Autor original: http://www.poringa.net/BarcenaG
Mientras estábamos solo, aprovechábamos cualquier momento para coger por toda la casa. Acabe tanto esos días y la llene tanto de mi leche a mi mamá como nunca hasta la fecha. Los dos nos sacamos las ganas de hacer lo que queríamos.
El domingo por la mañana, el día que mi abuela y mi hermano volvían, nos quedamos desnudos en la cama hablando.
- Y en el trabajo? Cómo van las cosas?- Me preguntó ella.
- Y... complicadas. Están haciendo recorte de personal, y me toca hacer el doble para cubrir la vacantes.- Contesté cansado.
- Deberías buscar otro trabajo, antes de que echen y quedes en bolas.-
- Jajaja. Ya volviste a hablar cómo una mamá.-
- Soy tu mamá... Por más que cojamos como animales, vas a seguir siendo mi hijo siempre.- Me dijo, dándome un beso de madre.
- El otro día, cuando vimos a Eduardo, te pusiste nerviosa?- Qué pasó entre ustedes?-
- Nada.-
- Cómo que nada? Eran re unidos. Vos lo llevabas a todos lados como si fuera tu novio... Dale, contame.-
- Bien...- Tomo aire y me conto.- Recién me había separado de tu papá. Nos habíamos mudado acá, siendo ustedes chicos todavía. Tu primo venía a ayudar a los abuelos. Él tenía 15 años creo. Durante ese año me sentía sola y quería disfrutar mi soltería. Eduardo por esa época jugaba rugby y estaba muy bien formado. A él no le importaba acompañarme a cualquiera lado. Tu tía casi que no lo sacaba a ninguna parte, así que salía conmigo. Para ir al cine, a comer por ahí y hasta reuniones con mis amigas...- Continuó contando mi mamá.- Hasta que comencé a verlo con otros ojos cada vez que se cambiaba. Y sospechaba que a él le pasaba lo mismo conmigo. Empezó un día que lo invite a pasear por el shopping. Él me tomaba de la mano como si fuéramos pareja. Desde el divorcio que no me sentía tan querida. Ese día fuimos a ver el señor de los anillos y como la película era muy larga, y como no entendía nada, comencé a rozar el brazo de Eduardo para no aburrirme. A mi me gusta calentar a los chicos. Pero creo que pase, porque se me acercó y me comió la boca sin previo aviso. Yo rápidamente me aleje, mientras él se disculpaba. Salimos a la mitad de la película.
- Perdón, tía... No sé qué me pasó...- Se disculpaba Eduardo.
La verdad no estaba molesta, sino más bien me sentía curiosa...
- No te preocupes.- Le dije.- Hagamos de cuenta que nada de esto pasó.-
Volvimos a entrar para seguir viendo la película y volvimos a casa.
La semana siguiente, yo tenía un cumpleaños en un boliche donde hacían shows de strippers. Lo invité a Eduardo para que me acompañe.... Total después de las 12am era un boliche como cualquier otro. Me vestí sutil, pero sexy. No como puta regalada, pero provocativa.
Llegamos y saludamos. Al rato nos pusimos a tomar mucho champagne y nos pusimos a bailar con mis amigas. Yo miraba como algunas le tenían ganas al pendejo. Cerca de las 4am, Eduardo había desaparecido de mi vista. Lo empecé a buscar por todos lados, pero no lo encontré. Hasta que lo encontré en un lugar apartado donde no había mucha luz. Estaba comiéndose a una de mis amigas del profesorado. Apenas me vio, se aparto de mi amiga. No le dije nada, solo me fui para no molestar.
Al rato se me acerca. Yo estaba algo tomada y caliente. Me dijo algo, pero no lo escuche. Solo lo agarré de la mano y lo arrinconé donde se había besado con mi amiga. Lo empecé a besar mientras él me agarraba el culo con fuerza. Estaba muy caliente, pero después de un rato de toqueteos y besos, recapacite.
- Está bien, no pasa nada.- Me dijo apenas empezó a notar que dudaba.
- No está bien...- Le decía yo.- Soy mayor... Y soy tu tía. Disculpa yo tenía que haber mantenido la compostura.
Salimos del boliche y nos fuimos sin decir nada. Durante los siguientes días. no podía dejar de sentirme culpable. Y quería disculparme.
Uno de esos días fui al médico y como estaba cerca de la casa de mi hermana, pasé a saludar. Cuando llegué, vi que estaban remodelando. Estaba lleno de polvo. Solo estaba Eduardo en la casa, limpiando la habitación que habían construido. Así que me quedé un rato a espera con él.
- Y tu mamá?-
- Fue a comprar hormigón con mi papá.- Respondió.- Y creo que van a tardar porque fueron a un lugar donde es más barato, pero es lejos.-
- Y las chicas?- Pregunté por mis sobrinas.
- Están en la escuela.- Respondió.- Hoy tienen doble turno...-
Nos quedamos charlando un rato más tomando mate. Hasta que le pregunté por la habitación nueva, él me dijo que suba para verla. Y eso hicimos.
Cuando entramos, Eduardo se lanzo directo a mi boca. Yo no me resistí y comenzamos a besarnos apasionadamente. Me tiro contra la pared y se baja el pantalón. Al ver esa pija grandota, se me hizo agua la boca. A los segundos, me arrodille sobre el piso polvoso y me metí esa monstruosidad a la boca. Casi no me entraba de lo gruesa que era. Se la estuve chupando por un rato largo.-
Mientras mi mamá me contaba como había peteado su sobrino, me empecé a excitar. Me tocaba la pija para que ella me viera lo caliente que me ponía su relato.
- Ah si?... Y como se la chupaste?..- Le pregunté para que me mostrara como lo hizo con mi pija.
Ella rápidamente bajo y empezó a chupármela. Hasta que se la saco de la boca para seguir contándome lo que pasó después, mientras comenzó a pajearme.
- Después de llenarle la pija de mi saliva.- Continuó mi vieja.- Me puse de pie y di media vuelta mientras me bajaba el jean. Después de mostrarle la cola desnuda con una tanga, Eduardo me empezó a apoyar toda su enorme pija sobre la concha, no pude continuar bajándome el pantalón que quedo un poco más arriba de las rodillas.
Me estaba re mojando. Tu primo al notarme lo húmeda que estaba, me corrió la tanga a un lado y me la metió. Con ayuda de mis fluidos entro con facilidad.
- Ahh... Si... Que pija hermosa que tenés, Edu.-
- Te gusta, putita? Te voy a destrozar la concha.-
Me cogía cada vez más rápido. Sentía que me iba a desgarrar, nunca me habían metido tanta carne de golpe. Me saque la remera mientras me seguía cogiendo con intensidad. No paraba un segundo, tenía mucha resistencia. Me estuvo cogiendo parada por casi una hora, las piernas no me daban más. Así que me di vuelta mientras terminaba de sacarme el jean y le dije que se acueste en el piso. Me puse encima de él y comencé a cabalgarlo como una perra en celo. Le tocaba los abdominales mientras el me daba fuertes nalgueadas que me dejaron todo el culo marcado. Seguimos cogiendo hasta sentí que iba a acabar y le dije que no me acabe adentro. Pero él no me hizo caso y me lleno la concha de leche. A los minutos escuchamos el auto de mi hermana y nos vestimos.-
Cuando me contaba como mi primo le había llenado de lecha, acabé al instante. Pero esto no detuvo la paja de mi mamá y siguió igual con la mano llena de semen.
- Al final, por qué no se hablaron más?- Pregunté.
- Después de esa vez, cogimos un par de veces más hasta que se puso de novio... El quería formar algo serio.- Contesto mi mamá.- Un día que ustedes se fueron a catequesis, le hice una escena de celos porque me sentía usada. Así que mientras cogíamos en la cocina, le dije que si él se ponía de novio, no íbamos a seguir más.- Continuó mi mamá.- Empezamos a discutir y nos fuimos a las manos. Desde entonces no lo perdone y no hablamos más.
Mientras estábamos solo, aprovechábamos cualquier momento para coger por toda la casa. Acabe tanto esos días y la llene tanto de mi leche a mi mamá como nunca hasta la fecha. Los dos nos sacamos las ganas de hacer lo que queríamos.
El domingo por la mañana, el día que mi abuela y mi hermano volvían, nos quedamos desnudos en la cama hablando.
- Y en el trabajo? Cómo van las cosas?- Me preguntó ella.
- Y... complicadas. Están haciendo recorte de personal, y me toca hacer el doble para cubrir la vacantes.- Contesté cansado.
- Deberías buscar otro trabajo, antes de que echen y quedes en bolas.-
- Jajaja. Ya volviste a hablar cómo una mamá.-
- Soy tu mamá... Por más que cojamos como animales, vas a seguir siendo mi hijo siempre.- Me dijo, dándome un beso de madre.
- El otro día, cuando vimos a Eduardo, te pusiste nerviosa?- Qué pasó entre ustedes?-
- Nada.-
- Cómo que nada? Eran re unidos. Vos lo llevabas a todos lados como si fuera tu novio... Dale, contame.-
- Bien...- Tomo aire y me conto.- Recién me había separado de tu papá. Nos habíamos mudado acá, siendo ustedes chicos todavía. Tu primo venía a ayudar a los abuelos. Él tenía 15 años creo. Durante ese año me sentía sola y quería disfrutar mi soltería. Eduardo por esa época jugaba rugby y estaba muy bien formado. A él no le importaba acompañarme a cualquiera lado. Tu tía casi que no lo sacaba a ninguna parte, así que salía conmigo. Para ir al cine, a comer por ahí y hasta reuniones con mis amigas...- Continuó contando mi mamá.- Hasta que comencé a verlo con otros ojos cada vez que se cambiaba. Y sospechaba que a él le pasaba lo mismo conmigo. Empezó un día que lo invite a pasear por el shopping. Él me tomaba de la mano como si fuéramos pareja. Desde el divorcio que no me sentía tan querida. Ese día fuimos a ver el señor de los anillos y como la película era muy larga, y como no entendía nada, comencé a rozar el brazo de Eduardo para no aburrirme. A mi me gusta calentar a los chicos. Pero creo que pase, porque se me acercó y me comió la boca sin previo aviso. Yo rápidamente me aleje, mientras él se disculpaba. Salimos a la mitad de la película.
- Perdón, tía... No sé qué me pasó...- Se disculpaba Eduardo.
La verdad no estaba molesta, sino más bien me sentía curiosa...
- No te preocupes.- Le dije.- Hagamos de cuenta que nada de esto pasó.-
Volvimos a entrar para seguir viendo la película y volvimos a casa.
La semana siguiente, yo tenía un cumpleaños en un boliche donde hacían shows de strippers. Lo invité a Eduardo para que me acompañe.... Total después de las 12am era un boliche como cualquier otro. Me vestí sutil, pero sexy. No como puta regalada, pero provocativa.
Llegamos y saludamos. Al rato nos pusimos a tomar mucho champagne y nos pusimos a bailar con mis amigas. Yo miraba como algunas le tenían ganas al pendejo. Cerca de las 4am, Eduardo había desaparecido de mi vista. Lo empecé a buscar por todos lados, pero no lo encontré. Hasta que lo encontré en un lugar apartado donde no había mucha luz. Estaba comiéndose a una de mis amigas del profesorado. Apenas me vio, se aparto de mi amiga. No le dije nada, solo me fui para no molestar.
Al rato se me acerca. Yo estaba algo tomada y caliente. Me dijo algo, pero no lo escuche. Solo lo agarré de la mano y lo arrinconé donde se había besado con mi amiga. Lo empecé a besar mientras él me agarraba el culo con fuerza. Estaba muy caliente, pero después de un rato de toqueteos y besos, recapacite.
- Está bien, no pasa nada.- Me dijo apenas empezó a notar que dudaba.
- No está bien...- Le decía yo.- Soy mayor... Y soy tu tía. Disculpa yo tenía que haber mantenido la compostura.
Salimos del boliche y nos fuimos sin decir nada. Durante los siguientes días. no podía dejar de sentirme culpable. Y quería disculparme.
Uno de esos días fui al médico y como estaba cerca de la casa de mi hermana, pasé a saludar. Cuando llegué, vi que estaban remodelando. Estaba lleno de polvo. Solo estaba Eduardo en la casa, limpiando la habitación que habían construido. Así que me quedé un rato a espera con él.
- Y tu mamá?-
- Fue a comprar hormigón con mi papá.- Respondió.- Y creo que van a tardar porque fueron a un lugar donde es más barato, pero es lejos.-
- Y las chicas?- Pregunté por mis sobrinas.
- Están en la escuela.- Respondió.- Hoy tienen doble turno...-
Nos quedamos charlando un rato más tomando mate. Hasta que le pregunté por la habitación nueva, él me dijo que suba para verla. Y eso hicimos.
Cuando entramos, Eduardo se lanzo directo a mi boca. Yo no me resistí y comenzamos a besarnos apasionadamente. Me tiro contra la pared y se baja el pantalón. Al ver esa pija grandota, se me hizo agua la boca. A los segundos, me arrodille sobre el piso polvoso y me metí esa monstruosidad a la boca. Casi no me entraba de lo gruesa que era. Se la estuve chupando por un rato largo.-
Mientras mi mamá me contaba como había peteado su sobrino, me empecé a excitar. Me tocaba la pija para que ella me viera lo caliente que me ponía su relato.
- Ah si?... Y como se la chupaste?..- Le pregunté para que me mostrara como lo hizo con mi pija.
Ella rápidamente bajo y empezó a chupármela. Hasta que se la saco de la boca para seguir contándome lo que pasó después, mientras comenzó a pajearme.
- Después de llenarle la pija de mi saliva.- Continuó mi vieja.- Me puse de pie y di media vuelta mientras me bajaba el jean. Después de mostrarle la cola desnuda con una tanga, Eduardo me empezó a apoyar toda su enorme pija sobre la concha, no pude continuar bajándome el pantalón que quedo un poco más arriba de las rodillas.
Me estaba re mojando. Tu primo al notarme lo húmeda que estaba, me corrió la tanga a un lado y me la metió. Con ayuda de mis fluidos entro con facilidad.
- Ahh... Si... Que pija hermosa que tenés, Edu.-
- Te gusta, putita? Te voy a destrozar la concha.-
Me cogía cada vez más rápido. Sentía que me iba a desgarrar, nunca me habían metido tanta carne de golpe. Me saque la remera mientras me seguía cogiendo con intensidad. No paraba un segundo, tenía mucha resistencia. Me estuvo cogiendo parada por casi una hora, las piernas no me daban más. Así que me di vuelta mientras terminaba de sacarme el jean y le dije que se acueste en el piso. Me puse encima de él y comencé a cabalgarlo como una perra en celo. Le tocaba los abdominales mientras el me daba fuertes nalgueadas que me dejaron todo el culo marcado. Seguimos cogiendo hasta sentí que iba a acabar y le dije que no me acabe adentro. Pero él no me hizo caso y me lleno la concha de leche. A los minutos escuchamos el auto de mi hermana y nos vestimos.-
Cuando me contaba como mi primo le había llenado de lecha, acabé al instante. Pero esto no detuvo la paja de mi mamá y siguió igual con la mano llena de semen.
- Al final, por qué no se hablaron más?- Pregunté.
- Después de esa vez, cogimos un par de veces más hasta que se puso de novio... El quería formar algo serio.- Contesto mi mamá.- Un día que ustedes se fueron a catequesis, le hice una escena de celos porque me sentía usada. Así que mientras cogíamos en la cocina, le dije que si él se ponía de novio, no íbamos a seguir más.- Continuó mi mamá.- Empezamos a discutir y nos fuimos a las manos. Desde entonces no lo perdone y no hablamos más.
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