Desde chico y hasta los 15 años viví en Jujuy, donde tuve varios amigos, y por el trabajo de mi papá cuando termine tercer año de la secundaria volvimos a vivir a Córdoba.
Este verano, luego de un poco más de 20 años decidimos viajar a Jujuy de vacaciones y por allí visitar viejos amigos, principalmente me interesaba ver a Darío, uno de mis mejores amigos de aquellos años.
Una tarde que mi esposa no se sentía bien y se quedó en el hotel, salí a dar una vuelta y pase por la que era la casa de infancia de Dario, y sin saber si todavía era de la familia decidí parar y tocar el timbre. Me atendió una mujer rubia, alta y bien cuidada, la mamá de Dario, una señora que siempre me calentó. En la época del secundario pasaba muchos fines de semana en la casa de mi amigo, y no lo voy a negar, siempre tuve fantasías con esta mujer y mas de una vez me masturbe pensando en ella, mas estando en su casa y viéndola, sobre todo de en las mañanas que siempre se levantaba con una remerita que usaba para dormir que tapaba poco y mostraba algo de sus hermosos cachetes de la cola.
Cuando salio a la puerta evidentemente no me reconoció y la salude:
-Hola María Ines.
Con cara de pocos amigos me miro y me dijo:
-quien sos?
-Andres, me te acordas mas de mi? fui al colegio con Dario.
Por suerte le cambio la cara, me vino a saludar y me hizo pasar un rato. Le dije bueno, y que en realidad estaba tratando de localizarlo a su hijo, pero no tenía datos de el, y lo único que me acordaba era de su casa y de la hermosa mamá que tenía, le dije en tono de broma. Ella se río y me contesto con alguna broma, la verdad que siempre tuvimos buena relación y siempre note que me hablaba con ganas de hacerme calentar.
Agarre mi celular y le pregunte si tenía un número para poder llamarlo a su hijo, y ella me tomo la mano y me dijo:
-Recién llegas y ya te queres ir a verlo a Dario? Pensé que también tenias ganas de visitar a su mamá.
Me dejo duro la reacción de María Ines, pero a la vez con ganas, me reñi y le conteste que si, tratando de no ser tan evidente mis ganas y que siempre es bueno recordar viejas épocas. Sin soltarnos de la mano, le dije que me alegraba verla y que bien estaba, cosas que uno dice sin pensar, y se me escapo:
-Si esta mano hablara.
Me reí pero a la vez me di cuenta de la pelotudes que dije, pero por suerte ella entendió y me sigio el juego:
-Así? la hiciste trabajar mucho a esa mano en esta casa?
Su respuesta me calento mas, era evidente que ella sabia de como me masturbaba allí, cuando pasaba los fines de semana.
-Si, la verdad la pasaba muy bien aca, siempre tenia a quien poder mirar e inspirarme.
Le dije y nos acercamos mas y ella bajo la mano hasta mi pantalón y empezó a acariciarme por encima de mi pene.
Yo no dude y ataque sus pechos, no eran muy grandes, pero se mantenían, muy bien. Y sin dejarnos de mirar nos besamos con muchas ganas. Ella dejo de besarme y se dirijo directo a mi pija. Me baje los pantalones y el calzoncillo y ya estaba bien erecto. Ella de una sola vez casi me la trago. Me la chupaba de una forma muy tierna, despacio hacia arria y abajo, pero cada vez mas adentro hasta casi comerla entera. Mientras yo acompañaba con algunas caricias y como podía trataba de irle sacando la calza que traía puesta.
Cuando dejo un segundo de comerme la pija, no dude en acostarla sobre el sillón y acariciarle las tetas y bajar hasta su vagina y darle una hermosa chupada. La tenía bien carnosa y con pocos pelos, muy buena para poder disfrutar.
Así como estábamos subí mi cuerpo y le clave mi pija dura en su vagina húmeda y pude ver la carita de locura que puso y escuchar ese gemido cuando entro me encanto, me empezé a mover y besarla, estuvimos un rato así hasta que me pidio que me diera vuelta que quería cabalgar ella. Se movió encima de mi pija de una manera espectacular, de arriba hacia abajo, sentada con mi pija bien adentro y dando vueltas sobre mis huevos.
No duro mucho la cabalgada y sentí como se mojaba y los grititos que pegaba me calentaron mucho, así que le dije:
-Queres que te de un poco de lechita?
-Si, pero la quiero tragar toda.
Con lo que se levanto del sillón y se puso de rodillas frente a mi, yo me pare y le acerque la pija a la boca y me la trago entera, me pasaba la lengua mientras me la comía, no pude aguantar mucho con semejante mamada y la agarre de la cabeza, le clave bien las pija y empecé a acabar dentro de su boca. Fue una acabada espectacular, no se trago todo y me escupió un poco sobre las bolas.
Se paro y nos miramos, y le dije, en tono de broma y como para agradecer el momento:
-Si de chico hubiera sabido que lo hacías tan bien, no usaba tanto la mano con vos.
Y me reí
-Y yo no tenia que lavar tanto las sabanas con tus chanchadas.
Y salto una carcajada.
Este verano, luego de un poco más de 20 años decidimos viajar a Jujuy de vacaciones y por allí visitar viejos amigos, principalmente me interesaba ver a Darío, uno de mis mejores amigos de aquellos años.
Una tarde que mi esposa no se sentía bien y se quedó en el hotel, salí a dar una vuelta y pase por la que era la casa de infancia de Dario, y sin saber si todavía era de la familia decidí parar y tocar el timbre. Me atendió una mujer rubia, alta y bien cuidada, la mamá de Dario, una señora que siempre me calentó. En la época del secundario pasaba muchos fines de semana en la casa de mi amigo, y no lo voy a negar, siempre tuve fantasías con esta mujer y mas de una vez me masturbe pensando en ella, mas estando en su casa y viéndola, sobre todo de en las mañanas que siempre se levantaba con una remerita que usaba para dormir que tapaba poco y mostraba algo de sus hermosos cachetes de la cola.
Cuando salio a la puerta evidentemente no me reconoció y la salude:
-Hola María Ines.
Con cara de pocos amigos me miro y me dijo:
-quien sos?
-Andres, me te acordas mas de mi? fui al colegio con Dario.
Por suerte le cambio la cara, me vino a saludar y me hizo pasar un rato. Le dije bueno, y que en realidad estaba tratando de localizarlo a su hijo, pero no tenía datos de el, y lo único que me acordaba era de su casa y de la hermosa mamá que tenía, le dije en tono de broma. Ella se río y me contesto con alguna broma, la verdad que siempre tuvimos buena relación y siempre note que me hablaba con ganas de hacerme calentar.
Agarre mi celular y le pregunte si tenía un número para poder llamarlo a su hijo, y ella me tomo la mano y me dijo:
-Recién llegas y ya te queres ir a verlo a Dario? Pensé que también tenias ganas de visitar a su mamá.
Me dejo duro la reacción de María Ines, pero a la vez con ganas, me reñi y le conteste que si, tratando de no ser tan evidente mis ganas y que siempre es bueno recordar viejas épocas. Sin soltarnos de la mano, le dije que me alegraba verla y que bien estaba, cosas que uno dice sin pensar, y se me escapo:
-Si esta mano hablara.
Me reí pero a la vez me di cuenta de la pelotudes que dije, pero por suerte ella entendió y me sigio el juego:
-Así? la hiciste trabajar mucho a esa mano en esta casa?
Su respuesta me calento mas, era evidente que ella sabia de como me masturbaba allí, cuando pasaba los fines de semana.
-Si, la verdad la pasaba muy bien aca, siempre tenia a quien poder mirar e inspirarme.
Le dije y nos acercamos mas y ella bajo la mano hasta mi pantalón y empezó a acariciarme por encima de mi pene.
Yo no dude y ataque sus pechos, no eran muy grandes, pero se mantenían, muy bien. Y sin dejarnos de mirar nos besamos con muchas ganas. Ella dejo de besarme y se dirijo directo a mi pija. Me baje los pantalones y el calzoncillo y ya estaba bien erecto. Ella de una sola vez casi me la trago. Me la chupaba de una forma muy tierna, despacio hacia arria y abajo, pero cada vez mas adentro hasta casi comerla entera. Mientras yo acompañaba con algunas caricias y como podía trataba de irle sacando la calza que traía puesta.
Cuando dejo un segundo de comerme la pija, no dude en acostarla sobre el sillón y acariciarle las tetas y bajar hasta su vagina y darle una hermosa chupada. La tenía bien carnosa y con pocos pelos, muy buena para poder disfrutar.
Así como estábamos subí mi cuerpo y le clave mi pija dura en su vagina húmeda y pude ver la carita de locura que puso y escuchar ese gemido cuando entro me encanto, me empezé a mover y besarla, estuvimos un rato así hasta que me pidio que me diera vuelta que quería cabalgar ella. Se movió encima de mi pija de una manera espectacular, de arriba hacia abajo, sentada con mi pija bien adentro y dando vueltas sobre mis huevos.
No duro mucho la cabalgada y sentí como se mojaba y los grititos que pegaba me calentaron mucho, así que le dije:
-Queres que te de un poco de lechita?
-Si, pero la quiero tragar toda.
Con lo que se levanto del sillón y se puso de rodillas frente a mi, yo me pare y le acerque la pija a la boca y me la trago entera, me pasaba la lengua mientras me la comía, no pude aguantar mucho con semejante mamada y la agarre de la cabeza, le clave bien las pija y empecé a acabar dentro de su boca. Fue una acabada espectacular, no se trago todo y me escupió un poco sobre las bolas.
Se paro y nos miramos, y le dije, en tono de broma y como para agradecer el momento:
-Si de chico hubiera sabido que lo hacías tan bien, no usaba tanto la mano con vos.
Y me reí
-Y yo no tenia que lavar tanto las sabanas con tus chanchadas.
Y salto una carcajada.
1 comentarios - La mama de mi amigo