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"La Cuarentena, Mi Melliza y Yo" Capítulo 9

IMPORTANTE ANUNCIO! LOS CAPÍTULOS DE LA HISTORIA SE PUBLICARÁN TODOS LOS JUEVES. AQUELLOS QUE ME AYUDEN CON CAFECITOS PODRAN LEERLOS DOS DIAS ANTES DE SU PUBLICACIÓN EN LA PÁGINA. 
(La historia es completamente ficticia, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia)
Pueden leer los capítulos anteriores en los siguientes links:
Capítulo 1: http://www.poringa.net/posts/relatos/3953467/La-Cuarentena-Mi-Melliza-y-Yo.html
Capítulo 2: http://www.poringa.net/posts/relatos/3955976/La-Cuarentena-Mi-Melliza-y-Yo-Capitulo-2.html
Capítulo 3: http://www.poringa.net/posts/relatos/3963240/La-Cuarentena-Mi-Melliza-y-Yo-Capitulo-3.html
Capítulo 4: 
http://www.poringa.net/posts/relatos/3976155/La-Cuarentena-Mi-Melliza-y-Yo-Capitulo-4.html
Capítulo 5:
http://www.poringa.net/posts/relatos/3981305/La-Cuarentena-Mi-Melliza-y-Yo-Capitulo-5.html
Capítulo 6:
http://www.poringa.net/posts/relatos/3981305/La-Cuarentena-Mi-Melliza-y-Yo-Capitulo-6.html
Capítulo 7: http://www.poringa.net/posts/relatos/3981305/La-Cuarentena-Mi-Melliza-y-Yo-Capitulo-6.html
 Capítulo 8: http://www.poringa.net/posts/relatos/3981305/La-Cuarentena-Mi-Melliza-y-Yo-Capitulo-8.html

Durante al menos dos horas hicimos fotos con todos los conjuntos que Karina había traído, en mil poses y en todas las habitaciones del departamento. La pequeña tenía muchas ideas por lo visto. Yo hacía de fotógrafo y Mimi de iluminadora, las fotos casi parecían profesionales. 
Teniendo a dos mujeres con la hermosura de mis hermanas a una totalmente desnuda y a otra solo con una tanga no hizo más que calentarme, ellas lo habían notado casi desde el primer momento, Kari se puso colorada y Mimi solo sonreía, encima a veces, para provocarme, me rozaba la cola o me la apoyaba sin disimulo. 
- Sacate el short Chito, te va a hacer mal si no. - me dijo Mica directamente frotando su palma en toda mi verga. Era verdad en parte, ese short era ajustado y sumado al boxer sentía que en cualquier momento iba a romper la tela... O me iba a fracturar la verga.
- ¿Seguras? - pregunté mirando a Karina, ella en ese momento estaba con las piernas abiertas sobre la mesada de la cocina, la tanga era tan chica que apenas cubría su conchita, hinchada de excitación.
- ¡Sí! Dale. - respondieron ambas casi sincronizadas.
Las miré y me bajé el short y el boxer a la vez, mi verga salió disparada, moviéndose hacia arriba y abajo como un trampolín. Los ojos de Kari se abrieron muchísimo y Mica se mordió el labio. Kari se bajó de la mesada y ambas se acercaron a mí. Mica empezó a besarme y con su mano acariciaba mi pecho, para mi sorpresa mi hermanita menor llegó hasta mí en 4, con sus manitos recorría mis piernas hasta llegar a mi pija y con sus labios me besaba el pubis y la cintura. Mis manos estaban una en la cola de Mica y la otra en la cabeza de Kari, necesitaba cojer o me explotaría el glande. Sentí la humedad de la boca de Karina, como su lengua recorría toda la extensión de mi verga al mismo tiempo que yo metía mis dedos en la concha de Mimi, nuestras lenguas seguían entrelazadas y nuestra respiración agitada iba en sincronía con nuestros latidos. Todo era demasiado perfecto... Hasta que sonó el teléfono de mi hermana menor. Era, nuevamente, mi madre. Yo atendí diciendo que ella estaba en el baño, me dijo que le dijera a Karina que debía volver pronto, que ya era tarde y que mañana temprano tenía una clase muy importante. Ella escuchó todo, teniendo aún la verga en su boca me hizo señas de que le pasara el celular.
- Sí ma... ¿Era mañana? Me había olvidado - una lamida. - Uh, bueno ¿Me pedís un Uber? - otra lamida - No coman que ya voy. Bueno, les mando saludos. - cortó y se metió mi pija lo más adentro que pudo. - No me voy a poder quedar, mañana tengo una prueba y tengo que tener los apuntes sí o sí... - dijo casi con cara de tristeza.
Todo era demasiado perfecto como para que durara más tiempo. 
Kari se levantó, me besó y me pidió perdón. También abrazó a Mimi y se disculpó. Juntando sus cosas volvió al baño y salió ya vestida, tomó la computadora y, para mí sorpresa, Mimi se ofreció a acompañarla, fue a la pieza y se puso una remera grande, un pantalón jogging y unos Crocs, aún así estaba hermosa. Karina me abrazó de nuevo fuerte.
- La próxima me tomo toda tu leche hermanito. - me dijo al oído y me apretó la verga que aún la tenía al aire. 
Ambas salieron y yo me quedé preparando la cena, pensando en todo lo que pudo ser... 
*
/Nacho no lo supo hasta mucho más adelante pero Mica bajó con su hermana por la sencilla razón de que quería probar a Karina. Hacia rato venía fantaseando con ella y verla hoy tan suelta con las fotos, e incluso agachada chupándosela a su hermano mientras hablaba con sus padres no había hecho más que alimentar el morbo y el deseo para con la menor de la familia. Apenas llegaron al primer descanso de la escalera y mientras hablaban de temas intrascendentes, Mimi se quedó parada, cuando Kari se dió vuelta para mirarla, extrañada por no seguir caminando, la mayor la tomó de la cara, besándola profundamente, metiendo casi toda su lengua dentro de la boca de su hermanita menor. Karina correspondió y la tomó por la cintura atrayéndola hacia sí, había quedado demasiado caliente y la idea de volver con todas las ganas encima no le atraían para nada. "dichosa de vos que podés cojerte a Nacho" pensó mientras metía sus manos dentro del jogging y apretaba su cola. Mica no perdía el tiempo y metía sus manos dentro de la campera y debajo del buso de Kari, apretando las tetas de ésta por unos segundos, sin dudarlo bajó su mano derecha hasta meterla dentro de su calza la concha de la menor estaba muy mojada y sus gemidos eran acallados por los besos que ambas seguían dándose. Escucharon que alguien subía las escaleras y separaron sus bocas, escucharon atentamente, eran una mujer y un niño, la madre lo regañaba por subir corriendo y él solo la imitaba burlándose. Para fortuna de ambas hermanas los inquilinos se detuvieron un piso más abajo para entrar en uno de los departamentos. Cuando escucharon la puerta cerrarse ambas se miraron, el deseo se veía en sus ojos. 
- Apurate... - le dijo Karina a su hermana, sabía lo que quería hacerle y debían apurarse, el tiempo les jugaba en contra.
Mimi la puso de cara a la pared, se arrodilló y le bajó la calza y la tanga a la vez, abrió su cola y enterró su cara en medio chupando su cola y metiendo la lengua dentro de la concha de Kari. Era la primera vez que hacía algo así, actuaba por instinto pero logró arrancarle un orgasmo intenso a la pequeña. Mimi sacó la cara de en medio de la cola de su hermana, se paró y le acomodó la ropa. Kari se dió vuelta y volvieron a besarse, ahora con el gusto del flujo de ésta última. 
- Dios, ¡Que mal que no puedo quedarme! - dijo la menor con ganas de más. 
El celular vibró avisando que el Uber había llegado. Se apuraron en bajar las escaleras y ambas se despidieron normalmente, había testigos cerca, les hubiera encantado despedirse con un besito. Mimi se aseguró que su hermana subió al auto y volvió al departamento. /
*
Mimi subió muy caliente, se me tiró encima y apenas me dejó apagar la cocina. Nos tiramos en la cama del comedor, la que usaba para dormir antes de pasar todas las noches con mi hermana. Ella se bajó el pantalón y se clavó mi pija sin problemas, estaba demasiado mojada, no hubo tiempo para preguntarle qué había pasado entre ella y Kari cuando bajaron. Puso sus manos en mis hombros y empezó a cabalgarme con ganas, como si estuviera poseída. Mis manos en sus nalgas la abrían y cada tanto se me escapaba una nalgada que sonaba en todo el comedor. Junté algo de sus jugos y los pasé por su cola.
- ¿Puedo? - me animé a preguntar suponiendo que ella entendería.
- Sí, pero despacio. - me dijo, así era nuestra conexión. 
Pasé de nuevo los dedos por su cola y de a poco presioné. La falange del índice entró apenas, ella gimió pero sabía que quería más. La metí entera, mientras mi pija seguía entrando y saliendo de su concha. Empecé a sacar y meter la falange hasta que el ano de mi hermana se dilató un poco más, pude meter con dificultad un segundo dedo mientras ella gemía aún más. Tal como dije, teníamos una gran conexión con Mimi, tanta que acabamos juntos, le llené la concha de leche caliente mientras su concha se contraía apresando mi verga y exprimiéndola hasta la última gota. Ella, exhausta se dejó caer, con la cabeza en mi hombro. 
- ¿Me vas a contar lo que pasó con Kari? - le dije al oído...
- Otro día, hoy no doy más. Llevame la comida a la cama por favor. - dijo ella saliendo de encima mío con algo de esfuerzo. 
Minutos después y cuando Karina me avisó que había llegado bien, yo hacía lo que Mimi me pidió, le llevaba un plato de guiso de arroz a la cama. Comimos mirando una película a la que apenas le pusimos atención y dormimos como bebés. 
*
Al otro día, para variar, seguía lloviendo, Mimi tenía que prepararse para unos exámenes y yo me dediqué a armarle una cuenta a Kari para que vendiera su material pero por separado, tratando de que no se relacionara a una con la otra. Mi hermana menor me mandó un mensaje diciendo que por suerte pudo dar el examen y que esperaba la nota en unos días. Salí a tomar algo de fresco porque necesitaba comprar algunas cosas y de paso me puse a pensar en todo lo que había cambiado el mundo y principalmente mi mundo, como se había dado todo de forma tan sorpresiva que parecía increíble. Pasé de estar soltero con un trabajo estable y tener una relación distante con mi hermana melliza a ser una especie de proxeneta virtual de mis dos hermanas y cojía casi a diario con una de ellas. Lucas, mi hermano mayor, me cortó los pensamientos cuando me preguntó cómo iba todo por acá, le conté que las cosas de a poco se iban abriendo y que parecía que terminaría pronto. Él me dijo que no me ilusionara, en Europa estaba empezando la segunda ola y volvían a restringir todo, por fortuna él tenía un cargo importante en una empresa de ventas por internet por lo que no se preocupaba mucho, los envíos se seguían haciendo y el dinero no dejaba de llegar. Me preguntó cómo iba mi trabajo y si lo afectó el asunto de la cuarentena, le dije que de momento todo iba bien pero que tenía miedo de que me echaran, él se ofreció a ayudarme en lo que necesitara, ya sea enviando dinero o hablando por mi con algunos de sus contactos. Le agradecí y le dije que de momento estaba bien, él se despidió y me dijo que saludara a Mimi de su parte, prometí hacerlo y le dije que se cuidara también. 
Al volver traía todo lo necesario para hacer una sopa abundante y completa, ideal para ese clima. Justo cuando estaba por cerrar la puerta me detuvo un hombre, me preguntó un departamento del edificio en el que vivía, departamento que resultó ser el mío, le dije que vivía yo ahí, me pidió mis datos, me hizo firmar y me entregó un paquete. Cuando entré al departamento Mica me esperaba tomando mates en la cocina, le pregunté si sabía qué había llegado y me respondió simplemente
- Abrilo, te va a gustar seguramente... - con una sonrisa pícara y la bombilla apoyada en su labio inferior lo que la hacía ver muy juguetona. 
Lo hice, rompí el envoltorio y saqué una caja, dentro tenía un juego de juguetes sexuales apuntados al placer anal junto con una botellita de gel lubricante. Mis ojos brillaron y Mimi se acercó, me abrazó de atrás y, apoyándome las tetas en la espalda, lo que me hizo erizar la piel, me susurró bien cerca de la oreja:
- ¿Te parece si lo probamos hoy a la noche? 

Continuará...

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1 comentarios - "La Cuarentena, Mi Melliza y Yo" Capítulo 9

20-ole +3
Que bueno es leer un nuevo capítulo de este relato. Gracias por eso, espero el siguiente!!