Autor Ferlo
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Como les relaté, mi mujer
Laura se convirtió en la instructora sexual de mi sobrina Mariela,
instrucción que realmente no necesitaba ya que tenía más
información en ese tema que ella, incluso por la afición
de Mariela por la penetración anal, mi esposa también se
aficionó a esta técnica, sus agujeros traseros dilatados
por el frecuente uso era mi destino permanente, terminaron compartiendo
mi verga en todos los estilos y culiándome entre ambas, dormíamos
juntos y desnudos caminábamos en la casa y yo manejé con
el mejor criterio mi relación esposo-tío-amante, Laura se
arrechaba sobremanera el verme hacer el amor con mi sobrina sobre todo
cuando la enculaba. El resto del semestre fue una temporada deliciosa disfrutando
y siendo atendido por mis dos mujeres, incluso cuando Laura que por la
salud de su anciano padre, viajaba a visitarlo, Mariela era la esposa sustituta
y dormíamos juntos desnudos, los celos no dieron para nada, por
la habilidad para no crear diferencias.
Al final del semestre escolar de
Mariela debía pasar sus vacaciones en casa, por lo que Laura me
insinuó que como Julia mi hermana tenía tanto tiempo sin
venir a nuestra ciudad, sería conveniente que ocupara el sitio de
Mariela y como ella iba a estar viajando donde su padre, atendiera en su
ausencia el apartamento.
Nos comunicamos con mi hermana y
le propusimos su venida y aceptó encantada, ya que desde su matrimonio
esa lejana zona rural había sido su única morada, pero nos
pidió si la podía acompañar la pequeña Sonia,
y le manifesté que a pesar de lo pequeño del apartamento
eran bienvenidas y que acá nos acomodábamos.
Mariela se despidió esa noche,
ofreciéndome una mamada especial, mientras yo chupaba el chocho
de mi esposa sentada en mi cara, luego se la metí a mi sobrina en
su vagina que se sentó en mi palo, a estas alturas se tragaba mi
verga de un solo golpe y tenía mejoradas todas sus técnicas.
Habíamos coordinado que el
transporte que traía a mi hermana y a mi sobrinita de su pueblo,
recogiera a Mariela para su regreso, en la mañana recibimos a las
dos visitantes en la Central de Transporte y despachamos a Mariela quien
poniéndome una mano sobre el bulto prometió pronto regreso.
Cuando Julia llegó me abrazó,
mantenía sus bellos rasgos, sus cejas tupidas sobre unos ojos negros
le daban un aspecto exótico y a sus 35 años a pesar de su
precaria situación económica mantenía un cuerpo saludable,
el vestido cerrado hasta el cuello no podía ocultar sus grandes
tetas, características de nuestra familia. Mi sobrina Sonia, era
un encanto de chica, por su vitalidad y alegría que le daba su espíritu
extrovertido, sin embargo eso mismo le daba es toque de inocente malicia,
desde que llegó me dio tremendo beso en la mejilla y se colgó
de mí, como siempre lo hace con su tío preferido.
Cuando tuve oportunidad le dije
a mi sobrina al oído, "Sonia, estás tan preciosa que
provoca morderte".
-"Eso espero tío y que
lo haga donde me gusta", me contestó sonriendo pícaramente.
-"Lo haremos bien rico, pero
cuidado con tu mamá que no nos sorprenda, no debe sospechar lo que
ya hicimos, OK."
Julia estaba sorprendida como había
cambiado la ciudad, pero más Sonia que quedó maravillada
de las vías y edificios, fuimos a comer y caminar centros comerciales.
Por la noche fuimos al apartamento
donde mi mujer las ubicó en el estudio y les preparó la cama
de Mariela que por pequeña, apenas les quedaba justo para las dos.
Por la mañana del sábado temprano llevé a Laura al
aeropuerto que viajaba por una semana donde su familia, mientras dejé
durmiendo nuestra visita en casa, con un beso nos despedimos, a eso de
las 8 a.m. estaba de regreso a casa, tenía el día para las
visitas.
Apenas se estaban levantaban, Julia
con un camisón largo y un poco raído por el uso sobre todo
en la zona de las nalgas. Me senté en la sala que era parte de su
cuarto dado que el estudio anexo era su alcoba. Julia se desperezó
levantando sus brazos y las axilas estaba llenas de vellos largos, recordé
que ellas en esa zona rural no se depilan. Cuando mi hermana pasó
a mi cuarto en dirección al baño no pude evitar mirar su
trasero, yo sabía que ellas dormían sin panty, su raja se
alcanzaba a percibir y un buen culo se apreciaba moviéndose. Seguí
tras de ella mirando sus nalgas y le dije" Julia acuérdame
para cambiarte esa bata, está muy gastada". En el cuarto se
miró al espejo y se volteó viendo que la raja se veía
claramente a través de la tela gastada.
-"Fernando que pena, si se
me ven todas las nalgas".
-No te preocupes que estamos en
familia, además todavía tienes un bonito cuerpo, recuerdo
que eras la bella de la familia, déjame y te veo que hace tanto
que no nos podemos ver que no te recuerdo mucho, sabes que no había
tenido en cuenta como tienes de grandes los pechos." . Notando sus
globos y sus pezones a través de la ligera bata. Caminó a
través del cuarto viéndole lo ancha de caderas que se había
vuelto, volví a mirar sus nalgas que algo gorditas pero sin celulitis
-"Sabes que con los embarazos
se me crecieron mucho y los pezones los tengo muy grandes. Mira que tiene
que ser mi hermano el que se da cuenta de lo quedan de mis encantos ya
que mi marido ni cuenta se da, es un buen hombre, pero sin ninguna atención,
bueno me voy a bañar para preparar el desayuno".
Entró al baño cerrando
la puerta y sentí el chorro cuando orinó, al momento, le
oigo que dice,
-"Fernando cómo funciona
la ducha, primera vez que entro a una moderna".
-"¿Quieres que entre
y te indique?"
"Bueno pero pásame una
toalla, que acá no hay".
Tomé una pequeña toalla
y mi hermana sacó la mano, se la puso enfrente tapandose las tetas
y la chocha pero los lados y toda la espalda quedó descubierta o
sea que sus nalgas estaban al aire. Entré al baño pero ella
se recostó a la pared para que no la viera medio en pelotas.
-"Bueno, menos mal que eres
mi hermano de otra forma estaría apenada"
-"Tranquila, que no eres la
primera mujer que veo desnuda ni espero que sea la ultima, además
entre familia tiene que haber confianza"
La pequeña toalla apenas
la cubría por delante, sus muslos estaban firmes, la hice seguir
dentro de ducha, su espalda y sus nalgas quedaron expuestas y cuando levantó
la pierna y se abrió la toalla y de reojo alcancé a ver su
pubis velludo.
Le di las indicaciones y salí,
pero por extraño que parezca me excitó la fugaz visión
de mi hermana y quise ver mejor.
Cuando salió del baño
en su toallita yo estaba sentado en la cama, y tenía una botella
de crema para la piel en la mano, se la entregué y le dije, -"Veo
que tienes la piel de las piernas algo seca usa esto."
-"¿Cómo se aplica
eso?".
-"Déjame y te enseño,
acuéstate en la cama, boca arriba"
Se acostó con la toallita
encima y la toalla apenas tapaba medio muslo, ella tenía las piernas
cerradas pudorosamente. Regué la crema en su muslo derecho y comencé
a masajearlo, luego pasé al otro y sentí que distendía
los músculos abriendo un poco las piernas, levemente subí
la punta de la toalla y me agaché un poco…¡¡¡Qué
mata de vellos tenia mi hermana.!!! . Seguí sobándola y mirando
los largos pelos que cubrían sus labios. No me pareció prudente
seguir mirando a mi propia hermana y además la verga se comenzaba
a parar y no quería dar una mala impresión. Julia se trató
de levantar y pero al hacerlo abrió las piernas, me mostró
su poblado canal un instante. Mi vista quedó clavada entre su coño.
Ella observó mi mirada y me preguntó sonriendo.
-" Qué retratada te
di, se me vio todita, ¡Estoy muy velluda!, ¿cierto?"
-"No te vi bien pero despreocúpate
así estás bien, pero mejor vístete que creo ya se
despertó Sonia, y te va a encontrar así conmigo, entra al
baño a cambiarte"
-"Bueno nada puede decir, si
somos hermanos, ¿cierto?
-"Verdad que sí, si
somos de la familia". Dijo mientras entraba al baño, sus nalgas
eran dignas de admiración. Mi hermana no era tan complicada en ese
aspecto.
Fui a comprobar si mi sobrina había
despertado, estaba acostada con la sabana descubierta adormilada sobre
un costado, aprovechando que su mamá estaba en el baño le
levanté la bata, ¡que cuerpo tan lindo la piel banca de sus
piernas y allí en centro su ya conocido pubis peludo, pasé
la mano por su coño y le acaricié los pelos, entreabrió
los ojos y al verme me sonrió, con su falda levantada impúdicamente
abrió las piernas para que se le viera mejor, pasé un dedo
por su grieta, luego a mi boca, lo saboreé sonriéndole.
Sonia se levantó tenía
una bata de tiritas a la rodilla en uso de retiro forzado, sus pechos trataban
de salirse por los lados, me abrazó apretando sus tetas contra mí,
me besó a lado de la boca y yo puse mi mano en una de sus tetas,
sobando sus pezones y le dije en voz baja,
-"Sonia te siguen creciendo,
están grandísimas". Efectivamente en los últimos
6 meses había subido unas dos tallas, y la bata era insuficiente
para contenerlas y por tener una apertura en el escote se veía toda
la división y parte de los globos.
-"¿Pero te parecen feas?.
-" No al contrario se te ven
lindas, más tarde te las voy a chupar, ves al baño que tu
mamá ya va a salir".
La acompañé hasta
la alcoba donde me senté en mi cama. Mi hermana regresó del
baño y se sentó a mi lado, mientras Sonia se metió
en el baño sin cerrar la puerta, se levantó la bata dejándonos
ver su peludo coño y se sentó en el sanitario oyéndose
su chorro, su mamá le dijo,
" Muchacha cierra esa puerta
que te ve todo"
Ay, mami, pero si es mi tío
qué importa, además ya acabé". Se levantó
la bata para limpiarse y abrió las piernas, nuevamente pude apreciar
su mota negra.
El ver la chocha de mi hermana y
de mi sobrina me pusieron arrecho y la verga se me comenzó a parar.
Decidí salir del cuarto e ir a la sala para dejarlas solas para
que se organizaran.
Desayunamos y salimos a conocer
el resto de la ciudad, regresando por la noche al apartamento
A la hora de acostarnos y viendo
que las dos iban a dormir en la pequeña cama le dije a mi hermana,
-" Julia ustedes están
incomodas en esa camita, yo estoy solo en mi cama doble, si alguna de ustedes
quiere pasarse a mi cama no tengo ningún inconveniente"
A Sonia se le iluminó la
cara e inmediatamente dijo, – " Mami, yo dormiré con mi tío,
anoche dormí muy mal aquí"
Pero Julia replicó, "Sonia
ni pensarlo, tienes el peor sueño, ya que te mueves y pateas toda
la noche, no dejarás dormir a tu tío, así que te dejaré
sola en esta cama y yo dormiré en la cama de mi hermano", con
la protesta de Sonia nos retiramos a dormir.
Entré a lavarme los dientes
al baño y cuando salí, mi hermana estaba sólo en pantaletas
colocándose la bata, alcancé a ver sus grandes tetas se veían
apetecibles, se giró dándome la espalda, yo no le di mayor
importancia y abrí una gaveta para sacar un boxer para dormir, observé
que pasó al baño y se sacó el calzón y comenzó
a lavarlo en lavamanos, cuando regresó al estar iluminado el baño
su cuerpo quedó revelado, sus caderas se translucían poderosas
y en medio de las piernas una separación que presumía anchos
labios, me senté en la cama y comencé a quitarme la ropa,
mi hermana solo me miraba desde el otro lado de la cama, a mis 38 años
mi cuerpo se mantenía en forma, estando desnudo y dándole
la espalda me paré, mi hermana solo veía mis nalgas y mi
espalda, me coloqué el boxer, nos acostamos y le dije:
-"Te acuerdas cuando fuimos
de visita donde la tía Rosa y que después de jugar entre
el barro, ensuciamos la sala, nos hizo bañar juntos para que nos
laváramos la tierra pegada, y eso que ya estábamos grandecitos,
recuerdo que nos tocó enjabonarnos el uno al otro "
-"Claro que lo recuerdo, me
dio pena porque ya tenía las tetas grandes y hacía tiempo
no nos bañábamos juntos, pero ya sabes como era la tía
de estricta".
-"No solamente las tetas grandes,
sino la chocha peluda"
-" Bueno a también ya
se te veía el pene largo y grueso, me acuerdo que no querías
darme el frente, y cuando me tocó jabonarte el pecho y bajé
hasta los pelos se te paró el pene y no quisiste voltearte de nuevo
hasta que nos vestimos. Eras más tímido que yo. Qué
tiempos ¿cierto?.
-"Oye Julia, yo en esta época
normalmente duermo desnudo, así que sólo me pondré
este pantaloncillo, es que este cuarto es muy caliente, ¿no te parece?.
-"Es cierto y yo con esta bata
de clima frío, estoy que me aso."
-" Bueno, yo tengo el remedio,
ahí está la ropa de dormir de Laura que puedes usar y es
mas fresca.
Me levanté y saque un babydoll
blanca algo transparente que hacía poco le había regalado
a mi mujer y se lo pasé a Julia, ella entró al baño
se lo puso, definitivamente cómo cambió, se veía hermosamente
sexy, se colocó las manos delante de los senos y el coño,
diciendo,
-"Fernando, esto esta tan pequeño
y transparente, creo que se me ve todo."
-"Quítate las manos
y te digo." Julia levantó las manos y efectivamente, los pezones
se notaban claramente, pero lo que me llamó la atención fue
la gran mancha negra que ofrecía su pubis sin panty.
Tratando de quitarle importancia
a su aspecto le dije, "No tampoco es tanto, total estoy yo solo".
Apagué la luz de la mesa
de noche pero la luz del baño quedó encendida, nos acostamos
y me tapé con una pequeña manta que tenia, Julia me dijo,
" Fernando esta temperatura
es fuerte, yo ni me pienso tapar así que si no lo quieres no lo
hagas tú."
Se acostó dándome
la espalda, la bata apenas cubría sus nalgas, el borde estaba a
centímetros de donde comenzaba su culo, para evitar la excitación
también me volteé dándole la espalda
Traté de dormirme pero las
imagines de las visiones de las vulvas de mi hermana y mi sobrina me trastornaban
el sueño, estando de espalda por lo menos no veía la sensual
imagen de mi hermana no era tan evidente, sentí a mi hermana moverse
inquieta en su lado, como a la media hora la sentí respirar rítmicamente,
luego yo me dormí, me volví a despertar a las 6 a.m., me
coloqué boca arriba y miré a mi hermana apoyado por la luz
que provenía del baño y el alba que ya llegaba, ¡¡¡La
bata se había subido y todo su bosque peludo estaba descubierto,
la alfombra de pelos sin depilar por años cubría todo su
triángulo y pasaba a sus muslos!!!, Una pequeña línea
de vellos mas finos subía hasta el ombligo, la verga reaccionó
ante tal estimulo, me bajé un poco el interior y la saqué
por encima del boxer, la sentí dura, me la comencé a pajear
lentamente, me levanté para observársela mejor, sus vellos
mas tupidos estaban al inicio de la raja, ¡¡¡qué
coño se gasta mi hermana!!!, ¡¡¡Con razón
sus hijas tenían el chocho tan velludo!!!, Me fascinó su
vulva, pensé en acercar mi nariz y olerle la chocha pero cuando
me levantaba, Julia probablemente por la luz mañanera, abrió
los ojos, solo me tocó acostarme rápido y cerrar los ojos
haciéndome el dormido, pero mi picha siguió apuntando el
techo. Cuando Julia terminó de abrir los ojos se encontró
con el palo de su hermano afuera y parado, yo trataba de sostener el ritmo
de la respiración para que nos diera cuenta que estaba despierto,
entreabrí los párpados y la vi mirando detenidamente mi herramienta,
acercó la cara y la detalló, tomó el borde del interior
para cubrirla pero estaba muy templada y no lo pudo hacer, luego me la
agarró suavemente por el tronco y lo apretó apreciando su
dureza, el contacto con su mano dio como un corrientazo, bajó mi
prepucio, la roja cabeza quedó descubierta y trató de meterla
en el pantaloncillo, pero por la rigidez se lo impidió, yo abrí
los ojos como si apenas me despertara y la vi forcejeando con mi pene,
– "¿Qué pasó, qué me haces?".
-"No es lo que piensas, seguro
estabas soñando, se te paró y se salió del pantaloncillo,
te la estaba guardando por si Sonia se levanta no te encontrara así,
pero la tienes muy dura",
Yo seguía con mi verga afuera
y parada, mi hermana viéndola dijo,
-" Por cierto que vergota tienes
con esa cabezota tan grande, Laura debe estar feliz, mi marido solo tiene
la mitad tuya, pero ojo guárdala, ya debe estar Sonia por levantarse,
yo me voy a bañar".
Apenas entro al baño me fui
para la cama de Sonia, mi sobrinita estaba dormida, me quité el
interior, le coloque la punta de la verga en la boca, ella abrió
los ojos y al verme me sonrió, me preguntó,
-"¿ Dónde está
mi mama?",
-" En el baño, puedes
chuparla ahora", le contesté,
Abrió los labios e introduje
la cabeza roja en su boca, comenzó a chupar y a lamer.
– "Tío, hace seis meses
que no la probaba,".
Ella acostada y yo metiéndosela
y sacándosela de la boca joven pero experta me puso a 1000. Me puso
una mano en la nalga para manejar el ritmo. Con la arrechera que cargaba
mi orgasmo se aceleró, descargué un paquete de la leche acumulada
en la garganta de mi sobrina que apenas podía tragar, pero lo soportó,
se levantó de la cama, con sus labios escurriendo mi semen, me besó
en la boca, pude sentir mi propio sabor, baje mi mano y la metí
en su coño, ente los pelos localicé su clítoris y
lo masajeé,
-" Tío, tengo unas ganas
de comerte la verga pero con la chucha, cuándo me la vas a meter,
estoy caliente por ti desde que llegué"
-" Creí que tu mamá
me dejaría dormir contigo y hubiéramos culiado a gusto. Déjame
y pienso, ya se me ocurrirá algo".
Metí mi dedo central en su
coño que estaba muy baboso lo introduje hasta el fondo, el cálido
interior de mi sobrina me incitó a meter otro dedo más, pero
al tiempo oí la puerta del baño abrirse, solté a mi
sobrina que se volvió a acostar me puse el boxer y fui a la cocina
simulando buscar agua, regresé a la alcoba, mi hermana estaba en
panty y estaba colocándose el brasier arreglando un broche que no
funcionaba, el par de globos los se balanceaban,
-"¿Qué te pasa?"
Pregunté.
Al verme se tapó los senos
con las manos pero estas eran insuficientes para cubrir semejantes ubres.
-"Es que los brasieres ya están
muy trajinados, me ayudas a colocarlos".
Me puse a engancharlo cuando entró
Sonia, quien vio la escena de su tío y su mamá en interiores,
pero su mamá con los senos medio cubiertos, pero siguió derecho
para el baño, sin cerrar la puerta, oí el chorro de orín
en el sanitario, como pude enganché el brasier, Julia ya sin pena
se giró y pude observar en detalle sus tetas, voluminosas con finas
venas en la piel, los pezones gruesos y oscuros y al borde de las rosetas
unos vellos esparcidos. Tratando que pareciera un cariñito familiar
tomé entre mis dedos su pezón y lo palpé, la porción
de carne se puso dura.
-"Se ven bien, son bonitas",
le susurré.
– "Gracias, me alegro que te
gusten", me sonrío.
En el baño oímos un
chapoteo, nos asomamos al baño, era Sonia que había llenando
la bañera y totalmente desnuda estaba acostada pataleando botando
agua por los lados, su mamá le increpó,
-" Muchacha, salte de ahí
estas inundando todo",
Sonia se salió de la bañera
con sus conocidos encantos descubiertos, los grandes senos y su velludo
chocho, con su carita de niña regañada, se salió del
baño, yo permanecía impávido viendo desnuda a mi sobrina
delante de su madre.
-"No te preocupes que los pisos
están impermeabilizados", intervine yo.
-"Bueno, sécate y ves
a vestirte que ya le mostraste todo el culo a tu tío", terció
riéndose Julia.
La niña tomó una toalla,
mientas desnuda se secaba lentamente su cabellera, yo veía sus gordas
nalgas paraditas y sus senos balancearse.
Al salir dijo, – " Bueno él
me ve el culo, pero es mi tío, pero él también te
ve las tetas".
-" Sí pero yo soy su
hermana y nos hemos visto desnudos desde pequeños.", replicó,
no siendo del todo falso el argumento.
Dejé a Julia arreglando la
cama y yo entré a bañarme pero dejé la puerta abierta,
entré a la ducha y comencé a jabonarme, Julia apareció
con una toalla en la puerta, yo puse mis manos sobre la verga al verla,
Julia me dice,
-" Para que te la cubres si
ya te la vi de cerca y bien parada, por cierto; ¡Sigues siendo tímido!.
Me quité las manos de la
picha y Julia se quedo viéndola y dijo, "Sabes que también
se ve bien". Y salió del baño.
Terminamos de vestirnos y por ser
domingo decidimos visitar unos parientes lejanos que querían ver
a mi hermana y Sonia se la pasó corriendo con sus parientes, sobre
todo los varones que querían ponerle las manos encima sobre todo
en las tetas, Julia se dio cuenta que el juego era un pretexto para agarrar
las ubres de su hija y que ella no oponía mayor resistencia, más
bien facilitaba el contacto, en esa visita se nos fue el día, nos
fuimos al apartamento pues hacia una temperatura infernal.
Cómo la noche anterior Julia
se vino a dormir a mi cama, me dio la espalda y se sacó el vestido
y luego me dice,
-"Ayúdame a quitarme
este brasier, pues tú lo enganchaste esta mañana",
Acudí en su ayuda y le quite
la prenda, se desbordaron sus globos,
-" ¿No te pesan mucho
esos melones?.
-"Realmente no pesan tanto,
si quieres pésalos".
Tomé él más
próximo y lo sopesé con una mano, se lo agarré con
la otra sobándoselo con cuidado, las dos manos apenas alcanzaban
a cubrir su globo carnoso, la piel suave se le erizó y sus puntas
se pararon y yo seguía sobando, para darle algo de conversación,
le pregunté:
-"¿Cuál es tu
talla?".
-"Bueno creo que 38 C.¡
Ojo, cuidado de pronto viene la niña!", Retiró su teta
de mi mano, se puso la batica blanca y se fue al baño a lavar su
interior. Mi hermana me dice:
-" Fernando me voy a bañar
pues no aguanto el calor" y entró al baño,
Pasé donde mi sobrina y comprobé
que ya dormía, regresé y me desnudé, abrí la
puerta del baño, el agua corría por el desnudo cuerpo de
mi hermana que estaba de espaldas ¡ qué buenas nalgas tiene
la condenada!,
-"Creo que también me
voy a bañar, dame lugar".
Julia se giró y se cubrió
la velluda y oscura mata de vellos, miró mi picha que sin estar
templada ya tenía una buena erección.
-"¿Dónde está
la niña?".
– "Tranquila que Sonia está
durmiendo de lo cansada que vino"
-"Menos mal, porque no quisiera
que nos encontrara en bola, a pesar que somos hermanos, pues ya estamos
como grandes para bañarnos juntos, mira que te volvió a pasar
lo mismo desde la última vez, tienes la verga bien parada"
-"Bueno tu también has
cambiado, mírate esas tetotas y ese coño tan grande, pero
bueno, dame campo"
Entré a la ducha y mi verga
se tropezó con su muslo, otra vez con su nalga y ahora si estaba
totalmente templada, Julia se agachó a jabonarse los pies y la cabeza
de la verga quedó a pulgadas de su cara, de reojo miraba la tranca
que le apuntaba, me quedé quieto y cuando se levantó mi glande
tocó su mejilla, entonces yo me agaché simulando a lavarme
los tobillos, pero mirando descaradamente, la ensortijada vulva de mi hermana
con sus pelos húmedos y la raja a centímetros de mi rostro,
ella tuvo algo de pena porque se giró dándome las nalgas
pero con las piernas algo abiertas, enmarcada por sus buenas nalgas podía
ver entre sus piernas el matorral negro de sus pelos, desde esa visión
los pendejos escurrían el agua jabonosa que caía, las fibras
de 6 cm cual líquenes goteantes destilaban el líquido, pensé
que la leche se iba a salir sola, mientras me agachaba más para
detallarle los labios Julia volteó la cara y me sorprendió
mirándola ensimismado entre las piernas, solo le dije:
-"Julia qué chucha tan
peluda tienes, sabes".
-"Siempre he tenido el coño
bien velludo. Por la forma como le miras creo que te gusta o me equivoco".
-"Tienes razón, no te
equivocas, se ve provocativo, quieres que te jabone las piernas",
-"Bueno ya que estás
agachado, jabóname por detrás, que yo lo hago por delante".
Tomé el jabón y comencé
a pasarlo por su espalda y enseguida pasé a las nalgas, bajé
a las piernas, puse una mano por fuera y una por dentro una de la pierna,
cuando subí arriba de sus muslos, el dorso de la mano que iba por
dentro tocó su pelambre, pensé que iba a molestarse pero
solo abrió las piernas un poco, con confianza metí mi mano
entre las piernas cogiendo sus labios peludos haciendo el que se los jabonaba
un momento, froté sus pendejos y volví a pasar rápidamente
a las nalgas, las abrí miré su chiquito, lavé su hueco
trasero y mi hermana tan tranquila, mi excitación estaba al máximo
me levanté para no derramarme ahí mismo y cerré la
ducha.
Nos salimos desnudos del baño
y le dije "Por favor sécame".
Comenzó por la espalda y
bajó a mis nalgas donde se demoró más de la cuenta,
"Tienes buena cola. Voltéate". Mi verga sin ninguna vergüenza
estaba estirada, y por momentos palpitaba de la arrechera, me secó
el pecho, la barriga y tranquilamente se puso a secar mi picha, La agarró
con una mano y le peló la cabeza hasta atrás, sin soltarla
pasó a las bolas y me dijo:
-"Óyeme, hermanito que
picha tan dura tienes, y más gruesa de lo que me acordaba, la tuya
y la de mi marido son las únicas que he visto y agarrado, pero está
preciosa í y caliente", mientras seguía sobándola, yo
estaba arrechísimo.
Tomé su cara y dirigí
el glande descubierto directamente a sus labios.
– "Me alegro que te guste.
Sabes Julia vas ha tener que hacerme el favor de chupármela, la
leche la tengo muy cerca, creo que sabes hacerlo, ¿cierto?.
-" Bueno hermanito tu mujer
me dejó encargada de la casa, supongo que para remplazar a Laura
debo hacerlo bien, además desde que te vi ayer en la cama con la
picha afuera, me provocó mamártela".
Sin más se metió el
trozo en la boca chupando la cabeza, mientras me masajeaba el garrote,
metió media verga en su boca, la sacó le pasó la lengua
a la cabeza y luego la engulló hasta donde pudo, ¡¡¡qué
visión!!!. Mi palo entrando y saliendo entre sus labios, no aguanté
más se vino el chorro de leche que se disparó a su garganta,
de la impresión se sacó la verga de la boca, otro golpeó
su barbilla y el último cayó en su pecho.
-"De verdad que estabas caliente,
te viniste enseguida y cómo botaste de leche, apenas pude tomármela.
Pero ahora el problema lo tengo yo, con esa mamada que te hice ahora estoy
bien arrecha, me vas a tener hacer el favor de meterme la verga, quiero
probar ese tamaño", me dijo mi hermana.
-"Acuéstate en la cama
y abre las piernas que yo te soluciono esa calentura."
Cuando Julia abrió el compás
de sus piernas y vi de cerca su Monte de Venus, me dejó asombrado
por la vulva que manejaba, no era solamente lo peludo de su coño,
sus labios de casi dos centímetros de ancho cada uno, era la avenida
boscosa más impresionante vista, abrí los labios y su semilla
apareció entre la fibrosa alfombra. Bajé mi cara y al fin
chupé ese coño tan ansiado, lamí su botón mientras
gemía, su clítoris como un frijol estaba durisimo, su jugo
baja en abundancia y así lo bebí, respiraba ansiosamente,
levanté sus piernas poniendo sus rodillas contra sus tetas y apareció
el hoyo trasero que era tan velludo como sus labios, aparté los
pelos y clavé mi lengua y lo lamí a gusto.
-"Fernando, no importa que
seas mi hermano pero quiero tu verga dentro de mi coño pero ahora,
¡¡¡qué arrechera tengo!!!".
Ya mi palo estaba en forma, levanté
sus piernas y las puse en mis hombros, me coloqué entre las piernas
de Julia y poniendo el glande entre labios, decidí penetrar a mi
propia hermana, hundí mi garrote lentamente disfrutando la clavada,
se la metí con toda la premeditación, con el incesto estaba
consumado, mientras me miraba a los ojos me dijo,
– "Te voy a confesar algo,
No sabes cuantas pajas me he aplicado cuando recordaba tu verga en el baño
de la tía Rosa, me he sobado mucho la pepita recordándola,
es que mi marido a veces me deja iniciada y así me bajo la arrechera,
de verdad está tan sabrosa como lo supuse así que muévela
bien, Ohí .me estás tocando el fondooooí . donde nunca ha llegado
mi marido, ahora sí me siento bien llena". – Bajé mi
boca a sus tetas y comencé a morder sus pezones, se irguieron desde
las inflamadas roseta, apenas me cabían en la boca, encorvándome
encima de mi hermana chupando sus tetas y metiéndosela al tiempo,
la oía gemir:
-" Asi, Así,í Por favor
í ¡¡¡clávame más!!!.
Se la metía hasta el fondo,
la sacaba y la volvía a meter, ayudado por la abundante lubricación,
de pronto pasó sus piernas alrededor de mi cintura teniéndome
ensartado hasta el fondo presionando mis nalgas con sus talones, nuestros
pubis chocaron, los pendejos se revolvieron, la vagina de Julia era un
guante que me ordeñaba, mi semen pidió vía y se desbordó,
descarga sobre descarga dentro de su vulva, mientras Julia clavaba sus
uñas en mi espalda, su orgasmo estaba en lo más alto, refregando
activamente su clítoris ansioso contra la base de mi picha.
-"¡¡¡ Ay
carajoí .Qué ricoí hermanito. ..me matasteí , ésto sí
es un polvo!!!!. ¡¡¡Espero volverme a comer tu picha
todos estos días!!!"
Todavía encima de mi hermana
y con la verga dentro de ella levanté la vista, pude ver que dos
ojos desde el oscuro fondo exterior de la puerta nos observaban excitadosí
Capitulo anterior
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**""**
Como les relaté, mi mujer
Laura se convirtió en la instructora sexual de mi sobrina Mariela,
instrucción que realmente no necesitaba ya que tenía más
información en ese tema que ella, incluso por la afición
de Mariela por la penetración anal, mi esposa también se
aficionó a esta técnica, sus agujeros traseros dilatados
por el frecuente uso era mi destino permanente, terminaron compartiendo
mi verga en todos los estilos y culiándome entre ambas, dormíamos
juntos y desnudos caminábamos en la casa y yo manejé con
el mejor criterio mi relación esposo-tío-amante, Laura se
arrechaba sobremanera el verme hacer el amor con mi sobrina sobre todo
cuando la enculaba. El resto del semestre fue una temporada deliciosa disfrutando
y siendo atendido por mis dos mujeres, incluso cuando Laura que por la
salud de su anciano padre, viajaba a visitarlo, Mariela era la esposa sustituta
y dormíamos juntos desnudos, los celos no dieron para nada, por
la habilidad para no crear diferencias.
Al final del semestre escolar de
Mariela debía pasar sus vacaciones en casa, por lo que Laura me
insinuó que como Julia mi hermana tenía tanto tiempo sin
venir a nuestra ciudad, sería conveniente que ocupara el sitio de
Mariela y como ella iba a estar viajando donde su padre, atendiera en su
ausencia el apartamento.
Nos comunicamos con mi hermana y
le propusimos su venida y aceptó encantada, ya que desde su matrimonio
esa lejana zona rural había sido su única morada, pero nos
pidió si la podía acompañar la pequeña Sonia,
y le manifesté que a pesar de lo pequeño del apartamento
eran bienvenidas y que acá nos acomodábamos.
Mariela se despidió esa noche,
ofreciéndome una mamada especial, mientras yo chupaba el chocho
de mi esposa sentada en mi cara, luego se la metí a mi sobrina en
su vagina que se sentó en mi palo, a estas alturas se tragaba mi
verga de un solo golpe y tenía mejoradas todas sus técnicas.
Habíamos coordinado que el
transporte que traía a mi hermana y a mi sobrinita de su pueblo,
recogiera a Mariela para su regreso, en la mañana recibimos a las
dos visitantes en la Central de Transporte y despachamos a Mariela quien
poniéndome una mano sobre el bulto prometió pronto regreso.
Cuando Julia llegó me abrazó,
mantenía sus bellos rasgos, sus cejas tupidas sobre unos ojos negros
le daban un aspecto exótico y a sus 35 años a pesar de su
precaria situación económica mantenía un cuerpo saludable,
el vestido cerrado hasta el cuello no podía ocultar sus grandes
tetas, características de nuestra familia. Mi sobrina Sonia, era
un encanto de chica, por su vitalidad y alegría que le daba su espíritu
extrovertido, sin embargo eso mismo le daba es toque de inocente malicia,
desde que llegó me dio tremendo beso en la mejilla y se colgó
de mí, como siempre lo hace con su tío preferido.
Cuando tuve oportunidad le dije
a mi sobrina al oído, "Sonia, estás tan preciosa que
provoca morderte".
-"Eso espero tío y que
lo haga donde me gusta", me contestó sonriendo pícaramente.
-"Lo haremos bien rico, pero
cuidado con tu mamá que no nos sorprenda, no debe sospechar lo que
ya hicimos, OK."
Julia estaba sorprendida como había
cambiado la ciudad, pero más Sonia que quedó maravillada
de las vías y edificios, fuimos a comer y caminar centros comerciales.
Por la noche fuimos al apartamento
donde mi mujer las ubicó en el estudio y les preparó la cama
de Mariela que por pequeña, apenas les quedaba justo para las dos.
Por la mañana del sábado temprano llevé a Laura al
aeropuerto que viajaba por una semana donde su familia, mientras dejé
durmiendo nuestra visita en casa, con un beso nos despedimos, a eso de
las 8 a.m. estaba de regreso a casa, tenía el día para las
visitas.
Apenas se estaban levantaban, Julia
con un camisón largo y un poco raído por el uso sobre todo
en la zona de las nalgas. Me senté en la sala que era parte de su
cuarto dado que el estudio anexo era su alcoba. Julia se desperezó
levantando sus brazos y las axilas estaba llenas de vellos largos, recordé
que ellas en esa zona rural no se depilan. Cuando mi hermana pasó
a mi cuarto en dirección al baño no pude evitar mirar su
trasero, yo sabía que ellas dormían sin panty, su raja se
alcanzaba a percibir y un buen culo se apreciaba moviéndose. Seguí
tras de ella mirando sus nalgas y le dije" Julia acuérdame
para cambiarte esa bata, está muy gastada". En el cuarto se
miró al espejo y se volteó viendo que la raja se veía
claramente a través de la tela gastada.
-"Fernando que pena, si se
me ven todas las nalgas".
-No te preocupes que estamos en
familia, además todavía tienes un bonito cuerpo, recuerdo
que eras la bella de la familia, déjame y te veo que hace tanto
que no nos podemos ver que no te recuerdo mucho, sabes que no había
tenido en cuenta como tienes de grandes los pechos." . Notando sus
globos y sus pezones a través de la ligera bata. Caminó a
través del cuarto viéndole lo ancha de caderas que se había
vuelto, volví a mirar sus nalgas que algo gorditas pero sin celulitis
-"Sabes que con los embarazos
se me crecieron mucho y los pezones los tengo muy grandes. Mira que tiene
que ser mi hermano el que se da cuenta de lo quedan de mis encantos ya
que mi marido ni cuenta se da, es un buen hombre, pero sin ninguna atención,
bueno me voy a bañar para preparar el desayuno".
Entró al baño cerrando
la puerta y sentí el chorro cuando orinó, al momento, le
oigo que dice,
-"Fernando cómo funciona
la ducha, primera vez que entro a una moderna".
-"¿Quieres que entre
y te indique?"
"Bueno pero pásame una
toalla, que acá no hay".
Tomé una pequeña toalla
y mi hermana sacó la mano, se la puso enfrente tapandose las tetas
y la chocha pero los lados y toda la espalda quedó descubierta o
sea que sus nalgas estaban al aire. Entré al baño pero ella
se recostó a la pared para que no la viera medio en pelotas.
-"Bueno, menos mal que eres
mi hermano de otra forma estaría apenada"
-"Tranquila, que no eres la
primera mujer que veo desnuda ni espero que sea la ultima, además
entre familia tiene que haber confianza"
La pequeña toalla apenas
la cubría por delante, sus muslos estaban firmes, la hice seguir
dentro de ducha, su espalda y sus nalgas quedaron expuestas y cuando levantó
la pierna y se abrió la toalla y de reojo alcancé a ver su
pubis velludo.
Le di las indicaciones y salí,
pero por extraño que parezca me excitó la fugaz visión
de mi hermana y quise ver mejor.
Cuando salió del baño
en su toallita yo estaba sentado en la cama, y tenía una botella
de crema para la piel en la mano, se la entregué y le dije, -"Veo
que tienes la piel de las piernas algo seca usa esto."
-"¿Cómo se aplica
eso?".
-"Déjame y te enseño,
acuéstate en la cama, boca arriba"
Se acostó con la toallita
encima y la toalla apenas tapaba medio muslo, ella tenía las piernas
cerradas pudorosamente. Regué la crema en su muslo derecho y comencé
a masajearlo, luego pasé al otro y sentí que distendía
los músculos abriendo un poco las piernas, levemente subí
la punta de la toalla y me agaché un poco…¡¡¡Qué
mata de vellos tenia mi hermana.!!! . Seguí sobándola y mirando
los largos pelos que cubrían sus labios. No me pareció prudente
seguir mirando a mi propia hermana y además la verga se comenzaba
a parar y no quería dar una mala impresión. Julia se trató
de levantar y pero al hacerlo abrió las piernas, me mostró
su poblado canal un instante. Mi vista quedó clavada entre su coño.
Ella observó mi mirada y me preguntó sonriendo.
-" Qué retratada te
di, se me vio todita, ¡Estoy muy velluda!, ¿cierto?"
-"No te vi bien pero despreocúpate
así estás bien, pero mejor vístete que creo ya se
despertó Sonia, y te va a encontrar así conmigo, entra al
baño a cambiarte"
-"Bueno nada puede decir, si
somos hermanos, ¿cierto?
-"Verdad que sí, si
somos de la familia". Dijo mientras entraba al baño, sus nalgas
eran dignas de admiración. Mi hermana no era tan complicada en ese
aspecto.
Fui a comprobar si mi sobrina había
despertado, estaba acostada con la sabana descubierta adormilada sobre
un costado, aprovechando que su mamá estaba en el baño le
levanté la bata, ¡que cuerpo tan lindo la piel banca de sus
piernas y allí en centro su ya conocido pubis peludo, pasé
la mano por su coño y le acaricié los pelos, entreabrió
los ojos y al verme me sonrió, con su falda levantada impúdicamente
abrió las piernas para que se le viera mejor, pasé un dedo
por su grieta, luego a mi boca, lo saboreé sonriéndole.
Sonia se levantó tenía
una bata de tiritas a la rodilla en uso de retiro forzado, sus pechos trataban
de salirse por los lados, me abrazó apretando sus tetas contra mí,
me besó a lado de la boca y yo puse mi mano en una de sus tetas,
sobando sus pezones y le dije en voz baja,
-"Sonia te siguen creciendo,
están grandísimas". Efectivamente en los últimos
6 meses había subido unas dos tallas, y la bata era insuficiente
para contenerlas y por tener una apertura en el escote se veía toda
la división y parte de los globos.
-"¿Pero te parecen feas?.
-" No al contrario se te ven
lindas, más tarde te las voy a chupar, ves al baño que tu
mamá ya va a salir".
La acompañé hasta
la alcoba donde me senté en mi cama. Mi hermana regresó del
baño y se sentó a mi lado, mientras Sonia se metió
en el baño sin cerrar la puerta, se levantó la bata dejándonos
ver su peludo coño y se sentó en el sanitario oyéndose
su chorro, su mamá le dijo,
" Muchacha cierra esa puerta
que te ve todo"
Ay, mami, pero si es mi tío
qué importa, además ya acabé". Se levantó
la bata para limpiarse y abrió las piernas, nuevamente pude apreciar
su mota negra.
El ver la chocha de mi hermana y
de mi sobrina me pusieron arrecho y la verga se me comenzó a parar.
Decidí salir del cuarto e ir a la sala para dejarlas solas para
que se organizaran.
Desayunamos y salimos a conocer
el resto de la ciudad, regresando por la noche al apartamento
A la hora de acostarnos y viendo
que las dos iban a dormir en la pequeña cama le dije a mi hermana,
-" Julia ustedes están
incomodas en esa camita, yo estoy solo en mi cama doble, si alguna de ustedes
quiere pasarse a mi cama no tengo ningún inconveniente"
A Sonia se le iluminó la
cara e inmediatamente dijo, – " Mami, yo dormiré con mi tío,
anoche dormí muy mal aquí"
Pero Julia replicó, "Sonia
ni pensarlo, tienes el peor sueño, ya que te mueves y pateas toda
la noche, no dejarás dormir a tu tío, así que te dejaré
sola en esta cama y yo dormiré en la cama de mi hermano", con
la protesta de Sonia nos retiramos a dormir.
Entré a lavarme los dientes
al baño y cuando salí, mi hermana estaba sólo en pantaletas
colocándose la bata, alcancé a ver sus grandes tetas se veían
apetecibles, se giró dándome la espalda, yo no le di mayor
importancia y abrí una gaveta para sacar un boxer para dormir, observé
que pasó al baño y se sacó el calzón y comenzó
a lavarlo en lavamanos, cuando regresó al estar iluminado el baño
su cuerpo quedó revelado, sus caderas se translucían poderosas
y en medio de las piernas una separación que presumía anchos
labios, me senté en la cama y comencé a quitarme la ropa,
mi hermana solo me miraba desde el otro lado de la cama, a mis 38 años
mi cuerpo se mantenía en forma, estando desnudo y dándole
la espalda me paré, mi hermana solo veía mis nalgas y mi
espalda, me coloqué el boxer, nos acostamos y le dije:
-"Te acuerdas cuando fuimos
de visita donde la tía Rosa y que después de jugar entre
el barro, ensuciamos la sala, nos hizo bañar juntos para que nos
laváramos la tierra pegada, y eso que ya estábamos grandecitos,
recuerdo que nos tocó enjabonarnos el uno al otro "
-"Claro que lo recuerdo, me
dio pena porque ya tenía las tetas grandes y hacía tiempo
no nos bañábamos juntos, pero ya sabes como era la tía
de estricta".
-"No solamente las tetas grandes,
sino la chocha peluda"
-" Bueno a también ya
se te veía el pene largo y grueso, me acuerdo que no querías
darme el frente, y cuando me tocó jabonarte el pecho y bajé
hasta los pelos se te paró el pene y no quisiste voltearte de nuevo
hasta que nos vestimos. Eras más tímido que yo. Qué
tiempos ¿cierto?.
-"Oye Julia, yo en esta época
normalmente duermo desnudo, así que sólo me pondré
este pantaloncillo, es que este cuarto es muy caliente, ¿no te parece?.
-"Es cierto y yo con esta bata
de clima frío, estoy que me aso."
-" Bueno, yo tengo el remedio,
ahí está la ropa de dormir de Laura que puedes usar y es
mas fresca.
Me levanté y saque un babydoll
blanca algo transparente que hacía poco le había regalado
a mi mujer y se lo pasé a Julia, ella entró al baño
se lo puso, definitivamente cómo cambió, se veía hermosamente
sexy, se colocó las manos delante de los senos y el coño,
diciendo,
-"Fernando, esto esta tan pequeño
y transparente, creo que se me ve todo."
-"Quítate las manos
y te digo." Julia levantó las manos y efectivamente, los pezones
se notaban claramente, pero lo que me llamó la atención fue
la gran mancha negra que ofrecía su pubis sin panty.
Tratando de quitarle importancia
a su aspecto le dije, "No tampoco es tanto, total estoy yo solo".
Apagué la luz de la mesa
de noche pero la luz del baño quedó encendida, nos acostamos
y me tapé con una pequeña manta que tenia, Julia me dijo,
" Fernando esta temperatura
es fuerte, yo ni me pienso tapar así que si no lo quieres no lo
hagas tú."
Se acostó dándome
la espalda, la bata apenas cubría sus nalgas, el borde estaba a
centímetros de donde comenzaba su culo, para evitar la excitación
también me volteé dándole la espalda
Traté de dormirme pero las
imagines de las visiones de las vulvas de mi hermana y mi sobrina me trastornaban
el sueño, estando de espalda por lo menos no veía la sensual
imagen de mi hermana no era tan evidente, sentí a mi hermana moverse
inquieta en su lado, como a la media hora la sentí respirar rítmicamente,
luego yo me dormí, me volví a despertar a las 6 a.m., me
coloqué boca arriba y miré a mi hermana apoyado por la luz
que provenía del baño y el alba que ya llegaba, ¡¡¡La
bata se había subido y todo su bosque peludo estaba descubierto,
la alfombra de pelos sin depilar por años cubría todo su
triángulo y pasaba a sus muslos!!!, Una pequeña línea
de vellos mas finos subía hasta el ombligo, la verga reaccionó
ante tal estimulo, me bajé un poco el interior y la saqué
por encima del boxer, la sentí dura, me la comencé a pajear
lentamente, me levanté para observársela mejor, sus vellos
mas tupidos estaban al inicio de la raja, ¡¡¡qué
coño se gasta mi hermana!!!, ¡¡¡Con razón
sus hijas tenían el chocho tan velludo!!!, Me fascinó su
vulva, pensé en acercar mi nariz y olerle la chocha pero cuando
me levantaba, Julia probablemente por la luz mañanera, abrió
los ojos, solo me tocó acostarme rápido y cerrar los ojos
haciéndome el dormido, pero mi picha siguió apuntando el
techo. Cuando Julia terminó de abrir los ojos se encontró
con el palo de su hermano afuera y parado, yo trataba de sostener el ritmo
de la respiración para que nos diera cuenta que estaba despierto,
entreabrí los párpados y la vi mirando detenidamente mi herramienta,
acercó la cara y la detalló, tomó el borde del interior
para cubrirla pero estaba muy templada y no lo pudo hacer, luego me la
agarró suavemente por el tronco y lo apretó apreciando su
dureza, el contacto con su mano dio como un corrientazo, bajó mi
prepucio, la roja cabeza quedó descubierta y trató de meterla
en el pantaloncillo, pero por la rigidez se lo impidió, yo abrí
los ojos como si apenas me despertara y la vi forcejeando con mi pene,
– "¿Qué pasó, qué me haces?".
-"No es lo que piensas, seguro
estabas soñando, se te paró y se salió del pantaloncillo,
te la estaba guardando por si Sonia se levanta no te encontrara así,
pero la tienes muy dura",
Yo seguía con mi verga afuera
y parada, mi hermana viéndola dijo,
-" Por cierto que vergota tienes
con esa cabezota tan grande, Laura debe estar feliz, mi marido solo tiene
la mitad tuya, pero ojo guárdala, ya debe estar Sonia por levantarse,
yo me voy a bañar".
Apenas entro al baño me fui
para la cama de Sonia, mi sobrinita estaba dormida, me quité el
interior, le coloque la punta de la verga en la boca, ella abrió
los ojos y al verme me sonrió, me preguntó,
-"¿ Dónde está
mi mama?",
-" En el baño, puedes
chuparla ahora", le contesté,
Abrió los labios e introduje
la cabeza roja en su boca, comenzó a chupar y a lamer.
– "Tío, hace seis meses
que no la probaba,".
Ella acostada y yo metiéndosela
y sacándosela de la boca joven pero experta me puso a 1000. Me puso
una mano en la nalga para manejar el ritmo. Con la arrechera que cargaba
mi orgasmo se aceleró, descargué un paquete de la leche acumulada
en la garganta de mi sobrina que apenas podía tragar, pero lo soportó,
se levantó de la cama, con sus labios escurriendo mi semen, me besó
en la boca, pude sentir mi propio sabor, baje mi mano y la metí
en su coño, ente los pelos localicé su clítoris y
lo masajeé,
-" Tío, tengo unas ganas
de comerte la verga pero con la chucha, cuándo me la vas a meter,
estoy caliente por ti desde que llegué"
-" Creí que tu mamá
me dejaría dormir contigo y hubiéramos culiado a gusto. Déjame
y pienso, ya se me ocurrirá algo".
Metí mi dedo central en su
coño que estaba muy baboso lo introduje hasta el fondo, el cálido
interior de mi sobrina me incitó a meter otro dedo más, pero
al tiempo oí la puerta del baño abrirse, solté a mi
sobrina que se volvió a acostar me puse el boxer y fui a la cocina
simulando buscar agua, regresé a la alcoba, mi hermana estaba en
panty y estaba colocándose el brasier arreglando un broche que no
funcionaba, el par de globos los se balanceaban,
-"¿Qué te pasa?"
Pregunté.
Al verme se tapó los senos
con las manos pero estas eran insuficientes para cubrir semejantes ubres.
-"Es que los brasieres ya están
muy trajinados, me ayudas a colocarlos".
Me puse a engancharlo cuando entró
Sonia, quien vio la escena de su tío y su mamá en interiores,
pero su mamá con los senos medio cubiertos, pero siguió derecho
para el baño, sin cerrar la puerta, oí el chorro de orín
en el sanitario, como pude enganché el brasier, Julia ya sin pena
se giró y pude observar en detalle sus tetas, voluminosas con finas
venas en la piel, los pezones gruesos y oscuros y al borde de las rosetas
unos vellos esparcidos. Tratando que pareciera un cariñito familiar
tomé entre mis dedos su pezón y lo palpé, la porción
de carne se puso dura.
-"Se ven bien, son bonitas",
le susurré.
– "Gracias, me alegro que te
gusten", me sonrío.
En el baño oímos un
chapoteo, nos asomamos al baño, era Sonia que había llenando
la bañera y totalmente desnuda estaba acostada pataleando botando
agua por los lados, su mamá le increpó,
-" Muchacha, salte de ahí
estas inundando todo",
Sonia se salió de la bañera
con sus conocidos encantos descubiertos, los grandes senos y su velludo
chocho, con su carita de niña regañada, se salió del
baño, yo permanecía impávido viendo desnuda a mi sobrina
delante de su madre.
-"No te preocupes que los pisos
están impermeabilizados", intervine yo.
-"Bueno, sécate y ves
a vestirte que ya le mostraste todo el culo a tu tío", terció
riéndose Julia.
La niña tomó una toalla,
mientas desnuda se secaba lentamente su cabellera, yo veía sus gordas
nalgas paraditas y sus senos balancearse.
Al salir dijo, – " Bueno él
me ve el culo, pero es mi tío, pero él también te
ve las tetas".
-" Sí pero yo soy su
hermana y nos hemos visto desnudos desde pequeños.", replicó,
no siendo del todo falso el argumento.
Dejé a Julia arreglando la
cama y yo entré a bañarme pero dejé la puerta abierta,
entré a la ducha y comencé a jabonarme, Julia apareció
con una toalla en la puerta, yo puse mis manos sobre la verga al verla,
Julia me dice,
-" Para que te la cubres si
ya te la vi de cerca y bien parada, por cierto; ¡Sigues siendo tímido!.
Me quité las manos de la
picha y Julia se quedo viéndola y dijo, "Sabes que también
se ve bien". Y salió del baño.
Terminamos de vestirnos y por ser
domingo decidimos visitar unos parientes lejanos que querían ver
a mi hermana y Sonia se la pasó corriendo con sus parientes, sobre
todo los varones que querían ponerle las manos encima sobre todo
en las tetas, Julia se dio cuenta que el juego era un pretexto para agarrar
las ubres de su hija y que ella no oponía mayor resistencia, más
bien facilitaba el contacto, en esa visita se nos fue el día, nos
fuimos al apartamento pues hacia una temperatura infernal.
Cómo la noche anterior Julia
se vino a dormir a mi cama, me dio la espalda y se sacó el vestido
y luego me dice,
-"Ayúdame a quitarme
este brasier, pues tú lo enganchaste esta mañana",
Acudí en su ayuda y le quite
la prenda, se desbordaron sus globos,
-" ¿No te pesan mucho
esos melones?.
-"Realmente no pesan tanto,
si quieres pésalos".
Tomé él más
próximo y lo sopesé con una mano, se lo agarré con
la otra sobándoselo con cuidado, las dos manos apenas alcanzaban
a cubrir su globo carnoso, la piel suave se le erizó y sus puntas
se pararon y yo seguía sobando, para darle algo de conversación,
le pregunté:
-"¿Cuál es tu
talla?".
-"Bueno creo que 38 C.¡
Ojo, cuidado de pronto viene la niña!", Retiró su teta
de mi mano, se puso la batica blanca y se fue al baño a lavar su
interior. Mi hermana me dice:
-" Fernando me voy a bañar
pues no aguanto el calor" y entró al baño,
Pasé donde mi sobrina y comprobé
que ya dormía, regresé y me desnudé, abrí la
puerta del baño, el agua corría por el desnudo cuerpo de
mi hermana que estaba de espaldas ¡ qué buenas nalgas tiene
la condenada!,
-"Creo que también me
voy a bañar, dame lugar".
Julia se giró y se cubrió
la velluda y oscura mata de vellos, miró mi picha que sin estar
templada ya tenía una buena erección.
-"¿Dónde está
la niña?".
– "Tranquila que Sonia está
durmiendo de lo cansada que vino"
-"Menos mal, porque no quisiera
que nos encontrara en bola, a pesar que somos hermanos, pues ya estamos
como grandes para bañarnos juntos, mira que te volvió a pasar
lo mismo desde la última vez, tienes la verga bien parada"
-"Bueno tu también has
cambiado, mírate esas tetotas y ese coño tan grande, pero
bueno, dame campo"
Entré a la ducha y mi verga
se tropezó con su muslo, otra vez con su nalga y ahora si estaba
totalmente templada, Julia se agachó a jabonarse los pies y la cabeza
de la verga quedó a pulgadas de su cara, de reojo miraba la tranca
que le apuntaba, me quedé quieto y cuando se levantó mi glande
tocó su mejilla, entonces yo me agaché simulando a lavarme
los tobillos, pero mirando descaradamente, la ensortijada vulva de mi hermana
con sus pelos húmedos y la raja a centímetros de mi rostro,
ella tuvo algo de pena porque se giró dándome las nalgas
pero con las piernas algo abiertas, enmarcada por sus buenas nalgas podía
ver entre sus piernas el matorral negro de sus pelos, desde esa visión
los pendejos escurrían el agua jabonosa que caía, las fibras
de 6 cm cual líquenes goteantes destilaban el líquido, pensé
que la leche se iba a salir sola, mientras me agachaba más para
detallarle los labios Julia volteó la cara y me sorprendió
mirándola ensimismado entre las piernas, solo le dije:
-"Julia qué chucha tan
peluda tienes, sabes".
-"Siempre he tenido el coño
bien velludo. Por la forma como le miras creo que te gusta o me equivoco".
-"Tienes razón, no te
equivocas, se ve provocativo, quieres que te jabone las piernas",
-"Bueno ya que estás
agachado, jabóname por detrás, que yo lo hago por delante".
Tomé el jabón y comencé
a pasarlo por su espalda y enseguida pasé a las nalgas, bajé
a las piernas, puse una mano por fuera y una por dentro una de la pierna,
cuando subí arriba de sus muslos, el dorso de la mano que iba por
dentro tocó su pelambre, pensé que iba a molestarse pero
solo abrió las piernas un poco, con confianza metí mi mano
entre las piernas cogiendo sus labios peludos haciendo el que se los jabonaba
un momento, froté sus pendejos y volví a pasar rápidamente
a las nalgas, las abrí miré su chiquito, lavé su hueco
trasero y mi hermana tan tranquila, mi excitación estaba al máximo
me levanté para no derramarme ahí mismo y cerré la
ducha.
Nos salimos desnudos del baño
y le dije "Por favor sécame".
Comenzó por la espalda y
bajó a mis nalgas donde se demoró más de la cuenta,
"Tienes buena cola. Voltéate". Mi verga sin ninguna vergüenza
estaba estirada, y por momentos palpitaba de la arrechera, me secó
el pecho, la barriga y tranquilamente se puso a secar mi picha, La agarró
con una mano y le peló la cabeza hasta atrás, sin soltarla
pasó a las bolas y me dijo:
-"Óyeme, hermanito que
picha tan dura tienes, y más gruesa de lo que me acordaba, la tuya
y la de mi marido son las únicas que he visto y agarrado, pero está
preciosa í y caliente", mientras seguía sobándola, yo
estaba arrechísimo.
Tomé su cara y dirigí
el glande descubierto directamente a sus labios.
– "Me alegro que te guste.
Sabes Julia vas ha tener que hacerme el favor de chupármela, la
leche la tengo muy cerca, creo que sabes hacerlo, ¿cierto?.
-" Bueno hermanito tu mujer
me dejó encargada de la casa, supongo que para remplazar a Laura
debo hacerlo bien, además desde que te vi ayer en la cama con la
picha afuera, me provocó mamártela".
Sin más se metió el
trozo en la boca chupando la cabeza, mientras me masajeaba el garrote,
metió media verga en su boca, la sacó le pasó la lengua
a la cabeza y luego la engulló hasta donde pudo, ¡¡¡qué
visión!!!. Mi palo entrando y saliendo entre sus labios, no aguanté
más se vino el chorro de leche que se disparó a su garganta,
de la impresión se sacó la verga de la boca, otro golpeó
su barbilla y el último cayó en su pecho.
-"De verdad que estabas caliente,
te viniste enseguida y cómo botaste de leche, apenas pude tomármela.
Pero ahora el problema lo tengo yo, con esa mamada que te hice ahora estoy
bien arrecha, me vas a tener hacer el favor de meterme la verga, quiero
probar ese tamaño", me dijo mi hermana.
-"Acuéstate en la cama
y abre las piernas que yo te soluciono esa calentura."
Cuando Julia abrió el compás
de sus piernas y vi de cerca su Monte de Venus, me dejó asombrado
por la vulva que manejaba, no era solamente lo peludo de su coño,
sus labios de casi dos centímetros de ancho cada uno, era la avenida
boscosa más impresionante vista, abrí los labios y su semilla
apareció entre la fibrosa alfombra. Bajé mi cara y al fin
chupé ese coño tan ansiado, lamí su botón mientras
gemía, su clítoris como un frijol estaba durisimo, su jugo
baja en abundancia y así lo bebí, respiraba ansiosamente,
levanté sus piernas poniendo sus rodillas contra sus tetas y apareció
el hoyo trasero que era tan velludo como sus labios, aparté los
pelos y clavé mi lengua y lo lamí a gusto.
-"Fernando, no importa que
seas mi hermano pero quiero tu verga dentro de mi coño pero ahora,
¡¡¡qué arrechera tengo!!!".
Ya mi palo estaba en forma, levanté
sus piernas y las puse en mis hombros, me coloqué entre las piernas
de Julia y poniendo el glande entre labios, decidí penetrar a mi
propia hermana, hundí mi garrote lentamente disfrutando la clavada,
se la metí con toda la premeditación, con el incesto estaba
consumado, mientras me miraba a los ojos me dijo,
– "Te voy a confesar algo,
No sabes cuantas pajas me he aplicado cuando recordaba tu verga en el baño
de la tía Rosa, me he sobado mucho la pepita recordándola,
es que mi marido a veces me deja iniciada y así me bajo la arrechera,
de verdad está tan sabrosa como lo supuse así que muévela
bien, Ohí .me estás tocando el fondooooí . donde nunca ha llegado
mi marido, ahora sí me siento bien llena". – Bajé mi
boca a sus tetas y comencé a morder sus pezones, se irguieron desde
las inflamadas roseta, apenas me cabían en la boca, encorvándome
encima de mi hermana chupando sus tetas y metiéndosela al tiempo,
la oía gemir:
-" Asi, Así,í Por favor
í ¡¡¡clávame más!!!.
Se la metía hasta el fondo,
la sacaba y la volvía a meter, ayudado por la abundante lubricación,
de pronto pasó sus piernas alrededor de mi cintura teniéndome
ensartado hasta el fondo presionando mis nalgas con sus talones, nuestros
pubis chocaron, los pendejos se revolvieron, la vagina de Julia era un
guante que me ordeñaba, mi semen pidió vía y se desbordó,
descarga sobre descarga dentro de su vulva, mientras Julia clavaba sus
uñas en mi espalda, su orgasmo estaba en lo más alto, refregando
activamente su clítoris ansioso contra la base de mi picha.
-"¡¡¡ Ay
carajoí .Qué ricoí hermanito. ..me matasteí , ésto sí
es un polvo!!!!. ¡¡¡Espero volverme a comer tu picha
todos estos días!!!"
Todavía encima de mi hermana
y con la verga dentro de ella levanté la vista, pude ver que dos
ojos desde el oscuro fondo exterior de la puerta nos observaban excitadosí
2 comentarios - Mis inocentes Sobrinas IV