Primer relato que hago
Mi nombre es Marcelo tengo 18 años, mido 1,80. Tengo una familia pequeña. Mi Madre se llama Beerseba es una mujer hermosa de esas que miras de reojo para no dejar de observar si se te cruza por a lado. Una señora de tez bronceada de 38 años y1,70 de altura, de buena cintura con un trasero normal pero jugoso, unas piernas sensuales y unas tetas grandes. Ella se cuida mucho yendo al gym tres veces por semana... la madre que todos quisieran cogerse.
Mi padre Pedro de 40 años y 1,85 de altura es un hombre trabajador pero despreocupado de su esposa. Se ausenta 4 a 5 días por semana poniendo de escusa su trabajo pero que la mayoría piensa que tiene otra, y esto preocupa a mi madre, que desde tiempo no puedo parar de mirarla y pajearme cuando ella pasa con ropa muy corta o sensual.
Y por último mi hermana Dayanna que actualmente no vive con nosotros debido a la universidad, tiene 20 años, mide 1,70 y al igual que mi madre tiene unas tetas y un culo normales, ella también va al gym.
Desde que llegue a la pubertad no puedo parar de mirarle el culo a mi madre y me dan unas ganas de rompérselo y no tengo idea de cómo cumplir ese sueño, lo único que sé es que al igual que mi padre, mi madre tiene una debilidad, y es que no le gusta perder cuando apuesta.
La pasada semana mi padre no llego a dormir en toda una semana, eso disgusto mucho a mi madre. En la madrugada tiro de las 2 a.m. se escuchaba la discusión entre mis padres, se oían como mi madre le reclamaba que no llego a dormir, fue muy fuerte la discusión que mi padre se fue a un hotel.
A la mañana siguiente me encontré a mi mamá en un vestido corto que remarcaba su figura, distraída de mi llegada, me acerqué.
Marcelo: Mamá.
Beerseba: Hola hijo.
Marcelo: ¿Te pasa algo?
Beerseba: Nada solo estoy algo pensativa.
Marcelo: Estas pensando en lo de anoche, Papá es un maldito, no te merece.
Beerseba: No insultes a tu padre. Y si estoy pensando en lo de anoche y en todo.
Marcelo: No lo perdones, no se lo merece. Volverá a hacerlo.
Beerseba: No lo creo, le dije muy claro que ya no lo haga.
Me di cuenta que esta era mi oportunidad si me quería acercar a mi mamá, me acerque a darle una brazo y aproveche para rozar ese trasero que me volvía loco.
Marcelo: Mamá apostemos a que mi padre te lo vuelve a hacer. Te apuesto lo que sea.
Beerseba: Lo dudo.
Marcelo: Que apuestas si lo vuelve a hacer.
Mi madre comenzó a pensar. De repente sonrió pareció que había pensado que iba a apostar.
Beerseba: Ya pensé que mi apuesta, si gano, limpias la casa por un mes.
Marcelo: Bien, vas a ver que no llega a dormir, y mi apuesta es una sorpresa.
Beerseba: Hecho, pero vas a perder.
Marcelo: Lo va a volver a hacer, ya verás.
Beerseba: Si llego a perder cumpliré con tu apuesta.
Como de costumbre mi padre se fue a su trabajo, mientras que mi madre se ocupó de hacer todas las tareas cotí diarias de la casa: lavar los platos, trapear el suelo, sacar la basura. Mientras que para mí era difícil hacer los deberes, porque mi madre cuando limpia usa unos shorts muy cortos que le mostraban ese tremendo culo que tiene. Sali a ver que hacía y me encontré que limpiaba los muebles con un short que le marcaba todo, solo de ver eso se me puso como burro de ver todo ese culo, me daban unas ganas de bajarle esos shorts y cogérmela ahí en la sala.
Al anochecer mi madre entro al baño a tomar un baño cuando sonó el teléfono, era mi padre queme aviso que no podía ir a dormir, porque tenía que supervisar el trabajo en la fábrica.
Mi madre al escuchar el teléfono salió del baño en una toalla corta que le marcaba ese culazo a ver quién era, le dije que había sido mi padre que aviso que no venía a dormir, mi madre se enojó porque lo volvió a hacer, aproveche para decirle de la apuesta.
Marcelo: Mamá al parecer perdiste.
Beerseba: Lo sé y que es lo que quieres.
Marcelo: Ya lo sabrás en un rato.
Beerseba: Bien.
Mi madre se dio la vuelta para regresar al baño y nuevamente vi ese culo que me iba a comer en unos minutos
Después de unos minutos salió y se dirigió a su cuarto yo aproveche a seguirla, cuando llego note que no puso seguro a la puerta a si que golpee la puerta despacio.
Beerseba: Quien.
Marcelo: Soy yo.
Beerseba: Dime,estoy cambiándome.
Marcelo: Te comenté que papá no vendría a dormir, perdiste. Perdiste y te toca pagar la apuesta.
Beerseba: Si perdí y que quieres.
Marcelo: Que pagues.
Durante un momento nadie hablo así que aproveche para abrir la puerta y entrar, y encontré a mi madre desnuda sujetando su toalla para que no la vea.
Beerseba: Que haces Marcelo, estoy desnuda salte de mi cuarto.
Marcelo: No.
Beerseba: ¿Cómo qué no? Sale, luego hablamos.
Marcelo: No. Quiero que pagues tu apuesta.
Beerseba: Pero Marcelo sale.
En una rápida movida tire la toalla hacia un lado y las tetas de mi madre quedaron al descubierto, moviéndose de un lado al otro, rápidamente se tapó con las manos las tetas y su vagina.
Se enojo mucho que para no verme se dio la vuelta, permitiendo ver su culo y espalda, era la mejor vista que hubiera tenido.
Beerseba: Marcelo ¿Qué carajo te pasa? Sal de mi cuarto.
Marcelo: Nono, paga tu apuesta.
Beerseba: Que carajos.
Mi madre estaba enojadísima, giro la cabeza a un costado y vio la toalla que estaba encima de una repisa frente al espejo, así que se agacho para alcanzarla mientras estaba de espaldas a mí. Esa imagen era oro, ver su vagina y su culo hizo que se me ponga re contra dura, de la emoción estire mi mano para tocar su espalda y trasero.
Marcelo: Mamá, quédate quieta. Quédate quieta te lo ordeno. No hables y cumple de una vez tu apuesta.
Mi madre permaneció quieta y sin hablar, seguía agachada con las toallas en sus manos así que yo le coloque una mano sobre la espalda para que no se levante, con la mano libre aproveche a tocarle el culo sin miedo. Le apretaba las nalgas primeras una luego la otra, deje de apretar para pasar un dedo por el agujero del culo de mi madre.
Marcelo: Mamá,quieta. Ya no aguanto más.
Beerseba: ¿Cómo que no aguantas más? ¿Qué estas tratando de hacer?
Marcelo: Me encanta tu trasero. Tienes el culo más bueno del mundo. Quiero que sea de mi propiedad.
Beerseba: Marcelo estás loco.
Marcelo: El tiempo de hablar se terminó. Cállate y estate quieta.
Ese momento fue el más excitante de mi vida. La mujer que más loco me traía y la vista de ese culazo a solo centímetros de mi pene, hizo que se ponga re contra dura. Me baje mi pantalón y saque mi mástil que golpeo las nalgas de mi madre. Saque un frasco de lubricante y lo unte en mi pene y en el agujero del culo de mi madre. Pensaba que era un sueño mientras tocaba ese culo.
Beerseba: Marcelo ¿Estás drogado? Soy tu Mamá.
Marcelo: Te voy a romper el culo mamá, justo en este momento. Y ya cállate.
De lo excitado que estaba mi pene entro a la mitad con total facilidad. Jale a mi madre por la cintura y empuje mi pene hasta el fondo. Entraba y salía de lo más excitante posible. La tenía bien metida en el fondo.
Beerseba: Marcelo ¿Qué estás haciendo? Me estas… me estas…
Marcelo: Habla mamá habla fuerte. Quiero oírte que lo digas.
Beerseba: Estas… oh, joder.
Marcelo: Dime que te estoy haciendo.
Beerseba: Me estas rompiendo el culo, Marcelo, me estas follando el culo.
Seguí follandomela sin piedad por su amado culo, solté su cintura y agarré sus duras tetas. Ella me sujeto mis manos con las suyas.
Marcelo: Te estoy follando el culo mamá.
Beerseba: Claro, oh sí.
Marcelo: ¿Quieres que deje de cogerte por el culo?
Beerseba: Ni se te ocurra sacarla, no pares.
Marcelo: ¿Te gusta que te folle el culo mamá?
Beerseba: Oh, joder sí, me encanta y mucho.
Acelere el ritmo sin ofrecer piedad. El choque de mi cuerpo con su culo era monumental y me ponía cada vez más duro.
Marcelo: Mamá, no te voy a soltar hasta romperte este rico culo.
Beerseba: Baja el ritmo no voy a poder sentarme en un mes.
Tenía el pene como un fierro de lo excitado y mi madre aguantaba como si tuviera experiencia. Las metidas eran brutales, le tenía agarrada las tetas, y las jalaba fuerte. En mi mente solo me decía que tengo que aguantar un poco más.
Beerseba: Ay Marcelo, ya no resisto más, me estas rompiendo el culo, ya córrete dentro de mi culo.
Los gritos de mi madre que me rogaban me pusieron el doble de duro. Estaba loco por poder llenar el culo de mi madre, pero resistí un poco más y como me suplicaba le saqué mi mástil del culo y dije:
Marcelo: Vamos a la cama, que me voy a correr. Vamos.
Beerseba: Esta bien, oh.
La agarre del hombro y la marque a la cama. La coloque es cuatro y aprecie ese monumental culo abierto.
Me agarré mi pene y nuevamente se la enterré de un golpe, en el culo de mi madre.
Marcelo: Mamá grita que te estoy follando el culo.
Beerseba: No hables estupideces.
Marcelo: Dilo de una puta vez.
Mi madre en voz normal dijo.
Beerseba: Marcelo me está follando el culo, y me encanta, ahhhh.
Las tetas de mi madre se movían de un lado al otro, no le perdonaba ni una al culo de mi madre,aumenté el ritmo, sin dudarlo le solté una cachetada en el culo.
Beerseba: Oh, joder si, dame más.
Seguí dándole cachetadas a la vez que le daba por culo. De inmediato note como a mi madre le daba un orgasmo.
Beerseba: Oh sí, me estoy corriendo, oh dios, dame más duro.
Mi madre seguía con su orgasmo mientras yo seguía dándole pene por el culo, seguía dándole cachetadas, y no puedo aguantar más y termine eyaculando dentro de mi madre, era la eyaculada más excitante de mi vida.
Beerseba: Oh, si vente en mi culo, vacíate en mis intestinos, lléname el culo de leche.
Me quede un rato quieto mientras me venía en el culo de mi madre. Acabe feliz y me acosté encima de mi madre. Los dos respirábamos agitados.
Después de un rato me levante dándole un beso a mi madre en su boca y de paso le cachete el culo,luego agarre la tanga que se iba a poner, y se la pase por su vagina para impregnarla de su néctar, salí de su cuarto y me dirigí al mio donde guarde la tanga en un cartón para mi colección.
CONTINUARA
Dejen sus buenos comentarios y sus buenos puntos.
Mi nombre es Marcelo tengo 18 años, mido 1,80. Tengo una familia pequeña. Mi Madre se llama Beerseba es una mujer hermosa de esas que miras de reojo para no dejar de observar si se te cruza por a lado. Una señora de tez bronceada de 38 años y1,70 de altura, de buena cintura con un trasero normal pero jugoso, unas piernas sensuales y unas tetas grandes. Ella se cuida mucho yendo al gym tres veces por semana... la madre que todos quisieran cogerse.
Mi padre Pedro de 40 años y 1,85 de altura es un hombre trabajador pero despreocupado de su esposa. Se ausenta 4 a 5 días por semana poniendo de escusa su trabajo pero que la mayoría piensa que tiene otra, y esto preocupa a mi madre, que desde tiempo no puedo parar de mirarla y pajearme cuando ella pasa con ropa muy corta o sensual.
Y por último mi hermana Dayanna que actualmente no vive con nosotros debido a la universidad, tiene 20 años, mide 1,70 y al igual que mi madre tiene unas tetas y un culo normales, ella también va al gym.
Desde que llegue a la pubertad no puedo parar de mirarle el culo a mi madre y me dan unas ganas de rompérselo y no tengo idea de cómo cumplir ese sueño, lo único que sé es que al igual que mi padre, mi madre tiene una debilidad, y es que no le gusta perder cuando apuesta.
La pasada semana mi padre no llego a dormir en toda una semana, eso disgusto mucho a mi madre. En la madrugada tiro de las 2 a.m. se escuchaba la discusión entre mis padres, se oían como mi madre le reclamaba que no llego a dormir, fue muy fuerte la discusión que mi padre se fue a un hotel.
A la mañana siguiente me encontré a mi mamá en un vestido corto que remarcaba su figura, distraída de mi llegada, me acerqué.
Marcelo: Mamá.
Beerseba: Hola hijo.
Marcelo: ¿Te pasa algo?
Beerseba: Nada solo estoy algo pensativa.
Marcelo: Estas pensando en lo de anoche, Papá es un maldito, no te merece.
Beerseba: No insultes a tu padre. Y si estoy pensando en lo de anoche y en todo.
Marcelo: No lo perdones, no se lo merece. Volverá a hacerlo.
Beerseba: No lo creo, le dije muy claro que ya no lo haga.
Me di cuenta que esta era mi oportunidad si me quería acercar a mi mamá, me acerque a darle una brazo y aproveche para rozar ese trasero que me volvía loco.
Marcelo: Mamá apostemos a que mi padre te lo vuelve a hacer. Te apuesto lo que sea.
Beerseba: Lo dudo.
Marcelo: Que apuestas si lo vuelve a hacer.
Mi madre comenzó a pensar. De repente sonrió pareció que había pensado que iba a apostar.
Beerseba: Ya pensé que mi apuesta, si gano, limpias la casa por un mes.
Marcelo: Bien, vas a ver que no llega a dormir, y mi apuesta es una sorpresa.
Beerseba: Hecho, pero vas a perder.
Marcelo: Lo va a volver a hacer, ya verás.
Beerseba: Si llego a perder cumpliré con tu apuesta.
Como de costumbre mi padre se fue a su trabajo, mientras que mi madre se ocupó de hacer todas las tareas cotí diarias de la casa: lavar los platos, trapear el suelo, sacar la basura. Mientras que para mí era difícil hacer los deberes, porque mi madre cuando limpia usa unos shorts muy cortos que le mostraban ese tremendo culo que tiene. Sali a ver que hacía y me encontré que limpiaba los muebles con un short que le marcaba todo, solo de ver eso se me puso como burro de ver todo ese culo, me daban unas ganas de bajarle esos shorts y cogérmela ahí en la sala.
Al anochecer mi madre entro al baño a tomar un baño cuando sonó el teléfono, era mi padre queme aviso que no podía ir a dormir, porque tenía que supervisar el trabajo en la fábrica.
Mi madre al escuchar el teléfono salió del baño en una toalla corta que le marcaba ese culazo a ver quién era, le dije que había sido mi padre que aviso que no venía a dormir, mi madre se enojó porque lo volvió a hacer, aproveche para decirle de la apuesta.
Marcelo: Mamá al parecer perdiste.
Beerseba: Lo sé y que es lo que quieres.
Marcelo: Ya lo sabrás en un rato.
Beerseba: Bien.
Mi madre se dio la vuelta para regresar al baño y nuevamente vi ese culo que me iba a comer en unos minutos
Después de unos minutos salió y se dirigió a su cuarto yo aproveche a seguirla, cuando llego note que no puso seguro a la puerta a si que golpee la puerta despacio.
Beerseba: Quien.
Marcelo: Soy yo.
Beerseba: Dime,estoy cambiándome.
Marcelo: Te comenté que papá no vendría a dormir, perdiste. Perdiste y te toca pagar la apuesta.
Beerseba: Si perdí y que quieres.
Marcelo: Que pagues.
Durante un momento nadie hablo así que aproveche para abrir la puerta y entrar, y encontré a mi madre desnuda sujetando su toalla para que no la vea.
Beerseba: Que haces Marcelo, estoy desnuda salte de mi cuarto.
Marcelo: No.
Beerseba: ¿Cómo qué no? Sale, luego hablamos.
Marcelo: No. Quiero que pagues tu apuesta.
Beerseba: Pero Marcelo sale.
En una rápida movida tire la toalla hacia un lado y las tetas de mi madre quedaron al descubierto, moviéndose de un lado al otro, rápidamente se tapó con las manos las tetas y su vagina.
Se enojo mucho que para no verme se dio la vuelta, permitiendo ver su culo y espalda, era la mejor vista que hubiera tenido.
Beerseba: Marcelo ¿Qué carajo te pasa? Sal de mi cuarto.
Marcelo: Nono, paga tu apuesta.
Beerseba: Que carajos.
Mi madre estaba enojadísima, giro la cabeza a un costado y vio la toalla que estaba encima de una repisa frente al espejo, así que se agacho para alcanzarla mientras estaba de espaldas a mí. Esa imagen era oro, ver su vagina y su culo hizo que se me ponga re contra dura, de la emoción estire mi mano para tocar su espalda y trasero.
Marcelo: Mamá, quédate quieta. Quédate quieta te lo ordeno. No hables y cumple de una vez tu apuesta.
Mi madre permaneció quieta y sin hablar, seguía agachada con las toallas en sus manos así que yo le coloque una mano sobre la espalda para que no se levante, con la mano libre aproveche a tocarle el culo sin miedo. Le apretaba las nalgas primeras una luego la otra, deje de apretar para pasar un dedo por el agujero del culo de mi madre.
Marcelo: Mamá,quieta. Ya no aguanto más.
Beerseba: ¿Cómo que no aguantas más? ¿Qué estas tratando de hacer?
Marcelo: Me encanta tu trasero. Tienes el culo más bueno del mundo. Quiero que sea de mi propiedad.
Beerseba: Marcelo estás loco.
Marcelo: El tiempo de hablar se terminó. Cállate y estate quieta.
Ese momento fue el más excitante de mi vida. La mujer que más loco me traía y la vista de ese culazo a solo centímetros de mi pene, hizo que se ponga re contra dura. Me baje mi pantalón y saque mi mástil que golpeo las nalgas de mi madre. Saque un frasco de lubricante y lo unte en mi pene y en el agujero del culo de mi madre. Pensaba que era un sueño mientras tocaba ese culo.
Beerseba: Marcelo ¿Estás drogado? Soy tu Mamá.
Marcelo: Te voy a romper el culo mamá, justo en este momento. Y ya cállate.
De lo excitado que estaba mi pene entro a la mitad con total facilidad. Jale a mi madre por la cintura y empuje mi pene hasta el fondo. Entraba y salía de lo más excitante posible. La tenía bien metida en el fondo.
Beerseba: Marcelo ¿Qué estás haciendo? Me estas… me estas…
Marcelo: Habla mamá habla fuerte. Quiero oírte que lo digas.
Beerseba: Estas… oh, joder.
Marcelo: Dime que te estoy haciendo.
Beerseba: Me estas rompiendo el culo, Marcelo, me estas follando el culo.
Seguí follandomela sin piedad por su amado culo, solté su cintura y agarré sus duras tetas. Ella me sujeto mis manos con las suyas.
Marcelo: Te estoy follando el culo mamá.
Beerseba: Claro, oh sí.
Marcelo: ¿Quieres que deje de cogerte por el culo?
Beerseba: Ni se te ocurra sacarla, no pares.
Marcelo: ¿Te gusta que te folle el culo mamá?
Beerseba: Oh, joder sí, me encanta y mucho.
Acelere el ritmo sin ofrecer piedad. El choque de mi cuerpo con su culo era monumental y me ponía cada vez más duro.
Marcelo: Mamá, no te voy a soltar hasta romperte este rico culo.
Beerseba: Baja el ritmo no voy a poder sentarme en un mes.
Tenía el pene como un fierro de lo excitado y mi madre aguantaba como si tuviera experiencia. Las metidas eran brutales, le tenía agarrada las tetas, y las jalaba fuerte. En mi mente solo me decía que tengo que aguantar un poco más.
Beerseba: Ay Marcelo, ya no resisto más, me estas rompiendo el culo, ya córrete dentro de mi culo.
Los gritos de mi madre que me rogaban me pusieron el doble de duro. Estaba loco por poder llenar el culo de mi madre, pero resistí un poco más y como me suplicaba le saqué mi mástil del culo y dije:
Marcelo: Vamos a la cama, que me voy a correr. Vamos.
Beerseba: Esta bien, oh.
La agarre del hombro y la marque a la cama. La coloque es cuatro y aprecie ese monumental culo abierto.
Me agarré mi pene y nuevamente se la enterré de un golpe, en el culo de mi madre.
Marcelo: Mamá grita que te estoy follando el culo.
Beerseba: No hables estupideces.
Marcelo: Dilo de una puta vez.
Mi madre en voz normal dijo.
Beerseba: Marcelo me está follando el culo, y me encanta, ahhhh.
Las tetas de mi madre se movían de un lado al otro, no le perdonaba ni una al culo de mi madre,aumenté el ritmo, sin dudarlo le solté una cachetada en el culo.
Beerseba: Oh, joder si, dame más.
Seguí dándole cachetadas a la vez que le daba por culo. De inmediato note como a mi madre le daba un orgasmo.
Beerseba: Oh sí, me estoy corriendo, oh dios, dame más duro.
Mi madre seguía con su orgasmo mientras yo seguía dándole pene por el culo, seguía dándole cachetadas, y no puedo aguantar más y termine eyaculando dentro de mi madre, era la eyaculada más excitante de mi vida.
Beerseba: Oh, si vente en mi culo, vacíate en mis intestinos, lléname el culo de leche.
Me quede un rato quieto mientras me venía en el culo de mi madre. Acabe feliz y me acosté encima de mi madre. Los dos respirábamos agitados.
Después de un rato me levante dándole un beso a mi madre en su boca y de paso le cachete el culo,luego agarre la tanga que se iba a poner, y se la pase por su vagina para impregnarla de su néctar, salí de su cuarto y me dirigí al mio donde guarde la tanga en un cartón para mi colección.
CONTINUARA
Dejen sus buenos comentarios y sus buenos puntos.
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