Hola de nuevo! Si no leíste mi post anterior, te recomiendo revisarlo, ya que este relato es una secuela del anterior.
Después de la experiencia que conté anteriormente, quería más, quería seguir probando de este nuevo placer, así que busqué algunas sex shops en mi ciudad y me decidí por la que me pareció más conveniente y discreta. En ella compré un dildo, de 18 cm de largo y 2,7 cm de diámetro, color rosa pastel y con forma de bala. Quiero decir que soy estudiante universitario y realizó algunos trabajos en mi tiempo libre para tener dinero para mis gastos, y vaya que este era un buen gasto, ahora sigamos. Cuando compré el dildo estaba muy nervioso, parecía tan grande en mis pequeñas manos, pero esos nervios solo ocultaban una gran emoción, la noche había llegado, todo en silencio, era el momento. Acostado en mi cama, con mi celular en las manos y el dildo a mi lado me dispuse a buscar algo que nunca pensé que buscaría "Porno gay", ví varios vídeos pero el que más me atrapó tenía como protagonistas a un pequeño joven, de hombros pequeños, nalgas redondas y pene pequeño, me recordó a mí, y a un hombre alto y musculoso, con brazos llenos de venas y con un pene largo y grueso, no sería descabellado decir que su pene era casi del tamaño de mi antebrazo. Al ver a ese gran hombre arremeter contra el pequeño joven, mi boca empezó a salivar mucho, cuando lo sujetaba contra la cama y le metía el pene hasta el fondo en su pequeño culo, yo jugaba con el dildo en mis manos y sin darme cuenta empecé a lamerlo y chuparlo. Mientras el vídeo avanzaba me sentía hipnotizado, hasta que no aguanté más, quería sentir algo largo y duro dentro de mi, deslicé el dildo lleno de mi saliva entre mis nalgas, y poco a poco lo fuí metiendo por mi ano, el ardor había vuelto, ese hermoso ardor que daba paso al placer. Al principio solo metí la puntita mientras me acostumbraba, luego lo metí hasta la mitad, lo metía y sacaba en intervalos irregulares rápidos y lentos, era una sensación increíble, mientras lo hacía veía el vídeo e imaginaba que yo era ese pequeño joven y amaba imaginarlo. Cada vez que metía de nuevo el dildo, lo metía más profundo y lo dejaba unos segundos adentro, hasta que llegué a metermelo completamente, dejé el celular de lado y empecé a masturbar mi pene, hasta que llegué al clímax, pero aún después de acabar dejé el dildo metido en mi culo, se sentía tan bien, volví a ver mi celular y terminar de ver el vídeo. Fue una experiencia hermosa y seguramente la repetiré más de un vez.
¡Hasta aquí la anécdota de hoy! Espero que les este gustando y muchas gracias por su apoyo y comentarios. Con respecto a subir fotos mías, aún no estoy seguro, pero quizás en algún momento.
¡Un saludo y muchos besos! ❤️ <3<3
Después de la experiencia que conté anteriormente, quería más, quería seguir probando de este nuevo placer, así que busqué algunas sex shops en mi ciudad y me decidí por la que me pareció más conveniente y discreta. En ella compré un dildo, de 18 cm de largo y 2,7 cm de diámetro, color rosa pastel y con forma de bala. Quiero decir que soy estudiante universitario y realizó algunos trabajos en mi tiempo libre para tener dinero para mis gastos, y vaya que este era un buen gasto, ahora sigamos. Cuando compré el dildo estaba muy nervioso, parecía tan grande en mis pequeñas manos, pero esos nervios solo ocultaban una gran emoción, la noche había llegado, todo en silencio, era el momento. Acostado en mi cama, con mi celular en las manos y el dildo a mi lado me dispuse a buscar algo que nunca pensé que buscaría "Porno gay", ví varios vídeos pero el que más me atrapó tenía como protagonistas a un pequeño joven, de hombros pequeños, nalgas redondas y pene pequeño, me recordó a mí, y a un hombre alto y musculoso, con brazos llenos de venas y con un pene largo y grueso, no sería descabellado decir que su pene era casi del tamaño de mi antebrazo. Al ver a ese gran hombre arremeter contra el pequeño joven, mi boca empezó a salivar mucho, cuando lo sujetaba contra la cama y le metía el pene hasta el fondo en su pequeño culo, yo jugaba con el dildo en mis manos y sin darme cuenta empecé a lamerlo y chuparlo. Mientras el vídeo avanzaba me sentía hipnotizado, hasta que no aguanté más, quería sentir algo largo y duro dentro de mi, deslicé el dildo lleno de mi saliva entre mis nalgas, y poco a poco lo fuí metiendo por mi ano, el ardor había vuelto, ese hermoso ardor que daba paso al placer. Al principio solo metí la puntita mientras me acostumbraba, luego lo metí hasta la mitad, lo metía y sacaba en intervalos irregulares rápidos y lentos, era una sensación increíble, mientras lo hacía veía el vídeo e imaginaba que yo era ese pequeño joven y amaba imaginarlo. Cada vez que metía de nuevo el dildo, lo metía más profundo y lo dejaba unos segundos adentro, hasta que llegué a metermelo completamente, dejé el celular de lado y empecé a masturbar mi pene, hasta que llegué al clímax, pero aún después de acabar dejé el dildo metido en mi culo, se sentía tan bien, volví a ver mi celular y terminar de ver el vídeo. Fue una experiencia hermosa y seguramente la repetiré más de un vez.
¡Hasta aquí la anécdota de hoy! Espero que les este gustando y muchas gracias por su apoyo y comentarios. Con respecto a subir fotos mías, aún no estoy seguro, pero quizás en algún momento.
¡Un saludo y muchos besos! ❤️ <3<3
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