Dando clases en mi casa

Hace quince años vivía en pareja con hijos, la relación ya estaba desgastada por los años y la poca vuelta que le encontramos para airearla.. Pero había que seguir adelante porque la vida sigue y uno a veces es tan cabeza de termo que trata de no cambiar nada para no complicar todo, mis hijos con agenda propia nos llevaban puestos y además había que comer y pagar muchos gastos. Entonces para hacer unos pesos más comencé a dar clases particulares los sábados, el único día libre. Tenía una habitación al fondo de mi casa, que una época la usaba de gimnasio, puse unos escritorios y la deje de diez para dar clases particulares de matemática e informática. Entre tantos que se anotaron, por algo que había hecho era conocido, trate de clasificar los que tenían materias pendientes para terminar la secundaria. En el último turno venía un chico de 21 años, que sabía mucho, yo no entendía porque no había podido rendir esa materia. Entonces cada vez que repasábamos sentía que solo estaba para ordenar algo sus ideas, pero definitivamente sus problemas no eran falta de conocimientos, necesitaba que alguien lo escuche. De piel blanca, ojos claros, cabello corto negro, de contextura chica, la primera vez que lo vi me sorprendió su delicadeza, y sin llegar a ser amanerado se notaba que era gay y tenia un tema con esa situación, era muy tímido y definitivamente estaba en crisis. Cómo noté que más que aprender necesitaba ordenar sus ideas y hablar, descargarse. Fue así que, con el tiempo, se animo y largo todos sus problemas, que le había dicho a sus padres que era gay, que la madre nunca dijo nada, solo lloraba, que su padre le quiso pegar y su hermana no le hablo más.. Como resultado de semejantes animaladas se fue de la casa y estaba viviendo con su abuela, que la amaba, pero la viejita, con todo el cariño del mundo, le aconsejaba que se tenía que enderezar, que se junte con chicos de verdad y juegue a la pelota. Un total desastre el mundo que lo rodeaba!.. A pesar de todo eso él tenía ganas de progresar, quería terminar la secundaria y comenzar una carrera universitaria. Trabajaba en un kiosco doce horas por día y solo tenía amigas con las que hablaba sin problemas de su vida. Entonces se imaginan que, cuando le pregunté que había pasado para que no termine el colegio con todo lo que sabia, se bloqueo. Hice lo que mejor sabía hacer en esa etapa de mi vida, el boludo y cambie de tema. En mi vida pase por muchos problemas, muchos, hasta los 24 que me casé, y pude salir adelante gracias a prepotencia de terapia y amor de la gente que me rodeaba. Para bien o para mal siempre tuve una forma de ser que es poner en modo chiste todos los dramas que me rodeaban, lo hacia para descomprimir y fue siempre mi manera de ser, a mucha gente le caía mal, mas de una vez me quisieron cagar a palos, pero, como terapia también, practicaba boxeo, nadie fue por más je.. Pero a muchos no les caía bien mi humor. Entonces trate de usar este método con este chico, vamos a decirle Damián. Le decía que había zafado de esa familia de terror, nos reíamos de la abuela y cada vez que llegaba le preguntaba si ya se había comprado las canilleras para jugar al futbol o algo por el estilo. Todo eso hizo que se suelte y las clases ya duraban más de una hora, como sabia que eso iba a suceder lo ubicaba en el último turno del sábado y para evitar a la bruja, que los fines de semana estaba de mal humor, hasta llegábamos a almorzar o merendar juntos. Eso hizo que la relación fluya de tal manera que las conversaciones abarcaran todos los temas.. Damián nunca había tenido relaciones sexuales, le encantaban dos chicos del barrio pero no sabía como hacer para llegar a ellos, tenía vergüenza y miedo de ser rechazado. En un campamento en la carpa le había hecho sexo oral a un compañero pero según él la borrachera mutua ayudo a que ese tema no se hable. Me contaba sus sensaciones y que tenía muchas ganas de estar en pareja. Yo me hacía el que lo sabía todo y le hablaba con soltura que son rachas, que no se desespere, que todo llega y todas esas boludeces que a veces decimos como si fueran importantes o decimos palabras reveladoras. La charlas fueron fluyendo de tal manera que un día me dijo que usaba ropa interior de sus amigas, se paro y enseño la tanga que tenía puesta.. Me voló la cabeza!!! Los siguientes días fueron una vorágine de pensamientos que no me dejaban dormir, concentrarme en el laburo y hasta descuidar a mis hijos. Fue una semana donde mi cabeza estallo de pensamientos nabos, donde me cuestionaba mi sexualidad y todas esas cosas estúpidas que nos pasa a los que nos damos cuenta que el sexo no tiene sexo, que no importa lo varoncito que te sientas cuando te gusta alguien.. No me podía sacar de mi mente esa imagen de él parándose, con una mano levantando la remera dejando al descubierto ombligo y cintura, y con la otra bajando un poco el pantalón para que vea su ropa interior.. Yo que para afuera era un tipo seguro de la vida, que daba consejos y ayudaba a mis amigos en sus problemas, tenia un enorme debate moral. Estaba bien lo que me estaba pensando? Podía ser que no sacaba de mi cabeza unas caderas huesudas y blancas? Era “normal” sentir placer por esa imagen.. Me hice puto??!! Rebotaba en mi cabeza donde las telarañas habían sacado músculos de tanto embole en mi vida sexual. Se imaginan lo que fue la siguiente clase.. Cuando entro me saludo con un beso en la mejilla, siempre pasaba eso, pero ese día fue distinto, mi corazón latía y por primera vez sentí deseo. La clase fue un desastre, me paraba con cualquier excusa para mirarlo de atrás y ver su ropa interior que se asomaba, la clase duro media hora, no le cobre y le dije que ya estaba listo para rendir.. Me comí los mocos.. Dejamos de vernos por unos meses hasta que llamo contento contando que había rendido bien y que quería hablar conmigo pidiendo consejos sobre que carrera seguir.. Fui a verlo a la casa de su abuela.. El abrazo que nos dimos cuando nos volvimos a ver fue largo, con caricias en espalda y hasta le agarre con las dos manos la cintura, nos miramos y entendimos todo.. Al entrar a su casa nos besamos tanto, con tal pasión que se me durmieron los labios.. Cuando por fin nos despegamos le digo – Tu abuela!.. No respondió y me beso mas fuerte, nuestras lenguas, desesperadas, mojadas, parecían que no se iban a dejar jamás.. Comenzó a acariciarme la pija mientras yo lo abrazaba y acariciaba, con las dos manos le apretaba la cola.. Metió la palma de la mano y me pajeaba suavemente, como me raspaba y tiraba desabroche el botón del pantalón y salió mi poronga, pidiendo más, como que se liberaba de un largo invierno, meti una mano en la cola, corri la bombacha y toque el ano que se notaba cerrado.. Bajo y me la chupo, con mis dos manos le agarraba los hombros y arqueaba mi cintura sobre su cara para que mi pija entre más en su boca, de arriba veía esa ropa interior que tantos desvelos me había causado.. Desesperado lo levante, di vueltas y metí la palma de la manos en la cola mientras le besaba la nuca, comence a usar mis dedos abriendo las nalgas, usaba unas calzas y mientras seguía comiéndole el cuello veía su hermosa cola parada, sintiendo, resfregando su ano, con sus dos manos en la pared, arqueo más la cintura, entendí claramente el mensaje, baje y le chupe el culo en forma desesperada, el abría la cola para que lo penetre con la lengua, mi pija estallaba, el elástico del calzoncillo me pellizcaba los huevos, me levante, aggarre la pija como quien aggarra una barra y empece a penetrar despacio, no entraba, la cabeza de mi pija estaba hinchada y colorada, salive y comencé a refregarla sobre el ano mojado.. Su imagen arqueando la espalda, sacando la cola, calzas bajas apenas hasta el borde de la cola, con una musculosa blanca, me calentaban mas. Suavemente comencé a penetrar, costo hasta que cruzo el anillo, entro lento, mientras él, con una mano en la pared y con la otra empujaba hacia él de la cintura para que no me detenga.. Largaba pequeños gemidos, espasmos, mezcla de dolor y placer, mi pija se abría paso dentro de su ano tibio, me ardió al principio hasta que entro toda.. Nos quedamos quietos mientras el acostumbraba su ano que se abría y cerraba apretandome la pija de una manera increíble, yo acomodando las piernas, hasta que comenzamos a movernos, el ritmo fue creciendo hasta ser frenético, entraba y salía, entraba y salía, al rato en una de esas estocadas, hasta el fondo, comencé a acabar, sentía el semen salir a chorros, cruce la mano, con la que lo agarraba de la cola, para abrazarlo y siento que el también estaba acabando, quedo un hilo de su leche en el dorso de mi mano que correaba mientras lo tomaba del hombro, quedamos pegados, las respiraciones se iban calmando, los latidos retomaban su ritmo.. Sin salir de adentro de su cola giro su cabeza y nos besamos larga y apasionadamente. Esa fue la primera vez de las tantas que tuvimos durante los siguientes cinco años, fuimos amantes! El dejo de ser EL y comenzó a ser ella, trabajo un tiempo de actriz, termino la carrera universitaria y se caso