Recuerden que todo el material se sube a https://hiphop911.webnode.com/ y al insta hiphop911ok.
Sigan 😁
Debido a que carezco de tiempo por facultad y trabajo, estoy publicando poco, pero hay avances de todas las historias y nuevos proyectos. También secuelas, tanto de pago como gratuitas. Voy a estar informando!
"Mi prima, Mara: El camino de la tentación". (solo en mi sitio)
INFO
. Abarca todo el segundo arco de la historia, desde el final del capítulo 28 de la primera parte.
. Cuenta con 10 capítulos extras.
. Contenido adicional en todos los capítulos, los cuales fueron re escritos al 100%
. Desenlaces re imaginados y personajes profundizados.
. Todo el arco contado como una sola historia única.
. Contenido extendido en todos los capítulos.
. 42 capítulos y 650 pags.
Contenido posterior a "repercusiones".
Con final imperdible.
Historias disponibles
- Mi prima, Mara. 28 caps. 493 pags.
- Erica, mi hermanastra. 11 caps.
- Mi joven tía. 13 caps. 182 pags.
- Mi prima, Mara: El camino de la tentación. 42 caps. 650 pags
——————
Mi mejor amiga XIII
¿Embarazada?
No lo tomé tan duro.
A pesar de cómo sonaba lo que acababa de decir, me salió una mueca en el rostro.
Fue de reflejo.
YO: ¿Embarazada?
FLA: ¡Sí!
Me miraba desafiante, como si esperara algún tipo de reacción de mí.
YO: Ambos sabemos que eso no es cierto, Flavia…
Estaba seguro de que era así.
FLA: ¿Eso crees?
YO: Sí, eso creo…
Miró para abajo, con una sonrisa extraña en el rostro.
FLA: ¿No podría ser? ¿Por qué?
YO: Porque te conozco… Sé cuando mentis. Lo que pasa es que no entiendo porque dirías algo así…
Me miraba como queriendo convencerme.
¿De verdad insistía?
YO: Además, si así lo fuera, no existiría posibilidad alguna que fuera mío, Flavia…
FLA: Obvioooo jajaja.- Expresó irónica, como diciendo “típico de los hombres”.
Pero era cierto lo que decía.
Las veces que estuvimos, no hubo chance de que pasara algo que pudiera, digamos, dejarla embarazada.
No soy boludo.
Igualmente, algo me decía que era todo mentira.
Me volví a sentar.
Quería sacarme una duda.
YO: ¡Flavia!
FLA: ¿Qué?
YO: ¿Por qué haces esto? Vos me dejaste a mí… ¿Qué queres ahora?
Me miró directo a los ojos.
Siento que se puso algo nerviosa.
FLA: ¿No puedo equivocarme?
Me quedé.
¿Se arrepentía?
YO: ¿Y para darte cuenta de tu equivocación tenías que terminar una relación y empezar a cogerte a otro?
Me salió de adentro.
No me decía nada.
YO: Yo no creo que sea así…
FLA: ¿Y cómo es? A ver…
YO: Yo no pinchaba ni cortaba antes, para vos… Era un don nadie… Ahora, hasta tus amigas te hablan de mí… Eso pasa.
Abrió los ojos como sapo.
Desde que habíamos terminado y yo me había empezado a relacionar más Eliana y, sobre todo, lo que pasó el día que la atacaron en la calle, mi imagen había cambiado.
El mundo es chico, todo se enteran de lo que pasa.
Y esa proeza, me había dado un status, quizá, que antes no tenía tanto.
Era como que tenía todos los faroles apuntándome.
Y ahora sí, podría ser alguien interesante para ella.
Estoy seguro de que era eso.
FLA: No, nada que ver… Qué decís…- Miraba para todos lados.
YO: Pero lamento decepcionarte, yo no cambié… Soy el mismo de siempre. La única diferencia es que nunca lo viste…
No sabía ni qué decirme.
Estaba totalmente muda.
YO: ¿Pero inventar estas cosas? Dale…
FLA: Te pido perdón… Quiero que volvamos.- Expresó, ahora sí, con un tono serio.
Pocas veces la había oído tan honesta.
La miré.
YO: No tenemos muchas cosas en común… Cosa que sí tengo con Eliana. ¡Y no! Nunca había pasado nada con ella hasta hace unos días… No te la montes en un huevo.
FLA: ¿Me vas a decir que ya no te pasa nada conmigo? ¿Ya te olvidaste de todo lo que hicimos juntos?
YO: No… Pero ya pasó nuestro tiempo. Además, por más que estuviera solo, tampoco querría volver con vos…
FLA: ¿Por qué?
YO: Porque ni bien me terminaste, te fuiste a buscar otra verga… Si es que no lo hacías de antes…
FLA: No, nunca lo hice…
Ya no quería hablar más. Además, no le creía nada ya.
No tenía otra cosa para decirle.
Era todo.
YO: Ya hablamos… Espero que quede todo bien. Nunca me porté mal con vos…
FLA: ¿Ahora te vas con ella, no?
YO: Eso no te incumbe…
FLA: ¿Coge mejor que yo?.-
La miré como diciendo “¿posta?”
FLA: Decime… A ver…
YO: Te vas al carajo…
FLA: ¿Ya te la chupó?.- Exclamó sonriendo.
No podía creer lo que escuchaba.
FLA: Vamos a ver si te lo hace como yo...
Me levanté para irme.
No tenía sentido lo que decía.
YO: Ya no tenemos más nada para hablar...
FLA: ¡Ok, chau!.- Expresó haciéndose la enojada.
No sabía si reírme o llorar.
Me acerqué para saludarla con un beso en el cachete.
Y cuando fui a dárselo, me corrió la cara.
YO: Bueno… Al pedo te enojas… ¡Chau!.- Y le toqué el hombro como con buena onda.
No quería darle motivos para que siguiera haciendo de las suyas.
Me fui bastante más tranquilo, la verdad.
Sentía ganas de decirle todo eso que le dije.
Como que me lo tenía que sacar de adentro.
Claramente era todo mentira que estaba embarazada.
No sé qué extremo quería probar.
Yo la saqué de una.
La conocía muy bien.
Y también por eso, sabía que no se iba a quedar en el molde.
Como pendeja consentida que quiere todo lo que se le ocurre, algo iba a hacer.
Y no entendía por qué.
Ella me había dejado…
“Por varias razones” además.
¿Ahora se arrepentía?
No creo. Era más una cuestión de ego que cualquier otra cosa.
De ahí me fui para mi casa.
Tenía que cambiarme de ropa ya, je.
Al entrar, mi vieja me fulminó con la mirada.
Estoy seguro de que ya sabía todo.
Y se me ocurrió la idea de que Eliana viniera a comer a la noche, para contarle.
Le dije alguna boludes para sacarmela de encima, por el momento.
Y le escribí a ella.
YO: Hermosa ❤.
A los minutos me contestó.
ELI: Hola, hermoso 😍
ELI: Cómo te fue??
YO: Bastante bien, creo, después te cuento los detalles…
YO: Tengo una idea 😏
ELI: Ok ☺
ELI: Cuál??
YO: Mi vieja está que sospecha hasta de mi sombra ya… ¿Por qué no venís a comer a la noche así ya les contamos? jaja
ELI: Nooooo 😱😱
ELI: Jajaja
YO: Qué?? jaja
ELI: Qué miedoo… 😰
YO: Jjajaja lindaaaa
YO: Por qué??
ELI: Porque son tus viejos!!
Me encantó que se pusiera así.
Me daba mucha ternura.
YO: Si te aman… jaja
ELI: Ay no 😳
YO: Me encantas… Queres?
ELI: Bueno 🙈
Que ganas de abrazarla y apretarla toda.
YO: Se va a poner contenta, pero mal…
ELI: Y si tu mamá me echa de tu casa? jaja
YO: Jaja estás loca vos…
YO: Queres que te vaya a buscar?
ELI: Sí, me da miedito ir sola jaja
YO: Bombonazo…
ELI: Dios, que nervios 😩
YO: Tranqui… Mi vieja seguro que ya lo sabe jaja
ELI: Vos decís?
YO: Yo creo que sí jaja
ELI: Bueno… Se va mi viejo y me voy a bañar 😳
YO: Dale! 😁
YO: Ya te extraño…
ELI: Qué casualidad…
YO: Por?
ELI: Porque yo también ya te extraño 🤗
Me hizo sonreír al teléfono.
Sé que quizá es una tontería, pero tener su atención, su cariño, me hacía sentir especial. Muy bien.
Onda “¡se fija en mí!” jaja.
Y a cada momento, me volvía más y más vulnerable.
Había estado en una relación antes, claro. Pero no tenía ningún punto de comparación con lo que me ocurría ahora.
Eran otras circunstancias. Completamente diferentes.
Y personas totalmente distintas.
Esperé a que llegara mi papá para decirle a mi vieja que Eliana venía a comer.
Cuando se lo dije, pude notar una leve mueca en su rostro.
“¿Qué?” le dije.
“Nada ¿por?” me contestó como si nada.
Era muy claro que algo intuía.
Además, hace bastante que ella no venía a cenar.
Las veces que me juntaba con ella, siendo amigos, eran por la parte porque, claro, yo estaba de novio con Flavia.
Se hizo eterna la tarde.
No sé si por los nervios de contar la nueva noticia en casa o porque ya quería volver a ver a Eli.
Seguramente, era mezcla de ambas.
Mi viejo me miraba raro, mientras yo iba y venía acomodando algo o cambiándome la ropa.
En un momento oí a lo lejos, que le preguntó a mi vieja “¿Qué le pasa a éste?”
Nunca me había sentido tan emocionado.
Y es que estaba viviendo un momento único, la verdad.
Esa personita que tantas cosas había compartido conmigo en mi vida, ahora era mi novia.
¡Habíamos estado juntos!
Posta que no caía…
Hacer el amor con ella, sin dudas, fue lo mejor que me pasó en la vida.
Es increíble, me pongo a hablar de ella y no paro, je.
¿Y cómo hacerlo con tantas cosas para decir?
Ya cuando se fue haciendo la hora, le saqué el auto a mi viejo para ir a buscarla.
Me moría por ver sus caras cuando se los contáramos.
“Yendo, hermosa” le escribí.
Las palpitaciones se hacían sentir en mi pecho, como de costumbre.
No quería hacer nada que cagara el excelente momento que estábamos atravesando.
Por eso temblaba, je.
Quizá me reconfortaba un poco el hecho de que Eliana estuviera peor que yo.
“Mieedoooooo” me contestó.
Eso me hizo pensar que debía ponerme la situación al hombro.
Hacer que ella se sintiera segura.
Le respondí con un emoji de corazón.
E intenté quitarme los nervios pensando en otra cosa.
Error.
Lo primero que me vino a la mente, fue la noche que pasamos juntos.
Dios…
Casi ni tiempo de disfrutarlo acordandome me dio.
Su piel desnuda sobre mí…
Su olor, sus besos, sus gomas...
Ahora estaba nervioso y encarpado, je.
Porque, obvio ¿Cómo no estarlo?
Me dieron unas ganas de tremendas de volver a estar con ella, haciendo el amor.
Enseguida recordé que no tuvo la oportunidad de…. Sí, eso.
Me moría porque me lo hiciera.
Pero ni en pedo me animaba a pedírselo. No…
De solo imaginarlo…
Mi mente estaba a mil. Y era lógico que pasara.
Pensando como un degenerado, llegué a su casa.
Le toqué bocina.
A los segundos abrió la puerta.
Ya estaba lista.
¡Que hermosa estaba!
Vino caminando hasta el auto.
Tenía una camperita de cuero negra.
Debajo, un vestidito blanco que terminaba un poco antes de las rodillas.
De calzado, llevaba unas muy lindas botas.
Su cabello, negro mate, iba suelto a sus costados.
Con su rostro blanco de modelo, formaban un combo perfecto.
Me quedé como un imbécil, observando cómo subía al auto.
ELI: Hola ¿Sí? Tengo miedo…- Expresó con cara de vergüenza.
Se acomodó en el asiento y se me acercó para darme un beso.
Su aroma ya había copado todo el habitáculo del auto.
Me reí y me dirigí directo a su boca.
Mmm…
Nunca había ansiado tanto un beso.
Una delicia eran sus labios.
Cerró sus ojitos y con sus mejillas ruborizadas se pegó a mí.
El bobo se me salía del cuerpo.
¡No podía creerlo!
Realmente.
Saboree como si comiera un helado de dulce de leche granizado.
YO: Que linda estás…
ELI: ¡Gracias! Me gusta esa remerita que te pusiste…
Era una remera gris oscura, cuello V, de mangas cortas.
Me favorecía en el sentido de que me marcaba bien los brazos, je.
YO: Ya extrañaba esos besos…- Le dije mirándola con admiración.
ELI: Yo también…- Expresó mordiéndose los labios y acomodándose.
Se la notaba muy pero muy nerviosa.
Me asombró muchísimo.
Pero me gustaba. Porque eso quería decir que era muy especial para ella.
Me sentía muy bien con eso.
A gusto.
Como si fuera un hombre nuevo.
De lo nerviosa que estaba, Eliana me tomó de la mano.
Y permaneció así durante todo el viaje hasta mi casa.
Casi ni habló.
Cuando fue el momento de blanquear ante su viejo, no estaba para nada igual.
Pero claro, no era lo mismo.
En un momento me reí de costadito.
ELI: ¿De qué te reís?
YO: Jaja nada, nada…
ELI: ¿Es porque estoy nerviosa, malo?.- Exclamó tentada.
YO: No, porque me da mucha ternura verte así.
Con la palma de revés, le hice un mimito en un cachete.
Estaba poniéndose roja y ni siquiera habíamos entrado...
Como dije hasta el cansancio, a cada momento, me enamoraba más y más de ella.
Sí.
Y no entiendo como no me pasó antes.
Siempre la tuve enfrente.
¿Cómo no la ví?
Quizá, tenía que ser así.
Al bajar del auto, se abrazó de costadito y me apretó la mano.
Nunca me había sentido tan querido…
Le di un beso en la cabeza.
YO: Tranqui…
ELI: Ay, me tiembla todo jaja
YO: Te conocen desde chiquita jaja. No te preocupes…
ELI: Ya sé…
YO: Además, para que sea mejor, yo te dejo un rato con ellos y me voy a comprar…
ELI: ¿Quéee?.- Expresó gritando, abriendo los ojos como un sapo.
YO: Claro…
ELI: ¿Estás loco?
Me empecé a reír de mi maldad.
Su cara de espanto fue lo más.
YO: ¿Cómo te voy a dejar sola? jajaja
La abracé y paré de caminar, justo en la puerta.
ELI: Ehh ¿Era joda, no?.- Dijo con preocupación.
¡Que hermosa!
YO: Jaja obvio… Solo te quería molestar un rato jeje
ELI: Malo jaja.
La miré a los ojos y la tomé del rostro con mis manos.
Su blanca y pecosita cara era como la de un perro mojado.
YO: Hermosa…. No te preocupes.- Y le di un beso en la boca.
Muy despacio.
Ella me agarró de las manos y se dejó besar.
Qué ricos besos ¡Increíble!
Al apoyar su cuerpo sobre el mío, noté lo agitado de su respiración.
Más me la quería comer…
Nuestros labios se mezclaban.
Y luego de eso, apoyó su cabeza en mi pecho, respirando profundo.
La abracé con unas ganas.
Desde dentro, me afloraba un hambre terrible.
De querer decirle todo lo que sentía por ella.
Pero ¿si se espantaba?
Mejor, me aguantaba un poco.
YO: ¿Entramos?.- Le dije inspirando confianza.
ELI: Sí.- Contestó segura. Como si confiara plenamente en mí.
Mi chica… Pensé.
Ingresamos en casa.
Dejamos algunas cosas en la mesita de la entrada y fuimos hasta el comedor.
Mi viejo, que estaba sentado con su notebook, enseguida se levantó para saludarla.
Mi mamá, en cambio, venía caminando de la zona del baño.
PAPÁ: ¿Cómo estás, nena? Tanto tiempo que no venías por acá.
Eliana, muy vergonzosa, lo saludó.
Mi vieja se acercó con un rostro extraño.
Como si lo supiera todo. O eso me parecía a mí.
También la saludó, pero con un fraternal abrazo.
El temor en los ojos de Eliana era algo muy lindo de ver.
Hasta me llamaba la atención que se sintiera así.
¿Tantos nervios?
MAMÁ: ¡Bueno, pasen! Tu papá hizo unos ricos ravioles…
Cuando mi viejo cocinaba ravioles, era porque se trataba de una ocasión especial.
Tenía una peculiar forma de prepararlos. Muy ricos.
Me gustó esa predisposición de su parte.
PAPÁ: ¡Por suerte, quien cocina no limpia!.- Dijo a modo de chiste.
Enseguida mi mamá le contestó.
MAMÁ: ¡Qué lástima que esa regla no aplique para esta noche!.- Continuó, provocando la risa de todos nosotros.
Arrancamos bien, pensé.
Eliana no se me despegaba.
Me seguía agarrando del brazo. Gesto que mi vieja notó instantáneamente y le dibujó una mueca en el rostro.
Nos sentamos en la mesa y empezamos a conversar, mientras se hacían los ravioles.
Eliana estaba nerviosa y yo también.
Ninguno tomaba la iniciativa.
No sabía cómo.
Contra todo pronóstico, mi viejo fue el primero en tirar la bomba.
PAPÁ: ¿Qué hacen ustedes?.- Expresó con cara de ocasión, super alevoso.
Mi vieja, le pegó en el brazo.
MAMÁ: ¡Nenee!.- Le dijo.
PAPÁ: ¿Qué? Solo les pregunto qué andan haciendo… Hace mucho que no venía la nena.
Siempre la llamaba así, muy cariñosamente.
Eliana me miraba, violeta ya.
Yo me reía. Pero la verdad era que estaba disfrutando cada microsegundo que pasaba y trataba de estirarla a propósito.
Era muy especial para ambos y quería hacerlo memorable, je.
La miré nuevamente.
Con ese gesto, le hice saber que lo iba a decir.
Si no transpiró, pegó en el palo.
YO: Bueno…- Le agarré la mano a Eliana.
Mis viejos se quedaron duros, mirándonos fijos.
Eli tenía la cabeza encogida entre sus hombros. No aguantaba más.
YO: Eliana es mi novia… Queríamos contarles.- Y la miré con un amor tremendo.
Su cara había pasado por todos los tonos de colores habidos y por haber.
Mi vieja sonrió de una manera muy satisfactoria.
Mi papá igual, pero algo más sorprendido.
Ambos se levantaron a darle un beso.
La vergüenza que portaba en el rostro Eliana, era de película.
MAMÁ: Hasta que este tarado se dio cuenta…- Expresó entre risas.
YO: ¿Perdón?
MAMÁ: ¡Nunca te lo dije, nena, pero sabes las ganas que tenía de que fueras vos la novia de este engendro!
Le gustó a Eliana lo que le dijo. Se reía.
Ya tenía a su suegra en el bolsillo.
Mi viejo me miraba con aprobación.
Me encantó saber que se pusieron contentos.
MAMÁ: Cuidala…- Me dijo como diciendo “no la cagues”.
Lo decía más para demostrarle cariño a ella que para advertirme.
Mi vieja me conocía muy bien.
Además, sabía cómo la había defendido.
PAPÁ: ¡Los ravioles!.- Exclamó
Se había olvidado.
Salió corriendo para la cocina.
MAMÁ: Le falta un minuto…- Exclamó dando cátedra.
Luego de la noticia, Eliana me abrazó con alivio.
Mi vieja nos miraba con orgullo.
Como si fuera algo que siempre quiso. Y bueno, así era al parecer.
Nada podría ser mejor.
Ahora sí, nos sentamos a comer.
Mi viejo, vestido con el delantal de chef, sirvió los platos.
Esas salsas que hacía…
Eran únicas.
Aunque siempre pensé que mi vieja le había enseñado algún secreto.
Demás está decir, que estaba delicioso.
Todo a punto. Incluso el pan, calentito.
Y en cuanto a Eliana, siempre la habían tratado como a una hija. Esta vez, no iba a ser la excepción.
Solo que las circunstancias, eran otras.
La alegría que portaban en sus rostros era plena.
Mi vieja me dijo un día algo de Flavia.
En realidad, me quiso decir algo, pero no se animó.
La verdad, que nunca quise ver, era que no le gustaba demasiado.
Mi papá era más colgado en ese sentido. Pero siempre me preguntaba por qué no se quedaba nunca a comer o por qué no conocían a sus padres.
Y la realidad es que esto era como una familia. Desde el comienzo. Cosa imposible de superar.
Nos quedamos hasta tarde en la mesa.
La pasamos bien.
Los primeros en levantarse, fueron mis viejos.
PAPÁ: ¡No saquen el auto tan tarde al cuete, sos bienvenida para quedarte cuando quieras!
¿Tan contentos iban a estar?
Me causó gracia.
ELI: ¡Bueno, muchas gracias!.- Contestó colorada.
Un capo.
Ya contaba con su visto bueno para que se quedara a dormir.
MAMÁ: ¡Enserio, nena, eh!
YO: ¡Me la van a espantar! jajaja
Eliana se reía.
Seguramente nunca esperó tan calidez junta.
Re gambas los dos.
Se fueron y nos dejaron solos.
Fuimos para el living, a los sillones.
Prendimos la tele y ella se sentó junto a mí.
ELI: ¿No será demasiado quedarme? Me da no sé qué…- Dijo contenta, pero dubitativa.
YO: Olvidate… Te quieren más que a mí.
ELI: Jajaja… Lindo…- Expresó abrazándome de costado.
Yo hice lo mismo, pero fui directo a su boca.
Habían pasado horas sin hacerlo.
Me tomó del rostro.
Sentí que también tenía muchas ganas.
Dios… Que lindo era besarla.
Su olorcito rico ingresaba por mis fosas nasales, provocando que se me hiciera agua la boca.
“Mmm mm” se oía bajito.
YO: Me encantas… Mmm.- Le dije agarrándola de la cintura.
Ella sonrió.
Me besaba fuerte.
Amaba ver como cerraba sus ojos y suspiraba frente a mi cara.
Posta que no lo podía creer.
¿Era real?
Tenía que serlo.
Nuestros labios chocaban como dos planetas y todo el saborcito de su boca, era un banquete para mí.
Era evidente que iba a querer ir a por más.
Intenté hacer que se suba sobre mí.
ELI: Jaja ¿estás loco?
YO: Jaja ¿qué tiene?
Seguía sin parar de besarme.
ELI: Me invitaron tus viejos… No me puedo abusar omm…
Me miraba y son su sonrisa mágica me quería hacer entender que no debíamos excedernos.
YO: No pasa nada jaja
La agarré por la espalda y le hice cosquillas.
Eso provocó que pegara un salto.
ELI: Jajaja ¡Pará, pará! ¡Eso no! jaja
YO: Te quiero comer toda…
Me miró como diciendo “¿y yo, no?”
Amé ese gesto.
ELI: Si tus viejos no estuvieran… jeje. Pero no quiero desubicarme.
YO: Ufa… jaja
ELI: Jajaja ¿ufa?.- Se rió.
Disfrutamos cada momento.
YO: Bueno, ¿pero besos tranqui puedo?
ELI: Mmmm no sé… jaja
YO: No lo puedo evitar…- Le dije como dándole a entender lo difícil que era contenerme.
ELI: ¿Te recuerdo lo que hicimos anoche?.- Expresó con cara de vergüenza.
YO: ¡Lo recuerdo a cada instante!.- Respondí haciéndole mi sonrisa compradora.
Se mordió, riendo.
Y lo más lindo, se puso roja.
No pudo no hacer lo siguiente.
No había forma de no hacerlo.
Se abalanzó sobre mí, tirándose sobre mi rostro.
Me encajó un beso terrible.
Yo la abracé fuerte por detrás.
Me succionó la boca de tal manera que me dolió un poco el labio.
Su lengua me llegó hasta la garganta.
Hermoso…
No se subió sobre mí, pero me encantó que se pusiera así.
Nunca había besado con tantas ganas a nadie.
Permanecimos así durante dos minutos.
Sentía sus gomas pegando contra mi pecho.
Que lindas…
ELI: ¿Sabes cuánto te quiero?.- Expresó para mi sorpresa.
Me quedé.
La miré a los ojos, algo nervioso.
YO: ¿Sí?
Me hizo el gesto de “ajam”.
YO: Vos no te das una idea de lo que yo te quiero…
Y le volví a comer la boca.
Suspiró al orime.
En ningún otro momento de mi vida me había sentido tan pleno.
YO: Unas ganas de hacerte el amor otra vez… “chuik chuuk”...
ELI: Mañana podemos, si queres…- Me suspiraba en la boca.
A esta altura, mi miembro ya estaba firme como soldado en batallón.
YO: Me encantaría…
Con mi mano, bajé de cintura y toqué su cola, con mucha ternura.
Oí su respiración acelerada.
Ella continuaba tomándome del rostro.
Lo hacía como si agarrara algo que no quisiera soltar.
Que tierna…
Demasiado rica estaba como para soltarla.
Bajé un poco mi boca y le apoyé los labios sobre la piel que escapaba al escote de su vestido.
Se sentía muy calentita.
Pude percibir un leve gemido de su parte, cuando descendí un poco más y llegué al pliegue de sus gomas.
Me iba a morir…
Pero le di unos cuantos pequeños besos.
Me sentía como un barco con muchas ganas de naufragar en su pecho.
Con una mano en su cintura y otra en su cachete de la cola, involuntariamente, fui más profundo.
Hasta llegar a la tela de su corpiño negro.
ELI: Aaa…- Exclamó.
Continué, intentando correrselo un poco.
La piel blanca de sus tetas, se dejaban ver cada vez más.
Respiraba mientras me agarraba de la cabeza.
Tenía muchas ganas, así como yo.
Pero sabía que no era correcto el momento.
ELI: Bueno, mejor me siento jeje…- Expresó como volviendo en sí.
YO: Nooo… jaja
ELI: Miremos una peli…- Exclamó recostandose sobre mi hombro y brazo y agarrándome la mano.
A pesar de tener muchísimas ganas de seguir devorandomela, mi sentido común apareció.
Mis viejos la habían invitado y si alguno bajaba y nos veía en una situación incómoda, la dejaría mal parada a ella.
Y no era justo.
Tampoco era un simio que no podía controlarse…
Así que, no me iba a hacer nada esperar un poco más.
Pusimos una película y nos quedamos sentados en los sillones.
Se me ocurrió una idea.
Subir una foto con ella a las redes.
YO: ¿Subimos una foto juntos?.- Le dije
Abrió los ojos grandes.
Hizo el gesto de “sí, dale”.
No se me había ocurrido antes…
YO: Digo, si no te molesta…
ELI: Me gustaría mucho…- Exclamó toda tímida.
Me hizo sonreír.
Yo no era mucho de subir fotos y cosas como esas.
Pero con ella, lo sentí de otra manera.
Además, me estaba abrazando muy amorosa.
Agarré el celular y lo posicioné desde arriba y el costado.
Eliana me agarró más tierna aún.
Saqué la foto.
Increíblemente, salió terrible a la primera.
Ella, salió hermosa. Demasiado diría.
Esa sonrisa de oreja a oreja, angelical…
ELI: Que linda salió…- Dijo algo ruborizada.
YO: Vos saliste un bombón, como siempre… Increíble que yo haya salido bien jaja
ELI: Si sos hermoso vos… Que te haces…- Dijo y me giró la cara para darme un pico.
Posta, me la iba masticar en cualquier momento…
Le puse un corazón y la etiqueté.
Ella me sonrió en complicidad.
Publicar…
YO: Mi chica…
ELI: Jeje, lindo…- Me contestó dulcemente y volvió a apoyar su cabeza en mi hombro.
Era nuestra primera foto oficial.
Y nada me daba más orgullo.
Nos quedamos un rato así.
Bastante acaramelados, mirando la película.
No pasó mucho hasta que se durmió.
Y era lógico, había sido un día bastante estresante.
Ni siquiera llegué a contarle lo que hablé con Flavia.
Tampoco se había acordado ella, je.
La dejé dormir.
Me gustaba que estuviera así, sobre mí.
Yo me quedé un rato más despierto.
Me enganchó bastante el film de terror que habíamos puesto.
Cuando terminó, teníamos que salir de los sillones.
El problema era que no habíamos armado otra cama.
Tampoco era necesario, ya que mis viejos no establecieron ninguna regla.
La levanté suavemente, cargándola en mis brazos.
Ella, de forma involuntaria, abrazó, dormida.
No podía ser tan divina.
Y así, la llevé hasta mi habitación.
Hacía calorcito, por lo que no hacía falta que la desvista ni mucho menos.
Por las dudas, le iba a dejar una remera larga sobre la mesa de luz.
La acosté en la cama.
Ella ya se había quitado las botas antes de sentarnos a ver la peli, así que solo la recosté sobre la almohada.
¡Ni se despertó!
Yo sí, me cambié la remera y me puse un short de fútbol.
¡Iba a dormir en mi cama!
La miraba con un amor…
Tan linda ahí, acostadita.
Me recosté a su lado.
No quise engomarla y abrazarla.
Estaba dormida y no sabía si ella lo quería.
Me limité a apoyar mi brazo en su cintura.
Inmediatamente, ella se giró hacia mi lado y puso su cabeza en mi pecho, cruzando su brazo sobre mí.
Listo, afuera las dudas, je.
Agarré el celular y saqué una foto.
Se la mandé con un emoji de ojos de corazón.
Al otro día cuando la viera, de seguro le sacaba una sonrisa.
Tan bonita conmigo.
Yo estaba seguro de lo que sentía por ella.
La amaba.
Sí. Así era.
Y ojalá Eliana llegara a sentir lo mismo por mí.
Abrí el facebook, por costumbre.
Siempre que me acostaba lo miraba un rato.
A pesar de la hora, nuestra foto ya tenía decenas de likes.
Pero otra cosa, se llevó mi atención.
No sé si fue casualidad o qué otra cosa.
Pero vi una publicación que me interesaba.
En realidad, a ambos.
Era del grupo barrial.
Habían intentado atacar a una chica ese día.
Y la descripción del perpetrador, coincidía con la del que agredió a Eliana.
Sigan 😁
Debido a que carezco de tiempo por facultad y trabajo, estoy publicando poco, pero hay avances de todas las historias y nuevos proyectos. También secuelas, tanto de pago como gratuitas. Voy a estar informando!
"Mi prima, Mara: El camino de la tentación". (solo en mi sitio)
INFO
. Abarca todo el segundo arco de la historia, desde el final del capítulo 28 de la primera parte.
. Cuenta con 10 capítulos extras.
. Contenido adicional en todos los capítulos, los cuales fueron re escritos al 100%
. Desenlaces re imaginados y personajes profundizados.
. Todo el arco contado como una sola historia única.
. Contenido extendido en todos los capítulos.
. 42 capítulos y 650 pags.
Contenido posterior a "repercusiones".
Con final imperdible.
Historias disponibles
- Mi prima, Mara. 28 caps. 493 pags.
- Erica, mi hermanastra. 11 caps.
- Mi joven tía. 13 caps. 182 pags.
- Mi prima, Mara: El camino de la tentación. 42 caps. 650 pags
——————
Mi mejor amiga XIII
¿Embarazada?
No lo tomé tan duro.
A pesar de cómo sonaba lo que acababa de decir, me salió una mueca en el rostro.
Fue de reflejo.
YO: ¿Embarazada?
FLA: ¡Sí!
Me miraba desafiante, como si esperara algún tipo de reacción de mí.
YO: Ambos sabemos que eso no es cierto, Flavia…
Estaba seguro de que era así.
FLA: ¿Eso crees?
YO: Sí, eso creo…
Miró para abajo, con una sonrisa extraña en el rostro.
FLA: ¿No podría ser? ¿Por qué?
YO: Porque te conozco… Sé cuando mentis. Lo que pasa es que no entiendo porque dirías algo así…
Me miraba como queriendo convencerme.
¿De verdad insistía?
YO: Además, si así lo fuera, no existiría posibilidad alguna que fuera mío, Flavia…
FLA: Obvioooo jajaja.- Expresó irónica, como diciendo “típico de los hombres”.
Pero era cierto lo que decía.
Las veces que estuvimos, no hubo chance de que pasara algo que pudiera, digamos, dejarla embarazada.
No soy boludo.
Igualmente, algo me decía que era todo mentira.
Me volví a sentar.
Quería sacarme una duda.
YO: ¡Flavia!
FLA: ¿Qué?
YO: ¿Por qué haces esto? Vos me dejaste a mí… ¿Qué queres ahora?
Me miró directo a los ojos.
Siento que se puso algo nerviosa.
FLA: ¿No puedo equivocarme?
Me quedé.
¿Se arrepentía?
YO: ¿Y para darte cuenta de tu equivocación tenías que terminar una relación y empezar a cogerte a otro?
Me salió de adentro.
No me decía nada.
YO: Yo no creo que sea así…
FLA: ¿Y cómo es? A ver…
YO: Yo no pinchaba ni cortaba antes, para vos… Era un don nadie… Ahora, hasta tus amigas te hablan de mí… Eso pasa.
Abrió los ojos como sapo.
Desde que habíamos terminado y yo me había empezado a relacionar más Eliana y, sobre todo, lo que pasó el día que la atacaron en la calle, mi imagen había cambiado.
El mundo es chico, todo se enteran de lo que pasa.
Y esa proeza, me había dado un status, quizá, que antes no tenía tanto.
Era como que tenía todos los faroles apuntándome.
Y ahora sí, podría ser alguien interesante para ella.
Estoy seguro de que era eso.
FLA: No, nada que ver… Qué decís…- Miraba para todos lados.
YO: Pero lamento decepcionarte, yo no cambié… Soy el mismo de siempre. La única diferencia es que nunca lo viste…
No sabía ni qué decirme.
Estaba totalmente muda.
YO: ¿Pero inventar estas cosas? Dale…
FLA: Te pido perdón… Quiero que volvamos.- Expresó, ahora sí, con un tono serio.
Pocas veces la había oído tan honesta.
La miré.
YO: No tenemos muchas cosas en común… Cosa que sí tengo con Eliana. ¡Y no! Nunca había pasado nada con ella hasta hace unos días… No te la montes en un huevo.
FLA: ¿Me vas a decir que ya no te pasa nada conmigo? ¿Ya te olvidaste de todo lo que hicimos juntos?
YO: No… Pero ya pasó nuestro tiempo. Además, por más que estuviera solo, tampoco querría volver con vos…
FLA: ¿Por qué?
YO: Porque ni bien me terminaste, te fuiste a buscar otra verga… Si es que no lo hacías de antes…
FLA: No, nunca lo hice…
Ya no quería hablar más. Además, no le creía nada ya.
No tenía otra cosa para decirle.
Era todo.
YO: Ya hablamos… Espero que quede todo bien. Nunca me porté mal con vos…
FLA: ¿Ahora te vas con ella, no?
YO: Eso no te incumbe…
FLA: ¿Coge mejor que yo?.-
La miré como diciendo “¿posta?”
FLA: Decime… A ver…
YO: Te vas al carajo…
FLA: ¿Ya te la chupó?.- Exclamó sonriendo.
No podía creer lo que escuchaba.
FLA: Vamos a ver si te lo hace como yo...
Me levanté para irme.
No tenía sentido lo que decía.
YO: Ya no tenemos más nada para hablar...
FLA: ¡Ok, chau!.- Expresó haciéndose la enojada.
No sabía si reírme o llorar.
Me acerqué para saludarla con un beso en el cachete.
Y cuando fui a dárselo, me corrió la cara.
YO: Bueno… Al pedo te enojas… ¡Chau!.- Y le toqué el hombro como con buena onda.
No quería darle motivos para que siguiera haciendo de las suyas.
Me fui bastante más tranquilo, la verdad.
Sentía ganas de decirle todo eso que le dije.
Como que me lo tenía que sacar de adentro.
Claramente era todo mentira que estaba embarazada.
No sé qué extremo quería probar.
Yo la saqué de una.
La conocía muy bien.
Y también por eso, sabía que no se iba a quedar en el molde.
Como pendeja consentida que quiere todo lo que se le ocurre, algo iba a hacer.
Y no entendía por qué.
Ella me había dejado…
“Por varias razones” además.
¿Ahora se arrepentía?
No creo. Era más una cuestión de ego que cualquier otra cosa.
De ahí me fui para mi casa.
Tenía que cambiarme de ropa ya, je.
Al entrar, mi vieja me fulminó con la mirada.
Estoy seguro de que ya sabía todo.
Y se me ocurrió la idea de que Eliana viniera a comer a la noche, para contarle.
Le dije alguna boludes para sacarmela de encima, por el momento.
Y le escribí a ella.
YO: Hermosa ❤.
A los minutos me contestó.
ELI: Hola, hermoso 😍
ELI: Cómo te fue??
YO: Bastante bien, creo, después te cuento los detalles…
YO: Tengo una idea 😏
ELI: Ok ☺
ELI: Cuál??
YO: Mi vieja está que sospecha hasta de mi sombra ya… ¿Por qué no venís a comer a la noche así ya les contamos? jaja
ELI: Nooooo 😱😱
ELI: Jajaja
YO: Qué?? jaja
ELI: Qué miedoo… 😰
YO: Jjajaja lindaaaa
YO: Por qué??
ELI: Porque son tus viejos!!
Me encantó que se pusiera así.
Me daba mucha ternura.
YO: Si te aman… jaja
ELI: Ay no 😳
YO: Me encantas… Queres?
ELI: Bueno 🙈
Que ganas de abrazarla y apretarla toda.
YO: Se va a poner contenta, pero mal…
ELI: Y si tu mamá me echa de tu casa? jaja
YO: Jaja estás loca vos…
YO: Queres que te vaya a buscar?
ELI: Sí, me da miedito ir sola jaja
YO: Bombonazo…
ELI: Dios, que nervios 😩
YO: Tranqui… Mi vieja seguro que ya lo sabe jaja
ELI: Vos decís?
YO: Yo creo que sí jaja
ELI: Bueno… Se va mi viejo y me voy a bañar 😳
YO: Dale! 😁
YO: Ya te extraño…
ELI: Qué casualidad…
YO: Por?
ELI: Porque yo también ya te extraño 🤗
Me hizo sonreír al teléfono.
Sé que quizá es una tontería, pero tener su atención, su cariño, me hacía sentir especial. Muy bien.
Onda “¡se fija en mí!” jaja.
Y a cada momento, me volvía más y más vulnerable.
Había estado en una relación antes, claro. Pero no tenía ningún punto de comparación con lo que me ocurría ahora.
Eran otras circunstancias. Completamente diferentes.
Y personas totalmente distintas.
Esperé a que llegara mi papá para decirle a mi vieja que Eliana venía a comer.
Cuando se lo dije, pude notar una leve mueca en su rostro.
“¿Qué?” le dije.
“Nada ¿por?” me contestó como si nada.
Era muy claro que algo intuía.
Además, hace bastante que ella no venía a cenar.
Las veces que me juntaba con ella, siendo amigos, eran por la parte porque, claro, yo estaba de novio con Flavia.
Se hizo eterna la tarde.
No sé si por los nervios de contar la nueva noticia en casa o porque ya quería volver a ver a Eli.
Seguramente, era mezcla de ambas.
Mi viejo me miraba raro, mientras yo iba y venía acomodando algo o cambiándome la ropa.
En un momento oí a lo lejos, que le preguntó a mi vieja “¿Qué le pasa a éste?”
Nunca me había sentido tan emocionado.
Y es que estaba viviendo un momento único, la verdad.
Esa personita que tantas cosas había compartido conmigo en mi vida, ahora era mi novia.
¡Habíamos estado juntos!
Posta que no caía…
Hacer el amor con ella, sin dudas, fue lo mejor que me pasó en la vida.
Es increíble, me pongo a hablar de ella y no paro, je.
¿Y cómo hacerlo con tantas cosas para decir?
Ya cuando se fue haciendo la hora, le saqué el auto a mi viejo para ir a buscarla.
Me moría por ver sus caras cuando se los contáramos.
“Yendo, hermosa” le escribí.
Las palpitaciones se hacían sentir en mi pecho, como de costumbre.
No quería hacer nada que cagara el excelente momento que estábamos atravesando.
Por eso temblaba, je.
Quizá me reconfortaba un poco el hecho de que Eliana estuviera peor que yo.
“Mieedoooooo” me contestó.
Eso me hizo pensar que debía ponerme la situación al hombro.
Hacer que ella se sintiera segura.
Le respondí con un emoji de corazón.
E intenté quitarme los nervios pensando en otra cosa.
Error.
Lo primero que me vino a la mente, fue la noche que pasamos juntos.
Dios…
Casi ni tiempo de disfrutarlo acordandome me dio.
Su piel desnuda sobre mí…
Su olor, sus besos, sus gomas...
Ahora estaba nervioso y encarpado, je.
Porque, obvio ¿Cómo no estarlo?
Me dieron unas ganas de tremendas de volver a estar con ella, haciendo el amor.
Enseguida recordé que no tuvo la oportunidad de…. Sí, eso.
Me moría porque me lo hiciera.
Pero ni en pedo me animaba a pedírselo. No…
De solo imaginarlo…
Mi mente estaba a mil. Y era lógico que pasara.
Pensando como un degenerado, llegué a su casa.
Le toqué bocina.
A los segundos abrió la puerta.
Ya estaba lista.
¡Que hermosa estaba!
Vino caminando hasta el auto.
Tenía una camperita de cuero negra.
Debajo, un vestidito blanco que terminaba un poco antes de las rodillas.
De calzado, llevaba unas muy lindas botas.
Su cabello, negro mate, iba suelto a sus costados.
Con su rostro blanco de modelo, formaban un combo perfecto.
Me quedé como un imbécil, observando cómo subía al auto.
ELI: Hola ¿Sí? Tengo miedo…- Expresó con cara de vergüenza.
Se acomodó en el asiento y se me acercó para darme un beso.
Su aroma ya había copado todo el habitáculo del auto.
Me reí y me dirigí directo a su boca.
Mmm…
Nunca había ansiado tanto un beso.
Una delicia eran sus labios.
Cerró sus ojitos y con sus mejillas ruborizadas se pegó a mí.
El bobo se me salía del cuerpo.
¡No podía creerlo!
Realmente.
Saboree como si comiera un helado de dulce de leche granizado.
YO: Que linda estás…
ELI: ¡Gracias! Me gusta esa remerita que te pusiste…
Era una remera gris oscura, cuello V, de mangas cortas.
Me favorecía en el sentido de que me marcaba bien los brazos, je.
YO: Ya extrañaba esos besos…- Le dije mirándola con admiración.
ELI: Yo también…- Expresó mordiéndose los labios y acomodándose.
Se la notaba muy pero muy nerviosa.
Me asombró muchísimo.
Pero me gustaba. Porque eso quería decir que era muy especial para ella.
Me sentía muy bien con eso.
A gusto.
Como si fuera un hombre nuevo.
De lo nerviosa que estaba, Eliana me tomó de la mano.
Y permaneció así durante todo el viaje hasta mi casa.
Casi ni habló.
Cuando fue el momento de blanquear ante su viejo, no estaba para nada igual.
Pero claro, no era lo mismo.
En un momento me reí de costadito.
ELI: ¿De qué te reís?
YO: Jaja nada, nada…
ELI: ¿Es porque estoy nerviosa, malo?.- Exclamó tentada.
YO: No, porque me da mucha ternura verte así.
Con la palma de revés, le hice un mimito en un cachete.
Estaba poniéndose roja y ni siquiera habíamos entrado...
Como dije hasta el cansancio, a cada momento, me enamoraba más y más de ella.
Sí.
Y no entiendo como no me pasó antes.
Siempre la tuve enfrente.
¿Cómo no la ví?
Quizá, tenía que ser así.
Al bajar del auto, se abrazó de costadito y me apretó la mano.
Nunca me había sentido tan querido…
Le di un beso en la cabeza.
YO: Tranqui…
ELI: Ay, me tiembla todo jaja
YO: Te conocen desde chiquita jaja. No te preocupes…
ELI: Ya sé…
YO: Además, para que sea mejor, yo te dejo un rato con ellos y me voy a comprar…
ELI: ¿Quéee?.- Expresó gritando, abriendo los ojos como un sapo.
YO: Claro…
ELI: ¿Estás loco?
Me empecé a reír de mi maldad.
Su cara de espanto fue lo más.
YO: ¿Cómo te voy a dejar sola? jajaja
La abracé y paré de caminar, justo en la puerta.
ELI: Ehh ¿Era joda, no?.- Dijo con preocupación.
¡Que hermosa!
YO: Jaja obvio… Solo te quería molestar un rato jeje
ELI: Malo jaja.
La miré a los ojos y la tomé del rostro con mis manos.
Su blanca y pecosita cara era como la de un perro mojado.
YO: Hermosa…. No te preocupes.- Y le di un beso en la boca.
Muy despacio.
Ella me agarró de las manos y se dejó besar.
Qué ricos besos ¡Increíble!
Al apoyar su cuerpo sobre el mío, noté lo agitado de su respiración.
Más me la quería comer…
Nuestros labios se mezclaban.
Y luego de eso, apoyó su cabeza en mi pecho, respirando profundo.
La abracé con unas ganas.
Desde dentro, me afloraba un hambre terrible.
De querer decirle todo lo que sentía por ella.
Pero ¿si se espantaba?
Mejor, me aguantaba un poco.
YO: ¿Entramos?.- Le dije inspirando confianza.
ELI: Sí.- Contestó segura. Como si confiara plenamente en mí.
Mi chica… Pensé.
Ingresamos en casa.
Dejamos algunas cosas en la mesita de la entrada y fuimos hasta el comedor.
Mi viejo, que estaba sentado con su notebook, enseguida se levantó para saludarla.
Mi mamá, en cambio, venía caminando de la zona del baño.
PAPÁ: ¿Cómo estás, nena? Tanto tiempo que no venías por acá.
Eliana, muy vergonzosa, lo saludó.
Mi vieja se acercó con un rostro extraño.
Como si lo supiera todo. O eso me parecía a mí.
También la saludó, pero con un fraternal abrazo.
El temor en los ojos de Eliana era algo muy lindo de ver.
Hasta me llamaba la atención que se sintiera así.
¿Tantos nervios?
MAMÁ: ¡Bueno, pasen! Tu papá hizo unos ricos ravioles…
Cuando mi viejo cocinaba ravioles, era porque se trataba de una ocasión especial.
Tenía una peculiar forma de prepararlos. Muy ricos.
Me gustó esa predisposición de su parte.
PAPÁ: ¡Por suerte, quien cocina no limpia!.- Dijo a modo de chiste.
Enseguida mi mamá le contestó.
MAMÁ: ¡Qué lástima que esa regla no aplique para esta noche!.- Continuó, provocando la risa de todos nosotros.
Arrancamos bien, pensé.
Eliana no se me despegaba.
Me seguía agarrando del brazo. Gesto que mi vieja notó instantáneamente y le dibujó una mueca en el rostro.
Nos sentamos en la mesa y empezamos a conversar, mientras se hacían los ravioles.
Eliana estaba nerviosa y yo también.
Ninguno tomaba la iniciativa.
No sabía cómo.
Contra todo pronóstico, mi viejo fue el primero en tirar la bomba.
PAPÁ: ¿Qué hacen ustedes?.- Expresó con cara de ocasión, super alevoso.
Mi vieja, le pegó en el brazo.
MAMÁ: ¡Nenee!.- Le dijo.
PAPÁ: ¿Qué? Solo les pregunto qué andan haciendo… Hace mucho que no venía la nena.
Siempre la llamaba así, muy cariñosamente.
Eliana me miraba, violeta ya.
Yo me reía. Pero la verdad era que estaba disfrutando cada microsegundo que pasaba y trataba de estirarla a propósito.
Era muy especial para ambos y quería hacerlo memorable, je.
La miré nuevamente.
Con ese gesto, le hice saber que lo iba a decir.
Si no transpiró, pegó en el palo.
YO: Bueno…- Le agarré la mano a Eliana.
Mis viejos se quedaron duros, mirándonos fijos.
Eli tenía la cabeza encogida entre sus hombros. No aguantaba más.
YO: Eliana es mi novia… Queríamos contarles.- Y la miré con un amor tremendo.
Su cara había pasado por todos los tonos de colores habidos y por haber.
Mi vieja sonrió de una manera muy satisfactoria.
Mi papá igual, pero algo más sorprendido.
Ambos se levantaron a darle un beso.
La vergüenza que portaba en el rostro Eliana, era de película.
MAMÁ: Hasta que este tarado se dio cuenta…- Expresó entre risas.
YO: ¿Perdón?
MAMÁ: ¡Nunca te lo dije, nena, pero sabes las ganas que tenía de que fueras vos la novia de este engendro!
Le gustó a Eliana lo que le dijo. Se reía.
Ya tenía a su suegra en el bolsillo.
Mi viejo me miraba con aprobación.
Me encantó saber que se pusieron contentos.
MAMÁ: Cuidala…- Me dijo como diciendo “no la cagues”.
Lo decía más para demostrarle cariño a ella que para advertirme.
Mi vieja me conocía muy bien.
Además, sabía cómo la había defendido.
PAPÁ: ¡Los ravioles!.- Exclamó
Se había olvidado.
Salió corriendo para la cocina.
MAMÁ: Le falta un minuto…- Exclamó dando cátedra.
Luego de la noticia, Eliana me abrazó con alivio.
Mi vieja nos miraba con orgullo.
Como si fuera algo que siempre quiso. Y bueno, así era al parecer.
Nada podría ser mejor.
Ahora sí, nos sentamos a comer.
Mi viejo, vestido con el delantal de chef, sirvió los platos.
Esas salsas que hacía…
Eran únicas.
Aunque siempre pensé que mi vieja le había enseñado algún secreto.
Demás está decir, que estaba delicioso.
Todo a punto. Incluso el pan, calentito.
Y en cuanto a Eliana, siempre la habían tratado como a una hija. Esta vez, no iba a ser la excepción.
Solo que las circunstancias, eran otras.
La alegría que portaban en sus rostros era plena.
Mi vieja me dijo un día algo de Flavia.
En realidad, me quiso decir algo, pero no se animó.
La verdad, que nunca quise ver, era que no le gustaba demasiado.
Mi papá era más colgado en ese sentido. Pero siempre me preguntaba por qué no se quedaba nunca a comer o por qué no conocían a sus padres.
Y la realidad es que esto era como una familia. Desde el comienzo. Cosa imposible de superar.
Nos quedamos hasta tarde en la mesa.
La pasamos bien.
Los primeros en levantarse, fueron mis viejos.
PAPÁ: ¡No saquen el auto tan tarde al cuete, sos bienvenida para quedarte cuando quieras!
¿Tan contentos iban a estar?
Me causó gracia.
ELI: ¡Bueno, muchas gracias!.- Contestó colorada.
Un capo.
Ya contaba con su visto bueno para que se quedara a dormir.
MAMÁ: ¡Enserio, nena, eh!
YO: ¡Me la van a espantar! jajaja
Eliana se reía.
Seguramente nunca esperó tan calidez junta.
Re gambas los dos.
Se fueron y nos dejaron solos.
Fuimos para el living, a los sillones.
Prendimos la tele y ella se sentó junto a mí.
ELI: ¿No será demasiado quedarme? Me da no sé qué…- Dijo contenta, pero dubitativa.
YO: Olvidate… Te quieren más que a mí.
ELI: Jajaja… Lindo…- Expresó abrazándome de costado.
Yo hice lo mismo, pero fui directo a su boca.
Habían pasado horas sin hacerlo.
Me tomó del rostro.
Sentí que también tenía muchas ganas.
Dios… Que lindo era besarla.
Su olorcito rico ingresaba por mis fosas nasales, provocando que se me hiciera agua la boca.
“Mmm mm” se oía bajito.
YO: Me encantas… Mmm.- Le dije agarrándola de la cintura.
Ella sonrió.
Me besaba fuerte.
Amaba ver como cerraba sus ojos y suspiraba frente a mi cara.
Posta que no lo podía creer.
¿Era real?
Tenía que serlo.
Nuestros labios chocaban como dos planetas y todo el saborcito de su boca, era un banquete para mí.
Era evidente que iba a querer ir a por más.
Intenté hacer que se suba sobre mí.
ELI: Jaja ¿estás loco?
YO: Jaja ¿qué tiene?
Seguía sin parar de besarme.
ELI: Me invitaron tus viejos… No me puedo abusar omm…
Me miraba y son su sonrisa mágica me quería hacer entender que no debíamos excedernos.
YO: No pasa nada jaja
La agarré por la espalda y le hice cosquillas.
Eso provocó que pegara un salto.
ELI: Jajaja ¡Pará, pará! ¡Eso no! jaja
YO: Te quiero comer toda…
Me miró como diciendo “¿y yo, no?”
Amé ese gesto.
ELI: Si tus viejos no estuvieran… jeje. Pero no quiero desubicarme.
YO: Ufa… jaja
ELI: Jajaja ¿ufa?.- Se rió.
Disfrutamos cada momento.
YO: Bueno, ¿pero besos tranqui puedo?
ELI: Mmmm no sé… jaja
YO: No lo puedo evitar…- Le dije como dándole a entender lo difícil que era contenerme.
ELI: ¿Te recuerdo lo que hicimos anoche?.- Expresó con cara de vergüenza.
YO: ¡Lo recuerdo a cada instante!.- Respondí haciéndole mi sonrisa compradora.
Se mordió, riendo.
Y lo más lindo, se puso roja.
No pudo no hacer lo siguiente.
No había forma de no hacerlo.
Se abalanzó sobre mí, tirándose sobre mi rostro.
Me encajó un beso terrible.
Yo la abracé fuerte por detrás.
Me succionó la boca de tal manera que me dolió un poco el labio.
Su lengua me llegó hasta la garganta.
Hermoso…
No se subió sobre mí, pero me encantó que se pusiera así.
Nunca había besado con tantas ganas a nadie.
Permanecimos así durante dos minutos.
Sentía sus gomas pegando contra mi pecho.
Que lindas…
ELI: ¿Sabes cuánto te quiero?.- Expresó para mi sorpresa.
Me quedé.
La miré a los ojos, algo nervioso.
YO: ¿Sí?
Me hizo el gesto de “ajam”.
YO: Vos no te das una idea de lo que yo te quiero…
Y le volví a comer la boca.
Suspiró al orime.
En ningún otro momento de mi vida me había sentido tan pleno.
YO: Unas ganas de hacerte el amor otra vez… “chuik chuuk”...
ELI: Mañana podemos, si queres…- Me suspiraba en la boca.
A esta altura, mi miembro ya estaba firme como soldado en batallón.
YO: Me encantaría…
Con mi mano, bajé de cintura y toqué su cola, con mucha ternura.
Oí su respiración acelerada.
Ella continuaba tomándome del rostro.
Lo hacía como si agarrara algo que no quisiera soltar.
Que tierna…
Demasiado rica estaba como para soltarla.
Bajé un poco mi boca y le apoyé los labios sobre la piel que escapaba al escote de su vestido.
Se sentía muy calentita.
Pude percibir un leve gemido de su parte, cuando descendí un poco más y llegué al pliegue de sus gomas.
Me iba a morir…
Pero le di unos cuantos pequeños besos.
Me sentía como un barco con muchas ganas de naufragar en su pecho.
Con una mano en su cintura y otra en su cachete de la cola, involuntariamente, fui más profundo.
Hasta llegar a la tela de su corpiño negro.
ELI: Aaa…- Exclamó.
Continué, intentando correrselo un poco.
La piel blanca de sus tetas, se dejaban ver cada vez más.
Respiraba mientras me agarraba de la cabeza.
Tenía muchas ganas, así como yo.
Pero sabía que no era correcto el momento.
ELI: Bueno, mejor me siento jeje…- Expresó como volviendo en sí.
YO: Nooo… jaja
ELI: Miremos una peli…- Exclamó recostandose sobre mi hombro y brazo y agarrándome la mano.
A pesar de tener muchísimas ganas de seguir devorandomela, mi sentido común apareció.
Mis viejos la habían invitado y si alguno bajaba y nos veía en una situación incómoda, la dejaría mal parada a ella.
Y no era justo.
Tampoco era un simio que no podía controlarse…
Así que, no me iba a hacer nada esperar un poco más.
Pusimos una película y nos quedamos sentados en los sillones.
Se me ocurrió una idea.
Subir una foto con ella a las redes.
YO: ¿Subimos una foto juntos?.- Le dije
Abrió los ojos grandes.
Hizo el gesto de “sí, dale”.
No se me había ocurrido antes…
YO: Digo, si no te molesta…
ELI: Me gustaría mucho…- Exclamó toda tímida.
Me hizo sonreír.
Yo no era mucho de subir fotos y cosas como esas.
Pero con ella, lo sentí de otra manera.
Además, me estaba abrazando muy amorosa.
Agarré el celular y lo posicioné desde arriba y el costado.
Eliana me agarró más tierna aún.
Saqué la foto.
Increíblemente, salió terrible a la primera.
Ella, salió hermosa. Demasiado diría.
Esa sonrisa de oreja a oreja, angelical…
ELI: Que linda salió…- Dijo algo ruborizada.
YO: Vos saliste un bombón, como siempre… Increíble que yo haya salido bien jaja
ELI: Si sos hermoso vos… Que te haces…- Dijo y me giró la cara para darme un pico.
Posta, me la iba masticar en cualquier momento…
Le puse un corazón y la etiqueté.
Ella me sonrió en complicidad.
Publicar…
YO: Mi chica…
ELI: Jeje, lindo…- Me contestó dulcemente y volvió a apoyar su cabeza en mi hombro.
Era nuestra primera foto oficial.
Y nada me daba más orgullo.
Nos quedamos un rato así.
Bastante acaramelados, mirando la película.
No pasó mucho hasta que se durmió.
Y era lógico, había sido un día bastante estresante.
Ni siquiera llegué a contarle lo que hablé con Flavia.
Tampoco se había acordado ella, je.
La dejé dormir.
Me gustaba que estuviera así, sobre mí.
Yo me quedé un rato más despierto.
Me enganchó bastante el film de terror que habíamos puesto.
Cuando terminó, teníamos que salir de los sillones.
El problema era que no habíamos armado otra cama.
Tampoco era necesario, ya que mis viejos no establecieron ninguna regla.
La levanté suavemente, cargándola en mis brazos.
Ella, de forma involuntaria, abrazó, dormida.
No podía ser tan divina.
Y así, la llevé hasta mi habitación.
Hacía calorcito, por lo que no hacía falta que la desvista ni mucho menos.
Por las dudas, le iba a dejar una remera larga sobre la mesa de luz.
La acosté en la cama.
Ella ya se había quitado las botas antes de sentarnos a ver la peli, así que solo la recosté sobre la almohada.
¡Ni se despertó!
Yo sí, me cambié la remera y me puse un short de fútbol.
¡Iba a dormir en mi cama!
La miraba con un amor…
Tan linda ahí, acostadita.
Me recosté a su lado.
No quise engomarla y abrazarla.
Estaba dormida y no sabía si ella lo quería.
Me limité a apoyar mi brazo en su cintura.
Inmediatamente, ella se giró hacia mi lado y puso su cabeza en mi pecho, cruzando su brazo sobre mí.
Listo, afuera las dudas, je.
Agarré el celular y saqué una foto.
Se la mandé con un emoji de ojos de corazón.
Al otro día cuando la viera, de seguro le sacaba una sonrisa.
Tan bonita conmigo.
Yo estaba seguro de lo que sentía por ella.
La amaba.
Sí. Así era.
Y ojalá Eliana llegara a sentir lo mismo por mí.
Abrí el facebook, por costumbre.
Siempre que me acostaba lo miraba un rato.
A pesar de la hora, nuestra foto ya tenía decenas de likes.
Pero otra cosa, se llevó mi atención.
No sé si fue casualidad o qué otra cosa.
Pero vi una publicación que me interesaba.
En realidad, a ambos.
Era del grupo barrial.
Habían intentado atacar a una chica ese día.
Y la descripción del perpetrador, coincidía con la del que agredió a Eliana.
12 comentarios - Mi mejor amiga XIII