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Historias de cornudos 2

Mi esposa y mi vecino
Hacia menos de 1 año que nos habíamos casado. A Laura, mi esposa, sus amigas le decían Blancanieves, porque se parecía mucho a la del dibujo animado: pelo corto, muy negro, pechos redondos y grandes, piel muy blanca. Yo tenía unos 21 años y Laura 19. Como la mayoría de las parejas tan jóvenes, teníamos sexo con bastante frecuencia, pero con poca calidad debido a nuestra poca experiencia. Además teníamos demasiado respeto el uno por el otro. Nuestra mayor perversión era que ella me bese el miembro antes de que la penetre. Yo no me animaba a pedirle que me la mamara, menos aun eyacularle encima, además ella nunca me lo pedía. Pese a todo nos queríamos y nos seguimos queriendo muchísimo.
También como toda pareja joven tuvimos unos pequeños problemas económicos, así que Laura me dijo:
Que te parece si para colaborar con el dinero de la casa, le pido empleo a don Julio me dijeron las vecinas que el siempre tiene trabajitos para hacer y paga bastante bien.
Me pareció buena idea. Yo estimaba mucho a Don Julio, era una persona de mas de sesenta años, que había quedado viudo hace un tiempo, manejaba un taxi y como estaba casi todo el día con su coche me pareció lógico que necesitase ayuda en su casa.
Un día que regrese más temprano de lo habitual a mi casa, no encontré a mi esposa, como al entrar había visto el taxi de Don Julio estacionado afuera, me asome por sobre el muro que separaba ambas casas para ver si Laura no estaba allí. Nunca olvidaré aquella escena:
Laura estaba arrodillada desnuda en el medio del jardín de nuestro vecino, por todo su cuerpo se veían manchones de esperma. Don Julio hacia entrar y salir su verga de la boca de mi esposa, otros dos hombres maduros estaban parados uno a cada lado de Laura y ella con sus manos masturbaba sus terribles pijas. Eran pijas enormes, medirían mas de 20 cm y aparecían brillantes, seguramente de allí vendría el esperma que cubría a mi querida esposa.
Lo primero que pensé era que la estaban forzando amenazándola de algún modo, por lo que antes de salta el muro miré con atención para ver si alguno de los hombres estaba armado. Pero mi esposa me saco de mis dudas:
Dele, don Julio lléneme las tetas de esperma como la otra vez
Laura se había sacado la pija de Julio de la boca y ahora la tenia atrapada entre sus tetas, había soltado las otras dos pijas y con sus manos se amasaba los senos masturbando a mi vecino
No Laurita, esta vez vas a aprender a tragar leche. Venga don Cosme vamos a llenarle la bocha de lecha a esta puta
Si, si… llénenme la boca de esperma. ¿yo que hago?
Vos ponete en cuatro patas, que mientras nosotros nos pajeamos don Lelo te va a dar bomba por la concha
Evidentemente nadie la forzaba a nada. Laura enseguida se puso en cuatro patas y mientras dos de sus festejantes se colocaban frente a ella, el otro viejo que tenía la verga más grande le penetro la concha por atrás.
Que lindo don Lelo, más fuerte, cójame mas fuerte quiero que acabe en mi concha, lléneme la concha de leche.
El viejo se aferraba a sus tetas y bombeaba como un poseído.
Mientras tanto los otros se pajeaban cruzados, esto es, cada uno le pajeaba la pija al otro.

Bueno, abrí la boca – dijo Julio
Laura abrió la boca, el primer chorro de esperma entro directo a la boca de mi esposa, pero era tan abundante que parte del liquido chorreaba por su barbilla, los chorros que le siguieron no fueron con tanta puntería, ya que los cimbronazos que le daba a mi mujer el viejo que la estaba cojiendo la hacia mover mucho. Uno fue a parar a su negro pelo que tanto cuidaba, otro a su cara.
No seas mala nena Laurita, traga toda la lechita de Don Julio
Y para evitar errar en el blanco, mi vecino, tomo la cabeza de Laura y el último chorro también fue todo dentro de su boca.
Trague todo Laurita, trague el esperma de su vecinito
Si Don Julio, que rico, nunca había tragado leche. Me gusta. Quiero más. Déle don Cosme, Ud. También acábeme en la boca.
Espera niña que ya acabe una vez y todavía no se me para del todo
Yo sin darme cuenta había sacado mi verga y me estaba masturbando viendo aquella escena que, en vez de ofenderme, me excitaba terriblemente: mi esposa a la que yo creía tímida y retraída estaba siendo cojida y manoseada por tres viejos a los que yo casi ni conocia. Su boca desbordaba de esperma. De todo su cuerpo colgaban manchones de semen. Enseguida yo tuve una terrible eyaculación, al mismo tiempo senti que l viejo que la estaba cojiendo le dijo:
Quiere leche niña? Don Lelo le va a dar leche por su conchita, como la otra vez, la voy a dejar bien llenita de esperma
Si Don Lelo, como la otra vez quiero que mi concha chorree semen
Bueno, entonces clávese Ud. Solita que quiero ver lo puta que es
Entonces el hombre soltó las tetas de mi mujer, se arrodillo y tomándola por la cintura solo la sostenía mientras Laura comenzaba a moverse de atrás hacia delante para enterrarse y sacarse la verga de don Lelo.
Que lindo, como se le bambolean las tetas. Que puta que es doña Laura
Cójame, cójame, lléneme la concha de leche.
Bueno, ahí va
El viejo la tomo fuerte por atrás y le dio dos o tres golpes que enterraron su verga hasta los huevos dentro de la vagina de mi mujer
Si, don Lelo, así, así lléneme de esperma, mas leche, mas leche. Cláveme hasta el fondo.
El viejo dio unos resoplidos y quedo abrazado a mi mujer. Luego saco le saco la verga, se ve que la acabada había sido abundante, porque cuando saco su pija de la concha de Laura, unos hilos de semen salieron de su vagina. El viejo orgulloso de su tarea se la esparció con la verga por sus nalgas.
-Ahí quedo Laura, bien cojida y bien enlechadita.
Laura se paro y enseguida broto mas leche de su vagina que se escurría por sus muslos.
-Si, don Lelo mire como me chorrea la concha, a ver que gusto tiene
y con sus dedos se llevo parte del esperma de su entrepierna a su boca y los saco bien limpios
Si, que rica leche. Quiero más, venga don Cosme chúpeme las tetas mientras lo pajeo, a ver si puedo hace que Ud. También me llene la boca de leche.
Entonces el otro viejo la tomo por la cintura con una mano, mientras que con la otra le sobaba un pecho al mismo tiempo le chupaba como un desesperado el otro. Laura solo tiraba su cabeza hacia atrás, evidentemente estaba gozando aquella manoseada del viejo, y tomó con su mano la verga todavía dormida y empezó a pajearlo
Deje Laura que a ese viejo no se le para más – se reían sus compañeros.
Les apuesto a que don Cosme me va a llenar la bocha de leche – y siguió pajeándolo
Se notaba que la verga de don Cosme empezaba a reaccionar a los estímulos de mi esposa, luego Laura se agacho y como ya estaba bastante erecta pudo atraparla entre sus tetas y siguió pajeándola así.
Prepare la boca Laurita que me vengo
Laura abrió su boca sin dejar de amasar la verga de don Cosme con sus tetas, enseguida pude ver como varios chorros de esperma fueron a para dentro de mi querida esposa. Entonces se levantó y en señal de triunfo abrió la boca mostrándole a sus compañeros cuan llena de leche la tenia.
Bien Laura, bien tráguesela. Que buena puta que nos esta resultando la vecinita.
Si, mírala no mas, hace unas semanas no sabia ni coger y ahora ya la vez, se la devolveremos a su esposo bien culeada y llena de leche.
En serio les parezco que cojo bien ? Que mas me van a enseñar la semana que viene?
La semana que viene te vamos a dar una sorpresa, ya que vemos que te gusta tragar mucha leche te daremos un obsequio, pero quizás a cambio nos tengas que entregar la cola.
Y empezaron a entrar a la casa mientras todos manoseaban a Laura.
Lo ultimo que alcance a escuchar era que ella decia:
Que quiere decir eso de "entregar la cola" ….?
Enseguida yo tuve otra eyaculacion

2 comentarios - Historias de cornudos 2

DnIncubus
Algo bueno de los cuernos, es que esta aprendiendo, lo malo es que te la vayan a preñar los viejos :-S 😞
kramalo
muy bueno..! no me digas que le decían la malco..... ahora creería que nó...