Todo empezó en el verano del año pasado, nos fuimos de viaje a mardel con mi mujer.
Ella es una mujer muy guapa y con muy buen físico. Le gusta mucho practicar diferentes tipos de deportes.
Su cara es preciosa con unos ojos muy tiernos y sus labios son gruesos y carnosos. Ella es bastante caderona y es de piernas gruesas y grandes glúteos, mide poco más de 1,70.
Por mi parte soy un macho de 1,88 de altura, de contextura delgada pero tonificado también gracias al ejercicio de pesas.
Ese día recién llegábamos y lo primero q pensamos fue en ir a la playa. Nos cambiamos en el hotel. Ella se puso un micro short y arriba tenía parte de su bikini. Por mi parte llevaba mi maya y una camiseta de Nike, sencillo.
A simple vista pude notar que la gente que paseaba por allí no paraba de ver a mi mujer, tanto los peatones como la gente que andaba en autos y motos.
Nos metemos por fin a la playa y no podía disimular la mirada por tantos cuerpos que había allí. Mi mujer se sacó el short y ahora se había quedado solo con su bikini.
Ella caminaba por la arena que ya empezaba a calentar la mañana y la gente al igual que yo no sabían disimular lo excitante que era ese cuerpo.
Cuando se da vuelta me doy cuenta que sus pezones ya estaban erectos por la fría briza que rondaba la playa.
En ese momento tuve sentimientos encontrados, me excitaba que otras personas deseen a mi mujer.
Continúa.
Ella es una mujer muy guapa y con muy buen físico. Le gusta mucho practicar diferentes tipos de deportes.
Su cara es preciosa con unos ojos muy tiernos y sus labios son gruesos y carnosos. Ella es bastante caderona y es de piernas gruesas y grandes glúteos, mide poco más de 1,70.
Por mi parte soy un macho de 1,88 de altura, de contextura delgada pero tonificado también gracias al ejercicio de pesas.
Ese día recién llegábamos y lo primero q pensamos fue en ir a la playa. Nos cambiamos en el hotel. Ella se puso un micro short y arriba tenía parte de su bikini. Por mi parte llevaba mi maya y una camiseta de Nike, sencillo.
A simple vista pude notar que la gente que paseaba por allí no paraba de ver a mi mujer, tanto los peatones como la gente que andaba en autos y motos.
Nos metemos por fin a la playa y no podía disimular la mirada por tantos cuerpos que había allí. Mi mujer se sacó el short y ahora se había quedado solo con su bikini.
Ella caminaba por la arena que ya empezaba a calentar la mañana y la gente al igual que yo no sabían disimular lo excitante que era ese cuerpo.
Cuando se da vuelta me doy cuenta que sus pezones ya estaban erectos por la fría briza que rondaba la playa.
En ese momento tuve sentimientos encontrados, me excitaba que otras personas deseen a mi mujer.
Continúa.
1 comentarios - Viaje a mardel con mi mujer