Lucia, la hija de nuestra infiel amiga Fátima, acababa de cumplir 18 años. Su madre, como la mayoría de ellas, sabia bien de las inquietudes de esta y como no quería que acabara con unos cualquieras haciendo alguna locura y estupidez, decidió hablarlo con ella y la acabo convenciendo para que tuviera su primer trio con gente de confianza y que conocía como Jose y yo.
Habíamos quedado en casa de Jose. Lucia llego nerviosa y guapísima. Vestía con una camiseta negra, asimétrica, sin mangas y ajustada, marcando sus pechitos, una minifalda negra abrochada en un lateral con un botón grande, y además llevaba unas medias transparentes, brillantes, resaltando sus largas piernas.
Al principio Lucia estaba muy cortada, sentada en el sofá entre nosotros, así que Jose decidió, mientras charlábamos, tomarnos unos chupitos de tequila. Al segundo, Lucia comenzó a soltarse y contarnos cosas más íntimas. Tras un nuevo chupito, yo no aguante más y comencé a acariciar una de sus piernas. Lucia me miro sorprendida y yo, tras sonreírla, me incline sobre ella para empezar a besarla el cuello. Esta comenzó a respirar soltando el aire fuertemente. Cuando deje de oírla hacer esto, mire y vi que comenzó a besarse con Jose, que también la acaricia una pierna. Nos empezamos a besar los 2 con ella y nuestras manos ya no solo acariciaban sus piernas. Ahora entraban por su minifalda y acariciamos su coñito tapado.
A Lucia se la notaba en la cara que estaba muy caliente. Nos levantamos y seguimos besándonos de pie. Ahora además la acariciamos el culo y los pechos. No pude resistirme más y la desabroché el botón lateral de la faldita y, según lo solté, esta cayó al suelo. Se la veía deliciosa con las medias y ese tanguita negro, debajo de estas. La volvimos a acariciar culo y coño, mientras nos besamos con ella.
Jose cogió la camiseta y se la quito, dejándola con un sujetador negro sin tirantes, que redondeaba sus pechitos. Agachamos nuestras cabezas para mordisqueárselos con el puesto, hasta que Jose la pidió que se lo quitara. En cuanto vimos aquellos pezones comenzamos a lamérselos y morderlos hasta que se pusieron bien duros. Yo introduje mi mano por sus medias y tanga y comencé a masturbarla. En ese momento, Lucia, soltó un suspiro profundo.
Nos fuimos a la habitación de Jose y sentamos a Lucia en el borde de la cama. Jose me pregunto qué prefería primero y elegí comerla el coño a Lucia. Me arrodillé entre sus piernas y comencé a acariciarla las piernas subiendo hacia su coñito. Comencé a mordisquearlo tapadito, hasta que mis manos llegaron a él. La rompí las medias, aparte su tanga a un lado y comencé a besarla el coño mientras la miraba fijamente. Esta me miraba también con cara de gusto, hasta que Jose comenzó a desnudarse y su mirada cambio hacia él. Jose se colocó de pie en la cama, al lado de Lucia que, tímidamente, comenzó a hacerle una mamada. Entonces yo metí mi lengua bien dentro de su coño y comencé a comérselo.
Lucia no tardó mucho en correrse en mi boca. Entonces me levante y me desnude también. Me senté al lado de Lucia, a la que hice que me agarrara la polla y comenzara a masturbarme mientras seguía mamándosela a Jose. Una de mis manos comenzó a acariciar sus pechitos. Jose la mando colocarse a gatas, con su cabeza hacia mí. Lucia comenzó a comerme la polla. La mamada era muy buena, suave y profunda. Jose se colocó a gatas detrás de ella, se puso un condón y comenzó a follarla. Cuando recibió la primera penetración soltó un gemidito y prosiguió con la mamada hacia mí. Jose la follaba suave y yo comencé a acompañar su cabeza con mi mano.
La di un condón a Lucia, me lo puso y se sentó encima de mí, mirándome. Mi polla entro en su ajustado coño y comenzamos a follar. Lucia se movía despacito, pero sin detenerse. Jose se nos acerco y se besaba con ella. Yo agache mi cabeza para mordisquear sus pechitos. Jose se bajó y se colocó de pie detrás de Lucia. La hice girar y seguí follándola. Lucia se inclinó y volvió a comérsela a Jose. Mis manos acariciaban sus piernas y sus pechitos.
Tumbamos a Lucia en la cama y Jose se coloco de rodillas entre sus piernas. Las puso contra su pecho y volvió a follarla. Yo me senté al lado de Lucia, que volvió a masturbarme. Al poco, me coloqué a gatas con la polla sobre su cara y empecé a follarla la boca. Cambiamos posiciones Jose y yo para, ahora, yo follarla el coño y el, la boca.
Levante a Lucia y la coloque apoyada y mirando la pared. Me puse detrás de ella y volví a follarla. Jose se coloco al lado y Lucia le masturbaba. Mis manos pellizcaban sus pezones, bien duros. Cuando Jose se colocó detrás de Lucia, y estaba follándola, la pregunto si había probado el anal. Nos confeso que era virgen por el y cuando dijo que quería que se lo desvirgáramos, nos miramos sonriendo.
La colocamos a gatas en el borde de la cama y nos pusimos detrás de ella, comenzando a dilatarla el ano, con nuestros dedos y saliva. Cuando lo tuvo ya mas o menos bien dilatado, le deje a Jose el honor de ser el primero, pues el la conocía de muchos más años. Cuando comenzó a metérsela, Lucia empezó a chillar de dolor. Jose paro, pero esta, entre esos gritos, le pedía que por favor no parara. Este continuo y comenzó a follárselo despacito. Yo me senté delante de ella y la pedí que me la volviera a comer. De vez en cuando paraba para soltar algún quejido, y yo de vez en cuando la apretaba la cabeza para meterle la polla entera, provocándola alguna pequeña arcada.
Cuando cambiamos esta vez, yo seguí follándola el culo despacito, dándola algún azote en él, mientras que Jose se quitó el condón pues estaba ya para correrse. Lucia se la volvió a comer y no paro hasta que este se corrió sin avisarla y con ella en su boca bien dentro. Esta no estaba acostumbrada y no fue capaz de tragarlo todo, por lo que fue cayéndola semen por los labios.
Volví a meter mi polla en el coño de Lucia, follándoselo algo más rápido que las otras veces. La cogí su larga melena y tire de ella, haciendo así más fuerza. Jose cogió el móvil de Lucia y la pidió que lo desbloqueara. Se tumbo a su lado e hizo un selfi, donde salíamos los tres y se lo mando a Fátima. Cuando yo estaba para correrme saque mi polla, me quite el condón y me masturbe. Cuando Lucia se sentó en el borde de la cama, agarro mi polla y siguió masturbándome, lamiendo mi glande. Tampoco la avise de que me iba a correr y cuando me exploto y salió todo el semen, la deje la carita bien blanca. Esta comenzó a reírse y Jose la volvió a hacer una foto para su madre. Tras eso, me lamio la polla limpiándomela.
Lucia fue al baño a limpiarse y cuando salió la esperábamos en el salón para tomar una última copa, aun todos desnudos. Tras esta y unos cuantos besos, nos vestimos. Lucia y yo nos fuimos en mi coche. Cada vez que parábamos en un semáforo nos besábamos y aprovechaba el roto de sus medias para acariciarla el coño e incluso masturbarla. Íbamos tan cachondos que, al final, tuve que parar en un callejón para que Lucia se pusiera a gatas en el asiento y me hiciera una mamada nuevamente. Yo también la volví a masturbar sin parar y a una buena velocidad. Lucia se corrió antes que yo, dejándome el dedo bien mojadito. Tras correrme, Lucia volvió a dejarme la polla bien limpita, antes de proseguir el camino y dejarla en su casa, tras un buen regalo por su mayoría de edad.
Habíamos quedado en casa de Jose. Lucia llego nerviosa y guapísima. Vestía con una camiseta negra, asimétrica, sin mangas y ajustada, marcando sus pechitos, una minifalda negra abrochada en un lateral con un botón grande, y además llevaba unas medias transparentes, brillantes, resaltando sus largas piernas.
Al principio Lucia estaba muy cortada, sentada en el sofá entre nosotros, así que Jose decidió, mientras charlábamos, tomarnos unos chupitos de tequila. Al segundo, Lucia comenzó a soltarse y contarnos cosas más íntimas. Tras un nuevo chupito, yo no aguante más y comencé a acariciar una de sus piernas. Lucia me miro sorprendida y yo, tras sonreírla, me incline sobre ella para empezar a besarla el cuello. Esta comenzó a respirar soltando el aire fuertemente. Cuando deje de oírla hacer esto, mire y vi que comenzó a besarse con Jose, que también la acaricia una pierna. Nos empezamos a besar los 2 con ella y nuestras manos ya no solo acariciaban sus piernas. Ahora entraban por su minifalda y acariciamos su coñito tapado.
A Lucia se la notaba en la cara que estaba muy caliente. Nos levantamos y seguimos besándonos de pie. Ahora además la acariciamos el culo y los pechos. No pude resistirme más y la desabroché el botón lateral de la faldita y, según lo solté, esta cayó al suelo. Se la veía deliciosa con las medias y ese tanguita negro, debajo de estas. La volvimos a acariciar culo y coño, mientras nos besamos con ella.
Jose cogió la camiseta y se la quito, dejándola con un sujetador negro sin tirantes, que redondeaba sus pechitos. Agachamos nuestras cabezas para mordisqueárselos con el puesto, hasta que Jose la pidió que se lo quitara. En cuanto vimos aquellos pezones comenzamos a lamérselos y morderlos hasta que se pusieron bien duros. Yo introduje mi mano por sus medias y tanga y comencé a masturbarla. En ese momento, Lucia, soltó un suspiro profundo.
Nos fuimos a la habitación de Jose y sentamos a Lucia en el borde de la cama. Jose me pregunto qué prefería primero y elegí comerla el coño a Lucia. Me arrodillé entre sus piernas y comencé a acariciarla las piernas subiendo hacia su coñito. Comencé a mordisquearlo tapadito, hasta que mis manos llegaron a él. La rompí las medias, aparte su tanga a un lado y comencé a besarla el coño mientras la miraba fijamente. Esta me miraba también con cara de gusto, hasta que Jose comenzó a desnudarse y su mirada cambio hacia él. Jose se colocó de pie en la cama, al lado de Lucia que, tímidamente, comenzó a hacerle una mamada. Entonces yo metí mi lengua bien dentro de su coño y comencé a comérselo.
Lucia no tardó mucho en correrse en mi boca. Entonces me levante y me desnude también. Me senté al lado de Lucia, a la que hice que me agarrara la polla y comenzara a masturbarme mientras seguía mamándosela a Jose. Una de mis manos comenzó a acariciar sus pechitos. Jose la mando colocarse a gatas, con su cabeza hacia mí. Lucia comenzó a comerme la polla. La mamada era muy buena, suave y profunda. Jose se colocó a gatas detrás de ella, se puso un condón y comenzó a follarla. Cuando recibió la primera penetración soltó un gemidito y prosiguió con la mamada hacia mí. Jose la follaba suave y yo comencé a acompañar su cabeza con mi mano.
La di un condón a Lucia, me lo puso y se sentó encima de mí, mirándome. Mi polla entro en su ajustado coño y comenzamos a follar. Lucia se movía despacito, pero sin detenerse. Jose se nos acerco y se besaba con ella. Yo agache mi cabeza para mordisquear sus pechitos. Jose se bajó y se colocó de pie detrás de Lucia. La hice girar y seguí follándola. Lucia se inclinó y volvió a comérsela a Jose. Mis manos acariciaban sus piernas y sus pechitos.
Tumbamos a Lucia en la cama y Jose se coloco de rodillas entre sus piernas. Las puso contra su pecho y volvió a follarla. Yo me senté al lado de Lucia, que volvió a masturbarme. Al poco, me coloqué a gatas con la polla sobre su cara y empecé a follarla la boca. Cambiamos posiciones Jose y yo para, ahora, yo follarla el coño y el, la boca.
Levante a Lucia y la coloque apoyada y mirando la pared. Me puse detrás de ella y volví a follarla. Jose se coloco al lado y Lucia le masturbaba. Mis manos pellizcaban sus pezones, bien duros. Cuando Jose se colocó detrás de Lucia, y estaba follándola, la pregunto si había probado el anal. Nos confeso que era virgen por el y cuando dijo que quería que se lo desvirgáramos, nos miramos sonriendo.
La colocamos a gatas en el borde de la cama y nos pusimos detrás de ella, comenzando a dilatarla el ano, con nuestros dedos y saliva. Cuando lo tuvo ya mas o menos bien dilatado, le deje a Jose el honor de ser el primero, pues el la conocía de muchos más años. Cuando comenzó a metérsela, Lucia empezó a chillar de dolor. Jose paro, pero esta, entre esos gritos, le pedía que por favor no parara. Este continuo y comenzó a follárselo despacito. Yo me senté delante de ella y la pedí que me la volviera a comer. De vez en cuando paraba para soltar algún quejido, y yo de vez en cuando la apretaba la cabeza para meterle la polla entera, provocándola alguna pequeña arcada.
Cuando cambiamos esta vez, yo seguí follándola el culo despacito, dándola algún azote en él, mientras que Jose se quitó el condón pues estaba ya para correrse. Lucia se la volvió a comer y no paro hasta que este se corrió sin avisarla y con ella en su boca bien dentro. Esta no estaba acostumbrada y no fue capaz de tragarlo todo, por lo que fue cayéndola semen por los labios.
Volví a meter mi polla en el coño de Lucia, follándoselo algo más rápido que las otras veces. La cogí su larga melena y tire de ella, haciendo así más fuerza. Jose cogió el móvil de Lucia y la pidió que lo desbloqueara. Se tumbo a su lado e hizo un selfi, donde salíamos los tres y se lo mando a Fátima. Cuando yo estaba para correrme saque mi polla, me quite el condón y me masturbe. Cuando Lucia se sentó en el borde de la cama, agarro mi polla y siguió masturbándome, lamiendo mi glande. Tampoco la avise de que me iba a correr y cuando me exploto y salió todo el semen, la deje la carita bien blanca. Esta comenzó a reírse y Jose la volvió a hacer una foto para su madre. Tras eso, me lamio la polla limpiándomela.
Lucia fue al baño a limpiarse y cuando salió la esperábamos en el salón para tomar una última copa, aun todos desnudos. Tras esta y unos cuantos besos, nos vestimos. Lucia y yo nos fuimos en mi coche. Cada vez que parábamos en un semáforo nos besábamos y aprovechaba el roto de sus medias para acariciarla el coño e incluso masturbarla. Íbamos tan cachondos que, al final, tuve que parar en un callejón para que Lucia se pusiera a gatas en el asiento y me hiciera una mamada nuevamente. Yo también la volví a masturbar sin parar y a una buena velocidad. Lucia se corrió antes que yo, dejándome el dedo bien mojadito. Tras correrme, Lucia volvió a dejarme la polla bien limpita, antes de proseguir el camino y dejarla en su casa, tras un buen regalo por su mayoría de edad.
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