Esta serie de relatos está completamente inspirada en Fernanda (instagram f.mpz), por si la quieren seguir.
En este capítulo, conoceremos a Fer y Sebas, los protagonistas de esta historia llena de lujuria, sexo e incesto.
Era jueves, cerca de las 9:30 pm. Fer y Sebas se encontraban nuevamente en una larga sesión de masturbación. Fer movía su mano por todo el largo y ancho de la verga de su hermano, mirando hipnotizada como la enorme cabeza se ponía cada vez más roja, sintiendo como la dureza de esa barra de carne no menguaba ni siquiera un poco. Ya había pasado casi 40 minutos que lo había comenzado a masturbar, pero no veía algún avance en hacerlo correr. El nerviosismo en ella iba creciendo, tenían que terminar rápido pues su padre había dicho que llegaría temprano, lo que significaba, que seguramente estaría ahí dentro de una hora.
Sin embargo, Fer y Sebas todavía debían de limpiar la enorme corrida que solía echar y que dejaba pegajoso y mojado el piso y las sabanas de la cama. Además de ventilar un poco la habitación y que Sebas se diera un baño para no levantar sospechas. Así que, decidida, sujeto la verga a dos manos y aumento la velocidad, haciendo algunos círculos por todo el largo de la verga.
¿Pero,como es que había llegado a eso? Estar en el cuarto de su hermano masturbándolo de manera descarada para sacarle la leche, hasta hace unas semanas, esa imagen hubiera sido una escena asquerosa y lo ultimo que pensaría como fiel y cariñosa hermana, y sin embargo, desde el lunes, todo había dado un giro de 180 grados para ella.
Aunque Sebas tenia los ojos cerrados disfrutando de las manos de su hermana, de vez en cuando abría los ojos para poder ver el enorme culazo de Fer. Un culo enorme, unas nalgotas que ni usando las dos manos lograría abarcar y que lucia tan redondo y apetitoso metido en unos leggins negros, y por la posición de Fer(arrodillada), le parecía que en cualquier momento iba a reventar la tela. Fer noto esto, una mirada clavada en su culo era algo tan natural para ella que automáticamente la percibía, incluso si era de su hermano mayor, por lo que rápidamente, bajo sus leggins para dejar que viera sus nalgas y una tanga de hilo negra bien metida entre ellas.
Ante esto, Sebas solo estiro la mano y con una palmada bien firme, tomo ese culazo. Esta visión, la de su mano agarrando esas enormes nalgas lo hicieron llegar al climax, estirándose y gimiendo, su verga empezó a disparar grandes y largos chorros de semen ante la mirada atónita de Fer, quién como siempre, observaba incrédula como salía y salía leche de aquella verga como si fuera una fuente.
Antes de llegar a esa escena incestuosa, debemos de saber que pasaba en aquella familia.
Comencemos por hablar de la protagonista, Fernanda, una hermosa joven que vive en la Ciudad de México con su padre y su hermano. Tiene 21 años, mide 1.55 m, su cabello es totalmente lacio y negro, su carita parece la de una nena y aparenta menos edad de la que tiene. Es morena, nariz respingada y perfecta, boca pequeña al igual que sus labios, unos ojitos cafes muy lindos. Fer se encontraba feliz con su belleza, no asi con su cuerpo, y no es que fuera malo,pero a veces le había traído complicaciones de varios tipos. Comencemos por decir que tiene tetas pequeñas, mucho más de lo que le gustaría, nunca ha sido gorda pero tampoco delgada, sin embargo, por el tamaño de sus caderas y su baja estatura, fácilmente alguien podría pensar que efectivamente, tenia algo más de peso. Y es este punto el que más conflicto le causaba de su cuerpo, sus caderas son grandes, lo que le hace tener un culo gordo, muy grande, muy redondo, un culo de actriz porno. Por supuesto, tenia unas piernas firmes para poder aguantar tremendo par de nalgas, sobre todo los muslos que eran muy grandes y macizos.
El culo de Fer era la perdición de cualquiera que lo viera, desde la adolescencia comenzó a crecerle de manera muy irregular, por lo que no es sorpresa que a los14 o 15 años, muchos de sus compañeros y amigos comenzaran a verla de otra forma. Aunque claro, algunas otras personas comenzaron a burlarse de ella por el tamaño de su trasero, lo que en aquellos años la ponía sumamente triste, tratando de ocultar lo más posible aquella parte. Después de unos años, a los18 cuando termino la preparatoria, aquellas inseguridades fueron desapareciendo de ella, de forma que cada vez más, fue soltándose y luciendo a su modo, su encantador e hipnótico culazo.
Ahora, a los 21 años, aquella inseguridad se había ido y por el contrario, vestía pantalones ajustados, faldas, leggins e incluso algún short que dejaran ver sus carnosas piernas y que dieran una buena vista, de tan tremendo culo.
Su hermano, Sebastian, es el segundo protagonista de la historia. Tiene 24 años y es ingeniero civil, trabaja actualmente en un despacho de arquitectos (gracias a un amigo) donde su principal función es hacer análisis estructural. El es guapo, mide 1.75 m, un poco menos moreno que Fer, de hecho, cualquiera que los viera por la calle jamás imaginaria que ellos eran hermanos, pues, aunque uno pusiera atención, su parecido era mínimo. Tenia un cuerpo trabajado ya que le gustaba el ejercicio, aunque no podía realizarlo de manera tan constante como quisiera pues el trabajo a veces era demasiado agotador.
Ojos cafes, manos grandes, antebrazos velludos, usaba lentes y una barba que le daban un look bastante serio.
Pero nada más lejos de la realidad pues Sebas era muy alegre y conversador, fácilmente lograba hablar con las personas, quizás de ahí que tenia bastante éxito con las mujeres, aunque actualmente, el había cortado con su chica, pues esta, le había sido infiel en un viaje a Cancún. Sebas trataba de ocuparse lo más posible en el trabajo y otras actividades para no pensar en esto, pues habían estado juntos desde casi entrar a la Universidad y ahora, 5 años después, habían cortado.
Sebas siempre había sido un buen hermano con Fer, su relación siempre había sido cariñosa y de amistad, llegando Fer incluso a contarle alguno de sus secretos o pedirle consejos sobre los chicos, en este punto, en algunas ocasiones esto le rompía la cabeza a Sebas, pues su hermana no tenia muy buen sentido para escoger chicos, era enamoradiza y risueña, razón por la cual muchas veces terminaba en su cuarto llorando por algún idiota que solo quería aprovecharse de ella.
Y es que Sebas podía ser su hermano, pero seguía siendo hombre (al igual que su padre) y teniendo un culo tan grande en casa es imposible no notarlo, sobretodo cuando Fer va por la casa con algún short pequeño o en pijama, sin mencionar las veces que habían ido a la playa y la había podido ver en bikini. Y aunque trataba de no verla con ojos de deseo, lo cierto es que de vez en cuando, la imagen de aquel par de nalgas rebotando mientras subía las escaleras, se había colado por su mente en momentos de excitación.
Por último, su padre, Tom (Tomas), un hombre maduro de 48 años, alto y apuesto. Todavía muy bien conservado por el trabajo constante en la obra, mide 1.70 m, su cabellera ya comienza a mostrar algunas entradas, pero esto en vez de perjudicarlo, lo hace lucir aún más guapo. Más de una vez, alguna de las amigas de su hija cuando han ido a casa, se le ha quedado viendo y el, inocentemente creyendo que es alguna clase de chiquillada, les dirige una mirada seria y fría, solamente para momentos después, ante el nerviosismo de ellas, mostrarles una sonrisa de oreja a oreja. Hace dos años que la constructora lo ascendio, por lo que ya no tiene que hacer el trabajo duro, solamente dirigir a los trabajadores en la obra. Aunque el, como muchas personas adultas, es una persona trabajadora, por lo que muchas veces los ayuda a mover o cargar algo aun cuando no sea su obligación.
Vive cómodamente en una casa al sur de la Ciudad de México con sus dos hijos, sin embargo, aunque no lo parezca, Tomas no es feliz.
Hace ya 3 años que su esposa Cristina murió, victima inocente que quedo atrapada en medio del fuego en una plaza comercial del norte del país, mientras estaba de visita con su familia. Esto lo destruyo. Fueron días difíciles y grises para él y para sus hijos, sin embargo, se tomo solo un par de días para estar con ellos y llorar, Sebas se encontraba próximo a terminar la carrera y Fer apenas iba a entrar a la Universidad, por lo que debía de seguir trabajando y así lo hizo.
Sin embargo, ante esta situación Fer decidió dejar de estudiar (además que ninguna carrera le llamaba la atención). Esto produjo una acalorada discusión entre ella y Tom, y tras casi 2 horas y media del intercambio de palabras, Tom y Fer se fueron cada uno a su habitación. Por cinco largos días no se dirigieron la palabra en lo absoluto, esto a Fer le partía el corazón porque quería como a nadie a aquel hombre que la había cuidado y consentido tanto desde que era un bebe, por lo que, al quinto día, no pudiendo más, se acerco a el mientras cenaba en silencio y lo abrazo por detrás.
- Te amo papá – dijo suavemente con su cabeza enterrada en la espalda de Tom.
- Yo también te amo hija – respondió después de una eternidad.
Aquella noche, en compañía de la almohada, Tom pensó en las razones de su hija para no continuar estudiando: la falta de dinero, el constante recuerdo de mamá que no la dejaba en paz y claro, el no saber que estudiar. Pensó y medito hasta quedarse dormido, no sin antes llegar a una solución.
Aquel día, mientras ambos desayunaban se lo dijo a Fer.
- Hija, estuve pensando en lo que dijiste. – Fer despego su mirada, que, hasta ese momento, había permanecido fija en su cereal – y quiero decirte que aunque no me parezca lo mejor, creo que tienes razón al no querer estudiar.
Sin embargo – añadió inmediatamente mirando la sonrisa que se había dibujado en el rostro de su hija – quiero queme prometas que esto será momentáneo. Una vez que Sebas termine con la escuela y lleguemos a tener algo más de estabilidad económica, quiero que estudies algo, cualquier cosa que tu quieras pero que sea algo con lo cual puedas trabajar y sostenerte por ti misma cuando yo o tu hermano, no estemos.
- Por supuesto papá – respondió Fer con una sonrisa y sus ojos brillosos.
Para cerrar aquel acuerdo entre ellos, al irse Tom y su hija se dieron un fuertea brazo y este la beso como siempre, en la frente.
Desde entonces, Fer solía participar con alguna amiga como su modelo de maquillaje, y aunque no era mucho ni constante, esto era algo de dinero que podía usar para si misma para no depender de papá. Por otra parte, así fue como se fue interesando por aquel mundo, y cuando llego la hora de tomar su decisión, no fue para nadie sorpresa saber que había decidido convertirse en maquillista profesional.
Lunes.8:00 pm. Fer va llegando a casa, había ido con uno de sus mejores amigos a ver una película por lo que apenas iba llegando a su casa. Noto que pocas luces estaban encendidas, lo cual la extraño pues para esa hora, Sebas ya se debería de encontrar en la casa. Prendió la luz de la calle y del patio trasero y pesadamente subió las escaleras, aquel día había sido muy largo para ella, así que lo que más deseaba era encontrarse con su cama y recostarse un buen rato.
Sin embargo, al acercarse al cuarto de su hermano, noto el ruido de algunos gemidos y que su puerta se encontraba levemente abierta. Fer nerviosa, se acerco lentamente y miro por el hueco de la puerta, momento en que se sorprendió tanto, que abrió grande la boca y tuvo que llevarse la mano para no emitir sonido alguno.
Recostado sobre su cama, se encontraba Sebas totalmente desnudo, mostrando su pecho y abdomen marcados, sus fuerte piernas y sus velludos brazos, en una de sus manos sostenía su tablet (donde se adivinaba, veía algún video porno) y en la otra, masturbaba furiosamente su enorme verga.
Fer veía atónita como Sebas se masturbaba con muchas ganas aquella erecta verga. Era grande, muy grande, gruesa y llena de venas. Por supuesto, esta no era la primera vez que Fer le veía la verga a su hermano. En ocasiones anteriores la había podido ver mientras se bañaba o mientras se cambiaba de ropa, por supuesto, en aquellas ocasiones apenas había logrado ver una parte, principalmente la cabeza y siempre estaba dormida, aunque eso bastaba para intuir que la tendría de buen tamaño.
Y en ese momento, ahí estaba, totalmente erecta y a punto de reventar mientras su hermano no paraba de jalársela. Fer no sabia que debía hacer, solo se quedo mirando sin pestañear. Siempre imagino que la tendría grande, pero eso era demasiado. Fer se preguntaba si acaso era posible que a alguna mujer le cupiera entera aquella bestia, sin notarlo, su vagina comenzó a humedecerse.
La mano de Sebas no dejaba de subir y bajar por su tronco, mientras que cuando llegaba a la cabeza, hacia un movimiento circular, que por los gestos en su rostro, debía de ser sumamente placentero. Estaba absorto en su propio placer, mirando un video porno de la famosa actriz Mandy Muse, uno de tantos donde un hombre de buena verga, se la metía entera en el culo.
Sebas hasta ese día, jamás había podía hacerle un anal a una mujer, pues todas se espantaban cuando le veían su enorme verga, así que se dedicaban a masturbarlo, a mamársela o solamente con algo de sexo vaginal, y aunque esto satisfacía a Sebas, la ilusión de poder reventar un culo como muchas veces había visto en el porno, nunca se iba de su cabeza. Quizás por eso, cuando tenia que masturbarse, era lo que más utilizaba pues lo excitaba demasiado.
Habían pasado 5 minutos, Fer seguía mirando atenta esperando que en cualquier momento, aquella verga comenzara a vaciar toda la leche que traía. Su boca estaba seca, había estado tragando saliva sin notarlo desde que empezó a contemplar la escena. Y en aquellos momentos, ni se acordaba que ese hombre que veía masturbarse era su hermano, mejor dicho, que aquella verga tan grande le pertenecia a su hermano mayor, eso había desaparecido de su mente, solo veía un enorme trozo de carne totalmente rojo por la fricción y con las venas muy marcadas.
Tras otros 5 minutos de jalársela frenéticamente, Sebas ya se encontraba casi listo para sacar la leche que traía acumulada hace días. Lo sentía en la punta y en su tronco, ese cosquilleo previo que tanto le gusta a los hombres y les da tanto placer, que en vez de ir lento o parar, al contrario, van más rápido para, con mucho placer, correrse a lo bestia.
Fer había estado mirando tan atentamente que casi se desmaya cuando sintió un roce en su pierna, su perro Rufito había salido de su habitación para saludarla. Cosa que la espanto y la hizo gritar, además que, con un leve empujón de su hombro, la puerta se abrió.
Sebas lo único que pudo hacer fue bloquear la tablet y desesperadamente busco su boxer para ocultar la obscena erección de caballo que traía, lo cual demoro casi 1 minuto. Un minuto que transcurrió lentamente mientras veía la absorta cara de su hermana Fer mirarlo fijamente desde la puerta.
Fer por su parte se quedo pasmada ahí, sin saber que hacer o decir, solo se quedo viendo como Sebas de la manera más rápida, trata de ocultar su enorme verga erecta.
Continuará...
En este capítulo, conoceremos a Fer y Sebas, los protagonistas de esta historia llena de lujuria, sexo e incesto.
Era jueves, cerca de las 9:30 pm. Fer y Sebas se encontraban nuevamente en una larga sesión de masturbación. Fer movía su mano por todo el largo y ancho de la verga de su hermano, mirando hipnotizada como la enorme cabeza se ponía cada vez más roja, sintiendo como la dureza de esa barra de carne no menguaba ni siquiera un poco. Ya había pasado casi 40 minutos que lo había comenzado a masturbar, pero no veía algún avance en hacerlo correr. El nerviosismo en ella iba creciendo, tenían que terminar rápido pues su padre había dicho que llegaría temprano, lo que significaba, que seguramente estaría ahí dentro de una hora.
Sin embargo, Fer y Sebas todavía debían de limpiar la enorme corrida que solía echar y que dejaba pegajoso y mojado el piso y las sabanas de la cama. Además de ventilar un poco la habitación y que Sebas se diera un baño para no levantar sospechas. Así que, decidida, sujeto la verga a dos manos y aumento la velocidad, haciendo algunos círculos por todo el largo de la verga.
¿Pero,como es que había llegado a eso? Estar en el cuarto de su hermano masturbándolo de manera descarada para sacarle la leche, hasta hace unas semanas, esa imagen hubiera sido una escena asquerosa y lo ultimo que pensaría como fiel y cariñosa hermana, y sin embargo, desde el lunes, todo había dado un giro de 180 grados para ella.
Aunque Sebas tenia los ojos cerrados disfrutando de las manos de su hermana, de vez en cuando abría los ojos para poder ver el enorme culazo de Fer. Un culo enorme, unas nalgotas que ni usando las dos manos lograría abarcar y que lucia tan redondo y apetitoso metido en unos leggins negros, y por la posición de Fer(arrodillada), le parecía que en cualquier momento iba a reventar la tela. Fer noto esto, una mirada clavada en su culo era algo tan natural para ella que automáticamente la percibía, incluso si era de su hermano mayor, por lo que rápidamente, bajo sus leggins para dejar que viera sus nalgas y una tanga de hilo negra bien metida entre ellas.
Ante esto, Sebas solo estiro la mano y con una palmada bien firme, tomo ese culazo. Esta visión, la de su mano agarrando esas enormes nalgas lo hicieron llegar al climax, estirándose y gimiendo, su verga empezó a disparar grandes y largos chorros de semen ante la mirada atónita de Fer, quién como siempre, observaba incrédula como salía y salía leche de aquella verga como si fuera una fuente.
Antes de llegar a esa escena incestuosa, debemos de saber que pasaba en aquella familia.
Comencemos por hablar de la protagonista, Fernanda, una hermosa joven que vive en la Ciudad de México con su padre y su hermano. Tiene 21 años, mide 1.55 m, su cabello es totalmente lacio y negro, su carita parece la de una nena y aparenta menos edad de la que tiene. Es morena, nariz respingada y perfecta, boca pequeña al igual que sus labios, unos ojitos cafes muy lindos. Fer se encontraba feliz con su belleza, no asi con su cuerpo, y no es que fuera malo,pero a veces le había traído complicaciones de varios tipos. Comencemos por decir que tiene tetas pequeñas, mucho más de lo que le gustaría, nunca ha sido gorda pero tampoco delgada, sin embargo, por el tamaño de sus caderas y su baja estatura, fácilmente alguien podría pensar que efectivamente, tenia algo más de peso. Y es este punto el que más conflicto le causaba de su cuerpo, sus caderas son grandes, lo que le hace tener un culo gordo, muy grande, muy redondo, un culo de actriz porno. Por supuesto, tenia unas piernas firmes para poder aguantar tremendo par de nalgas, sobre todo los muslos que eran muy grandes y macizos.
El culo de Fer era la perdición de cualquiera que lo viera, desde la adolescencia comenzó a crecerle de manera muy irregular, por lo que no es sorpresa que a los14 o 15 años, muchos de sus compañeros y amigos comenzaran a verla de otra forma. Aunque claro, algunas otras personas comenzaron a burlarse de ella por el tamaño de su trasero, lo que en aquellos años la ponía sumamente triste, tratando de ocultar lo más posible aquella parte. Después de unos años, a los18 cuando termino la preparatoria, aquellas inseguridades fueron desapareciendo de ella, de forma que cada vez más, fue soltándose y luciendo a su modo, su encantador e hipnótico culazo.
Ahora, a los 21 años, aquella inseguridad se había ido y por el contrario, vestía pantalones ajustados, faldas, leggins e incluso algún short que dejaran ver sus carnosas piernas y que dieran una buena vista, de tan tremendo culo.
Su hermano, Sebastian, es el segundo protagonista de la historia. Tiene 24 años y es ingeniero civil, trabaja actualmente en un despacho de arquitectos (gracias a un amigo) donde su principal función es hacer análisis estructural. El es guapo, mide 1.75 m, un poco menos moreno que Fer, de hecho, cualquiera que los viera por la calle jamás imaginaria que ellos eran hermanos, pues, aunque uno pusiera atención, su parecido era mínimo. Tenia un cuerpo trabajado ya que le gustaba el ejercicio, aunque no podía realizarlo de manera tan constante como quisiera pues el trabajo a veces era demasiado agotador.
Ojos cafes, manos grandes, antebrazos velludos, usaba lentes y una barba que le daban un look bastante serio.
Pero nada más lejos de la realidad pues Sebas era muy alegre y conversador, fácilmente lograba hablar con las personas, quizás de ahí que tenia bastante éxito con las mujeres, aunque actualmente, el había cortado con su chica, pues esta, le había sido infiel en un viaje a Cancún. Sebas trataba de ocuparse lo más posible en el trabajo y otras actividades para no pensar en esto, pues habían estado juntos desde casi entrar a la Universidad y ahora, 5 años después, habían cortado.
Sebas siempre había sido un buen hermano con Fer, su relación siempre había sido cariñosa y de amistad, llegando Fer incluso a contarle alguno de sus secretos o pedirle consejos sobre los chicos, en este punto, en algunas ocasiones esto le rompía la cabeza a Sebas, pues su hermana no tenia muy buen sentido para escoger chicos, era enamoradiza y risueña, razón por la cual muchas veces terminaba en su cuarto llorando por algún idiota que solo quería aprovecharse de ella.
Y es que Sebas podía ser su hermano, pero seguía siendo hombre (al igual que su padre) y teniendo un culo tan grande en casa es imposible no notarlo, sobretodo cuando Fer va por la casa con algún short pequeño o en pijama, sin mencionar las veces que habían ido a la playa y la había podido ver en bikini. Y aunque trataba de no verla con ojos de deseo, lo cierto es que de vez en cuando, la imagen de aquel par de nalgas rebotando mientras subía las escaleras, se había colado por su mente en momentos de excitación.
Por último, su padre, Tom (Tomas), un hombre maduro de 48 años, alto y apuesto. Todavía muy bien conservado por el trabajo constante en la obra, mide 1.70 m, su cabellera ya comienza a mostrar algunas entradas, pero esto en vez de perjudicarlo, lo hace lucir aún más guapo. Más de una vez, alguna de las amigas de su hija cuando han ido a casa, se le ha quedado viendo y el, inocentemente creyendo que es alguna clase de chiquillada, les dirige una mirada seria y fría, solamente para momentos después, ante el nerviosismo de ellas, mostrarles una sonrisa de oreja a oreja. Hace dos años que la constructora lo ascendio, por lo que ya no tiene que hacer el trabajo duro, solamente dirigir a los trabajadores en la obra. Aunque el, como muchas personas adultas, es una persona trabajadora, por lo que muchas veces los ayuda a mover o cargar algo aun cuando no sea su obligación.
Vive cómodamente en una casa al sur de la Ciudad de México con sus dos hijos, sin embargo, aunque no lo parezca, Tomas no es feliz.
Hace ya 3 años que su esposa Cristina murió, victima inocente que quedo atrapada en medio del fuego en una plaza comercial del norte del país, mientras estaba de visita con su familia. Esto lo destruyo. Fueron días difíciles y grises para él y para sus hijos, sin embargo, se tomo solo un par de días para estar con ellos y llorar, Sebas se encontraba próximo a terminar la carrera y Fer apenas iba a entrar a la Universidad, por lo que debía de seguir trabajando y así lo hizo.
Sin embargo, ante esta situación Fer decidió dejar de estudiar (además que ninguna carrera le llamaba la atención). Esto produjo una acalorada discusión entre ella y Tom, y tras casi 2 horas y media del intercambio de palabras, Tom y Fer se fueron cada uno a su habitación. Por cinco largos días no se dirigieron la palabra en lo absoluto, esto a Fer le partía el corazón porque quería como a nadie a aquel hombre que la había cuidado y consentido tanto desde que era un bebe, por lo que, al quinto día, no pudiendo más, se acerco a el mientras cenaba en silencio y lo abrazo por detrás.
- Te amo papá – dijo suavemente con su cabeza enterrada en la espalda de Tom.
- Yo también te amo hija – respondió después de una eternidad.
Aquella noche, en compañía de la almohada, Tom pensó en las razones de su hija para no continuar estudiando: la falta de dinero, el constante recuerdo de mamá que no la dejaba en paz y claro, el no saber que estudiar. Pensó y medito hasta quedarse dormido, no sin antes llegar a una solución.
Aquel día, mientras ambos desayunaban se lo dijo a Fer.
- Hija, estuve pensando en lo que dijiste. – Fer despego su mirada, que, hasta ese momento, había permanecido fija en su cereal – y quiero decirte que aunque no me parezca lo mejor, creo que tienes razón al no querer estudiar.
Sin embargo – añadió inmediatamente mirando la sonrisa que se había dibujado en el rostro de su hija – quiero queme prometas que esto será momentáneo. Una vez que Sebas termine con la escuela y lleguemos a tener algo más de estabilidad económica, quiero que estudies algo, cualquier cosa que tu quieras pero que sea algo con lo cual puedas trabajar y sostenerte por ti misma cuando yo o tu hermano, no estemos.
- Por supuesto papá – respondió Fer con una sonrisa y sus ojos brillosos.
Para cerrar aquel acuerdo entre ellos, al irse Tom y su hija se dieron un fuertea brazo y este la beso como siempre, en la frente.
Desde entonces, Fer solía participar con alguna amiga como su modelo de maquillaje, y aunque no era mucho ni constante, esto era algo de dinero que podía usar para si misma para no depender de papá. Por otra parte, así fue como se fue interesando por aquel mundo, y cuando llego la hora de tomar su decisión, no fue para nadie sorpresa saber que había decidido convertirse en maquillista profesional.
Lunes.8:00 pm. Fer va llegando a casa, había ido con uno de sus mejores amigos a ver una película por lo que apenas iba llegando a su casa. Noto que pocas luces estaban encendidas, lo cual la extraño pues para esa hora, Sebas ya se debería de encontrar en la casa. Prendió la luz de la calle y del patio trasero y pesadamente subió las escaleras, aquel día había sido muy largo para ella, así que lo que más deseaba era encontrarse con su cama y recostarse un buen rato.
Sin embargo, al acercarse al cuarto de su hermano, noto el ruido de algunos gemidos y que su puerta se encontraba levemente abierta. Fer nerviosa, se acerco lentamente y miro por el hueco de la puerta, momento en que se sorprendió tanto, que abrió grande la boca y tuvo que llevarse la mano para no emitir sonido alguno.
Recostado sobre su cama, se encontraba Sebas totalmente desnudo, mostrando su pecho y abdomen marcados, sus fuerte piernas y sus velludos brazos, en una de sus manos sostenía su tablet (donde se adivinaba, veía algún video porno) y en la otra, masturbaba furiosamente su enorme verga.
Fer veía atónita como Sebas se masturbaba con muchas ganas aquella erecta verga. Era grande, muy grande, gruesa y llena de venas. Por supuesto, esta no era la primera vez que Fer le veía la verga a su hermano. En ocasiones anteriores la había podido ver mientras se bañaba o mientras se cambiaba de ropa, por supuesto, en aquellas ocasiones apenas había logrado ver una parte, principalmente la cabeza y siempre estaba dormida, aunque eso bastaba para intuir que la tendría de buen tamaño.
Y en ese momento, ahí estaba, totalmente erecta y a punto de reventar mientras su hermano no paraba de jalársela. Fer no sabia que debía hacer, solo se quedo mirando sin pestañear. Siempre imagino que la tendría grande, pero eso era demasiado. Fer se preguntaba si acaso era posible que a alguna mujer le cupiera entera aquella bestia, sin notarlo, su vagina comenzó a humedecerse.
La mano de Sebas no dejaba de subir y bajar por su tronco, mientras que cuando llegaba a la cabeza, hacia un movimiento circular, que por los gestos en su rostro, debía de ser sumamente placentero. Estaba absorto en su propio placer, mirando un video porno de la famosa actriz Mandy Muse, uno de tantos donde un hombre de buena verga, se la metía entera en el culo.
Sebas hasta ese día, jamás había podía hacerle un anal a una mujer, pues todas se espantaban cuando le veían su enorme verga, así que se dedicaban a masturbarlo, a mamársela o solamente con algo de sexo vaginal, y aunque esto satisfacía a Sebas, la ilusión de poder reventar un culo como muchas veces había visto en el porno, nunca se iba de su cabeza. Quizás por eso, cuando tenia que masturbarse, era lo que más utilizaba pues lo excitaba demasiado.
Habían pasado 5 minutos, Fer seguía mirando atenta esperando que en cualquier momento, aquella verga comenzara a vaciar toda la leche que traía. Su boca estaba seca, había estado tragando saliva sin notarlo desde que empezó a contemplar la escena. Y en aquellos momentos, ni se acordaba que ese hombre que veía masturbarse era su hermano, mejor dicho, que aquella verga tan grande le pertenecia a su hermano mayor, eso había desaparecido de su mente, solo veía un enorme trozo de carne totalmente rojo por la fricción y con las venas muy marcadas.
Tras otros 5 minutos de jalársela frenéticamente, Sebas ya se encontraba casi listo para sacar la leche que traía acumulada hace días. Lo sentía en la punta y en su tronco, ese cosquilleo previo que tanto le gusta a los hombres y les da tanto placer, que en vez de ir lento o parar, al contrario, van más rápido para, con mucho placer, correrse a lo bestia.
Fer había estado mirando tan atentamente que casi se desmaya cuando sintió un roce en su pierna, su perro Rufito había salido de su habitación para saludarla. Cosa que la espanto y la hizo gritar, además que, con un leve empujón de su hombro, la puerta se abrió.
Sebas lo único que pudo hacer fue bloquear la tablet y desesperadamente busco su boxer para ocultar la obscena erección de caballo que traía, lo cual demoro casi 1 minuto. Un minuto que transcurrió lentamente mientras veía la absorta cara de su hermana Fer mirarlo fijamente desde la puerta.
Fer por su parte se quedo pasmada ahí, sin saber que hacer o decir, solo se quedo viendo como Sebas de la manera más rápida, trata de ocultar su enorme verga erecta.
Continuará...
1 comentarios - Ayuda Familiar (1)
Se ve muy interesante 😃😁🤠