Viene de http://www.poringa.net/posts/relatos/4103347/La-chica-que-limpia-Parte-II.html
Pasaron dos días hasta que a ella le tocaba volver a limpiar la casa. La excitación me reventaba el cuerpo pero las dudas invadían mi mente ¿qué tenía que hacer?¿la ataco de una?¿la espero en pelotas?¿le digo algo de lo que pasó en el boliche? Había pensado varias posibilidades que desaparecieron de mi cabeza en el momento de la verdad, donde la reacción más espontánea es la que domina.
A la hora señalada ella abrió la puerta, como si nada, con el mismo look de siempre, con el mismo gesto tímido y respetuoso de siempre. "Hola" me dijo y fue a la cocina a buscar elementos de limpieza y dejar su mochila. Sin decir nada y lentamente la seguí por detrás, tenía unos nervios que rara vez había sentido y una calentura lógica por la situación, pero opté por el silencio. Ella agarró las cosas, se dio vuelta, cruzamos miradas y me sonrió unos segundos. Fue un gesto mínimo pero puso esa sonrisita pícara que me había volado la mente y siguió con su rutina, pero esta vez empezó por limpiar la habitación.
Fui tras sus pasos y cuando estuve bien cerca ella se frenó y nos miramos unos segundos más. "Qué lindas fotos" me salió decirle y le comí la boca poniéndola contra una pared y tomándola de la cintura. Ella no sólo aceptó el beso sino que además me abrazó y me agarró del pelo. Chapamos fuerte contra esa pared tocándonos y yo le iba a decir algo cuando le agarré ese orto hermoso suyo, pero me interrumpió poniéndome sus dedos en mis labios para que me calle y me desabrochó el pantalón, me la agarró por abajo del boxer y me empezó a lamer el cuello como una gatita.
Mientras me tocaba la pija nos empezamos a sacar la ropa y cuando quedo en tanga la llevé a la cama, quería tirarla y agarrarla de los brazos para penetrarla brutalmente, pero ella me empujó y quedé acostado pero con las piernas colgando en el borde de la cama. Arrodillada empezó a lenguetear y babearme la verga pasandosela también por la cara y por los labios, pajeandola y tocándome los huevos. Y cuando la miré me miró a los ojos y sonrió con una cara de trola tremenda al metérsela en la boca. Me sente y la agarré de la cabeza suavemente. Ella empezó a petearme con un ritmo cada vez más acelerado y cada tanto la sacaba de su boca, le pasaba la lengua y se la pasaba por la cara o se pegaba en los labios. Tremendo pete me estaba haciendo y me puso loco, la agarré del pelo fuerte y le cogí la boca hasta que se le caía la baba y empezó a tener pequeñas arcadas. Ella me clavó la mirada y no se quejó a pesar de que sus ojos se pusieron llorosos, lo estaba disfrutando y entonces seguí hasta acabar.
Cuando empecé a eyacular se la sacó de la boca y se la pasó de nuevo por la cara mientras me tocaba los huevos y los chorros de leche que me hizo saltar esa pendeja le mancharon hasta el pelo. Me quise incorporar pero me volvió a tirar en la cama y se me subió encima, dándome la espalda. Con su negra y diminuta tanguita se puso a frotar su colita contra mi pija como en el boliche. Tan chiquita era la tanga que podía sentirla toda mojada, caliente y latiendo. La agarré de la cintura y la apreté contra mí, para que sintiera bien que se me había vuelto a parar.
"¡Dios como necesito cogerrr!"dijo ella, se corrió la tanga y mi verga entró sin dificultad en su conchita empapada. La perra cabalgaba la pija de una forma tremenda y gemía como bebota muy puta. "Como me calentas la pija Brenda" le dije y ahí se puso loca y aceleró el ritmo a full, los gemidos pasaron a gritos y se empezó a chorrear una y otra vez hasta quedar exhausta y acostarse al lado mío con las piernasabiertas. Yo seguía muy caliente y cuando la vi ahí tirada toda depilada le empecé a chupar bien su jugosa concha. Ella me agarró fuerte del pelo y cuando le mordí un poquito la pielcita empezó a hacer ruiditos y gemir cada vez más alto. "Cogeme, cogeme, cogeme" me rogaba.
La puse en 4 y le di con fuerzas agarrandola de las nalgas, del pelo, pegándole chirlos y sintiendo como se chorreaba sin parar. Me pidió la leche y le avisé que venía. Se arrodilló en la cama y la esperó con la lengüita afuera. Le acabé en toda la cara y ella sonreía...Garchamos en la cocina contra la mesada, se me subió arriba en el sillón y me hizo un pete más en le baño para que le diera lo suyo. Siempre con esa sonrisita.
"Ahora andate así limpio todo y me voy. No voy a venir más" me dijo cuando se bañó y ya cambiada volvió a su temperamento de la chica que limpia. Asentí con la cabeza y le propuse vernos en otro lado pero me interrumpió. "Es que el lunes me voy a Córdoba a vivir con mi novio" tiró y volvió a bajar la mirada, como si no hubiese pasado nada.
Nunca la volví a ver, mi amigo vendió la casa y sólo me quedaron los recuerdos de aquella tarde de locura en la que quizás fui usado cual despedida de soltera, lo que no me ofende en lo absoluto.
Pasaron dos días hasta que a ella le tocaba volver a limpiar la casa. La excitación me reventaba el cuerpo pero las dudas invadían mi mente ¿qué tenía que hacer?¿la ataco de una?¿la espero en pelotas?¿le digo algo de lo que pasó en el boliche? Había pensado varias posibilidades que desaparecieron de mi cabeza en el momento de la verdad, donde la reacción más espontánea es la que domina.
A la hora señalada ella abrió la puerta, como si nada, con el mismo look de siempre, con el mismo gesto tímido y respetuoso de siempre. "Hola" me dijo y fue a la cocina a buscar elementos de limpieza y dejar su mochila. Sin decir nada y lentamente la seguí por detrás, tenía unos nervios que rara vez había sentido y una calentura lógica por la situación, pero opté por el silencio. Ella agarró las cosas, se dio vuelta, cruzamos miradas y me sonrió unos segundos. Fue un gesto mínimo pero puso esa sonrisita pícara que me había volado la mente y siguió con su rutina, pero esta vez empezó por limpiar la habitación.
Fui tras sus pasos y cuando estuve bien cerca ella se frenó y nos miramos unos segundos más. "Qué lindas fotos" me salió decirle y le comí la boca poniéndola contra una pared y tomándola de la cintura. Ella no sólo aceptó el beso sino que además me abrazó y me agarró del pelo. Chapamos fuerte contra esa pared tocándonos y yo le iba a decir algo cuando le agarré ese orto hermoso suyo, pero me interrumpió poniéndome sus dedos en mis labios para que me calle y me desabrochó el pantalón, me la agarró por abajo del boxer y me empezó a lamer el cuello como una gatita.
Mientras me tocaba la pija nos empezamos a sacar la ropa y cuando quedo en tanga la llevé a la cama, quería tirarla y agarrarla de los brazos para penetrarla brutalmente, pero ella me empujó y quedé acostado pero con las piernas colgando en el borde de la cama. Arrodillada empezó a lenguetear y babearme la verga pasandosela también por la cara y por los labios, pajeandola y tocándome los huevos. Y cuando la miré me miró a los ojos y sonrió con una cara de trola tremenda al metérsela en la boca. Me sente y la agarré de la cabeza suavemente. Ella empezó a petearme con un ritmo cada vez más acelerado y cada tanto la sacaba de su boca, le pasaba la lengua y se la pasaba por la cara o se pegaba en los labios. Tremendo pete me estaba haciendo y me puso loco, la agarré del pelo fuerte y le cogí la boca hasta que se le caía la baba y empezó a tener pequeñas arcadas. Ella me clavó la mirada y no se quejó a pesar de que sus ojos se pusieron llorosos, lo estaba disfrutando y entonces seguí hasta acabar.
Cuando empecé a eyacular se la sacó de la boca y se la pasó de nuevo por la cara mientras me tocaba los huevos y los chorros de leche que me hizo saltar esa pendeja le mancharon hasta el pelo. Me quise incorporar pero me volvió a tirar en la cama y se me subió encima, dándome la espalda. Con su negra y diminuta tanguita se puso a frotar su colita contra mi pija como en el boliche. Tan chiquita era la tanga que podía sentirla toda mojada, caliente y latiendo. La agarré de la cintura y la apreté contra mí, para que sintiera bien que se me había vuelto a parar.
"¡Dios como necesito cogerrr!"dijo ella, se corrió la tanga y mi verga entró sin dificultad en su conchita empapada. La perra cabalgaba la pija de una forma tremenda y gemía como bebota muy puta. "Como me calentas la pija Brenda" le dije y ahí se puso loca y aceleró el ritmo a full, los gemidos pasaron a gritos y se empezó a chorrear una y otra vez hasta quedar exhausta y acostarse al lado mío con las piernasabiertas. Yo seguía muy caliente y cuando la vi ahí tirada toda depilada le empecé a chupar bien su jugosa concha. Ella me agarró fuerte del pelo y cuando le mordí un poquito la pielcita empezó a hacer ruiditos y gemir cada vez más alto. "Cogeme, cogeme, cogeme" me rogaba.
La puse en 4 y le di con fuerzas agarrandola de las nalgas, del pelo, pegándole chirlos y sintiendo como se chorreaba sin parar. Me pidió la leche y le avisé que venía. Se arrodilló en la cama y la esperó con la lengüita afuera. Le acabé en toda la cara y ella sonreía...Garchamos en la cocina contra la mesada, se me subió arriba en el sillón y me hizo un pete más en le baño para que le diera lo suyo. Siempre con esa sonrisita.
"Ahora andate así limpio todo y me voy. No voy a venir más" me dijo cuando se bañó y ya cambiada volvió a su temperamento de la chica que limpia. Asentí con la cabeza y le propuse vernos en otro lado pero me interrumpió. "Es que el lunes me voy a Córdoba a vivir con mi novio" tiró y volvió a bajar la mirada, como si no hubiese pasado nada.
Nunca la volví a ver, mi amigo vendió la casa y sólo me quedaron los recuerdos de aquella tarde de locura en la que quizás fui usado cual despedida de soltera, lo que no me ofende en lo absoluto.
4 comentarios - La chica que limpia (Parte III)