Eran los híjos de mi amiga de la infancia, tres varoncitos de los 13 a los 15 años que me conocían de chiquítos como su tio postizo .
Su madre los dejó a mi cuidado por un par de días mientras ella se internaba en oncologia del Garraham con la bebé de cuatro años... todo por unos dias...
Por tres dias estaba todo bien porque no interfería con mi actividad sexuál... mi casa era un kilombo de partúzas inténsas por lo ménos tres o cuatro véces por semána con distíntos amigos y sus amantes que tenían mi casa por aguantadero y venían a garchar con sus hembras, o traían matrimonios para enfiestarse.
Esos tres dias se estiraban en semánas y yo no tenía intención de cambiar mi rutína por los pibes, asi que busqué algún pariente que se hiciera cargo de los pendéjos, fué inútil, así que cuando me di cuenta de que "los huéspedes" tenían para mucho quedandosé conmigo decidí "ponerlos pillos" sobre lo que pasaba en casa cuando otros adultos me visitaban por las noches...
Les advertí que no quería escandalos ni problémas y tampóco quería encerrarlos bajo llave, qué solo se quedaran en su dormitorio y, que si salían lo hacían asumiendo su responsabilidad y discreción de lo que pudiéran ver...
El primer viernes los pendéjos enterados de mis actividades se fuéron a su habitación temprano... bien dóciles y obedientes, dandomé la seguridad de que se iban a portar bien.
Yo, que ya los había estudiado sabía de sobra que eran tres pajerítos hétero pito duro que se iban a terminar prendiendo en mis orgías sin decir ni A
Los pendéjos terminaron siendo parte del menú que el tio ofrecía a sus amigotas viciosas de pijas jóvenes y durísima; carne de hombre " de primera y especial".
Pero éso...es otro reláto
Su madre los dejó a mi cuidado por un par de días mientras ella se internaba en oncologia del Garraham con la bebé de cuatro años... todo por unos dias...
Por tres dias estaba todo bien porque no interfería con mi actividad sexuál... mi casa era un kilombo de partúzas inténsas por lo ménos tres o cuatro véces por semána con distíntos amigos y sus amantes que tenían mi casa por aguantadero y venían a garchar con sus hembras, o traían matrimonios para enfiestarse.
Esos tres dias se estiraban en semánas y yo no tenía intención de cambiar mi rutína por los pibes, asi que busqué algún pariente que se hiciera cargo de los pendéjos, fué inútil, así que cuando me di cuenta de que "los huéspedes" tenían para mucho quedandosé conmigo decidí "ponerlos pillos" sobre lo que pasaba en casa cuando otros adultos me visitaban por las noches...
Les advertí que no quería escandalos ni problémas y tampóco quería encerrarlos bajo llave, qué solo se quedaran en su dormitorio y, que si salían lo hacían asumiendo su responsabilidad y discreción de lo que pudiéran ver...
El primer viernes los pendéjos enterados de mis actividades se fuéron a su habitación temprano... bien dóciles y obedientes, dandomé la seguridad de que se iban a portar bien.
Yo, que ya los había estudiado sabía de sobra que eran tres pajerítos hétero pito duro que se iban a terminar prendiendo en mis orgías sin decir ni A
Los pendéjos terminaron siendo parte del menú que el tio ofrecía a sus amigotas viciosas de pijas jóvenes y durísima; carne de hombre " de primera y especial".
Pero éso...es otro reláto
1 comentarios - Los sobrinos del tio Checho...