Autor Original: http://www.poringa.net/BarcenaG
Después de aquel pequeño incidente con mi mamá, nos distanciamos un poco. Ella siguió cuidando de su cuerpo, hasta se anotó en un club de natación. Yo por mi parte seguí estudiando y empecé a trabajar. Seguí teniéndole ganas, pero nunca se me presento una oportunidad para sacarme esas ganas. Hasta que ella recibió su doctorado en historia.
El día de su graduación fuimos a celebrar todos juntos, mi abuela, mi hermano, yo y una pareja amiga de mi madre. Comimos y tomamos mucho. Mi madre no era de tomar, así que se le subió rápido el alcohol. Cuando terminamos el café, el marido de la amiga de mi madre nos ofreció llevarnos a nuestra casa.
Primero dejamos a la amiga de mi madre en su casa, porque se sentía cansada y no quedaba muy lejos su casa, luego nos llevó a nosotros. Mi madre y el tipo iban charlando muy alegres en el auto, hasta que llegamos, nosotros nos despedimos pero mi madre y el tipo siguieron charlando.
Yo me fui a acostar y a esperar que vuelva mi mamá. Pasaron como 20 minutos y no volvía, así que decidí mirar por la ventana. Pude ver el auto encendido y al tipo pero no veía a mi mamá. Salí despacito de mi casa para acercarme al auto. Mientras me acercaba empecé a escuchar música suave y unos leves gemido de mujer. Me detuve y mire hacia la ventana del auto. Vi como la cabeza de mi vieja subía y bajaba de la entrepierna del tipo.
Él estaba con los ojos cerrados, disfrutando de lo que parecía la mejor pete que haya recibido en su vida. De repente, mi madre aceleró la intensidad de la chupada para luego sacársela y limpiarse la comisura de los labios y acomodarse la blusa. El tipo se levantó un poco y se subió los pantalones. Ella salió del auto, no sin antes despedirse del marido de su amiga con un beso. El show había terminado.
Rápidamente me entré a la casa, me metí en mi habitación y acosté en mi cama, haciéndome el dormido. A los minutos entra mi madre, tambaleándose. Se sacó la pollera y se acostó con la blusa puesta.
En mi mente no dejaba de aparecer la imagen de mi querida madre haciéndole un pete al afortunado marido de su amiga. No pude no excitarme, así que esperé un rato, hasta que no pude más. Tenía que hacer algo.
Me levanté y me acerque despacio a la cama de mi madre. De a poco fui retirando la sábana que la cubría. Hasta que apareció, esa cola que tanto deseaba. Ella estaba acostaba boca abajo. Tenía una tanga roja con una especie de diamantes decorativos. Me acerque lo más que pude para sentir su aroma. Pero ya teniendo prácticamente su cola en mi cara, no me contuve y empecé a lengüetear entre medio de sus cachetes. Con tal grado de excitación, no la pensé dos veces y me baje el bóxer. Con la pija dura se la empecé a restregar por la cola. Hasta le daba pijazos en los cachetes, primero en el izquierdo, después en el derecho. Así estuve un rato hasta que se movió.
Esto hizo que de un salto me metiera en mi cama. Acostado, dándole la espalda a la cama de mi madre y con la pija dura, me hacía el dormido. Escucho a mi madre moverse en la cama, supongo que para sentarse en ella y me pregunta si estaba despierto. Yo simulando estar en plena dormitada le respondo que sí.
Después de aquel pequeño incidente con mi mamá, nos distanciamos un poco. Ella siguió cuidando de su cuerpo, hasta se anotó en un club de natación. Yo por mi parte seguí estudiando y empecé a trabajar. Seguí teniéndole ganas, pero nunca se me presento una oportunidad para sacarme esas ganas. Hasta que ella recibió su doctorado en historia.
El día de su graduación fuimos a celebrar todos juntos, mi abuela, mi hermano, yo y una pareja amiga de mi madre. Comimos y tomamos mucho. Mi madre no era de tomar, así que se le subió rápido el alcohol. Cuando terminamos el café, el marido de la amiga de mi madre nos ofreció llevarnos a nuestra casa.
Primero dejamos a la amiga de mi madre en su casa, porque se sentía cansada y no quedaba muy lejos su casa, luego nos llevó a nosotros. Mi madre y el tipo iban charlando muy alegres en el auto, hasta que llegamos, nosotros nos despedimos pero mi madre y el tipo siguieron charlando.
Yo me fui a acostar y a esperar que vuelva mi mamá. Pasaron como 20 minutos y no volvía, así que decidí mirar por la ventana. Pude ver el auto encendido y al tipo pero no veía a mi mamá. Salí despacito de mi casa para acercarme al auto. Mientras me acercaba empecé a escuchar música suave y unos leves gemido de mujer. Me detuve y mire hacia la ventana del auto. Vi como la cabeza de mi vieja subía y bajaba de la entrepierna del tipo.
Él estaba con los ojos cerrados, disfrutando de lo que parecía la mejor pete que haya recibido en su vida. De repente, mi madre aceleró la intensidad de la chupada para luego sacársela y limpiarse la comisura de los labios y acomodarse la blusa. El tipo se levantó un poco y se subió los pantalones. Ella salió del auto, no sin antes despedirse del marido de su amiga con un beso. El show había terminado.
Rápidamente me entré a la casa, me metí en mi habitación y acosté en mi cama, haciéndome el dormido. A los minutos entra mi madre, tambaleándose. Se sacó la pollera y se acostó con la blusa puesta.
En mi mente no dejaba de aparecer la imagen de mi querida madre haciéndole un pete al afortunado marido de su amiga. No pude no excitarme, así que esperé un rato, hasta que no pude más. Tenía que hacer algo.
Me levanté y me acerque despacio a la cama de mi madre. De a poco fui retirando la sábana que la cubría. Hasta que apareció, esa cola que tanto deseaba. Ella estaba acostaba boca abajo. Tenía una tanga roja con una especie de diamantes decorativos. Me acerque lo más que pude para sentir su aroma. Pero ya teniendo prácticamente su cola en mi cara, no me contuve y empecé a lengüetear entre medio de sus cachetes. Con tal grado de excitación, no la pensé dos veces y me baje el bóxer. Con la pija dura se la empecé a restregar por la cola. Hasta le daba pijazos en los cachetes, primero en el izquierdo, después en el derecho. Así estuve un rato hasta que se movió.
Esto hizo que de un salto me metiera en mi cama. Acostado, dándole la espalda a la cama de mi madre y con la pija dura, me hacía el dormido. Escucho a mi madre moverse en la cama, supongo que para sentarse en ella y me pregunta si estaba despierto. Yo simulando estar en plena dormitada le respondo que sí.
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