Nunca conocí a una chica tan puta como lo es ella, y mejoraún, tan orgullosa de serlo. La conocí aquí, en Poringa, y resultó ser el mejorcontacto que podría tener, su nombre… la llamaremos María, resultó ser unaputita deseosa de verga, con las mayores perversiones que te puedas imaginar yun deseo extremo de ser la sumisa y uno o varios hombres al mismo tiempo, conun cuerpo delicioso, unas tetas que dan ganas de morderlas sin piedad y hacerlasufrir mientras le metes los dedos en la panocha, esta última es tambiénhermosa y dan ganas de penetrarla entre dos o tres vergas al mismo tiempo, y séque lo disfrutaría la muy zorra, pero sin duda alguna la joya de la corona esese culo, con unas grandiosas nalgas y un anito súper apretado listo para serroto.
Cuando finalmente la conocí en persona, no tardé ni dossegundos, una vez entramos a la habitación del motel, en tirarla al suelo aljalarla del pelo, me saqué la verga e instantáneamente se la metí en la boca,sin darle oportunidad a guardar aire, la comencé a coger sin piedad por ahí,provocándole arcadas muy marcadas y amenazándola al mismo tiempo.
- Más te vale no ensuciarme la verga escuchaste estúpida? –ella solo asentía como podía mientras la seguía obligando a recibir toda laverga por la boca sin piedad. Cuando me harté, se la saqué, ella solo calló alsuelo tosiendo y soltando lágrimas, lagrimas que yo sabía que más que de dolor,era de puro placer, placer al finalmente sentirse el juguete sexual que siemprequiso ser. Después de un momento, la agarré de su tanga, y desde el suelo, laobligué a levantarse al jalarla desde ella haciendo que los hilillos de latanga se le metieran lo más al fondo posible y sintiera como le raspaban lapanocha y el anito, la obligué a ponerse en la cama boca abajo, con el culobien levantado y la cara contra la almohada, en ese momento comenzó a rogarporque parará, pero al mismo tiempo la zorra se abría las nalgas y movía elculo desesperada por sentir mi verga bien adentro suyo, en ese momento le hicea un lado el hilo de la tanga, y sin previo aviso le metí la verga por el ano,abriéndoselo sin piedad y haciéndola sufrir un intenso dolor, ella solo ahogabasus gritos de dolor con la almohada y movía el culo tratando de escapar, peroal mismo tiempo buscando sentirla más y más adentro. Sin pensar en su sentir,comencé con el mete y saca sin parar, dejándome caer con todo mi peso para quelo sintiera bien adentro y hacerla soltar los mejores gemidos posibles, despuéscomencé a metérsela también en la panocha, para no dejar ni un solo agujerosuyo sin saborear.
Finalmente, cuando sentí que voya terminar le di una última y muy profunda metida de verga en el ano,vaciándome en este, y en esa posición, sin dejarla levantar, le metí los dedosen el ya roto y adolorido ano, le saqué toda la leche posible con mis dedos yla obligué a limpiármelos con la boca, al igual que mi verga. Ella terminósudada, adolorida, apestando a semen y a sus jugos, pero bien satisfecho ydeseando repetir la experiencia con más hombres al mismo tiempo.
Espero les haya gustado gente, chao.
Cuando finalmente la conocí en persona, no tardé ni dossegundos, una vez entramos a la habitación del motel, en tirarla al suelo aljalarla del pelo, me saqué la verga e instantáneamente se la metí en la boca,sin darle oportunidad a guardar aire, la comencé a coger sin piedad por ahí,provocándole arcadas muy marcadas y amenazándola al mismo tiempo.
- Más te vale no ensuciarme la verga escuchaste estúpida? –ella solo asentía como podía mientras la seguía obligando a recibir toda laverga por la boca sin piedad. Cuando me harté, se la saqué, ella solo calló alsuelo tosiendo y soltando lágrimas, lagrimas que yo sabía que más que de dolor,era de puro placer, placer al finalmente sentirse el juguete sexual que siemprequiso ser. Después de un momento, la agarré de su tanga, y desde el suelo, laobligué a levantarse al jalarla desde ella haciendo que los hilillos de latanga se le metieran lo más al fondo posible y sintiera como le raspaban lapanocha y el anito, la obligué a ponerse en la cama boca abajo, con el culobien levantado y la cara contra la almohada, en ese momento comenzó a rogarporque parará, pero al mismo tiempo la zorra se abría las nalgas y movía elculo desesperada por sentir mi verga bien adentro suyo, en ese momento le hicea un lado el hilo de la tanga, y sin previo aviso le metí la verga por el ano,abriéndoselo sin piedad y haciéndola sufrir un intenso dolor, ella solo ahogabasus gritos de dolor con la almohada y movía el culo tratando de escapar, peroal mismo tiempo buscando sentirla más y más adentro. Sin pensar en su sentir,comencé con el mete y saca sin parar, dejándome caer con todo mi peso para quelo sintiera bien adentro y hacerla soltar los mejores gemidos posibles, despuéscomencé a metérsela también en la panocha, para no dejar ni un solo agujerosuyo sin saborear.
Finalmente, cuando sentí que voya terminar le di una última y muy profunda metida de verga en el ano,vaciándome en este, y en esa posición, sin dejarla levantar, le metí los dedosen el ya roto y adolorido ano, le saqué toda la leche posible con mis dedos yla obligué a limpiármelos con la boca, al igual que mi verga. Ella terminósudada, adolorida, apestando a semen y a sus jugos, pero bien satisfecho ydeseando repetir la experiencia con más hombres al mismo tiempo.
Espero les haya gustado gente, chao.
1 comentarios - La puta de internet