Las últimas ocasiones que habíamos ido al cine, más que ver la película, nos habíamos dedicado a explorar nuestros cuerpos, así que cuando pase por ella, no me extraño para nada verla con esa falda corta pero holgada color blanco, y esa blusa de tirantes azul, que a simple vista se observaba no traía brassier, junto con sus zapatillas azules, lograron en mí, inmediatamente una erección de tan solo verla e imaginar ya mis manos sobre su hermoso cuerpo. No tenía quizás mucho busto, ni tanto trasero, pero sus piernas siempre lucían bellas, su boca siempre se antojaba besarla y su mirada parecía siempre estar en estado de excitación, por lo que tan solo verla, te hacía volar a otro mundo, y si a eso se le sumabas su seguridad con que hablaba siempre, y la gracia felina con la que se movía, no era de extrañar que siempre robará miradas donde se parará, por lo que me consideraba bastante afortunado en que ella se hubiera fijado en mí, y me hubiera regalado inolvidables noches de pasión.
Lo del cine era nuevo, nunca nos había dado por tocarnos ahí, siempre habíamos mantenido la cordura y disfrutado de las películas como buenos cinéfilos que nos considerábamos, en realidad había sido bastante casual, fue un día en que la tenía abrazada, y al pasar dos chicas hacia el baño, tuve que moverme para dejarlas pasar, por lo que mí mano se poso un tanto firme en su seno, ante lo cual mí primer reacción fue decirle: "perdón", pero ella con su clásica coqueteria y seguridad solo atino a voltear a verme y decirme con esa mirada ardiente en llamas: "no tienes porque pedir perdón, eso se sintió muy bien" , lo cual provocó enseguida en mí la adrenalina necesaria, para decirle: "¿ah si?, ¿te gusto?".
- Claro - respondió ella- sabes que me encanta que me las agarres tontito
- Jajaja sí lo se, y a mí me encanta acariciartelas así - ante lo que baje mi mano y empecé a acariciar sus senos despacio sobre la ropa, ante lo que ella solo me vio y me dijo acercandose a mí oído:
- Eso se siente muy bien, y más porque la señora de a lado nos está viendo
Lo cual era cierto, se notaba que era la mamá de las chicas que habían ido al baño y disimuladamente en lugar de mirar a la pantalla, miraba de reojo mi mano sobre el seno de Selene, lo cual nos hizo reír, mientras ella me decía: "vieja chismosa, debería estar atenta a la película, deberíamos darle un show si eso quiere ver", ante lo que yo sonreí y a propósito comencé a masajearle más su seno y a besarnos apasionadamente, ella bajo su mano a mi pierna y la comenzó a acariciar, subiendo por mí muslo. Yo miraba de reojo y observaba como la Señora nos miraba más intrigada, y con gestos reprobatorios, hasta que regresaron sus hijas y se sentaron junto a nosotros, lo cual hizo nos sentáramos como gente decente.
Ella se recargo en mí y me dijo: "¿Y bien?, ¿que tanto se habrá calentado la Señora chismosa?"
Yo me sonreí, me encantaba cuando tenía esos momentos juguetones:
- "Yo creo que bastante porque ya no apartaba la vista de nuestras manos y besos"
- "Vaya, que Señora tan chismosita, ¿me preguntó si será de familia?" - Y sin más ni decirme nada, empezó a mover su mano en mi pierna subiendo a mí entrepierna, y acercándose a besarme. La chica que estaba a su lado de inmediato lo noto, porque al besarla, abrí mis ojos, y pude ver su mirada en nosotros y en la mano de Selene subiendo por mí pantalón, no tendría más de 21 años y era simpática, lo cual quizás acrecentó mi excitación, y más aún cuando sentí la mano de Selene sobando descaradamente mí pene encima de mí pantalón y la mirada fija de la chica a nuestro lado con una mirada de estar disfrutando más lo que hacíamos, que la película.
- "Tendremos que repetir" - me dijo al ir saliendo del cine
- " Ya lo creo, nisiquiera me enteré porque Jack Reacher sabía que la droga estaba en las bazucas"
- "Jajajaja ¿cuáles bazucas?"
Y ese fue el comienzo de nuestras caricias en el cine, se había repetido unas seis veces más, y cada vez se había vuelto más intenso, habíamos encontrado nuestro lado exhibicionista en algo que nos gustaba demasiado. De hecho, ya ni siquiera veíamos la película, y en lugar de escoger la que nos podía gustar, escogíamos una que o estuviera muy concurrida, o lo contrario, si es que uno de los dos tenía pensado algo más intenso. Aunque no habíamos llegado a más que ella sacar mí pene y comenzar a masturbarlo mientras yo acariciaba sus senos y metía mí mano por su falda, provocando un suave gemido de su parte, que provoco que la pareja de adelante volteara por un momento, logrando nuestro objetivo.
Por lo que ese día, muy por dentro se dibujo una sonrisa perversa al ver que ella escogía Todos queremos a alguien, en medio de una cartelera donde se exhibía Logan, La gran muralla, cincuenta noches más oscuras. la la land, batman lego, john wick2, el espacio entre nosotros, es decir, acababa de escoger, la que posiblemente seria la menos concurrida, y así fue. Nos sentamos en la zona de atrás, no hasta el fondo, pero si atrás, según la pantalla de los boletos, seriamos los últimos, y así fue, solo que en nuestra misma fila, unos cuatro o cinco asientos allá había un chico solo.
La película comenzó, y todo transcurría con normalidad, yo ni siquiera ponía atención a la película, solo tenía en mí mente, comenzar a acariciar su cuerpo, y lo hice, comencé a acariciar sus piernas, y ella se recargo en mí hombro, y al poco tiempo ya nos estábamos besando, empezábamos suave, y subiendo de tono, pero por lo visto la razón de que ella escogiera esa película, y esos asientos, se debían a que ella ya se sentía excitada, pues sus besos fueron bastante apasionados, y con deseo, lo cual a mí me dio bastante morbo, y no esperé mucho para tener acceso entre sus piernas, las cuales con toda notoriedad ella abrió más para así darme un acceso más fácil. Cuál seria mi sorpresa, y entonces entendí el porque de su excitación, había salido, caminado, y sido vista con esa falda corta holgada, sabiendo que no traía ropa interior, cuando mi mano acarició su sexo húmedo, solo se separó de mis labios para mirarme a los ojos y decirme con ese tonó pícaro y juguetón que la caracterizaba:
- "Sorpresa, ¿te gusta?"
- "Uffff me encanta -le dije, y enseguida comencé a acariciarle con más deseo, caliente de ser conocedor de lo que ella había hecho, y de como le debió haber calentado toda aquella situación de haber salido sin ropa interior y haber sido observada por varios chicos a la llegada al cine, en la fila, cuando fue al baño, pues me había dado cuenta de como algunos la habían mirado, y estaba seguro que eso la había calentado más, así que no desaproveché la situación y comencé a frotarle su sexo ya húmedo sin importarme cuanto pudiera llegar a mojar ese asiento, y por lo visto a ella tampoco, y mi otra mano la comencé a meter entre su blusa de tirantes que me ofrecían un fácil acceso, pues no llevaba brassier y desde hacia ya un rato que sus pezones se marcaban, obvio, resultado también de la excitación que sentía al ser observada y saberse ella sin ropa interior, lo cual había vuelto todo eso para ella un círculo vicioso, la observaban, eso la excitaba, su cuerpo reaccionaba, sus pezones se endurecían, y más la observaban, y ella más se excitaba, y su sexo húmedo, así me lo decía, que llevaba más de veinte minutos antes de que mí mano tocará su sexo, de intensa excitación en su mente, y por eso abría cada vez más sus piernas y me besaba con más deseo y pasión y yo sentía sus pezones duros entre mis dedos jugando con ellos como niño que se le había perdido su canica matona por una semana, hasta que ella se separo de mí boca emitiendo un leve quejido de placer no muy audible para los demás, y acercarse a mí oído y decirme algo que ni yo había pensado:
- "¿Nos esta viendo?" - ¡el chico!, era verdad, llevábamos como diez minutos de cachondeo y ni siquiera había pensado en el chico, abrí mis ojos, y ahí estaba, con sus lentes de pasta, y su mirada fija en nosotros, vaya, tendría que volver a ver esa película porque se veía que en diez minutos no había visto la pantalla para nada.
- "Sí - le dije a su oído mientras le frotaba suave su clitoris, y le pellizcaba su pezón- "parece que no se ha perdido ningún detalle, y entonces paso:
- "Cambiemos de lugar, quiero verle su cara cuando te la pajee" - y fue una petición que no pude resistir, nos sentamos en nuestros lugares, y comenzamos con el magreo otra vez, yo con sus tetas, y su sexo mojado y húmedo, junto con los besos y ella a sobarme mi pene por encima de mí pantalón que ya tenía un erección de un rato rogando salir, así que fue todo un alivio cuando ella abrió mi cierre, y lo dejo salir brincando cual soldado en barraca ante la presencia de su sargento: ¡a la orden mí señor!, lo cual al parecer a ella le pareció sumamente deleitable, y más deleitable me pareció a mí, el sentir el tacto de sus manos en mi pene, que aunque no me era desconocido, me encantaba sentir la suavidad de ellas, en mí piel. y más cuando su bella mano comenzaba a subir y bajar por mí pene. Lo que yo no sabía era que mientras ella me hacia eso, y me besaba y disfrutaba de mis manos entre sus sexo y sus pezones, ella tenía los ojos abiertos, y miraba con total fijeza al chico que se encontraba asientos más allá, y que ella se estaba excitando más y más al estar sintiendo mi pene en sus manos, estar recibiendo placer, y estar mirando a los ojos al chico, que debería de haberse ganado una medalla al haberle aguantado la vista, y estar mirando como masturbaba mi pene. Seguramente debió haberse quejado para sí cuando cambiamos de lugar al ya no haber podido disfrutar de ver su cuerpo de ella, pero en esos instantes, seguramente pensaba en el delicioso poema que estaba recibiendo al verla a los ojos, y mirarlos poseídos de deseo, mientras su mano se movía al compás de mis deseos, y sus senos y su sexo recibían mis fervorosas caricias, seguramente los ojos de Selene debieron haber preguntado sin palabras: "¿te gusta?", porque lo siguiente que Selene dijo aparte de suspiros y leves quejidos fue:
- "Ya se la saco" - y lo dijo con tanto deseo, que no pude evitar meterle un dedo.
- "¿Ah si?"
- "Sí, se la esta pajeando" - y sabía que lo hacia mientras la veía a los ojos, porque sin que yo lo pidiera comenzó a intensificar mi pajeada haciéndome sentir delicioso.
- "¿Te gusta como lo hace?"
- "Sí, se toca muy rico, la tiene rica" - y eso me calentaba más, imaginarme a Selene viendo como el chico se masturbaba, viendolo a los ojos, a su pene, mientras mi pene era atendido por la suya, y mis manos no paraban de apretar sus pezones, y meter mi dedo en su interior húmedo y mojado, la excitación y la calentura se estaba desbordando, se incrementaba y aumentaba, y parecía no poder controlarse. Saque mi dedo de su interior, y se lo acerque a la boca, y lo lamió con mucho deseo y voracidad, sin quitarle los ojos al chico.
- "Estás muy caliente"
- "Sí mucho"
- "¿Se la quieres chupar?" - en ese momento rompió el contacto visual con el chico para voltear a verme extrañada, pero al ver mí sonrisa perversa, solo respondió: "Sí".
- "A que no lo llamas" - sabía que a ella le encantaban los retos, y era la mejor manera de decirle que tenía mí permiso, porque me observo, y sin decir una palabra, con la mano le hizo gesto al chico para que se acercará, el chico se quedo por un momento congelado, pero enseguida reacciono, y se acerco, ella lo tomo de la mano, y lo sentó a su lado, le puso un dedo en su boca, y sin decir nada, desabrocho el pantalón del chico, saco su verga, y ella se agacho y comenzó a lamerla, el chico por un momento como no queriendo me miro, y yo solo le cerre el ojo. Debió de estar haciendo uno de esos deliciosos trabajos Selene, porque en cuestión de segundos el chico cerro los ojos, y se recargo sin decir nada más que un suspiro, mientras escuchaba el sonido de su verga en la bella boca de Selene, lo cual no importaba ante una pelicula que nadie veía más que una pareja de adultos mayores demasiado alejados como para darse cuenta de lo que sucedía algunas filas más atrás. Por lo que la hice levantarse y ponerse de rodilla en el asiento, y di gracias al que se le ocurrió hacer los descansabrazos de los cines movibles, y por un momento me paso por la mente, si los habrían cambiado con esa intención y nosotros habíamos desperdiciado tanto tiempo. Ella se dejo hacer sin dejar de lamerle el pene al chico extasiado de placer, y ella con una voracidad indescriptible, quedando su trasero a mí disposición y no deje de aprovecharlo, acerqué mí boca a su sexo empapado, y comencé a lamerlo, pase despacio mi lengua por sus labios, de arriba a abajo, suave, disfrutando lo cálido y delicado de esos labios, la pase de arriba a abajo despacito, muy despacito y luego a un lado y otro, y abrí sus labios buscando esa perla hinchada por el placer y el delirio de estar lamiendo un pene extraño, y no opuso ninguna resistencia, cuando la punta de mi lengua comenzó a frotarlo, en círculos suaves y lentos que su cuerpo y sus piernas enseguida me mostró que era de su agrado ya que se comenzaba a retorcer sin dejar salir ese manjar que estaba engullendo en esos momentos y que en ningún restaurant por más fino que sea es ofrecido como platillo exótico, pero que seguramente en muchos casos seria el más solicitado. Acerque mi dedo y comencé a introducirlo dentro de su sexo empapado disfrutando de la vista que me daban sus deliciosas nalgas y su cara subiendo y bajando de una verga ajena, lo cual me parecía en esos momentos de lo más delicioso, así que comencé a meter mí dedo una y otra vez, cada vez más rápido, mientras mi lengua seguía jugando con su perla encharcada, y sin importarnos si nos veían y terminábamos con alguna acusación de faltas a la moral, así que lo metía una y otra y otra vez, para después sacarlo comenzar a meterlo en donde sabía ya que sentía demasiado placer, lamí su ano, lo ensalive, y comencé a dilatarlo mientras no dejaba de lamerle su clítoris, y cuando finalmente metí mi dedo en su ano, ella no pudo evitar sacarse la verga del chico que había sido hasta ahora su silenciador, y expresar un sonoro: "¡Ah!" que en cualquier otro momento hubiera llamado la atención de los presentes, pero al no haber nadie, se perdió en el olvido. Y sin pensar en si la habían escuchado o no, volvió a bajar a ese tronco duro y rugoso que no paraba de meter en su boca, y que por momentos el chico tomaba su cabeza para empujarla más abajo. Yo observé asegurándome que nadie nos había escuchado o que ya llegaba la seguridad a sacarnos, y al no ver que pasaba nada, volví a lo mío, a lamer, a chupar, a extasiarme con sus jugos, y con lo estrecho de su ano en mí dedo, mientras sus piernas se movían, mientras su trasero se bamboleaba. Me levanté un poco, voltee a la cabina de filmación, no vi nada raro, y en caso de que ya nos hubiera visto, estaba seguro que estaba disfrutando de nuestro show, y dirigí mí verga erecta y que pedía estallar hacia el ano de Selene, y sin más, la embestí y lo penetré y no me importaba el sonido, esperaba que el sonido del cine fuera aún más fuerte que el de los asientos movidos por la fuerza de mí pene adentro de Selene, lo cual ocasionó que el primero en terminar fuera el chico, pues vi como escurría el semen del chico por la boca de Selene que seguía ocupada por el pene del chavo y que no sacaba pues lo usaba como silenciador de sus gemidos ante lo excitada y deliciosa penetrada que estaba sintiendo, después se vino ella, cuando el muchacho comenzó a acariciar sus senos, y yo acariciaba su clitoris mientras la penetraba en su ano, se convulsiono, se incorporó un momento y le tape la boca, y calló como desfallecida, ante lo cual comencé a expulsar los chorros de mí semen caliente en su interior, no quería estar en el lugar de los de limpieza de esa sala, aunque me imaginaba sus sonrisas perversas al descubrir que tipo de líquidos eran. Vaya éxtasis, el que sentimos, el chico solo dijo: "La mejor puta película de mí vida" se levantó y nos dio las gracias, y se salió antes siquiera de que terminará la película, creo que yo hubiera hecho lo mismo.
Al salir Selene no dejaba de tener una sonrisa pícara, traviesa y satisfecha.
- "¿Te gusto la película?"
- "Me encanto, como lo dijo el chavo, la mejor puta película de mí vida, deberían de darle un Oscar, y se río"
- "Sabia que lo haría cuando te reté"
- "¿Te digo algo y no te enojas? - asentí con la cabeza- al elegir los lugares de la sala, vi que ese asiento estaba ocupado y que era una sola persona, así que..."
- "Wow cada día me sorprendes más, ¿y si hubiera sido mujer?"
Se quedó pensando un momento al verme
- "Bueno, creo que tengo que confesarte un par de cosas, después de esto, pero solo te puedo decir, que hubiera pasado igual"
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