Ella me hablaba de comprar un huevo masturbador, yo no tenía idea que algo así existiera.
Me paso unos modelos, me puse a buscar yo y a los pocos días compro uno. Ella insistía con que era llevar a otro nivel el placer que puede dar tocarse.
Veníamos hablando que cuando lo comprara, lo iba a usar con ella. A la distancia, sin vernos pero con un sentido de placer en cada palabra que escribimos.
Ese mismo día a la noche, yo pensaba usarlo, pero no se pudo dar.
Al otro día me escribe y arreglamos un momento para sentirnos solos. Ella en la ducha, yo en el sillón.
Saco el huevito y le pongo el gel, había comprado ICE, cuando me lo pongo siento mucho frío pero el calor de sus palabras hacia que me ponga más duro y pueda comenzar a usar.
Lo llevo hasta abajo y en ese momento mi pide ver, le saco una foto y se la envío, me pidió una más!!!
Comienzo a tocarme y ella relatando cómo está en la ducha y haríamos si yo estuviera ahí.
Estaba muy exitado, no podía dejar de masturbarme. Y ella del otro lado me pide ver, le pasó un vídeo.
Después de un rato con momentos de silencio para sentir como ese calor recorría ambos cuerpos y como sentir que te penetraba muy dentro y fuerte...
Unos segundos antes de acabar me lo saco, porque quería que vieras la leche que te dediqué. Y te envío una foto.
Luego de esos minutos de placer que ambos nos dimos a la distancia, yo limpio todo y me recuesto en el sillón donde me quedé dormido.
No tenía fuerzas, ella me había dejado temblando las piernas, las manos que se movían solas.
El placer que tuve esta tarde con vos a la distancia, fue la misma química que tuvimos aquella tarde en la oficina.
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