Les traigo la parte 15 de este fanfiction del universo pókemon, dividido como siempre en breves capítulos. Con la intención de sorprender a Álex, Serena invitó a Shauna para un trío, no obstante, ella resulto ser la sorprendida cuando dos invitados sorpresa se sumaron: Gladio y Lillie, ahora el trio evolucionó a orgía y nada va a ser como antes.
En el universo de este fanfiction todos los personajes tienen 18 años o más.
Starring:
Serena
Shauna
Lillie
Braixen
Capítulo 38. La maestra de los juguetes
- ¿Y bien? ¿Qué tienen en mente las chicas? – Rompió el silencio Álex. Gladio sonrió misterioso sin querer revelar el secreto mientras esperaba sentado en el sofá a que su hermana, Serena y Shauna salieran disfrazadas con algunos de los conjuntos que habían traído.
- Esos bolsos se veían muy cargados y el que levanté estaba bastante pesado. – Pensó mientras picaba hielo y preparaba bebidas para cuando el festejo empezara. Ya estaba puesta la música ambiental, ya estaban todos los invitados y la excitación ya era palpable, solo faltaba que las chicas salieran a jugar.
- Nos dijiste que querías entrenar a Serena y convencí a mi hermana de que trajera su colección de juguetes. – Reveló por fin. - Es especialista en ellos. – Reveló. – Si los consoladores fueran pókemon tendría de cada tipo, combinación y color, los colecciona.
- Interesante ¿Imposible aburrirse con ella he?
- Si supieras que ese bolso contuvo un pókemon legendario. – Explicó Gladio para empezar una conversación, contándole de manera muy resumida el paso de Cosmog (Nebulilla), el robo de Código Cero, así como el viaje al inexplicable mundo de los Ultraentes.
- ¿Tu madre es la presidente de la fundación Æther? – Dilucidando que debía de estar forrado en dinero, recordando haber visto a dicha mujer en la televisión alguna vez.
Acto seguido, hablaron por varios minutos. Álex solo conocía al trío de aves legendarias de Kanto, que como muchos pókemon de esa naturaleza, podía ser capturados, pero solo permanecían junto a entrenadores capaces que creían dignos, regresando a sus moradas cada algunos años.
- Bueno, en Alola levantas una roca y encuentras un legendario, ya sean los Tapu, los protectores de las islas que han sido avistados muchas veces o algunos ultraentes que se han escapado haciendo estragos. Æther cuenta con una brigada de captura de ultraentes para mantener a estos pókemon misteriosos en su dimensión.
- Æther me suena a un montón de problemas, hay cosas con las que no se debe jugar y pókemon de otras dimensiones es una de ellas.
- Estoy de acuerdo en ello… ese fue uno de los motivos por los que nos independizamos y buscamos una región más tranquila para hacer una nueva vida.
- Vi las últimas producciones de ustedes. – Mencionó para no cortar con el diálogo. Aunque habían tenido algunas fricciones antes, Gladio parecía estar cómodo y parecía haber dejado las asperezas de lado… quizás le había perdonado que le haya practicado sexo anal a su hermana cuando no estaba pautado… quizás se lo cobraría. – Me gustan mucho, tienen una cuota de morbo espectacular y según mencionó Duke, cada vez son más listas.
Pokeporn Live era una familia y como tal, estaban al tanto de las buenas nuevas de cada miembro. En el último video de “Alola Tabú” una tormenta asolaba la casa de los hermanos de blonda cabellera y Lillie, muy ligera de ropas, tan solo vistiendo un camisón corto trasparente y unas panties adorables con caritas de Komala, irrumpía asustada por los truenos y los relámpagos (que evidentemente eran agregados en postproducción) pidiéndole que, por favor, le dejara dormir con él… sin dudas no hacía falta decir como terminaba. Tras abrazarla para que se calme y sentir sus suaves senos bajo sus manos, la joven se retorcía y soltaba gemiditos que ya no eran de pavor, sino de excitación…
- Bueno, es la sangre de Alola, tenemos facilidad para escribir los guiones y actuar esa clase de historias. – Reveló aceptando un vaso de Cola burbujeante con hielo. – Además, no es ningún secreto que más que actuarlas las vivimos, tenemos a las islas en las venas.
- Ya me imagino, espero ver con ansias el siguiente proyecto.
- Bueno, nuestro contrato no estipula un límite, solo un mínimo, de poder y querer hacer uno diario podríamos, pero preferimos reducirlo a dos por semana, así tengo tiempo para escribir buenas situaciones.
- Entiendo, es una suerte que contemos con Duke y sus contratos mágicos, parece que siempre tiene uno que se adapta a nosotros.
- Es un pervertido, quizás el más pervertido de todos, siempre va a contratarnos sin importar las condiciones, tú mismo podrías empezar una carrera independiente y ganar dinero con videos caseros, no lo necesitas.
- Le he pensado, no lo niego. Formar parte de una compañía tienen sus ventajas también, me resuelven los aspectos técnicos de los videos, me consigan las chicas, las locaciones, cada tanto me escriben alguna historia…
- Ni hablar, tiene varios contactos cazando talentos en diversas regiones, buscando mujeres atractivas e incluso famosas.
- Él siempre supo que quería una empresa pornográfica internacional y con buenas historias, anqué ahora las películas y la tramas fueron dejadas de lados por el formato de video.
Y hablando de historia, esa noche parecía que se iba a escribir una memorable, el trío de féminas salió de la habitación con outfits de pókemon, cada una vistiendo uno distinto.
- Soy Fannekin el inicial de fuego de la región Kalos ¿Me eliges para tu aventura?
- Joder te elijo para lo que sea. – Susurró Álex viéndola casi babeándose. Tenía puesto un bikini amarillo, guantes y medias con tirantes del mismo color que las patas del pókemon zorro además de los detalles indispensables: una diadema con grandes orejitas peludas y una cola grande de zorro saliéndole de atrás, sin dudas sostenida por un plug.
Acompañando a Serena y con una sonrisa estaba Braixen, que de seguro las vio cambiarse y les seguía el rollo a las chicas. El pókemon de fuego también estaba a tono, solo que en vez de vestirse de otro pókemon, tenía la ropa que Serena usaba en los espectáculos, tan compleja y con tantos elementos que los hombres allí ni podrían describirla. Aunque le quedaba algo grande no desentonaba con la temática de inversión de roles. Álex se preguntaba si pensaba llegar tan lejos como para incorporar a su inicial en su nueva “aventura.”
- Es increíble, hasta es de mi talla. – Reconoció, dando una vuelta para enseñar que efectivamente, la cola esponjosa se sostenía por un plug ubicado en su trasero. - Solo quisiera que el plug no sea tan grande. – De todas formas, meneó su colita peluda con mucha gracia.
- Yo soy un Vulpix Alola y estoy perdida ¿Me adoptas? Viiiiiiii – Imitó Lillie al sonidito de su pókemon de hielo mientras hacía ojitos de una forma que enterneció a todos.
- Puedo hacerte un poco de espacio en mi casa, en mi cama, sobre todo. – Comentó Gladio mirándola con orgullo. Su hermana vestía guantes con forma de patitas de Vulpix Alola, también tenía las típicas orejas blancas y una cola, mucho más grande con forma de nube, tan realista que casi parecía hecha de un pókemon real. En su cuerpo llevaba una minifalda que no llegaba ni a los 25 cm y un top a juego de un blanco celeste muy indicado.
- Necesito calor, apachúrrame y cógeme todo lo que quieras, amo… Viiiiii, vii, viiiii. – Jugueteó la blonda abrazándose a su hermano.
- Y no se olviden de mí, Lopunny ¿Me cogen? Es lo único para lo que existo prácticamente, para que me cojan los furros. – Se introdujo a los saltos, Shauna de una manera muy graciosa (y cierta) completando el trío, ubicándose entre ambas. - Unos segundos y se la dejo dura como una mega piedra… bueno, ese chiste fue malo, lo admito.
- ¿También tenías uno para ella? – Se sorprendió Álex.
- Traje cuatro, ese le quedo como hecho a medida, he digo, viiiiiii.
- Sí, ese color pega mucho con tu piel bronceada. – Comentó Serena, ya en brazos de Álex.
A diferencia de sus amigas, no tenía orejas, sino una enorme bufanda color café que la simulaba, medias y guantes del mismo color y una esponjosa colita de conejo color crema. A diferencia del resto no usaba ni tops ni un bikini, sino un corsé café.
- Ni cuando filmé mi primer video estuve tan ansioso como ahora, ustedes chicas, digo, pókemon se hicieron esperar. – Confesó el actor porno.
- Bueno, entonces no los hagamos esperar más chicas, hoy los pókemon van a capturar hombres…
- ¿Esperen, el Braixen se va a quedar? – Mencionó Gladio con tono de desconfianza. – Sé que tengo una historia con mi hermana más extensa que la lista de pókemon veneno de Kanto pero me parece demasiado.
- Descuida, Braixen solo observará, no la voy a obligar a hacer nada ni dejar que le hagan algo que no quiera. – Lo apaciguó. - ¿Verdad Braixen? Estuviste mucho tiempo en la guardería, es hora de que vivas nuevas experiencias.
- Braaaaixen. – Repitió su nombre con aprobación.
Shauna tomó la delantera como aquella lejana vez besando al novio de su amiga (sorprendiendo a Lillie con su actitud lanzada) mientras Serena, a su lado, espero su turno para conectar sus labios a los de su hombre. La rubia no los observó por mucho tiempo, su propio hermano la enfrentó y le estampo un tierno beso en los labios con mucha delicadeza.
- Soy muy afortunado de poder hacer esto… pensé que era un acontecimiento de los que se dan una vez en toda una vida. – Expresó Álex, hundiendo los dedos índice y grande entre los labios vaginales de Serena y Shauna al mismo tiempo, sintiendo que las temperaturas de esas vaginas tan delicadas.
- Son los beneficios de haber elegido a Fannekin como tu compañera. – Le respondió Serena. – Voy a invitar a mi amiga Lopunny muchas veces para que la cojas a menudo.
- Amo escuchar eso… - Susurró metiéndole la lengua en la boca mientras seguía frotando sus dedos en esas deliciosas vaginas, empapando sus dedos con sus fluidos. Con cada frotada se humedecían más y más hasta que comenzó a esparcir sus néctares aceitosos.
- Deliciosas como aquella vez, quizás más. – Susurró tras llevarse los dedos a la nariz y la boca, deleitándose con lo que sus sexos tenían para ofrecerle. - ¿Quieres una probada? – Le ofreció al pókemon de fuego.
Braixen había observado toda la escena de Álex frotando sus dedos contra los sexos de las jóvenes y no le perdió detalle. Cuando este le acercó los dedos de una mano, los que habían pasado por toda la vagina de Serena, el pókemon los olfateó y con mucha curiosidad, les paso la lengua.
- Creo que de a poco alguien se nos va a sumar al club. – Mencionó la trigueña.
- Bésame, quiero un beso bien sucio. – Exigió Serena mientras su amiga se distraía con otro espectáculo y Braixen lamía cada vez más los dedos de Álex.
Atrás, Gladio y Lillie se besaban de manera más apasionada, entrelazados, incluso la rubiecita levantaba una pierna para frotarse contra el cuerpo del varón, captando la mirada de Shauna, que no estaba acostumbrada a tales espectáculos.
- Amo el incesto en vivo, tengo que vivir en Alola un tiempo, sin dudas. – Confesó. – Mierda ¿Por qué tenía que ser hija única?
Los hermanos se separaron al darse cuenta de que todos los observaban, incluso el pókemon.
- Sigan, sigan, siempre es muy excitante ver a dos hermanitos besarse como amantes. – Dijo Álex tras despegarse de Serena. – Después de todo por algo sus videos son tan exitosos.
- No nos gusta que nos vean como bichos raros, para nosotros es normal. – Se excusó Gladio.
- Puedes besarte con alguna de ellas, no tienes que hacerlo solo conmigo. – Le permitió Lillie, algo sonrojada. – Hoy voy a tratar de reducir mis celos al mínimo.
- Yo quiero comerlo todo desde que llegué, pero Álex me tiene agarrada de la vagina. – Se excusó Shauna sorprendiendo en especial a Gladio. – Estoy enganchada a sus dedos como carne en el frigorífico, quizás piensa que tengo un huevo de pascua escondido o algo así.
- Ese chiste también fue pésimo, amiga.
- Lo siento, es la costumbre, ahora puedes ir, tengo una novia de qué ocuparme, salta libre Lopunny y conoce a Gladio.
Mientras Shauna y Gladio se “presentaban” alternando besos con Lillie (incluso lésbicos, sorprendiendo a la blonda, que se dejó besar con los ojos muy abiertos), Álex disfruto de un sexo oral profundo, continuo y ruidoso, con sus hermosos ojos clavados en los suyos mientras su mastodóntico pene se perdía (más de la mitad al menos) dentro de su boca.
- Hack, hackk, sluurrrp, sluuurrp, huck, hack, spuut, sluurrp… - Hizo su boca a mediada que la saliva se acumulaba y formaba una laguna en su boca, laguna donde el glande de Álex chapoteaba al entrar.
- Te as vuelto jodidamente buena con tu boca. – Dijo el hombre recogiendo sus cabellos, ahora alargados, para verle el rostro durante la fellatio y evitar que se pegoteen en su polla.
La kalense no dejaba de verle a los ojos hasta que Álex meneó su cadera para introducirla casi al completo hasta que la joven puso sus ojos en blanco y la saliva se escurrió por las comisuras de sus labios.
Braixen hizo un sonido de preocupación al creer que el hombre estaba ahogando a su entrenadora, no era para culparla tampoco, dado que los sonidos de la kalense daban a entender que estaba siendo asfixiada. No obstante, Serena fue liberada y tras decirle que no se preocupara, que nadie corría peligro a pesar del griterío continuó observando en silencio.
- ¿Te molesta que Braixen nos mire con atención? – Le preguntó a Álex.
- A veces en el estudio algunos vienen con sus pókemon, no es tan extraño que presencien estas acciones. – Asevero dejándola tranquila. – Algo me dicen que los querían interiorizar sobre el sexo.
Al lado de ellos, Shauna se besaba con Gladio, que estaba de pie mientras su hermana en cuclillas no dejaba de cabecear al mamarle la polla. A diferencia de Serena, era mucho más rápida y silenciosa, envolvía el tronco con fuerza y estiraba su cuero con sus labios formando un anillo perfecto. Cada tanto la trigueña tomaba la cabeza de la rubia para controlar la velocidad, eso sí, sin dejar de comerle la boca al rubio. Al parecer de verdad le parecía atractivo. Parecía tener una técnica de mamar muy propia.
Álex no sabía a dónde mirar, sin embargo, con el esfuerzo que hacía Serena le pareció una falta de respeto ignorarla y se concentró en ella.
– Chupa mis bolas, eso es, refriega tu rostro, frótate contra ellas… - Tomándose las pelotas con una mano formando un racimo, ofreciéndosela a su enamorada.
Serena se fregó el rostro contra los enormes testículos y succiono uno y otro hasta absorberlos en su boca, dejándolos babosos y pegajosos. Álex sintió a cada uno entrar y salir, entrar y salir de la boca de Serena como si estuvieran vivos y escaparan de ella. Sin que se lo pida, Serena bajó aún más a los pocos minutos y refregó su rostro, desde su pera hasta su nariz en el ano del hombre. Había sido su último truco aprendido y se iba a volver experta en ello.
Serena se balanceó de atrás hacia adelante, de atrás hacia adelante frotando casi todo su rostro en los recónditos del hombre, incluso tuvo el gesto de mover la cola como un Fannekin contento cuando conectaron miradas.
- Oooh, ni tuve que pedírtelo y ya estas comiéndome el culo, sin dudas sos la indicada. – Se maravilló el hombre levantando ambas piernas con sus brazos para dejar que Serena succione su trasero. - Eso es, muy bien, buena chica, lame bien mi culo… oh, sí…
- Permiso, veo que esta polla esta sin tomar y no puedo verla desatendida. – Intervino Shauna succionando su enorme glande como si quisiera absorberlo. – Amiga lo dejaste todo baboso y oloroso… que cochina.
- Perdón, es que con solo verle la verga se me inunda la boca, soy como un Herdier al que le enseñan un hueso. – Se excusó tomándose una pausa antes de sumergirse bajo los testículos del hombre, hundiendo su lengua en el ano.
Casi sin proponérselo, Álex recreaba las escenas de White Sting demostrando que este último no era su alter ego, sino una manifestación de la realidad, de su vida cotidiana, donde dos jovencitas sin siquiera pedírselo, lo (y se) deleitaban con su pene y culo.
Gladio observaba la escena contigua con mucha atención, envidiando el trato que recibía el hombre cuarentón a pesar de que él gozaba de una excelente mamada. Tras unos minutos se armó de valor y pidió:
-Lillie… ¿No me harías lo mismo? – Levantando las piernas como para convencerla. – Sé que nunca lo hiciste, pero… me gustaría saber que se siente.
- Oh, nunca me lo habías pedido antes… bueno, si lo tienes limpio no veo porque no.
- Claro que estoy limpio… no tienes ni que decirlo.
-Viiii.
Su hermana aceptó y tras llevar sus cabellos de oro atrás de su espalda, imitó a Serena (incluso la observó de reojo, como aceptando el desafío) conectando su lengua con el centro del ano de su hermano, pujando hasta vencer la compuerta rosada y rozando cada resquicio del asterisco.
- ¡Me muero! ¡Nunca creí que vería algo así! ¡Un anilingus de hermana a hermano! – Se maravilló Shauna, que se movía de aquí para allá como indecisa, sin saber con qué pene quedarse. – Permiso, ahora quiero comerme esta polla ¿Te molesta?
Lillie negó con su cabeza, concentrada en satisfacer el morboso pedido de su hermano, ahora gozando de un sexo oral como solo Shauna podía hacer: Profundo, rápido y ruidoso.
- Oh joder, venir a Kanto fue la mejor decisión de mi vida. – Reflexionó (en un curioso momento) Gladio teniendo a su hermana lamiéndole el ano y una recién conocida el pene. – Ahora entiendo porque siempre haces esto en tus videos… es la gloria misma.
- Lillie, entrena bien esa lengua, a tu hermano le gustaron los anilingus, tendrás que hacérselo a diario. - Bromeó Álex.
- No lo veo mal. – Admitió Gladio.
Por varios minutos más el aroma del sexo inundo el living y las patas del sillón, aunque grande y confortable, sonaron cada vez que Shauna pasaba de un pene a otro para degustarlos.
- Aaaahhh uuufff eso fue largo, quisiera tener lengua de Lickitung pero es lo más adentro que puedo llegar. – Recobró el aire Serena, muy agitada tras permanecer varios segundos conectada al trasero de Álex como en una perversa forma de siamés.
- ¡No me mires así Braixen, parece que viste un fantasma! ¡Es normal que nos demos cariñitos incluso en estas partes del cuerpo!
- Braaaaixen. - Menciono algo disgustada arrugando el hociquito y negando con la cabeza.
- No te preocupes, está bastante limpio, aunque ahora quedó impecable.
- ¡Braaaixxxen! – Chilló tapándose las orejas peludas con las patas.
- Deja de contaminar su cabeza. - La reprimió Álex. – Le vas a generar un trauma.
- Puede irse a dormir o a la pokebola, no la estoy reteniendo. La que necesita terapia soy yo, creo que me estoy volviendo adicta a esto, es tan morboso. – Jadeó Serena muy complacida con haberle obsequiado tal gesto a su hombre, aunque alguien no tenía la misma idea…
- Sube, te lo ganaste, tengo una inyección de carne para curar tu adicción. – Álex tomó su pene de la base, muy apretado haciendo saltar sus venas, apuntándolo hacia su novia.
- También puedo volverme adicta a esta jeringa.
- La Serena que conocí no hacía chistes así ni lamía culos como posesa. – Acotó con mucha verdad Shauna pasando a hacerle un manual a Gladio con una mano sumamente húmeda.
Serena se subió al sofá y se posiciono sobre el falo, de frente al hombre para dejarse penetrar su vagina, sin embargo, por más que lo intentaba, no podía lograrlo, por más que pujaba, su enorme pene se resbalaba y no lograba meterse en su húmedo sexo, era como si el orificio se hubiera encogido o desaparecido.
- Diablos el dildo que te metieron es tan grande que te cerró la vagina. Debes tener el culo muy inflado por dentro, voy a tener que sacártelo…
- Despacio, costó mucho meterlo, no pensé que no entraría ni un pene si lo tenía puesto.
- Bueno, mi pene por lo menos no entrará ni con una botella de aceite de Wailord. – Pensó. – Puedo meterla y luego introducimos el juguete.
Álex con sumo cuidado lo fue retirando, deleitándose con la vista de su agujero dilatándose al llegar a la sección más ancha del artefacto. A veces lo volvía a meter a penas para estimular el castigado orificio. Dejo caer varios chorritos de saliva a modo de lubricante hasta que, con un tirón suave, Serena (colorada como un tomate) pujó fuerte y el dildo emergió dejando una cueva roja entre sus nalgas.
White Sting tomó su cola peluda de adorno, en efecto, el dildo era de un tamaño considerable, tenía forma de torpedo redondeado y al menos alcanzaba los 12 centímetros. Noto que la cola de Fannekin estaba unida por una rosca a la sección triangular.
- Demonios, si aguantaste esta cosa no veo porque no puedes aguantar un pene…
Lillie, la experta en juguetes intervino arrastrando su bolso cerca de ellos. Al parecer su rimming había terminado en algún momento.
- Todas mis colas son de la marca Coil-In, la parte del plug se desenrosca para poder enroscarse con cualquier plugs o accesorio de otro tamaño mientras que sea de la misma marca, eso me permite toda clase de combinaciones. – Expresó. – Serena me dijo que quería acelerar su entrenamiento así que le metimos ese que es una de las terminaciones más grandes.
- No tras usar mucha saliva. – Agregó Shauna. – Por eso tardamos un poco más, esa cosa no entraba en su culito todo prieto.
Sin siquiera preguntar, Shauna corrió desnudó su vagina haciendo a un lado la tela en su entrepierna y se dispuso a montar a Gladio dándole la espalda. El muchacho ni bien comenzó el sexo puso sus manos en las nalgas firmes de la modelo para abrirlas y verle el culo. Parecía que se iban a llevar muy bien.
- ¿Tienes algún lubricante anal? – Preguntó Lillie.
- Sí, tengo uno muy bueno, el mejor, justo aquí. – Álex acercó el dildo a la boca de Lillie y esta, entendiendo a lo que se refería, se lo dejo meter casi entero, pasándole la lengua por cada flanco hasta dejarlo reluciente de saliva ante una Serena escandalizada
- ¿Por qué esa obsesión de meternos cosas en la boca que estuvieron en nuestros traseros?
- Así son sus videos. Si algo está en el trasero de una compañera, ya sea un dildo, un pene o un dedo ira directo a la boca de otra. Es como un mandamiento de White Sting.
- ¡Woow! Alguien conoce mis producciones muy bien. – Reconoció el actor. – Toma nota, amor, es algo que tendrás que aprender.
- ¿Cómo no las va a conocer? Tiene todos tus Dvd y cada réplica de tu pene en su colección. – Reveló Gladio de manera inmisericorde. – Incluso las ediciones limitadas de Black Sting, que son réplicas en negro.
- NYHAAAA ¿¡Por qué se lo dijiste!? ¡Tonto! – Chilló golpeteándole el pecho, histérica (asustando a Braixen con el griterío).
- Pensé que debía saberlo, después de todo trabajaron juntos y fue el mejor día de tu vida.
- NYHAAAAA. ¡Estúpido! – Como en un sketch de comedia, Lillie golpeó a su hermano con sus puños haciendo reír a todos.
Una vez calmada, presenció a los casi 30 centímetros de tronco entrar en la vagina de Serena provocando que todos sus flujos se derramen como la crema de un pastelillo siendo aplastado.
- Ooooh por Arceus, retiro lo dicho, ohh, ahuu, ahh, nunca me volveré adicta a esto, me parte al medio… me raja la…
- Que exagerada. No puede ser que lo que más te cueste sea lo más básico en el sexo.
- 30 centímetros de carne tiesa no tienen nada de básico…uuuuuh, ahhh…
Tras calentar motores y comenzar la penetración, Álex abrió las nalgas de Serena y Lillie comenzó a introducir nuevamente la cola de Fannekin, con su cabezal bien lubricado. Tarea difícil ya que las paredes que separaban el recto de la vagina eran muy finas y una compuerta estaba rebalsada de carne. Braixen se acercó a observar detrás del apoyabrazos del sofá, parecía tener miedo de que si era descubierta terminaría cogida como su entrenadora.
- Tranquila, tu entrenadora está sana y salvo, solo se volvió algo más puta que antes.
- ¡No te permito que me digas puta enfrente de mis pókemon!
- Lo que vos digas… putita.
Tras salivar bastante dentro del orificio y pasarle la lengua, la kalense logró relajarse lo suficiente como para permitirse meter la cola una vez más, sintiéndose llena a reventar, con ambos agujeros atorados de carne y plástico.
- Entro tan apretado que me va a deformar el dildo, me va a quedar con la forma de tu culo.
- Despacito, por favor. - Susurró Serena. – Hablo en serio, muy en serio.
- Por supuesto, hey, yo también la siento apretándome la circulación, estas tan estrecha que me la vas a reventar.
- Yo voy a reventar… siento tus venas, tus latidos, todo… cógeme, pero suavecito.
Por su parte, Gladio, distraído con la morena, fue tomando algunas píldoras vibratorias y las fue metiendo de una en una en el culo de Shauna, que se no dejaba de cabalgarlo aún con tres píldoras en su culo, sin quejarse en lo más mínimo.
- Estas cosas son asombrosas, lástima que suelo masturbarme solo en la ducha y no uso nada que lleve pilas.
Estos juguetes electrónicos estaban unidos por un cable fino y extenso a un control de intensidad parecido al de un termostato.
- Mi hermana siempre los usa en 3, aunque nunca con tanos al mismo tiempo. Creo que te gustará. A mí me gustan, los siento muy bien al meterla uuuuggh.
- ¿Dónde las compran? Oh, oh, oh, uuuuuh, se siente rico, bailan en mi culo como Digletts borrachos en un túnel.
Lillie, casi sin poder ignorar la conversación, agregó.
- Son de la colección Rare Candy, aunque son pequeños, cuestan bastante. La buena noticia es que pueden usarse bajo el agua. Prueba poniendo cada píldora a distintas intensidades, no me preguntes porqué, pero es delicioso.
Gladio puso en intensidad, 2, otro en 3, y el último en 5, la máxima, en efecto, como su hermana anticipó, la kalense trigueña fue desbordada por el placer.
El olor del sexo y los fluidos corporales empezó a llenar la habitación (no muy grande) como si hubieran soltado una bomba de humo. Sus cuerpos sudorosos cogiendo al unísono, friccionando los sexos caldeaban el ambiente mientras los gemidos de las kalenses se incrementaban hasta llegar al punto culminante, como un volcán entrando en erupción, su vagina estaba a punto de estallar.
- Ah, ah, ah, oh fuck, fuck, oh, oh, ah… me vengo, me vengo, sí, sí, síiiii uuuh.
Serena no aguantó y temiendo por su integridad, se separó de Álex a último momento y se corrió en el aire entre chillidos, salpicando su excitación ardiente en todas direcciones, bañando la polla y las piernas de Álex en el proceso, que se sorprendió por la cantidad de fluidos que su amada expelió.
- Diablos, por Arceus ¿Dónde guardabas tanto jugo? ¿Y porque me desenfundaste en pleno polvo?
- Es… que… si me corría… con tu polla metida… iba a estallar… no me entraba una gota de nada. – Jadeó colorada como un tomate caída sobre el enorme pecho del hombre. – Iba a ser peor que un Graveler cayendo a un río, íbamos a terminar heridos.
- Ven, voy a limpiarte hasta dejarte como nueva, solo levanta tu colita peluda que no quiero tus pelos frotándome la cara. Me dan alergia.
Muy complacida de escuchar esas palabras (con Álex siempre era pasar de un dolor atroz al más inmenso placer), Serena se posicionó en un 69 sintiendo la boca de su hombre socavándole la vagina toda húmeda, absorbiendo cada fluido en ella como una aspiradora. Ese hombre no se contenía ni un ápice a la hora del sexo oral, tenía una fuerza de succión que dejaría en vergüenza a un Eelektrik y todo, todo, se lo bebía.
- Oohh, me vas a sacar el clítoris afuera mmm si es que eso es posible. – Gimió complacida cuando succionó su pequeño botón de placer mientras le levantaba el rabo peludo.
Aunque la kalense alcanzó a succionar ese pene gigantesco que parecía tan amenazante como un arma de fuego por unos instantes, notó una vagina rosada, suave y con labios blancos frente a ella, tocándose con suavidad en un clítoris aún más diminuto que el de ella.
- Mi hermano no deja de coger a tu amiga, parece que se olvidó de mi ¿Me invitas a tu fiestita? Viiiii.
- Adelante, estoy cómoda donde estoy. – La invitó Serena sentándose en el rostro de su novio, frotando su vulva contra su boca, dejando que Lillie frente a ella se ensartarse en ese pene que la obsesionaba tanto.
- Entonces lo cabalgaré, permiso, uuuummm, ahora te entiendo uuuh… tampoco podría acostumbrarme, tenemos vaginas, no calderos… - Expresó Lillíe, dejándose caer hasta quedar empalada, con los ojos en blanco y la silueta del pene formando un discreto bulto en su estómago. Por supuesto, aunque Álex no lo vio, Serena si, y le dio mucha impresión.
- ¿Se siente rico meterse el pene real y no la réplica ¿Verdad?
- Gracias, ah, ah, gracias, Serena, por ser tan abierta e invitarnos… pensé que volvería a coger con White Sting solo en un futuro video.
Por varios minutos hundieron al hombre con sus sentones hasta que Serena volvió a correrse sin miramientos en la boca de su hombre.
- Aah, ah, ah, sí, sí, ahh… - Gimió Serena casi al sincronizada con Lillie, que se apoyaba en la kalense y tras verla a los ojos unos segundos, conecto un beso lésbico.
No era lo que esperaba Serena, aunque estaba satisfecha, por fin un poco de la precisión de una boca experta en su vagina, haciéndola delirar del gusto y la rubia, que ella misma catalogo como rival a superar, besándola por algún motivo que no comprendía, ya que no eran observadas ni por Gladio ni por Álex.
- Lo siento… ah, ah, Serena… quería sentir el gusto de Álex en tu boca. – Confesó la rubia sin dejar de dar brinquitos sobre el pene. – Perdón si fui muy lanzada, es que sentí su olor en ti y no me pude contener.
- Puedes besarme todo lo que quieras, Lillie…- La tranquilizó siendo ella la que tomó la iniciativa en un nuevo beso.
A su lado, haciendo tanto escándalo o más, Shauna seguía cabalgando a Gladio, solo que, de frente, teniendo el rostro del joven entre sus tetas. La trigueña aún tenía los tres caramelos raros metidos en el culo y sus controladores rebotaban como latas en un auto de “recién casados” tal analogía formada en su cabeza le hizo reír.
- No te corras en mi vagina, hazlo en mi boca. – pidió Shauna. – Álex me prometió leche de hombre y no me dio ni una gota.
- ¡Fue sin querer! ¡Iba a compartir y la tragué por accidente porque me asustó el timbre!
- Estas conversaciones me recuerdan mucho a Alola. – Acotó Lillie. – Ustedes irían bien con el desenfreno de las islas ya que toleran el incesto y la pokefília sutil.
Lillie le dedicó una mirada a Braixen, que aún tras el respaldo, parecía estar ocupada en sus propios asuntos. Solo se veía sus ojos observando la situación y sus orejas ígneas, no obstante, estaba en continuo movimiento, de seguro, jugueteando con su sexo.
- ¿Te quedaste con ganas de leche? – Intervino Álex, con los labios empapados de la humedad de Serena. – Permiso, voy a ocuparme de esta tragona insaciable, te dejo el entrenamiento de Serena.
Álex se incorporó y aprovechando que Shauna ahora le daba la espalda a Gladio, se paró frente a ella para una doble penetración oral/vaginal, tomando a la morena de esas particulares coletas.
- De acuerdo, tengo una sorpresa para ella… - Expresó Lillie algo sonrojada por haberse besado con Serena, aceptando la tarea de entrenar su culo. – Podemos formar un pene doble enroscando dos distintos y cogernos una a la otra ¿Cuál eliges?
En efecto, en su bolso había como mínimo 7 réplicas diferentes, unos tenían la típica forma de pene de canino (que quizás eran de Arcanine, Houndoom o Granbull) y otros eran sumamente raros, teniendo formas que parecían dolorosos por ser enormes, muy curvos, tener puntas y protuberancias gomosas saliéndoles o ser muy gruesos. Todos, además, tenían la capacidad de llenarse de líquido y al conectarse a una pequeña bomba de plástico, esta al apretarse podía liberar aire en el interior para simular una eyaculación.
- Creo que vi algunos en un Sex Shop hace un tiempo… aunque no tan complejos.
- Este es de un Dodrio ¿Raro no? – Serena lo tomó y parecía una lengua gigante unida a un cilindro. Le causó mucha impresión. - Este corto y grueso es de Snorlax, lo tiene así porque debe resistir mucho peso durante la cópula, tengo uno largo y grande de Tauros, uno pequeñito de…
- Este me gusta. – La interrumpió tomando uno de dificultad media, de varios centímetros y forma de cilindro con un glande triangular bastante grande.
- Ese es de Stantler, yo tomare este con forma de tentáculo de Octillery. – Acto seguido, Lillie enroscó uno y otro formando un dildo doble. - ¿Lista? Empujemos juntas, nos penetraremos una a la otra…
Lillie, sentada en el sofá con las piernas abiertas, metió el tentáculo de plástico en su vagina y apuntó con el extremo anclado hacia arriba, Serena se retiró la cola de Fannekin (no sin dificultad) y se sentó lentamente en la réplica del pene de Stantler, sintiendo esa gran cabeza plástica y gomosa explorando su recto hasta el fondo…
Capítulo 39. La delgada línea entre los sueños y las pesadillas
Le costó dormirse con semejante tufillo a sexo y descontrol flotando en el aire. Le llenaba la cabeza como el humo de un incendio, sus cuerpos habían ardido por horas y la cabeza de Serena quedo atontada con tal sobredosis de desenfreno. Tal había sido el desenfreno que el trío de visitantes se había quedado a dormir, acostándose Shauna en el sillón, Lillie en la cama con Álex y ella y Gladio, por último, en una bolsa de dormir en el suelo.
Como si se hubieran desmayado, todos dormían en posiciones estrafalarias, notando que Gladio estaba casi afuera de la bolsa de dormir al lado de su cama, a punto de rodar bajo ella como si buscara refugiarse.
La kalense repaso en su cabeza los últimos sucesos de la noche sorprendida de sí misma, como si hubiera sido efectuada por otra persona. No era la primera vez que le ocurría, aunque sí la primera que sentía que había llegado más lejos que nunca. Aún le parecía escuchar ecos del griterío nocturno:
“¡Vamos, cojan a esta conejita, cójanla a pleno, como para que no necesite coger en años!” Gritó Shauna, con un collar con correa puesto en su cuello y siendo penetrada doblemente, esta vez, de manera anal por Álex y vaginal por Gladio, ambos de pie. Vio los músculos tensionados de ambos hombres sosteniendo a la trigueña entre ellos, formando una hamburguesa en la que ella era el crujiente relleno. Noto como se esforzaba el rubio por seguirle el ritmo a Álex, que siendo más grande, fuerte y experimentado, casi que no dejaba entrar su polla de tanto que la cogía con desenfreno por atrás. Gladio sin embargo, mantenía su pene metido gozando de es vulva a punto de estallar en diversas sustancias.
Tras quedar satisfechos con castigar sus dos agujeros, dejándolos irreconocibles, Álex la arrastró por la correa y al unísono, soltaron una cascada de semen en su boca, inundando su cavidad a medida que tragaba… sin dudas Shauna era una puta de primera, Serena nunca había visto a alguien tragar semen tan rápido y en tan cantidad, si hubiera decidido pertenecer a la familia del porno hubiera llegado más lejos que ninguna, sin dudas su testarudez y su filosofía del sexo como manifestación del placer y no como un trabajo le había impedido explotar su mayor habilidad: lucrar por coger como puta.
Ahora Shauna dormía sola en el living, feliz, satisfecha con toda la atención que tuvo, tanta que había caído rendida en el sucio sofá con el collar con correa puesto y con rastros del amor recibido por todo el pegajoso cuerpo.
Serena y Lillie no se quedaron atrás. Metieron los dildos conectados en sus cuerpos, Lillie en su vagina (aún no se sacaba la cola de Vulpix) y Serena, fiel a la consigna del día, en su culo, poniéndolo a prueba de tal modo que el juguete entro en su totalidad. Aunque estaba en la cama con Álex, la sensación de una pieza de plástico tan adentro de ella, en las inmediaciones de su estómago, no se le iba. Para colmo, cuando ella dejo de empujar, Lillie tomó la iniciativa y al moverse cadera, se lo introdujo un poco más adentro, haciéndola correrse con la curiosa sensación de todo su culo repleto de plástico y de su ano rozando la rosca.
Se sintió una hechicera, entre ambas habían hecho desaparecer casi 40 centímetros de plástico, a tal punto que la rubia se sentó por completo sobre ella, sintiendo su ardiente piel contra la suya. De ese punto en adelante, se fue distanciando con lentitud hasta que el juguete ensamblado fue expulsado por el ano de Serena, que, tras tocar, sintió más dilatada que nunca. Una pelota de tenis hubiera entrado sin siquiera empujar.
“¿Dónde hay una pared firme? Usemos estos con sopapa, puedes simular un gloryhole o metértelo donde te quede cómodo” Propuso la rubia enseñando penes, (esta vez con forma humanas) adheribles a una pared o el suelo gracias a una sopapa. Había sido como un paseo en el parque hasta que los hombres decidieron intervenir.
Serena aún sin recuperarse, sintió que se había subido a una montaña rusa demasiado extrema de la que no sabía ni podía bajarse. Su problema más grave en los últimos tiempos era lo difícil que tenía el “no”.
Álex le puso el pene sucio en la boca de Lillie sin preguntar, sorprendiéndola con ese nuevo y exótico sabor mientras esta estaba conectada a la pared. Gladio hizo lo mismo con Serena mientras esta había colocado el consolador en el suelo. El olor de esos penes sudados y sucios saturaban sus bocas como a la sala misma, con el correr de los minutos era como si el aire fuera remplazado por un perfume perverso hecho de las más pecaminosas sustancias.
“Me siento mal, no nos dimos ni un beso y lo primer gesto que tengo con vos, es metértela en la boca sin preguntar” Admitió Gladio, casi como si confesara un pecado. “Son las cosas de la vida, tendremos tiempo de darnos muchos besos otro día o cuando trabajemos juntos” le contestó Serena guiñándole un ojo antes de seguir con la mamada. “Ahora concéntrate en venirte en mi boca, quiero probar tu semen.”
Gladio, sumamente excitado por sus palabras, la tomó de los cabellos con delicadeza y sin dejar de mirarla un segundo, la vio succionar su polla sin descanso, llevando su cabeza de atrás hacia adelante y salpicando baba por todas partes.
En cambio, Álex, como poseído, como si con el correr del sexo perdiera la razón, “despegó” a su fan del dildo en la pared y sin preguntar cogió su culo de pie tras quitarle la cola de Vulpix de Alola, aprovechando que ese ano estaba dilatado lo suficiente como para recibir su pollón, la introdujo en él en un solo paso.
Lillie dejó escapar un gemido al sentirla adentro (así como algunas lágrimas). Solo a un profesional como él se le abrían hasta las puertas rectales más internas, sin que la rubia tuviera que hacer mucho, ya tenía el aguijó blanco al entero dentro de ella.
El actor mientras más tiempo pasaba y más perdía la consideración por sus parejas de alcoba, incluso parecía ganar fuerza de manera proporcional a como perdía raciocinio. Sin embargo, la sorpresa no fue su abusiva forma de coger, sino que Lillie disfrutaba de ser abusada analmente como una joven súcuba.
Serena recordó la escena y en especial la sensación de que nunca sería como ella: ver a la rubia gimiendo alzada por Álex, que la mecía en sus brazos como si no pesara nada mientras su polla entraba y salía de un culo a la miseria, le hizo comprender que estaba muchos escalones por debajo de su nivel. Y encima eso no fue lo peor.
Aunque ahora Lillie dormía como princesa, era la culpable de que la habitación y casi toda la casa oliera a letrina pública. Los gritos de la rubia “¡Me orino, no puedo contenerlo, me está exprimiendo de adentro para afuera!” Serena nunca los olvidaría, así como ver a su Álex apuntando con esa vagina a Gladio y diciendo “Vamos, tu hermano mayor esta sediento, dale un poco de tu delicioso licor vaginal, suéltalo, suéltalo todo sobre tu hermano” El chorro dorado no se hizo esperar y mientras Lillie cubrió su rostro de la vergüenza y era penetrada, Gladio se arrodillaba para recibir la lluvia dorada en el rostro.
Serena vio toda la escena desde abajo, acostándose en el suelo sin dejar de mamar la polla del rubio, que fue bañado con una salpicadera de orina monumental mientras aferraba los cabellos de Serena con ambas manos y se corría de forma excesiva en su garganta, manteniéndola con su polla hasta el cuello hasta que la última gota fue ingerida y el chorro de pis los regó a ambos con su ardiente y aceitosa consistencia.
Braixen, quizás traumatizada como Álex anticipó, no abandonó su trinchera, aunque tampoco perdió el tiempo, ya que, al concluir, su pelaje estaba despeinado, su ramita que usaba como varita mágica estaba húmeda y las panties prestadas por su entrenadora, todas mojadas.
- Me pregunto si alguna vez tendré una noche más loca… no puedo ni imaginármelo, con Álex nunca se sabe. – Susurró Serena acurrucándose contra el hombre, que dormido, escondía muy bien su impía cara.
Apoyo su cabeza en el amplio pectoral y dejó su rostro subir y bajar por acción de su respiración, la diferencia de tamaños era comparable a la de su edad, sin embargo, había algo extraño que arruinó el momento. Sintió su mejilla cada vez más aliente, hasta el punto de arderle. Su piel se pegó al pecho como si se hubiera apoyado en pegamento caliente, cada vez más caliente. Era anormal, no hacía tanto calor y estaban semidesnudos en una noche fresca.
Con horror, Serena intento despegar su rostro del pecho de Álex pero su piel estaba como derretida, pegada a ella, vio con horror que bajo la piel del hombre había pelo amarillo. Serena usó sus brazos para impulsarse hacia atrás y cayó fuera de la cama cuando la falsa piel se estiró hasta cortarse, terminando cerca de dónde Gladio dormía.
Muy asustada, sintiendo una sustancia pegajosa en su mejilla que parecía piel, se incorporó y con horror vio que el hombre con sus propias manos, desgarraba la piel falsa de su pecho como si rompiera una camisa. Serena ahogó un grito cuando vio que la persona que amaba era en realidad un espantoso simio amarillo de orejas puntiagudas y nariz pronunciada.
- ¿Creep? ¡¿Creep?! ¿Es uno de tus trucos? – Soltó por fin. - ¿Dónde está Álex? ¿Qué hiciste con él? Si le hiciste algo malo te juro que Pangoro te arrancará la cabeza de un mordisco.
El pókemon psíquico, sentado en la cama con su clásica posición le habló directo a la mente nublando la realidad a su alrededor hasta distorsionar las paredes.
- Olvidaste mis palabras, olvidaste mi mensaje y perdiste tu rumbo, Serena. – Dijo con una voz espeluznante, más agresiva que aquella vez. – He vuelto para enderezar tu camino una vez más.
- ¿Dé que hablas? ¿Del trance de cuando nos fotografiaron? Creí que había sido una excusa para obligarme a… a… tu sabes.
- No, mis palabras fueron ciertas, solo que como tú no puedo controlar mis impulsos. En esos momentos tu verdadera naturaleza aflora y se asemeja a la mía.
- Dijiste que era algo así como tu guerrera, tu elegida, que podía traer las viejas costumbres con las que creciste y que crees son las correctas.
- Exacto. – Confirmó. - Un mundo donde humanos y pókemon puedan amarse es posible, soy un sobreviviente de ese tiempo más antiguo de lo que crees y tienes el poder de traerlo de vuelta. Te he elegido porque conozco tu interior y eres más que capaz, aunque no lo veas.
- No lo sé, solo soy una… aspirante a actriz, como mucho, me delegas demasiada responsabilidad. Ni siquiera comencé a gravar, estoy entrenándome, pero…
- No… Como siempre, te subestimas, otra vez lo haces. – La interrumpió señalándola con un grueso dedo. - Tienes lo necesario en ti, y te estoy dando lo que necesitas en este preciso momento.
- ¿Lo que necesito? ¡No comprendo! – Replicó cansada de tantas vueltas.
- Una historia. Ahora tienes una historia precisa que contar, solo necesitas conocerte a fondo a ti misma y así poder contarla. Aún veo a la vieja Serena, al abatida, la derrotada por tantos años de injusticia emerger en la faz de la original, lo veo… aún tienes una lucha interna, dos caras intentando dar con el dominio de tu cuerpo, de tu vida.
- Creo que entiendo a qué te refieres con buscar en mi pasado…
- Busca en tu él y lo encontrarás, solo así lograras que el mundo en el que creo regrese para siempre.
“Ahora tienes una historia”, “Solo necesitas conocerte a ti misma” y “Busca en tu pasado, reencuéntrate con él” le sonaban a un montón de supercherías de película. Serena no comprendía que debía hacer ni que quería exactamente el pókemon psíquico. ¿Porque esa manía de encomendarle una misión tan difusa? ¿Acaso si se trataba de algo tan importante no ameritaba instrucciones precisas?
- Conocerme a fondo, regresar a mi pasado y esta historia, sea lo que sea que eso signifique entonces.
– Como aquella vez, las paredes nebulosas volvieron a solidificarse a su alrededor como antes, el sueño, visión o lo que fuera que fuese estaba terminando.
- Exacto, así te conocerás a fondo y comprenderás que no solo eres la indicada, sino la única capaz de traer de vuelta las viejas costumbres… tienes un potencial inimaginable…
Sentía el suelo hundirse bajo ella y el mundo girar a su alrededor como si el reino de los sueños la escupiera a la realidad.
- ¿Qué hiciste con Álex? ¿Es esto un sueño o una visión implantada en mí? – Alcanzó a preguntar antes de despertar como si cayera desde el cielo raso. No estaba en el suelo como creyó, sino en la cama, nunca se había movido de allí y toda esa espantosa secuencia de su amado convertido en un traje espantoso había sido parte de la perversa mente de Creep.
Álex roncaba suavemente a su lado, a veces cuando estaba muy cansado teína un ronquido que estaba en el límite de ser molesto, Serena lo escuchaba embelesada cuando de repente, notó la presencia de su Hypno sentado a los pies de la cama, con su silueta fantasmagórica dibujada por la luz que se colaba por las persianas. Este sin medir palabra, se reintrodujo en su pokebola dada por concluida su misión.
Serena estaba de vuelta en la realidad, agotada más que antes de irse a dormir, las ideas en su cabeza no dejaban de rebotar como un enjambre de insectos. Tenía más preguntas que certezas y más sueño que otra cosa, por lo que, tras verificar que era la única despierta, se arropó con la esperanza de poder dormir sin visitas mentales, ni mensajes cifrados, ni misiones revolucionarias, solo dulces sueños y nada más.
Continuará
¡Gracias por leer! Intenso ¿no? Esta historia, con estos personajes dan pie a toda clase de locuras.
Si les gustó sean buenos y muéstrenme su apoyo puntuando y comentando, no sean Ratatas y no manden solamente a favoritos, please, escribir relatos no es algo de una hora y lo tienen gratis. Si no les gustó, por supuesto que entiendo que no den puntos o comentarios.
Capítulos anteriores:
Parte 1:http://www.poringa.net/posts/relatos/3601156/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Fanfic-de-Pokemon-resubido.html
Parte 2:http://www.poringa.net/posts/relatos/3715160/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-2-Fanfic-de-Pokemon.html
Parte 3:http://www.poringa.net/posts/relatos/3730867/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-3-Fanfic-de-Pokemon.html
Parte 4:http://www.poringa.net/posts/relatos/3758350/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-4-Fanfic-de-Pokemon.html
Parte 5:http://www.poringa.net/posts/relatos/3769535/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-5-Fanfic-de-Pokemon.html
Parte 6:http://www.poringa.net/posts/relatos/3779280/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-6-Fanfic-de-Pokemon.html
Parte 7:http://www.poringa.net/posts/relatos/3784970/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-7-Fanfic-de-Pokemon.html
Parte 8:http://www.poringa.net/posts/relatos/3808107/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-8-Fanfic-de-Pokemon.html
Parte 9:http://www.poringa.net/posts/relatos/3828349/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-9-Fanfic-de-Pokemon.html
Parte 10:http://www.poringa.net/posts/relatos/3858230/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-10.html
Parte 11:http://www.poringa.net/posts/relatos/3868644/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-11.html
Parte 12:http://www.poringa.net/posts/relatos/3897135/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-12.html
Parte 13:http://www.poringa.net/posts/relatos/3932899/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-13.html
Parte 14:http://www.poringa.net/posts/relatos/4010204/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-14.html
En el universo de este fanfiction todos los personajes tienen 18 años o más.
Starring:
Serena
Shauna
Lillie
Braixen
Capítulo 38. La maestra de los juguetes
- ¿Y bien? ¿Qué tienen en mente las chicas? – Rompió el silencio Álex. Gladio sonrió misterioso sin querer revelar el secreto mientras esperaba sentado en el sofá a que su hermana, Serena y Shauna salieran disfrazadas con algunos de los conjuntos que habían traído.
- Esos bolsos se veían muy cargados y el que levanté estaba bastante pesado. – Pensó mientras picaba hielo y preparaba bebidas para cuando el festejo empezara. Ya estaba puesta la música ambiental, ya estaban todos los invitados y la excitación ya era palpable, solo faltaba que las chicas salieran a jugar.
- Nos dijiste que querías entrenar a Serena y convencí a mi hermana de que trajera su colección de juguetes. – Reveló por fin. - Es especialista en ellos. – Reveló. – Si los consoladores fueran pókemon tendría de cada tipo, combinación y color, los colecciona.
- Interesante ¿Imposible aburrirse con ella he?
- Si supieras que ese bolso contuvo un pókemon legendario. – Explicó Gladio para empezar una conversación, contándole de manera muy resumida el paso de Cosmog (Nebulilla), el robo de Código Cero, así como el viaje al inexplicable mundo de los Ultraentes.
- ¿Tu madre es la presidente de la fundación Æther? – Dilucidando que debía de estar forrado en dinero, recordando haber visto a dicha mujer en la televisión alguna vez.
Acto seguido, hablaron por varios minutos. Álex solo conocía al trío de aves legendarias de Kanto, que como muchos pókemon de esa naturaleza, podía ser capturados, pero solo permanecían junto a entrenadores capaces que creían dignos, regresando a sus moradas cada algunos años.
- Bueno, en Alola levantas una roca y encuentras un legendario, ya sean los Tapu, los protectores de las islas que han sido avistados muchas veces o algunos ultraentes que se han escapado haciendo estragos. Æther cuenta con una brigada de captura de ultraentes para mantener a estos pókemon misteriosos en su dimensión.
- Æther me suena a un montón de problemas, hay cosas con las que no se debe jugar y pókemon de otras dimensiones es una de ellas.
- Estoy de acuerdo en ello… ese fue uno de los motivos por los que nos independizamos y buscamos una región más tranquila para hacer una nueva vida.
- Vi las últimas producciones de ustedes. – Mencionó para no cortar con el diálogo. Aunque habían tenido algunas fricciones antes, Gladio parecía estar cómodo y parecía haber dejado las asperezas de lado… quizás le había perdonado que le haya practicado sexo anal a su hermana cuando no estaba pautado… quizás se lo cobraría. – Me gustan mucho, tienen una cuota de morbo espectacular y según mencionó Duke, cada vez son más listas.
Pokeporn Live era una familia y como tal, estaban al tanto de las buenas nuevas de cada miembro. En el último video de “Alola Tabú” una tormenta asolaba la casa de los hermanos de blonda cabellera y Lillie, muy ligera de ropas, tan solo vistiendo un camisón corto trasparente y unas panties adorables con caritas de Komala, irrumpía asustada por los truenos y los relámpagos (que evidentemente eran agregados en postproducción) pidiéndole que, por favor, le dejara dormir con él… sin dudas no hacía falta decir como terminaba. Tras abrazarla para que se calme y sentir sus suaves senos bajo sus manos, la joven se retorcía y soltaba gemiditos que ya no eran de pavor, sino de excitación…
- Bueno, es la sangre de Alola, tenemos facilidad para escribir los guiones y actuar esa clase de historias. – Reveló aceptando un vaso de Cola burbujeante con hielo. – Además, no es ningún secreto que más que actuarlas las vivimos, tenemos a las islas en las venas.
- Ya me imagino, espero ver con ansias el siguiente proyecto.
- Bueno, nuestro contrato no estipula un límite, solo un mínimo, de poder y querer hacer uno diario podríamos, pero preferimos reducirlo a dos por semana, así tengo tiempo para escribir buenas situaciones.
- Entiendo, es una suerte que contemos con Duke y sus contratos mágicos, parece que siempre tiene uno que se adapta a nosotros.
- Es un pervertido, quizás el más pervertido de todos, siempre va a contratarnos sin importar las condiciones, tú mismo podrías empezar una carrera independiente y ganar dinero con videos caseros, no lo necesitas.
- Le he pensado, no lo niego. Formar parte de una compañía tienen sus ventajas también, me resuelven los aspectos técnicos de los videos, me consigan las chicas, las locaciones, cada tanto me escriben alguna historia…
- Ni hablar, tiene varios contactos cazando talentos en diversas regiones, buscando mujeres atractivas e incluso famosas.
- Él siempre supo que quería una empresa pornográfica internacional y con buenas historias, anqué ahora las películas y la tramas fueron dejadas de lados por el formato de video.
Y hablando de historia, esa noche parecía que se iba a escribir una memorable, el trío de féminas salió de la habitación con outfits de pókemon, cada una vistiendo uno distinto.
- Soy Fannekin el inicial de fuego de la región Kalos ¿Me eliges para tu aventura?
- Joder te elijo para lo que sea. – Susurró Álex viéndola casi babeándose. Tenía puesto un bikini amarillo, guantes y medias con tirantes del mismo color que las patas del pókemon zorro además de los detalles indispensables: una diadema con grandes orejitas peludas y una cola grande de zorro saliéndole de atrás, sin dudas sostenida por un plug.
Acompañando a Serena y con una sonrisa estaba Braixen, que de seguro las vio cambiarse y les seguía el rollo a las chicas. El pókemon de fuego también estaba a tono, solo que en vez de vestirse de otro pókemon, tenía la ropa que Serena usaba en los espectáculos, tan compleja y con tantos elementos que los hombres allí ni podrían describirla. Aunque le quedaba algo grande no desentonaba con la temática de inversión de roles. Álex se preguntaba si pensaba llegar tan lejos como para incorporar a su inicial en su nueva “aventura.”
- Es increíble, hasta es de mi talla. – Reconoció, dando una vuelta para enseñar que efectivamente, la cola esponjosa se sostenía por un plug ubicado en su trasero. - Solo quisiera que el plug no sea tan grande. – De todas formas, meneó su colita peluda con mucha gracia.
- Yo soy un Vulpix Alola y estoy perdida ¿Me adoptas? Viiiiiiii – Imitó Lillie al sonidito de su pókemon de hielo mientras hacía ojitos de una forma que enterneció a todos.
- Puedo hacerte un poco de espacio en mi casa, en mi cama, sobre todo. – Comentó Gladio mirándola con orgullo. Su hermana vestía guantes con forma de patitas de Vulpix Alola, también tenía las típicas orejas blancas y una cola, mucho más grande con forma de nube, tan realista que casi parecía hecha de un pókemon real. En su cuerpo llevaba una minifalda que no llegaba ni a los 25 cm y un top a juego de un blanco celeste muy indicado.
- Necesito calor, apachúrrame y cógeme todo lo que quieras, amo… Viiiiii, vii, viiiii. – Jugueteó la blonda abrazándose a su hermano.
- Y no se olviden de mí, Lopunny ¿Me cogen? Es lo único para lo que existo prácticamente, para que me cojan los furros. – Se introdujo a los saltos, Shauna de una manera muy graciosa (y cierta) completando el trío, ubicándose entre ambas. - Unos segundos y se la dejo dura como una mega piedra… bueno, ese chiste fue malo, lo admito.
- ¿También tenías uno para ella? – Se sorprendió Álex.
- Traje cuatro, ese le quedo como hecho a medida, he digo, viiiiiii.
- Sí, ese color pega mucho con tu piel bronceada. – Comentó Serena, ya en brazos de Álex.
A diferencia de sus amigas, no tenía orejas, sino una enorme bufanda color café que la simulaba, medias y guantes del mismo color y una esponjosa colita de conejo color crema. A diferencia del resto no usaba ni tops ni un bikini, sino un corsé café.
- Ni cuando filmé mi primer video estuve tan ansioso como ahora, ustedes chicas, digo, pókemon se hicieron esperar. – Confesó el actor porno.
- Bueno, entonces no los hagamos esperar más chicas, hoy los pókemon van a capturar hombres…
- ¿Esperen, el Braixen se va a quedar? – Mencionó Gladio con tono de desconfianza. – Sé que tengo una historia con mi hermana más extensa que la lista de pókemon veneno de Kanto pero me parece demasiado.
- Descuida, Braixen solo observará, no la voy a obligar a hacer nada ni dejar que le hagan algo que no quiera. – Lo apaciguó. - ¿Verdad Braixen? Estuviste mucho tiempo en la guardería, es hora de que vivas nuevas experiencias.
- Braaaaixen. – Repitió su nombre con aprobación.
Shauna tomó la delantera como aquella lejana vez besando al novio de su amiga (sorprendiendo a Lillie con su actitud lanzada) mientras Serena, a su lado, espero su turno para conectar sus labios a los de su hombre. La rubia no los observó por mucho tiempo, su propio hermano la enfrentó y le estampo un tierno beso en los labios con mucha delicadeza.
- Soy muy afortunado de poder hacer esto… pensé que era un acontecimiento de los que se dan una vez en toda una vida. – Expresó Álex, hundiendo los dedos índice y grande entre los labios vaginales de Serena y Shauna al mismo tiempo, sintiendo que las temperaturas de esas vaginas tan delicadas.
- Son los beneficios de haber elegido a Fannekin como tu compañera. – Le respondió Serena. – Voy a invitar a mi amiga Lopunny muchas veces para que la cojas a menudo.
- Amo escuchar eso… - Susurró metiéndole la lengua en la boca mientras seguía frotando sus dedos en esas deliciosas vaginas, empapando sus dedos con sus fluidos. Con cada frotada se humedecían más y más hasta que comenzó a esparcir sus néctares aceitosos.
- Deliciosas como aquella vez, quizás más. – Susurró tras llevarse los dedos a la nariz y la boca, deleitándose con lo que sus sexos tenían para ofrecerle. - ¿Quieres una probada? – Le ofreció al pókemon de fuego.
Braixen había observado toda la escena de Álex frotando sus dedos contra los sexos de las jóvenes y no le perdió detalle. Cuando este le acercó los dedos de una mano, los que habían pasado por toda la vagina de Serena, el pókemon los olfateó y con mucha curiosidad, les paso la lengua.
- Creo que de a poco alguien se nos va a sumar al club. – Mencionó la trigueña.
- Bésame, quiero un beso bien sucio. – Exigió Serena mientras su amiga se distraía con otro espectáculo y Braixen lamía cada vez más los dedos de Álex.
Atrás, Gladio y Lillie se besaban de manera más apasionada, entrelazados, incluso la rubiecita levantaba una pierna para frotarse contra el cuerpo del varón, captando la mirada de Shauna, que no estaba acostumbrada a tales espectáculos.
- Amo el incesto en vivo, tengo que vivir en Alola un tiempo, sin dudas. – Confesó. – Mierda ¿Por qué tenía que ser hija única?
Los hermanos se separaron al darse cuenta de que todos los observaban, incluso el pókemon.
- Sigan, sigan, siempre es muy excitante ver a dos hermanitos besarse como amantes. – Dijo Álex tras despegarse de Serena. – Después de todo por algo sus videos son tan exitosos.
- No nos gusta que nos vean como bichos raros, para nosotros es normal. – Se excusó Gladio.
- Puedes besarte con alguna de ellas, no tienes que hacerlo solo conmigo. – Le permitió Lillie, algo sonrojada. – Hoy voy a tratar de reducir mis celos al mínimo.
- Yo quiero comerlo todo desde que llegué, pero Álex me tiene agarrada de la vagina. – Se excusó Shauna sorprendiendo en especial a Gladio. – Estoy enganchada a sus dedos como carne en el frigorífico, quizás piensa que tengo un huevo de pascua escondido o algo así.
- Ese chiste también fue pésimo, amiga.
- Lo siento, es la costumbre, ahora puedes ir, tengo una novia de qué ocuparme, salta libre Lopunny y conoce a Gladio.
Mientras Shauna y Gladio se “presentaban” alternando besos con Lillie (incluso lésbicos, sorprendiendo a la blonda, que se dejó besar con los ojos muy abiertos), Álex disfruto de un sexo oral profundo, continuo y ruidoso, con sus hermosos ojos clavados en los suyos mientras su mastodóntico pene se perdía (más de la mitad al menos) dentro de su boca.
- Hack, hackk, sluurrrp, sluuurrp, huck, hack, spuut, sluurrp… - Hizo su boca a mediada que la saliva se acumulaba y formaba una laguna en su boca, laguna donde el glande de Álex chapoteaba al entrar.
- Te as vuelto jodidamente buena con tu boca. – Dijo el hombre recogiendo sus cabellos, ahora alargados, para verle el rostro durante la fellatio y evitar que se pegoteen en su polla.
La kalense no dejaba de verle a los ojos hasta que Álex meneó su cadera para introducirla casi al completo hasta que la joven puso sus ojos en blanco y la saliva se escurrió por las comisuras de sus labios.
Braixen hizo un sonido de preocupación al creer que el hombre estaba ahogando a su entrenadora, no era para culparla tampoco, dado que los sonidos de la kalense daban a entender que estaba siendo asfixiada. No obstante, Serena fue liberada y tras decirle que no se preocupara, que nadie corría peligro a pesar del griterío continuó observando en silencio.
- ¿Te molesta que Braixen nos mire con atención? – Le preguntó a Álex.
- A veces en el estudio algunos vienen con sus pókemon, no es tan extraño que presencien estas acciones. – Asevero dejándola tranquila. – Algo me dicen que los querían interiorizar sobre el sexo.
Al lado de ellos, Shauna se besaba con Gladio, que estaba de pie mientras su hermana en cuclillas no dejaba de cabecear al mamarle la polla. A diferencia de Serena, era mucho más rápida y silenciosa, envolvía el tronco con fuerza y estiraba su cuero con sus labios formando un anillo perfecto. Cada tanto la trigueña tomaba la cabeza de la rubia para controlar la velocidad, eso sí, sin dejar de comerle la boca al rubio. Al parecer de verdad le parecía atractivo. Parecía tener una técnica de mamar muy propia.
Álex no sabía a dónde mirar, sin embargo, con el esfuerzo que hacía Serena le pareció una falta de respeto ignorarla y se concentró en ella.
– Chupa mis bolas, eso es, refriega tu rostro, frótate contra ellas… - Tomándose las pelotas con una mano formando un racimo, ofreciéndosela a su enamorada.
Serena se fregó el rostro contra los enormes testículos y succiono uno y otro hasta absorberlos en su boca, dejándolos babosos y pegajosos. Álex sintió a cada uno entrar y salir, entrar y salir de la boca de Serena como si estuvieran vivos y escaparan de ella. Sin que se lo pida, Serena bajó aún más a los pocos minutos y refregó su rostro, desde su pera hasta su nariz en el ano del hombre. Había sido su último truco aprendido y se iba a volver experta en ello.
Serena se balanceó de atrás hacia adelante, de atrás hacia adelante frotando casi todo su rostro en los recónditos del hombre, incluso tuvo el gesto de mover la cola como un Fannekin contento cuando conectaron miradas.
- Oooh, ni tuve que pedírtelo y ya estas comiéndome el culo, sin dudas sos la indicada. – Se maravilló el hombre levantando ambas piernas con sus brazos para dejar que Serena succione su trasero. - Eso es, muy bien, buena chica, lame bien mi culo… oh, sí…
- Permiso, veo que esta polla esta sin tomar y no puedo verla desatendida. – Intervino Shauna succionando su enorme glande como si quisiera absorberlo. – Amiga lo dejaste todo baboso y oloroso… que cochina.
- Perdón, es que con solo verle la verga se me inunda la boca, soy como un Herdier al que le enseñan un hueso. – Se excusó tomándose una pausa antes de sumergirse bajo los testículos del hombre, hundiendo su lengua en el ano.
Casi sin proponérselo, Álex recreaba las escenas de White Sting demostrando que este último no era su alter ego, sino una manifestación de la realidad, de su vida cotidiana, donde dos jovencitas sin siquiera pedírselo, lo (y se) deleitaban con su pene y culo.
Gladio observaba la escena contigua con mucha atención, envidiando el trato que recibía el hombre cuarentón a pesar de que él gozaba de una excelente mamada. Tras unos minutos se armó de valor y pidió:
-Lillie… ¿No me harías lo mismo? – Levantando las piernas como para convencerla. – Sé que nunca lo hiciste, pero… me gustaría saber que se siente.
- Oh, nunca me lo habías pedido antes… bueno, si lo tienes limpio no veo porque no.
- Claro que estoy limpio… no tienes ni que decirlo.
-Viiii.
Su hermana aceptó y tras llevar sus cabellos de oro atrás de su espalda, imitó a Serena (incluso la observó de reojo, como aceptando el desafío) conectando su lengua con el centro del ano de su hermano, pujando hasta vencer la compuerta rosada y rozando cada resquicio del asterisco.
- ¡Me muero! ¡Nunca creí que vería algo así! ¡Un anilingus de hermana a hermano! – Se maravilló Shauna, que se movía de aquí para allá como indecisa, sin saber con qué pene quedarse. – Permiso, ahora quiero comerme esta polla ¿Te molesta?
Lillie negó con su cabeza, concentrada en satisfacer el morboso pedido de su hermano, ahora gozando de un sexo oral como solo Shauna podía hacer: Profundo, rápido y ruidoso.
- Oh joder, venir a Kanto fue la mejor decisión de mi vida. – Reflexionó (en un curioso momento) Gladio teniendo a su hermana lamiéndole el ano y una recién conocida el pene. – Ahora entiendo porque siempre haces esto en tus videos… es la gloria misma.
- Lillie, entrena bien esa lengua, a tu hermano le gustaron los anilingus, tendrás que hacérselo a diario. - Bromeó Álex.
- No lo veo mal. – Admitió Gladio.
Por varios minutos más el aroma del sexo inundo el living y las patas del sillón, aunque grande y confortable, sonaron cada vez que Shauna pasaba de un pene a otro para degustarlos.
- Aaaahhh uuufff eso fue largo, quisiera tener lengua de Lickitung pero es lo más adentro que puedo llegar. – Recobró el aire Serena, muy agitada tras permanecer varios segundos conectada al trasero de Álex como en una perversa forma de siamés.
- ¡No me mires así Braixen, parece que viste un fantasma! ¡Es normal que nos demos cariñitos incluso en estas partes del cuerpo!
- Braaaaixen. - Menciono algo disgustada arrugando el hociquito y negando con la cabeza.
- No te preocupes, está bastante limpio, aunque ahora quedó impecable.
- ¡Braaaixxxen! – Chilló tapándose las orejas peludas con las patas.
- Deja de contaminar su cabeza. - La reprimió Álex. – Le vas a generar un trauma.
- Puede irse a dormir o a la pokebola, no la estoy reteniendo. La que necesita terapia soy yo, creo que me estoy volviendo adicta a esto, es tan morboso. – Jadeó Serena muy complacida con haberle obsequiado tal gesto a su hombre, aunque alguien no tenía la misma idea…
- Sube, te lo ganaste, tengo una inyección de carne para curar tu adicción. – Álex tomó su pene de la base, muy apretado haciendo saltar sus venas, apuntándolo hacia su novia.
- También puedo volverme adicta a esta jeringa.
- La Serena que conocí no hacía chistes así ni lamía culos como posesa. – Acotó con mucha verdad Shauna pasando a hacerle un manual a Gladio con una mano sumamente húmeda.
Serena se subió al sofá y se posiciono sobre el falo, de frente al hombre para dejarse penetrar su vagina, sin embargo, por más que lo intentaba, no podía lograrlo, por más que pujaba, su enorme pene se resbalaba y no lograba meterse en su húmedo sexo, era como si el orificio se hubiera encogido o desaparecido.
- Diablos el dildo que te metieron es tan grande que te cerró la vagina. Debes tener el culo muy inflado por dentro, voy a tener que sacártelo…
- Despacio, costó mucho meterlo, no pensé que no entraría ni un pene si lo tenía puesto.
- Bueno, mi pene por lo menos no entrará ni con una botella de aceite de Wailord. – Pensó. – Puedo meterla y luego introducimos el juguete.
Álex con sumo cuidado lo fue retirando, deleitándose con la vista de su agujero dilatándose al llegar a la sección más ancha del artefacto. A veces lo volvía a meter a penas para estimular el castigado orificio. Dejo caer varios chorritos de saliva a modo de lubricante hasta que, con un tirón suave, Serena (colorada como un tomate) pujó fuerte y el dildo emergió dejando una cueva roja entre sus nalgas.
White Sting tomó su cola peluda de adorno, en efecto, el dildo era de un tamaño considerable, tenía forma de torpedo redondeado y al menos alcanzaba los 12 centímetros. Noto que la cola de Fannekin estaba unida por una rosca a la sección triangular.
- Demonios, si aguantaste esta cosa no veo porque no puedes aguantar un pene…
Lillie, la experta en juguetes intervino arrastrando su bolso cerca de ellos. Al parecer su rimming había terminado en algún momento.
- Todas mis colas son de la marca Coil-In, la parte del plug se desenrosca para poder enroscarse con cualquier plugs o accesorio de otro tamaño mientras que sea de la misma marca, eso me permite toda clase de combinaciones. – Expresó. – Serena me dijo que quería acelerar su entrenamiento así que le metimos ese que es una de las terminaciones más grandes.
- No tras usar mucha saliva. – Agregó Shauna. – Por eso tardamos un poco más, esa cosa no entraba en su culito todo prieto.
Sin siquiera preguntar, Shauna corrió desnudó su vagina haciendo a un lado la tela en su entrepierna y se dispuso a montar a Gladio dándole la espalda. El muchacho ni bien comenzó el sexo puso sus manos en las nalgas firmes de la modelo para abrirlas y verle el culo. Parecía que se iban a llevar muy bien.
- ¿Tienes algún lubricante anal? – Preguntó Lillie.
- Sí, tengo uno muy bueno, el mejor, justo aquí. – Álex acercó el dildo a la boca de Lillie y esta, entendiendo a lo que se refería, se lo dejo meter casi entero, pasándole la lengua por cada flanco hasta dejarlo reluciente de saliva ante una Serena escandalizada
- ¿Por qué esa obsesión de meternos cosas en la boca que estuvieron en nuestros traseros?
- Así son sus videos. Si algo está en el trasero de una compañera, ya sea un dildo, un pene o un dedo ira directo a la boca de otra. Es como un mandamiento de White Sting.
- ¡Woow! Alguien conoce mis producciones muy bien. – Reconoció el actor. – Toma nota, amor, es algo que tendrás que aprender.
- ¿Cómo no las va a conocer? Tiene todos tus Dvd y cada réplica de tu pene en su colección. – Reveló Gladio de manera inmisericorde. – Incluso las ediciones limitadas de Black Sting, que son réplicas en negro.
- NYHAAAA ¿¡Por qué se lo dijiste!? ¡Tonto! – Chilló golpeteándole el pecho, histérica (asustando a Braixen con el griterío).
- Pensé que debía saberlo, después de todo trabajaron juntos y fue el mejor día de tu vida.
- NYHAAAAA. ¡Estúpido! – Como en un sketch de comedia, Lillie golpeó a su hermano con sus puños haciendo reír a todos.
Una vez calmada, presenció a los casi 30 centímetros de tronco entrar en la vagina de Serena provocando que todos sus flujos se derramen como la crema de un pastelillo siendo aplastado.
- Ooooh por Arceus, retiro lo dicho, ohh, ahuu, ahh, nunca me volveré adicta a esto, me parte al medio… me raja la…
- Que exagerada. No puede ser que lo que más te cueste sea lo más básico en el sexo.
- 30 centímetros de carne tiesa no tienen nada de básico…uuuuuh, ahhh…
Tras calentar motores y comenzar la penetración, Álex abrió las nalgas de Serena y Lillie comenzó a introducir nuevamente la cola de Fannekin, con su cabezal bien lubricado. Tarea difícil ya que las paredes que separaban el recto de la vagina eran muy finas y una compuerta estaba rebalsada de carne. Braixen se acercó a observar detrás del apoyabrazos del sofá, parecía tener miedo de que si era descubierta terminaría cogida como su entrenadora.
- Tranquila, tu entrenadora está sana y salvo, solo se volvió algo más puta que antes.
- ¡No te permito que me digas puta enfrente de mis pókemon!
- Lo que vos digas… putita.
Tras salivar bastante dentro del orificio y pasarle la lengua, la kalense logró relajarse lo suficiente como para permitirse meter la cola una vez más, sintiéndose llena a reventar, con ambos agujeros atorados de carne y plástico.
- Entro tan apretado que me va a deformar el dildo, me va a quedar con la forma de tu culo.
- Despacito, por favor. - Susurró Serena. – Hablo en serio, muy en serio.
- Por supuesto, hey, yo también la siento apretándome la circulación, estas tan estrecha que me la vas a reventar.
- Yo voy a reventar… siento tus venas, tus latidos, todo… cógeme, pero suavecito.
Por su parte, Gladio, distraído con la morena, fue tomando algunas píldoras vibratorias y las fue metiendo de una en una en el culo de Shauna, que se no dejaba de cabalgarlo aún con tres píldoras en su culo, sin quejarse en lo más mínimo.
- Estas cosas son asombrosas, lástima que suelo masturbarme solo en la ducha y no uso nada que lleve pilas.
Estos juguetes electrónicos estaban unidos por un cable fino y extenso a un control de intensidad parecido al de un termostato.
- Mi hermana siempre los usa en 3, aunque nunca con tanos al mismo tiempo. Creo que te gustará. A mí me gustan, los siento muy bien al meterla uuuuggh.
- ¿Dónde las compran? Oh, oh, oh, uuuuuh, se siente rico, bailan en mi culo como Digletts borrachos en un túnel.
Lillie, casi sin poder ignorar la conversación, agregó.
- Son de la colección Rare Candy, aunque son pequeños, cuestan bastante. La buena noticia es que pueden usarse bajo el agua. Prueba poniendo cada píldora a distintas intensidades, no me preguntes porqué, pero es delicioso.
Gladio puso en intensidad, 2, otro en 3, y el último en 5, la máxima, en efecto, como su hermana anticipó, la kalense trigueña fue desbordada por el placer.
El olor del sexo y los fluidos corporales empezó a llenar la habitación (no muy grande) como si hubieran soltado una bomba de humo. Sus cuerpos sudorosos cogiendo al unísono, friccionando los sexos caldeaban el ambiente mientras los gemidos de las kalenses se incrementaban hasta llegar al punto culminante, como un volcán entrando en erupción, su vagina estaba a punto de estallar.
- Ah, ah, ah, oh fuck, fuck, oh, oh, ah… me vengo, me vengo, sí, sí, síiiii uuuh.
Serena no aguantó y temiendo por su integridad, se separó de Álex a último momento y se corrió en el aire entre chillidos, salpicando su excitación ardiente en todas direcciones, bañando la polla y las piernas de Álex en el proceso, que se sorprendió por la cantidad de fluidos que su amada expelió.
- Diablos, por Arceus ¿Dónde guardabas tanto jugo? ¿Y porque me desenfundaste en pleno polvo?
- Es… que… si me corría… con tu polla metida… iba a estallar… no me entraba una gota de nada. – Jadeó colorada como un tomate caída sobre el enorme pecho del hombre. – Iba a ser peor que un Graveler cayendo a un río, íbamos a terminar heridos.
- Ven, voy a limpiarte hasta dejarte como nueva, solo levanta tu colita peluda que no quiero tus pelos frotándome la cara. Me dan alergia.
Muy complacida de escuchar esas palabras (con Álex siempre era pasar de un dolor atroz al más inmenso placer), Serena se posicionó en un 69 sintiendo la boca de su hombre socavándole la vagina toda húmeda, absorbiendo cada fluido en ella como una aspiradora. Ese hombre no se contenía ni un ápice a la hora del sexo oral, tenía una fuerza de succión que dejaría en vergüenza a un Eelektrik y todo, todo, se lo bebía.
- Oohh, me vas a sacar el clítoris afuera mmm si es que eso es posible. – Gimió complacida cuando succionó su pequeño botón de placer mientras le levantaba el rabo peludo.
Aunque la kalense alcanzó a succionar ese pene gigantesco que parecía tan amenazante como un arma de fuego por unos instantes, notó una vagina rosada, suave y con labios blancos frente a ella, tocándose con suavidad en un clítoris aún más diminuto que el de ella.
- Mi hermano no deja de coger a tu amiga, parece que se olvidó de mi ¿Me invitas a tu fiestita? Viiiii.
- Adelante, estoy cómoda donde estoy. – La invitó Serena sentándose en el rostro de su novio, frotando su vulva contra su boca, dejando que Lillie frente a ella se ensartarse en ese pene que la obsesionaba tanto.
- Entonces lo cabalgaré, permiso, uuuummm, ahora te entiendo uuuh… tampoco podría acostumbrarme, tenemos vaginas, no calderos… - Expresó Lillíe, dejándose caer hasta quedar empalada, con los ojos en blanco y la silueta del pene formando un discreto bulto en su estómago. Por supuesto, aunque Álex no lo vio, Serena si, y le dio mucha impresión.
- ¿Se siente rico meterse el pene real y no la réplica ¿Verdad?
- Gracias, ah, ah, gracias, Serena, por ser tan abierta e invitarnos… pensé que volvería a coger con White Sting solo en un futuro video.
Por varios minutos hundieron al hombre con sus sentones hasta que Serena volvió a correrse sin miramientos en la boca de su hombre.
- Aah, ah, ah, sí, sí, ahh… - Gimió Serena casi al sincronizada con Lillie, que se apoyaba en la kalense y tras verla a los ojos unos segundos, conecto un beso lésbico.
No era lo que esperaba Serena, aunque estaba satisfecha, por fin un poco de la precisión de una boca experta en su vagina, haciéndola delirar del gusto y la rubia, que ella misma catalogo como rival a superar, besándola por algún motivo que no comprendía, ya que no eran observadas ni por Gladio ni por Álex.
- Lo siento… ah, ah, Serena… quería sentir el gusto de Álex en tu boca. – Confesó la rubia sin dejar de dar brinquitos sobre el pene. – Perdón si fui muy lanzada, es que sentí su olor en ti y no me pude contener.
- Puedes besarme todo lo que quieras, Lillie…- La tranquilizó siendo ella la que tomó la iniciativa en un nuevo beso.
A su lado, haciendo tanto escándalo o más, Shauna seguía cabalgando a Gladio, solo que, de frente, teniendo el rostro del joven entre sus tetas. La trigueña aún tenía los tres caramelos raros metidos en el culo y sus controladores rebotaban como latas en un auto de “recién casados” tal analogía formada en su cabeza le hizo reír.
- No te corras en mi vagina, hazlo en mi boca. – pidió Shauna. – Álex me prometió leche de hombre y no me dio ni una gota.
- ¡Fue sin querer! ¡Iba a compartir y la tragué por accidente porque me asustó el timbre!
- Estas conversaciones me recuerdan mucho a Alola. – Acotó Lillie. – Ustedes irían bien con el desenfreno de las islas ya que toleran el incesto y la pokefília sutil.
Lillie le dedicó una mirada a Braixen, que aún tras el respaldo, parecía estar ocupada en sus propios asuntos. Solo se veía sus ojos observando la situación y sus orejas ígneas, no obstante, estaba en continuo movimiento, de seguro, jugueteando con su sexo.
- ¿Te quedaste con ganas de leche? – Intervino Álex, con los labios empapados de la humedad de Serena. – Permiso, voy a ocuparme de esta tragona insaciable, te dejo el entrenamiento de Serena.
Álex se incorporó y aprovechando que Shauna ahora le daba la espalda a Gladio, se paró frente a ella para una doble penetración oral/vaginal, tomando a la morena de esas particulares coletas.
- De acuerdo, tengo una sorpresa para ella… - Expresó Lillie algo sonrojada por haberse besado con Serena, aceptando la tarea de entrenar su culo. – Podemos formar un pene doble enroscando dos distintos y cogernos una a la otra ¿Cuál eliges?
En efecto, en su bolso había como mínimo 7 réplicas diferentes, unos tenían la típica forma de pene de canino (que quizás eran de Arcanine, Houndoom o Granbull) y otros eran sumamente raros, teniendo formas que parecían dolorosos por ser enormes, muy curvos, tener puntas y protuberancias gomosas saliéndoles o ser muy gruesos. Todos, además, tenían la capacidad de llenarse de líquido y al conectarse a una pequeña bomba de plástico, esta al apretarse podía liberar aire en el interior para simular una eyaculación.
- Creo que vi algunos en un Sex Shop hace un tiempo… aunque no tan complejos.
- Este es de un Dodrio ¿Raro no? – Serena lo tomó y parecía una lengua gigante unida a un cilindro. Le causó mucha impresión. - Este corto y grueso es de Snorlax, lo tiene así porque debe resistir mucho peso durante la cópula, tengo uno largo y grande de Tauros, uno pequeñito de…
- Este me gusta. – La interrumpió tomando uno de dificultad media, de varios centímetros y forma de cilindro con un glande triangular bastante grande.
- Ese es de Stantler, yo tomare este con forma de tentáculo de Octillery. – Acto seguido, Lillie enroscó uno y otro formando un dildo doble. - ¿Lista? Empujemos juntas, nos penetraremos una a la otra…
Lillie, sentada en el sofá con las piernas abiertas, metió el tentáculo de plástico en su vagina y apuntó con el extremo anclado hacia arriba, Serena se retiró la cola de Fannekin (no sin dificultad) y se sentó lentamente en la réplica del pene de Stantler, sintiendo esa gran cabeza plástica y gomosa explorando su recto hasta el fondo…
Capítulo 39. La delgada línea entre los sueños y las pesadillas
Le costó dormirse con semejante tufillo a sexo y descontrol flotando en el aire. Le llenaba la cabeza como el humo de un incendio, sus cuerpos habían ardido por horas y la cabeza de Serena quedo atontada con tal sobredosis de desenfreno. Tal había sido el desenfreno que el trío de visitantes se había quedado a dormir, acostándose Shauna en el sillón, Lillie en la cama con Álex y ella y Gladio, por último, en una bolsa de dormir en el suelo.
Como si se hubieran desmayado, todos dormían en posiciones estrafalarias, notando que Gladio estaba casi afuera de la bolsa de dormir al lado de su cama, a punto de rodar bajo ella como si buscara refugiarse.
La kalense repaso en su cabeza los últimos sucesos de la noche sorprendida de sí misma, como si hubiera sido efectuada por otra persona. No era la primera vez que le ocurría, aunque sí la primera que sentía que había llegado más lejos que nunca. Aún le parecía escuchar ecos del griterío nocturno:
“¡Vamos, cojan a esta conejita, cójanla a pleno, como para que no necesite coger en años!” Gritó Shauna, con un collar con correa puesto en su cuello y siendo penetrada doblemente, esta vez, de manera anal por Álex y vaginal por Gladio, ambos de pie. Vio los músculos tensionados de ambos hombres sosteniendo a la trigueña entre ellos, formando una hamburguesa en la que ella era el crujiente relleno. Noto como se esforzaba el rubio por seguirle el ritmo a Álex, que siendo más grande, fuerte y experimentado, casi que no dejaba entrar su polla de tanto que la cogía con desenfreno por atrás. Gladio sin embargo, mantenía su pene metido gozando de es vulva a punto de estallar en diversas sustancias.
Tras quedar satisfechos con castigar sus dos agujeros, dejándolos irreconocibles, Álex la arrastró por la correa y al unísono, soltaron una cascada de semen en su boca, inundando su cavidad a medida que tragaba… sin dudas Shauna era una puta de primera, Serena nunca había visto a alguien tragar semen tan rápido y en tan cantidad, si hubiera decidido pertenecer a la familia del porno hubiera llegado más lejos que ninguna, sin dudas su testarudez y su filosofía del sexo como manifestación del placer y no como un trabajo le había impedido explotar su mayor habilidad: lucrar por coger como puta.
Ahora Shauna dormía sola en el living, feliz, satisfecha con toda la atención que tuvo, tanta que había caído rendida en el sucio sofá con el collar con correa puesto y con rastros del amor recibido por todo el pegajoso cuerpo.
Serena y Lillie no se quedaron atrás. Metieron los dildos conectados en sus cuerpos, Lillie en su vagina (aún no se sacaba la cola de Vulpix) y Serena, fiel a la consigna del día, en su culo, poniéndolo a prueba de tal modo que el juguete entro en su totalidad. Aunque estaba en la cama con Álex, la sensación de una pieza de plástico tan adentro de ella, en las inmediaciones de su estómago, no se le iba. Para colmo, cuando ella dejo de empujar, Lillie tomó la iniciativa y al moverse cadera, se lo introdujo un poco más adentro, haciéndola correrse con la curiosa sensación de todo su culo repleto de plástico y de su ano rozando la rosca.
Se sintió una hechicera, entre ambas habían hecho desaparecer casi 40 centímetros de plástico, a tal punto que la rubia se sentó por completo sobre ella, sintiendo su ardiente piel contra la suya. De ese punto en adelante, se fue distanciando con lentitud hasta que el juguete ensamblado fue expulsado por el ano de Serena, que, tras tocar, sintió más dilatada que nunca. Una pelota de tenis hubiera entrado sin siquiera empujar.
“¿Dónde hay una pared firme? Usemos estos con sopapa, puedes simular un gloryhole o metértelo donde te quede cómodo” Propuso la rubia enseñando penes, (esta vez con forma humanas) adheribles a una pared o el suelo gracias a una sopapa. Había sido como un paseo en el parque hasta que los hombres decidieron intervenir.
Serena aún sin recuperarse, sintió que se había subido a una montaña rusa demasiado extrema de la que no sabía ni podía bajarse. Su problema más grave en los últimos tiempos era lo difícil que tenía el “no”.
Álex le puso el pene sucio en la boca de Lillie sin preguntar, sorprendiéndola con ese nuevo y exótico sabor mientras esta estaba conectada a la pared. Gladio hizo lo mismo con Serena mientras esta había colocado el consolador en el suelo. El olor de esos penes sudados y sucios saturaban sus bocas como a la sala misma, con el correr de los minutos era como si el aire fuera remplazado por un perfume perverso hecho de las más pecaminosas sustancias.
“Me siento mal, no nos dimos ni un beso y lo primer gesto que tengo con vos, es metértela en la boca sin preguntar” Admitió Gladio, casi como si confesara un pecado. “Son las cosas de la vida, tendremos tiempo de darnos muchos besos otro día o cuando trabajemos juntos” le contestó Serena guiñándole un ojo antes de seguir con la mamada. “Ahora concéntrate en venirte en mi boca, quiero probar tu semen.”
Gladio, sumamente excitado por sus palabras, la tomó de los cabellos con delicadeza y sin dejar de mirarla un segundo, la vio succionar su polla sin descanso, llevando su cabeza de atrás hacia adelante y salpicando baba por todas partes.
En cambio, Álex, como poseído, como si con el correr del sexo perdiera la razón, “despegó” a su fan del dildo en la pared y sin preguntar cogió su culo de pie tras quitarle la cola de Vulpix de Alola, aprovechando que ese ano estaba dilatado lo suficiente como para recibir su pollón, la introdujo en él en un solo paso.
Lillie dejó escapar un gemido al sentirla adentro (así como algunas lágrimas). Solo a un profesional como él se le abrían hasta las puertas rectales más internas, sin que la rubia tuviera que hacer mucho, ya tenía el aguijó blanco al entero dentro de ella.
El actor mientras más tiempo pasaba y más perdía la consideración por sus parejas de alcoba, incluso parecía ganar fuerza de manera proporcional a como perdía raciocinio. Sin embargo, la sorpresa no fue su abusiva forma de coger, sino que Lillie disfrutaba de ser abusada analmente como una joven súcuba.
Serena recordó la escena y en especial la sensación de que nunca sería como ella: ver a la rubia gimiendo alzada por Álex, que la mecía en sus brazos como si no pesara nada mientras su polla entraba y salía de un culo a la miseria, le hizo comprender que estaba muchos escalones por debajo de su nivel. Y encima eso no fue lo peor.
Aunque ahora Lillie dormía como princesa, era la culpable de que la habitación y casi toda la casa oliera a letrina pública. Los gritos de la rubia “¡Me orino, no puedo contenerlo, me está exprimiendo de adentro para afuera!” Serena nunca los olvidaría, así como ver a su Álex apuntando con esa vagina a Gladio y diciendo “Vamos, tu hermano mayor esta sediento, dale un poco de tu delicioso licor vaginal, suéltalo, suéltalo todo sobre tu hermano” El chorro dorado no se hizo esperar y mientras Lillie cubrió su rostro de la vergüenza y era penetrada, Gladio se arrodillaba para recibir la lluvia dorada en el rostro.
Serena vio toda la escena desde abajo, acostándose en el suelo sin dejar de mamar la polla del rubio, que fue bañado con una salpicadera de orina monumental mientras aferraba los cabellos de Serena con ambas manos y se corría de forma excesiva en su garganta, manteniéndola con su polla hasta el cuello hasta que la última gota fue ingerida y el chorro de pis los regó a ambos con su ardiente y aceitosa consistencia.
Braixen, quizás traumatizada como Álex anticipó, no abandonó su trinchera, aunque tampoco perdió el tiempo, ya que, al concluir, su pelaje estaba despeinado, su ramita que usaba como varita mágica estaba húmeda y las panties prestadas por su entrenadora, todas mojadas.
- Me pregunto si alguna vez tendré una noche más loca… no puedo ni imaginármelo, con Álex nunca se sabe. – Susurró Serena acurrucándose contra el hombre, que dormido, escondía muy bien su impía cara.
Apoyo su cabeza en el amplio pectoral y dejó su rostro subir y bajar por acción de su respiración, la diferencia de tamaños era comparable a la de su edad, sin embargo, había algo extraño que arruinó el momento. Sintió su mejilla cada vez más aliente, hasta el punto de arderle. Su piel se pegó al pecho como si se hubiera apoyado en pegamento caliente, cada vez más caliente. Era anormal, no hacía tanto calor y estaban semidesnudos en una noche fresca.
Con horror, Serena intento despegar su rostro del pecho de Álex pero su piel estaba como derretida, pegada a ella, vio con horror que bajo la piel del hombre había pelo amarillo. Serena usó sus brazos para impulsarse hacia atrás y cayó fuera de la cama cuando la falsa piel se estiró hasta cortarse, terminando cerca de dónde Gladio dormía.
Muy asustada, sintiendo una sustancia pegajosa en su mejilla que parecía piel, se incorporó y con horror vio que el hombre con sus propias manos, desgarraba la piel falsa de su pecho como si rompiera una camisa. Serena ahogó un grito cuando vio que la persona que amaba era en realidad un espantoso simio amarillo de orejas puntiagudas y nariz pronunciada.
- ¿Creep? ¡¿Creep?! ¿Es uno de tus trucos? – Soltó por fin. - ¿Dónde está Álex? ¿Qué hiciste con él? Si le hiciste algo malo te juro que Pangoro te arrancará la cabeza de un mordisco.
El pókemon psíquico, sentado en la cama con su clásica posición le habló directo a la mente nublando la realidad a su alrededor hasta distorsionar las paredes.
- Olvidaste mis palabras, olvidaste mi mensaje y perdiste tu rumbo, Serena. – Dijo con una voz espeluznante, más agresiva que aquella vez. – He vuelto para enderezar tu camino una vez más.
- ¿Dé que hablas? ¿Del trance de cuando nos fotografiaron? Creí que había sido una excusa para obligarme a… a… tu sabes.
- No, mis palabras fueron ciertas, solo que como tú no puedo controlar mis impulsos. En esos momentos tu verdadera naturaleza aflora y se asemeja a la mía.
- Dijiste que era algo así como tu guerrera, tu elegida, que podía traer las viejas costumbres con las que creciste y que crees son las correctas.
- Exacto. – Confirmó. - Un mundo donde humanos y pókemon puedan amarse es posible, soy un sobreviviente de ese tiempo más antiguo de lo que crees y tienes el poder de traerlo de vuelta. Te he elegido porque conozco tu interior y eres más que capaz, aunque no lo veas.
- No lo sé, solo soy una… aspirante a actriz, como mucho, me delegas demasiada responsabilidad. Ni siquiera comencé a gravar, estoy entrenándome, pero…
- No… Como siempre, te subestimas, otra vez lo haces. – La interrumpió señalándola con un grueso dedo. - Tienes lo necesario en ti, y te estoy dando lo que necesitas en este preciso momento.
- ¿Lo que necesito? ¡No comprendo! – Replicó cansada de tantas vueltas.
- Una historia. Ahora tienes una historia precisa que contar, solo necesitas conocerte a fondo a ti misma y así poder contarla. Aún veo a la vieja Serena, al abatida, la derrotada por tantos años de injusticia emerger en la faz de la original, lo veo… aún tienes una lucha interna, dos caras intentando dar con el dominio de tu cuerpo, de tu vida.
- Creo que entiendo a qué te refieres con buscar en mi pasado…
- Busca en tu él y lo encontrarás, solo así lograras que el mundo en el que creo regrese para siempre.
“Ahora tienes una historia”, “Solo necesitas conocerte a ti misma” y “Busca en tu pasado, reencuéntrate con él” le sonaban a un montón de supercherías de película. Serena no comprendía que debía hacer ni que quería exactamente el pókemon psíquico. ¿Porque esa manía de encomendarle una misión tan difusa? ¿Acaso si se trataba de algo tan importante no ameritaba instrucciones precisas?
- Conocerme a fondo, regresar a mi pasado y esta historia, sea lo que sea que eso signifique entonces.
– Como aquella vez, las paredes nebulosas volvieron a solidificarse a su alrededor como antes, el sueño, visión o lo que fuera que fuese estaba terminando.
- Exacto, así te conocerás a fondo y comprenderás que no solo eres la indicada, sino la única capaz de traer de vuelta las viejas costumbres… tienes un potencial inimaginable…
Sentía el suelo hundirse bajo ella y el mundo girar a su alrededor como si el reino de los sueños la escupiera a la realidad.
- ¿Qué hiciste con Álex? ¿Es esto un sueño o una visión implantada en mí? – Alcanzó a preguntar antes de despertar como si cayera desde el cielo raso. No estaba en el suelo como creyó, sino en la cama, nunca se había movido de allí y toda esa espantosa secuencia de su amado convertido en un traje espantoso había sido parte de la perversa mente de Creep.
Álex roncaba suavemente a su lado, a veces cuando estaba muy cansado teína un ronquido que estaba en el límite de ser molesto, Serena lo escuchaba embelesada cuando de repente, notó la presencia de su Hypno sentado a los pies de la cama, con su silueta fantasmagórica dibujada por la luz que se colaba por las persianas. Este sin medir palabra, se reintrodujo en su pokebola dada por concluida su misión.
Serena estaba de vuelta en la realidad, agotada más que antes de irse a dormir, las ideas en su cabeza no dejaban de rebotar como un enjambre de insectos. Tenía más preguntas que certezas y más sueño que otra cosa, por lo que, tras verificar que era la única despierta, se arropó con la esperanza de poder dormir sin visitas mentales, ni mensajes cifrados, ni misiones revolucionarias, solo dulces sueños y nada más.
Continuará
¡Gracias por leer! Intenso ¿no? Esta historia, con estos personajes dan pie a toda clase de locuras.
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Parte 2:http://www.poringa.net/posts/relatos/3715160/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-2-Fanfic-de-Pokemon.html
Parte 3:http://www.poringa.net/posts/relatos/3730867/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-3-Fanfic-de-Pokemon.html
Parte 4:http://www.poringa.net/posts/relatos/3758350/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-4-Fanfic-de-Pokemon.html
Parte 5:http://www.poringa.net/posts/relatos/3769535/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-5-Fanfic-de-Pokemon.html
Parte 6:http://www.poringa.net/posts/relatos/3779280/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-6-Fanfic-de-Pokemon.html
Parte 7:http://www.poringa.net/posts/relatos/3784970/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-7-Fanfic-de-Pokemon.html
Parte 8:http://www.poringa.net/posts/relatos/3808107/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-8-Fanfic-de-Pokemon.html
Parte 9:http://www.poringa.net/posts/relatos/3828349/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-9-Fanfic-de-Pokemon.html
Parte 10:http://www.poringa.net/posts/relatos/3858230/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-10.html
Parte 11:http://www.poringa.net/posts/relatos/3868644/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-11.html
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3 comentarios - A Serena le Gustan Mayores. Parte 15
Nada que ver con esta de aquí 😂😂