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Cómo conocí a mí macho

Una chica en un camino desolado...


En medio de aquella ruta desolada encontré un parador bastante completo. Había duchas y entonces pensé que podría pegarme un baño después de unos cuantos días.

El polvo del camino y el calor habían hecho estragos en mi cuerpo . Estaba además un poco cansada. La soledad a veces pega fuerte.

Pero aquella era mi aventura y mi decisión así es que no tenía de que arrepentirme.

Entré en el lugar y enseguida también entraron un par de hombres que andaban por los caminos.

Pedí un agua y los tipos me miraban con ganas de cojerme o al menos eso me pareció.

Estaba cansada, en aquel parador varias mujeres, en distintas mesas, eso me tranquilizó en un aspecto, por lo menos, me dije no soy la única mujer aquí.
__¡Quiero darme una ducha!
__¡Bien son treinta pesos !__ dijo secamente el encargado
__¡Bueno, gracias
__¿Sabes donde están?
__¡Sí, sí__ dije y salí de aquel bar que lentamente se estaba llenando de gente. Caminé unos cuantos metros cruzándome con gente variada, sobretodo hombres barbudos y enormes. Miraban y sonreían entre ellos, no le hice caso y me metí a las duchas.

Una mujer salió con su pelo húmedo. Se escuchaba el caer del agua en el piso, deduje que había otras personas bañándose.

Miré alrededor, no se escuchaban demasiados ruidos. Me fui quitando la ropa que ya me molestaba. Gocé infinitamente cuando me metí por fin en la ducha.
El agua estaba tibia, hermosa. Me relajé por completo, casi me duermo por el cansancio que traía encima.
Estaba secándome con el toallón cuando escuche unas rias, que no eran precisamente de mujeres, quedé quieta escuchando.
De pronto en el marco de la puerta la figura de un hombre sobresaltó.
__¡Mira que tenemos aquí Lucho!!__ dijo con voz grave un barbudo que medía como dos metros
__¿Qué hay?__ dijo Lucho, asomándose y riéndose como un loquito, también era grande pero no tanto como el barba
__¿Qué hacen aquí?__ pregunté medio tontamente
__¡Tu sabes!__ dijo el barba , pelando una verga gigante, negra gruesa, y peluda.
__¡Vamos a divertirnos!!__ dijo Lucho
__¡Voy a gritar!!__ alcance a decir pero una mano gruesa me tapo la boca y el toallón cayó al piso. Las manos me apretaron las tetas. Forcejee cuanto pude hasta que la verga del barba lleno por completó mi boca. El otro tiraba de mi pelo y me lamía las tetas, y me acariciaba la concha, yo pateaba, y golpeaba se me caían las lagrimas pero casi no podía respirar con aquel trozo enorme en mi garganta.
__¡Mira la puta, ahhh, dijo Lucho!!__
mientras entraba y se movía en mi boca. La saliva chorreaba a mares, la sacaba un poco, yo hacía arcadas y respiraba y me la volvía a meter dentro me llegaba hasta el fondo de la campanilla, tenía un olor nauseabundo, me sostenía del pelo, y me habían arrastrado hasta adentro de las ducha, escuche como lucho cerraba la puerta y como que la trancaba con algo...
__¡Creo que le encanta la verga!!__ comentaba mientras me la metía hasta adentro de mi garganta.

Lucho, se acercó y me metía los dedos en la concha cómo que era bruto, me metía los dedos en la concha, y me tocaba el culo como queriéndose meter adentro, yo producía arcadas, cada ves más por qué me la estaba metiendo toda, ya no podía ni respirar, y en un momento sentí que se incrustaban en mi ojete, lo laceraban, lo escarbaban y también lo iban abriendo, en contra de mi voluntad.

__¡Oh que culito precioso tiene esta nena!!__ casi gemía el tal Lucho que ya blandía fuera de sus pantalones una verga gorda y endurecida. La rozaba por mis piernas, yo me movía pero estaba a punto de agotarme, además, me lastimaba el roce con el piso.

El hombre barba de pronto dando un enorme gruñido de oso, fue llenándome la boca con su semen, aunque hacía arcadas y me revolvía el estómago, igual tragué un montón de aquellos jugos de ese hombre.

Finalmente salió de mi boca, pero de lejos de terminar, su lugar lo ocupo Lucho. Su poronga entró en mi boca y empezó a moverse como si fuera dentro de mi concha, que ya tenía la lengua del barbado dentro, raspándome, hundiéndose en ella.

__¡Ohhh mira como chorrea…la perra está caliente!!__ aunque no lo quería mis jugos rebalsaban por todos lados, no podía detenerlos. Y en algún punto sentí que era la puta de aquellos babosos.

Lucho tiraba mis cabellos y me hundía la verga hasta la campanilla, me producía arcadas y eso hacía que salivara mucho mas . Eso le encantaba, evidentemente, porque sus gemidos eran sarpados y exagerados, yo mordía mis labios.
La lengua del barbado invadió mi ojete caliente. Lo babeaba y se abría un poco mas a cada chupada suya. Hundió un dedo y sacó mi primer gemido, fue inconsciente, pero salió.
__¡Ohh si goza perrita, te gusta como a mi ahhh ahhh, siii, síi!!!__ casi gritaba el barba.

Suponía que cuando Lucho terminara me dejarían en paz. Este empezó a temblar, y su verga se puso mucho mas dura, me atraganté, y sus escupitajos bañaron mi garganta hasta el fondo, golpeando, y yo tragando, el sudor bañaba todo mi cuerpo como si nunca me hubiese duchado.

Luego de unos momentos Lucho mordía mis tetas, sentí el algo en mi ojete. Allá entraba el barbudo y yo retozando sin querer en el piso, debo confesar que ya lo había echo por el culo y me ha gustado..

El barba comenzó a ir y venir una vez dentro, yo apenas respiraba, no quería hacerles notar que me encantaba, aunque no fuera de común acuerdo, porque finalmente me estaban abusando.

__¡Le gusta, le gusta, te encanta putita!!__ decía Lucho lamiendo mis orejas mientras su verga buscaba levantarse otra vez. Recuerdo que pensé en ese momento que esos tipos estaban muy calientes.

__¡Tienes un hermoso culo mamita!!__ me decía el barba mientras me serruchaba a una velocidad bastante rápida. Me apretaba los senos y pellizcaba mis pezones, los retorcía y yo gritaba de dolor eran unos hijos de puta, pero me tenía Caliente.

Con mis manos Lucho hizo que lo tocara. Las bolas estaban hinchadas. Se las acariciaba, el gemía y me indicaba, llevándome las manos a su gusto. Las recorría, y el se sacudía de rodillas, mientras se notaba que su poronga se iba alzando a medida que las caricias se profundizaban.

El barba amigo de Lucho me sodomizaba a placer. Daba gritos y suspiraba de forma casi salvaje.

Las bolas de Lucho llegaron a mi boca y las lamí una a una despacio. En eso el barba apuró mucho mas sus bombeadas y me fue llenando el ojete de leche, tuve uno de los orgasmos mas increíbles de mi vida. Creo que hasta me oriné y todo, no quería, pero me sacaron un orgasmo increíble, Lo que a los hombres les pareció maravilloso.

Repitieron el mismo circuito. Una vez que salió el barbado de mi culo, Lucho entró con su verga un poco mas corta pero divertida igual y cogiéndome de forma desordenada y salvaje, muy caliente. Yendo y viniendo suspirando y largando soplidos raros, babeando.

Me taladraba sin descanso cómo que se sacaron la calentura, Con migo y en eso llegue a mí segundo orgasmo, pero esta ves creo que no se dieron cuenta, yo estaba ensartada por la boca y por el culo en una ducha con las puertas cerradas, en un parador, en medio de la nada , y el barba mucho mas voraz que su compañero me la metía hasta casi ahogarme me pasaba la campanilla, y me sacudía la cabeza de una forma bestial , cuando estaba por acabar me la metió, hasta el fondo y apretó mí cabeza contra su pansa, y comenzó a descargar ríos de semen en mi abierta garganta.
Quedé con la boca apoyada en el suelo húmedo. Lucho salió de mi culo no sé si me acabo o no.

Los sentí moverse, como que se colocaban las ropas. Yo no podía moverme. Me chorreaba la leche y olía a verga mal.
Después de un rato me fui incorporando. Me sentía sucia, humillada, sentí rabia y pensaba que podía haber hecho otra cosa.

Al rato me puse de pie y volví a meterme en las duchas. Estuve un buen rato.

Necesitaba dormir. Cuando alcance una cama esa tarde creo que me desmaye.

Al día siguiente arme mí mochila y me puse en marcha nuevamente, tratando de olvidar el episodio desagradable del día anterior,

Llevaba caminando como 2 horas la mochila me pesaba y un camión se detuvo cerca de mi en aquella ruta.

Apuré para subir. No termine se subir y el camión arranco, Cuando estuve arriba vi el rosto del conductor Era el barba que sonreía fumando un cigarro

__¡Hola preciosa!__ saludó sonriendo.
Yo lo putee y no sé cuántas cosas le dije y me quería bajar, y hasta estaba por saltar pero el desgraciado aceleraba más, al cabo de un par de horas viajando charlamos hablamos me pidió disculpas, y me dijo que yo era hermosa, y no sé cuántas cosas más.


Bueno el tema es que recorrimos el camino juntos, nos deteníamos en cualquier parte, el conocía mucho la zona, y empezamos a coger entre los árboles, en el camión, por adelante por atrás, por todos lados, vivía tomándome la leche de su verga como que me había echo adicta, pasaba kilómetros y kilómetros peteando como u a desaforada, jajjaja una ves casi chocamos, por eso, me enamoré de esa verga gorda, cada kilómetro que hacía era un pete seguro, y me acababa siempre en la garganta, siempre la tenía dura y dura, siempre estaba al palo.
aunque yo era muy joven el viejo me utilizaba a su antojo no se que le vi, pero asia lo que quería, con migo...

Al cabo de un tiempo me hacía cojer con un par de camioneros más.

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