Mi tio Sergio no podía creer que yo fuera "desviado"... así que le pidió permiso a mi viejo para tenerme a su cuidado un " par de méses" para " enseñarme" el gusto por las mujéres, corría el año '76, y en pléna convulsión socíal, mi tío hétero de 32 años ajéno al kilombo en las calles estaba empeñado en contagiarme su adicción por "las conchas" convencido de que lo mejor era "mostrarme" en crudo como un hombre debía satisfacer a su mujer o a todas las mujeres...
El tio, portador de una verga preciosa y bien varonil sostenía que para "curarme" tenía que mostrarme con ejemplos cómo era ser un "hombre macho"...
Me llevó a vivir a su casa por "unos dias" y cada noche hacía venir a una puta distinta para hacerme ver como se cojía con una mujer...
Cada fin de semána, durante tres meses mi tio me deleitaba con sesiónes de sexo crudo en vivo y en directo mientras yo fingía interés en aprender mas solo por ver cómo el típo se entusiasmaba en revelarme el secreto de ser un "buen amante"
Fue el placer mas terrible e inténso que experimenté en mi despertar sexúal compartiendo la cama y las noches de placer de ese hombre adulto y exhibicionista que gozaba de mostrarme al detalle su capacidad sexual pensando que me "estaba curando" mientras lo único que lograba era convencerme cada noche aún más de que lo que deseaba era sentir el mismo éxtasis que sentían esas hembras cuando la pija durísima del tio las hacía estremecerse arqueando las espaldas cada vez que la verga toda lubricada de mi tio las bombeaba con desesperación.
El tio, portador de una verga preciosa y bien varonil sostenía que para "curarme" tenía que mostrarme con ejemplos cómo era ser un "hombre macho"...
Me llevó a vivir a su casa por "unos dias" y cada noche hacía venir a una puta distinta para hacerme ver como se cojía con una mujer...
Cada fin de semána, durante tres meses mi tio me deleitaba con sesiónes de sexo crudo en vivo y en directo mientras yo fingía interés en aprender mas solo por ver cómo el típo se entusiasmaba en revelarme el secreto de ser un "buen amante"
Fue el placer mas terrible e inténso que experimenté en mi despertar sexúal compartiendo la cama y las noches de placer de ese hombre adulto y exhibicionista que gozaba de mostrarme al detalle su capacidad sexual pensando que me "estaba curando" mientras lo único que lograba era convencerme cada noche aún más de que lo que deseaba era sentir el mismo éxtasis que sentían esas hembras cuando la pija durísima del tio las hacía estremecerse arqueando las espaldas cada vez que la verga toda lubricada de mi tio las bombeaba con desesperación.
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