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Silvia y sus 5 Ex (III).

Lo habíamos dejado en el anterior capitulo en aquel gang bang me habían hecho mis 5 ex con mi negro Ramón después de comer en mi casa.
De aquella, había transcurrido un mes, y es que a los hombres hay que tenerlos muy a raya porque si no se piensan ha de ser todos los días y yo soy una mujer muy recatada y responsable.
Pero aquel día llamé a mi negrito para ir a una caleta a bañarnos por la zona. La caleta es inaccesible solo vía todoterreno y Ramón y Ángel tenían un par de ellos así que quedamos el domingo para que me vinieran a buscar los 5 por la mañana.
Me vestí con un bonito vestido azul de tela transparente junto con unos zapatos de plataforma. No me puse ni ropa interior ni bañador debajo porque era seguro nos íbamos a bañar desnudos. Me pinté como una puerta y repasé mis rojas uñas.
Aparecieron Ramón y Ángel en sus coches y me senté en el coche de Ramón entre Mariano y Carlos. Enrique iba delante y Ángel detrás en su coche.
Cuando entré en el coche hice lo posible porque vieran mis grandes tetas bambolearse de lado a lado y creo hicieron el efecto deseado en ellos.
Los baches del camino hicieron el resto pues si bien estaba un poco mareada mis tetas iban de lado a lado entre mis dos ex cosa que advirtieron enseguida. De camino nos cruzamos con una compañía de soldados a pie con sus uniformes y muchos con su torsos desnudos repletos de tatuajes. Se les veía jóvenes, bisoños y lozanos empapados en sudor. Eso me puso muy cachonda y sin querer apoyé mis manos en los pantalones de Mariano y Carlos. Noté como al tiro sus pollas comenzaron a crecer y yo me saqué las tetas para que me las vieran. Creo que fue el aroma de tener tanto hombre alrededor al igual que ver desfilar a esos soldados lo que hizo me mareara un poco y que mi coño comenzara a destilar flujo cosa que ambos advirtieron metiendo sus dedos por el debajo de mi vestido.
Saqué sus pollas y comencé a hacerles una paja con cada mano. Sus pollas estaban tiesas como estacas y gemían de placer.
Mi novio Ramón paró el coche y se bajó para decirle algo a Ángel al otro coche.
-Pasa algo??.
-Si. Parece ser que Silvia se ha puesto muy cachonda de repente... aparca ahí.
Ángel aparcó a un lado del camino y Ramón situó su coche en paralelo con las puertas abiertas. Bajamos los 6 de los coches.
No había pasado un minuto que me pusieron una manta en el suelo y comencé a chupar las pollas de esos hombres que se mostraban ansiosos y salidos perdidos.
Ramón se bajó sus pantalones y sacó su terrible polla negra de 19 centímetros y me dijo...
-Chupa esto...
-Hoy va salida perdida, no puede más. Exclamó Enrique sacudiendo su polla a escasos centímetros de mi cara.
-Vamos, chicos. Sacad vuestras pijas y me las ponéis todas en la cara. Me voy a tragar todas de una vez!!!!.
-Mirad que tetas!!!. Les dije cogiéndolas con las manos para que las vieran.
-Quién va a ser el primero en chuparme el coño?. Ánimo... Tu, Mariano cómemelo bien que para eso he venido sin bragas...
Me tumbé en la manta y abrí bien mi coño con mis rojas uñas para que lo vieran impregnado de flujo y de amor para esos hombres.
Quién me iba a decir que la visión de unos simples soldados hubiese llevado a una mujer tan recatada y seria con sus 46 años a acabar así?.

Mariano se tumbó entre mis piernas y comenzó a chupármelo a la vez que con sus dedos maniobraba mi almeja y el agujero de mi culo. Mientras, chupaba todas las pollas y huevos que podía.
Me sentía realmente turbada con tanta polla y tantos ex a mi alrededor.
-Cuánta pija para mi sola!!!. Tu, Mariano... chupa más que quiero correrme enseguida.
Efectivamente. Mariano comenzó a mamarme más rápido y mi mano derecha se deslizó por mis tetas para acariciar mi clítoris con las pollas de Ramón y Ángel llenando mi boca.
Mmmmmmmm!!. Mmmmmmm!!!!!.... Vais a hacer que me corra chicos!!!!. Más, maaaaas....!!!!. Me voy..... Mmmmmmm!!!!.
Me corrí como una campeona y caí desplomada en la manta mientras el resto agitaban sus pollas alrededor de mi cuerpo. Estaban salidos perdidos.
Una vez repuesta me puse a cuatro patas y les dije...
-Venga... primero uno y después otro. Quiero pollas en mi coño!!!. Hicieron cola para follarme y cuando uno acababa se dirigía a mi boca para que se la chupara. Los 5 fueron por turnos y yo me corri otra vez más con una de esas 5 pollas no recuerdo de quien en lo más profundo de mi raja.
Mariano se puso debajo de mi mientras Ramón me penetraba el ano con cuidado. Luego pasaron el resto por el.
Quiero pija!!!. Más pija en mi culo!!!. Exclamé. Y toda la leche podáis derramar. Quiero leche!!!.
Enrique no pudo más y se corrió en lo más profundo de mi culo. Luego le siguió Mariano en mi coño.
Qué dirían mis alumnos del colegio si me vieran así!!!. Exclamé.
Ambos se retiraron con sus pollas palpitantes a descansar debajo de un árbol. Se notaba se habían aliviado a fondo... mientras el resto seguía trajinándome como podían.
Mis tetas iban de lado a lado a cada embestida de esos tres salvajes y mis pezones chocaban con la fresca hierba del suelo produciéndome un placer más que electrizante. Quizá me corriera otra vez...
Cada vez que sacaban sus pollas de mi culo o coño me las imaginaba tiesas como estacas para volverse a hundir en mi ser y desde delante oía sus jadeos al unísono de esos tres hombres y del susurro húmedo de sus pollas al entrar en mis dos húmedas cuevas.
Eso hizo me corriera por tercera vez pensando además, aquella terna de soldados nos habíamos cruzado fuertes y sudorosos con sus cabezas rasuradas a cepillo se la estaban cascando observándome desde cualquier cerro de esos alrededores.
Cuando lo hice comencé a mover mi culo de lado a lado y adelante y hacia atrás gimiendo como una loca, lo que hizo Ángel se fuera de inmediato en lo más profundo de mi coño llenándolo de su tibia y dulce semilla.
-Y vosotros qué???. A que esperais para correros?. Es que no os gustó????.
Quedaban Ramón y Carlos.
-Vosotros lo que queréis es aliviaros en mi cara, cerdos, más que cerdos...
Me zafé de ellos, me puse de rodillas y empecé a hacerles un especial de huevos y polla. No por nada, Ramón era mi novio y se lo merecía. De rodillas noté como el esperma de los otros tres salía de mis agujeros.

De soslayo pude apreciar como a lo lejos un grupo de soldados se masturbaba viéndonos. Ni Ramón ni Carlos lo habían advertido por lo que mientras mamaba sus pollas miraba a esos hombres de verde con cara de deseo y guiñándoles el ojo.
Pude observar como poco a poco se iban subiendo los pantalones y secando sus pollas y huevos de sus blancos espermas. Era señal inequívoca de que esos soldados privados de compañía femenina, hartos de imaginarias y guardias con novias jóvenes e inexpertas en lo que desea un hombre, se habían corrido mirando como chupaba una mujer madura dos pollas a la vez y de como me habían follado el resto de mis tres ex. Me imaginé también mientras se corrían uno a uno mirándome soltaban obscenidades por sus bocas para autoexcitarse.
La negra polla de mi novio Ramón tenía el inconveniente de al ser tan grande no había más sitio en mi boca para tragar otra más por lo que decidí centrarme en la de Carlos, una ordinaria de 12-13 centímetros para que se corriera antes como así ocurrió.
Carlos se deshaogó con tres buenos chorros de leche en mi cara mientras me sobaba también las tetas. He de decir que ni siquiera me habían dado tiempo a quitarme el vestido y me follaron con el puesto.
Su leche, dulce y espesa me regó toda la cara y pude ver en lontananza como alguno de esos soldados terminaban de correrse a la vez que lo hizo Carlos mientras los miraba con mi cara llena de semen y él refrotándome su pija por mis tetas.
Mi novio Ramón se había quedado el último. Mientras el resto descansaba en el suelo con sus pollas al aire Ramón exhibía una grande y negra pija tiesa como un candelabro y a punto de estallar.
-Córrete, cariñito. Dame tus negritos!!!. Le dije.
Enseguida lo noté cuando su estómago comenzó a tensarse y sus huevos a comprimirse más todavía. Si... iba a ser una buena corrida pensé...
Las venas de su pija comenzaron a tensarse como cables y Ramón se la sacudió de forma fuerte y firme. Fue entonces cuando imaginé a esos soldados en sus cuarteles meneánsosela todas las noches recordando como una mujer madura y entrada en carnes se había trapiñado a 5 hombres de mediana edad, hechos y derechos en un santiamén y luego ella misma se haría un dedo recordándolo en la soledad de su casa como así me ocurre muchas veces.
Cierto. Ramón se corrió jadeando como un perro y susurrando mi nombre a la vez que me llenaba el pelo, mejillas, ojos y tetas mezclando su semen de negro con el de Ángel por todo mi rostro.
Entre los dos me habían dejado perdida. Ya se corrieron los 5 en mi cara la última vez en mi casa si el lector o lectora recuerda en el anterior capítulo. Qué manía tienen los hombres con eso...!!!.
Ramón se retiró con una polla vibrante y brillante al sol y se sentó con el resto de mis otros comensales en la hierba a descansar.
Para aquel entonces los soldados se habían ya también retirado aliviados gracias a una mujer madura como yo después de haber presenciado un buen espectáculo.
Me miré al espejo de uno de los coches y pude observar como mi rímel estaba totalmente corrido. Me sequé la cara, el cuello, y las tetas de ellos obviando mi culo y coño del semen de los anteriores
Me volví a pintar, ajusté mi vestido y me dirigí a ellos diciéndoles....
-Me vais a llevar a la playa????.
Me acababa de joder a mis 5 ex y una compañía se había corrido mirando.
No estaba mal...
Necesitaba un día de playa...
Continuará...

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