Recibí bastante apoyo en mi primer post, así que acá les dejo la segunda vez que estuve con mi vieja.
Ya había pasado una semana desde lo que había contado en el anterior relato y no pasaba nada, mi vieja parecía actriz profesional ignorando completamente lo que habíamos vivido, todos esos gemidos y el placer que sentimos, ella parecía haberlos olvidado por completo.
Yo no lo iba a dejar así, le empecé a tirar indirectas, a rozarle un poco el culo y las gomas y "accidentalmente" mostrarle mis erecciones. Ella no hacía caso a lo que hacía, a absolutamente nada, así que ya después de intentar con todo, me decidí a confrontarla.
Una tarde cuando llegó del laburo, ella me saludó normalmente:
"Hola hijo, como andas".
Yo me levanté del sofá y sin pensarlo fui y le comí la boca. Ella no parecía oponer resistencia
"Bien ma, loco por vos". Le dije hambriento de su cuerpo.
"Ahora no amor, hablemos de esto mas a la noche" me dijo y pasó de largo, dejandome otra vez con la pija dura.
Dejé pasar el rato hasta que llegó la noche, comimos la cena y después un ratito decidí empezar la charla cuando ella lavaba los platos.
"Qué pasa ma? No te gustó lo que pasó la otra noche?" Le pregunté directamente.
"No amor, no es eso". Esperé pacientemente a que me responda, pero la veía medio triste por hablar del tema y me pareció entender lo que ella sentía.
"Dale ma, contame que pasa" Le dije mientras me levanté para abrazarla por la espalda.
"Sabes que pasa? Hicimos algo totalmente malo, sos mi hijo y esa noche yo no sé que me pasó". Me sentí triste por lo que dijo, era verdad, pero al mismo tiempo yo ya no era capaz de verla por completo como mi madre, yo sentía que después de esa noche, era mas mi mujer que propia madre.
"Y a vos te preocupa eso? Yo no veo ningun problema con eso." Le aclaré siendo totalmente sincero.
No veía respuesta de ella, así que empecé a darle besos en el cuello y a rozarle con las manos sus brazos.
"No amor, no está bien esto." Me dijo, pero no oponía resistencia a mis mimos.
"Dale ma, vos sabes que me queres, yo te quiero como mi madre, pero te quiero mas como mi mujer." Le dije frotandole mi pija en el orto.
Ella se calló, no decía una palabra mientras yo la tocaba. Hace rato ella había terminado de lavar los platos, pero parecía que la había hecho olvidar eso, se apoyaba en el borde del lavamanos mientras me aferraba a sus caderas frotandole mi bulto, cada vez encajandoselo mas.
"Date la vuelta ma, te voy a mostrar que es lo que pienso de nosotros." Le susurré, ella obedeció y se dio la vuelta para ponerse en frente mío. Yo la intenté levantar como pude y con toda mi fuerza logré levantarla hasta el borde del lavamanos, no era muy fuerte a esa edad. Ella soltó un mini gemido cuando hice eso, parece que le prendía que la trataran de esa manera. Yo después de hacer eso, le empecé a frotar mi bulto en su concha atravez de la ropa mientras me acercaba a su rostro para comerle la boca.
"Amor, tenemos que parar. Si seguimos así, ya no vamos a poder ser madre e hijo nunca mas." Me dijo algo preocupada.
"Te amo ma, te amo con toda mi alma, yo te amo como una mujer." Le dije sacandome la verga del pantalon y mostrandosela. "Es toda tuya, hace lo que quieras con la pija de tu hijo." Le dije ya sin poder mas con la calentura.
Ella se quedó quieta un momento viendo lo duro que estaba, sin duda ella estaba muy dudosa de lo que debería hacer en ese momento, pero al final se decidió.
Se bajó del lavamanos, se sacó la remerita quedando en un corpiño negro y me agarró la pija.
"Espero que no nos arrepintamos de hacer esto, amor." Me dijo mi madre con un tono caliente en su voz. Mi vieja empezó a clavarme una paja mientras bajaba su rostro enfrente de verga, se la metió toda en la boca y empezó a hacer movimientos rápidos con la cabeza, la comía como una profesional.
"Ufff mami, que ganas de darte toda mi lechita..." Le dije mientras tiraba mi cabeza para atras del placer que me daba. No pasaron 2 min y yo ya estaba por acabar, la semana en la que ella me dejó con ganas y las ganas que les tenía se las estaba por largar toda en la cara y en esas tetas grandes de mi vieja.
"Voy a acabar ma, tragatela." Le dije agarrandole el pelo. Ahí nomas empecé a largar chorros y chorros de leche, ella tragó casi todo, pero le saqué la pija de la boca para acabarle el resto en las tetas.
"Te gustó amor?" Me preguntó despues de mostrarme como tragaba todo mi semen.
"Me encanta como me la chupas ma." Le dije mientras la agarraba y la ponía de perrito frente a la cocina. Le bajé el jean que tenía puesto y vi que tenía una tanga negra puesta, parecía que ella venía preparada con el conjunto del corpiño y tanga negras.
Empecé a comerle el orto, le besaba los cachetes, le lamía la concha arriba de la tela, le comía el ano, le comía todo. Apunté mi pija a su concha y le dije a mi vieja: "Queres que pare ahora ma?"
Ella se quedó callada, parecía que no esperaba eso. "Dale hijo, no me hagas esto." Le empecé a rozar la concha, pero no se la metía, quería que me lo pidiese.
"Dale ma, que queres que haga?".
Ella dudó en su respuesta, sabía que dependiendo de lo que diga, iba a determinar como iba a ser nuestra relación de ahora en adelante. "Meteme la pija amor, por favor dale" Me rogó despues de un rato frotandosela. Al instante le incruste con fuerza, no la iba a dejar caminar después de esto. Empecé a pegarle unas palmaditas al orto de mi madre, veía como sudabamos y como ella movía sus caderas al mismo tiempo que las mías y finalizaba con el sonido de nuestras pieles tocandose. Oficialmente ya no nos considerabamos madre e hijo, ahora eramos solo amantes. Yo iba a alimentar el hambre de sexo de mi madre con mi pija.
"Vas a dejar a tu novio por mi ok? A partir de ahora quiero tenerte para mi solo" le dije chacheteandole el ojete, logrando sacar unos gemidos de ella con cada palmada. Los vecinos seguramente podían escuchar nuestro coro de placer: gemidos, nuestros cuerpos chocando y el olor del amor que estabamos formando mientras le metía la pija en la concha de mi madre.
"Está bien hijo, voy a dejarlo, soy solo tuya." Ella empezó a apretar mas repentinamente y dejó de moverse, había acabado. Yo no quería parar, menos después de lo que ella me dijo, finalmente había logrado mi fantasía de tener a mi madre solo para mí.
La dí vuelta, la volví a poner arriba del lavamanos y se la metí nuevamente. Ella soltó un gran gemido por la fuerte embestida que hice y me abrazó. Ella se había sacado el corpiño en algun momento sin que me diera cuenta y me refregó esos dulces pezones en mi boca. Yo no dudé un segundo y mientras arremetía contra ella, le chupé los pezones como cuando era chico, pero esta vez con mucho placer. Ya estaba cerca de acabar, quería acabarle bien adentro y verla escurrir mi leche.
Ella soltó otro gran gemido y me apretó fuerte, se tiró sobre mi, me hundió la csra en sus tetas. Las ganas de acabar, la forma en la que apretaba y la sensación de sus tetas sobre mí sobrepasó mis limites. Le di una ultima embestida y le largué toda mi leche dentro de mi madre.
"Te amo ma..." Le dije cansado abrazando a mi madre sin sacar la pija de su concha.
"Yo también amor."
Nos quedamos en esa posición un rato hasta que ella bajó de la cocina y me dijo: "me voy a pegar un baño, limpia el enchastre que hiciste por favor." A lo que empecé a limpiar.
Después de bañarnos, yo me fui a su habitación para continuar un poco mas, pero ella ya estaba dormida. Mi lujuria todavía no se apagaba, así que saqué la pija y empecé a clavarme una paja viendo sus tetas desnudas, después de haber garchado ya no tiene nada para ocultar para mí. Quise manosearla, pero se podría despertar. Seguí así un rato hasta que sentí que iba a acabar, me posicioné en sus tetas y largué 3 chorros de leche encima de ella mientras dormía. Me acosté al lado de ella, la abracé por la espalda, le dí un beso en el hombro y haciendole cucharita me dormí. A la mañana siguiente me desperté agitado y sorprendido porque sentía algo inusual, sentía humeda la pija. Miré para abajo mío y estaba mi madre chupandomela. Me excitó mucho verla tan puta chupandola mientras dormía y no aguanté mucho, le acabé en la boca después de una ratito.
"Buen día amor, gracias por la leche." Me dijo la putita que era mi madre.
Foto de mi madre:
Si hacen tributo, manden md
Ya desde ese momento empezamos a morbosear muchísimo de bastantes cosas, si quieren leer mas, dejen sus puntos y comentarios.
Ya había pasado una semana desde lo que había contado en el anterior relato y no pasaba nada, mi vieja parecía actriz profesional ignorando completamente lo que habíamos vivido, todos esos gemidos y el placer que sentimos, ella parecía haberlos olvidado por completo.
Yo no lo iba a dejar así, le empecé a tirar indirectas, a rozarle un poco el culo y las gomas y "accidentalmente" mostrarle mis erecciones. Ella no hacía caso a lo que hacía, a absolutamente nada, así que ya después de intentar con todo, me decidí a confrontarla.
Una tarde cuando llegó del laburo, ella me saludó normalmente:
"Hola hijo, como andas".
Yo me levanté del sofá y sin pensarlo fui y le comí la boca. Ella no parecía oponer resistencia
"Bien ma, loco por vos". Le dije hambriento de su cuerpo.
"Ahora no amor, hablemos de esto mas a la noche" me dijo y pasó de largo, dejandome otra vez con la pija dura.
Dejé pasar el rato hasta que llegó la noche, comimos la cena y después un ratito decidí empezar la charla cuando ella lavaba los platos.
"Qué pasa ma? No te gustó lo que pasó la otra noche?" Le pregunté directamente.
"No amor, no es eso". Esperé pacientemente a que me responda, pero la veía medio triste por hablar del tema y me pareció entender lo que ella sentía.
"Dale ma, contame que pasa" Le dije mientras me levanté para abrazarla por la espalda.
"Sabes que pasa? Hicimos algo totalmente malo, sos mi hijo y esa noche yo no sé que me pasó". Me sentí triste por lo que dijo, era verdad, pero al mismo tiempo yo ya no era capaz de verla por completo como mi madre, yo sentía que después de esa noche, era mas mi mujer que propia madre.
"Y a vos te preocupa eso? Yo no veo ningun problema con eso." Le aclaré siendo totalmente sincero.
No veía respuesta de ella, así que empecé a darle besos en el cuello y a rozarle con las manos sus brazos.
"No amor, no está bien esto." Me dijo, pero no oponía resistencia a mis mimos.
"Dale ma, vos sabes que me queres, yo te quiero como mi madre, pero te quiero mas como mi mujer." Le dije frotandole mi pija en el orto.
Ella se calló, no decía una palabra mientras yo la tocaba. Hace rato ella había terminado de lavar los platos, pero parecía que la había hecho olvidar eso, se apoyaba en el borde del lavamanos mientras me aferraba a sus caderas frotandole mi bulto, cada vez encajandoselo mas.
"Date la vuelta ma, te voy a mostrar que es lo que pienso de nosotros." Le susurré, ella obedeció y se dio la vuelta para ponerse en frente mío. Yo la intenté levantar como pude y con toda mi fuerza logré levantarla hasta el borde del lavamanos, no era muy fuerte a esa edad. Ella soltó un mini gemido cuando hice eso, parece que le prendía que la trataran de esa manera. Yo después de hacer eso, le empecé a frotar mi bulto en su concha atravez de la ropa mientras me acercaba a su rostro para comerle la boca.
"Amor, tenemos que parar. Si seguimos así, ya no vamos a poder ser madre e hijo nunca mas." Me dijo algo preocupada.
"Te amo ma, te amo con toda mi alma, yo te amo como una mujer." Le dije sacandome la verga del pantalon y mostrandosela. "Es toda tuya, hace lo que quieras con la pija de tu hijo." Le dije ya sin poder mas con la calentura.
Ella se quedó quieta un momento viendo lo duro que estaba, sin duda ella estaba muy dudosa de lo que debería hacer en ese momento, pero al final se decidió.
Se bajó del lavamanos, se sacó la remerita quedando en un corpiño negro y me agarró la pija.
"Espero que no nos arrepintamos de hacer esto, amor." Me dijo mi madre con un tono caliente en su voz. Mi vieja empezó a clavarme una paja mientras bajaba su rostro enfrente de verga, se la metió toda en la boca y empezó a hacer movimientos rápidos con la cabeza, la comía como una profesional.
"Ufff mami, que ganas de darte toda mi lechita..." Le dije mientras tiraba mi cabeza para atras del placer que me daba. No pasaron 2 min y yo ya estaba por acabar, la semana en la que ella me dejó con ganas y las ganas que les tenía se las estaba por largar toda en la cara y en esas tetas grandes de mi vieja.
"Voy a acabar ma, tragatela." Le dije agarrandole el pelo. Ahí nomas empecé a largar chorros y chorros de leche, ella tragó casi todo, pero le saqué la pija de la boca para acabarle el resto en las tetas.
"Te gustó amor?" Me preguntó despues de mostrarme como tragaba todo mi semen.
"Me encanta como me la chupas ma." Le dije mientras la agarraba y la ponía de perrito frente a la cocina. Le bajé el jean que tenía puesto y vi que tenía una tanga negra puesta, parecía que ella venía preparada con el conjunto del corpiño y tanga negras.
Empecé a comerle el orto, le besaba los cachetes, le lamía la concha arriba de la tela, le comía el ano, le comía todo. Apunté mi pija a su concha y le dije a mi vieja: "Queres que pare ahora ma?"
Ella se quedó callada, parecía que no esperaba eso. "Dale hijo, no me hagas esto." Le empecé a rozar la concha, pero no se la metía, quería que me lo pidiese.
"Dale ma, que queres que haga?".
Ella dudó en su respuesta, sabía que dependiendo de lo que diga, iba a determinar como iba a ser nuestra relación de ahora en adelante. "Meteme la pija amor, por favor dale" Me rogó despues de un rato frotandosela. Al instante le incruste con fuerza, no la iba a dejar caminar después de esto. Empecé a pegarle unas palmaditas al orto de mi madre, veía como sudabamos y como ella movía sus caderas al mismo tiempo que las mías y finalizaba con el sonido de nuestras pieles tocandose. Oficialmente ya no nos considerabamos madre e hijo, ahora eramos solo amantes. Yo iba a alimentar el hambre de sexo de mi madre con mi pija.
"Vas a dejar a tu novio por mi ok? A partir de ahora quiero tenerte para mi solo" le dije chacheteandole el ojete, logrando sacar unos gemidos de ella con cada palmada. Los vecinos seguramente podían escuchar nuestro coro de placer: gemidos, nuestros cuerpos chocando y el olor del amor que estabamos formando mientras le metía la pija en la concha de mi madre.
"Está bien hijo, voy a dejarlo, soy solo tuya." Ella empezó a apretar mas repentinamente y dejó de moverse, había acabado. Yo no quería parar, menos después de lo que ella me dijo, finalmente había logrado mi fantasía de tener a mi madre solo para mí.
La dí vuelta, la volví a poner arriba del lavamanos y se la metí nuevamente. Ella soltó un gran gemido por la fuerte embestida que hice y me abrazó. Ella se había sacado el corpiño en algun momento sin que me diera cuenta y me refregó esos dulces pezones en mi boca. Yo no dudé un segundo y mientras arremetía contra ella, le chupé los pezones como cuando era chico, pero esta vez con mucho placer. Ya estaba cerca de acabar, quería acabarle bien adentro y verla escurrir mi leche.
Ella soltó otro gran gemido y me apretó fuerte, se tiró sobre mi, me hundió la csra en sus tetas. Las ganas de acabar, la forma en la que apretaba y la sensación de sus tetas sobre mí sobrepasó mis limites. Le di una ultima embestida y le largué toda mi leche dentro de mi madre.
"Te amo ma..." Le dije cansado abrazando a mi madre sin sacar la pija de su concha.
"Yo también amor."
Nos quedamos en esa posición un rato hasta que ella bajó de la cocina y me dijo: "me voy a pegar un baño, limpia el enchastre que hiciste por favor." A lo que empecé a limpiar.
Después de bañarnos, yo me fui a su habitación para continuar un poco mas, pero ella ya estaba dormida. Mi lujuria todavía no se apagaba, así que saqué la pija y empecé a clavarme una paja viendo sus tetas desnudas, después de haber garchado ya no tiene nada para ocultar para mí. Quise manosearla, pero se podría despertar. Seguí así un rato hasta que sentí que iba a acabar, me posicioné en sus tetas y largué 3 chorros de leche encima de ella mientras dormía. Me acosté al lado de ella, la abracé por la espalda, le dí un beso en el hombro y haciendole cucharita me dormí. A la mañana siguiente me desperté agitado y sorprendido porque sentía algo inusual, sentía humeda la pija. Miré para abajo mío y estaba mi madre chupandomela. Me excitó mucho verla tan puta chupandola mientras dormía y no aguanté mucho, le acabé en la boca después de una ratito.
"Buen día amor, gracias por la leche." Me dijo la putita que era mi madre.
Foto de mi madre:
Si hacen tributo, manden md
Ya desde ese momento empezamos a morbosear muchísimo de bastantes cosas, si quieren leer mas, dejen sus puntos y comentarios.
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