Al dÃa siguiente de la noche que pasamos en el coche, fui a casa de mi novia después de comer al llegar me abrio la puerta su abuelo
-Hombre Pepe, que tal?!!
– Muy bien. Y usted?
– Aqui estamos, como siempre. Pasa pasa Marta esta en la cocina.
Me dirigà a la cocina y al llegar alli estaba Marta con su madre , su abuela y la mujer en la que habia estado pensando toda la noche. Dije un «holaa» con tono alegre y me respondieron de la misma forma, todas menos Verónica. Dijo «hola» de una forma muy seria, aquello me dejo confuso ya que era un saludo frio como si no hubiera pasado nada entre nosotros. Entonces pense que habria cambiado de opinion sobre lo que paso, que estaria enfadada y no queria saber de mi.
Después de un par de horas estando en el cuarto de mi novia Verónica me empezo a llamar para que le ayudara a coger un ventilador de la logia ya que estaba muy alto y yo alcanzaba , pensé que habia llegado el momento de que me dijera que se acabo lo de la noche anterior, que fue solo un error. Entonces Marta decidio acompañarme (ya no se daria la conversacion) al entrar a la logia a Verónica se le cambio la cara cuando vió que también entraba su sobrina. Le baje el ventilador de lo mas alto de la estanteria, me dijo un «gracias» un tanto seco y nos dispusimos a salir de alli primero Marta, luego yo y por ultimo Verónica. Yo no me quitaba de la cabeza la idea de que ella no querÃa nada más pero entonces paso algo que no me esperaba, Verónica me agarro el trasero, me gire y entonces ella me lanzo un beso. Ya todo cambio, cuando volvimos al cuarto de mi novia su madre estaba dentro usando el ordenador y las dos comenzaron a hablar, yo me quede de pie apoyado en el marco de la puerta desde donde se veia el salon. Entonces Verónica se sento en el sofa y decidi escribirle por whatsapp, ella enseguida atendio el teléfono.
– Hola.
– Hola guapeton – me escribio y luego me miro giñando un ojo.
– Tal y como me saludaste y me diste las gracias pense que cambiaste de idea y no querÃas saber más de mi.
Me miro sorpendida a continuación mientras sonreia y negaba con la cabeza escribio.
– Tengo muchisimas ganas de ti nene
– Madre mia, como puedes ser tan sexy solo escribiendo.
– jejeje, como vas con mi tanga?
– Muy bien anoche me hice una paja mientras lo olia. Me gusta mucho tu tanga pero de tanto olerlo ya no tiene casi el aroma de tu conchita.
Entonces Marta y su madre me preguntaron algo y mientras contestaba Verónica paso por detrás volvio a agarrarme el trasero y se metio en el baño, al salir volvio al salon y al pasar metio algo en mi bolsillo. Yo seguia hablando con Marta y mi suegra entonces me llego un whatsapp era Verónica que decÃa «me pone que te pajees con mi ropa interior, espero que te sea útil mi regalito».
Depues de cenar era hora de marcharme, tenia tantas ganas de ver porfin el «regalito» que casi no espere a que Marta cerrara la puerta. Era una tanguita simple con muy poca tela, seguro que se metÃan bien profundo en sus nalgas cuando las tenia puestas, de color rojo con un lazo blanco en la parte delantera.
Pasaron los dias y llego el viernes Marta y yo habÃamos quedado con unos amigos. Fui a su casa pero ella aún tenia que ducharse y prepararse, estabamos solos en su casa toda la familia estaba en la parcela familiar, todos menos Verónica, ella estaba de compras. Aunque deseaba pillar a Verónica la ocasión de estar solo con mi novia no era para desaprovecharla, agarre a Marta y empece a tocar todo su cuerpo ella respondió, estabamos los dos con el calentó a 1000 cuando alguien abrió la puerta de la calle, era Verónica. Nos separamos y Marta preparo la ducha mientra le comentaba con su tÃa que habÃamos quedado para salir y se iba a arreglar .
Verónica me miro con una mirada pÃcara y se dirigió a su dormitorio, al momento me sonó el móvil era un whatsapp suyo que decia «¿quieres ver lo que me compre?». Obviamente dije que si, una vez que se cerro la puerta del baño y se oÃa el agua salir, Verónica vino al salón y me quede sin aliento cuando vi aparecer a esa diosa con un conjunto de lenceria, sujetador rojo de encaje y un tanga a juego.
– ¿Que te parece?¿te gusta?- dijo.
– Es lo mejor que he visto en mi vida.
– ¿Quieres verlo de cerca?
Asenti con la cabeza y ella empezo a acercarse, me puse nervioso al ver a esa pedazo de hembra cada vez mas cerca y en cada paso más sexy. Se sentó muy sensualmente sobre mis piernas y me beso, se separo y jugueteando con mi pelo dijo «tenemos tiempo, quieres que te devuelva el favor» (Claro que tenÃamos tiempo ya que Marta tarda muchÃsimo en la ducha) sin decir ni una palabra la volvà a besar y empezo el segundo asalto. Yo le tocaba todo el cuerpo, su culo, le daba azotes y eso a ella le gustaba porque ponÃa cara de viciosa. Le quité el sujetador y empecé a chuparle los pecho y a morder suavemente los pezones. De repente ella me detuvo y dijo » ¡¡Tu quieto!! Hoy me toca a mi » entonces se puso de pie, se hizo una cola y se dirigió a quitarme los pantalones. Quedé sentado en el sofa sin pantalones con una erección durÃsima y Verónica junto a mi a cuatro patas encima del sofa y solo con el tanga de encaje rojo. Empezo a masturbarme con una mano suave pero firme y me escupia en la polla para lubricarme, mi novia no lo hace mal pero la paja que me estaba haciendo Verónica lo superaba todo. De repente dijo:
-¿Estaba rico mi chochito?
– Pff muchisimo.
– ¿Si? A ver que tal esta tu polla…
Me dio un beso en la punta y luego recorrio mi pene desde la base hasta la punta con su lengua, después me la chupaba de lado como la que se come un helado, y entonces me dio un bocado no muy fuerte pero se notaba la presion de los dientes, era la primera vez que me lo hacian pero me puso muchisimo a ella parece que también le gustó porque justo después se metió mi pene entero en la boca hasta llegar a la base , madre mÃa que placer me estaba dando con esa mamada. Instintivamente empece a tocarle el culo y a agarrarselo entonces dijo:
– ¡Azotame!
– ¡chupamela y calla! – dije enpujándole la cabeza hacia mi polla – hagamos un trato cada vez que tu me des un mordisco de esos yo te azotaré.
Y sin esperar más me volvió a morder y entonces yo cumpli mi parte del trato la azote fuerte y se le puso roja la nalga. Asà seguimos un buen rato entre mordiscos y azotes. Tocaba entre sus nalgas y recorde que en el coche me pidió que le metiera el dedo en el culo, entonces llene de saliva la punta del dedo corazón y le toque su agujero haciendo circulo, ella solto un pequeño gemido y decidi chupar el dedo entero para lubricarlo y lo meti poco a poco. Ella me miro con mi polla en la boca y aumento el ritmo de la mamada. Yo empecé a notar como esa boca de labios carnosos y la mano que acompañaba la mamada hacian que mi leche quisiera salir, aguante como pude un poco más hasta que explote. Decidà no avisarle y con la mano que tenia libre le sujete la cabeza fuerte mientras me corria en su boca hasta la última gota. Ella se levantó me miro fijamente y con una sonrisa, se trató toda mi leche y dijo:
– Tu leche esta muy rica – decia mientras con la lengua cogia un poco que le quedaba en la comisura.- Me gusta tragármela toda, pero la próxima vez avisame antes.
Mientras arreglaba mi ropa escuchamos la ducha acabar y Verónica se fue corriendo lanzándome un guiño y un beso. Continuará
1 comentarios - La tÃa de mi novia (II)