comida en la terraza
Nos sentamos en la terraza en una mesa a la sombra porque hacía bastante calor y pedimos algo ligero, una ensalada para compartir y algo de pescado a la plancha, acompañado de otro par de margaritas. La gente piensa que los cócteles no son para tomarlos comiendo pero en mi opinión son perfectos, en cualquier caso, en mi experiencia, me sientan mucho mejor que no cambiar a vino -las mezclas son terribles- Nos sentamos en una mesa uno enfrente del otro. Era una mesa no muy grande y casi nuestras piernas se tocaban
¿Qué planes tienes para estos días? me preguntó.
-Tengo contratada una excursión a Xcaret y también me gustaría acercarme a Chichén Itzá a ver las pirámides ¿Tú qué tienes pensado?
-Bueno nuestro plan era venir aquí y pasarnos todo el tiempo en el resort, conocer un par de tipos y coger como locas hasta acabar muertas, pero Ximena me falló así que...a lo que surja
-Entiendo. Es un buen plan...yo no lo descartaría del todo, siempre puedes conocer a alguien interesante.
-Tú me pareces interesante- respondió Andre, tan directa como siempre. Inmediatamente mi polla se endureció y yo me ruboricé
-a tu edad te sigues poniendo colorado? Me preguntó riéndose. Apuesto a que has tenido una erección, y sin más contemplaciones puso su pie sobre mi pija. Efectivamente no me equivocada dijo con sonrisa pícara.
¿Te gustaría acompañarme a Xcaret? me han dicho que puedes nadar entre delfines y hay zonas muy chulas para hacer esnorquel.
-Quizá, respondió ¿me disculpas un momento? mi vejiga tiene que filtrar los margaritas, ja ja ja. Aprovecha y vuelve a mirarme el culo, ja ja ja
-Tienes dotes de adivina, respondí. Sabes leer la mente de las personas, ja ja ja
Andre, realmente me gustaba, era casi 30 años más joven que yo pero sabía muy bien lo que quería. Su desparpajo y picardía me habían ganado, a parte de que era preciosa. Sus tetas tenían el tamaño justo y me preguntaba cómo serían las areolas de sus pezones, que bien se marcaban en su bikini, sea como fueren, era solo curiosidad porque se las iba a rodear con mi lengua de igual forma, mientras le apretaba las tetas con mis manos. Sumido en estos pensamientos me dijo, acercándose por detrás y poniendo en mi mano la parte de abajo de su bikini ¿te importaría guardármela? está algo húmedo y me siento un poco incómoda. Lo oculté en mi mano y la cerré nervioso fijándome en las marcas de humedad que habían dejado sus nalgas en su pareo. Cuando se sentó, llevé la mano cerrada a mi nariz y la olí, huelen a una mezcla de sexo y mar, una magnifica combinación, tu coño debe estar ahora mismo delicioso le dije.
-seguramente, bajó una mano bajo la mesa, y al sacarla me metió el índice en su boca ¿y bien? ¿está a tu gusto?
Exquisito respondí.
El mesero nos trajo el pescado a la plancha cuando casi habíamos terminado la ensalada y no tardamos mucho en comerlo, apuramos nuestros margaritas y le pregunte ¿postre? -por supuesto, respondió, levanté la mano para llamar al mesero y me la bajó, el postre que yo quiero no lo tienen aquí.
Nos sentamos en la terraza en una mesa a la sombra porque hacía bastante calor y pedimos algo ligero, una ensalada para compartir y algo de pescado a la plancha, acompañado de otro par de margaritas. La gente piensa que los cócteles no son para tomarlos comiendo pero en mi opinión son perfectos, en cualquier caso, en mi experiencia, me sientan mucho mejor que no cambiar a vino -las mezclas son terribles- Nos sentamos en una mesa uno enfrente del otro. Era una mesa no muy grande y casi nuestras piernas se tocaban
¿Qué planes tienes para estos días? me preguntó.
-Tengo contratada una excursión a Xcaret y también me gustaría acercarme a Chichén Itzá a ver las pirámides ¿Tú qué tienes pensado?
-Bueno nuestro plan era venir aquí y pasarnos todo el tiempo en el resort, conocer un par de tipos y coger como locas hasta acabar muertas, pero Ximena me falló así que...a lo que surja
-Entiendo. Es un buen plan...yo no lo descartaría del todo, siempre puedes conocer a alguien interesante.
-Tú me pareces interesante- respondió Andre, tan directa como siempre. Inmediatamente mi polla se endureció y yo me ruboricé
-a tu edad te sigues poniendo colorado? Me preguntó riéndose. Apuesto a que has tenido una erección, y sin más contemplaciones puso su pie sobre mi pija. Efectivamente no me equivocada dijo con sonrisa pícara.
¿Te gustaría acompañarme a Xcaret? me han dicho que puedes nadar entre delfines y hay zonas muy chulas para hacer esnorquel.
-Quizá, respondió ¿me disculpas un momento? mi vejiga tiene que filtrar los margaritas, ja ja ja. Aprovecha y vuelve a mirarme el culo, ja ja ja
-Tienes dotes de adivina, respondí. Sabes leer la mente de las personas, ja ja ja
Andre, realmente me gustaba, era casi 30 años más joven que yo pero sabía muy bien lo que quería. Su desparpajo y picardía me habían ganado, a parte de que era preciosa. Sus tetas tenían el tamaño justo y me preguntaba cómo serían las areolas de sus pezones, que bien se marcaban en su bikini, sea como fueren, era solo curiosidad porque se las iba a rodear con mi lengua de igual forma, mientras le apretaba las tetas con mis manos. Sumido en estos pensamientos me dijo, acercándose por detrás y poniendo en mi mano la parte de abajo de su bikini ¿te importaría guardármela? está algo húmedo y me siento un poco incómoda. Lo oculté en mi mano y la cerré nervioso fijándome en las marcas de humedad que habían dejado sus nalgas en su pareo. Cuando se sentó, llevé la mano cerrada a mi nariz y la olí, huelen a una mezcla de sexo y mar, una magnifica combinación, tu coño debe estar ahora mismo delicioso le dije.
-seguramente, bajó una mano bajo la mesa, y al sacarla me metió el índice en su boca ¿y bien? ¿está a tu gusto?
Exquisito respondí.
El mesero nos trajo el pescado a la plancha cuando casi habíamos terminado la ensalada y no tardamos mucho en comerlo, apuramos nuestros margaritas y le pregunte ¿postre? -por supuesto, respondió, levanté la mano para llamar al mesero y me la bajó, el postre que yo quiero no lo tienen aquí.
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