Todos los relatos de mis post están basadas en fantasías.
Había ido a tomar algo a una cafetería cuando de repente me despierto y veo que estaba sobre una mesa, balanceandome sobre mis rodillas, bien separadas entre si unos 50 cm. Una cadena va desde unos circulos de acero en cada una de mis rodillas hasta las patas de la mesa, impidiendome cerrar las piernas. Mi único otro punto de apoyo es el lado derecho de mi cara. Mis manos están juntas detrás de la espalda. Mis tobillos están juntos y cruzados, encadenados entre sí. Los talones de los pies están contra los cachetes del culo, debido a una corta cadena que va desde la cadena de los tobillos hasta una argolla en el cinturón. Le gustaría estirar un poco los brazos, pero no puede. Las esposas pasan por la misma argolla en la que está fijada la cadena de los pies. De los circulos de acero en las rodillas van unas cadenas hasta un collar de cuero. De la parte de atrás del cinturón sale una tira de cuero que pasa por entre las nalgas, entre los labios mayores y termina en la parte de delante del cinturón. Esta tira sujeta en su lugar un vibrador enorme prendido. Mi torso está a unos 45 grados de inclinación con respecto a la mesa, mis tetas rozando apenas la superficie de la misma, el culo bien levantado. Una cadena que va desde el collar hasta la parte de adelante de la mesa me impide incorporarme, la bola me hace babear y la saliva me dificulta apoyar la cara sin que se me resbale.
Se abre la puerta y un hombre se acerca, resultó ser el gerente del lugar, me pone su gran pija en mi boca, empieza a cojerme salvajemente, trato de sacarme la pija de mi boca pero me es imposible . Cuando termino sin pensarlo dos veces me metió su gran pija por la concha, sin sacar el consolador, comenzó a bombear fuertemente, me estaba destruyendo, me dolía todo.
- Desde hace mucho tenia ganas de hacerte esto puta, tomaaa!!!
Acaba abundantemente y se va, yo sigo con el consolar metido en mi concha. Se abre la puerta nuevamente y otro hombre entra y hace lo mismo, así voy siendo violada por todos los trabajadores del lugar, desde los mozos, los de la barra, hasta el de seguridad, incluso estando inconsciente por los clientes de confianza, más que nada para no delatar lo que pasaba, esto lo supe después al despertar super dolorida ysin fuerzas
Había ido a tomar algo a una cafetería cuando de repente me despierto y veo que estaba sobre una mesa, balanceandome sobre mis rodillas, bien separadas entre si unos 50 cm. Una cadena va desde unos circulos de acero en cada una de mis rodillas hasta las patas de la mesa, impidiendome cerrar las piernas. Mi único otro punto de apoyo es el lado derecho de mi cara. Mis manos están juntas detrás de la espalda. Mis tobillos están juntos y cruzados, encadenados entre sí. Los talones de los pies están contra los cachetes del culo, debido a una corta cadena que va desde la cadena de los tobillos hasta una argolla en el cinturón. Le gustaría estirar un poco los brazos, pero no puede. Las esposas pasan por la misma argolla en la que está fijada la cadena de los pies. De los circulos de acero en las rodillas van unas cadenas hasta un collar de cuero. De la parte de atrás del cinturón sale una tira de cuero que pasa por entre las nalgas, entre los labios mayores y termina en la parte de delante del cinturón. Esta tira sujeta en su lugar un vibrador enorme prendido. Mi torso está a unos 45 grados de inclinación con respecto a la mesa, mis tetas rozando apenas la superficie de la misma, el culo bien levantado. Una cadena que va desde el collar hasta la parte de adelante de la mesa me impide incorporarme, la bola me hace babear y la saliva me dificulta apoyar la cara sin que se me resbale.
Se abre la puerta y un hombre se acerca, resultó ser el gerente del lugar, me pone su gran pija en mi boca, empieza a cojerme salvajemente, trato de sacarme la pija de mi boca pero me es imposible . Cuando termino sin pensarlo dos veces me metió su gran pija por la concha, sin sacar el consolador, comenzó a bombear fuertemente, me estaba destruyendo, me dolía todo.
- Desde hace mucho tenia ganas de hacerte esto puta, tomaaa!!!
Acaba abundantemente y se va, yo sigo con el consolar metido en mi concha. Se abre la puerta nuevamente y otro hombre entra y hace lo mismo, así voy siendo violada por todos los trabajadores del lugar, desde los mozos, los de la barra, hasta el de seguridad, incluso estando inconsciente por los clientes de confianza, más que nada para no delatar lo que pasaba, esto lo supe después al despertar super dolorida ysin fuerzas
1 comentarios - Una bebida y algo más...