Conozco un abogado que cada tanto nos vemos en su despacho de Tribunales. La primera vez me garcho con furia la garganta. La primera vez que me la puso me hizo ver las estrellas de lo gruesa que tiene la chota. Me calienta mucho mamarlo con su traje puesto. Con el correr de las garchadas, no solo aprendio a ponermela con mas paciencia. Aprendio que, una vez que mi culo se acostumbra, me podia garchar con toda la furia del mundo. Me vuela la cabeza cuando se sienta en su silla, saca la chota y me pide que se la chupe arrodillado bajo el escritorio. Me empezo a calentar mucho mas cuando empezo a tener como costumbre garcharme contra su escritorio. Con su pantalon de vestir, su camisa y su corbata puestos. Pero su pija y sus huevos saliendo del cierre solo para meterse en mi garganta o en mi orto. Siempre complementado con un buen franeleo y chape a pleno. Con el tiempo se le dio por agarrarme la chota. No se conformo con eso, tambien me la chupo. Y como me la chupo! Tanto que le termine acabando en la boca. Y creo que al tambien le gusto. Porque desde esa vez, no pierde oportunidad de tragarse mi pija, aunque sea un ratito. Cuando recien nos empezabamos a ver, cada vez que le intentaba dedear el orto, me sacaba la mano y me recalcaba que era 100% activo. Despues de que tomo gusto por chuparme la pija, ya no se quejaba tanto cuando le mandaba dedo ahi atras. Una de las ultimas veces acepto que lo puertee un poco, pero solo la puntita. Hace un par de meses que no lo veia. En este tiempo, note como en su perfil cambio su foto de verga por una foto de su culo. Ayer lo vi. Que queria comermela toda. Y asi lo hizo. Esta vez fui yo el que se se sento en su silla y el quien se arrodillo bajo el escritorio. Como goce esa mamada! Obviamente le devolvi el favor. Pero cuando subi a comerle la boca de nuevo, esta vez lo di vuelta. "Asi que ahora andas ofreciendo el culo en tu perfil..." le dije. "Te gusta?", me pregunto. "Me encanta. Y lo quiero", dije, mientras lo empujaba contra el escritorio y le pegue una buena chupada en el hoyo. Gemia de placer, como pocas veces lo habia escuchado. Cuando el tono de esos gemidos empezo a subir, y ese hoyito ya bancaba 3 dedos, fue cuando subi yo. Y esta vez no fue solo la puntita. El solo se la termino ensartando entera. "Ah, como pedis verga vos solito!". Y le devolvi todas esas garchadas furiosas y violentas que me pego durante todo este tiempo. Sin piedad. Acabamos al unisono. Yo en el forro, bien adentro suyo. El inundo su escritorio con su leche.
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