No dejes de pasar por mi mejor post
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4084661/Mi-amada-esposa.html
No te vas a arrepentir!
Los días siguieron su curso, y las cosas con Nestor iban de maravillas, a ver, éramos amigos con derecho, solo nos unía algo, se llamaba sexo y no había reglas entre nosotros, él era libre de coger con quien quisiera, y lo mismo por mi lado, per para ser honesta, en ese momento de mi vida, lo único que me gustaba era que el me cogiera bien cogida.
Y también había algo en la forma de ser de Nestor que a mí me encantaba, él era frontal y decía las cosas como la pensaba, sin pelos en la lengua, si quería cogerme me llamaba y me decías ‘vamos a coger?’ listo, a él no le hacía falta hacerse el novio para llevarme a la cama y si, era cierto que siempre en nuestra cama metía a su amigo Patricio, ese muchacho que lo acompañaba esa noche en el pub, y al que había cruzado un par de veces más, por esas cosas del destino…
Y mi adorado Nestor, siempre me decía que le contaba todo sobre nosotros a su amigo, y que su amigo se calentaba con sus palabras, que como me cogía, que como se la chupaba, que como me hacía el culo, que como gritaba, que lo puta que era…
Y yo siempre me reía con sus locuras, es que nunca voy a entender a los hombres con ese instinto básico se tener que contar todo, como teniendo que compartir su hombría, como tener que demostrar lo buena que está su hembra…
Patricio definitivamente no era mi tipo, Nestor lo apodaba ‘el oso’, es que era un tipo grandote, corpulento, calvo rapado y por lo que sabía de esos cuerpos velludos, de ahí el apodo.
No había tenido demasiado trato con él, pero parecía un hombre de confiar, de esos amigables, simpaticón, de esos que siempre tiene un chiste a flor de labios, que sale con una respuesta tan ingeniosa como disparatada, alguien que, para mí, solo hubiera sido un buen amigo.
Todo empezó una tarde, a Nestor le encantaba que me vistiera bien puta cuando salía con él, a mí me gustaba vestirme bien puta para salir con él, así que congeniábamos en ese punto.
Me había puesto un vestido marrón chocolate, ajustado hasta la cintura, donde los pechos me quedaban un tanto comprimidos con un escote bastante llamativo, bajo la cintura se hacía holgado, acampanado, pero era tan corto que apenas tapaba la línea de mi cola, lo combiné con unas medias blancas, de esas tipo adolescente, arriba de la rodilla regalando esa imagen de puta y de inocente al mismo tiempo, esa dualidad que seduce a los hombres, y unos zapatos tipo militar que me sabían muy cómodos, lo mejor? una tanga cola lees enterrada en mi culo, dejando mi intimidad expuesta a las calientes brisas veraniegas que se colaban en forma indecente bajo el vestido.
Emprendí camino a lo de mi amante, y en el micro que me trasladaba me noté centro de atención de varios muchachotes, y porque no decirlo, de varias chicas también, me bajé y caminé la cuadra que separaba la parada del micro de su casa, noté que el viento había aumentado y risueñamente tenía que sujetar el vestido para que no desnudara mi sexualidad.
Al llegar, Nestor me recibió en la puerta del edificio, en el palier, y sin importarle las miradas indiscretas, me dio un beso terrible metiendo su mano bajo la falda, para acariciar directamente mi nalga desnuda, eso me desarmó, me supo tan sexi y me sentí tan puta…
Subimos, me pidió que bailara para él, y lo hice con cadencia, como esa noche que nos habíamos conocido en el pub, él estaba sentado a un lado con su vista extraviada en mi cuerpo hasta que sugirió
Estaba pensando… por qué no le mandas unas fotos a Patricio?
Qué? – pregunté cómo no entendiendo lo que había entendido
Si… me gustaría que lo calientes un poco, unas fotos, tal vez un video, mostrarle tu carita de puta, esas tetas hermosas, esa conchita depilada, ese culito precioso…
Hombres! pensé… me tenía a sus pies, pero se calentaba con la idea que su amigo me viera en bolas, y le dije eso, si acaso pensaba compartirme, o qué, cuál era el juego?
Él pensó un poco y me dijo nuevamente.
Mira putita, Patricio no me cree cuando le cuento como se te abre el culito… porque no le mostras?
Mierda, confieso que la idea de pensar en Patricio no me agradaba en absoluto, pero el hecho de provocar a alguien a través de un móvil se me hacía tentadora, y mes si mi hombre se excitaba con ello.
Solo me reí de sus locas ideas, tomó su móvil y empezó a filmarme, y yo a bailar a medida que me desnudaba, poco a poco, mostrando mi cuerpo, al fin saqué bien culo y me hizo una toma impresionante, muy desde abajo, y mientras movía mi generoso culo en una forma muy puta me bajé la tanga, confieso que hasta me asusté un poco al ver como tenía el culito abierto de tanto comer pijas… ahh!!! que puta que era!!!
Y no hubo mucho más, solo después de ese video y algunas fotos, cogimos como animales…
Después del sexo, mientras compartíamos las pitadas de un cigarro, Nestor tomó el celular con la mano libre, empezó a leer los mensajes y se rio a carcajadas, luego lo compartió conmigo, Patricio estaba enloquecido, fuera de sí, y literalmente decía que quería cogerme…
Esa idea quedó rondando en la atmósfera, no lo dijimos a viva voz, pero yo en ese momento supe que Patricio iba a cogerme, que Nestor iba a ser espectador de lujo, y que yo sería la más puta de las putas solo para complacerlo, y por qué no decirlo con todas las letras, imaginar la situación a mí también me causaba cierto grado de excitación y placer.
Pasaron algunos días, llegaba un nuevo fin de semana.
Nestor muy suelto de cuerpo había sugerido ir a bailar a ‘Kiss’, ese pub donde nos habíamos conocido y donde no habíamos regresado desde aquel día.
Fuimos pasada medianoche, ingresamos, bebimos unas copas e imaginen quien ‘casualmente’ apareció en el lugar? Si… Patricio, no dije nada, las cosas eran obvias, demasiadas casualidades.
Patricio me desnudaba con la mirada, me quemaba y note que moría en deseo, seguramente imaginando un futuro cercano que ya habría tramado con Nestor.
Bebimos algo más y Nestor nos ‘sugirió’ que fuéramos a bailar un rato y yo comprendí que era el principio del juego… el solo quería verme con su amigo…
Fuimos a la pista, a metros de donde él estaba, a unos lados estaban los parlantes, bajo estructura que los protegían, donde suele subirse la gente a bailar, en verdad suelen subirse las que quieren llamar la atención, las que disfrutan mostrarse, dado que por la diferencia de altura el culo te queda a la misma distancia que las cabezas del resto, es como estar en una pasarela…
Y ahí fui yo con mi amigo casi a la rastra, la experiencia fue fabulosa, por un momento ser centro de miradas, me sentí la reina del lugar…
Tenía un vestido color turquesa, sin mangas, cerrado por el frente hasta el cuello, ajustándose al mismo, pero por detrás la espalda era completamente descubierta, por lo que no llevaba sostén, la tela rasada estaba pegada a mi cuerpo y eran notorios mis pechos dibujados como dos pelotas, y los pezones apuntando como dos grandes y prominentes botones, y ahí estaba perdida la boba mirada de Patricio, que me miraba las tetas sin el más mínimo pudor…
Por debajo era demasiado corto, terminaba justo en esa línea marcada donde terminan los glúteos y empiezan las piernas, de hecho, cada tanto tenía que tirarlo hacia abajo para que no se viera lo no debía verse.
Pero en ese sitio… ahhh!!! me sentía tan puta que poco me importaba cuanto se subiera, sabía que no solo Nestor me miraba, sino también todo hombre que pasara por el lugar, seguro desde abajo podían ver mis piernas, hasta la tanga blanca que sentía empapada en jugos y parte de mis nalgas que ‘inocentemente’ dejaba expuesta cuando se subía el vestido.
A las dos de la mañana había tenido suficiente, me acerqué al oído de Patricio y le susurré
Bien… quieres cogerme mi amor? tengo la conchita bien calentita… vamos?
Obviamente no esperó un segundo, saltó como un resorte de ese sitio, me ayudó a bajar y fuimos por Nestor, estaba dispuesta a todo…
Nos subimos en su moto, Patricio en la suya y salimos raudamente, otra vez al departamento de mi hombre. Al llegar tomamos unas copas, Nestor solo estaba expectante, Patricio vino sobre mí y empezó a besarme, estaba caliente, sus manos apretaron mis tetas, mis nalgas, frotó mi concha por sobre la tanga, tan sexi, tan macho… y yo solo me dejaba poseer, solo miraba fijamente a Nestor, solo me calentaba con el placer de ese espectador de lujo, descubrí que me excitaba que me estuvieran mirando, era perverso, era sucio, era muy Janete…
En minutos estábamos enredados los tres en el dormitorio, Patricio solo quería cogerme, Nestor solo quería mirarme y yo quería disfrutar una buena cogida mientras me miraban…
Patricio el oso realmente se portaba como un oso, me levantó entre sus fuertes brazos, aun vestidos, lo abracé en el aire con mis piernas y con mis manos me aferré a su cuello, lo besé profundamente al tiempo que sentía como sus dedos se habían colado bajo el vestido, como apartaban mi tanga y me enterraba los dedos en la concha en forma salvaje y como lo hacía también en mi culo, sin piedad, animal…
Me bajó tomó mi vestido y lo soltó desnudando mis tetas, empezó a comérmelas como desesperado, animal, el me proponía un sexo duro, me mordisqueaba causándome un dulce dolor, y yo lo dejaba hacer, lo dejaba que él se concentrara en mis tetas, porque yo solo me concentraba en observar cómo Nestor disfrutaba el espectáculo, fue el quien dijo
Quiero ver como se la chupas…
Patricio se desnudó por completo, pude ver porque lo apodaban el oso… se acostó boca arriba y me acomodó a mi sobre el en un rico sesenta y nueve, su verga era más grande que la de mi amigo, se veía muy rica, calculé unos dieciocho centímetros, y si bien me había comido cosas más grandes, esta no era para desperdiciar, empecé a mamársela con placer, comiéndosela tan profundo como podía, teniendo precaución de que Nestor, que estaba cerca, pudiera ver con detalle, incluso el cada tanto corría a un lado mis largos cabellos que se interponían en el camino.
Al otro lado, Patricio había levantado mi vestido, había corrido mi tanga y me chupaba la conchita, ¡que rico! me daba nalgadas, y se divertía metiéndome los dedos en mis agujeros…
Nestor, quien parecía ser el que tenía el control, le pidió a su amigo que me cogiera, quería ver cómo me cogía…
Giré entonces y empecé a cabalgarlo, tomé su verga en mi mano y me la metí todita en la conchita, hasta el fondo, Patricio me besaba profundamente y me besaba las tetas, empecé a gemir como perra, Nestor había salido de mi campo visual, me excité imaginando la calentura que tendría deleitándose con mi culo, con mi bronceado, con mis curvas, más cuando lo sentí al oso meterme un par de dedos en el culo sin dejar de cogerme, empecé a gritar más fuerte y entonces llegó la sorpresa…
Estaba totalmente concentrada y perdida en la cogida que me pegaba Patricio, él me retuvo con fuerza los brazos por mi espalda dejándome indefensa, y me gustó que lo hiciera como parte del juego, fue cuando sentí las manos de Nestor en mis glúteos, giré la cabeza desconcertada, estaba ahí con la verga dura, solo se acercó y probo en mi culito, fueron solo segundos, apenas pude improvisar una protesta, pero no tuve reacción, la pija del oso estaba en mi concha y la de Nestor en mi culo… al mismo tiempo, recriminé entre jadeos
Hey! paren degenerados…
Pero mis reclamos no convencían a nadie, fue solo una forma de que no pensaran que era tan puta pero honestamente la doble penetración era una fantasía muy recurrente que tenía marcada, y lo que mis palabras decían mi cuerpo lo negaba…
Nestor me susurró al oído
Tranquila putita… te va a encantar…
Y empezaron a darme por ambos lados, y empecé a gemir como nunca había gemido, me encantaba que me la den por la concha, y también por el culo… pero ambos al mismo tiempo!!!
Piensen lo que quieran… pero me sentía tan puta… y me encantaba….
Llevé una mano a mi pubis y empecé a masturbarme, me sentí explotar y juro por la luz que me alumbra que tuve el orgasmo más grande y hermoso de mi puta vida…
Confieso que me asusté, tenía taquicardias, no podía respirar y temí desmayarme, solo sentía sus risas macabras y cuando logré tranquilizarme vi las marcas de mis uñas en la piel del oso, casi lo hice sangrar…
Con eso había tenido suficiente, el resto para mí fue relleno, y les permití que hicieran conmigo lo que quisieran, me pasaron de lado a lado, agujero por agujero, como una buena puta…
Al fin me hicieron arrodillar con mi boca abierta, uno a cada lado, masturbándose, metiendo sus vergas en mi boca abierta, Nestor fue el primero en venirse, pero lo hizo sobre mi rostro, el semen caliente pegaba en mi boca, en mis labios, mejilla, frente, cabellos… era una regadera y pronto quedé impregnada en su líquido, tuvo que esperar un tanto para que Patricio llegara haciendo los mismo, en minutos, me había llenado de una rica mezcla de semen, porque me sentía tan puta?
Tenía leche de ambos hombres por todos lados, hombros, brazos, pechos panza… solo me lamí un poco como una gata, solo para que ellos disfrutaran…
Cuando terminamos me fui a dar un baño, me dolía todo, ahh!!! que puta… por viciosa… tenía el culo destruido…
Cuando salí Patricio se había ido, me quedé a dormir en lo de Nestor, y tras preguntas me confirmó lo que había imaginado… todo había sido un estratégico plan pergeñado por ambos… hombres…
En adelante las cosas se volverían raras entre nosotros, como que formamos un triángulo amoroso, ellos me propusieron repetir la experiencia de a tres, pero a pesar de que me había encantado esa doble penetración decidí no repetirla y conservar ese hermoso recuerdo, así que cogía un día con uno, otro día con otro, solo me daba igual y vivía el momento…
Era cierto que Nestor me había entrado por los ojos, tenía excelente porte y presumía de su belleza varonil, pero también era cierto que Patricio tenía otras cualidades, él me proponía un sexo más animal y me hacía sentir más puta, y eso me encantaba…
Pero en algún punto de la historia jugaron mal sus cartas, y las cosas cambiaron, como que los planetas se alinearon y todo se dio para que terminaran nuestras andanzas, esa fue otra historia, y si quieres conocerla, tendrán que leer la tercera parte…
Si te gustó puedes escribirme a con título ’PUTITA’ a dulces.placeres@live.com
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No te vas a arrepentir!
Los días siguieron su curso, y las cosas con Nestor iban de maravillas, a ver, éramos amigos con derecho, solo nos unía algo, se llamaba sexo y no había reglas entre nosotros, él era libre de coger con quien quisiera, y lo mismo por mi lado, per para ser honesta, en ese momento de mi vida, lo único que me gustaba era que el me cogiera bien cogida.
Y también había algo en la forma de ser de Nestor que a mí me encantaba, él era frontal y decía las cosas como la pensaba, sin pelos en la lengua, si quería cogerme me llamaba y me decías ‘vamos a coger?’ listo, a él no le hacía falta hacerse el novio para llevarme a la cama y si, era cierto que siempre en nuestra cama metía a su amigo Patricio, ese muchacho que lo acompañaba esa noche en el pub, y al que había cruzado un par de veces más, por esas cosas del destino…
Y mi adorado Nestor, siempre me decía que le contaba todo sobre nosotros a su amigo, y que su amigo se calentaba con sus palabras, que como me cogía, que como se la chupaba, que como me hacía el culo, que como gritaba, que lo puta que era…
Y yo siempre me reía con sus locuras, es que nunca voy a entender a los hombres con ese instinto básico se tener que contar todo, como teniendo que compartir su hombría, como tener que demostrar lo buena que está su hembra…
Patricio definitivamente no era mi tipo, Nestor lo apodaba ‘el oso’, es que era un tipo grandote, corpulento, calvo rapado y por lo que sabía de esos cuerpos velludos, de ahí el apodo.
No había tenido demasiado trato con él, pero parecía un hombre de confiar, de esos amigables, simpaticón, de esos que siempre tiene un chiste a flor de labios, que sale con una respuesta tan ingeniosa como disparatada, alguien que, para mí, solo hubiera sido un buen amigo.
Todo empezó una tarde, a Nestor le encantaba que me vistiera bien puta cuando salía con él, a mí me gustaba vestirme bien puta para salir con él, así que congeniábamos en ese punto.
Me había puesto un vestido marrón chocolate, ajustado hasta la cintura, donde los pechos me quedaban un tanto comprimidos con un escote bastante llamativo, bajo la cintura se hacía holgado, acampanado, pero era tan corto que apenas tapaba la línea de mi cola, lo combiné con unas medias blancas, de esas tipo adolescente, arriba de la rodilla regalando esa imagen de puta y de inocente al mismo tiempo, esa dualidad que seduce a los hombres, y unos zapatos tipo militar que me sabían muy cómodos, lo mejor? una tanga cola lees enterrada en mi culo, dejando mi intimidad expuesta a las calientes brisas veraniegas que se colaban en forma indecente bajo el vestido.
Emprendí camino a lo de mi amante, y en el micro que me trasladaba me noté centro de atención de varios muchachotes, y porque no decirlo, de varias chicas también, me bajé y caminé la cuadra que separaba la parada del micro de su casa, noté que el viento había aumentado y risueñamente tenía que sujetar el vestido para que no desnudara mi sexualidad.
Al llegar, Nestor me recibió en la puerta del edificio, en el palier, y sin importarle las miradas indiscretas, me dio un beso terrible metiendo su mano bajo la falda, para acariciar directamente mi nalga desnuda, eso me desarmó, me supo tan sexi y me sentí tan puta…
Subimos, me pidió que bailara para él, y lo hice con cadencia, como esa noche que nos habíamos conocido en el pub, él estaba sentado a un lado con su vista extraviada en mi cuerpo hasta que sugirió
Estaba pensando… por qué no le mandas unas fotos a Patricio?
Qué? – pregunté cómo no entendiendo lo que había entendido
Si… me gustaría que lo calientes un poco, unas fotos, tal vez un video, mostrarle tu carita de puta, esas tetas hermosas, esa conchita depilada, ese culito precioso…
Hombres! pensé… me tenía a sus pies, pero se calentaba con la idea que su amigo me viera en bolas, y le dije eso, si acaso pensaba compartirme, o qué, cuál era el juego?
Él pensó un poco y me dijo nuevamente.
Mira putita, Patricio no me cree cuando le cuento como se te abre el culito… porque no le mostras?
Mierda, confieso que la idea de pensar en Patricio no me agradaba en absoluto, pero el hecho de provocar a alguien a través de un móvil se me hacía tentadora, y mes si mi hombre se excitaba con ello.
Solo me reí de sus locas ideas, tomó su móvil y empezó a filmarme, y yo a bailar a medida que me desnudaba, poco a poco, mostrando mi cuerpo, al fin saqué bien culo y me hizo una toma impresionante, muy desde abajo, y mientras movía mi generoso culo en una forma muy puta me bajé la tanga, confieso que hasta me asusté un poco al ver como tenía el culito abierto de tanto comer pijas… ahh!!! que puta que era!!!
Y no hubo mucho más, solo después de ese video y algunas fotos, cogimos como animales…
Después del sexo, mientras compartíamos las pitadas de un cigarro, Nestor tomó el celular con la mano libre, empezó a leer los mensajes y se rio a carcajadas, luego lo compartió conmigo, Patricio estaba enloquecido, fuera de sí, y literalmente decía que quería cogerme…
Esa idea quedó rondando en la atmósfera, no lo dijimos a viva voz, pero yo en ese momento supe que Patricio iba a cogerme, que Nestor iba a ser espectador de lujo, y que yo sería la más puta de las putas solo para complacerlo, y por qué no decirlo con todas las letras, imaginar la situación a mí también me causaba cierto grado de excitación y placer.
Pasaron algunos días, llegaba un nuevo fin de semana.
Nestor muy suelto de cuerpo había sugerido ir a bailar a ‘Kiss’, ese pub donde nos habíamos conocido y donde no habíamos regresado desde aquel día.
Fuimos pasada medianoche, ingresamos, bebimos unas copas e imaginen quien ‘casualmente’ apareció en el lugar? Si… Patricio, no dije nada, las cosas eran obvias, demasiadas casualidades.
Patricio me desnudaba con la mirada, me quemaba y note que moría en deseo, seguramente imaginando un futuro cercano que ya habría tramado con Nestor.
Bebimos algo más y Nestor nos ‘sugirió’ que fuéramos a bailar un rato y yo comprendí que era el principio del juego… el solo quería verme con su amigo…
Fuimos a la pista, a metros de donde él estaba, a unos lados estaban los parlantes, bajo estructura que los protegían, donde suele subirse la gente a bailar, en verdad suelen subirse las que quieren llamar la atención, las que disfrutan mostrarse, dado que por la diferencia de altura el culo te queda a la misma distancia que las cabezas del resto, es como estar en una pasarela…
Y ahí fui yo con mi amigo casi a la rastra, la experiencia fue fabulosa, por un momento ser centro de miradas, me sentí la reina del lugar…
Tenía un vestido color turquesa, sin mangas, cerrado por el frente hasta el cuello, ajustándose al mismo, pero por detrás la espalda era completamente descubierta, por lo que no llevaba sostén, la tela rasada estaba pegada a mi cuerpo y eran notorios mis pechos dibujados como dos pelotas, y los pezones apuntando como dos grandes y prominentes botones, y ahí estaba perdida la boba mirada de Patricio, que me miraba las tetas sin el más mínimo pudor…
Por debajo era demasiado corto, terminaba justo en esa línea marcada donde terminan los glúteos y empiezan las piernas, de hecho, cada tanto tenía que tirarlo hacia abajo para que no se viera lo no debía verse.
Pero en ese sitio… ahhh!!! me sentía tan puta que poco me importaba cuanto se subiera, sabía que no solo Nestor me miraba, sino también todo hombre que pasara por el lugar, seguro desde abajo podían ver mis piernas, hasta la tanga blanca que sentía empapada en jugos y parte de mis nalgas que ‘inocentemente’ dejaba expuesta cuando se subía el vestido.
A las dos de la mañana había tenido suficiente, me acerqué al oído de Patricio y le susurré
Bien… quieres cogerme mi amor? tengo la conchita bien calentita… vamos?
Obviamente no esperó un segundo, saltó como un resorte de ese sitio, me ayudó a bajar y fuimos por Nestor, estaba dispuesta a todo…
Nos subimos en su moto, Patricio en la suya y salimos raudamente, otra vez al departamento de mi hombre. Al llegar tomamos unas copas, Nestor solo estaba expectante, Patricio vino sobre mí y empezó a besarme, estaba caliente, sus manos apretaron mis tetas, mis nalgas, frotó mi concha por sobre la tanga, tan sexi, tan macho… y yo solo me dejaba poseer, solo miraba fijamente a Nestor, solo me calentaba con el placer de ese espectador de lujo, descubrí que me excitaba que me estuvieran mirando, era perverso, era sucio, era muy Janete…
En minutos estábamos enredados los tres en el dormitorio, Patricio solo quería cogerme, Nestor solo quería mirarme y yo quería disfrutar una buena cogida mientras me miraban…
Patricio el oso realmente se portaba como un oso, me levantó entre sus fuertes brazos, aun vestidos, lo abracé en el aire con mis piernas y con mis manos me aferré a su cuello, lo besé profundamente al tiempo que sentía como sus dedos se habían colado bajo el vestido, como apartaban mi tanga y me enterraba los dedos en la concha en forma salvaje y como lo hacía también en mi culo, sin piedad, animal…
Me bajó tomó mi vestido y lo soltó desnudando mis tetas, empezó a comérmelas como desesperado, animal, el me proponía un sexo duro, me mordisqueaba causándome un dulce dolor, y yo lo dejaba hacer, lo dejaba que él se concentrara en mis tetas, porque yo solo me concentraba en observar cómo Nestor disfrutaba el espectáculo, fue el quien dijo
Quiero ver como se la chupas…
Patricio se desnudó por completo, pude ver porque lo apodaban el oso… se acostó boca arriba y me acomodó a mi sobre el en un rico sesenta y nueve, su verga era más grande que la de mi amigo, se veía muy rica, calculé unos dieciocho centímetros, y si bien me había comido cosas más grandes, esta no era para desperdiciar, empecé a mamársela con placer, comiéndosela tan profundo como podía, teniendo precaución de que Nestor, que estaba cerca, pudiera ver con detalle, incluso el cada tanto corría a un lado mis largos cabellos que se interponían en el camino.
Al otro lado, Patricio había levantado mi vestido, había corrido mi tanga y me chupaba la conchita, ¡que rico! me daba nalgadas, y se divertía metiéndome los dedos en mis agujeros…
Nestor, quien parecía ser el que tenía el control, le pidió a su amigo que me cogiera, quería ver cómo me cogía…
Giré entonces y empecé a cabalgarlo, tomé su verga en mi mano y me la metí todita en la conchita, hasta el fondo, Patricio me besaba profundamente y me besaba las tetas, empecé a gemir como perra, Nestor había salido de mi campo visual, me excité imaginando la calentura que tendría deleitándose con mi culo, con mi bronceado, con mis curvas, más cuando lo sentí al oso meterme un par de dedos en el culo sin dejar de cogerme, empecé a gritar más fuerte y entonces llegó la sorpresa…
Estaba totalmente concentrada y perdida en la cogida que me pegaba Patricio, él me retuvo con fuerza los brazos por mi espalda dejándome indefensa, y me gustó que lo hiciera como parte del juego, fue cuando sentí las manos de Nestor en mis glúteos, giré la cabeza desconcertada, estaba ahí con la verga dura, solo se acercó y probo en mi culito, fueron solo segundos, apenas pude improvisar una protesta, pero no tuve reacción, la pija del oso estaba en mi concha y la de Nestor en mi culo… al mismo tiempo, recriminé entre jadeos
Hey! paren degenerados…
Pero mis reclamos no convencían a nadie, fue solo una forma de que no pensaran que era tan puta pero honestamente la doble penetración era una fantasía muy recurrente que tenía marcada, y lo que mis palabras decían mi cuerpo lo negaba…
Nestor me susurró al oído
Tranquila putita… te va a encantar…
Y empezaron a darme por ambos lados, y empecé a gemir como nunca había gemido, me encantaba que me la den por la concha, y también por el culo… pero ambos al mismo tiempo!!!
Piensen lo que quieran… pero me sentía tan puta… y me encantaba….
Llevé una mano a mi pubis y empecé a masturbarme, me sentí explotar y juro por la luz que me alumbra que tuve el orgasmo más grande y hermoso de mi puta vida…
Confieso que me asusté, tenía taquicardias, no podía respirar y temí desmayarme, solo sentía sus risas macabras y cuando logré tranquilizarme vi las marcas de mis uñas en la piel del oso, casi lo hice sangrar…
Con eso había tenido suficiente, el resto para mí fue relleno, y les permití que hicieran conmigo lo que quisieran, me pasaron de lado a lado, agujero por agujero, como una buena puta…
Al fin me hicieron arrodillar con mi boca abierta, uno a cada lado, masturbándose, metiendo sus vergas en mi boca abierta, Nestor fue el primero en venirse, pero lo hizo sobre mi rostro, el semen caliente pegaba en mi boca, en mis labios, mejilla, frente, cabellos… era una regadera y pronto quedé impregnada en su líquido, tuvo que esperar un tanto para que Patricio llegara haciendo los mismo, en minutos, me había llenado de una rica mezcla de semen, porque me sentía tan puta?
Tenía leche de ambos hombres por todos lados, hombros, brazos, pechos panza… solo me lamí un poco como una gata, solo para que ellos disfrutaran…
Cuando terminamos me fui a dar un baño, me dolía todo, ahh!!! que puta… por viciosa… tenía el culo destruido…
Cuando salí Patricio se había ido, me quedé a dormir en lo de Nestor, y tras preguntas me confirmó lo que había imaginado… todo había sido un estratégico plan pergeñado por ambos… hombres…
En adelante las cosas se volverían raras entre nosotros, como que formamos un triángulo amoroso, ellos me propusieron repetir la experiencia de a tres, pero a pesar de que me había encantado esa doble penetración decidí no repetirla y conservar ese hermoso recuerdo, así que cogía un día con uno, otro día con otro, solo me daba igual y vivía el momento…
Era cierto que Nestor me había entrado por los ojos, tenía excelente porte y presumía de su belleza varonil, pero también era cierto que Patricio tenía otras cualidades, él me proponía un sexo más animal y me hacía sentir más puta, y eso me encantaba…
Pero en algún punto de la historia jugaron mal sus cartas, y las cosas cambiaron, como que los planetas se alinearon y todo se dio para que terminaran nuestras andanzas, esa fue otra historia, y si quieres conocerla, tendrán que leer la tercera parte…
Si te gustó puedes escribirme a con título ’PUTITA’ a dulces.placeres@live.com
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