibas a matar….
-Pfff porqué? La sexualidad no es un pecado, y ustedes recién estan aprendiendo…No hicieron nada malo… necesito saber más de todo esto, dale contame con lujo de detalles todo lo que pasó.
Agustina animaba a su hermana. Florencia ya había dejado de llorar.
La menor le contó todo, hasta el último detalle de todos los incidentes sexuales con su hermanito. Hasta le contó lo caliente que se ponía haciéndolo, y las ganas que le daban de verle la pija a su hermano. Le contó cómo mojaba las tangas para él.
Agustina ya llevaba varios años teniendo sexo con chicos, hacía tiempo que había dejado de ser virgen. Su hermana y su hermano todavía lo eran. Agustina tenía algunos años de experiencia con el sexo, ya lo había hecho de muchas formas… y por todos los orificios. Escuchar a su hermana contarle todo lo que había hecho con Martín la había puesto un poco morbosa, le encantó lo que hacían. Se sintió un poco rara, pero escuchar todo eso, tan prohibido… le despertó el morbo sexual que llevaba dentro.
Cada situación que Florencia le comentaba con lujo de detalles, Agustina escuchaba más que atenta, estaba disfrutando de la charla. Hacía varias semanas que con su novio las cosas no iban de la mejor manera, y el sexo era una de ellas, ya habían pasado varias semanas desde la última vez que había tenido relaciones.
Se empezó a excitar con las cosas que le contaba su hermana.
-Woooow. Le mostraste la cola con esa tanguita?
-Sí.
-Y él estaba muy excitado?
-Sí… me dijo que estaba muy caliente. Le pregunté si quería que le diera la tanga ahí, y me la baje con la pollera puesta. La dejé re mojada… no sabés lo excitada que estaba.
-Jajaja! Y así fue como la llenó de semen…
-Sí… después viniste vos…la descubriste, y bueno, historia conocida.
-Puf hermanita… ! Hasta creo que me calenté un poco con todo lo que me contaste!
-En serio?
-Jaja sí, me siento un poco húmeda.
-Bueno, así dejás la bombacha lista para Martín, jajaja.
-Callate que ahora que me contaste lo que hace, me voy a excitar más, jajajaja. A vos no te da un poquito de vergüenza? –Preguntó Agustina.
-Qué cosa?
-Que te sienta el olor a concha, boluda.
-Ahh jajaja. Sí, al principio me dio vergüenza… pero después se me fue… no sé. Me dijo que le encanta.
-Bueno, si te contó que también se hace pajas con mis bombachas, entonces le debe gustar el olor de la mía también.
-Hay que preguntarle cual le gusta más, jaja.
-Jajaja. Te imaginás? Que enfermas estamos.
Las hermanas se estaban divirtiendo como hacía bastante tiempo que no lo hacían.
-Tendrá alguna noviecita por ahí que no sepamos? –Preguntó Agustina.
-Nah, él me dijo que no. Sino no se andaría pajeando con nuestras tangas. ¿A parte, que nos importa a nosotras? jajaja –Florcha.
-Ya… pero me conocés, soy curiosa… igual, sí, que haga de su pito lo que quiera. Hablando de pito… como lo tendrá?-Le preguntó Agustina a su hermana.
-Yo que sé, vos sos la experta en sexo, no yo.
-Jajaja, cierto que todavía no viste ni una, no?
-No, y gracias por recordármelo, siempre tan amable.
-Jajaja no es para que te pongas mal, ya vas a conocer una. Quizás la de tu hermano, ¿quién sabe? Jajaja.
-No seas tonta. El día que le vi el bulto en el pantalón cuando me bajé la calza, me puse como loca.
-Cómo la tendrá? La tendrá grandecita ya? Me diste ganas de vérsela a mi hermanito, hdp.
-Jajaja, a mi también me dieron ganas de vérsela.
-Boluda, me estoy mojando mal. –Dijo Agustina, mirándose la entrepierna, sintiendo la bombacha ya mojada, algo que hacía bastante no sentía.
-¿La mojaste? Le va a encantar al pendejo.-Dijo Florencia.
-Igual, con toda la leche que te dejó en la tanga… no creo que pueda hacerse otra paja, el pobre.
-Para mí sí puede…-Afirmó desafiante Florcha, riéndose con su hermana.
-Segura? Mmmmm.
-Querés probar?
-Cómo?
-Sácate la bombacha y dásela.
-Paraaa boluda… Así nomás?
-¿Cómo entonces?
-Se la dejo en el baño como siempre.
-Ok.
-Me voy a bañar ahora. –Agustina.
Agustina se puso de pie, se sacó el jean, se volvió a sentar con su hermana en el borde de la cama pero esta vez con las piernas un poco abiertas. Mientras Agustina buscaba en el cajón ropa limpia, Florencia le miraba la entrepierna, cubierta por la bombacha blanca.
-Pasate la bombacha bien por la concha, así la mojas toda, y va a tener más olor.
Agustina sin decir nada hizo caso. Se llevó una mano a su entrepierna, y se restregó la bombacha por toda la concha, de arriba abajo, de lado a lado, por todos los labios vaginales que desprendían humedad. La tela estaba tan húmeda que se le notaba todo el contorno de su vagina. Los labios mayores abultados y la rajita en el medio. Apretó un dedo por encima de la bombacha para metérsela ligeramente en la concha, y embardunarla aún más en sus flujos.
-Qué chancha, hacer esto me puso a mil. –Agustina excitada.
Agustina ya estaba lista para el orgasmo.... aún así sentada en el borde de la cama, se bajó la bombacha hasta los pies y se la sacó.
La abrió bien y le sintió el olor. No le agradó demasiado. Se la dio a su hermana Florencia para que sienta el olor.
Florcha la agarró y se llevó a su olfato la parte donde estaba toda mojadita.
-Sentí. Como me huele? -Le preguntó Agustina a su hermana Florencia.
-Normal. Olor a concha, boluda. –Respondió Florencia.
Agustina volvió a agarrar la bombacha y la olió de nuevo.
-No es muy fuerte? Seguro que le gusta? Le dejé un olor a concha sucia que me da vergüenza Flor. –Dijo Agustina.
-Jajaja dejá de hablar, y andá a bañarte… te aseguro que esa bombacha te la va a llenar de leche oliéndote la concha.
Tras la larga charla, se les pasó el tiempo volando. Su madre les gritó desde la cocina que ya estaba la cena, que vayan a comer.
Agustina se quitó toda la ropa en la habitación, se enrolló una toalla en su cuerpo, y se fue directamente a bañar. Llevaba la ropa limpia en una mano, y la sucia en la otra. Cuando ingresó al baño, tiró toda la ropa sucia al rincón, dejando la bombacha mojada y olorosa arriba de todo. La ropa limpia en el mueble.
Se metió a la ducha, agua calentita. Calentita como ella. Se acostó en la bañera, disfrutó de acariciarse levemente los pezones duros, de pasarse la mano por las tetas grandes… mientras el agua le caía encima. Se pasó jabón… y se rozó con la yema de los dedos, el clítoris inflamado.
“Mmmmm… cuanto hacía que no me tocaba en la ducha….”
Cada vez más rápido, se tocaba a círculos el clítoris, mientras que con los dedos de la otra mano, se abría un poco los cachetes de la cola, y jugaba con el agujerito de atrás. Estuvo pensando en todo el asunto con sus hermanos menores, y como mojó la bombacha para su hermano… acabó en la bañera, jugueteando con el clítoris.
Cerró el grifo, se secó y se vistió rápidamente, para comer algo.
Tras la cena, Martín se fue a bañar, antes de ir a dormir. Se desvistió en el baño, y se acercó a la ropa de Agustina. No tenía muchas ganas de hacerse una paja, después de haber acabado sobre la tanga de Florcha, pero por mera curiosidad, se acercó a revisar.
Encontró a simple vista la bombacha blanca mojada. No se lo esperaba. Inmediatamente se le paró la pija.
Ahora no sólo las bombachas de Florcha estaban empapadas, sino que las de Agustina también????
Le sintió el olor y casi acaba sin tocarse. Que locura. Se imaginó la concha de Agustina mojando la bombacha y casi se muere. Esto era nuevo.
Siguió sintiéndole el olor a concha sucia a esa bombacha, mientras se pajeaba bien lento. De solo imaginarle la conchita a Agustina… “seguro la tiene depilada… como tendrá los labios?”
Se la imaginó tocándose la chocha, metiéndose un dedo… lo que no sabía es que era justo lo que había echo la chica hacía un rato!
Le pasó la lengua y lamió toda la parte brillosa, mojada y pegajosa de los flujos de su hermana…y no pudo contenerse: inmediatamente cuando sintió el semen salir, llevó la bombacha a su pija y la acabó toda. Increíblemente no paraba de escupir leche… se la llenó por completo de semen caliente y espeso… igual que la tanga de Florencia. Se apretó la pija para sacar hasta la última gota y se limpió el glande con lo que quedaba de aquella bombacha de su hermana mayor Agustina.
La dejó allí… y se metió a bañar. Estaba tan relajado que casi se duerme en la bañera. Después, tiró la bombacha al lavarropas.
:::
Tras todo aquello, el muchacho se fue a dormir más placido que nunca. Las cosas no podían ir mejor.
Agustina estaba en el living repasando unos apuntes, cuando todos estaban ya en sus habitaciones. Cerró el cuaderno, y se fue a dormir también.
Pero antes, pasó por el lavadero. Se fijó que nadie la viera… y entró. Enseguida, abrió la tapa del lavarropas, y de inmediato se encontró con lo que parecía su bombacha.
Al verla ahí, casi le da un vuelco al corazón. La agarró, e inminentemente sintió los dedos llenos de algo inconfundible: semen pegajoso y espeso.
La sacó afuera del lavarropas, y la miró. Estaba arrugada, llena de leche de su hermano. La abrió y le sorprendió ver lo manchada que estaba. Repleta de semen.
Obviamente, fue hasta su habitación sigilosamente, y la encontró a Florcha acostada en su cama, pero aún despierta.
-Mirá lo que hizo tu hermanito. –Dijo Agustina sonriendo mientras le enseñaba la bombacha a su hermana.
-A ver… viste? Te la lleno de leche el pendejo. Yo te dije.
-Boluda… tremenda paja se tuvo que haber hecho. Y eso que ya se había hecho una con tu tanga. Tiene más potencia que mi novio.
-¡Jajaja!
Le encantó lo que había hecho su hermano… volvió al lavadero a meter la bombacha en el lavarropas y se limpió los dedos llevándoselos a la boca, lamiéndolos uno por uno, pasándoles la lengua y chupándose los dedos con los labios.
“Que gusto tendrá la leche de mi hermanito?”
Le pareció un sabor muy suave y algo dulzón. No le desagradó. Ya había probado la leche de sus novios anteriores, y generalmente no le agradaba, pero ésta no le desagradó en absoluto.
La muy zorra, volvió a tocar la bombacha sin sacarla del lavarropas, con un dedo, sacando un poco más de semen, y se lo metió en la boca de nuevo. Le estaba gustando, y ya estaba nuevamente excitada.
Se fue a dormir con una sonrisa en la cara, y con el gustito a semen de su hermano en la boca.
Florencia comenzó a llorar, mientras Agustina la miraba con cara de sorprendida. Reconoció la tanga como una de las prendas que habitualmente usaba, e intuía –pero sin poder creérselo- que estaba bañada en semen. “¿De quién?”
-Hey… Flor, porqué llorás? Pará!…- Le dijo Agustina, tratando de tranquilizarla.
Florcha dio unos pasos hacia delante y se sentó en su cama, llevándose ambas manos a la cara para sacarse las lágrimas.
-Florencia… qué te pasa? Ésta es una de nuestras tangas, no?-Repitió Agustina, estirando la tanga y viéndola completa.
-Perdóname…-Dijo Florcha entre lágrimas.
-Qué?... De dónde sacaste esto?..Está toda pegajosa…Parece… como si fuera semen de un chico… qué es?
-….Es eso! –Respondió Florencia sollozando.
-QUÉ? Esto es semen???!!! De dónde lo sacaste??.....¿Tenés novio y no me contaste?! Quién es???
-No tengo novio boluda….
-Así que esto es semen!!!!…..ayyyyy que asco lo estoy tocando y esto todavía está tibio… trajiste a un chico acá?!?!?!?
-Nooo…. No entendés… -Florencia seguía llorando.
-Bueno, explícame entonces, dejá de llorar.
-Me da vergüenza!
-Soy tu hermana boluda… como te va a dar vergüenza???
-Bueno… pero prométeme que no le vas a decir a nadie… ni a mamá, por favor…
-Sí, tonta, qué te pasa? Como le voy a decir a alguien? Te repito.. soy tu hermana, podes contarme lo que sea.
Agustina dejó la tanga tirada en el suelo y se limpió los dedos con una toalla, los tenía un poco pegajosos por haber tocado el esperma directamente.
Se sentó en la cama, al lado de Florencia, pasándole un brazo por el hombro y abrazándola, tratando de calmarla.
-No le cuentes a nadie… Bueno… esa tanga es nuestra.. sí… la usé hoy… ese semen es de nuestro hermano… Martín…..
Agustina abrió los ojos, por un momento creyó que era una broma.
-Te gustan las bromas eh??? Jajaja, dale…
-No… es en serio…
Agustina se dio cuenta que le hablaba de verdad.
-Pará pará pará. Esto… es semen de Martín??? Nuestro hermano???!!!
-Sí…
-CÓMO???!!!!??!
-Shhhhh. Te puede escuchar alguien. Sí… te voy a explicar bien, no te enojes.
-A ver… esto no puede ser.
Florencia volvía a recaer en el llanto y las lágrimas. Empezó a explicar con la voz entre cortada mientras lloraba.
-Todo empezó porque un día entré al baño, así de repente… y estaba Martín bañándose… o eso creía yo, porque entré,…y lo ví haciéndose una paja… y tenía… se estaba masturbando con una de mis tangas…
-Ah bueno… miralo al pendejo. Y qué pasó?????
-Bueno… me contó que le gusta… oler nuestras tangas… y bombachas, cuando las dejamos en el baño…
Agustina no se lo podía creer.
-Olerlas? Las mías también????!!!!
-Sí…
-O sea que se hace pajas oliendo mis tangas también???
-Sí…a mi también me parecio asqueroso… al principio… lo quise retar…y decirle que no lo haga más… pero no sé, de alguna manera me convenció de que no era algo malo… perdóname…
-No, pero… que más?? Que hiciste después?
-Una vez me ayudo con mi tarea…y me ofreció hacerla siempre, y ayudarme a estudiar con matemática… viste que te conté que se me hacía difícil…bueno, y acordamos a que yo le seguía dando las bombachas antes de bañarme para que él se haga pajas… y él me hacia la tarea y me ayudaba a estudiar… sé que estuve muy mal…
-No lo puedo creer. Cómo no me dijiste????
-Me daba vergüenza! Entendeme…
-Ya… tranquila, dejá de llorar.
-Y cuando estudiamos, me pedía que le muestre un poquito… yo le dije que no… pero después me ofreció también hacer las tareas de la casa… y yo accedí…
-Cómo que le muestres un poquito?
-Me pedía que le muestre un ratito la bombacha, a cambio de hacerme las tareas de la casa… ya sé que me pasé…pero cuando lo hacía… hasta yo me excitaba, entiendo que pienses que soy una puta… por favor no le digas a mamá… porfa….
-Shh…. Tranquila…. Calmate…¿Cómo voy a pensar eso? No seas boba…
Agustina estaba descolocada y estupefacta. Lo que había escuchado era demasiado… ¿sus propios hermanos? ¡Si parecían tan inocentes!
Florencia amagaba con seguir llorando, pero Agustina trató de calmarla y decirle que estaba todo bien, que no pasaba nada, que no era grave lo que había pasado, etc. Quería que dejara de llorar ya.
-Flor, no llores mi vida. Lo tomaron todo como un juego inocente… y está bien. Hey… no hicieron nada malo…
-En serio pensás eso? –Preguntó Florcha mirándola con los ojos lagrimosos.
-Sí, boluda… dejá de llorar. Creo que nos debemos una charla con nuestro hermanito, los tres juntos.
-Nooo… no quiero que se entere!!!
-Dale… va a ser divertido. Hace mucho que no hablamos. Me conocés… soy muy curiosa y necesito saber hasta donde llegan sus conocimientos sexuales jaja…
-Divertido? Pensé que me ibas a matar….
-Pfff porqué? La sexualidad no es un pecado, y ustedes recién estan aprendiendo…No hicieron nada malo… necesito saber más de todo esto, dale contame con lujo de detalles todo lo que pasó.
Agustina animaba a su hermana. Florencia ya había dejado de llorar.
La menor le contó todo, hasta el último detalle de todos los incidentes sexuales con su hermanito. Hasta le contó lo caliente que se ponía haciéndolo, y las ganas que le daban de verle la pija a su hermano. Le contó cómo mojaba las tangas para él.
Agustina ya llevaba varios años teniendo sexo con chicos, hacía tiempo que había dejado de ser virgen. Su hermana y su hermano todavía lo eran. Agustina tenía algunos años de experiencia con el sexo, ya lo había hecho de muchas formas… y por todos los orificios. Escuchar a su hermana contarle todo lo que había hecho con Martín la había puesto un poco morbosa, le encantó lo que hacían. Se sintió un poco rara, pero escuchar todo eso, tan prohibido… le despertó el morbo sexual que llevaba dentro.
Cada situación que Florencia le comentaba con lujo de detalles, Agustina escuchaba más que atenta, estaba disfrutando de la charla. Hacía varias semanas que con su novio las cosas no iban de la mejor manera, y el sexo era una de ellas, ya habían pasado varias semanas desde la última vez que había tenido relaciones.
Se empezó a excitar con las cosas que le contaba su hermana.
-Woooow. Le mostraste la cola con esa tanguita?
-Sí.
-Y él estaba muy excitado?
-Sí… me dijo que estaba muy caliente. Le pregunté si quería que le diera la tanga ahí, y me la baje con la pollera puesta. La dejé re mojada… no sabés lo excitada que estaba.
-Jajaja! Y así fue como la llenó de semen…
-Sí… después viniste vos…la descubriste, y bueno, historia conocida.
-Puf hermanita… ! Hasta creo que me calenté un poco con todo lo que me contaste!
-En serio?
-Jaja sí, me siento un poco húmeda.
-Bueno, así dejás la bombacha lista para Martín, jajaja.
-Callate que ahora que me contaste lo que hace, me voy a excitar más, jajajaja. A vos no te da un poquito de vergüenza? –Preguntó Agustina.
-Qué cosa?
-Que te sienta el olor a concha, boluda.
-Ahh jajaja. Sí, al principio me dio vergüenza… pero después se me fue… no sé. Me dijo que le encanta.
-Bueno, si te contó que también se hace pajas con mis bombachas, entonces le debe gustar el olor de la mía también.
-Hay que preguntarle cual le gusta más, jaja.
-Jajaja. Te imaginás? Que enfermas estamos.
Las hermanas se estaban divirtiendo como hacía bastante tiempo que no lo hacían.
-Tendrá alguna noviecita por ahí que no sepamos? –Preguntó Agustina.
-Nah, él me dijo que no. Sino no se andaría pajeando con nuestras tangas. ¿A parte, que nos importa a nosotras? jajaja –Florcha.
-Ya… pero me conocés, soy curiosa… igual, sí, que haga de su pito lo que quiera. Hablando de pito… como lo tendrá?-Le preguntó Agustina a su hermana.
-Yo que sé, vos sos la experta en sexo, no yo.
-Jajaja, cierto que todavía no viste ni una, no?
-No, y gracias por recordármelo, siempre tan amable.
-Jajaja no es para que te pongas mal, ya vas a conocer una. Quizás la de tu hermano, ¿quién sabe? Jajaja.
-No seas tonta. El día que le vi el bulto en el pantalón cuando me bajé la calza, me puse como loca.
-Cómo la tendrá? La tendrá grandecita ya? Me diste ganas de vérsela a mi hermanito, hdp.
-Jajaja, a mi también me dieron ganas de vérsela.
-Boluda, me estoy mojando mal. –Dijo Agustina, mirándose la entrepierna, sintiendo la bombacha ya mojada, algo que hacía bastante no sentía.
-¿La mojaste? Le va a encantar al pendejo.-Dijo Florencia.
-Igual, con toda la leche que te dejó en la tanga… no creo que pueda hacerse otra paja, el pobre.
-Para mí sí puede…-Afirmó desafiante Florcha, riéndose con su hermana.
-Segura? Mmmmm.
-Querés probar?
-Cómo?
-Sácate la bombacha y dásela.
-Paraaa boluda… Así nomás?
-¿Cómo entonces?
-Se la dejo en el baño como siempre.
-Ok.
-Me voy a bañar ahora. –Agustina.
Agustina se puso de pie, se sacó el jean, se volvió a sentar con su hermana en el borde de la cama pero esta vez con las piernas un poco abiertas. Mientras Agustina buscaba en el cajón ropa limpia, Florencia le miraba la entrepierna, cubierta por la bombacha blanca.
-Pasate la bombacha bien por la concha, así la mojas toda, y va a tener más olor.
Agustina sin decir nada hizo caso. Se llevó una mano a su entrepierna, y se restregó la bombacha por toda la concha, de arriba abajo, de lado a lado, por todos los labios vaginales que desprendían humedad. La tela estaba tan húmeda que se le notaba todo el contorno de su vagina. Los labios mayores abultados y la rajita en el medio. Apretó un dedo por encima de la bombacha para metérsela ligeramente en la concha, y embardunarla aún más en sus flujos.
-Qué chancha, hacer esto me puso a mil. –Agustina excitada.
Agustina ya estaba lista para el orgasmo.... aún así sentada en el borde de la cama, se bajó la bombacha hasta los pies y se la sacó.
La abrió bien y le sintió el olor. No le agradó demasiado. Se la dio a su hermana Florencia para que sienta el olor.
Florcha la agarró y se llevó a su olfato la parte donde estaba toda mojadita.
-Sentí. Como me huele? -Le preguntó Agustina a su hermana Florencia.
-Normal. Olor a concha, boluda. –Respondió Florencia.
Agustina volvió a agarrar la bombacha y la olió de nuevo.
-No es muy fuerte? Seguro que le gusta? Le dejé un olor a concha sucia que me da vergüenza Flor. –Dijo Agustina.
-Jajaja dejá de hablar, y andá a bañarte… te aseguro que esa bombacha te la va a llenar de leche oliéndote la concha.
Tras la larga charla, se les pasó el tiempo volando. Su madre les gritó desde la cocina que ya estaba la cena, que vayan a comer.
Agustina se quitó toda la ropa en la habitación, se enrolló una toalla en su cuerpo, y se fue directamente a bañar. Llevaba la ropa limpia en una mano, y la sucia en la otra. Cuando ingresó al baño, tiró toda la ropa sucia al rincón, dejando la bombacha mojada y olorosa arriba de todo. La ropa limpia en el mueble.
Se metió a la ducha, agua calentita. Calentita como ella. Se acostó en la bañera, disfrutó de acariciarse levemente los pezones duros, de pasarse la mano por las tetas grandes… mientras el agua le caía encima. Se pasó jabón… y se rozó con la yema de los dedos, el clítoris inflamado.
“Mmmmm… cuanto hacía que no me tocaba en la ducha….”
Cada vez más rápido, se tocaba a círculos el clítoris, mientras que con los dedos de la otra mano, se abría un poco los cachetes de la cola, y jugaba con el agujerito de atrás. Estuvo pensando en todo el asunto con sus hermanos menores, y como mojó la bombacha para su hermano… acabó en la bañera, jugueteando con el clítoris.
Cerró el grifo, se secó y se vistió rápidamente, para comer algo.
Tras la cena, Martín se fue a bañar, antes de ir a dormir. Se desvistió en el baño, y se acercó a la ropa de Agustina. No tenía muchas ganas de hacerse una paja, después de haber acabado sobre la tanga de Florcha, pero por mera curiosidad, se acercó a revisar.
Encontró a simple vista la bombacha blanca mojada. No se lo esperaba. Inmediatamente se le paró la pija.
Ahora no sólo las bombachas de Florcha estaban empapadas, sino que las de Agustina también????
Le sintió el olor y casi acaba sin tocarse. Que locura. Se imaginó la concha de Agustina mojando la bombacha y casi se muere. Esto era nuevo.
Siguió sintiéndole el olor a concha sucia a esa bombacha, mientras se pajeaba bien lento. De solo imaginarle la conchita a Agustina… “seguro la tiene depilada… como tendrá los labios?”
Se la imaginó tocándose la chocha, metiéndose un dedo… lo que no sabía es que era justo lo que había echo la chica hacía un rato!
Le pasó la lengua y lamió toda la parte brillosa, mojada y pegajosa de los flujos de su hermana…y no pudo contenerse: inmediatamente cuando sintió el semen salir, llevó la bombacha a su pija y la acabó toda. Increíblemente no paraba de escupir leche… se la llenó por completo de semen caliente y espeso… igual que la tanga de Florencia. Se apretó la pija para sacar hasta la última gota y se limpió el glande con lo que quedaba de aquella bombacha de su hermana mayor Agustina.
La dejó allí… y se metió a bañar. Estaba tan relajado que casi se duerme en la bañera. Después, tiró la bombacha al lavarropas.
:::
Tras todo aquello, el muchacho se fue a dormir más placido que nunca. Las cosas no podían ir mejor.
Agustina estaba en el living repasando unos apuntes, cuando todos estaban ya en sus habitaciones. Cerró el cuaderno, y se fue a dormir también.
Pero antes, pasó por el lavadero. Se fijó que nadie la viera… y entró. Enseguida, abrió la tapa del lavarropas, y de inmediato se encontró con lo que parecía su bombacha.
Al verla ahí, casi le da un vuelco al corazón. La agarró, e inminentemente sintió los dedos llenos de algo inconfundible: semen pegajoso y espeso.
La sacó afuera del lavarropas, y la miró. Estaba arrugada, llena de leche de su hermano. La abrió y le sorprendió ver lo manchada que estaba. Repleta de semen.
Obviamente, fue hasta su habitación sigilosamente, y la encontró a Florcha acostada en su cama, pero aún despierta.
-Mirá lo que hizo tu hermanito. –Dijo Agustina sonriendo mientras le enseñaba la bombacha a su hermana.
-A ver… viste? Te la lleno de leche el pendejo. Yo te dije.
-Boluda… tremenda paja se tuvo que haber hecho. Y eso que ya se había hecho una con tu tanga. Tiene más potencia que mi novio.
-¡Jajaja!
Le encantó lo que había hecho su hermano… volvió al lavadero a meter la bombacha en el lavarropas y se limpió los dedos llevándoselos a la boca, lamiéndolos uno por uno, pasándoles la lengua y chupándose los dedos con los labios.
“Que gusto tendrá la leche de mi hermanito?”
Le pareció un sabor muy suave y algo dulzón. No le desagradó. Ya había probado la leche de sus novios anteriores, y generalmente no le agradaba, pero ésta no le desagradó en absoluto.
La muy zorra, volvió a tocar la bombacha sin sacarla del lavarropas, con un dedo, sacando un poco más de semen, y se lo metió en la boca de nuevo. Le estaba gustando, y ya estaba nuevamente excitada.
Se fue a dormir con una sonrisa en la cara, y con el gustito a semen de su hermano en la boca.
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