A la mañana siguiente me levante con unas ojeras de la mala noche, preferí tomar una ducha para sacarme la pereza, lo bueno de tener baño privado es que nadie me molesta, o yo no tengo que esperar si alguien lo está ocupando, después del baño, me vestí y baje al comedor a desayunar, al parecer era el único que faltaba de, desayunar, le pregunte a la empleada, donde estaban todos, me informo que mi padre en el despacho privado, mientras que mi madre estaba en la biblioteca, y mi hermana en la piscina. Al oír eso, me apure en comer, camine hasta la piscina para notar que mi hermana ya estaba saliendo, al pasar por mi lado me sonrió con picardía.
Al no ver nada interesante, me fui a pescar, también aprovecharía para dormir un rato, por si lo de anoche se repete, quiero estar bien descansado. En el tiempo que estaba pescando pensaba lo que viví, lo que paso entre mi hermana, y Julia, ese día fue el mejor de toda mi vida, no quería notarme desesperado, en ir a, hablar con Priscila o Julia, sobre lo ocurrido. Lo bueno fue que pesqué un gran pez, luego me dormí en mi hamaca, oyendo el sonido que producía el rio.
Sentía que me movían de un lado para otro, era mi madre que me llamaba, para que la acompañe a nadar en una laguna que se formaba rio abajo, todavía con sueño le dije que si, guarde todo mi equipo de pesca, fui a mi habitación, coloque ropa en una mochila, me reuní con mi madre, para emprender nuestra excursión. En la caminata, mi madre y yo comenzamos a conversar de varios temas, que nos rodeaban a cada uno de nosotros.
-Y en que vas a trabajar, ahora que terminaste la Universidad. _me hablo mi madre.
-Aún no sé. __le respondí.
-Mas que sea, le ayudas aquí a tu padre, para que no pases sin hacer nada.
-Relájate, ya pensare que hacer.
-Solo te lo decía de sugerencia.
-Claro, claro, como tu digas.
-Y cambiando de tema, ya tienes novia.
-No, madre, no he, encontrado a la indicada. _se lo dije con sarcasmo, que metida era mi madre_. No te preocupes de mi vida amorosa.
-Oh, ya veo, aun eres joven, y ya llegara alguien que te quiera.
-Si, bueno, ya estamos cerca.
Después de una plática nada constructiva con mi madre, llegamos al lago, lo bueno de este sitio, era que tenía un gran campo, para colocar unas carpas, mi madre me comento que ella iba a nadar para desestresarse, yo mientras coloque unas mantas para dejar nuestras cosas.
-Oye, mamá voy a colocar mi hamaca.
-Bien, yo mientras me voy a cambiar, pásame mi mochila.
-Aquí tienes.
El morbo de ver a mi madre cambiarse me invadió, coloque la hamaca mientras me acostaba para dormirme un rato, me imagine, que iba donde mi madre, cuando se cambiaba, y me la follaba en pleno bosque.
-Mateo, estas dormido. _Justo mi madre, me sacaba de mi sueño. _Tengo la costumbre que si me acuesto me quedo dormido de una.
-Eeh, si, aproveche que, en este lugar, no hay ruido.
-Claro, aquí es tranquilo.
-Si, bueno, si me disculpas voy a volver a dormir.
-Bueno, yo me a nadar un rato, y luego hare lo mismo que vos.
-Ok.
Levante la mirada para observar en que lado iba a estar mi madre, pero lo que observe fue mejor, mi madre estaba en tanga entrando al rio, que rico culo tenia, la mire hasta que entro por completo al agua.
El sueño me gano, me quedo dormido, casi una hora, al despertarme, alce la mirada para ver donde estaba mi madre, no había nadie en el rio, ni en la cascada, observe si estaba a los alrededores de donde yo estaba, y efectivamente estaba atrás mío, pero estaba tomando el sol, y parecía que estaba dormida, mostrándome ese macizo culo.
Me levanté para mirarlo mejor, las ganas de tocar ese culo fue mas que mi cordura, lo tocaba con ambas manos, lo estrujaba, era tanta mi excitación que me comencé a pajear encima del culo de mi madre.
Sentía que ya estaba cerca de correrme, me moví hacia un lado, y acabe, me tome mi tiempo para reponerme, después de tomarme un momento, me metí al rio para bajarme la calentura, estuvo un buen rato cuando, note que mi madre se levantaba, y me avisaba que ya era hora de volver a la hacienda. Me comencé a cambiar y a guardar todas las cosas, por parte de mi madre, ella también se fue a cambiar. Después ya estábamos en medio del camino de regreso, en el transcurso, yo solamente me iba fijando en el trasero de mi madre.
Era una excelente vista, el movimiento de las nalgas, me estaba haciendo la calentura, esto se lo tenía que contar a Priscila, al llegar. Al llegar, mi madre me dijo que me baña a bañar porque la comida, ya estaría hecha, obedecí de inmediato, antes de irme, observe como mi madre saludaba a mi padre frente al cerco, se arrimó para tentar a mi padre a darle una nalgada, esa la última imagen de su culo, esa tarde.
Cenamos todos, sin ninguna mirada mía o de mi hermana, para matar el tiempo subí a mi cuarto a jugar Residente Evil 6, también puse música de Rammstein, para olvidarme de todo por un momento. Después de dos horas, apague todo, y baje para ver televisión, mi hermana estaba viendo tele, así que como estábamos los dos solos, me acerque para contarle lo que paso en la tarde, con mamá.
-Priscila no sabes lo que me paso en la tarde con mamá. _yo comencé la conversación.
-Qué cosa, cuenta, cuenta. _mi hermana se levantó del mueble al oírme. _Debe ser algo excitante, verdad.
-Si, nuestra madre me dijo que la acompañara a nadar al rio, en la cascada. _le respondí.
-Si, sigue. _dijo Priscila_. La viste desnuda.
-No, el traje de baño que se puso. _le comenté_. Era una tanga pequeñísima.
-De seguro quería que le vieras el culo. _me respondió a la vez que se estaba en el mueble_. Que tremenda zorra resulto.
-Para que no me diga que la estaba viendo. _le habla mientras yo también me sentaba_. Me quedé dormido un rato, pero al despertar la encontré dormido boca abajo, mostrando el culo.
-Que puta. _me dijo Priscila_. Me imagino que te pajeaste, al ver ese culo.
-Obvio, hasta lo toque. _le respondí.
-Ya lo creo. _dijo Priscila_. Esta noche ha de coger de lo lindo.
-Supongo que sí, y esta vez también los vamos a espiar. _le dije.
-Tal vez, pero tengo una sorpresa, preparada para ti. _Mientras me hablaba sonreía.
-Oh, que suspenso.
-Nos vemos en un rato, cuando acabe la peli.
-Bien.
Mi imaginación comenzó a volar, de las ideas que me llegaban, que podían pasar con mi hermana, pensaba que, esta vez por fin me iba a coger a mi hermana, sola.
Yo creía que lo que hacíamos era muy normal entre hermanos, ambos experimentamos todo lo que el sexo puede ofrecer, aunque el incesto es un tema aislado. Esa noche mis padres; al igual que los empleados; salieron al pueblo a disfrutar de las fiestas que se estaban celebrando. de repente la puerta de mi cuarto y entra mi hermana comentándome algo.
-Mateo. _me decía_. Vamos a la discoteca del pueblo.
-En serio. _le respondí_. Te darán ganas de bailar.
-Si, vamos. _me decía, mientras me hacía caritas_. Anda, así socializas un poco.
-Bien. _le dije_. Déjame cambiarme, y tú también anda cámbiate.
-Siii, gracias. _me agradeció el acompañarla, mientras me daba un beso en la frente_. Me esperas en la sala, ya bajo.
Bueno estamos de vacaciones y que mejor que ir a una discoteca, me apure en cambiarme y baje a la sala a esperar a Priscila, mi hermana iba vestida normal, con un buso gris, jeans, y zapatos de tacón negros, no se había vestido de forma provocadora, me agrado eso.
-Mateo. _me decía Priscila_. Y que tal que invitemos a Julia.
-Tú la buscas. _le respondí_. Y te vas a demorar en encontrarla entre la multitud.
-Yo la busco, y relájate aún es temprano.
-Ok, voy por la camioneta. _le dije; tenía razón aun eran las ocho de la noche.
Llegamos al pueblo, me estacione en la iglesia, a esperar que mi hermana busque a Julia, a mi toco esperar, para matar el tiempo, me puse a fumarme un cigarro, estuve sentado más de una hora, oyendo la radio, hasta que por fin apareció mi hermana.
-Y la encontraste. _le pregunte_. O ya te cansaste de buscar.
-Claro, que la encontré. _me respondió_. También me encontré con nuestros padres, y les dije que íbamos a la discoteca.
-Que dijeron. _le preguntaba_. Que no, tomemos mucho.
-Algo así. _me dijo ella_. Hay viene Julia.
No lo podía crear, Julia venia hermosa, remera roja, pantalón y zapatas negros, tenía labial negro, estaba encantadora, no pude dejar de mirarla.
-Que tanto me ves. _me dijo ella, porque no dejaba de verla_. Tengo algo en la cara.
-Perdón. _le respondí de inmediato para no quedar mal_. Es que estas hermosa.
-Ah, gracias. _me respondió gentilmente_. Pero vamos que se hace tarde.
-No te preocupes, aún es temprano. _le dijo mi hermana_. Además, le dije a tu mamá que venias con nosotros.
-Bien. _atino a decir.
Llegamos a la disco, era un buen lugar. Les dije que iba a parquear la camioneta, mientras ellas entraban, yo le veía el culo a Julia, parecía que me estaba enamorando de Julia.
Deje el carro y entre, la música estaba fuerte y la multitud de personas bailando era un ambiente que siempre me gusto. Me detuve a buscar a un chica sola y guapa. Miraba a ver si había un rostro familiar, pero nadie apareció. Priscila y Julia ya estaban bailando con dos tipos que tenían pinta de ser trabajadores locales. Bailaban bien pegado y le susurraban al oído, ellas se reían. No las moleste, puede que quieran probar cosas nuevas.
Me acerque a la barra para tomarme unos tragos. Luego de un rato se me acerco una mujer vestida con un vestido blanco, y me saludo. Estaba buena le ponía entre 35 o 40 años, sumado la oscuridad y el alcohol, me pareció una mujer más atractiva de lo que era. Era de esas busconas que se te acercan para tener sexo por dinero o que les invites un trago. Me pareció buena persona así que le invité un coctel y la saqué a bailar.
Tenía unas tetas grandes, al ritmo de la música la atraía hacia mí, sentía como sus tetas se arrimaba con mi pecho, mantenía un buen cuerpo; me parecía conocido su cuerpo, por el alcohol y la oscuridad no distinguía quien era. Por ahora no me importo coloque mis manos en su cadera, y cada rato bajaba mis manos para acariciar el inicio de sus nalgas.
Mientras de reojo las veía a mis chicas, Priscila y Julia bailaban de espaldas solas, a lo mejor ya no querían bailar con los anteriores tipos.
Deje de verlas, y volví a bailar con mi nueva amiga, me parecía que tenía una carita redonda, que me dieron ganas de besar, la primera vez que quise besarla me volteo la cara, a la siguiente vez la sujete de la cadera y la jalee hacia mí, la bese con ganas. Vaya que tenía un aliento fuerte a, alcohol; con ese aliento me di cuenta que estaba recontra borracha; así que, para aprovechar, le agarré las nalgas.
Le alce el vestido para tocarle el culo y tocarle el coño, pero ella adivinando lo que quería se apartó de mí, mientras se acomodaba el vestido, que bien se sintió ese culo.
- ¡No te pases! _me reclamo.
Mientras se acomodaba su vestido, volví a ver a mi hermana, esta vez me sorprendieron, estaban las dos, besándose, vaya que el alcohol ya les comenzó a, hacer efecto.
La puta siguió bailando pegado a mí. A lo mejor cuando me la lleve al baño a follarla ya me deje tocarla sin problemas. Ya tenía marcada una gran erección, y la mujer, saco un papel mientras me anotaba su número, froto su culo contra mi pene un buen rato, mientras se me acerco al oído a decirme algo y me guardaba el papel en mi bolsillo.
-Para que me llames y el arrimón es para agradecer el baile. _me decía mientras parecía que ya se iba_. Parece que te llaman.
Al decirme esto voltee a ver quién me llamaba; era Julia que me hacía señas de que me acerque; al voltear vi que la mujer ya se había ido, no me quedo otra que ir donde Julia para ver que se le ofrecía.
-Dime Julia. _le pregunte_. Para que me llamabas.
-Es para que ayudes a tu hermana. _ me respondió angustiada, y por el hablar se escuchaba que estaba bastante tomada_. Esos tipos quieren propasarse con ella.
-Muy bien. _le dije_. Vente atrás mío.
Me dirigí donde mi hermana, y efectivamente, eran los tipos que habían bailado anteriormente, la estaban arrimando contra ellos como si mi hermana fuera su muñeca, me acerque y tome a mi hermana del brazo y hablándole.
-Bien, hermana. _le dije_. Ya vamos, ya estás muy tomada.
-Sale loco, ella está con nosotros. _ esos hijos de putas se atrevieron a desafiarme.
-No, loco. _solo eso les dije, antes de llevarme a mi hermana_. Vamos Pris. _tenía miedo que estos tipos se les diera de pelear, claramente me iban a moler a golpes, por ser dos contra uno.
Jale a mi hermana y nos sentamos en una mesa; mientras que miraba que no vengan a buscar problemas esos dos sujetos; ya en la mesa espere que se les pase el susto, pedí unos mojitos para ellas, estuvimos una hora más, me anime a conversar con Julia.
-Ya estas más tranquila. _dije yo_. Que susto lo de, hace un momento.
-Si. _dijo ella_. Todos pasamos un mal momento.
-Mejor. _dije yo_. Ya es tarde. _mientras miraba mi celular.
-Si. _me dijo Julia_. Quien era la que estabas bailando.
-En serio. _también se unió a la conversa mi hermana_. Conociste a una chica.
-Si. _me toco responderles a las dos_. No me dijo como se llamaba, solo me dejo su número.
-Mas que sea ya tienes un revolcón garantizado. _dijo Priscila_. Espero que la llames.
-Si llámala, no te frenes por nosotras. _dijo Julia.
-Ya será para otro día. _les respondí_. Ya vámonos que es tarde.
-Bien. _dijo Priscila_. Déjame comprar unas cervezas para el camino.
-Ok, las espero en la camioneta. _fue lo último que les dije antes de irme a la camioneta.
Encendí la camioneta, subieron, y nos dispusimos a regresar, en el camino Julia se le subí el alcohol, no podía hablar de lo borracha, que estaba, lo peor era que se había tomado la mayoría de las cervezas, mi hermana y yo estamos algo tomados, pero no mucho, en especial yo que tenía que manejar.
Llegamos al fin, al ver que no había ninguna camioneta aparte de la de nosotros, entonces nuestros padres aun no llegaban, ayudamos que baje Julia, la sentamos en la sala, Julia se puso contenta y comenzó a bailar con mi hermana.
Al verlas mi calentura fue subiendo, pero la dicha de su baile no duro mucho, Julia cayo dormida en el mueble, no nos quedó otra que llevarla y recostarla en su cama. Al salir mi hermana y yo, fuimos a la cocina a tomar un poco de agua, pero comenzó a bailar en frente mío, meneaba bien el culo, como para excitarme.
-Vaya que bien mueves el culo. _se lo dije_. Pero bueno ya vamos a dormir.
Mi hermana no se hizo esperar y me mostro una sonrisa con un entusiasmo especial, sonriamos los dos compartiendo un vínculo de complicidad por lo que podría pasar en un rato, solamente, basto que moviera mi cabeza, confirmando su duda. Pensando, tras una linda tarde con mamá nadando y una linda noche con Priscila y Julia, nos divertimos en la discoteca, y yo asegurándome una chica para follar en otro día; dejando a un lado el inconveniente con los tipos; mi hermana me propuso subir a nuestros respectivos cuartos.
Bueno nos marchamos a nuestros cuartos, pero no le faltó tiempo para agarrarme del brazo y casi tirándome me metió a su cuarto. Bueno, ya sabía lo que iba a ocurrir, pues ella me dijo en la noche anterior, que en un futuro follariamos ¿Pero follariamos o solo nos pajeariamos mutuamente? Tendría que averiguarlo en un rato.
Ya dentro de su cuarto, mi hermana se me acerco al oído y me lo lamio; que bien se sentía; dejo de hacerlo, y me dijo.
-Súbete a la cama de inmediato. _me dijo Priscila con tono autoritario.
-Claro. _fue lo único que le respondí
Le hice caso a mi hermana sin dudar, porque moría de ganas de poder repetir la experiencia de la noche anterior, en unos segundos ya estamos los dos en la cama, ya Priscila había cerrado la puerta y ambos comenzamos a quitarnos la ropa.
Totalmente desnudos, yo con mi verga erecta como mástil y Priscila con su coño depilado esperando caricias, tal vez lo mejor de nuestras vidas. En un momento dado ya nos comenzamos a tocar y a, acariciarnos, la temperatura de ambos iba en aumento. Ella se colocó de nuevo boca arriba y abrió sus piernas para ayudarme a meterle mis dedos en su coño.
-Vamos Mateo. _me decía_. Dale acaríciame todo mi cuerpo, no te contengas, esta noche podés hacerme lo que quieras.
-Bien, vas a ver que te la vas a pasar genial. _le respondí extasiado_. Nunca me cansare de meterte mis dedos en sabroso coño, además me gusta que este depilado, te da un toque juvenil.
En esta posición, no se puede aguantar mucho tiempo, el deseo de penetrar su coño, por lo que automáticamente, le fui colocando la punta de mi polla dentro de su vagina, para luego comenzarle a rozar el coño, debo admitir que era un rozamiento peligroso, pero en ese momento lo único que, quería era excitarla más de lo que estaba, en este punto, nuestro control se fue espumando por la calentura.
-Abrí más las piernas.
-Mas Mateo, me está gustando el roce… aaahhh
En un momento mi hermana me pidió una pausa e incorporándose, me indico que me siente en el filo de la cama, pues le tocaba ocuparse de mi pene. Se acostó sobre mi polla, que comenzó a chupar con una gran maestría y, por supuesto, como estaba boca abajo aproveche para hundir un dedo en su culo, ella soltó un agudo sonido, que me estremecer de puro placer.
-Eso es lo que mas me gusta de ti. _le dije sin dejar de meterle el dedo_. Es sumamente placentero verte excitada.
-Es muy placentero, por que soy tu hermana… ¡ah¡ _grito de placer cuando comencé rápidamente a meter y sacar el dedo.
-No seas boba, es lo más lindo.
-Es cierto… ¡Ah¡ Si, sigue más rápido.
Comenzó a acariciarme, me chupaba la polla en toda la largura hasta llegar a los testículos, inicio a lamerme el glande, y bueno, en unos segundos un chorro de leche salió, cayéndole en su boca y cara, le había manchado toda la cara, parecía una actriz porno.
¡Le llené la cara de leche a mi hermana, era recontra excitante mirarla!
- ¡Que carajos! _Exclamó_. ¡Cuánta leche!
-Perdón, no resistí tus lamidas_. le dije.
-Nah… no importa.
-Ok.
-Estuvo bueno. _dijo, limpiándose con la mano parte del semen que tenía en la cara_. Bueno, voy a limpiarme el rostro, no queda otra.
Se limpio la cara con su blusa, se reía mientras con su lengua comenzó a limpiarme mi pene, lo está dejando impecable, vaya que tenía grandes dotes orales. Cuando acabo de lamerme hasta el último rastro de leche de mi pene, me pregunto.
- ¿Te animas a hacerme lo mismo? Me muero de ganas, de que me comas mi coño.
Sin tiempo para reponerme, mi hermana se tiro al piso y comenzó a darme otra mamada, mientras yo me quedo encima de ella; parecido a un 69; tenía mi cabeza entre sus piernas y con mi lengua me dediqué a comerle el coño.
-Eres espectacular Pris. _le dije sin dejar de lamerle el coño_. Me está gustando hacerlo contigo.
-Va a ser nuestro gran secreto.
Luego de un rato, decidimos invertir posiciones: ahora ella iba arriba, y yo abajo: Se retorcía de gusto mientras le metía mis dedos, ella estaba durando más tiempo que yo, pero luego de unos minutos le llegaba su orgasmo algo intenso, se notaba la tibieza de su sexo.
-Has me acabar. _me pidió gimiendo.
Acosté a mi hermana boca arriba con sus piernas abiertas para lamerle bien su coño, sentí en mi lengua su sabor, sus palpitaciones y espasmos eran notables a plena vista, un flujo intenso emano de su interior, le caía sobre sus muslos llegando a mi boca. Cuando me disponía a dejar de lamer, me pidió que espere; pues a las mujeres les duraba más su orgasmo, que a nosotros; seguí lamiendo lentamente su sonrosado coño y palpitante, hasta que ella dio una gran inhalación acompañado de una sonrisa, significando que termino.
-Así me gusta, que termines con una gran sonrisa.
-Si, estuvo bueno, estuviste fantástico Mateo.
Los dos estamos boca arriba, y desnudos mientras descansábamos, mi hermana noto que tan solo las doce y treinta, eso significaba que aún no iban a venir nuestros padres, por lo que, podíamos seguir disfrutando. Yo asentí moviendo la cabeza y, aunque estaba cansado, mi pene aun podía seguir, cosa que no pasó desapercibido por mi hermana, que volvió a manosear y frotar mi pene con entusiasmo.
- ¿Volvemos al juego? _me dijo Priscila.
-No lo sé, estaba excitado, pero ya estoy cansado.
-No te preocupes, de eso me encargo yo.
Yo seguía cansado, pero mi hermana seguía insistiendo hasta que encendió mi calentura. Subiéndose encima mío, tomo mi pene y se lo comenzó a frotar contra su coño, cosa que me causó una gran sorpresa, a través de mi pene yo notaba el calor que su coño emanaba.
- ¡Como extrañaba esta sensación¡ _dijo Priscila
-Disfrútala, Priscila. _le dije entre jadeos_. Si te gustan los penes, puedes jugar con el mío cuando quieras.
-Ya tu pene esta duro.
-Si, gracias a tu entusiasmo.
Le comenté que, si íbamos a tener sexo, debíamos hacerlo con condón, para evitar cualquier sorpresa: como el embarazo, pero ella se acostó enfrente mío y me contesto de una manera normal.
-En primer lugar, no tenemos. _me dijo ella_. En segundo lugar, no te preocupes, tomo anticonceptivos desde varios años, olvidas que he tenido varios novios. _bueno era evidente que tenía razón, además ella sabe más.
-Bien, tú eres la experta. _le dije.
Ella iba despacio con la maniobra y tomando mi polla con una mano y con la otra se abría bien su coño, masturbarla me causo mucho placer, ya que podría escucharla gemir, notaba cada espasmo de su cuerpo contra el mío.
-Como se nota que ya estás de nuevo caliente.
-Si, y mucho. _levanto su pie derecho, esto me permitió meter mis dedos mas profundo en su sexo_. Eso, así, así… ¡uff¡ ¡Me encanta, te prometo algo Mateo! _me dijo entre jadeos_. No podemos ser novios, pero cada vez que quieras coger conmigo… ¡uy, que bien se siente ¡_le metí tres dedos_. Cada vez, que quieras estar conmigo solo tienes que pedírmelo.
- ¿De veras? _levante la cabeza, ella también levanto su cabeza para poder mirarme a los ojos.
-Si guapo, de veras.
-Que excelente noticia.
Busqué su boca, para darnos un largo beso, con mi mano derecha le metí tres dedos por el coño, comencé a metérselos, aunque se los metía rápido, le dio un fuerte espasmo y lo que salió fue un flujo intenso que lubrico todo su interior, poco a poco, vaya que estaba viendo como mi hermana tenía un pequeño squirt.
-Dale… Mateo… ¡Ah¡
-Quieres que vaya mas lento. _le dije, para ver su reacción.
-No… dale, más rápido… ¡Aahhh¡
Hice mi mejor esfuerzo para satisfacerla, ya humedecida las paredes de su vagina, conseguí una penetración profunda entre finos suspiros de mi hermana y un intenso placer que me invadió, el gusto de tener mi pene dentro de mi hermana no se comparaba a nada que hubiese experimentado antes, inicié el mete y saca de forma rápida.
Llegó el momento de pasar a una táctica más directa. Subí mis manos hasta sus tetas y pellizqué ambos pezones al unísono.
- ¡Auch! _Se quejó ella, levantando la voz_. Oye eso me dolió.
Se la metía bien adentro en aquella apretada vagina, cuyas paredes me oprimían el glande, llegué a estar dándole por varios minutos a todo pulmón en la misma posición, ese coño me exprimía de una manera diferente, a los demás coños me he cogido en mi vida, continuamos follando en esa posición hasta que ninguna de los dos pudimos aguantar más.
-Pris, me vengo, ohhh.
- ¡Aaahh¡ yo también me vengo, acaba encima, ahhhh.
Tuvimos un orgasmo al mismo tiempo, le eche varios chorros de semen. Era la primera leche que le echaba encima de su coño, razón por la que se excito, logrando un segundo orgasmo intenso mientras se frotaba el clítoris. No duró demasiado tiempo esta primera experiencia, pero nosotros aun seguíamos calientes.
A los pocos minutos de relajarnos de nuestro sincronizado orgasmo, mi hermana me pidió que cambiáramos de posición, pues ella quería llevar el control. A mí me toco aceptar.
- ¡Hey! ¿Qué estás haciendo? ―Preguntó ella, cuando le hice subirse encima mío.
-Dijiste que tenías ganas de tomar el control… bueno, vamos a ver si te aguantas esto…
- ¡No, espera!
No pude resistirlo, avancé hacia adelante… hacia el calor de su coño. Fue excelente, una vez más experimenté unas de las sensaciones más hermosas en mi vida. Ese pequeño coño se abrió de nuevo para mí y la cabeza de mi verga comenzó a entrar.
- ¡Auch!
- ¿Qué paso? ¿Te dolió?
- ¡Si! ¿Acaso pensáis que soy una puta que tiene la vagina toda abierta?
- Ya no eres virgen… y dijiste que, querías llevar la iniciativa.
-Si a mí me encanta estar arriba, me gusta tomar el control.
-Ya lo creo, una puta como tu debe tener lo que quiere.
Priscila tomo mi pene y se lo coloco de una forma cómoda para ella, que bien se sintió, comenzó a elevar su trasero, mientras le apretaba las tetas, ella también me invitándome a penetrarla el sonido que producía el choque de su trasero contra mi pelvis era majestuoso, en breve mi hermana ya tenia mi pene clavado hasta el fondo, entraba y salía con suma facilidad, ya su vagina estaba dilatada y su lubricación me ayudaba a cogérmela mejor.
- ¡Sí, follame… lléname el coño con tu pene… hazme tu puta!
En esta oportunidad nuestro revolcón duró mucho más... 20 minutos, en los que ambos tratamos de tener al mismo tiempo el nuevo orgasmo. Lo logramos gracias a ella, porque cuando notó que yo, ya no podía resistir más, ella comenzó a acariciarse su clítoris, era donde más se acariciaba para obtener sus mejores corridas, y volvimos a terminar en un nuevo orgasmo, largo e intenso, en el que sus gritos de placer fueron más altos.
Nos quedamos abrazados, varios minutos. Eran ya las dos de la madrugada y nuestros padres ya debían estar de vuelta, por lo que me apresuré a ponerme mi ropa, le dije a mi hermana que se vistiera. Una vez vestido, me despedí de mi hermana y me fui a mi recamara, esa noche los dos descansamos muy bien.
Lo que ocurrió a la mañana fue muy impactante. Eran las seis de la mañana cuando me levanté a desayunar y me topé con una gran escena… mi padre sentado en el suelo alado de su cama mostrando su verga dura y pues mi madre desnuda con su culo abierto en dirección hacia mí, estaba mamándosela a mi padre, tenía toda la verga metida hasta su garganta.
Me quedé inmóvil ante tal escena, pero mi verga también reacciono por la escena, aunque no lo suficiente para notarse la erección, hasta que decidí bajar y dejar de ver a mi madre tragando la polla de mi padre hasta los huevos y su magistral culo abierto y coño. Sali dándome vuelta, bajé y desayuno tranquilo, después volví a mi cuarto a seguir durmiendo.
Al mediodía todo transcurrió normal, mi padre seguía dando su recorrido por la hacienda, mi madre estaba en la biblioteca, y mi hermana viendo películas. Yo, por mi parte, estaba jugando en el pc. pero no podía dejar de imaginar lo que hicimos con Priscila, el placer que obtuve fue intenso, comprendía que no siempre iba a follar con mi hermana. Todo comenzó espiando a nuestros padres, que prácticamente todas las noches hacían el amor; aunque lo que vi en la mañana ya me pareció demasiado.
-Vaya que a mi madre es tremenda. _me dije pensando_. Quien la viera, con nosotros parece santa, pero en la oscuridad con mi padre, se transforma en una fiera.
Me fui al cuarto de mi hermana, la encontré viendo una serie en Netflix, le dije que tenía que contarle algo, aprovechando nuestra intimidad.
-Que me vas a contar. _dijo ella_. Que vuelta espiaste a nuestros padres.
-Si, exacto. _le conteste_. Pero esta vez encontré a nuestra madre, tragándose toda la polla de nuestro padre.
-En serio. _me dijo exaltada_. Eso viste.
-Si, Pris, los vi claramente.
Con la charla, la temperatura de ambos fue subiendo, le comencé a tocar y chupar sus tetas, no me cansare nunca de sus tetas, tras chuparle y tocarle las tetas, baje a su vagina, le metí dos dedos en su coño, para que este lubricada, ahora más abierta, enrojecida y ardiente, me rogó que la follase de nuevo...
-Vamos Mateo, hazme lo mismo que papá le hacía a mamá.
-Se supone que tú debes hacer lo mismo que hacía, nuestra madre. _le dije_. Ella se la mamaba a papá.
-Cierto. _me dijo_. Súbete a la cama.
Yo aún estaba cansado por lo de anoche, pero si Priscila me lo pedía con su voz de putita, me la follaria sin pensarlo. Ella comenzó a chuparme mi pene de la misma manera que vi a mi madre, sus labios hicieron contacto con mi pene, la tibieza y la suavidad de su boca, no sé cómo hice para aguantar, el siguiente paso llegó cuando la lengua de mi hermana comenzó a recorrer todo el glande. Y aguantar se volvió aún más difícil cuando ella se fue tragando la verga de a poquito… muy despacio. Me di cuenta que su brazo izquierdo estaba debajo de su cuerpo y se movía rápidamente. Sus tetas se movían por todos lados. Ella se estaba pajeando de nuevo.
Al quererme sacarme mis pantalones por completo, levanté más mi cuerpo y esto provocó que Priscila se atragante. Se sacó mi pene de la boca y empezó a toser.
-Lo siento, Priscila. Fue sin querer. _le enseñe mi pantalón_. Me lo estaba sacando y por eso me moví.
-Está bien, no pasa nada. Hace años que no me como una verga de este tamaño. _Me sorprendió mucho lo que dijo ella, me imagine a mi hermana chupando vergas grandes.
Luego de un rato chupando, se colocó a cuatro patas y pensando en el culo de mamá, tomé mi pene y se lo puse en la entrada de su vagina.
-Estas lista Priscila. _se lo decía mientras le sobaba la verga por todo su coño.
-Si… clavamela… ya no aguanto… ¡Aaah¡
Me sorprendí mucho cuando ella misma decidió retroceder su culo, provocando que mi verga se hundiera completamente, luego empezó a subir y bajar lentamente. Era increíble ver cómo esa concha tan apretada se comía una buena parte de mi pene. Realmente entiendo a esos tipos de la discoteca que se la querían, se siente de maravilla. Sujetándola de las caderas me la fui follando cada vez más rápido. El acogimiento que me daba su coño era magnifico.
Gracias a su lubricación mi pene se deslizaba como cuchillo caliente en mantequilla, y mi hermana gritaba sorprendentemente más que yo. La follaba sin parar como un loco. Una y otra vez tocaba su pared vaginal, yo observaba como su coño me succionaba, sentía que estaba cerca del orgasmo.
Mi instinto sexual masculino me llevó a acelerar más rápido mis movimientos, metiendo la verga más adentro, luego retrocedí y pude ver como mi pene estaba lleno de flujo vaginal de mi hermana. Priscila estaba recontra excitada… y yo igual.
-Priscila me vengo... la saco…
- ¡No! Espera… no la saques… ¡Aahh¡
- ¿Estás segura?...
-Sí. Quiero disfrutar esto… ya te dije que tome anticonceptivos… ¡Ah¡
-Ok… te voy llenar hasta el útero.
- ¡¡Así lléname mi vagina... quiero sentir tu semen en mi coñito!!"
No pude resistir más, era tremendamente excitante, el interior de su coño es sumamente agradable. Mi pene reaccionó a todos estos estímulos y empezó a soltar grandes chorros de semen. Me quedé quieto, llenando de semen el interior del coño de Priscila.
Me apretaba con sus músculos vaginales, escurriendo mi pene hasta la última gota. Me quede dentro de mi hermana, descansado y esperando que mi pene pierda rigidez. Me levante y algunas gotas de semen le cayeron encima de su vagina.
Estaba terminando de soltarle leche en el coño de mi hermana, cuando escuchamos el ruido de la puerta, pensamos que era Julia, tal vez ella quería hablar con mi hermana. Pero al mirar nos encontramos con lo menos imaginado; era nuestra madre, furiosa.
- ¡¡ Pero que mierda están haciendo ustedes dos ¡¡
Continuara.
No se olviden de comentar y dejar sus puntos
Al no ver nada interesante, me fui a pescar, también aprovecharía para dormir un rato, por si lo de anoche se repete, quiero estar bien descansado. En el tiempo que estaba pescando pensaba lo que viví, lo que paso entre mi hermana, y Julia, ese día fue el mejor de toda mi vida, no quería notarme desesperado, en ir a, hablar con Priscila o Julia, sobre lo ocurrido. Lo bueno fue que pesqué un gran pez, luego me dormí en mi hamaca, oyendo el sonido que producía el rio.
Sentía que me movían de un lado para otro, era mi madre que me llamaba, para que la acompañe a nadar en una laguna que se formaba rio abajo, todavía con sueño le dije que si, guarde todo mi equipo de pesca, fui a mi habitación, coloque ropa en una mochila, me reuní con mi madre, para emprender nuestra excursión. En la caminata, mi madre y yo comenzamos a conversar de varios temas, que nos rodeaban a cada uno de nosotros.
-Y en que vas a trabajar, ahora que terminaste la Universidad. _me hablo mi madre.
-Aún no sé. __le respondí.
-Mas que sea, le ayudas aquí a tu padre, para que no pases sin hacer nada.
-Relájate, ya pensare que hacer.
-Solo te lo decía de sugerencia.
-Claro, claro, como tu digas.
-Y cambiando de tema, ya tienes novia.
-No, madre, no he, encontrado a la indicada. _se lo dije con sarcasmo, que metida era mi madre_. No te preocupes de mi vida amorosa.
-Oh, ya veo, aun eres joven, y ya llegara alguien que te quiera.
-Si, bueno, ya estamos cerca.
Después de una plática nada constructiva con mi madre, llegamos al lago, lo bueno de este sitio, era que tenía un gran campo, para colocar unas carpas, mi madre me comento que ella iba a nadar para desestresarse, yo mientras coloque unas mantas para dejar nuestras cosas.
-Oye, mamá voy a colocar mi hamaca.
-Bien, yo mientras me voy a cambiar, pásame mi mochila.
-Aquí tienes.
El morbo de ver a mi madre cambiarse me invadió, coloque la hamaca mientras me acostaba para dormirme un rato, me imagine, que iba donde mi madre, cuando se cambiaba, y me la follaba en pleno bosque.
-Mateo, estas dormido. _Justo mi madre, me sacaba de mi sueño. _Tengo la costumbre que si me acuesto me quedo dormido de una.
-Eeh, si, aproveche que, en este lugar, no hay ruido.
-Claro, aquí es tranquilo.
-Si, bueno, si me disculpas voy a volver a dormir.
-Bueno, yo me a nadar un rato, y luego hare lo mismo que vos.
-Ok.
Levante la mirada para observar en que lado iba a estar mi madre, pero lo que observe fue mejor, mi madre estaba en tanga entrando al rio, que rico culo tenia, la mire hasta que entro por completo al agua.
El sueño me gano, me quedo dormido, casi una hora, al despertarme, alce la mirada para ver donde estaba mi madre, no había nadie en el rio, ni en la cascada, observe si estaba a los alrededores de donde yo estaba, y efectivamente estaba atrás mío, pero estaba tomando el sol, y parecía que estaba dormida, mostrándome ese macizo culo.
Me levanté para mirarlo mejor, las ganas de tocar ese culo fue mas que mi cordura, lo tocaba con ambas manos, lo estrujaba, era tanta mi excitación que me comencé a pajear encima del culo de mi madre.
Sentía que ya estaba cerca de correrme, me moví hacia un lado, y acabe, me tome mi tiempo para reponerme, después de tomarme un momento, me metí al rio para bajarme la calentura, estuvo un buen rato cuando, note que mi madre se levantaba, y me avisaba que ya era hora de volver a la hacienda. Me comencé a cambiar y a guardar todas las cosas, por parte de mi madre, ella también se fue a cambiar. Después ya estábamos en medio del camino de regreso, en el transcurso, yo solamente me iba fijando en el trasero de mi madre.
Era una excelente vista, el movimiento de las nalgas, me estaba haciendo la calentura, esto se lo tenía que contar a Priscila, al llegar. Al llegar, mi madre me dijo que me baña a bañar porque la comida, ya estaría hecha, obedecí de inmediato, antes de irme, observe como mi madre saludaba a mi padre frente al cerco, se arrimó para tentar a mi padre a darle una nalgada, esa la última imagen de su culo, esa tarde.
Cenamos todos, sin ninguna mirada mía o de mi hermana, para matar el tiempo subí a mi cuarto a jugar Residente Evil 6, también puse música de Rammstein, para olvidarme de todo por un momento. Después de dos horas, apague todo, y baje para ver televisión, mi hermana estaba viendo tele, así que como estábamos los dos solos, me acerque para contarle lo que paso en la tarde, con mamá.
-Priscila no sabes lo que me paso en la tarde con mamá. _yo comencé la conversación.
-Qué cosa, cuenta, cuenta. _mi hermana se levantó del mueble al oírme. _Debe ser algo excitante, verdad.
-Si, nuestra madre me dijo que la acompañara a nadar al rio, en la cascada. _le respondí.
-Si, sigue. _dijo Priscila_. La viste desnuda.
-No, el traje de baño que se puso. _le comenté_. Era una tanga pequeñísima.
-De seguro quería que le vieras el culo. _me respondió a la vez que se estaba en el mueble_. Que tremenda zorra resulto.
-Para que no me diga que la estaba viendo. _le habla mientras yo también me sentaba_. Me quedé dormido un rato, pero al despertar la encontré dormido boca abajo, mostrando el culo.
-Que puta. _me dijo Priscila_. Me imagino que te pajeaste, al ver ese culo.
-Obvio, hasta lo toque. _le respondí.
-Ya lo creo. _dijo Priscila_. Esta noche ha de coger de lo lindo.
-Supongo que sí, y esta vez también los vamos a espiar. _le dije.
-Tal vez, pero tengo una sorpresa, preparada para ti. _Mientras me hablaba sonreía.
-Oh, que suspenso.
-Nos vemos en un rato, cuando acabe la peli.
-Bien.
Mi imaginación comenzó a volar, de las ideas que me llegaban, que podían pasar con mi hermana, pensaba que, esta vez por fin me iba a coger a mi hermana, sola.
Yo creía que lo que hacíamos era muy normal entre hermanos, ambos experimentamos todo lo que el sexo puede ofrecer, aunque el incesto es un tema aislado. Esa noche mis padres; al igual que los empleados; salieron al pueblo a disfrutar de las fiestas que se estaban celebrando. de repente la puerta de mi cuarto y entra mi hermana comentándome algo.
-Mateo. _me decía_. Vamos a la discoteca del pueblo.
-En serio. _le respondí_. Te darán ganas de bailar.
-Si, vamos. _me decía, mientras me hacía caritas_. Anda, así socializas un poco.
-Bien. _le dije_. Déjame cambiarme, y tú también anda cámbiate.
-Siii, gracias. _me agradeció el acompañarla, mientras me daba un beso en la frente_. Me esperas en la sala, ya bajo.
Bueno estamos de vacaciones y que mejor que ir a una discoteca, me apure en cambiarme y baje a la sala a esperar a Priscila, mi hermana iba vestida normal, con un buso gris, jeans, y zapatos de tacón negros, no se había vestido de forma provocadora, me agrado eso.
-Mateo. _me decía Priscila_. Y que tal que invitemos a Julia.
-Tú la buscas. _le respondí_. Y te vas a demorar en encontrarla entre la multitud.
-Yo la busco, y relájate aún es temprano.
-Ok, voy por la camioneta. _le dije; tenía razón aun eran las ocho de la noche.
Llegamos al pueblo, me estacione en la iglesia, a esperar que mi hermana busque a Julia, a mi toco esperar, para matar el tiempo, me puse a fumarme un cigarro, estuve sentado más de una hora, oyendo la radio, hasta que por fin apareció mi hermana.
-Y la encontraste. _le pregunte_. O ya te cansaste de buscar.
-Claro, que la encontré. _me respondió_. También me encontré con nuestros padres, y les dije que íbamos a la discoteca.
-Que dijeron. _le preguntaba_. Que no, tomemos mucho.
-Algo así. _me dijo ella_. Hay viene Julia.
No lo podía crear, Julia venia hermosa, remera roja, pantalón y zapatas negros, tenía labial negro, estaba encantadora, no pude dejar de mirarla.
-Que tanto me ves. _me dijo ella, porque no dejaba de verla_. Tengo algo en la cara.
-Perdón. _le respondí de inmediato para no quedar mal_. Es que estas hermosa.
-Ah, gracias. _me respondió gentilmente_. Pero vamos que se hace tarde.
-No te preocupes, aún es temprano. _le dijo mi hermana_. Además, le dije a tu mamá que venias con nosotros.
-Bien. _atino a decir.
Llegamos a la disco, era un buen lugar. Les dije que iba a parquear la camioneta, mientras ellas entraban, yo le veía el culo a Julia, parecía que me estaba enamorando de Julia.
Deje el carro y entre, la música estaba fuerte y la multitud de personas bailando era un ambiente que siempre me gusto. Me detuve a buscar a un chica sola y guapa. Miraba a ver si había un rostro familiar, pero nadie apareció. Priscila y Julia ya estaban bailando con dos tipos que tenían pinta de ser trabajadores locales. Bailaban bien pegado y le susurraban al oído, ellas se reían. No las moleste, puede que quieran probar cosas nuevas.
Me acerque a la barra para tomarme unos tragos. Luego de un rato se me acerco una mujer vestida con un vestido blanco, y me saludo. Estaba buena le ponía entre 35 o 40 años, sumado la oscuridad y el alcohol, me pareció una mujer más atractiva de lo que era. Era de esas busconas que se te acercan para tener sexo por dinero o que les invites un trago. Me pareció buena persona así que le invité un coctel y la saqué a bailar.
Tenía unas tetas grandes, al ritmo de la música la atraía hacia mí, sentía como sus tetas se arrimaba con mi pecho, mantenía un buen cuerpo; me parecía conocido su cuerpo, por el alcohol y la oscuridad no distinguía quien era. Por ahora no me importo coloque mis manos en su cadera, y cada rato bajaba mis manos para acariciar el inicio de sus nalgas.
Mientras de reojo las veía a mis chicas, Priscila y Julia bailaban de espaldas solas, a lo mejor ya no querían bailar con los anteriores tipos.
Deje de verlas, y volví a bailar con mi nueva amiga, me parecía que tenía una carita redonda, que me dieron ganas de besar, la primera vez que quise besarla me volteo la cara, a la siguiente vez la sujete de la cadera y la jalee hacia mí, la bese con ganas. Vaya que tenía un aliento fuerte a, alcohol; con ese aliento me di cuenta que estaba recontra borracha; así que, para aprovechar, le agarré las nalgas.
Le alce el vestido para tocarle el culo y tocarle el coño, pero ella adivinando lo que quería se apartó de mí, mientras se acomodaba el vestido, que bien se sintió ese culo.
- ¡No te pases! _me reclamo.
Mientras se acomodaba su vestido, volví a ver a mi hermana, esta vez me sorprendieron, estaban las dos, besándose, vaya que el alcohol ya les comenzó a, hacer efecto.
La puta siguió bailando pegado a mí. A lo mejor cuando me la lleve al baño a follarla ya me deje tocarla sin problemas. Ya tenía marcada una gran erección, y la mujer, saco un papel mientras me anotaba su número, froto su culo contra mi pene un buen rato, mientras se me acerco al oído a decirme algo y me guardaba el papel en mi bolsillo.
-Para que me llames y el arrimón es para agradecer el baile. _me decía mientras parecía que ya se iba_. Parece que te llaman.
Al decirme esto voltee a ver quién me llamaba; era Julia que me hacía señas de que me acerque; al voltear vi que la mujer ya se había ido, no me quedo otra que ir donde Julia para ver que se le ofrecía.
-Dime Julia. _le pregunte_. Para que me llamabas.
-Es para que ayudes a tu hermana. _ me respondió angustiada, y por el hablar se escuchaba que estaba bastante tomada_. Esos tipos quieren propasarse con ella.
-Muy bien. _le dije_. Vente atrás mío.
Me dirigí donde mi hermana, y efectivamente, eran los tipos que habían bailado anteriormente, la estaban arrimando contra ellos como si mi hermana fuera su muñeca, me acerque y tome a mi hermana del brazo y hablándole.
-Bien, hermana. _le dije_. Ya vamos, ya estás muy tomada.
-Sale loco, ella está con nosotros. _ esos hijos de putas se atrevieron a desafiarme.
-No, loco. _solo eso les dije, antes de llevarme a mi hermana_. Vamos Pris. _tenía miedo que estos tipos se les diera de pelear, claramente me iban a moler a golpes, por ser dos contra uno.
Jale a mi hermana y nos sentamos en una mesa; mientras que miraba que no vengan a buscar problemas esos dos sujetos; ya en la mesa espere que se les pase el susto, pedí unos mojitos para ellas, estuvimos una hora más, me anime a conversar con Julia.
-Ya estas más tranquila. _dije yo_. Que susto lo de, hace un momento.
-Si. _dijo ella_. Todos pasamos un mal momento.
-Mejor. _dije yo_. Ya es tarde. _mientras miraba mi celular.
-Si. _me dijo Julia_. Quien era la que estabas bailando.
-En serio. _también se unió a la conversa mi hermana_. Conociste a una chica.
-Si. _me toco responderles a las dos_. No me dijo como se llamaba, solo me dejo su número.
-Mas que sea ya tienes un revolcón garantizado. _dijo Priscila_. Espero que la llames.
-Si llámala, no te frenes por nosotras. _dijo Julia.
-Ya será para otro día. _les respondí_. Ya vámonos que es tarde.
-Bien. _dijo Priscila_. Déjame comprar unas cervezas para el camino.
-Ok, las espero en la camioneta. _fue lo último que les dije antes de irme a la camioneta.
Encendí la camioneta, subieron, y nos dispusimos a regresar, en el camino Julia se le subí el alcohol, no podía hablar de lo borracha, que estaba, lo peor era que se había tomado la mayoría de las cervezas, mi hermana y yo estamos algo tomados, pero no mucho, en especial yo que tenía que manejar.
Llegamos al fin, al ver que no había ninguna camioneta aparte de la de nosotros, entonces nuestros padres aun no llegaban, ayudamos que baje Julia, la sentamos en la sala, Julia se puso contenta y comenzó a bailar con mi hermana.
Al verlas mi calentura fue subiendo, pero la dicha de su baile no duro mucho, Julia cayo dormida en el mueble, no nos quedó otra que llevarla y recostarla en su cama. Al salir mi hermana y yo, fuimos a la cocina a tomar un poco de agua, pero comenzó a bailar en frente mío, meneaba bien el culo, como para excitarme.
-Vaya que bien mueves el culo. _se lo dije_. Pero bueno ya vamos a dormir.
Mi hermana no se hizo esperar y me mostro una sonrisa con un entusiasmo especial, sonriamos los dos compartiendo un vínculo de complicidad por lo que podría pasar en un rato, solamente, basto que moviera mi cabeza, confirmando su duda. Pensando, tras una linda tarde con mamá nadando y una linda noche con Priscila y Julia, nos divertimos en la discoteca, y yo asegurándome una chica para follar en otro día; dejando a un lado el inconveniente con los tipos; mi hermana me propuso subir a nuestros respectivos cuartos.
Bueno nos marchamos a nuestros cuartos, pero no le faltó tiempo para agarrarme del brazo y casi tirándome me metió a su cuarto. Bueno, ya sabía lo que iba a ocurrir, pues ella me dijo en la noche anterior, que en un futuro follariamos ¿Pero follariamos o solo nos pajeariamos mutuamente? Tendría que averiguarlo en un rato.
Ya dentro de su cuarto, mi hermana se me acerco al oído y me lo lamio; que bien se sentía; dejo de hacerlo, y me dijo.
-Súbete a la cama de inmediato. _me dijo Priscila con tono autoritario.
-Claro. _fue lo único que le respondí
Le hice caso a mi hermana sin dudar, porque moría de ganas de poder repetir la experiencia de la noche anterior, en unos segundos ya estamos los dos en la cama, ya Priscila había cerrado la puerta y ambos comenzamos a quitarnos la ropa.
Totalmente desnudos, yo con mi verga erecta como mástil y Priscila con su coño depilado esperando caricias, tal vez lo mejor de nuestras vidas. En un momento dado ya nos comenzamos a tocar y a, acariciarnos, la temperatura de ambos iba en aumento. Ella se colocó de nuevo boca arriba y abrió sus piernas para ayudarme a meterle mis dedos en su coño.
-Vamos Mateo. _me decía_. Dale acaríciame todo mi cuerpo, no te contengas, esta noche podés hacerme lo que quieras.
-Bien, vas a ver que te la vas a pasar genial. _le respondí extasiado_. Nunca me cansare de meterte mis dedos en sabroso coño, además me gusta que este depilado, te da un toque juvenil.
En esta posición, no se puede aguantar mucho tiempo, el deseo de penetrar su coño, por lo que automáticamente, le fui colocando la punta de mi polla dentro de su vagina, para luego comenzarle a rozar el coño, debo admitir que era un rozamiento peligroso, pero en ese momento lo único que, quería era excitarla más de lo que estaba, en este punto, nuestro control se fue espumando por la calentura.
-Abrí más las piernas.
-Mas Mateo, me está gustando el roce… aaahhh
En un momento mi hermana me pidió una pausa e incorporándose, me indico que me siente en el filo de la cama, pues le tocaba ocuparse de mi pene. Se acostó sobre mi polla, que comenzó a chupar con una gran maestría y, por supuesto, como estaba boca abajo aproveche para hundir un dedo en su culo, ella soltó un agudo sonido, que me estremecer de puro placer.
-Eso es lo que mas me gusta de ti. _le dije sin dejar de meterle el dedo_. Es sumamente placentero verte excitada.
-Es muy placentero, por que soy tu hermana… ¡ah¡ _grito de placer cuando comencé rápidamente a meter y sacar el dedo.
-No seas boba, es lo más lindo.
-Es cierto… ¡Ah¡ Si, sigue más rápido.
Comenzó a acariciarme, me chupaba la polla en toda la largura hasta llegar a los testículos, inicio a lamerme el glande, y bueno, en unos segundos un chorro de leche salió, cayéndole en su boca y cara, le había manchado toda la cara, parecía una actriz porno.
¡Le llené la cara de leche a mi hermana, era recontra excitante mirarla!
- ¡Que carajos! _Exclamó_. ¡Cuánta leche!
-Perdón, no resistí tus lamidas_. le dije.
-Nah… no importa.
-Ok.
-Estuvo bueno. _dijo, limpiándose con la mano parte del semen que tenía en la cara_. Bueno, voy a limpiarme el rostro, no queda otra.
Se limpio la cara con su blusa, se reía mientras con su lengua comenzó a limpiarme mi pene, lo está dejando impecable, vaya que tenía grandes dotes orales. Cuando acabo de lamerme hasta el último rastro de leche de mi pene, me pregunto.
- ¿Te animas a hacerme lo mismo? Me muero de ganas, de que me comas mi coño.
Sin tiempo para reponerme, mi hermana se tiro al piso y comenzó a darme otra mamada, mientras yo me quedo encima de ella; parecido a un 69; tenía mi cabeza entre sus piernas y con mi lengua me dediqué a comerle el coño.
-Eres espectacular Pris. _le dije sin dejar de lamerle el coño_. Me está gustando hacerlo contigo.
-Va a ser nuestro gran secreto.
Luego de un rato, decidimos invertir posiciones: ahora ella iba arriba, y yo abajo: Se retorcía de gusto mientras le metía mis dedos, ella estaba durando más tiempo que yo, pero luego de unos minutos le llegaba su orgasmo algo intenso, se notaba la tibieza de su sexo.
-Has me acabar. _me pidió gimiendo.
Acosté a mi hermana boca arriba con sus piernas abiertas para lamerle bien su coño, sentí en mi lengua su sabor, sus palpitaciones y espasmos eran notables a plena vista, un flujo intenso emano de su interior, le caía sobre sus muslos llegando a mi boca. Cuando me disponía a dejar de lamer, me pidió que espere; pues a las mujeres les duraba más su orgasmo, que a nosotros; seguí lamiendo lentamente su sonrosado coño y palpitante, hasta que ella dio una gran inhalación acompañado de una sonrisa, significando que termino.
-Así me gusta, que termines con una gran sonrisa.
-Si, estuvo bueno, estuviste fantástico Mateo.
Los dos estamos boca arriba, y desnudos mientras descansábamos, mi hermana noto que tan solo las doce y treinta, eso significaba que aún no iban a venir nuestros padres, por lo que, podíamos seguir disfrutando. Yo asentí moviendo la cabeza y, aunque estaba cansado, mi pene aun podía seguir, cosa que no pasó desapercibido por mi hermana, que volvió a manosear y frotar mi pene con entusiasmo.
- ¿Volvemos al juego? _me dijo Priscila.
-No lo sé, estaba excitado, pero ya estoy cansado.
-No te preocupes, de eso me encargo yo.
Yo seguía cansado, pero mi hermana seguía insistiendo hasta que encendió mi calentura. Subiéndose encima mío, tomo mi pene y se lo comenzó a frotar contra su coño, cosa que me causó una gran sorpresa, a través de mi pene yo notaba el calor que su coño emanaba.
- ¡Como extrañaba esta sensación¡ _dijo Priscila
-Disfrútala, Priscila. _le dije entre jadeos_. Si te gustan los penes, puedes jugar con el mío cuando quieras.
-Ya tu pene esta duro.
-Si, gracias a tu entusiasmo.
Le comenté que, si íbamos a tener sexo, debíamos hacerlo con condón, para evitar cualquier sorpresa: como el embarazo, pero ella se acostó enfrente mío y me contesto de una manera normal.
-En primer lugar, no tenemos. _me dijo ella_. En segundo lugar, no te preocupes, tomo anticonceptivos desde varios años, olvidas que he tenido varios novios. _bueno era evidente que tenía razón, además ella sabe más.
-Bien, tú eres la experta. _le dije.
Ella iba despacio con la maniobra y tomando mi polla con una mano y con la otra se abría bien su coño, masturbarla me causo mucho placer, ya que podría escucharla gemir, notaba cada espasmo de su cuerpo contra el mío.
-Como se nota que ya estás de nuevo caliente.
-Si, y mucho. _levanto su pie derecho, esto me permitió meter mis dedos mas profundo en su sexo_. Eso, así, así… ¡uff¡ ¡Me encanta, te prometo algo Mateo! _me dijo entre jadeos_. No podemos ser novios, pero cada vez que quieras coger conmigo… ¡uy, que bien se siente ¡_le metí tres dedos_. Cada vez, que quieras estar conmigo solo tienes que pedírmelo.
- ¿De veras? _levante la cabeza, ella también levanto su cabeza para poder mirarme a los ojos.
-Si guapo, de veras.
-Que excelente noticia.
Busqué su boca, para darnos un largo beso, con mi mano derecha le metí tres dedos por el coño, comencé a metérselos, aunque se los metía rápido, le dio un fuerte espasmo y lo que salió fue un flujo intenso que lubrico todo su interior, poco a poco, vaya que estaba viendo como mi hermana tenía un pequeño squirt.
-Dale… Mateo… ¡Ah¡
-Quieres que vaya mas lento. _le dije, para ver su reacción.
-No… dale, más rápido… ¡Aahhh¡
Hice mi mejor esfuerzo para satisfacerla, ya humedecida las paredes de su vagina, conseguí una penetración profunda entre finos suspiros de mi hermana y un intenso placer que me invadió, el gusto de tener mi pene dentro de mi hermana no se comparaba a nada que hubiese experimentado antes, inicié el mete y saca de forma rápida.
Llegó el momento de pasar a una táctica más directa. Subí mis manos hasta sus tetas y pellizqué ambos pezones al unísono.
- ¡Auch! _Se quejó ella, levantando la voz_. Oye eso me dolió.
Se la metía bien adentro en aquella apretada vagina, cuyas paredes me oprimían el glande, llegué a estar dándole por varios minutos a todo pulmón en la misma posición, ese coño me exprimía de una manera diferente, a los demás coños me he cogido en mi vida, continuamos follando en esa posición hasta que ninguna de los dos pudimos aguantar más.
-Pris, me vengo, ohhh.
- ¡Aaahh¡ yo también me vengo, acaba encima, ahhhh.
Tuvimos un orgasmo al mismo tiempo, le eche varios chorros de semen. Era la primera leche que le echaba encima de su coño, razón por la que se excito, logrando un segundo orgasmo intenso mientras se frotaba el clítoris. No duró demasiado tiempo esta primera experiencia, pero nosotros aun seguíamos calientes.
A los pocos minutos de relajarnos de nuestro sincronizado orgasmo, mi hermana me pidió que cambiáramos de posición, pues ella quería llevar el control. A mí me toco aceptar.
- ¡Hey! ¿Qué estás haciendo? ―Preguntó ella, cuando le hice subirse encima mío.
-Dijiste que tenías ganas de tomar el control… bueno, vamos a ver si te aguantas esto…
- ¡No, espera!
No pude resistirlo, avancé hacia adelante… hacia el calor de su coño. Fue excelente, una vez más experimenté unas de las sensaciones más hermosas en mi vida. Ese pequeño coño se abrió de nuevo para mí y la cabeza de mi verga comenzó a entrar.
- ¡Auch!
- ¿Qué paso? ¿Te dolió?
- ¡Si! ¿Acaso pensáis que soy una puta que tiene la vagina toda abierta?
- Ya no eres virgen… y dijiste que, querías llevar la iniciativa.
-Si a mí me encanta estar arriba, me gusta tomar el control.
-Ya lo creo, una puta como tu debe tener lo que quiere.
Priscila tomo mi pene y se lo coloco de una forma cómoda para ella, que bien se sintió, comenzó a elevar su trasero, mientras le apretaba las tetas, ella también me invitándome a penetrarla el sonido que producía el choque de su trasero contra mi pelvis era majestuoso, en breve mi hermana ya tenia mi pene clavado hasta el fondo, entraba y salía con suma facilidad, ya su vagina estaba dilatada y su lubricación me ayudaba a cogérmela mejor.
- ¡Sí, follame… lléname el coño con tu pene… hazme tu puta!
En esta oportunidad nuestro revolcón duró mucho más... 20 minutos, en los que ambos tratamos de tener al mismo tiempo el nuevo orgasmo. Lo logramos gracias a ella, porque cuando notó que yo, ya no podía resistir más, ella comenzó a acariciarse su clítoris, era donde más se acariciaba para obtener sus mejores corridas, y volvimos a terminar en un nuevo orgasmo, largo e intenso, en el que sus gritos de placer fueron más altos.
Nos quedamos abrazados, varios minutos. Eran ya las dos de la madrugada y nuestros padres ya debían estar de vuelta, por lo que me apresuré a ponerme mi ropa, le dije a mi hermana que se vistiera. Una vez vestido, me despedí de mi hermana y me fui a mi recamara, esa noche los dos descansamos muy bien.
Lo que ocurrió a la mañana fue muy impactante. Eran las seis de la mañana cuando me levanté a desayunar y me topé con una gran escena… mi padre sentado en el suelo alado de su cama mostrando su verga dura y pues mi madre desnuda con su culo abierto en dirección hacia mí, estaba mamándosela a mi padre, tenía toda la verga metida hasta su garganta.
Me quedé inmóvil ante tal escena, pero mi verga también reacciono por la escena, aunque no lo suficiente para notarse la erección, hasta que decidí bajar y dejar de ver a mi madre tragando la polla de mi padre hasta los huevos y su magistral culo abierto y coño. Sali dándome vuelta, bajé y desayuno tranquilo, después volví a mi cuarto a seguir durmiendo.
Al mediodía todo transcurrió normal, mi padre seguía dando su recorrido por la hacienda, mi madre estaba en la biblioteca, y mi hermana viendo películas. Yo, por mi parte, estaba jugando en el pc. pero no podía dejar de imaginar lo que hicimos con Priscila, el placer que obtuve fue intenso, comprendía que no siempre iba a follar con mi hermana. Todo comenzó espiando a nuestros padres, que prácticamente todas las noches hacían el amor; aunque lo que vi en la mañana ya me pareció demasiado.
-Vaya que a mi madre es tremenda. _me dije pensando_. Quien la viera, con nosotros parece santa, pero en la oscuridad con mi padre, se transforma en una fiera.
Me fui al cuarto de mi hermana, la encontré viendo una serie en Netflix, le dije que tenía que contarle algo, aprovechando nuestra intimidad.
-Que me vas a contar. _dijo ella_. Que vuelta espiaste a nuestros padres.
-Si, exacto. _le conteste_. Pero esta vez encontré a nuestra madre, tragándose toda la polla de nuestro padre.
-En serio. _me dijo exaltada_. Eso viste.
-Si, Pris, los vi claramente.
Con la charla, la temperatura de ambos fue subiendo, le comencé a tocar y chupar sus tetas, no me cansare nunca de sus tetas, tras chuparle y tocarle las tetas, baje a su vagina, le metí dos dedos en su coño, para que este lubricada, ahora más abierta, enrojecida y ardiente, me rogó que la follase de nuevo...
-Vamos Mateo, hazme lo mismo que papá le hacía a mamá.
-Se supone que tú debes hacer lo mismo que hacía, nuestra madre. _le dije_. Ella se la mamaba a papá.
-Cierto. _me dijo_. Súbete a la cama.
Yo aún estaba cansado por lo de anoche, pero si Priscila me lo pedía con su voz de putita, me la follaria sin pensarlo. Ella comenzó a chuparme mi pene de la misma manera que vi a mi madre, sus labios hicieron contacto con mi pene, la tibieza y la suavidad de su boca, no sé cómo hice para aguantar, el siguiente paso llegó cuando la lengua de mi hermana comenzó a recorrer todo el glande. Y aguantar se volvió aún más difícil cuando ella se fue tragando la verga de a poquito… muy despacio. Me di cuenta que su brazo izquierdo estaba debajo de su cuerpo y se movía rápidamente. Sus tetas se movían por todos lados. Ella se estaba pajeando de nuevo.
Al quererme sacarme mis pantalones por completo, levanté más mi cuerpo y esto provocó que Priscila se atragante. Se sacó mi pene de la boca y empezó a toser.
-Lo siento, Priscila. Fue sin querer. _le enseñe mi pantalón_. Me lo estaba sacando y por eso me moví.
-Está bien, no pasa nada. Hace años que no me como una verga de este tamaño. _Me sorprendió mucho lo que dijo ella, me imagine a mi hermana chupando vergas grandes.
Luego de un rato chupando, se colocó a cuatro patas y pensando en el culo de mamá, tomé mi pene y se lo puse en la entrada de su vagina.
-Estas lista Priscila. _se lo decía mientras le sobaba la verga por todo su coño.
-Si… clavamela… ya no aguanto… ¡Aaah¡
Me sorprendí mucho cuando ella misma decidió retroceder su culo, provocando que mi verga se hundiera completamente, luego empezó a subir y bajar lentamente. Era increíble ver cómo esa concha tan apretada se comía una buena parte de mi pene. Realmente entiendo a esos tipos de la discoteca que se la querían, se siente de maravilla. Sujetándola de las caderas me la fui follando cada vez más rápido. El acogimiento que me daba su coño era magnifico.
Gracias a su lubricación mi pene se deslizaba como cuchillo caliente en mantequilla, y mi hermana gritaba sorprendentemente más que yo. La follaba sin parar como un loco. Una y otra vez tocaba su pared vaginal, yo observaba como su coño me succionaba, sentía que estaba cerca del orgasmo.
Mi instinto sexual masculino me llevó a acelerar más rápido mis movimientos, metiendo la verga más adentro, luego retrocedí y pude ver como mi pene estaba lleno de flujo vaginal de mi hermana. Priscila estaba recontra excitada… y yo igual.
-Priscila me vengo... la saco…
- ¡No! Espera… no la saques… ¡Aahh¡
- ¿Estás segura?...
-Sí. Quiero disfrutar esto… ya te dije que tome anticonceptivos… ¡Ah¡
-Ok… te voy llenar hasta el útero.
- ¡¡Así lléname mi vagina... quiero sentir tu semen en mi coñito!!"
No pude resistir más, era tremendamente excitante, el interior de su coño es sumamente agradable. Mi pene reaccionó a todos estos estímulos y empezó a soltar grandes chorros de semen. Me quedé quieto, llenando de semen el interior del coño de Priscila.
Me apretaba con sus músculos vaginales, escurriendo mi pene hasta la última gota. Me quede dentro de mi hermana, descansado y esperando que mi pene pierda rigidez. Me levante y algunas gotas de semen le cayeron encima de su vagina.
Estaba terminando de soltarle leche en el coño de mi hermana, cuando escuchamos el ruido de la puerta, pensamos que era Julia, tal vez ella quería hablar con mi hermana. Pero al mirar nos encontramos con lo menos imaginado; era nuestra madre, furiosa.
- ¡¡ Pero que mierda están haciendo ustedes dos ¡¡
Continuara.
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4 comentarios - Espiando a mamá 2
espero el siguiente