Durante estos años hemos desarrollado una libertad sexual que nos permite estar en tríos y demas
Esta mañana decidí visitar a Paula, una chica divina, que aunque casada, le encanta darse permisos divinos y hemos estado juntas en tres oportunidades.
Paula tiene 35 años, es morena y alta. Fuerte de gym, bien torneada, con tetas firmes pero pequeñas y un culo de película.
Contrasta con mi piel blanca, culo grande y tetas enormes y exuberantes.
Me puse linda y salí en mi coche, llevaba lencería diminuta, bien transparente y provocativa para agradar a Paula y divertirnos un rato hasta que llegue su esposo, otro que valora más su trabajo que a su hembra.
Al llegar, mi amiga me abrió la puerta y ¡Sorpresaaaaa! Estaba en ropa interior
- Hola Paula, estás divina
- Bienvenida marce que bueno que hayas venido.
Paula estaba casi desnuda, un hilo negro, tacones altos, brasier con la copa corrida que solo cubría sus pezones y su toque de diva... Ummmm me la quería devorar.
Me tomo de la mano no me dió tiempo de saludar mejor y preguntar por su marido.
Me desnudo mientras me besaba y comenzamos ambas a darnos lo que veníamos buscando.
Besaba mis ricas tetas con afán, mostrando lo mucho que le gustan, mordisqueaba mis pezones, al tiempo que yo jugaba con su culo acariciándolo con desespero. Estábamos en un frenesí de besos y manoseo que nos calentó al máximo.
Me tiró al sofá, entrecruzó sus piernas con las mías y comenzó a frotar sus labios vaginales con los míos. Inmediatamente nuestros fluidos comenzaron a lubricar la zona y el calor hizo que ambas acabáramos en sendos orgasmos, acompañados de gritos, arañazos y gemidos.
- Necesitaba de esto amiga
- Lo sé marce y aún no acabamos.
Me tomo de la mano y me condujo Con picardía a su habitación...
- Dios mío Mauricio, tu estás aquí...
Grite al tiempo que trataba de cubrir mi cuerpo con las manos. Se trataba de el esposo de Paula.
- Que pena, no sabía que estabas en tu casa.
La vergüenza me invadió pero de pronto ella con total serenidad me dijo:
- Tranquila , el sabe lo de nosotras y cuando me dijiste que vendrías decidió quedarse. Relájate, retomemos
Mauricio estaba acostado en su cama desnudo y sonriendo. Me tomo de la mano, se la llevó a su boca y me dió un beso, otro en el brazo, en el hombro, en el cuello y finalmente comenzó a besar mi boca con delicadeza.
Ya estaba en los brazos del marido de mi amiga y me comenzaba a gustar lo que estaba por venir.
Mauricio me sentó al borde de su cama. El se quedó atrás de mi. Su pecho pegado a mi espalda. Me acaricio el entrepierna y las levanto. Me abrió totalmente las piernas y Paula metió su cabeza allí.
Comenzo a lamer mi vagina mis labios mis piernas.. me hacía una mamada dirigida por su macho quien le presionaba su cabeza contra mi concha con una mano y con la otra lo acomodaba en la boca de su mujer.
Yo estaba tan caliente , anonadada por ese sexo tan rico.
Comence a sentir el bulto de Mauricio en mi espalda y eso se sentía muy bien...
El levanto totalmente mis piernas para que Paula besara mi culo. Ella comenzó lamiendo y luego termino penetrandolo con su húmeda lengua.
En esa postura comencé a tener orgasmos repetidos, temblaba mi cuerpo sin control y la posición en la que me tenían no permitía liberarme de ese placer...
Para corresponder a mi amiga la empujé hacia el piso y comencé a lamer su vagina, consciente que estaba dándole a Mauricio una panorámica total de mi gran culo ya bien lubricado con saliva.
En un instante Mauricio metió su verga en mi culo, sin preguntas, sin consulta, sin rodeos... Entro todito. Grite de asombro y luego seguí gimiendo de placer. Que cogida más sabrosa.
Ambos me tendieron sobre la cama, Ella se sentó sobre mi boca y yo comense a comerme su rico clitoris mientrastanto su marido penetraba mi vagina y lo hacía con fuerza, cómo me gusta, y sultameamente besaba a su mujer con ardiente pasión. Luego la giro sobre mi cara, de espaldas a el y yo comencé a lamer su culo, alcanzaba a ver qué Mauricio apretaba y manoseaba sus tetas, y besaba su cuello buscando sus labios pera morrearla.
Los movimientos fuertes y frenéticos me hicieron ver qué el macho de mi amiga quería venirse en mi vagina, yo no quería perderme de ese espectáculo y lo aprese dentro de mi tomándolo por su cintura y aferrándome a ese chorro de leche que estaba por llenarme por dentro.
Asi fue, acabo riquísimo, no paraba de llenarme de semen, el cual comenzó a brotar de mi vagina aún cuando su verga seguía dura y adentro.
Paula estaba extenuada de orgasmos. No paro mientras jugaba con su vagina y su culo.
Los tres quedamos tendidos en la cama, comenzamos a fumar, y nos acariciábamos los con tierna delicadeza.
Me puse mi ropa, Paula se acercó a mí y comenzó a besarme, Mauricio se retiró de la habitación. Ella me dijo que les había agradado mucho. Que se moría de ganas por qué se repitiera pronto
Esta mañana decidí visitar a Paula, una chica divina, que aunque casada, le encanta darse permisos divinos y hemos estado juntas en tres oportunidades.
Paula tiene 35 años, es morena y alta. Fuerte de gym, bien torneada, con tetas firmes pero pequeñas y un culo de película.
Contrasta con mi piel blanca, culo grande y tetas enormes y exuberantes.
Me puse linda y salí en mi coche, llevaba lencería diminuta, bien transparente y provocativa para agradar a Paula y divertirnos un rato hasta que llegue su esposo, otro que valora más su trabajo que a su hembra.
Al llegar, mi amiga me abrió la puerta y ¡Sorpresaaaaa! Estaba en ropa interior
- Hola Paula, estás divina
- Bienvenida marce que bueno que hayas venido.
Paula estaba casi desnuda, un hilo negro, tacones altos, brasier con la copa corrida que solo cubría sus pezones y su toque de diva... Ummmm me la quería devorar.
Me tomo de la mano no me dió tiempo de saludar mejor y preguntar por su marido.
Me desnudo mientras me besaba y comenzamos ambas a darnos lo que veníamos buscando.
Besaba mis ricas tetas con afán, mostrando lo mucho que le gustan, mordisqueaba mis pezones, al tiempo que yo jugaba con su culo acariciándolo con desespero. Estábamos en un frenesí de besos y manoseo que nos calentó al máximo.
Me tiró al sofá, entrecruzó sus piernas con las mías y comenzó a frotar sus labios vaginales con los míos. Inmediatamente nuestros fluidos comenzaron a lubricar la zona y el calor hizo que ambas acabáramos en sendos orgasmos, acompañados de gritos, arañazos y gemidos.
- Necesitaba de esto amiga
- Lo sé marce y aún no acabamos.
Me tomo de la mano y me condujo Con picardía a su habitación...
- Dios mío Mauricio, tu estás aquí...
Grite al tiempo que trataba de cubrir mi cuerpo con las manos. Se trataba de el esposo de Paula.
- Que pena, no sabía que estabas en tu casa.
La vergüenza me invadió pero de pronto ella con total serenidad me dijo:
- Tranquila , el sabe lo de nosotras y cuando me dijiste que vendrías decidió quedarse. Relájate, retomemos
Mauricio estaba acostado en su cama desnudo y sonriendo. Me tomo de la mano, se la llevó a su boca y me dió un beso, otro en el brazo, en el hombro, en el cuello y finalmente comenzó a besar mi boca con delicadeza.
Ya estaba en los brazos del marido de mi amiga y me comenzaba a gustar lo que estaba por venir.
Mauricio me sentó al borde de su cama. El se quedó atrás de mi. Su pecho pegado a mi espalda. Me acaricio el entrepierna y las levanto. Me abrió totalmente las piernas y Paula metió su cabeza allí.
Comenzo a lamer mi vagina mis labios mis piernas.. me hacía una mamada dirigida por su macho quien le presionaba su cabeza contra mi concha con una mano y con la otra lo acomodaba en la boca de su mujer.
Yo estaba tan caliente , anonadada por ese sexo tan rico.
Comence a sentir el bulto de Mauricio en mi espalda y eso se sentía muy bien...
El levanto totalmente mis piernas para que Paula besara mi culo. Ella comenzó lamiendo y luego termino penetrandolo con su húmeda lengua.
En esa postura comencé a tener orgasmos repetidos, temblaba mi cuerpo sin control y la posición en la que me tenían no permitía liberarme de ese placer...
Para corresponder a mi amiga la empujé hacia el piso y comencé a lamer su vagina, consciente que estaba dándole a Mauricio una panorámica total de mi gran culo ya bien lubricado con saliva.
En un instante Mauricio metió su verga en mi culo, sin preguntas, sin consulta, sin rodeos... Entro todito. Grite de asombro y luego seguí gimiendo de placer. Que cogida más sabrosa.
Ambos me tendieron sobre la cama, Ella se sentó sobre mi boca y yo comense a comerme su rico clitoris mientrastanto su marido penetraba mi vagina y lo hacía con fuerza, cómo me gusta, y sultameamente besaba a su mujer con ardiente pasión. Luego la giro sobre mi cara, de espaldas a el y yo comencé a lamer su culo, alcanzaba a ver qué Mauricio apretaba y manoseaba sus tetas, y besaba su cuello buscando sus labios pera morrearla.
Los movimientos fuertes y frenéticos me hicieron ver qué el macho de mi amiga quería venirse en mi vagina, yo no quería perderme de ese espectáculo y lo aprese dentro de mi tomándolo por su cintura y aferrándome a ese chorro de leche que estaba por llenarme por dentro.
Asi fue, acabo riquísimo, no paraba de llenarme de semen, el cual comenzó a brotar de mi vagina aún cuando su verga seguía dura y adentro.
Paula estaba extenuada de orgasmos. No paro mientras jugaba con su vagina y su culo.
Los tres quedamos tendidos en la cama, comenzamos a fumar, y nos acariciábamos los con tierna delicadeza.
Me puse mi ropa, Paula se acercó a mí y comenzó a besarme, Mauricio se retiró de la habitación. Ella me dijo que les había agradado mucho. Que se moría de ganas por qué se repitiera pronto
1 comentarios - tremendo trio con mi amiga y su marido