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El Onlyfans de mi Hermana. Parte 3

Antes de meternos de lleno en la 2da sesión de Majo, exploraremos el pasado más oscuro de Gabriel y de cómo una simple película de bajo presupuesto, puede cambiar la vida de dos hermanos.

Este capítulo tiene bastante del formato fotonovela y las fotografías que Gabriel saca son enseñadas de forma intercalada, así como alguna que otra sorpresa ocasional.

La musa de esta historia es la ucraniana Alexandra Kroha, trabajo para diversas compañías como Met-Art, Teen Funs, 18 Only Girls o Fleexy Teens, bajo los seudónimos de Isabella Kalinka, Isabella A, Grace, Mary… nació en 1988, de 1, 65 mts de altura y 87, 64, 90 de medidas.



El incidente con Kids

Los minutos pasaban y nos íbamos impacientando. Estábamos cerca de los 40 minutos y parecía que iba para un poco más. Majo se distrajo con su teléfono, aunque le aconsejé que no dejara que se quedara sin batería.

- Tengo que atender a mis suscriptores. – Me respondió dejándome satisfecho. Me saque fotos en distintos pijamas y las voy a ir compartiendo de a poco. Lástima que tire tantos de los viejos que tenía.

Me acordaba muy bien de algunos de esos pijamas, como el que usó cuando vimos la susodicha película llamada Kids. Los sucesos de ese día los tengo gravados en la memoria como si hubieran sido un trauma.

Cuando uno piensa en películas cambia vidas no suele pensar en Kids. Un gran porcentaje elegirá alguna de las clásicas Star Wars como la película que le cambió la vida (más si la vieron en el cine) otros más jóvenes a Infinity War y la culminación del universo cinematográfico más exitoso, los fans de la acción quizás optarían por Arma Mortal, Terminator 2 o Robocop… muchos se hicieron fanáticos de los dinosaurios gracias al hit Jurassic Park o del boxeo por la icónica Rocky, el terror y la ciencia ficción no volverían a ser lo mismo tras Alien el Octavo Pasajero, y el género slasher de asesinos en serie tendría su obra maestra en Halloween, aquellos amantes del cine más sofisticado adhieren a que la mejor película de todos los tiempos es Ciudadano Ken… a lo que voy es que nadie diría que Kids, un drama de adolescentes marginales de 1995 como la película que le cambió la vida excepto yo.

Fue en un verano caluroso que la vimos, al igual que el verano en el que la película acontecía, de hecho, copiamos de ella la idea de refrescarnos los cuerpos acalorados con agua fría en un pulverizador que a veces dejábamos en la heladera.

Una joven Majo, aún más joven que la actual, observaba la película en el sillón del living un domingo a la mañana, en pijamas y con un vaso con leche chocolatada en la mano. Como era domingo a la mañana, cuando sabíamos que mama no estaría y no volvería recién entrada la tarde.

Yo recién había terminado una lata de cerveza. Mama la desaprobaba pero como tomaba rara vez y ya no era un chiquillo no me sermoneaba más al respecto.

La noté inquieta al ver a Telly, el protagonista (una especie de McLovin criado en la calle, la pobreza y a base de drogas), darle el beso más grosero y prolongado que vi en el cine a una jovencita algo menor que él. Su lengua entraba en su boca y se los veía sudados, pegoteados uno con el otro, supe por los movimientos de piernas que mi hermana hacía que estaba incómoda. Las movía juntas de un lado a otro como velas de velero.

El Onlyfans de mi Hermana. Parte 3

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- Esta película no es infantil a pesar del nombre. - Notó de inmediato.

- A mamá no le va a gustar esto. – Mencioné. – Por suerte no está.

Desde el segundo uno nos sentimos incómodos, ya que la película arranca con el adolescente tratando de convencer en la cama a una joven angelical de que le dejara tomar su virginidad entre beso y beso, tras ablandarla con palabras dulces y promesas vacías que huelen a mentira a una cuadra de distancia, lo consigue…

La película era sumamente realista en la manera de filmar, para nada hermosa, con personas y diálogos muy reales. Mostrando los rostros sudorosos desencajados (en el caso de la jovencita, por el dolor) mientras cogía él sobre ella.

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- Majo, esta película no es para vos. – Intenté poner un poco de orden. – No pensé que tuviera sexo a los pocos minutos, si no queres no mires.

- No jodas, no te pongas como mamá. – Como cualquier adolescente de su edad, no se perdía la oportunidad de ver algo indebido. No era ni una nena ni una niña, aunque su documento no establecía su estado, estaba dando ese salto de un umbral a otro, creciendo de todos lados y en todas direcciones, dejando atrás un cascarón del que aún le quedaban resabios, como curvas en desarrollo, un rostro de bebota y una mente inocente ávida de información.

- Bueno, pero no digas nada. – Acepté de inmediato llevando mi índice a mis labios para indicarle que mantuviera el secreto. Majo sonrió triunfante sin disimularlo.

Majo bebió un trago de leche chocolatada y sonrió.

Telly a pesar de prometerle su amor y que le importaba, ni bien dejó la habitación con la misión de desvirgarla completada, nuestro protagonista se encuentra con su amigo llamado Casper y le relata que el siguiente golpe era la hermana menor y virgen de un conocido llamada Darcy. Incluso Telly le pasa los dedos en la nariz de su amigo para que oliera la vagina que acaba a de tirarse sin ningún respeto por su última pareja, desechándola como un bollo de papel usado.

- Que asqueroso, me cae mal ese flaco. – Menciono sumamente disgustada. Yo la entendía, la película dejaba en claro que no era un protagonista con el cual empatizaríamos, más cuando no dejaba de hablar de desvirgar vírgenes y abandonarlas como si se hubiera vuelto adicto a ello.

- Definitivamente esta película no es para vos hermanita.

- ¿Que? ¿A vos te cae bien?

- No es por eso. Es una película que muestra la realidad impactando, no tiene personajes malos o buenos, sino reales.

- A mí me parecen todos malos.

Toda la película giró en torno a las correrías de estos adolescentes, Telly y Casper delinquiendo, bebiendo, drogándose (compraron marihuana en el Central Park), apaleando con su pandilla hasta dejar moribundo a un negro y participando en una descontrolada fiesta nocturna en donde Telly invitaría a su nueva víctima para tomar una 2da virginidad en el mismo día como deseaba. Viven en una promiscuidad propiciada por un abandono inenarrable.

Mientras estos jóvenes hacen estragos en cada escenario de la ciudad por el que deambulan, una noviecita anterior de Telly lo busca por toda la ciudad debido a que sus recientes estudios dieron positivos de HIV, sin poder impedir al final de la película consiga su objetivo de desvirgar a una niña llamada Darcy, contagiándola en el proceso.

Era una película fuerte para mí, para ella y para cualquiera que hizo que me interrumpiera a cada rato con sus preguntas y yo, como buen hermano, se las respondía. Fue un arma de doble filo, a mi hermana la cambio, la concientizo sobre las drogas y las enfermedades, aunque también les mostró un mundo ajeno de placer y descubrimientos que desconocía.

- ¿Qué es desvirgar? – Me preguntó casi al principio. – Ese flaco está re loco con eso…

- Es cuando alguien tiene sexo con una mujer que nunca tuvo sexo. – Respondí. - El himen, esa pielcita que está en la entrada de la vagina se rompe y significa que ya no sos virgen. Para él es placentero, para ella no tanto.

- ¡Hay no que dolor! ¿Por qué es tan malo? – Se horrorizo envolviendo sus rodillas pegadas con los brazos, casi derramando leche de su vaso.

- Es algo natural que pasa la primera vez, a él no le importa el dolor de la chica porque es egoísta y una mala persona. – Respondí, y en efecto, colaboraba para que su amigo Casper robara una botella de licor de una licorería en ese preciso momento.

- ¿Por qué esa chica tuvo sexo con él si es tan malo? – Me preguntó con una inocencia que no supe proteger.

- Porque a las chicas les encantan los chicos malos, o porque es muy joven y le creyó todo lo que le dijo. Él hizo lo que la mayoría hace, mentirle para terminar en la cama.

- Pobrecita.

En una escena doble, los dos jóvenes tienen una reunión con unos drogadictos en un departamento de los suburbios, donde se drogaban con helio o algún gas de un globo (no soy experto en esas cosas) y a la par, la joven aún sin saber que había sido contagiada, tenía una conversación con sus amigas sobre varones y sexo, en especial sobre sus primeras experiencias sexuales; que una lo hizo en la parte trasera de un auto, que otra en los arbusto durante un campamento, esa conversación desencadenó una pregunta tras otra de mi hermana.

Los varones en la otra reunión, entre faso y faso e incluso en presencia de niños, tenían la misma conversación sobre el sexo oral, pero desde un enfoque tan machista que daba miedo. La película hacía muy bien en retratar las sexualidades según los géneros, con todos sus prejuicios, desinformación y descuidos propios de la edad y propias de ese grupo social marginal. Las enfermedades no fueron abordadas por ningún grupo.

- ¿Por qué todas dicen que es lo mejor del mundo si duele tanto y los hombres son tan malos? – Me abordó tras unos segundos, como si hubiera tenido que armarse de valor.

- Y… los misterios de la vida. Casi nadie tiene una primera vez linda, de todas formas, siempre se sigue teniendo sexo, qué se yo, es algo natural, a algunas les termina gustando más que a otras. Depende también con quién lo hagan. Y no son todos malos, hay hombres buenos como también hay mujeres malas.

- ¿Algunas la pasan bien? – Preguntó sin quitar la vista de la película, ni siquiera cuando bebía su chocolatada, propiciando que se ensucie la pera con ella.

- Algunas si, sino se buscan a otro, si una persona te gusta aprendes o le enseñas en el proceso, es difícil de explicar igual, es más como que conoces a alguien y si sale, sale. Nunca vas a saber de antemano si es bueno cogiendo o no. Va para hombres y mujeres, además.

Majo quedó sumamente satisfecha con mi respuesta.

Los comentarios de la película eran como una charla de educación sexual desaprobada por un ministerio de educación. Hablaron de la duración del sexo, de anécdotas sobre el jugueteo previo, e incluso, del sabor del semen y de quien del grupo se animó a tragarlo, supe en ese momento que ver algo así con mi hermana había sido un error. Más que ponerla a manejar un auto sin saber conducir fue como ponerla de encargada en una misión lunar.

- Espera… ¿El semen no era la leche con bebés?

Reí con ganas sin intenciones de dejarla en ridículo, sino enternecido por su idea de semen. Me hizo acordar a las antiguas representaciones de los espermatozoides, que parecían naves llevando niños en su interior.

- Con bebés no, con espermatozoides, esa célula al llegar al óvulo en grandes cantidades, disuelve los ácidos de esa célula mucho más grande y si uno logra ingresar, se convierte en bebé. – Le explique. - ¿No leíste el libro de biología que te regalé?

- No dice a qué sabe ni tiene dibujos claros. Ni fotos.

“¿Así que por eso me pide libros de biología? ¿Para esos datos en específico?” Pensé con una sonrisa perversa.

Justo una confiesa que: “Es dulce y amargo, como mantequilla salada, es desagradable…” y otra agrega “Bebes y bebes y no puedes sacarte el gusto de la boca, con los espermas entre los dientes. Qué asco. Hay que sentarse y comer una comida entera.”

- ¿Y se lo tragó igual? Guácala ¿Eso no estuvo en los huevos de alguien? – Por otro lado, sus reacciones tan sinceras eran muy divertidas, arrugaba tanto la nariz del asco que parecía que había chocado de cara con un muro. - ¿Por qué todo lo feo lo tenemos que hacer nosotras?

- Los hombres también lamemos las vaginas, y nos gusta la mayoría de las veces, es algo mutuo.

- ¿Se la lamiste a Brenda? – Preguntó de inmediato.

Brenda… una de las tantas noviecitas que tuve. La había conocido al terminar la secundaria y duró poco menos de dos años. Cansada de las hostilidades de mi madre y de mi celosa hermana, (que ni la saludaba y estaba rabiosa como un gato en una caja con perros), fueron dinamitando la relación hasta que se fue a vivir a Córdoba y la terminamos en buenos términos.

- Por supuesto, soy muy considerado, no como ese flaco. – Le contesté mirándola de reojo, sorprendido con lo lanzada que era. Solo conmigo era así de abierta.

- ¿Ella te la chupó entonces?

- El sexo no es un trueque Majito… por cierto ¿A que vienen tantas preguntas he? – La reprimí algo cansado de que no me dejara ver la película tranquilo. – Esas son preguntas muy íntimas, pendejita cochina.

- Sos el único al que le puedo preguntar. – Respondió llegándome al corazón con su sinceridad brutal.

- Nos hicimos sexo oral, y penetración con protección unas tres o cuatro veces, no me acuerdo. Siempre con protección, eso anótalo en tu cabecita loca.

- Me imaginé, los vi besándose con las lenguas afuera como esos dos negros. – En efecto, mientras Tully y Casper viajaban en el subterráneo, una pareja afroamericana se besaba sin pudor frente a ellos.

- No tiene nada que ver, igual te dije que no nos espiaras mil veces, chismosa. – La reté sin ninguna credibilidad empujándola al extremo opuesto del sillón.

- Solamente quería verlos y aprender ¿Dónde sino se aprende a besar? No es como que me dejen ver películas o novelas así, menos salir a matiné. – Reflexionó con una lógica que no pude rebatir.

Fue entonces cuando dije las palabras más equivocadas de mi vida, la sustancia X que sumadas a esa maldita película y la actitud de lolita involuntaria de mi hermana crearon el desastre. Palabras que desatarían un hechizo que hasta el día de hoy a veces me atormenta, como una invocación demoníaca.

- Cuando quieras te doy clases los martes, por ser vos serían gratis. – Me desubiqué como nunca solo para hacerla enojar. Mi tono de broma fue claro, no obstante, la reacción de Majo no fue de escándalo.

- Gabo, soy tu hermana, mamá dijo que eso está mal, en Levítico 18: 6-18 y Levítico 20: 11-12, 14, 17 y 20 la Biblia dice que…

- Puedo mover mi clase a los domingos, este domingo precisamente. Última oferta. – La manipulé sin saber que estaba yendo demasiado lejos.

Majó puso una mueca de fastidio y seguimos viendo la película por unos minutos, por un momento creí que mi chascarrillo estaba finalizado, que sería una de las tantas veces que me desubiqué en el pasado hasta que María José pausó la película.

- Esta bien. - Dijo y juró que no supe de que hablaba hasta que dejó el vaso vació de chocolatada y cruzó una pierna sobre mi cuerpo y se sentó sobre mi regazo, cubriendo la luz del televisor con su contorno… sus cabellos castaños caían a los lados de su rostro como cortinas mientras me clavaban la mirada.

- Va a ser nuestro secreto ¿Si? – Concedí notando que tenía bigotitos de chocolate por la leche y ni se había dado cuenta. Majo asintió y corriendo su cabello hacia atrás, envolví sus labios con los míos sintiendo su delicioso gustito a chocolate.

El sonido de los besos me relajó. Por un momento mientras sentía el sabor de su boca pensé que no tenía nada de malo que encontrara afecto en sitios impensados como su hermano mayor. Al menos yo no iba a romper su corazón ni hacerle daño alguno. Cualquier otro habría dicho que no era así, que estaba mal, Majo podía entenderlo en el futuro, no la conocían, no sabían que no era como las demás.

Nos separamos tras unos breves minutos y nos miramos mutuamente. Solo deseaba que no notara que bajo mis pantalones la erección más incómoda de mi vida no dejaba de crecer.

- Prométeme que no me vas a odiar por esto, que lo hago nomás como un juego, como una travesura nuestra. Con decir que no, es suficiente para que no lo haga más.

- ¿Podemos seguir? Bésame como en la película, como besabas a Brenda.

- Esta bien, entonces cuando nuestros labios se conecten, gira un poco el rostro, y abrí la boquita…

Majo obediente, al conectar nuestros labios, llevó a cabo mi instrucción e introduje mi lengua, mi gran lengua en toda su boca, llenándola. La chocolatada que se bebió había vuelto el sabor de su saliva edulcorada y espesa. Mientras no dejaba de hurgar en su boca con mi lengua, sentía sus brazos envolviéndose alrededor de mi cuello.

Con el correr de los minutos mi hermana se soltó, giro su rostro de un lado a otro abriendo su boca y fue ella la que me exploró a mí con su lengua precoz, entrelazándose a la mía y revolcándose en mi boca. No sé cuánto habremos estado en ese primer beso incestuoso, solo sé que en algún momento mis manos se apoyaron en su trasero por sobre el pijama y al darlo por terminado, Majo se relamió los labios en un gesto felino.

- No sabe mal a pesar de que sos mi hermano. Tenés gusto a cerveza, eso sí. – Observó con el rostro neutro, sin saber si eso le agradó o le disgustó.

- Y vos a leche con nesquik. Me encantó tu saborcito.

Al terminar, aún sobre mí, miró hacia arriba como si escuchara pasos en el techo en una película de terror.

- ¿Qué pasa? ¿Escuchas algo?

- Dios no hace nada. Pensé que si esto estaba tan mal haría algo…

- No seas boba, no funciona así, él tiene mejores cosas que hace que bajar a castigar un beso… aunque sea entre hermanos. Al menos eso espero.

Mi hermana en eso notó que estaba sentado sobre un bulto duro y bajo a mirar, saltando a un lado del sofá al darse cuenta de que se trataba de mi pene. Mi pantalón ya no podía ocultar mi erección ni en lo más mínimo.

- Mejor sigamos viendo la película, quiero ver si ese pendejo de mierda tiene su merecido.

- Sí, mejor. – Aceptó muy sonrojada, aun relamiéndose y abochornada aquel lejano domingo de verano…

En eso, las luces del ascensor volvieron a ascenderse (solo estaban encendidas las de emergencia) junto con la típica luz de la botonera. Ni bien volvió la electricidad juntamos las cosas y salimos para hacer los pisos restantes a pie. Senti que me bajaba de una máquina del tiempo y aterrizaba en el presente, con una Majo de 18 recién cumplidos y cargando bolsas con nuestras compras.

- ¡Al fin! ¡Fue una eternidad! – Se quejó Majo tirándose en el sillón mientras yo ponía las compras sobre la mesa.

- No fue para tanto che, ni una hora tardo. – Pensé consultando mi celular. – Ayudame a hacer la comida, podemos dormir una siestita y después hacemos la sesión.

- Ahí estoy avisando que se viene un nuevo set, un par me insinuó que la suscripción es cara para lo que ofrezco y le tuve que decir que hoy mismo subo contenido.

“Y quizás, logre subir la intensidad. Si logro que muestre un poco más no van a poder reprocharle nada…” Pensé, notando que, al parecer, Majo no había notado que tuve un flashback fuerte que me hizo viajar en el tiempo como si el mismo ascensor se hubiera construido e uno de esos clásicos inventos de la ciencia ficción.

- Si consigo un suscriptor más me compro una leche y una caja de nesquik, como extraño eso, estoy podrida del té.

-Yo también… - Murmuré sin llegar a ser oído mientras acomodaba las compras.


El fan número uno


Como si mi cuerpo quisiera llevarme por el mal camino (suele ocurrir a revés) me desperté de la siesta con otra nueva erección y un dolor de huevos terribles. Quizás me dormí apuñalando el colchón o los testículos muy apretujado, de todas formas, mientras tomaba un té prepare mi cámara dejando todo listo. Solo faltaba la estrella.

- La verdad, yo también estoy podrido del té, ni que estuviera a dieta la puta madre.

Dicen que la siesta aumenta la belleza, con mi hermana desde que empezó la cuarentena se nos pegó la costumbre de dedicarnos una siesta y creo que Majo ya no las necesitaba.

- ¿Cómo me veo? – Me pregunto entrando a la habitación dedicada a mis producciones caseras y varios proyectos inconclusos como la fotografía de miniaturas y bodegón. Tenía dos paredes de colores plenos que, gracias a un programa de computadora podía ponerle el color que quisiera.

Majo parecía lista para romper la cuarentena y salir a hacer running. Tenía muñequeras de algodón, un top de gimnasia y una bombacha a juego. Sobre eso, una campera de verano color verde musgo.

- ¿Y? ¿Te gusta? Te quedaste tildado como en el ascensor.

Lo había notado al fin, era increíble cómo no perdía un detalle de nada.

- Te queda re bien, no sé dónde metes tanta comida, estas hecha una diosa. – La admiré con descaro dándo una vuelta alrededor de ella.

- Basta hermano, empecemos que se me impacientan los suscriptores.

En efecto, de pie, comencé a fotografiar a mi hermana, con sus piernas torneadas desnudas, como sus pies (exquisitos para el que tenga debilidad por esta parte del cuerpo, aunque no soy de esos, no les encuentro un defecto) y una actitud mucho más decidida. Tras mostrar las tetas en la primera sesión parecía que mi hermana se sentía mucho más segura.

Las primeras fotos fueron una demostración de flexibilidad y equilibrio. A pesar de que hacía bastante que no hacía ejercicio, Majo no perdía sus aptitudes físicas, levantando la pierna, flexionándolas, estirándolas, siempre de pie, sin siquiera tambalearse.

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Me impacto que pudiera elevar su pie más alto que su cabeza, tocarlo con una mano, e incluso balancearse levemente. No sé si sabía que ver a una mujer realizando tales proezas llevaba a un hombre a imaginar toda clase de perversiones.

Note fiel a mi estilo, que su braguita estaba algo holgada, y enseñaba de manera muy sutil una pequeña fracción de su triángulo prohibido, aunque la sombre de la prenda no dejaba ver demasiado. Para distraerla de ese detalle y seguir fotografiándola de manera impune le saque conversación…

- Yo no pudo ni tocarme los pies con las manos, no se puede creer lo flexible que sos. – La elogié mientras fotografiaba, en especial, los músculos de sus piernas, a las que levantaba y contorsionaba con mucho equilibrio. Los fetichistas de los pies la iban a adorar, igual que los amantes de las mujeres torneadas, de hecho, no me imagino que hombre no la adoraría con su rostro angelical rozando lo legal.

- No exageres, si estás bien vos también. No hace tanto que dejaste las pesas. – Me halagó. – Nomás tendrías que haber continuado con las rutinas caseras.

- Soy medio larva, me conoces. Más si estoy encerrado sin poder salir. Cuando hago cosas me es más fácil hacer actividad física, vos me entendes. – Mencione sin dejar de fotografiarla, tratando de no distraerme con esa pequeña ventana entre su pierna y su bombacha que enseñaba más de lo pactado.

- Si, el encierro como que te achancha. – Sentenció haciéndome reír con su término. – Es más fácil hacer todo cuando uno está en ritmo.

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Isabella Kanlinka

Cada vez me costaba más concentrarme y no desviar mi mirada de forma obvia a su, casi expuesto, sexo.

- Igual no heredamos el mismo molde, no soy tan privilegiado, si no hago algo voy a salir rodando. – Mencione y como quien no quiere la cosa: - ¿Te parece si ya te sacas la campera?

- Parece que me pedís que me desvista cada vez más rápido. – Menciono sin negarse, ya posando sin campera tras capturar la transición.

- La próxima podés arrancar toda desnuda si queres. – La picaneé para ver cómo se enojaba.

Esta vez no se enojó e ignoró mi chasco, al contrario, condimento la sesión:

- ¿No queres que haga la pose de Jean-Claude Van Damme?

- Sí, buenísimo, con eso los vas a volver locos. – Acepte demasiado rápido, evidenciando mis oscuras intenciones. Majo me miró con desaprobación, sin embargo, no tardo en sentarse y con suma facilidad, abrir sus piernas hasta formar un ángulo de 180° casi perfecto.

- Mientras no te vuelvas loco vos, pervertido.

Si yo hacia esa pose de piernas hubiera tenido que ir al hospital en carretilla por múltiples desgarros, Majo en cambio no solo la hacía, sino que se sostenía y se retiraba el top para deleitarme a mí con la visión de sus tetas.

El Onlyfans de mi Hermana. Parte 3

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Por segundo día consecutivo podía verle los senos al aire, y al igual que el encierro del ascensor, también disparó recuerdos, solo que esta vez no iba a perderme en ellos. Tenía un presente más que interesante en el que concentrarme.

Me fue imposible guardármelo, mi propia hermana me miraba a la cámara haciendo caras capaces de derretir a un iceberg y encima, tenía la bombacha tan corrida que en cualquier momento mostraba algo de lo que podía arrepentirse.

- Majo, perdón, tengo que decirlo para que no pienses mal de mí, sé que me vas a decir pervertido, pero se te ve media… media… ya sabes qué.

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- Ya me di cuenta. – Me sorprendió con cara sugerente. – Pensé en mostrar un poquito más como quien no quiere la cosa para tentarlos. ¿Eso les va a gustar no?

- Ya sabes lo que les va a gustar.

Baje la cámara y sin poder evitarlo, observe su entrepierna, sin dudas estaba al límite, viéndola con mis propios ojos y no a través del lente noté que tenía un labio pulcro y exquisito al descubierto.

- Dijiste que insinuaron que pedís mucho para el contenido que ofreces, creo que si te sacaras la bombacha e hiciéramos unas tomas soft les cerrarías la boca y nadie podría reprochar nada. – Dije con toda la seriedad del mundo.

- Por ahora no… capaz más adelante me animo, además me verías toda si me saco la bombacha…

- Ni que fuera la primera vez.

- ¿Te acordas? Que loquitos que éramos por favor, vos sí que aprovechabas.

Besarnos con frecuencia no fue lo único indebido que hicimos hace algunos años, ni siempre necesitamos de una película intensa para desatar conductas morbosas, permitidas por mi moralidad reprimida cuando se trataba de Majo y de su, por algún motivo, permisividad. Parecía siempre querer seguirme el juego.

Lo que empezó casi como una travesura tardía se fue desarrollando a la velocidad que el cuerpo de Majo se desarrollaba. Aprovechándome de su sexualidad temprana, moví mis prácticas de beso a otros días de la semana, a veces varias veces al día, siempre y cuando mama no estuviera cerca.

Por supuesto que sentía remordimientos a menudo. Una vez de la bronca rompí el espejo del baño con mis puños y tuve que decir lo había golpeado con el palo de escoba accidentalmente mientras trapeaba. Todos nacemos sin mal en el interior y somos nosotros quienes ponemos el mal dentro de los jóvenes. Yo sentía que le estaba implantando la perversión a mi hermana menor sin poder detenerme, se sentía tan jodidamente excitante a pesar de que sufría de remordimientos al día después.

Lo peor ocurrió en su habitación, tras ayudarla en sus deberes como buen hermano, me pedí mi recompensa como el mal hermano que era. Teniéndola sentada en mi falda, corrí sus cabellos castaños y tras un intercambio de palabras intrascendente en el que le dije que era hora de otra lección, la bese con delicadeza, acariciando su mejilla a medida que mis labios más grandes envolvían los suyos.

- Siempre se te termina poniendo dura. – Dijo sintiendo mi erección bajo ella. Ahora ya no saltaba a un lado asqueada como aquella vez. Estaba acostumbrada a mis erecciones y creo que le gustaba sentirlas, al menos mi mente podrida pensaba eso.

- Vos me la pones dura. No sabe que sos mi hermana. – Mencione volviendo a besarla por un par de minutos más, conectando mi lengua a la suya hasta sentir su gustito prohibido. - O capaz no le importa.

- ¿No lo podes evitar? – Me preguntó casi compareciéndose de mí.

- No. Voy a tener que ir al baño a masturbarme o se me va a quedar así un rato largo. – Le explique con soltura, últimamente no nos guardábamos nada, ni ella, ni yo. La diferencia era que el que debía reprimir esas conductas era yo, y no lo hacía, al contrario, ese día me excedí como nunca.

- ¿No te molestaría si lo hago acá y ahora? – Pregunte mientras la observaba de arriba abajo, aún sentada sobre mí con la misma ropa de escuela.

- ¿Conmigo acá? ¡Hay no! – Se resistió con bastante desgano. - Sos mi hermano, eso es muy zarpado.

- Miralo de esta manera, cuando le veas el pene a tu novio, pareja o quien sea no te vas a impresionar y vas a actuar con madures. Va a hacer de tu primera vez un poco más fácil.

- Ya vi varios en películas y lo sabes. Además de seguro vas a querer hacer algo más y…

- Para nada. – La interrumpí sincero. – No te voy a tocar un pelo ni hacer nada que no quieras, además, no es lo mismo ver una chota en película que en verdad, una cosa es dormida como la muestran en los desnudos de película y otra levantada y en vivo.

- No sé… - Empezó a dudar delatando su respuesta final con una mirada curiosa que se le perdía a mi mano acariciándome la entrepierna por fuera. - Tengo un poco de curiosidad, pero…

De inmediato me levanté (acarreando mi tienda de campaña) y me dirigí a la puerta para abrirla de par en par. Luego me volví a acostar, manoteándome el bulto.

– Voy a hacer lo mío, si te queres quedar a ver, te quedas, si no queres ver, te vas. La puerta está abierta y es tu elección, a vos no te voy a hacer nada, es más, voy a hacer de cuenta que no estas acá.

Acto seguido comencé a toquetearme el rabo, de tal forma que viera el largo y el grosor por debajo del pantalón. María José revoleaba sus hermosos ojos de mi mano a la puerta, de mi mano a la puerta, indecisa. La palabra final era de ella, aunque ya sabía por lo que optaría. Por fin, se decidió y fue hacia la puerta…

Majo cerró la puerta y giro mirándome con decisión y una sonrisita discreta.

- Si mama viene y no la escuchamos nos va a ver, dale, podes empezar. – Aceptó bien morbosa, con las mejillas enrojecidas como semáforos en rojo.

Lo que hice a continuación fue quizás lo más pervertido y reprochable que hice en mi vida, acostado busque en mi teléfono celular un buen video porno mientras me acariciaba la pija metiendo la mano bajo el pantalón, muy excitado por el morbo de la escena.

Haciendo de cuenta que mi hermana no estaba allí, (aunque la verdad, la idea de que me viera la pija haciéndome una paja me calentaba a más no poder) busqué porno en mi celular como pobre una excusa de normalidad, mi combustible provenía de ser observado por ella, no por tener deseos de ver pornografía. Por fin, no la hice esperar más y me bajé los pantalones…

Majó se sentó en el escritorio arriba de los deberes (inconclusos) mientras aceleré la paja, con los pantalones por las rodillas para que me viera la pija con lujo de detalle. Tenía una pieza que consideraba de lo más apetecible, en ese entonces era de 16 centímetros y medio, cabezona y sin ninguna curva extraña, ni muy oscura ni muy peluda, podía ser modelo de pija sin dudarlo, no le encontraba un defecto por más que no era una herramienta muy grande.

Por lo visto mi hermana pensaba lo mismo porque no me la dejaba de ver, cada tanto hacía de cuenta que descansaba la mano, solo para que me la viera parada y venosa en todo su esplendor.

- ¿No me haces un favor? Sosteneme el teléfono, nada más, así no lo tengo moviéndose y en una posición incómoda. – Le pedí viendo su rostro, escudriñándola tratando de saber que pensaba.

- ¿Te falta mucho? No quiero que me salpiques nada. – Me preguntó mientras se bajaba a del escritorio y tomaba el teléfono arrodillándose al lado de mi cama, quedando con esa carita pecaminosa a la misma altura que mi pija. - ¿Así esa bien?

Majo siempre había sido así, de poca resistencia a mis juegos perversos y aunque le daba la opción de hacer valer su negativa, siempre pero siempre accedía. Era el sueño de un pervertido como yo.

- Sí, sí, no te preocupes que va a ser una pajita rápido, la tengo bien dura. – Aunque no tenía ni la más mínima intención de hacerla breve.

Majo aprovechó para ver el porno escogido conmigo esa tarde: Penny Pax, Sierra Day y Chastity Lynn hacían toda clase de cochinadas con Mike Adriano, el reconocido español llamado Rey del Sexo Anal. Aunque recién calentaban motores, era uno de mis videos más confiables para vaciar los huevos.

- ¡Tiene una pija enorme! ¿Cuánto le mide? – Observó sin saber si mirar la pantalla o lo que acontecía en mi entrepierna. – Aunque la tuya es más linda. – Decidiéndose a ver mi pija antes que la del actor en la ficción. Mejor, dado que el video elegido era demasiado obsceno y si lo veía iba a tener que responder muchas preguntas… estaba en el punto en el que podía hacerme una paja enfrente de ella, pero no explicarle un ciempiés humano o un prolapso.

- Gracias corazón ¿Es bonita no? Podes verla siempre que quieras. – Le ofrecí casi largando todo por culpa tanto de la mirada de mi hermana como de mis palabras atrevidas.

Otra cosa que me llevaba al límite de acabar era que acontecía un silencio sepulcral solo roto por el monótono “toc, toc, toc, toc…” de mi mano golpeando mi ingle. No sé cómo pude aguantar tanto, aunque Majo comenzaba a impacientarse, quería ver el gran final.

- ¿Sabes qué? Deja el teléfono, no lo necesito, se me ocurre algo mejor.

Majo me miró con intriga y preocupación balanceadas.

- No te vayas a zarpar, me dijiste que no me tocabas un pelo.

- Sí, y no voy a romper esa regla ¿Por quién me tomas? Estaba pensando en recibir algo a cambio por esta enseñanza… yo te estoy mostrando algo muy íntimo y vos podrías ayudarme sin que haya ningún contacto y asi no romper nuestra regla.

- No, no, no, ya sabía que te iba a salir el pervertido de adentro, es ir demasiado lejos.

La dedique una mirada sarcástica antes de que inicie un berrinche. Por más linda que fuera enojada tenía la pija en la mano y el cabezal rosado a punto de salir volando como un proyectil de RPG-7.

- Me estoy masturbando frente a vos, que me muestres algo a cambio no me parece lo más pervertido del día… Aunque si decís que no lo voy a entender.

- Bueno, no.

- Entonces déjame acabar solo, por favor. – Le retruqué, volviendo a masturbarme. – Por favor, estoy dispuesto a enseñártela, no tengo problema, eyacular y enseñarte un orgasmo en vivo a cambio de nada, no lo creo.

Majo se tomó unos segundos para decidir, sin embargo, no le llevo demasiados segundos decidirse. Ni en mis sueños más retorcidos mi estratagema barata hubiera dado sus frutos.

- Esta bien, pero que sea rápido, no te tardes tanto como cuando te bañas…

A mi lado Majo se bajó la pollera de tablitas (¿dije que estaba con el uniforme escolar? Pues lo estaba) y no la detuve, me enseño sus braguitas blancas y no la detuve, se la bajó y tampoco hice algo al respecto como el hermano pervertido y lujurioso que era. Mi propia hermana me enseño su vagina medio oculta tras un incipiente vello púbico castaño, incluso separó sus bellos sin que se lo pidiera para que admirara su pequeña cavidad con sus labios cerrados y pulposos ocultando al completo sus labios menores...

Fue casi automático, para cuando me quise controlar para vérsela más tiempo, varios chorros de esperma saltaron al aire y cayeron como bombas de mortero en mi cuerpo, quedando peor que un campo minado, con manchones de explosiones lácteas en todo el pecho y a los lados en las sábanas. Mis manos quedaron todas pegoteadas por los disparos de esperma rezagados que se deslizaron como ríos blancos por mis dedos. Majo, satisfecha, volvió a cerrar las cortinas de vello y tras dedicarme una sonrisa picaresca, se levantó la ropa escondiendo su sexo.

- Quedaste hecho un enchastre, hermanito. – Recorriendo con su mirada cada aterrizaje del esperma sobre mi piel. - La paraste de pecho como dice el Bananero. – Sonrió haciéndome reír con su manera tan peculiar de tomarse nuestras perversiones.

Como si hubiera sido ella la que hubiera hecho una travesura inenarrable, su lado más infantil cobro partido y apoderándose de ella, la hizo abandonar mi habitación al trote, como quien juega a tocar el timbre de una casa un domingo a la hora de la siesta para salir corriendo, presa de una inyección de adrenalina indescriptible.

- Ya se en lo que estás pensando. – Se percató Majo de mi breve lapsus donde solo había tomado unas pocas fotografías estando en piloto automático, ella había estado jugueteando con su top hasta lanzarlo como una flecha. – Yo también pienso muchos en las travesuras que hacíamos.

tabu

La mire de arriba a abajo sin ocultar ni un ápice mi excitación.

- Pienso mucho, demasiado, en nuestros viejos secretos, estas para el crimen hermanita.

- Basta Gabriel, si no sacas más fotos avísame así las editas, prometí subir nuevo material hoy. – Nomás como para mantenerla con los senos al aire seguí tomando unas fotos.

- ¿No es esto como una nueva forma de travesura? – Reflexioné. - Siempre fuimos transgresores, la adrenalina de lo prohibido nos llevó a hacer cosas únicas. Si encima tenemos rédito económico, no creo que podamos negarlo más.

- ¿Negar que cosa? – Me pregunto intrigada, aunque estaba seguro de que ya lo sabía.

- Que ya no tenemos que esconderlo más ni ponerle nombres infantiles, deberíamos asumir lo que nos pasa, lo que nos pasó siempre y…

- Hay hermano, para. – Se fastidio. – No lo hagas incómodo, ya suficiente con que estoy en tetas posando para vos. - Me dijo incorporándose cancelando la conversación y la sesión cuando de repente, soltó un quejido de dolor.

- ¡Hay, la puta madre, me jodi la pierna!

- Te levantaste muy rápido estando estirada mucho tiempo, espera, no te muevas. – Dilucidé con preocupación auténtica ante su expresión de dolor.

- No me di cuenta…uggg, la mierda, como duele, justo ahora.

– Te olvidaste que hace mucho no haces estas poses y te exigiste demasiado.

Tenía experiencia en dolores musculares, no era de los que tenía paciencia en el gimnasio y solía llevar mis entrenamientos al límite, haciéndome pelota. Sabía que estaba mal y no eran formas de entrenar, aunque siempre terminaba haciendo lo mismo.

A la brevedad, regrese del baño con Salicrem, una crema muy potente para cualquier tipo de dolor, torcedura y golpes. No me pagan por hacerle propaganda, pero admito que es bastante buena.

- Me lastime acá, este músculo de abajo, me dio un tirón re potente. – Me informó corriéndose un poco la bombacha. Era ese músculo fino y flexible que viaja del centro de su pierna hasta la cadera, cruzando la vagina por debajo, vagina que si no fuera por unos centímetros de tela vería tras años de aquella fechoría.

Tratando de concentrarme, puse crema en mi mano y con delicadeza, se la unté en el dolorido músculo. No parecía tan grave dado que pude masajearlo con suavidad sin provocarle dolor.

- Si fuera un desgarro o algo grave, estarías llorando de dolor, no debe ser grave. – Dije tratando de sonar como un hermano normal, evitando hacer conexión con sus ojos miel, con sus senos desnudos, con su medio labio vaginal, tratando de mantener los cabales y no deslizar mi mano bajo su ropa interior… estaba tan cerca.

- ¿Te sentís mejor? – Le pregunté rodeando su pierna en la sección lastimada con la crema, sintiendo sus músculos jóvenes y apetitosos bajo mis yemas, donde le dolía, tenía especial cuidado de no frotarla con fuerza.

- Mejora de a poco, esta fría, eso me calma.

- Después del Salicrem te pongo un poco de hielo. – Dije sin dejar de esparcir el analgésico, sin poder evitar mirarla, desde el pie desnudo, subiendo por su pierna, hasta donde mis manos estaban apoyadas, subiendo de a poco, de a poco.

- Voy a ponerte el hielo. – Me detuve en seco, tratando de mantener mis cabales tras tantos minutos de estar abstraído por mis recuerdos caldeados por mis demonios. Tomé el top de mi hermana que había salido volando en la sesión y con mucho afecto, se lo coloqué, cubriendo sus preciosos pechos, provocándole una sonrisa sincera.

Ayude a Majo a pararse, aunque ya no parecía muy dolorida, llevándola a su habitación sosteniéndola en mi hombro y de a saltitos.

- Te traigo la comida acá, no te preocupes. Descansa. Yo me ocupo del Onlyfans y todo.

No tenía problemas en llevarle la comida a la cama y dejar la perversión de lado por un momento, lo suscriptores y todos, (incluido yo, su fan número uno) podíamos esperar. El momento ameritaba que el Gabriel responsable y hermano mayor se apersonara y dejara el negocio perverso de lado, sin embargo, como si fuera el juego de tirar la cuerda, siempre uno u otro estiraba la soga de nuestras perversiones cuando el otro aflojaba.

- Gracias, hermano, me duele menos. – Dijo tomando el hielo, específicamente gel refrigerante para medicamentos en botella (una botella de plástico sellada que contenía un líquido frío y venía junto a medicamentos que requieren frío en su transporte, es ideal para enfriar y usar en las lesiones) y poniéndoselo en la lastimadura. - ¿Me alcanzas el pijama? Ya que me voy a quedar acá.

No solo se lo alcancé, sino que se lo puse. Para mi sorpresa, se había sacado el top y estaba en topless una vez más, con los cabellos castaños en la espalda. Ya ni intentaba cubrir sus pechos.

- ¿Qué pasa? No voy a dormir con eso abajo, no te me quedes mirando. – Me reprochó con una sonrisa. Nunca me iba a acostumbrar a verle los pezones, siempre sería una visión hermosa. – Siempre te me quedas viendo las tetas como si nunca hubieras visto unas.

- Ese es el secreto nuestro, hermanita, nunca nos dejan de maravillar, y más unas preciosas como las tuyas.

- ¡Ya empezaste! Ni los babosos de la escuela son tan lanzados. – Refunfuñó. - No sé cómo te sale tan fácil ser tan baboso conmigo.

- Vos me lo haces fácil. – Dije antes de dejarla para ocuparme de la cena.

Mientras cocinaba arroz con milanesas de pollo pasé las fotos a la pc y las fui seleccionando según mi criterio además de agregarles las marcas de agua (casi se me quema todo en el proceso). Antes de atacar mi plato, fui a llevarle la comida en bandeja como si fuera una princesa y yo su mayordomo, cosa que no me molestaba en absoluto.

- Comienzo a pensar que estoy de la lesión es un invento para no ayudarme en la cocina, ni lavando los platos, ni nada. No te vayas a acostumbrar he. – Dije dejándole la bandeja con la comida a los pies de la cama.

- Bueno, encima que me explotas… después de lo que vengo mostrando estos días me merezco un trato preferencial. – Replicó con el refrigerante apresado entre sus muslos.

- Hablando de explotar ya subí las fotos a la pc y les agregué las marcas de agua, saliste hermosa. - Haciendo sonrojar a mi propia hermana con mis elogios.

– Basta, sos un exagerado. – Dijo acomodando la bandeja sobre ella.

- No exagero, yo hablo por el público masculino y si después de este set no ganamos cinco suscriptores, nos retiramos y probamos otra cosa.

Sería lindo cinco suscriptores más, para otras sería re poco, para nosotros un montón. – Reflexionó con mucha razón. – Por eso me anime a mostrar un poquito más, para ver si pican con más facilidad, podrías subir esa foto en que se me ve la entrepierna censurada a mis redes, para que sepan que subo ese contenido en Onlyfans y si pagan lo obtienen.

- Es una excelente idea… muy buena idea, esperemos que así sea, sino me voy a sentir muy desilusionado de los hombres del mundo.

Sin saber que en ese tira y afloje de perversión iba a ser mi hermana la que pegue el siguiente tirón, cuando le di el beso de las buenas noches en la mejilla, Majo me tomó del mentón, y me clavo un pico muy tierno.

La mire a los ojos y me devolvió la mirada con mucha ternura, sin poder evitarlo, estampe otro beso delicado en sus labios, sin querer forzar demasiado nuestros juegos, que, creyéndolos parte del pasado, habían vuelto con más fuerza que nunca.

Tras dejar a mi hermana en su habitación, aún con la deliciosa sensación del beso en mis labios fui al baño sorprendiéndome con una expresión embelesada devuelta por el espejo. Sin poder alejar esa curiosa sensación de flotar entre nubes, terminé de subir las fotos al Onlyfans y de limpiar la cocina y con la idea de intentar conciliar el sueño abrí la puerta de mi habitación, al prender la luz, noté una polizona de cabellos castaños en mi cama.

- Me duele la pierna, si necesito algo te quiero cerca para pedírtelo. – Se excusó la muy listilla. – Capaz un vaso con coca o que me ayudes a ir al baño.

- No te iba a pedir ninguna explicación, bienvenida de nuevo, Majito.

La recibí acostándome con ella como hace unos años, cuando de puro traviesillos que éramos, compartíamos cama.


Continuará…

hermana y hermano

Gracias por leer, no prometo fecha aproximada de publicación. Ahora que ya exploramos el pasado solo queda escribir sobre el futuro, parce que los juegos entre hermanos, volverán. Si les gusto les agradecería puntos, comentarios o cualquier detalle que demuestre que les interesa la historia. También escucho ideas o sugerencias.

Capítulos anteriores:

Capítulo 1:http://www.poringa.net/posts/relatos/4020235/El-Onlyfans-de-mi-Hermana.html

Capítulo 2:http://www.poringa.net/posts/relatos/4027496/El-Onlyfans-de-mi-Hermana-Parte-2.html

12 comentarios - El Onlyfans de mi Hermana. Parte 3

diegoprey +1
Excelente van 10pts
El_Cochinoco
Gracias por los puntos y el coment👌
Neckk1 +1
muy bueno espero el otro prontoo +10
El_Cochinoco
Gracias por comentar y puntuar, no prometo nada porque estos relatos me llevan algo de tiempo
Notme1 +1
hermano, un sublime relato como siempre! me encanta lo que escribis!
El_Cochinoco
Gracias, me alegra que guste 😃
ClonAngeluzMage +1
Ojalá tengamos más flashback en el futuro. 😉
El_Cochinoco +1
Un par puede haber pero ahora quiero contar su presente 🔥
gothix2012 +1
Hola bro que buenos relatos espero ver más de este relato me gusta mucho
gothix2012 +1
@El_Cochinoco gracias bro estoy ansioso de poder leerlo
El_Cochinoco +1
Me retrase por cuestiones de trabajo pero el 4to capítulo esta avanzado de todas formas
gothix2012
@El_Cochinoco bueno bro cuando este listo súbelo yo creo que hay muchos que esperan leer la cuarta parte
Caco_cali
Gran relato!!!! +10! queremos mas!!!!!
il_marinero +1
Se está haciendo esperar mucho la 4ta 😥
El_Cochinoco +1
Lo sé, es que estuve atendiendo otros asuntos y escribiendo otros relatos a la vez. Diria que esta en un 75%
cromanontonton +1
Pedazo de serie!!
El_Cochinoco +1
Gracias! y ayer salió el 4, asi que tenes para rato
elfalca +1
Muy buen relato! Van 10
El_Cochinoco
Gracias! Me alegro que guste