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Follando con la sabrosa adinerada

Les contaré cómo follé con la niña de papi adinerada en su casa, pero primero les contaré cómo es su ella y su casa.

Una chica delgada, cabello corto negro, ojos verdes, unas tetas humildes pero bien formadas y un culo de chica atleta que te cagas, riquísimo. Vive en una casa de dos pisos, con patio frontal con palmeras, una terraza, pasas por la sala-comedor y hay tres puertas, dos a la derecha que llevan al baño y a un cierto de visitas, y la del frente que conduce al salón de trofeos de su papá. En el salón tiene 2 cabezas de alce, cornamentas de venados, 3 jaguares, 1 oso, más animales y artículos de colección.

Esta chica la conocí en la casa de un amigo, platicamos sobre películas y nos agregamos en redes. Pocos días después me invita a una fiesta en su casa y como me pareció deliciosa accedí.
Durante la fiesta no paramos de lanzarnos miradas y tal, pero no pasó nada, había muchas personas y si nos íbamos del salón todos lo notarían. Había mucha bebida y con forme pasaban las horas nos pasábamos de copas y los amigos y amigas pasaban a retirarse. Llegó un punto de la noche que nos quedamos solos en la planta baja, ya que las habitaciones están arriba, a excepción de la de los invitados.
Platicando congeniamos en muchas cosas y fuimos agarrando confianza, al punto que estábamos sentados en el mismo sofá y comenzamos a charlar sobre sexo y nuestras pasadas relaciones.
Esta chica a pesar de ser de dinero se veía que le gusta mucho el sexo y no perdí oportunidad de tocar poco a poco su pierna, ella por su parte me sonreía y se acercaba cada vez más a mí. Sin aguantar más la besé y ella tomo mi cara con sus manos, aproveché la situación y la tomé de la cintura para sentarla sobre mí.
- No pierdes el tiempo, eh? - Dijo mientras comenzaba a mover su pelvis de adelante hacia atrás.
- Pues no, estás bien buena y yo muy cachondo. - le respondí al tiempo que agarraba su culo con una mano y con la otra tomaba su cabeza y la besaba de nuevo.
Con sus movimientos mi pene se iba poniendo más y más duro, así que decidí tomar iniciativa y me levanté con ella en brazos, se sorprendió y me preguntó a dónde iba, pero no le respondí, estaba yendo al cuarto de visitas, lo cual era un poco complicado porque, aunque no pesa más de 50kg, no dejamos de besarnos.
Cuando cayó en la cuenta de a dónde iba se baja de mis brazos y me dijo con mirada seria:
- Te quieres aprovechar de mí?
- No, cómo crees. - Le dije, pues su pregunta me desconcertó. Pensé que todo se había ido a la mierda, pero todo lo contrario.
- Que mal - dijo encogiendo sus hombros - tendré que aprovecharme yo entonces.
Dicho eso abrió la puerta del cuarto de visitas y me jaló con ella. Cerré la puerta tras de mí y ella se agachó, comenzó a desabrochar mi pantalón y mi verga estaba a reventar, estaba muy excitado.
- Enséñame qué guardas aquí - me dijo mientras bajaba los pantalones. En cuanto vió mi bulto bajo los calzones dijo - ay, por fin voy a probar tu verga - y le dió lengüetazos sobre mi ropa interior. Le dije
- Si quieres te los regalo y los besas tú sola - ya que me moría de ganas por recibir una mamada.
- No, mejor dame ésta- dijo antes de morder mis calzones y bajarlos con su boca. Mi pene quedó al aire y ella elevó su mirada hacia mi, me vio directamente a los ojos y se tragó entera mi polla. Dos segundos de garganta profunda y casi se ahoga. Me dió una tremenda mamada, jugaba con su lengua por todo mi pene, se lo metía completo y lo sacaba para lamer desde mis bolas hasta arriba y de nuevo todo adentro de su boquita.
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