Se llama Javier y es un distinguido abogado de 52 años.
Todo comienza cuando mi suegro amigo de Javier, me recomienda para trabajar en el estudio jurídico de Javier.
Para mi primer dia de trabajo traté de dar una buena impresion asi que me vestí con una camisa blanca y una pollera de raso negra que contorneaba muy bien mis curvas, me sentía sexy pero formal a la vez.
Al llegar al estudio pude notar como Javier me desnudo con la mirada.
No sacaba sus ojos de mi cola pero siempre sin propasarse.
Era un hombre bastante serio y amable.
Pasaron los dias y me adapto bien a las tareas de una secretaria.
Ya pasado casi un mes una gran noticia revolucionó el estudio, Javier había ganado un caso muy importante para él ya que defendía a un gran amigo suyo y para festejar este amigo organizó una cena.
Javier era divorciado por lo que me invitó a mi a la cena.
Sin querer hacer un desplante no tuve más opción que aceptar.
Para esa noche quise estar deslumbrante para que mi jefe no se incomode con mi aspecto.
Me puse un vestido negro, largo y con espalda descubierta. para colmo mi marido no me pudo acompañar
Javier pasó muy puntual a recogerme, me saludó con un beso muy dulce en la mejilla.
Manejó su auto hasta un exclusivo restaurante y al entrar me topé con la sorpresa que en la cena estaban solos el amigo y cliente de mi jefe, Dante, y su mujer.
Una pareja de unos 45 o 50 años, el era un empresario y ella una médica cirujana.
La noche comenzó incomoda ya que parecía la hija de la pareja o peor aun prostituta de mi jefe.
Después de un par de tragos me relajé y pude disfrutar de tan grata compañía.
La noche ya terminaba, yo un poco mareada por el alcohol, mi jefe como un caballero me llevó hasta casa donde al llegar Javier me ofreció su mejilla para despedirnos.
No se que me pasó pero me acerqué a él y le di un dulce beso en los labios.
Él se quedó helado mientras que yo completamente sonrojada huí de la situación y entré a casa.
Ese lunes debía volver a trabajar y no quería cambiar ningún detalle de lo cotidiano como si nada hubiese pasado.
Me puse mi pollera de raso, mi camisa blanca como acostumbraba ir vestida.
Llegué al estudio y sin anunciarme comencé a hacer tareas pendientes.
El solo hecho de estar ahí me ponía nerviosa.
Hasta que se escuchó la voz de Javier.
Entre en su despacho y sin poder mirarlo a la cara busqué en el armario el dichoso expediente.
De espalda a el me incliné hacia delante para leer los rótulos, siento las manos de Javier tomándome de las caderas y llevándome hacia su bulto.
Mi culito refregándose en su bulto, yo inmóvil no me salían las palabras.
Ni una palabra salía de mis labios cuando enderece mi cuerpo apoyando mi espalda en su pecho.
Mi cabeza se revolucionaba con la idea de cojer con mi jefe o quedar como una pendeja calientapijas.
Javier comenzó a desprender los botones de mi camisa descubriendo así mis senos comenzó a amasarlos sobre el sujetador.
La excitación se hacía cada vez más notoria debido a que no podía contener los dulces gemidos que escapaban de mis labios.
Ya sabiendolo Javier llevó su mano a mis piernas y con un delicado movimiento separe mis piernas para que llegue a mi conchita que ya estaba empapada de mis jugos.
Con delicadeza corrió mi tanga con una mano y con la otra acariciaba mi clítoris.
Me volvía loca de placer me giré quedando frente a frente y con un beso apasionado comencé mi trabajo.
Desabroche su camisa y llevé mi mano hasta su abultado pantalón.
Introduje mi mano en su calzoncillos y lo que tomé no cabía en mi mano.
La curiosidad me ganó y debía comprobar con mis propios ojos.
Bajé por su pecho con dulces besos hasta llegar a su pantalón, desabroche el mismo y con una mano sustraje esa pija gorda y larga no creía lo que tenia en mis manos.
Javier me tomo de la nuca y me llevo hasta su pija casi no entraba en mi boca.
Despues de darle una buena mamada me senté sobre el escritorio, Javier subió mi pollera hasta la cintura con delicadeza saco mi tanga.
Extasiada rodee mis piernas en sus caderas y tomo su enorme pija y con la otra mano separó mis labios vaginales y apoyó la cabeza entre ellos me recosté hacia atrás ofreciéndome, empujó su pija dentro mío.
Una rara sensación me invadió, una mezcla de calentura y otra por estar cagando a mi marido
Enderece mi cabeza para ver como se introducía semejante pija.
Él comenzó un vaivén suave y bien profundo.
Mi cuerpo extasiado se estremecía en cada embestida un orgasmo inminente me invadió
Empapando esa pija dentro mío, al notarlo él comenzó a cogerme mas rapido y duro, solo deseaba que esa pija descargue su leche en mi.
Al momento de correrse saco su pija y rocio su leche en mi estomago a chorros enormes ensuciando hasta mi pollera que a esa altura estaba como un corset.
Me besó
Luego de ese día todo mejoró, tanto mi relación laboral como la relación secreta que mantenemos, cada vez me atendía mejor.
En lo sexual cada encuentro se pervertia más y además siempre me compraba regalos caros.
Habíamos hecho todo menos algo a lo que me negaba, mi culito ya que , eso se lo daba a mi esposo o casi solo a mi esposo, aun, a veces dejaba que jugara con su dedo en mi orificio pero solo eso.
Después de un par de meses se acercaba una fecha muy especial… mi jefe y amante cumplía años.
Que le podía regalar, si todo lo tenía.
Su amigo Dante organizó una cena para el sábado donde iríamos los mismos de aquella vez.
Así que esa semana solo me dediqué a calentarlo sin dejar que se satisfaciera para que esa noche estuviese como un semental., yo le dije a mi marido que tenia un ajuntada con mis amigas
Al fin llegó el bendito sábado.
Decidí vestirme mas sexi que nunca, un vestido rojo intenso muy escotado y con mi espalda descubierta, sin sujetador por supuesto, unos tacones que hacían que mi culito se parara más y el detalle mas sensual… una tanga blanca bien chiquita con un moñito rosa que quedaba justo sobre mi cola.
No hay que ser un genio para saber cual iba a ser mi regalo de cumpleaños.
Un peinado recogido que estilizaba mi cuello.
Era toda una gata en celos.
Llegamos al restaurante donde ya esperaban Dante y Adriana y al entrar prácticamente todos se voltearon a observarme, hasta Dante no me sacaba la mirada de encima
Cenamos, nos divertimos, había una banda así que bailamos.
Era una noche genial.
Traté de evitar el alcohol porque quería estar bien lúcida en el momento de entregar “mi regalo”.
Después de un par de bailes nos sentamos a descansar cuando le suena el teléfono a Adriana, al parecer una emergencia en el hospital donde trabajaba.
Se disculpó y retiró de inmediato dejándonos con Dante a cuestas.
Javier muy atento se ofreció llevar a Dante hasta su casa, ya que su mujer se había llevado el auto.
Mi paciencia se agotaba.
No veía la hora de estar a solas con Javier… llegamos a casa de Dante y él insistió a que bajemos a tomar unas copas, que tenía un whisky de no se que años.
Lo que me importaba era que mi espera se prolongaba y mi deseo mas aún.
Entramos a la casa y parecía un palacio… una gran sala con un sofá en medio muebles super lujosos y unas escaleras que llevaban a las habitaciones en la planta alta.
Mientras se servían los tragos me retiré al baño para retocarme un poco, habré tardado unos 10 minutos.
Al regresar a la sala pude dar cuenta de que se hablaban en voz muy baja y trataron de disimular lanzandome un piropo.
estás hecha un angel pau me dicen
Dante se disculpó diciendo que no tardaba y se retiró
Como poseído Javier se abalanzó sobre mi besandome el cuello y apretando mis tetas, ufff que caliente me sentía, corrió un poco mi vestido dejando mis tetas desnudas y bajó su cabeza para chuparlas.
Estaba perdida, no podía ni reaccionar donde estaba.
los bruscos chupones que Javier me daba en las tetas y unos suaves gemidos que se escapaban de mi labios… inmersa en una calentura demencial recoste mi cabeza hacia atrás, cerré mis ojos y me entregué al goce.
Entonces fue cuando siento una caricia que me corría un mechón de pelo de la mejilla, al abrir los ojos veo a Dante parado detrás nuestro:
Y yo ahi roja de vergüenza ni atiné a cubrirme las tetas.
se pararon ambos frente mío.
Se miraron cómplices y comenzaron a intentar tentarme.
solo quedará entre nosotros.
Seguiremos como siempre.me dice mi jefe
Inmediatamente se desnudaron quedando los dos con sus pijas casi erectas apuntandome.
Estaba muy confundida, entre la vergüenza y la calentura que tenía.
No aguantaba mas… me pare camine hacia ellos.
Ya frente a ellos tome una pija con cada mano y comence a masturbarlos.
Me arrodille como ordenaba y comencé por dar suaves lamidas a la cabeza enorme de Javier mientras pajeaba a Dante.
Alterne los lamidos con la pija de Dante
Se que tienes hambre de pija y hoy te vamos a satisfacer.
De un solo movimiento engulli toda la pija de Dante robandole un bufido animal.
Después de un rato degustando esa pija cambié a la de Javier.
Lejos de molestarme sus groserias me excitaba más y más.
Y se lo demostraba en mis chupadas.
- te gusta ser nuestra putita.
Si? Ven.
Mo tomó de un brazo me hizo parar.
Con su mano en mi nuca me beso apasionadamente mientras Javier se paro detrás mío apoyando su pija en mi espalda y besando mi cuello.
Sabia la debilidad que me causaban eso besos.
Dante comenzó a acariciar mi conchita sobre mi tanga ya empapada.
Me prometiste un regalo para hoy.
Y como buen amigo lo quiero compartir.
Dudé un poco pero ya no había escapatoria.
Mi giré quedando de espaldas a ellos, dejé caer mi vestido y ahí quedó mi culito con un moñito como el regalo perfecto para la ocasión.
Entre los dos comenzaron a apretarme el culo y javier me indico que me pusiera en cuatro patas apoyando mi cabeza el el piso.
Pronto dante sacó la tanga que estaba perdida en mis nalgas.
Con un suave movimiento las abrió dejando mi orificio expuesto.
Lo lamio y exclamó “este culo va a tener mucho trabajo hoy jajaja!!! Pruébalo javier.
Mi jefe hundió su cara entre mis nalgas y sentí como su lengua se abría paso en mi ano ya empapado de saliva.
Necesitaba ser penetrada.
Javier metio su dedo mayor para dilatarme y comence con gemidos muy dulces.
Con Mi culo ya lubricado y apenas dilatado dante abrió mis nalga y javier apoyó su enorme pija en mi orificio.
Comenzó a empujarse dentro de mi y crei q me partía en dos.
Su cabeza empezó a abrir mi culo y el dolor se mezcló con un placer único.
Mi dulces gemidos se transformaron en alaridos…ha ha ha ha… mi espalda se arqueo haciendo frente a tan brutal embestida que colapsó mi cuerpo.
Ya está toda adentro mi putita dijo Dante.
Javier bufaba como un toro y repetía “por dios como me gusta este culo” dio un par de embestidas y salio de mi culo.
Dante se puso detras mio y preguntó “la quieres putita”
Yo- si denme sus pijas en el culo.
Entró en mi culo y comenzo a darme unas bombeadas fuertes y profundas un inmenso orgasmo me invadió.
Se alternaban entre los dos para coger mi culo estuvieron dandole pija durante 30 minutos creo.
Sin aguantar me arrodillaron entre ambos y se pajearon hasta acabar grandes chorros de leche en mi boca, la saboree mirándolos alos ojos y me la trague toda.
me encantó tu regalo me dice mi jefe
Me tomó de la mano y me llevo hasta su habitación donde tenía un baño privado.
Estuve un buen rato bajo el agua para recuperar mis fuerzas. mmas tarde tomamos algo mas y mi jefe me llevo a mi casa , por suerte mi pareja dormia , y no yuve que darle ninguna explicacion
Todo comienza cuando mi suegro amigo de Javier, me recomienda para trabajar en el estudio jurídico de Javier.
Para mi primer dia de trabajo traté de dar una buena impresion asi que me vestí con una camisa blanca y una pollera de raso negra que contorneaba muy bien mis curvas, me sentía sexy pero formal a la vez.
Al llegar al estudio pude notar como Javier me desnudo con la mirada.
No sacaba sus ojos de mi cola pero siempre sin propasarse.
Era un hombre bastante serio y amable.
Pasaron los dias y me adapto bien a las tareas de una secretaria.
Ya pasado casi un mes una gran noticia revolucionó el estudio, Javier había ganado un caso muy importante para él ya que defendía a un gran amigo suyo y para festejar este amigo organizó una cena.
Javier era divorciado por lo que me invitó a mi a la cena.
Sin querer hacer un desplante no tuve más opción que aceptar.
Para esa noche quise estar deslumbrante para que mi jefe no se incomode con mi aspecto.
Me puse un vestido negro, largo y con espalda descubierta. para colmo mi marido no me pudo acompañar
Javier pasó muy puntual a recogerme, me saludó con un beso muy dulce en la mejilla.
Manejó su auto hasta un exclusivo restaurante y al entrar me topé con la sorpresa que en la cena estaban solos el amigo y cliente de mi jefe, Dante, y su mujer.
Una pareja de unos 45 o 50 años, el era un empresario y ella una médica cirujana.
La noche comenzó incomoda ya que parecía la hija de la pareja o peor aun prostituta de mi jefe.
Después de un par de tragos me relajé y pude disfrutar de tan grata compañía.
La noche ya terminaba, yo un poco mareada por el alcohol, mi jefe como un caballero me llevó hasta casa donde al llegar Javier me ofreció su mejilla para despedirnos.
No se que me pasó pero me acerqué a él y le di un dulce beso en los labios.
Él se quedó helado mientras que yo completamente sonrojada huí de la situación y entré a casa.
Ese lunes debía volver a trabajar y no quería cambiar ningún detalle de lo cotidiano como si nada hubiese pasado.
Me puse mi pollera de raso, mi camisa blanca como acostumbraba ir vestida.
Llegué al estudio y sin anunciarme comencé a hacer tareas pendientes.
El solo hecho de estar ahí me ponía nerviosa.
Hasta que se escuchó la voz de Javier.
Entre en su despacho y sin poder mirarlo a la cara busqué en el armario el dichoso expediente.
De espalda a el me incliné hacia delante para leer los rótulos, siento las manos de Javier tomándome de las caderas y llevándome hacia su bulto.
Mi culito refregándose en su bulto, yo inmóvil no me salían las palabras.
Ni una palabra salía de mis labios cuando enderece mi cuerpo apoyando mi espalda en su pecho.
Mi cabeza se revolucionaba con la idea de cojer con mi jefe o quedar como una pendeja calientapijas.
Javier comenzó a desprender los botones de mi camisa descubriendo así mis senos comenzó a amasarlos sobre el sujetador.
La excitación se hacía cada vez más notoria debido a que no podía contener los dulces gemidos que escapaban de mis labios.
Ya sabiendolo Javier llevó su mano a mis piernas y con un delicado movimiento separe mis piernas para que llegue a mi conchita que ya estaba empapada de mis jugos.
Con delicadeza corrió mi tanga con una mano y con la otra acariciaba mi clítoris.
Me volvía loca de placer me giré quedando frente a frente y con un beso apasionado comencé mi trabajo.
Desabroche su camisa y llevé mi mano hasta su abultado pantalón.
Introduje mi mano en su calzoncillos y lo que tomé no cabía en mi mano.
La curiosidad me ganó y debía comprobar con mis propios ojos.
Bajé por su pecho con dulces besos hasta llegar a su pantalón, desabroche el mismo y con una mano sustraje esa pija gorda y larga no creía lo que tenia en mis manos.
Javier me tomo de la nuca y me llevo hasta su pija casi no entraba en mi boca.
Despues de darle una buena mamada me senté sobre el escritorio, Javier subió mi pollera hasta la cintura con delicadeza saco mi tanga.
Extasiada rodee mis piernas en sus caderas y tomo su enorme pija y con la otra mano separó mis labios vaginales y apoyó la cabeza entre ellos me recosté hacia atrás ofreciéndome, empujó su pija dentro mío.
Una rara sensación me invadió, una mezcla de calentura y otra por estar cagando a mi marido
Enderece mi cabeza para ver como se introducía semejante pija.
Él comenzó un vaivén suave y bien profundo.
Mi cuerpo extasiado se estremecía en cada embestida un orgasmo inminente me invadió
Empapando esa pija dentro mío, al notarlo él comenzó a cogerme mas rapido y duro, solo deseaba que esa pija descargue su leche en mi.
Al momento de correrse saco su pija y rocio su leche en mi estomago a chorros enormes ensuciando hasta mi pollera que a esa altura estaba como un corset.
Me besó
Luego de ese día todo mejoró, tanto mi relación laboral como la relación secreta que mantenemos, cada vez me atendía mejor.
En lo sexual cada encuentro se pervertia más y además siempre me compraba regalos caros.
Habíamos hecho todo menos algo a lo que me negaba, mi culito ya que , eso se lo daba a mi esposo o casi solo a mi esposo, aun, a veces dejaba que jugara con su dedo en mi orificio pero solo eso.
Después de un par de meses se acercaba una fecha muy especial… mi jefe y amante cumplía años.
Que le podía regalar, si todo lo tenía.
Su amigo Dante organizó una cena para el sábado donde iríamos los mismos de aquella vez.
Así que esa semana solo me dediqué a calentarlo sin dejar que se satisfaciera para que esa noche estuviese como un semental., yo le dije a mi marido que tenia un ajuntada con mis amigas
Al fin llegó el bendito sábado.
Decidí vestirme mas sexi que nunca, un vestido rojo intenso muy escotado y con mi espalda descubierta, sin sujetador por supuesto, unos tacones que hacían que mi culito se parara más y el detalle mas sensual… una tanga blanca bien chiquita con un moñito rosa que quedaba justo sobre mi cola.
No hay que ser un genio para saber cual iba a ser mi regalo de cumpleaños.
Un peinado recogido que estilizaba mi cuello.
Era toda una gata en celos.
Llegamos al restaurante donde ya esperaban Dante y Adriana y al entrar prácticamente todos se voltearon a observarme, hasta Dante no me sacaba la mirada de encima
Cenamos, nos divertimos, había una banda así que bailamos.
Era una noche genial.
Traté de evitar el alcohol porque quería estar bien lúcida en el momento de entregar “mi regalo”.
Después de un par de bailes nos sentamos a descansar cuando le suena el teléfono a Adriana, al parecer una emergencia en el hospital donde trabajaba.
Se disculpó y retiró de inmediato dejándonos con Dante a cuestas.
Javier muy atento se ofreció llevar a Dante hasta su casa, ya que su mujer se había llevado el auto.
Mi paciencia se agotaba.
No veía la hora de estar a solas con Javier… llegamos a casa de Dante y él insistió a que bajemos a tomar unas copas, que tenía un whisky de no se que años.
Lo que me importaba era que mi espera se prolongaba y mi deseo mas aún.
Entramos a la casa y parecía un palacio… una gran sala con un sofá en medio muebles super lujosos y unas escaleras que llevaban a las habitaciones en la planta alta.
Mientras se servían los tragos me retiré al baño para retocarme un poco, habré tardado unos 10 minutos.
Al regresar a la sala pude dar cuenta de que se hablaban en voz muy baja y trataron de disimular lanzandome un piropo.
estás hecha un angel pau me dicen
Dante se disculpó diciendo que no tardaba y se retiró
Como poseído Javier se abalanzó sobre mi besandome el cuello y apretando mis tetas, ufff que caliente me sentía, corrió un poco mi vestido dejando mis tetas desnudas y bajó su cabeza para chuparlas.
Estaba perdida, no podía ni reaccionar donde estaba.
los bruscos chupones que Javier me daba en las tetas y unos suaves gemidos que se escapaban de mi labios… inmersa en una calentura demencial recoste mi cabeza hacia atrás, cerré mis ojos y me entregué al goce.
Entonces fue cuando siento una caricia que me corría un mechón de pelo de la mejilla, al abrir los ojos veo a Dante parado detrás nuestro:
Y yo ahi roja de vergüenza ni atiné a cubrirme las tetas.
se pararon ambos frente mío.
Se miraron cómplices y comenzaron a intentar tentarme.
solo quedará entre nosotros.
Seguiremos como siempre.me dice mi jefe
Inmediatamente se desnudaron quedando los dos con sus pijas casi erectas apuntandome.
Estaba muy confundida, entre la vergüenza y la calentura que tenía.
No aguantaba mas… me pare camine hacia ellos.
Ya frente a ellos tome una pija con cada mano y comence a masturbarlos.
Me arrodille como ordenaba y comencé por dar suaves lamidas a la cabeza enorme de Javier mientras pajeaba a Dante.
Alterne los lamidos con la pija de Dante
Se que tienes hambre de pija y hoy te vamos a satisfacer.
De un solo movimiento engulli toda la pija de Dante robandole un bufido animal.
Después de un rato degustando esa pija cambié a la de Javier.
Lejos de molestarme sus groserias me excitaba más y más.
Y se lo demostraba en mis chupadas.
- te gusta ser nuestra putita.
Si? Ven.
Mo tomó de un brazo me hizo parar.
Con su mano en mi nuca me beso apasionadamente mientras Javier se paro detrás mío apoyando su pija en mi espalda y besando mi cuello.
Sabia la debilidad que me causaban eso besos.
Dante comenzó a acariciar mi conchita sobre mi tanga ya empapada.
Me prometiste un regalo para hoy.
Y como buen amigo lo quiero compartir.
Dudé un poco pero ya no había escapatoria.
Mi giré quedando de espaldas a ellos, dejé caer mi vestido y ahí quedó mi culito con un moñito como el regalo perfecto para la ocasión.
Entre los dos comenzaron a apretarme el culo y javier me indico que me pusiera en cuatro patas apoyando mi cabeza el el piso.
Pronto dante sacó la tanga que estaba perdida en mis nalgas.
Con un suave movimiento las abrió dejando mi orificio expuesto.
Lo lamio y exclamó “este culo va a tener mucho trabajo hoy jajaja!!! Pruébalo javier.
Mi jefe hundió su cara entre mis nalgas y sentí como su lengua se abría paso en mi ano ya empapado de saliva.
Necesitaba ser penetrada.
Javier metio su dedo mayor para dilatarme y comence con gemidos muy dulces.
Con Mi culo ya lubricado y apenas dilatado dante abrió mis nalga y javier apoyó su enorme pija en mi orificio.
Comenzó a empujarse dentro de mi y crei q me partía en dos.
Su cabeza empezó a abrir mi culo y el dolor se mezcló con un placer único.
Mi dulces gemidos se transformaron en alaridos…ha ha ha ha… mi espalda se arqueo haciendo frente a tan brutal embestida que colapsó mi cuerpo.
Ya está toda adentro mi putita dijo Dante.
Javier bufaba como un toro y repetía “por dios como me gusta este culo” dio un par de embestidas y salio de mi culo.
Dante se puso detras mio y preguntó “la quieres putita”
Yo- si denme sus pijas en el culo.
Entró en mi culo y comenzo a darme unas bombeadas fuertes y profundas un inmenso orgasmo me invadió.
Se alternaban entre los dos para coger mi culo estuvieron dandole pija durante 30 minutos creo.
Sin aguantar me arrodillaron entre ambos y se pajearon hasta acabar grandes chorros de leche en mi boca, la saboree mirándolos alos ojos y me la trague toda.
me encantó tu regalo me dice mi jefe
Me tomó de la mano y me llevo hasta su habitación donde tenía un baño privado.
Estuve un buen rato bajo el agua para recuperar mis fuerzas. mmas tarde tomamos algo mas y mi jefe me llevo a mi casa , por suerte mi pareja dormia , y no yuve que darle ninguna explicacion
4 comentarios - el regalo que era para mi jefe lo compartio
Esta es la real, Mayra