Hola gente, les quería preguntar si a ustedes les interesaría que suba historias de otras familiares mías. Tengo historias con primas y unas tías. Diganme en los comentarios si quieren alguna historia de ellas.
Como ya saben, después de esa noche con mi madre, ya no volvimos a ser los de antes: ahora cogíamos muy frecuentemente, nos hablabamos como si fueramos pareja y hasta nos acariciabamos en público sin miedo a que nos vean.
Esta historia tiene que ver con lo último, cuando andabamos muy calientes en un colectivo. Yo estaba viajando con ella para casa después de una cena con unos tíos, ella traía puesta una falda y una blusa con escote que le hacía notar su corpiño y parte de las tetas. Estoy seguro que todos los hombres que subían, posaban las miradas por lo menos una vez en las tetas de mi madre.
Yo no era la excepción para nada y ella me notó varios veces mirandole el escote, no disimulaba nada porque ya habíamos hecho de todo como para avergonzarme de verle el escote.
Era ya tarde por la noche, por lo menos 2 de la mañana. No estabamos cansados y yo solo tenía ganas de llegar a casa para sacarle la falda y comerle el orto nuevamente, pero mis planes se desviaron cuando ella me pone una mano sobre mi muslo izquierdo, subiendo lentamente hacia la cabeza de mi pija ya semidura. Yo no me quedé quieto y la rodee con mi brazo izquierdo para pegarla hacía mi y acariciarle el hombro, después bajé mi mano hacia sus caderas, subiendo por su abdomen hasta llegar a la parte baja de su corpiño que me impedía llegar a mas. Las caricias subían de nivel cada vez mas, yo rozandola por arriba del corpiño o la parte baja del abdomen y ella masajeando lentamente la punta de mi pija.
No decíamos ni una palabra, los dos sabíamos lo que queríamos y a los no nos importaba que pasaría si la gente notara nuestras caricias. Empecé a ser mas atrevido con mis caricias, metí mi mano en su bluza y pasé por abajo de su corpiño, logrando llenar mis manos de las hermosas y firmes tetas de mi madre. Ella no se quedó corta y desabrochó mi jean, tocandome la cabeza ahora solo con mi boxer cubriendome, se sentía espectacular y podía ver como algunos de los pasajeros que iban con nosotros vieron lo que estabamos haciendo, cosa que solo hizo que me calentara mas.
Ya no me importaba nada, me bajé el boxer y me saqué la pija en medio del colectivo, mi madre la agarró y empezó a pajearme, yo decidí sacar la mano de su blusa y empezar a meter mi mano por debajo de la falda, acariciando la concha ya mojada de mi vieja. Los gemidos que largabamos eran muy suaves, pero seguramente los del asiento del frente podían escucharnos.
Cuando empecé a meterle los dedos, mi madre se encorvó hacia mi verga y empezó a tragarsela entera, sin disimular ni un poco nuestra acción. Obviamente ya los pasajeros nos habían notado del todo, eramos como 9 contando a mi madre y yo. Empecé a hacer mis movimientos mas fuertes al ver que nadie nos decía nada, quien sabe si ibamos a ser la fantasía de alguno esa noche. Lo que mas me excitó no fue la lengua de mi madre en toda mi pija, ni mis dedos llegando profundo dentro de la concha de mi vieja, tampoco fueron los de adelante nuestro susurrandose algo. Lo mas excitante fue ver como un pasajero de al lado nos grababa mientras se acariaba la pija. El tipo no parecía de mas de 20 años, no sabía hace cuanto estaba grabando, pero lindo material estaba consiguiendo para unas buenas pajas esa noche.
Decidí no decirle a mi madre, hasta sonreí y le hice un pulgar arriba para el video, al toque bajó el celular y disimuló, pero después notó que no había problema y siguió grabando, esta vez con la pija afuera ya pajeandose sin vergüenza.
Mi madre estaba cada vez mas excitada, su concha apretaba mas, su ritmo era mas rápido y sus gemidos hacían vibrar su boca, cosa que hizo querer acabarle en la boca rápidamente. Después de unos minutos de esa situación, le susurré a mi vieja que iba a acabar, ella no me respondió y se mandó la pija hasta el fondo de la garganta, yo le disparé toda la leche en la boca y miré al tipo que estaba grabando, el tipo parecía que había acabado viendo como la diosa milf que era mi madre me chupaba toda la verga como una profesional. Nos arreglamos un poco y nos dimos cuenta que nos habíamos pasado a la mierda con las paradas, ibamos a tener que pedir un taxi, pero valió totalmente la pena por la experiencia que vivimos. Nos paramos y vimos como los pasajeros miraban con disimulo hacia nosotros, excepto el pibe que nos grabó, le hice un gesto con la cabeza y el me hizo el gesto de regreso.
Hasta hoy en día me acuerdo de la sonrisa de aquel tipo, le hice la noche seguro, yo fui hasta casa y me la garché, el se fue a su casa y seguro le dedicó una paja a mi vieja. Sigo esperando el día en que ande por xnxx o alguna pagina así y encontrarme con el video de mi vieja y yo en el colectivo, pero no pasó hasta ahora.
Me pidieron que pase fotos de mi madre, así que les voy a pasar algunas que le fui sacando, pero no voy a poner la cara:
Esa foto de las tetas fue de un día que no podía ir a casa y le insistí para ver su cuerpo, espero que la disfruten a mi putita
Este relato no fue tan bueno como los anteriores porque es una situación que es mas de vivirla que de leerla, el placer que me dio saber que otro tipo nos estaba viendo e incluso grabando mientras mi propia madre me chupaba la pija fue inmenso. Dejen sus puntos y comentarios para otra parte
Como ya saben, después de esa noche con mi madre, ya no volvimos a ser los de antes: ahora cogíamos muy frecuentemente, nos hablabamos como si fueramos pareja y hasta nos acariciabamos en público sin miedo a que nos vean.
Esta historia tiene que ver con lo último, cuando andabamos muy calientes en un colectivo. Yo estaba viajando con ella para casa después de una cena con unos tíos, ella traía puesta una falda y una blusa con escote que le hacía notar su corpiño y parte de las tetas. Estoy seguro que todos los hombres que subían, posaban las miradas por lo menos una vez en las tetas de mi madre.
Yo no era la excepción para nada y ella me notó varios veces mirandole el escote, no disimulaba nada porque ya habíamos hecho de todo como para avergonzarme de verle el escote.
Era ya tarde por la noche, por lo menos 2 de la mañana. No estabamos cansados y yo solo tenía ganas de llegar a casa para sacarle la falda y comerle el orto nuevamente, pero mis planes se desviaron cuando ella me pone una mano sobre mi muslo izquierdo, subiendo lentamente hacia la cabeza de mi pija ya semidura. Yo no me quedé quieto y la rodee con mi brazo izquierdo para pegarla hacía mi y acariciarle el hombro, después bajé mi mano hacia sus caderas, subiendo por su abdomen hasta llegar a la parte baja de su corpiño que me impedía llegar a mas. Las caricias subían de nivel cada vez mas, yo rozandola por arriba del corpiño o la parte baja del abdomen y ella masajeando lentamente la punta de mi pija.
No decíamos ni una palabra, los dos sabíamos lo que queríamos y a los no nos importaba que pasaría si la gente notara nuestras caricias. Empecé a ser mas atrevido con mis caricias, metí mi mano en su bluza y pasé por abajo de su corpiño, logrando llenar mis manos de las hermosas y firmes tetas de mi madre. Ella no se quedó corta y desabrochó mi jean, tocandome la cabeza ahora solo con mi boxer cubriendome, se sentía espectacular y podía ver como algunos de los pasajeros que iban con nosotros vieron lo que estabamos haciendo, cosa que solo hizo que me calentara mas.
Ya no me importaba nada, me bajé el boxer y me saqué la pija en medio del colectivo, mi madre la agarró y empezó a pajearme, yo decidí sacar la mano de su blusa y empezar a meter mi mano por debajo de la falda, acariciando la concha ya mojada de mi vieja. Los gemidos que largabamos eran muy suaves, pero seguramente los del asiento del frente podían escucharnos.
Cuando empecé a meterle los dedos, mi madre se encorvó hacia mi verga y empezó a tragarsela entera, sin disimular ni un poco nuestra acción. Obviamente ya los pasajeros nos habían notado del todo, eramos como 9 contando a mi madre y yo. Empecé a hacer mis movimientos mas fuertes al ver que nadie nos decía nada, quien sabe si ibamos a ser la fantasía de alguno esa noche. Lo que mas me excitó no fue la lengua de mi madre en toda mi pija, ni mis dedos llegando profundo dentro de la concha de mi vieja, tampoco fueron los de adelante nuestro susurrandose algo. Lo mas excitante fue ver como un pasajero de al lado nos grababa mientras se acariaba la pija. El tipo no parecía de mas de 20 años, no sabía hace cuanto estaba grabando, pero lindo material estaba consiguiendo para unas buenas pajas esa noche.
Decidí no decirle a mi madre, hasta sonreí y le hice un pulgar arriba para el video, al toque bajó el celular y disimuló, pero después notó que no había problema y siguió grabando, esta vez con la pija afuera ya pajeandose sin vergüenza.
Mi madre estaba cada vez mas excitada, su concha apretaba mas, su ritmo era mas rápido y sus gemidos hacían vibrar su boca, cosa que hizo querer acabarle en la boca rápidamente. Después de unos minutos de esa situación, le susurré a mi vieja que iba a acabar, ella no me respondió y se mandó la pija hasta el fondo de la garganta, yo le disparé toda la leche en la boca y miré al tipo que estaba grabando, el tipo parecía que había acabado viendo como la diosa milf que era mi madre me chupaba toda la verga como una profesional. Nos arreglamos un poco y nos dimos cuenta que nos habíamos pasado a la mierda con las paradas, ibamos a tener que pedir un taxi, pero valió totalmente la pena por la experiencia que vivimos. Nos paramos y vimos como los pasajeros miraban con disimulo hacia nosotros, excepto el pibe que nos grabó, le hice un gesto con la cabeza y el me hizo el gesto de regreso.
Hasta hoy en día me acuerdo de la sonrisa de aquel tipo, le hice la noche seguro, yo fui hasta casa y me la garché, el se fue a su casa y seguro le dedicó una paja a mi vieja. Sigo esperando el día en que ande por xnxx o alguna pagina así y encontrarme con el video de mi vieja y yo en el colectivo, pero no pasó hasta ahora.
Me pidieron que pase fotos de mi madre, así que les voy a pasar algunas que le fui sacando, pero no voy a poner la cara:
Esa foto de las tetas fue de un día que no podía ir a casa y le insistí para ver su cuerpo, espero que la disfruten a mi putita
Este relato no fue tan bueno como los anteriores porque es una situación que es mas de vivirla que de leerla, el placer que me dio saber que otro tipo nos estaba viendo e incluso grabando mientras mi propia madre me chupaba la pija fue inmenso. Dejen sus puntos y comentarios para otra parte
5 comentarios - Mi madre y yo en el colectivo