Estaba siendo un jueves tranquilo en el bar, cuando entraron mis amigos de intercambios, Javier A y Sara M. Esta venia tan guapa y sugerente como en ella es habitual. Venia con un vestido verde con pequeños lunares negros, de manga larga, con la falda tableada, que llegaba hasta medio muslo. La parte de arriba era transparente y se la veía una camiseta de tirantes. Además, el vestido, tenía un escote en vertical, con un cordón atado arriba, hasta bien entradas sus tetazas que junto al de la camiseta, dejaba ver un precioso canalillo formado por sus gordísimos pechos, algo caídos, pero tan morbosos. Llevaba además unas medias transparentes que la hacía morenas sus piernas y unas botas con tacón hasta las rodillas y un cinturón negro ancho de tela.
Tras saludar a Sara con un buen beso, les puse una copa y empezamos a charlar. Me tocaba descanso y salí a que me diera un poco el aire. Sara salió conmigo para fumar y su chico prefirió quedarse dentro pues decía haber visto un par de mujeres con las que iba a probar suerte. Fuera charlamos y nos dimos varios besos ricos. Cuando volvimos a entrar no me resistí y la acaricié su culazo. Su novio estaba bailando con una mujer, bien arrimado, así que Sara se quedó en la barra y charlábamos cada vez que podíamos.
Al poco rato, Javier cogió su chaqueta y salía del local con la mujer con la que había ligado. Al minuto llego un mensaje a Sara diciéndola que se iba a casa de esta mujer, que se lo pasara bien como pudiera. Entonces esta me pregunto cuando salía y al decirle que solo me quedaba un par de horas de trabajo y que no tenía prisa por llegar a casa, me sonrió y me beso.
Cuando termine mi turno, montamos en mi coche y fuimos hacia su casa. En el primer semáforo que paramos, además de besarnos nuevamente, comencé a acariciar sus piernas. Al subir mi mano y meterla por su vestido descubrí que las medias la terminaban algo más arriba de la falda. En el siguiente semáforo mi mano fue directo a su coño y tras acariciárselo brevemente por encima del tanga, metí mi mano por dentro de él y comencé a masturbarla. Cuando arrancamos y tuve que sacar mi mano, esta fue la que decidió sacar mi polla del pantalón y masturbarme mientras conducía.
Estaba tan cachondo, que me desvié antes de la casa de esta y fui a una zona de naves que sé que a esas horas estaría tranquila la zona y que estaba más cerca que su casa. Nada más parar, nos volvimos a besar, aunque esta vez mucho más calurosamente. Ella continuo con la paja y yo volví a introducir mi mano para masturbarla. Con mi otra mano empecé a acariciar sus tetazas.
Sara se colocó a gatas en el asiento y comenzó a comerme la polla con su boca, tan grande como morbosa. La subí el vestido y, tras acariciar su culo, la volví a masturbar. Llevaba un bonito tanga negro con encaje. Mi polla crecía y se endurecía en su bocaza, mientras mi dedo salía y entraba de su empapado coño. Cuando esta se corrió con mi dedo bien dentro, la di un condón y me lo puso. Eché el asiento del piloto todo lo atrás que pude y esta se sentó encima de mí. Aparto su tanga a un lado y se metió mi polla por el coño. Entro a la primera pues tenía el coño muy mojado. Esta se movía unas veces en círculos y otras dando botecitos, mientras nos besábamos y mis manos acariciaban sus muslazos. De vez en cuando bajaba la cabeza para lamer el escote tan rico. Comencé a masturbarla el culo, mientras follábamos, para dilatárselo. Cuando lo tuvo listo se cambió mi polla de agujero y mientras la enculaba, soltó unos buenos gemidos.
Al poco, se giró y se colocó mirando hacia delante. Se volvió a meter mi polla en el coño y volvimos a follar dando ella saltitos, mientras agarraba fuerte el volante. Mis manos agarraban ahora sus tetazas muy fuertes. Cambie varias veces mi polla de agujero para follarla el culo también.
Cuando me iba a correr, la avise y se colocó de nuevo a gatas en el asiento del copiloto. Me quito el condón y volvió a mamármela hasta que me corrí llenando su boca con mi semen. Cuando se lo trago, volvimos a besarnos. Yo había vuelto a empezar a masturbarla y no pare de hacerlo hasta que volvió a correrse. En ese momento, dejamos de besarnos, nos colocamos bien la ropa y proseguimos el viaje hasta su casa.
En su casa, fuimos besándonos hasta su habitación. Nos tiramos en la cama y, encima de ella, nos seguimos besando y la agarraba fuerte las tetazas. Baje una de mis manos para acariciar su muslazo. Me coloqué de rodillas en el suelo y la abrí bien las piernas, colocándoselas en mis hombros. Subí su falda y comencé a besar sus muslos hasta llegar a su coñito tapado por el tanga. Lo eché a un lado y comencé a comerla el coño. Mis manos acariciaban sus muslazos nuevamente. Cuando mi lengua jugaba con su clítoris, esta apretaba sus muslos contra mi cabeza.
Me levante, me desnude y me puse un condón. Me volví a tumbar sobre ella y metí mi polla empalmada en su mojadísimo coño. Estuvimos follando y besándonos hasta que esta me dijo que se había corrido. En ese tiempo mis manos volvieron a disfrutar de sus tetazas y muslazos.
Me senté en el borde de la cama y Sara lo hizo de rodillas sobre mí. Mi polla volvió a meterse en su jugoso coño, tras echar a un lado su tanga, y a moverse despacio dentro. Metí mi cabeza en su escote y comencé a besarla el canalillo. Mis manos bajaron de sus tetazas hasta su cinturón para quitárselo. Mis manos siguieron bajando hasta meterse debajo del vestido. Tras acariciar un poco sus muslos, cogí el vestido y se lo fui subiendo hasta quitárselo junto a la camiseta interior. Sara cabalgaba encima de mí, ya solo con las botas, medias, tanga y sujetador, también negro.
Ahora podía comerla mejor aún su tremendo canalillo. La desabroche el sujetador y se lo quite. Agarre fuerte sus tetazas y comencé a comérselas. Sus gordos pezones estaban bien duros y ricos. Cuando nos besábamos se los pellizcaba.
La coloqué a gatas en la cama y me puse de rodillas tras ella. Le quite el tanga y golpee su culo con mi dura polla. Desde atrás se la veía preciosa y morbosa solo con las medias y las botas y sus tetazas colgando. Metí mi polla en su culo y se lo comencé a follar despacito y hasta el fondo. Me incline sobre ella y agarre sus tetazas. Cuanto mas fuerte se las apretaba mas duro la follaba el culo. La coloque de rodillas con las manos en el cabecero. Yo seguí detrás de ella y ahora la follaba tanto el culo como el coño. En esta posición, además de jugar mejor con sus tetazas, podíamos besarnos.
Me tumbe en la cama y Sara se coloco sobre mi de rodillas. Metió mi polla en su coño y se empezó a mover en círculos. Mi polla estaba entera dentro y mis manos acariciaban muslos y tetazas. La incline hacia mí, para poder comerla nuevamente esas tetazas tan grandes y deliciosas que posee. Cuando la volví a meter la polla por el culo, comencé además a morderla los pezones, haciéndola que no solo gritara por el gusto.
Me levante de la cama y esta se coloco sentada en el borde de la cama. Me quito el condón y metió mi polla, dura como una piedra, entre sus enormes pechos, para hacerme una tremenda cubana hasta que me corrí.
Tras limpiarme la polla con su lengua me senté a su lado y nos besamos. Mis manos no podían dejar de jugar con esas tremendas tetazas suyas.
Me levante y la dije a Sara que me apetecía una ducha tras una tarde-noche de trabajo y rico sexo. Me pidió ayuda para quitarse las botas y cuando se las quito, junto a las medias, nos fuimos al baño. Mientras el agua de la ducha caía calentándose, nosotros hacíamos lo propio fuera, besándonos y con mis manos una vez más agarrando sus tetazas. Nos metimos en la ducha y continuamos igual, pero bajo el agua. Ahora agachaba la cabeza para devorar sus mojadas tetazas.
Sara me giro y, mientras seguíamos besándonos, agarro mi polla y me comenzó a masturbar. Sentía sus tetazas contra mi espalda y me ponía muy bruto notar como se endurecían sus pezones. Una de mis manos fue hacia atrás para acariciar su culazo.
Cuando la tuve durísima, Sara salió a coger un condón y volvió a entrar. Se arrodillo y me la comió un rato, incluso me masturbo con sus tetazas, antes de ponérmelo. La levante y la apoye la espalda contra la pared. Levante una de sus piernas y metí mi polla por su coño. Follamos despacio, pero sin interrupción, mientras mi lengua pasaba con facilidad de jugar con su lengua a hacerlo con sus pezones. La giré y, aplastada contra la pared la empecé a follar el culo. Pase mis manos hacia delante y agarre sus tetazas. Mientras mordía su cuello esta gemía de placer.
La follé el culo y el coño a ratos hasta que me corrí dentro de su culo. Sara entonces se arrodillo, me quito el condón y volvió a lamerme el glande dejándomelo bien limpio y húmedo.
Tras secarnos y vestirme, nos besamos un pequeño rato y me despedí de ella hasta una próxima vez donde seguro lo pasaremos igual de bien, o mejor.
Tras saludar a Sara con un buen beso, les puse una copa y empezamos a charlar. Me tocaba descanso y salí a que me diera un poco el aire. Sara salió conmigo para fumar y su chico prefirió quedarse dentro pues decía haber visto un par de mujeres con las que iba a probar suerte. Fuera charlamos y nos dimos varios besos ricos. Cuando volvimos a entrar no me resistí y la acaricié su culazo. Su novio estaba bailando con una mujer, bien arrimado, así que Sara se quedó en la barra y charlábamos cada vez que podíamos.
Al poco rato, Javier cogió su chaqueta y salía del local con la mujer con la que había ligado. Al minuto llego un mensaje a Sara diciéndola que se iba a casa de esta mujer, que se lo pasara bien como pudiera. Entonces esta me pregunto cuando salía y al decirle que solo me quedaba un par de horas de trabajo y que no tenía prisa por llegar a casa, me sonrió y me beso.
Cuando termine mi turno, montamos en mi coche y fuimos hacia su casa. En el primer semáforo que paramos, además de besarnos nuevamente, comencé a acariciar sus piernas. Al subir mi mano y meterla por su vestido descubrí que las medias la terminaban algo más arriba de la falda. En el siguiente semáforo mi mano fue directo a su coño y tras acariciárselo brevemente por encima del tanga, metí mi mano por dentro de él y comencé a masturbarla. Cuando arrancamos y tuve que sacar mi mano, esta fue la que decidió sacar mi polla del pantalón y masturbarme mientras conducía.
Estaba tan cachondo, que me desvié antes de la casa de esta y fui a una zona de naves que sé que a esas horas estaría tranquila la zona y que estaba más cerca que su casa. Nada más parar, nos volvimos a besar, aunque esta vez mucho más calurosamente. Ella continuo con la paja y yo volví a introducir mi mano para masturbarla. Con mi otra mano empecé a acariciar sus tetazas.
Sara se colocó a gatas en el asiento y comenzó a comerme la polla con su boca, tan grande como morbosa. La subí el vestido y, tras acariciar su culo, la volví a masturbar. Llevaba un bonito tanga negro con encaje. Mi polla crecía y se endurecía en su bocaza, mientras mi dedo salía y entraba de su empapado coño. Cuando esta se corrió con mi dedo bien dentro, la di un condón y me lo puso. Eché el asiento del piloto todo lo atrás que pude y esta se sentó encima de mí. Aparto su tanga a un lado y se metió mi polla por el coño. Entro a la primera pues tenía el coño muy mojado. Esta se movía unas veces en círculos y otras dando botecitos, mientras nos besábamos y mis manos acariciaban sus muslazos. De vez en cuando bajaba la cabeza para lamer el escote tan rico. Comencé a masturbarla el culo, mientras follábamos, para dilatárselo. Cuando lo tuvo listo se cambió mi polla de agujero y mientras la enculaba, soltó unos buenos gemidos.
Al poco, se giró y se colocó mirando hacia delante. Se volvió a meter mi polla en el coño y volvimos a follar dando ella saltitos, mientras agarraba fuerte el volante. Mis manos agarraban ahora sus tetazas muy fuertes. Cambie varias veces mi polla de agujero para follarla el culo también.
Cuando me iba a correr, la avise y se colocó de nuevo a gatas en el asiento del copiloto. Me quito el condón y volvió a mamármela hasta que me corrí llenando su boca con mi semen. Cuando se lo trago, volvimos a besarnos. Yo había vuelto a empezar a masturbarla y no pare de hacerlo hasta que volvió a correrse. En ese momento, dejamos de besarnos, nos colocamos bien la ropa y proseguimos el viaje hasta su casa.
En su casa, fuimos besándonos hasta su habitación. Nos tiramos en la cama y, encima de ella, nos seguimos besando y la agarraba fuerte las tetazas. Baje una de mis manos para acariciar su muslazo. Me coloqué de rodillas en el suelo y la abrí bien las piernas, colocándoselas en mis hombros. Subí su falda y comencé a besar sus muslos hasta llegar a su coñito tapado por el tanga. Lo eché a un lado y comencé a comerla el coño. Mis manos acariciaban sus muslazos nuevamente. Cuando mi lengua jugaba con su clítoris, esta apretaba sus muslos contra mi cabeza.
Me levante, me desnude y me puse un condón. Me volví a tumbar sobre ella y metí mi polla empalmada en su mojadísimo coño. Estuvimos follando y besándonos hasta que esta me dijo que se había corrido. En ese tiempo mis manos volvieron a disfrutar de sus tetazas y muslazos.
Me senté en el borde de la cama y Sara lo hizo de rodillas sobre mí. Mi polla volvió a meterse en su jugoso coño, tras echar a un lado su tanga, y a moverse despacio dentro. Metí mi cabeza en su escote y comencé a besarla el canalillo. Mis manos bajaron de sus tetazas hasta su cinturón para quitárselo. Mis manos siguieron bajando hasta meterse debajo del vestido. Tras acariciar un poco sus muslos, cogí el vestido y se lo fui subiendo hasta quitárselo junto a la camiseta interior. Sara cabalgaba encima de mí, ya solo con las botas, medias, tanga y sujetador, también negro.
Ahora podía comerla mejor aún su tremendo canalillo. La desabroche el sujetador y se lo quite. Agarre fuerte sus tetazas y comencé a comérselas. Sus gordos pezones estaban bien duros y ricos. Cuando nos besábamos se los pellizcaba.
La coloqué a gatas en la cama y me puse de rodillas tras ella. Le quite el tanga y golpee su culo con mi dura polla. Desde atrás se la veía preciosa y morbosa solo con las medias y las botas y sus tetazas colgando. Metí mi polla en su culo y se lo comencé a follar despacito y hasta el fondo. Me incline sobre ella y agarre sus tetazas. Cuanto mas fuerte se las apretaba mas duro la follaba el culo. La coloque de rodillas con las manos en el cabecero. Yo seguí detrás de ella y ahora la follaba tanto el culo como el coño. En esta posición, además de jugar mejor con sus tetazas, podíamos besarnos.
Me tumbe en la cama y Sara se coloco sobre mi de rodillas. Metió mi polla en su coño y se empezó a mover en círculos. Mi polla estaba entera dentro y mis manos acariciaban muslos y tetazas. La incline hacia mí, para poder comerla nuevamente esas tetazas tan grandes y deliciosas que posee. Cuando la volví a meter la polla por el culo, comencé además a morderla los pezones, haciéndola que no solo gritara por el gusto.
Me levante de la cama y esta se coloco sentada en el borde de la cama. Me quito el condón y metió mi polla, dura como una piedra, entre sus enormes pechos, para hacerme una tremenda cubana hasta que me corrí.
Tras limpiarme la polla con su lengua me senté a su lado y nos besamos. Mis manos no podían dejar de jugar con esas tremendas tetazas suyas.
Me levante y la dije a Sara que me apetecía una ducha tras una tarde-noche de trabajo y rico sexo. Me pidió ayuda para quitarse las botas y cuando se las quito, junto a las medias, nos fuimos al baño. Mientras el agua de la ducha caía calentándose, nosotros hacíamos lo propio fuera, besándonos y con mis manos una vez más agarrando sus tetazas. Nos metimos en la ducha y continuamos igual, pero bajo el agua. Ahora agachaba la cabeza para devorar sus mojadas tetazas.
Sara me giro y, mientras seguíamos besándonos, agarro mi polla y me comenzó a masturbar. Sentía sus tetazas contra mi espalda y me ponía muy bruto notar como se endurecían sus pezones. Una de mis manos fue hacia atrás para acariciar su culazo.
Cuando la tuve durísima, Sara salió a coger un condón y volvió a entrar. Se arrodillo y me la comió un rato, incluso me masturbo con sus tetazas, antes de ponérmelo. La levante y la apoye la espalda contra la pared. Levante una de sus piernas y metí mi polla por su coño. Follamos despacio, pero sin interrupción, mientras mi lengua pasaba con facilidad de jugar con su lengua a hacerlo con sus pezones. La giré y, aplastada contra la pared la empecé a follar el culo. Pase mis manos hacia delante y agarre sus tetazas. Mientras mordía su cuello esta gemía de placer.
La follé el culo y el coño a ratos hasta que me corrí dentro de su culo. Sara entonces se arrodillo, me quito el condón y volvió a lamerme el glande dejándomelo bien limpio y húmedo.
Tras secarnos y vestirme, nos besamos un pequeño rato y me despedí de ella hasta una próxima vez donde seguro lo pasaremos igual de bien, o mejor.
1 comentarios - Sara M y sus tetazas me lo hacen pasar genial