En esta serie les voy a contar cómo fui poco a poco introduciéndome en el mundo del cuckold, cómo fue que llegamos a estar juntos con Emi, y cómo fue que llegamos a introducirnos juntos en esta vida. Espero que les ayude a entender cómo funciona la mente de un hombre como yo.
Hacía ya tiempo que yo había dejado de ser un chicoinexperto y me había introducido en el mundo del sexo no convencional, tríos,intercambios, algunos grupales e incluso algunos gang bangs. Tenía unos 26 años,hasta hacía poco tiempo solía andar con una chica evangelista que le gustaba lafiesta, habíamos hasta organizado juntos un encuentro de parejas donde vinieronunas 20 parejitas y también hicimos un grupal con otras 8 parejas. Pero sucedióque la chica que ella quiso abocarse a su religión de lleno y dejó el ambiente.Así que en este punto me quedé solo.
Sucede que cuando estuviste un tiempo como pareja y luegocontinuás como solo, las otras parejas que te conocían ya no te ven de la mismaforma, incluso las que aceptan solos para tríos, y hasta aquellas con las queya había hecho tríos. Sin chica y sin éxito con las parejas que conocía quedéfuera del ruedo por un tiempo. Me hice un nuevo perfil en Facebook y en lapágina de contactos, lo bueno de haber tenido bastante experiencia estando conuna chica, es que al menos uno sabe lo que tiene que poner en la descripción, setiene más tacto cuando hablás y no metés la pata. Como la mayoría de lasparejas ya me conocían, empecé a encarar a las parejitas nuevas de la página, algoque resultó en un juego muy exitante, las caritas que ponen; de no poder creerlo que están haciendo, de complicidad, a veces miedo, se miran el uno al otro diciéndoselo que sienten sólo con la mirada.
Así comienza esta nueva aventura, ya había estado con unasdos o tres parejitas, muy lindas situaciones y buen sexo; una bonita chica deunos 25 años con su novio de 28, fuimos al telo, besos, caricias, sexo conmucha dulzura, el chico algo celoso no aguantó ver a su novia con otro así queterminó estando él y yo mirando, a ella le gusté mucho y quería hacerlo, perosólo me tocó un poco; Una parejita también de primerizos me invitaron a su casauna tarde, una chica rellenita con una carita y sonrisa hermosa, querían filmarmientras me la cojía y así fue, con besos incluidos y también bastante dulce; unapareja de Corrientes me invitó, eran un poco más fríos, pero me hice unviajecito y me olvidé el celular en el remis, fue algo raro porque tuve que ira un ciber a avisar, el chico me buscó en la moto y me llevó a su casa, queríanprobar una doble penetración, también era su primera vez, la chica estabaesperando en la cama, vestida con medias largas y encajes, le resaltaba un buenculo, una linda flaca, morocha de pelo largo, arrancaron ellos hasta que en unmomento ella me hace la típica seña con el dedo para que me sume, asisto einmediatamente comenzamos una doble penetración, yo arriba dándole por atrás.Creo que hubo un par más que no estoy recordando, pero el punto es que, habíajuntado experiencia en tríos, sobre todo con parejas nuevas y sin experiencia. Aprendícómo encarar a las parejitas de este tipo y cómo darles seguridad para que sesientan cómodos.
Volví a cambiar la descripción de mi perfil, no me acuerdoexactamente pero había un pasaje que decía “...Nos conocemos sin compromiso. Miregla principal es que NO ES NO cualquiera fuera las circunstancias, y no tengoproblema en respetar eso…”. Supongo que fue un acierto porque no pasó unasemana que sucedió algo inesperado. Había una pareja en la página que mamita,las fotos parecían de una modelo profesional, le había enviado mensajes milesde veces y jamás contestaban, me hice perfiles falsos con fotos porongudas ynada, nunca me dieron bola, y era sin dudas el mejor perfil de todos los quehabía visto, con ellos ya me había resignado, supuse que eran demasiado paramí. Era un viernes de madrugada, hubiera sido una noche extremadamente aburridasi no me hubiera quedado mirando porno y actualizando la página de tanto entanto para ver si habían mensajes
- Mece: Hola
- Mece: Podés ya?
Al leer eso lo primero que me viene a la cabeza es que yaera re tarde, ni ganas, como las 2 a.m., había jugado al fútbol ese día y niganas, pero a mitad de inventar una excusa me percaté de algo, la foto enminiatura, me había quedado tantas ocasiones viendo ese culo perfecto con unatanga celeste que lo reconocería en una foto carnet a 1 km de distancia, micorazón empezó a latir fuerte, de un brinco quedé con la notebook frente a mi ysentado sobre mis rodillas apoyando mi cola sobre los talones, con los ojosabiertos como lechuza, ingresé al perfil y confirmé que eran ellos,definitivamente eran ellos, y me habían escrito a este perfil sin que yo leshablara antes, y eso definitivamente debía de ser muy bueno, porque fueronellos quienes me buscaron y no que simplemente tuvieron la cortesía decontestar un mensaje mío, como muchas veces suele pasar.
- Yo: Sí, por supuesto
- Yo: Qué quieren hacer
- Mece: Nos parece bien la idea de conocernos sincompromiso.
Inmediatamente supe que tenía que enfatizar en esa idea
- Yo: Perfecto chicos, ningún problema, soy unchico muy piola, discreto, muy higiénico, el respeto sobre todas las cosas, cuandoquieran nos vemos sin ningún compromiso.
- Mece: Pasás celular?
Se me ocurrió que esto no podía ser real, tenía que ser unaespecie de estafa o algo raro, era todo demasiado fácil, demasiado directo,jamás me había pasado y menos con semejante perfil, pero no podía perder laoportunidad, ni quedarme con la duda, así que pasé mi teléfono y me dispuse abuscarlo en donde estaba cargando para esperar un mensaje, pero antes de llegara tomarlo comienza a sonar y por el tono supe que se trataba de una llamadadirecta, aceleré el paso y tomé el teléfono casi arrancando el cable corriendohacia el baño para que nadie de mi familia pudiera escuchar, la llamada era enprivado, y aumentaba mis sospechas de que algo estaba mal.
- Hola – Dije casi susurrando.
- Hola – Contestó del otro lado una voz suave ytranquila – Soy de la página.
- Que bueno que llamaste – dije, soltando unsuspiro de alivio – Te juro que pensé que se trataba de un perfil trucho. Hace muchotiempo que quie…
- Podés ahora? – Interrumpió, y la llamada quedóen un pequeño silencio. Yo acababa de recordar que eran las dos de la madrugaday no tenía una moneda partida a la mitad.
- Mirá, te soy recontra sincero, me reeee encantatu perfil, pero acabo de llegar de jugar al fútbol y me siento re sucio, ysinceramente me agarrás re de improvisto, no tengo nada de plata para salir – Continuéhablándole mientras golpeaba mi frente con el otro puño como jugador que erraun penal en un mundial – Pero si no tienen drama me puedo duchar una disparada,nos conocemos y arreglamos para o…
- Vos por dónde estás? – Me volvió a interrumpir,podía sentir mis manos temblando de nervios
- Es la casa de mi madre – Y como acelerándome a corregirla estupidez que había dicho – Cerca del partido justicialista, te ubicás?
- Sí, estamos cerca, en un bar. – Hizo un silencioy se escuchó una conversación que no pude distinguir pero entendí que estabapreguntando algo alejando el teléfono para que yo no escuche – Nos vemos en elpartido justicialista en media hora.
- Mira que… - apresurándome para evitar que cortela llamada – Te juro que no tengo un mango y estoy en casa de mi vieja con ropade fútbol, no estoy para la ocasión me da bastante vergüen…
- Te llamo en media hora.
La llamada se cortó de golpe sin darme posibilidad deconfirmar, volví a mirar la pantalla del teléfono para ver si había un númeroal cuál enviarle un mensaje pero nada, definitivamente la llamada era privada. Micabeza viajaba a mil, “La cagué”, me repetía a mi mismo una y otra vez altiempo que desparramaba toda la ropa del armario sobre la cama, elegí una mudarápida media deportiva para mantenerme dentro de la excusa que había inventado,me daba vergüenza decir que era pobre como para ponerme algo a su nivel. Mientrasme duchaba pensaba en las mil y una formas en las que me podrían estarestafando, hasta se me venía a la cabeza alguna organización de venta deórganos, ya me estaba haciendo la historia de ver cómo salir rajando del lugar,hice en mi cabeza un mini mapa de recorrido a la comisaría, en mi mente cualquierlocura hubiera sido más probable que esto realmente me estuviera pasando a mí.
Termino de bañarme y ya con la cabeza un poco más fría,habían pasado más de 45 minutos, corroboré con la hora de la llamada y definitivamentehabía pasado casi una hora. Empezaba a recriminarme que metí la pata con tantasexcusas y volví a mirar la pc para ver si me habían bloqueado o algo, y mecontenía de enviar un mensaje para no parecer desesperado, ya resignado mequito las zapatillas, el pantalón y me quedo sólo con una camiseta para dormir,dejé todo a un costadito por si las dudas, pero antes de acomodarme vuelve asonar el celular.
- Hola.
- Por dónde andás? – La misma voz tranquila ydespreocupada, como si fuera algo hiper natural.
- Todavía en casa de mi vieja, me estabadesvistiendo ya para acos…
- Esperanos ahí en el partido justicialista –volvió a interrumpir una vez más – estamos en una cangú blanca.
- Dale en 5 estoy ahí
Mis inseguridades explotaban, ya me veía metido en la cangúcamino a un aeropuerto clandestino, pero me vestí de nuevo, me perfumé y salí.Llegando al edificio veo estacionada una cangú blanca bien frente al partido, bieniluminado por las luces de la imponente edificación. Cuando me acercaba a lapuerta del conductor, esta se abre y sale del vehículo un hombre de unos 30años, bien puesto, vestido con jeans y remera de salir, zapatillas que la marcale brillaba.
- Cómo va eso? – me pregunta extendiéndome la mano
- Muy bien y ustedes? – Intenté no quitarle lamirada de los ojos para no parecer desesperado por ver si había realmente unamujer, aunque dentro mío pensaba que era todo mentira.
- Bien che – no tenía tanta naturalidad como ella,se lo notaba algo nervioso – Mirá, la idea es que se conozcan con ella y charlenun toque sin compromiso, y si hay onda vamos al telo.
- Bárbaro no hay problema con eso – pensé quevolvería a meter la pata pero por si las dudas se me vino que quería volver aaclarar – Lo que sí me agarraron reee desprevenido y no tengo un mango sinceramente,para el telo
- Mirá si la pasamos bien, no hay problema, laidea es pasarla bien – Miró al lado del pasajero y se dirigió hacia ella – Nosé… Te parece que pase de ese lado y charlan?
- Que suba no más! – Se escuchó la voz segura quehabía oído en el teléfono, al tiempo que en mi mente se repetía “que sea real,que sea real” – Vamos!
- Yo para que se conozcan bien y vemos, él notiene drama respe…
- NCHA! – hizo sonar fuertemente la lengua contrael paladar, gesto que aca se suele usar como para decir “dejá de hinchar” – Quesuba no más ahí atrás.
- Bueno… - Comenzó a decir al tiempo que abría lapuerta corrediza de la camioneta – Subí ahí atrás
- Hola! – le digo mientras me acomodaba casi sinmirar – un gusto, Ariel
- Merce – giró ligeramente la cabeza para mirarpor el espejo
Tuve que hacer un esfuerzo enorme para no demostrar la emoción,unos ojasos celestes claros, el cabello lacio de un rubio claro color cenizaque me jugaba que es natural, tenía la piel sedosa, labios pequeños y caritaalargada, se corría el cabello hacia un costado dejando expuesto su cuello en elque no se veía ninguna prenda, su remera sólo cubría los pechos y dejaba los hombrosexpuestos.
- Querés pasar un toque atrás y hablan los dos? –El marido parecía estar preocupado porque yo no le gustase
- Vamos no más – Le hizo un gesto de que no lepreguntará más – Vamos al telo.
Encendió el auto y comenzó el camino hacia el lugar!
Continuará...
Hacía ya tiempo que yo había dejado de ser un chicoinexperto y me había introducido en el mundo del sexo no convencional, tríos,intercambios, algunos grupales e incluso algunos gang bangs. Tenía unos 26 años,hasta hacía poco tiempo solía andar con una chica evangelista que le gustaba lafiesta, habíamos hasta organizado juntos un encuentro de parejas donde vinieronunas 20 parejitas y también hicimos un grupal con otras 8 parejas. Pero sucedióque la chica que ella quiso abocarse a su religión de lleno y dejó el ambiente.Así que en este punto me quedé solo.
Sucede que cuando estuviste un tiempo como pareja y luegocontinuás como solo, las otras parejas que te conocían ya no te ven de la mismaforma, incluso las que aceptan solos para tríos, y hasta aquellas con las queya había hecho tríos. Sin chica y sin éxito con las parejas que conocía quedéfuera del ruedo por un tiempo. Me hice un nuevo perfil en Facebook y en lapágina de contactos, lo bueno de haber tenido bastante experiencia estando conuna chica, es que al menos uno sabe lo que tiene que poner en la descripción, setiene más tacto cuando hablás y no metés la pata. Como la mayoría de lasparejas ya me conocían, empecé a encarar a las parejitas nuevas de la página, algoque resultó en un juego muy exitante, las caritas que ponen; de no poder creerlo que están haciendo, de complicidad, a veces miedo, se miran el uno al otro diciéndoselo que sienten sólo con la mirada.
Así comienza esta nueva aventura, ya había estado con unasdos o tres parejitas, muy lindas situaciones y buen sexo; una bonita chica deunos 25 años con su novio de 28, fuimos al telo, besos, caricias, sexo conmucha dulzura, el chico algo celoso no aguantó ver a su novia con otro así queterminó estando él y yo mirando, a ella le gusté mucho y quería hacerlo, perosólo me tocó un poco; Una parejita también de primerizos me invitaron a su casauna tarde, una chica rellenita con una carita y sonrisa hermosa, querían filmarmientras me la cojía y así fue, con besos incluidos y también bastante dulce; unapareja de Corrientes me invitó, eran un poco más fríos, pero me hice unviajecito y me olvidé el celular en el remis, fue algo raro porque tuve que ira un ciber a avisar, el chico me buscó en la moto y me llevó a su casa, queríanprobar una doble penetración, también era su primera vez, la chica estabaesperando en la cama, vestida con medias largas y encajes, le resaltaba un buenculo, una linda flaca, morocha de pelo largo, arrancaron ellos hasta que en unmomento ella me hace la típica seña con el dedo para que me sume, asisto einmediatamente comenzamos una doble penetración, yo arriba dándole por atrás.Creo que hubo un par más que no estoy recordando, pero el punto es que, habíajuntado experiencia en tríos, sobre todo con parejas nuevas y sin experiencia. Aprendícómo encarar a las parejitas de este tipo y cómo darles seguridad para que sesientan cómodos.
Volví a cambiar la descripción de mi perfil, no me acuerdoexactamente pero había un pasaje que decía “...Nos conocemos sin compromiso. Miregla principal es que NO ES NO cualquiera fuera las circunstancias, y no tengoproblema en respetar eso…”. Supongo que fue un acierto porque no pasó unasemana que sucedió algo inesperado. Había una pareja en la página que mamita,las fotos parecían de una modelo profesional, le había enviado mensajes milesde veces y jamás contestaban, me hice perfiles falsos con fotos porongudas ynada, nunca me dieron bola, y era sin dudas el mejor perfil de todos los quehabía visto, con ellos ya me había resignado, supuse que eran demasiado paramí. Era un viernes de madrugada, hubiera sido una noche extremadamente aburridasi no me hubiera quedado mirando porno y actualizando la página de tanto entanto para ver si habían mensajes
- Mece: Hola
- Mece: Podés ya?
Al leer eso lo primero que me viene a la cabeza es que yaera re tarde, ni ganas, como las 2 a.m., había jugado al fútbol ese día y niganas, pero a mitad de inventar una excusa me percaté de algo, la foto enminiatura, me había quedado tantas ocasiones viendo ese culo perfecto con unatanga celeste que lo reconocería en una foto carnet a 1 km de distancia, micorazón empezó a latir fuerte, de un brinco quedé con la notebook frente a mi ysentado sobre mis rodillas apoyando mi cola sobre los talones, con los ojosabiertos como lechuza, ingresé al perfil y confirmé que eran ellos,definitivamente eran ellos, y me habían escrito a este perfil sin que yo leshablara antes, y eso definitivamente debía de ser muy bueno, porque fueronellos quienes me buscaron y no que simplemente tuvieron la cortesía decontestar un mensaje mío, como muchas veces suele pasar.
- Yo: Sí, por supuesto
- Yo: Qué quieren hacer
- Mece: Nos parece bien la idea de conocernos sincompromiso.
Inmediatamente supe que tenía que enfatizar en esa idea
- Yo: Perfecto chicos, ningún problema, soy unchico muy piola, discreto, muy higiénico, el respeto sobre todas las cosas, cuandoquieran nos vemos sin ningún compromiso.
- Mece: Pasás celular?
Se me ocurrió que esto no podía ser real, tenía que ser unaespecie de estafa o algo raro, era todo demasiado fácil, demasiado directo,jamás me había pasado y menos con semejante perfil, pero no podía perder laoportunidad, ni quedarme con la duda, así que pasé mi teléfono y me dispuse abuscarlo en donde estaba cargando para esperar un mensaje, pero antes de llegara tomarlo comienza a sonar y por el tono supe que se trataba de una llamadadirecta, aceleré el paso y tomé el teléfono casi arrancando el cable corriendohacia el baño para que nadie de mi familia pudiera escuchar, la llamada era enprivado, y aumentaba mis sospechas de que algo estaba mal.
- Hola – Dije casi susurrando.
- Hola – Contestó del otro lado una voz suave ytranquila – Soy de la página.
- Que bueno que llamaste – dije, soltando unsuspiro de alivio – Te juro que pensé que se trataba de un perfil trucho. Hace muchotiempo que quie…
- Podés ahora? – Interrumpió, y la llamada quedóen un pequeño silencio. Yo acababa de recordar que eran las dos de la madrugaday no tenía una moneda partida a la mitad.
- Mirá, te soy recontra sincero, me reeee encantatu perfil, pero acabo de llegar de jugar al fútbol y me siento re sucio, ysinceramente me agarrás re de improvisto, no tengo nada de plata para salir – Continuéhablándole mientras golpeaba mi frente con el otro puño como jugador que erraun penal en un mundial – Pero si no tienen drama me puedo duchar una disparada,nos conocemos y arreglamos para o…
- Vos por dónde estás? – Me volvió a interrumpir,podía sentir mis manos temblando de nervios
- Es la casa de mi madre – Y como acelerándome a corregirla estupidez que había dicho – Cerca del partido justicialista, te ubicás?
- Sí, estamos cerca, en un bar. – Hizo un silencioy se escuchó una conversación que no pude distinguir pero entendí que estabapreguntando algo alejando el teléfono para que yo no escuche – Nos vemos en elpartido justicialista en media hora.
- Mira que… - apresurándome para evitar que cortela llamada – Te juro que no tengo un mango y estoy en casa de mi vieja con ropade fútbol, no estoy para la ocasión me da bastante vergüen…
- Te llamo en media hora.
La llamada se cortó de golpe sin darme posibilidad deconfirmar, volví a mirar la pantalla del teléfono para ver si había un númeroal cuál enviarle un mensaje pero nada, definitivamente la llamada era privada. Micabeza viajaba a mil, “La cagué”, me repetía a mi mismo una y otra vez altiempo que desparramaba toda la ropa del armario sobre la cama, elegí una mudarápida media deportiva para mantenerme dentro de la excusa que había inventado,me daba vergüenza decir que era pobre como para ponerme algo a su nivel. Mientrasme duchaba pensaba en las mil y una formas en las que me podrían estarestafando, hasta se me venía a la cabeza alguna organización de venta deórganos, ya me estaba haciendo la historia de ver cómo salir rajando del lugar,hice en mi cabeza un mini mapa de recorrido a la comisaría, en mi mente cualquierlocura hubiera sido más probable que esto realmente me estuviera pasando a mí.
Termino de bañarme y ya con la cabeza un poco más fría,habían pasado más de 45 minutos, corroboré con la hora de la llamada y definitivamentehabía pasado casi una hora. Empezaba a recriminarme que metí la pata con tantasexcusas y volví a mirar la pc para ver si me habían bloqueado o algo, y mecontenía de enviar un mensaje para no parecer desesperado, ya resignado mequito las zapatillas, el pantalón y me quedo sólo con una camiseta para dormir,dejé todo a un costadito por si las dudas, pero antes de acomodarme vuelve asonar el celular.
- Hola.
- Por dónde andás? – La misma voz tranquila ydespreocupada, como si fuera algo hiper natural.
- Todavía en casa de mi vieja, me estabadesvistiendo ya para acos…
- Esperanos ahí en el partido justicialista –volvió a interrumpir una vez más – estamos en una cangú blanca.
- Dale en 5 estoy ahí
Mis inseguridades explotaban, ya me veía metido en la cangúcamino a un aeropuerto clandestino, pero me vestí de nuevo, me perfumé y salí.Llegando al edificio veo estacionada una cangú blanca bien frente al partido, bieniluminado por las luces de la imponente edificación. Cuando me acercaba a lapuerta del conductor, esta se abre y sale del vehículo un hombre de unos 30años, bien puesto, vestido con jeans y remera de salir, zapatillas que la marcale brillaba.
- Cómo va eso? – me pregunta extendiéndome la mano
- Muy bien y ustedes? – Intenté no quitarle lamirada de los ojos para no parecer desesperado por ver si había realmente unamujer, aunque dentro mío pensaba que era todo mentira.
- Bien che – no tenía tanta naturalidad como ella,se lo notaba algo nervioso – Mirá, la idea es que se conozcan con ella y charlenun toque sin compromiso, y si hay onda vamos al telo.
- Bárbaro no hay problema con eso – pensé quevolvería a meter la pata pero por si las dudas se me vino que quería volver aaclarar – Lo que sí me agarraron reee desprevenido y no tengo un mango sinceramente,para el telo
- Mirá si la pasamos bien, no hay problema, laidea es pasarla bien – Miró al lado del pasajero y se dirigió hacia ella – Nosé… Te parece que pase de ese lado y charlan?
- Que suba no más! – Se escuchó la voz segura quehabía oído en el teléfono, al tiempo que en mi mente se repetía “que sea real,que sea real” – Vamos!
- Yo para que se conozcan bien y vemos, él notiene drama respe…
- NCHA! – hizo sonar fuertemente la lengua contrael paladar, gesto que aca se suele usar como para decir “dejá de hinchar” – Quesuba no más ahí atrás.
- Bueno… - Comenzó a decir al tiempo que abría lapuerta corrediza de la camioneta – Subí ahí atrás
- Hola! – le digo mientras me acomodaba casi sinmirar – un gusto, Ariel
- Merce – giró ligeramente la cabeza para mirarpor el espejo
Tuve que hacer un esfuerzo enorme para no demostrar la emoción,unos ojasos celestes claros, el cabello lacio de un rubio claro color cenizaque me jugaba que es natural, tenía la piel sedosa, labios pequeños y caritaalargada, se corría el cabello hacia un costado dejando expuesto su cuello en elque no se veía ninguna prenda, su remera sólo cubría los pechos y dejaba los hombrosexpuestos.
- Querés pasar un toque atrás y hablan los dos? –El marido parecía estar preocupado porque yo no le gustase
- Vamos no más – Le hizo un gesto de que no lepreguntará más – Vamos al telo.
Encendió el auto y comenzó el camino hacia el lugar!
Continuará...
4 comentarios - Mi camino al cuckold. Cap 1 - La rubia
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