Orgía en la Nocturna:
Mi nombre es Sandra, de 27 años y embarazada de tres meses. Soltera.
Estábamos en el mes de Octubre, la noche era templada.
Con la compañera que más me daba, Julieta , nos fuimos a comprar unas gaseosas al bufet del colegio.
Las dos nos habíamos puesto minifaldas y usábamos camisas blancas muy apretadas. Sabíamos que los compañeros se volvían locos al vernos y eso , de verdad, nos divertía mucho.
Julieta era tres años menor, pero tenía más calle que una atorranta. Por mi parte , había ejercido la prostitución por varios años y no había ” picha” que me asustara. Creo que las conocí a todas.
Compramos las bebidas y aún estando de recreo, nos fuimos al aula para beberlas.
Varios de los muchachos nos habían seguido, para ser más precisa , siete compañeros . El más joven tenía 18 años y el más veterano cuarenta y tantos. Todos tenían algún tipo de compromiso, estaban casados con hijos y de novios, nadie de estos muchachos estaban libres para hacerse los galanes.
Los más caraduras hacian propuestas sexuales y los más tímidos se tocaban la entrepierna. Eran siete hombrecitos alzados esperando nuestra aprobación.
Sin ponerme de acuerdo con Julieta, me saque las sandalias porque cuando hago el amor me gusta tener las plantas de los pies desnudas y no se el motivo. Me arrodille en un pupitre, apoye mis codos en el respaldo y dejé mi “chocho” al aire libre. Apenas un pedacito de hilo rojo cruzaba por el medio.
Aún nos quedaban seis minutos de recreo y los varones se tenían que apurar para que todos cumplan la ronda del servicio.
Sentía entrar las “pichas” una tras otra, se movian como conejos, menos el mayorcito que tardo más de dos minutos. Nada mal.
Cada vez que salía una “picha” chorreando , Julieta me limpiaba el “chocho” con las hojas de su carpeta de apuntes. Y, también porque no decirlo, mi compañera me acariciaba los senos y me besaba la boca.
El último acabo sobre la hora , justo cuando sonó la campana. En poco tiempo el aula se llenó de alumnos . Durante la próxima hora, mi “chocho” largo los restos de guasca , hasta que pude ir al baño para lavarme.
Después de clases , dos de los muchachos querían seguir con la ” fiesta”. Pero,
en realidad , la noche de calor fue para Julieta. Terminamos en mi cuarto , despiertas hasta el amanecer…..!!!
@sandraguarani90
sandperalta90@gmail.com
Buenos Aires.
Mi nombre es Sandra, de 27 años y embarazada de tres meses. Soltera.
Estábamos en el mes de Octubre, la noche era templada.
Con la compañera que más me daba, Julieta , nos fuimos a comprar unas gaseosas al bufet del colegio.
Las dos nos habíamos puesto minifaldas y usábamos camisas blancas muy apretadas. Sabíamos que los compañeros se volvían locos al vernos y eso , de verdad, nos divertía mucho.
Julieta era tres años menor, pero tenía más calle que una atorranta. Por mi parte , había ejercido la prostitución por varios años y no había ” picha” que me asustara. Creo que las conocí a todas.
Compramos las bebidas y aún estando de recreo, nos fuimos al aula para beberlas.
Varios de los muchachos nos habían seguido, para ser más precisa , siete compañeros . El más joven tenía 18 años y el más veterano cuarenta y tantos. Todos tenían algún tipo de compromiso, estaban casados con hijos y de novios, nadie de estos muchachos estaban libres para hacerse los galanes.
Los más caraduras hacian propuestas sexuales y los más tímidos se tocaban la entrepierna. Eran siete hombrecitos alzados esperando nuestra aprobación.
Sin ponerme de acuerdo con Julieta, me saque las sandalias porque cuando hago el amor me gusta tener las plantas de los pies desnudas y no se el motivo. Me arrodille en un pupitre, apoye mis codos en el respaldo y dejé mi “chocho” al aire libre. Apenas un pedacito de hilo rojo cruzaba por el medio.
Aún nos quedaban seis minutos de recreo y los varones se tenían que apurar para que todos cumplan la ronda del servicio.
Sentía entrar las “pichas” una tras otra, se movian como conejos, menos el mayorcito que tardo más de dos minutos. Nada mal.
Cada vez que salía una “picha” chorreando , Julieta me limpiaba el “chocho” con las hojas de su carpeta de apuntes. Y, también porque no decirlo, mi compañera me acariciaba los senos y me besaba la boca.
El último acabo sobre la hora , justo cuando sonó la campana. En poco tiempo el aula se llenó de alumnos . Durante la próxima hora, mi “chocho” largo los restos de guasca , hasta que pude ir al baño para lavarme.
Después de clases , dos de los muchachos querían seguir con la ” fiesta”. Pero,
en realidad , la noche de calor fue para Julieta. Terminamos en mi cuarto , despiertas hasta el amanecer…..!!!
@sandraguarani90
sandperalta90@gmail.com
Buenos Aires.
1 comentarios - Sandraguarani90 relato ogia nocturna